Es una promesa...
- Estamos en casa - gritó Tomioka, soltando despacio la mano que sostuvo durante todo el camino mientras charlaban de vuelta al hogar.
- Bienvenido Tomioka, Kocho-San, les estaba esperando - dijo una voz grave.
-¡Urokodaki-Sama! Ha vuelto a salvo - Tomioka corrió para encontrar a aquel que consideraba un padre, seguido de la pequeña.
- Así es, ya estoy en casa. Me alegra verla bien señorita Kocho, vengo con noticias para usted - dijo dirigiéndose a la chica.
- ¿Noticias para mi? -.
- ¿No ha pensado en que salió de la finca sin dar aviso a nadie y han pasado días sin que regrese a su hogar? - Los ojos de Kocho se abrieron completamente, lo había olvidado, su oneesan debe de estar muy preocupada si se ha enterado.
- Puede estar tranquila - dijo Urokodaki calmandola - acompáñeme para que podamos hablar en privado - hizo un gesto indicando hacia la puerta de una especie de estudio dentro de la casa.
Tomioka hizo una reverencia y se retiró en busca de Makomo o Sabito, pero no les lograría encontrar ya que estos aún no llegaban. Mientras tanto, Urokodaki y la pequeña Kocho conversaban en el estudio.
- He conocido a su hermana Kanae-san, estaba bastante preocupada por su hermana menor que se había escapado de casa. Se encontraba en un pueblo, consultando por usted mientras la describía... Cuando escuché del particular accesorio de mariposa en su cabello y los ojos violetas supe que era nuestra pequeña invitada, así que le comenté a su hermana todo lo sucedido. - El corazón de Kocho se alegraba de saber que su hermana estaba bien y que aún se preocupaba por ella, Urokodaki-Sama continuó hablando -... Kanae-san se encuentra en un riguroso entrenamiento, han pensando en subirla a la posición de Pilar, así que no regresará a la finca por un tiempo. Como vi que usted se llevaba bastante bien con los muchachos de acá le sugerí a su hermana que pueda seguir quedándose unos días más, a lo que esta accedió y además le envío unos escritos con una especie de investigación, dijo que usted lo entendería - Extendió unos papeles a la pequeña - solo esto tengo para decir Kocho, bienvenida a la casa, serás considerada parte de ella desde ahora, si me permites, debo retirarme para cuidar el bosque - dicho esto Urokodaki se retira dejando a una chica llena de emociones.
"No puedo creerlo, esto es.. es.. Solo esto faltaba para el veneno" revisaba rápidamente los escritos que el hombre le había pasado. "Gracias Kanae neesan, esfuérzate!! Yo tampoco me rendiré".
Se dirigió a la habitación de Makomo para descansar, pero al llegar al pasillo se encontró a Tomioka esperando a un costado de su puerta.
- Me quedaré por un tiempo más - dijo sonriendole.
Los ojos de aquel chico brillaron, se sentía tan feliz que podría explotar.. - ¿Kocho.. Me esperarías cada día antes del atardecer? Lo que me has dicho me ha impulsado con el entrenamiento, todo es gracias a ti.. - dijo este un poco avergonzado - Hay un lugar al que quiero llevarte, Sabito y Urokodaki me han dicho que de noche es hermoso -.
- ¿Vamos? - dijo Kocho sonriendo.
- Aún no podemos.. -.
- No entiendo ¿Por qué no?. -
- El lugar es hermoso y seguro, pero no así el camino para llegar. Dame una semana y te prometo que entrenare duro para protegerte y llevarte hasta allá - dijo esbozando una sonrisa confiada.
-Hai.. Tomioka-San. Mientras yo estaré practicando mi alquimia para poder protegerte también -.
- No lo olvides ¡es una promesa! - dijo mientras el rubor subía a su rostro, por lo que echó a correr por el pasillo en dirección a su dormitorio y con su mano hacia señas de despedida -.
"Lo prometo.." susurro la chica.
Makomo volvió muy tarde, entró al cuarto intentando no despertar a la chica que yacía dormida en su futon pero no lo consiguió, apenas coloco un pie dentro de las tapas Kocho la quedó viendo fijamente.
-Makomo-chan! Me tenias preocupada ¿dónde estabas? -.
- Pues.. -.
-... Entonces se acercó más y más, y sin darme cuenta él me abrazaba y me confesó todo lo que sentía por mí - Terminó de contar Makomo.
- Ara ara Makomo-chan, estoy muy feliz por ti -.
- Ne, Shinobu-chan ¿Como te fue con Tomioka? - preguntó con una pícara mirada.
- ¿A... A qué te refieres? - la cara de Kocho parecía un tomate en ese preciso momento.
-Shinobu-chan, no me niegues que sientes algo por él, lo puedo notar a kilómetros -.
- ¿Tan evidente soy? Espero que Giyuu-San no se haya dado cuenta - dijo muy bajo, aún ruborizada.
-... ¿Giyuu-San? - dijo con una cara aún más coqueta Makomo. - Supongo que las cosas van bien si ya le llamas por su nombre.
- No, no, no, no y no, no crees peliculas en tu mente Makomo, solo hemos charlado, ya que por cierto, descubrí que no habían fresas en aquel lugar - dijo Kocho arqueado su característica ceja.
-Shinobu-chan, ¿No crees que te guié a un lugar con algo mucho mejor que fresas?-.
