Shinobu se levantó temprano por la mañana para poder ir al mercado a comprar las cosas necesarias según la receta. Quería también regalar algo especial a Tomioka, pero lamentablemente nada concreto se venía a su mente. Aún así debía apresurarse, ya que antes de salir de compras envió a su cuervo con el muchacho para invitarle a su casa a las tres de la tarde con la excusa de probar unas nuevas medicinas.

Habiendo comprado ya todos los ingredientes, se dispuso a comenzar la búsqueda de un regalo que pudiera gustar al muchacho.

Pero resultó ser más complicado de lo que parecía.

Finalmente, después de una hora de búsqueda, encontró alto que llamó su atención.

"Es perfecto.."

Teniendo ya en su poder todo lo que necesitaba, comenzó a transitar el camino a la finca puesto que aún le quedaba mucho por hacer.

(...)

En la casa del Pilar del Agua se vivía una peculiar situación para Tomioka. Urokodaki había mandado a llamar a los dos jóvenes a que se reuniesen con él en el estudio porque tenía un tema importante que hablar con ellos.

-... Pero, Urokodaki-sama ¡Sabito es por mucho más indicado que yo! - recriminaba Tomioka a lo dicho por su maestro, siendo interrumpido por el mismo Sabito quien con su puño cerrado había golpeado la cabeza del susodicho.

- Con Sabito ya lo hemos hablado Tomioka - insistió su maestro - y el también ha estado de acuerdo con la desición -.

- La fuerza no es lo único que vale Giyuu - Sabito coloco una mano en el hombro de su amigo - también es muy importante el carácter, en lo cual tu has demostrado sobrepasarme por mucho -.

- Sabito... - los ojos de Tomioka se encontraron con la sonrisa de su amigo.

- No tengo nada más que decir - Urokodaki se incorporó y emprendía marcha hacia la cocina - quedan en libertad de acción -.

- Felicidades - dijo Sabito golpeando su espalda - Tsuguko Giyuu... -.

(....)

- Muy bien, ya está todo listo - Shinobu tenía todo preparado ya que faltaban solo unos pocos minutos para que llegara el horario acordado en que se vería con Tomioka, pero una visita inesperada cambiaría un poco sus planes.

- Caaw urgente, Shinobu Kocho preséntese inmediatamente donde Ubuyashiki-sama, urgente caww -.

- Dime que es una broma... -.

- Caaw urgente, Shinobu Kocho preséntese inmediatamente donde.. - Shinobu se acercó al ruidoso amigo y con su mano sostuvo firmemente su pico.

-Ya quedó claro, maldición - su sonrisa era aterradora.

- ¿Sh..shinobu..? -.

La chica se volteó para finalmente encontrarse con un muchacho que acababa de entrar por la puerta, el cual se veía muy confundido por la escena que se estaba viviendo en aquella ventana, haciendo que la pequeña mariposa se sonrojara levemente.

Liberó su agarre que ejercía sobre aquel pequeño animal y rápidamente se dirigió hasta donde Giyuu se encontraba para poder atraparle dulcemente en un abrazo.

- Feliz cumpleaños, Tomioka-San -.

Tomioka, quien iba en ese momento a corresponder su abrazo quedó congelado por unos segundos. No se esperaba aquella dulce bienvenida, ni mucho menos que la chica estuviera en conocimiento de su cumpleaños. Pero esto le provocó una cálida sensación en su pecho, la cual no lograba entender del todo, esto, esta extraña y agradable sensación que el no comprendía, era consecuencia de lo que significaba amar, y ser amado.

-Tomioka-San, extiende tu nichirinto por favor -.

Sin decir palabra el chico obedeció. Shinobu sacó de entre sus ropas algo que él no alcanzó a ver y comenzó a enrrollarlo en la empuñadura de su Katana.
Solo cuando aquella terminó y dio un paso atrás pudo observar que ahora, desde aquel oscuro mango, una delicada cinta azul con una pequeña mariposa color violeta brillaban bajo la luz del sol que iluminaba la silenciosa habitación.

- Cada vez que estés luchando una parte de mi estará contigo Tomioka-san - Shinobu dibujaba en su rostro aquella sonrisa que el tanto amaba - es bastante pequeña, y puede que pase bastante desapercibida para los demás.. -.

- Como tú.. - le interrumpió Tomioka.

-Baaka. Como te estaba diciendo, quiero que ella siempre te recuerde lo fuerte y hábil que eres, y que así como los demás, quienes quizás no la logren ver por su tamaño ni tampoco vean la forma en que yo te quiero, siempre pero siempre, tú que si la veras a ella y a mi, ten presente que te estaré apoyando, Tomioka-San, pase lo que pase, donde quiera que estés, una parte de mi estará a tu lado.. -.

Sin decir una sola palabra y en un movimiento bastante rápido y sorpresivo, Tomioka aprisionó en sus brazos aquella pequeña y revoltososa mariposa, y sin pensarlo dos veces unió suavemente sus labios con los de ella en un dulce beso que hablaba más que mil palabras de agradecimiento.

Estaba feliz. Estaba muy feliz.

Y a pesar de no estar acostumbrado a aquella emoción, se sentía muy afortunado.

Afortunado porque a pesar de haber perdido todo en un momento de su vida, hoy su corazón estaba embargado de una cálida sensación, la cual se intensificaba cuando aquella chica estaba entre sus brazos.

Jamás se lograba explicar como alguien tan pequeña podía llenar un vacío tan grande.

- Tomioka-san, de verdad hubiera querido pasar este día contigo - comenzó a decir la chica quien aún se encontraba entre sus brazos - pero hace un momento Ubuyashiki-sama me ha enviado a llamar de forma urgente -.

Shinobu pudo ver la expresión de tristeza en aquellos azules ojos, por lo que su mano viajó suavemente hasta su cálida mejilla para acariciarla amorosamente.

- Ne Tomioka-san prometo que te compensaré por lo de hoy ¿si? - Tomioka se aferró a su mano mientras movía su cabeza como una pequeña mascota deseando recibir más cariño - Tomioka-san, debo retirarme ya o llamaran mi atención, sobre la mesa encontrarás la otra parte de mi regalo - con un gesto señaló hacia la pequeña mesa en la cual se encontraba servido un gran plato de salmón con rábano.

- Disfrutalo - suavemente se apartó y comenzó a caminar en dirección hacia la puerta de aquel lugar, y estando a unos centímetros de esta volteó su rostro para finalmente despedirse -¡Nos vemos pronto, Tomioka-San! -.

Shinobu se giró para seguir caminando pero el sonido de una voz llamando su nombre le hizo detenerse y volver a mirar en aquella dirección.

- ¡Shinobu! - dijo aquel introvertido muchacho completamente ruborizado - a..arigato - se veía completamente adorable con ese aspecto tan avergonzado - cuidate y regresa a salvo.. Por favor.. -.

Una amplia sonrisa se formó en el rostro de la chica quien alegremente se volvió a despedir para ahora si prepararse y dirigirse con Ubuyashiki-sama

Tomioka se acercó a la mesa que la pequeña mariposa le había señalado y sus ojos comenzaron a brillar cuando vió que sobre esta se encontraba un gran plato de..

"¡Salmón con rábano!"

Literalmente se le hizo agua la boca, una gran porción de su  comida favorita se encontraba sobre la mesa, y mejor aún, la chica que tanto le gustaba lo había preparado exclusivamente para él .

A pesar de encontrarse sólo en ese momento en que inclusive era el día de su cumpleaños, no se sentía para nada solitario.

- ¡Itadakimaasu! -.

(.....)

-Shinobu-San ¿has tenido alguna complicación para llegar hasta acá? -.

-Sumimasen Ubuyashiki-sama - dijo Shinobu de rodillas - la verdad no tengo excusa válida para mi retraso -.

- Lo bueno es que has llegado preparada para salir, tu compañero ha ido por sus cosas a su hogar - con un gesto le invitó a sentarse cerca de él - mientras tanto te explicaré la misión... -.

Shinobu se sentó junto a Ubuyashiki y se quedaron charlando sobre las características del demonio que había sido avistado en aquel pueblo y la información que manejaban sobre su paradero mientras esperaban a aquel que sería el compañero de viaje de la chica mariposa.

(.......)

- ¿Qué demonios haces de nuevo tú en este lugar? -.

Un evidentemente molesto Shinazugawa hacia ingreso a aquel pequeño comedor donde Tomioka se encontraba terminando su comida.

- ... - Sin mencionar respuesta alguna Giyuu siguió comiendo tranquilamente como si no hubiese notado la presencia del Pilar a unos metros de él. Aunque la verdad el solo verlo le hacía hervir la sangre.

- No te hagas el sordo maldito - dijo sin saber por qué odiaba tanto a aquel tipo si apenas le conocía - Tsk! da igual ¿Donde está Shinobu? -.

Al escuchar aquel nombre, esos azules ojos inmediatamente se posaron sobre el agresivo chico de cabello claro.

- No es de tu incumbencia - se limitó a responder.

- ¿¡Eeeeh!? - Sanemi, que ya se había acercado a la mesa donde Tomioka se encontraba comiendo dio un fuerte golpe con sus palmas sobre esta - ¿Y ahora quien mierda te crees que eres? -.

- ... - Giyuu limpio sus labios con una servilleta de género que Shinobu había dejado junto a los cubiertos y se levantó - con permiso - dijo mientras caminaba hacia la puerta.

- Oe.. - con una voz seria, Sanemi, quien rápidamente se había ubicado en el marco de la puerta cubriendo la salida de esta con su mano detuvo a Tomioka - Preguntaré esto solo una vez así que no me evadas.. ¿Qué clase de relación hay entre Shinobu y tú? -.

Aquella pregunta, aquella maldita pregunta que tanto complicaba las cosas para Tomioka.
¿Qué debía hacer? Sentía presión en su pecho, y un sudor frío recorría su espalda y manos.

- Nosotros... Nosotros estamos... No-nosotros somos.. - "Vamos Tomioka, tú puedes maldita sea" - Nosotros.. sólo somos compañeros.. -.

Falló. No pudo decirlo, no frente a alguien como un pilar. Aunque luego la respuesta de este, le dejó marcada una gran interrogante...

- Eso facilitará mucho más las cosas.. -

Con una sonrisa victoriosa en el rostro, Sanemi Shinazugawa se retiró de aquel lugar.