No había marcha atrás, el rubor no se quitaba de aquel rostro - Eto,.. Pues si, lo reconozco, me interesa Giyuu-San, pero el se comporta tan extraño y bipolar que no logro entender aquellas señales. En un momento me manda a volar y al otro... Sostiene mi mano, y.. y siento la calidez en su palma.. Y.. - se queda embobada.
- ¿Giyuu aun no te lo ha dicho?-.
- ¿Decirme qué? - la curiosidad la estaba matando en ese momento -.
- vaya, que sueño me ha entrado, buenas noches Kocho-chan - dijo girandose para darle la espalda y fingiendo unos ronquidos.
- Makomo-chan no finjas, se que puedes oírme.. ¡Makomo-chan! ¡Mako-chaaaan! - más la chica no respondió.
"Hmm!" Kocho le dio la espalda y se dispuso a dormir pronto.. O eso creía, pero aquella tarde seguía dando vueltas en su cabeza robándole el sueño.
Mientras tanto en otra habitación...
- Y a final no logre contenerme, le dije todo ¡todo lo que por años callé! Entonces me acerqué más, y más, y más, hasta la abrace con todas mis fuerzas y le confesé mi amor. - Exclamó un alegre Sabito, mientras contaba a su mejor amigo el porque había llegado tan tarde.
-Estoy feliz por ambos - dijo Tomioka- ustedes nacieron hechos el uno para el otro. -
-Basta de hablar de mi ¿Te gustó el regalo de despedida que te di en el monte? -.
- Hmmm, es gruñona, bastante, y me llamó débil - dijo mientras acariciaba su barbilla y miraba hacia el techo como buscando respuestas - pero también creo que es una chica sincera, y muy esforzada, además.. La forma en que aquellos mechones escapan de su pelo y.. -.
-Ya, yaa, basta, que extraño es escucharte siendo tan cursi - dijo Sabito con una sonrisa - Pero soy feliz de que seas feliz. Quizás ella es aquella chica mariposa que viste en tu sueño giyuu - le dijo con cara coqueta.
-"Chica mariposa", pues le queda bien - dijo pensando - Además usa una mariposa en su peinado -.
- ¿Cuando le dirás lo que sientes Giyuu? -. Preguntó serio su amigo.
- Había pensado en llevarle a la Fuente de la luna en una semana.. -.
- O sea que ¿Vas en serio? -.
- ¿A qué te refieres? La he conocido hace 4 días - dijo aquel chico - pero en esta vida donde no sabemos lo que nuestro futuro depara.. Creo que es bueno ser sincero con los sentimientos, con los demás y con uno mismo. - mientras decía esto último se había cubierto completamente con el futon para ocultar su vergüenza. - ni siquiera sabemos si continuaremos con vida en 2 semanas, en 1 mes o en 1 año, por ello quiero vivir el momento, siendo agradecido por la vida que oneesan me ha regalado.
- Me alegra verte así Giyuu...-.
-Buenas noches.- dijo aún desde abajo de las tapas.
-Buenas noches, giyuu-. Dicho esto apagó la lámpara que iluminaba la pequeña habitación y se retiró a la suya.
Temprano por la mañana los 3 chicos se dirigieron a su entrenamiento con Urokodaki-sama mientras que Kocho armaba en una habitación un pequeño laboratorio para poder desarrollar el veneno junto a los apuntes que su hermana le había entregado.
Cuando ya tuvo todo montado se dispuso en ir al bosque para buscar algunas plantas y otras especies necesarias.
"Ya he cogido todo lo necesario, solo necesito un extracto del tronco del árbol de glicina" pensó, y comenzó a correr velozmente en busca de este.
Ya de vuelta en casa se dispuso a trabajar en aquel veneno, estaba decidida, debía funcionar. Pasó la tarde encerrada en aquella habitación, horas y horas, sin darse cuenta que los demás ya habían vuelto, a excepción de uno.
- Ne Shinobu-chan, creí que estarías en el monte.. - le dijo makomo al entrar por aquella puerta que daba al laboratorio.
- ¿En el monte? - dijo sin apartar la vista de su proyecto. - No entiendo el porqué debería -.
-Hmm que raro, Tomioka-kun no volvió con nosotros a casa porque dijo que se reuniría con alguien en el monte -.
El sonido de un frasco cayendo de sus manos puso en alerta a Kocho - Makomo ¿que hora es?.. -
Corrió y corrió con todas sus fuerzas, como aquella noche cuando todo empezó. Esa vez, sin saberlo, huyó de Tomioka. Pero ahora vivía todo lo contrario, corría velozmente para encontrarlo.
"Baaka, baaka, baaka! ¿Como pudiste olvidarlo?".
Finalmente llegó, vió a lo lejos los 3 árboles de glicina, los arbustos, la pequeña cueva.. Pero Tomioka, él no estaba ahí.
Mientras ella corría, el atardecer y sus rojos colores se habían fugado, y daban paso a un oscuro cielo sin luna, sólo las estrellas alumbraban aquella penumbra.
Se sentó en el vacío lugar que hace sólo un día atrás le había hecho sentir tan acompañada, ocultó su cabeza entre sus rodillas y ahí se quedó, preguntándose como podia ser tan despistada... "Lo prometo.." Su propio susurro hizo eco en su cabeza.
- Tsk.. -. No pudo pensar nada más cuando sintió aquel cálido roce cayendo por sus mejillas...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro