- Tomioka-san, buenos días - en el momento en que abrió sus ojos unos pequeños brazos se envolvieron por su cuello y un dulce beso fue depositado en la línea de su barbilla.

Como deseaba el poder despertar así cada día...

- Buenos días - se volteó para quedar frente a frente con la muchacha y suavemente comenzó a acariciar su cabello - ¿Cómo te sientes? Espero hayas descansado lo suficiente -.

Shinobu negó con la cabeza.

- La verdad no dormí mucho - aclaró - pero el pasar esta noche en tus brazos mientras te veía dormir a la luz de la chimenea realmente calmó mi corazón -.

Tomioka se ruborizó ligeramente y, como de costumbre, ocultó su rostro. Shinobu conocía muy bien esta reacción, y por lo mismo, le encantaba decir cosas para que aquel rubor cubriera sus mejillas y se convirtiera en ese Giyuu de adorable aspecto.

- De..deberiamos preparar el desayuno - sugirió aún oculto tras el cabello de la chica - luego hay un lugar que quiero enseñarte -.

Así fue como, después de unas cuantas caricias matutinas por parte de aquella tierna pareja, se dispusieron a preparar juntos el desayuno.

La sensación era muy cálida en el corazón de ambos jóvenes que estaban acostumbrados a llevar una vida de cazador desde muy temprana edad, la cual es muy diferente a la del resto de los chicos que llevan una común y corriente.

Poder despertar abrazados tranquilamente en una acogedora habitación, preparar desayuno juntos como una pareja normal lo hace y alistarse para dar un paseo por la laguna que decora aquella montaña...

Cuanto deseaban el poder vivir todos sus días así.

- ¿Estas lista? - preguntó Tomioka, quien se encontraba afirmado en el marco de una de las puertas esperando a la pequeña mariposa, la cual con un gesto asintió.

Aquella cálida mano sostuvo firmemente la suya cuando se hubo acercado hasta él, y cerrando la puerta tras de si, le encaminó hacia la montaña que se encontraba tras la cabaña para poder llegar hasta aquel bello lugar que mientras desayunaban le había mencionado.

El camino hasta allá era bastante agradable, se resumía en un sendero por medio del bosque cubierto por la sombra de árboles bastante altos, mínimo debían medir unos 20 metros de altura, por donde la luz de los rayos del sol traviesamente atravesaba generando unos bellos halos dorados por todo el camino.

De vez en cuando uno de los dos rompía el silencio que mantenían mientras caminaban, pero este no era para nada incómodo, ambos estaban disfrutando completamente de la compañía del otro, de poder sentir sus dedos entrelazados mientras una que otra ave, que no fuera un cuervo, cantaba alegres melodías a su alrededor.

Cuando llegaron por fin a la cima Shinobu pudo observar aquel lugar del cual Tomioka le habló con tanta emocion.

Una laguna de agua cristalina, en cuya superficie variadas flores flotaban meciendose al ritmo del viento, se extendia a lo ancho y largo de aquel valle, y a lo lejos, una hermosa y gran montaña cubierta de nieve se divisaba sirviendo como fondo de aquel lugar. Era una vista asombrosa, y lo fue aún mejor cuando Giyuu dió unos pasos adelante y se volteó hacia ella completando el paisaje.
Quería guardar esa imagen en su mente para siempre.

Descendieron hasta llegar a la orilla de aquella fuente natural y se sentaron junto a esta. Shinobu afirmó su cabeza en el pecho de aquel chico y descansó.

- Se que intentaste afirmar tu cabeza en mi hombro y no alcanzaste.. - interrumpió el silencio Tomioka después de unos segundos.

Una ceja se arqueó en el rostro de Shinobu, y separándose de este le dirigió una mirada asesina.

- De verdad a veces no se como te soporto.. - la chica se colocó de pie y se paró en la entrada de la laguna.

-¿Es..estas molesta? - Tomioka quiso acercarse a ella despacio - creí que lo que dije era algo obvio Shino.. -.

Un gran salpicón de agua con el sonido de estruendosas risas de fondo le hicieron callar. La pequeña mariposa al escuchar lo que él tsuguko del pilar acababa de decir se dejó llevar por sus impulsos y como estaba de pie dentro de la laguna no le pareció mejor venganza que de una patada empapar al muchacho frente a ella.

- Tsk! Ya verás -.

En un rápido movimiento Tomioka se abalanza sobre Shinobu y atrapandola por la cintura le lleva hasta un sector más profundo, esta gritaba, rogaba perdón y golpeaba el brazo de Giyuu entre risas, pero nada le hizo salvarse de su destino.
En cosas de segundos sintió como era liberada del agarre y dejada caer de espalda siendo completamente absorbida por el agua.

Cuando sale a flote después de un par de segundos pudo observarle, una risa, una gran risa escapaba de los labios de Tomioka resonando por el lugar mientras él, con ambas manos, sostenía su vientre por el dolor que le causaba el reírse tanto.

- Ojalá pudiese verte así a diario.. - sussuró por voz baja Shinobu mientras se acercaba a él.

Tomioka acomodó los cabellos de la muchacha que se encontraban completamente empapados cubriendo su rostro y recogió su accesorio de mariposa que flotaba en el agua.

Pero al momento de hacerlo, una especie de extraño recuerdo o deja vu viajó a su mente.

" -¿Aún no despierta? -." parecía de la voz de Sabito.

" - Makomo de hará cargo desde ahora, ve a descansar Giyuu.. -."

Llevó una de sus manos a su cabeza y la presionó fuerte intentando mitigar el dolor que una jaqueca le estaba produciendo.

- Tomioka-San ¿Estas bien? -.

- Hai... - el dolor solo duró cosa de segundos - solo fue un leve dolor de cabeza -.

- De seguro fue una reacción de tu pobre y amargado cuerpo que no está acostumbrado a lo que acaba de pasar... - le dijo con una burlona sonrisa en su rostro.

Tomioka, levemente molesto por aquellas bromas, la coge nuevamente entre sus brazos para sumergirla, pero la pequeña mariposa se afirma velozmente a él encerrandolo en una sola alternativa. Si quiere volver a hundirla, tendría que hundirse con ella.

Y así fue como sucedió, atrapandola entre sus brazos la apegó hacia sí y en cosa de segundos ambos se encontraban a más de un metro bajo el agua, sus miradas se encontraron, y en un húmedo beso ambos perdieron el aliento.

Se mantuvieron ahí, flotando en aquella superficie, de a ratos en silencio, de a ratos charlando; podían sentir los cálidos rayos del sol sobre sus rostros y la fría humedad del agua empapando sus ropas, podían sentirse ellos... Podían sentirse libres.

- Shinobu.. - el silencio volvió a ser interrumpido por él.

- ¿Qué sucede, Tomioka-san? -.

- ¿Por qué siempre colocas esa falsa sonrisa en tu rostro..? -.

El silencio volvió a reinar por unos segundos, la verdad Shinobu no se esperaba esa pregunta, de hecho aún menos se esperaba que él hubiese notado que su sonrisa era falsa.

- Ara ara.. ¿Por qué dices que es falsa? - sin intención de hacerlo, ahí estaba de nuevo, otra vez esa sonrisa.

- No es pura.. No eres tu.. - Tomioka se veía serio - la verdad en ella solo veo reflejada a tu hermana, Kanae-Sama. -.

El lo había entendido, lo había entendido perfectamente.

- Yo.. De verdad intento que no sea falsa - dijo con pesar - le prometí a mi hermana que sonreiría más -.

- No creo que ese signifique tener la sonrisa todo el día en el rostro... -.

- De alguna manera, Tomioka-san, el hacerlo me hace sentir que Kanae-neesan aún está a mi lado... -.

Nuevamente silencio, y es que la verdad era un tema bastante complicado el que estaban hablando.

- Yo visto el haori de Tsutako-neesan, creo, creo que puedo llegar a entender a que te refieres.. - Dijo finalmente Tomioka - al parecer la vida nos ha dado golpes similares.. -.

Después de mantenerse unos minutos más flotando en aquel lugar, Giyuu decide que es momento de volver tanto a la orilla como a la cabaña, ya que pronto comenzaría a hacer frío y ellos no llevaron una muda de ropa.

Fueron todo el camino en silencio, pero al igual que en todos los otros momentos, el silencio no había sido para nada incómodo. Era más bien un arte. Uno que sólo ellos dos podían comprender.

Sus manos entrelazadas eran la única fuente de calor ahora que el sol se había ocultado en el horizonte, comenzaron a apresurar el paso a la cabaña ya que el frío comenzaba a generar dolor en sus cuerpos. Un estornudo por parte de Shinobu preocupó a Giyuu, quien sin pensarlo dos veces la cogió en sus brazos y corrió con todas sus fuerzas para llegar rápido a la cabaña.

Por fin en aquel lugar ya se sentía más tranquilo, rápidamente fue por las toallas que había dejado secando al sol durante la mañana entregandoselas a la pequeña mariposa para que se secara mientras el se dispuso a prender nuevamente la chimenea para que el calor llenara aquella sala de estar.

Shinobu, quién había ido a calentar la bañera, volvió hasta donde Tomioka se encontraba para sentarse a su lado y secar sus cabellos mientras esperaba.

- Shinobu, quítate esa ropa, esta húmeda - dijo al quitar la vista del fuego y ver como esta seguía empapada -.

- Ara ara Tomioka-san, no creí que fueras tan atrevido - sonriendole coquetamente comenzó a desabrochar los botones de su chaqueta - pero ya que eres tu quien me lo pide.. -.

- Baaka ¡Sabes a lo que me refiero! - sintiendo como el rubor subía a sus mejillas Tomioka vuelve a fijar la vista en el fuego sin darse cuenta que la pequeña mariposa se había levantado para ir a revisar la bañera.

- El agua está lista - dijo al cabo de unos segundos - ve a bañarte Tomioka-san.. -.

Este negó con la cabeza y se acercó a ella que se encontraba de pie a unos metros de la puerta que daba hacia el baño.

- Cogerás un resfriado - tiernamente acarició su mejilla - apresurate -.

Shinobu recordó lo que había pasado la noche anterior cuando había ido a tomar un baño, tenía miedo de que aquella repulsiva reacción volviera a ella y no pudiera controlarse nuevamente. Lo pensó unos momentos mientras sentía el frío tacto de la mano de Giyuu por su rostro, él cual seguro se encontraba congelado porque estaba completamente empapado todavía, pero finalmente lo dijo.

- ¿Tomioka-san se bañaría conmigo? -.

Tomioka se petrificó en el momento en que escuchó esas palabras y pudo sentir el aumento de la temperatura en su rostro mientras apartaba la vista.

- ¡Sh..shinobu! - dijo entre dientes - no digas esas cosas tan a la ligera -.

La verdad, Giyuu además de cohibirse con la situación, le preocupaba lo que la pequeña mariposa había vivido el día anterior. Tenía miedo de no poder controlarse y con sus acciones corromperla aún más de lo que estaba.

- Se lo que debes estar pensando... - Shinobu le sacó de sus pensamientos - Pero.. Es diferente cuando se trata de ti - la chica se acercó suavemente al cohibido muchacho sosteniendo con una mano su haori desde el pecho y con la otra mano recorría lentamente su mejilla hasta llegar a sus labios - cuando siento las manos de Tomioka-san por mi cuerpo, me siento fuera de este mundo.. -.

Retirando lentamente el dedo de sus labios se paró en puntillas y depositó un profundo beso en los labios de Giyuu, quien lo dudó un par de segundos pero finalmente se dejó llevar por aquella invitación. Con ambos brazos la cogió por la cintura y la apegó a su cuerpo, mientras que sin dejar de besarla en ningún momento le hizo caminar de espaldas hacia donde aquella cálida bañera les esperaba.

De forma calmada y tranquila las prendas fueron cayendo, no fue como la aquella instancia en que deseaban saber lo que se sentía pertenecer el uno al otro por primera vez. Hoy tenían la seguridad de que ya lo hacían.

Shinobu le pertenecía sólo a Tomioka, y Tomioka le pertenecía exclusivamente a Shinobu.

La tomó en sus brazos y la sentó sobre una cajonera que se encontraba en aquel lugar. Teniéndola ya a su altura pudo fácilmente desabotonar aquella camisa, interrumpiendo el beso de a ratos para mirarla fijamente a los ojos y asegurarse de que no hubiera algún problema. Pero no era así, al contrario, todo estaba perfectamente bien. Tal y como debía ser..

No pasó mucho tiempo para que finalmente no hubiera prenda alguna que perturbara su visión. El pequeño cuerpo de Shinobu, del cual él muchas veces amaba bromear, se presentaba frente a el como una verdadera obra de arte, o eso pensaba Tomioka, quien se sentía privilegiado de poder observar en su desnudez tan bien dotados pechos, aquella pequeña cintura que daba de antesala a unas anchas caderas, y para que hablar de sus muslos y nalgas.. Claramente no pudo resistirse ante aquel panorama, y en cosa de segundos ya se encontraba en medio de las cálidas aguas de la bañera con ese pequeño cuerpo que anteriormente había admirado sobre el, haciéndole sentir en esos minutos ser el joven más afortunado del mundo.

⚠️Lemon⚠️

Sentado en medio de aquella redonda y amplia bañera de madera, tomó a Shinobu entre sus brazos y la sentó sobre sí. Esta cerraba sus ojos mientras se concentraba en sentir aquellas juguetonas manos que recorrían completamente su cuerpo, se afirmaban en sus hombros y lentamente descendían por sus costados hasta llegar a su trasero para finalmente volver a subir deslizándose por su vientre hasta encontrarse con sus pechos.

Shinobu mientras tanto tocaba cada centímetro del cuerpo de su acompañante, sin excepciones, como quien fuera a perder la visión en un par de horas y quisiera recordar cada parte de aquel cuerpo que se encontraba bajo ella.

De pronto, sintió como aquellas manos que le acariciaban se deslizaban por debajo de ella hasta cogerla por sus nalgas, y así levantarla un poco suavemente para apegarla más hacia el y volver a sentarla, pero esta vez pudo sentir como algo duro y grueso se deslizaba por su interior obligándola a dejar escapar un gemido que fue acallado por los labios de Tomioka.

Aquel chico sentado bajo ella la había penetrado sin pedir permiso, y comenzaba a entrar y salir una y otra vez... Maldición, fue una de las sensaciones más excitantes que había vivido.

Unos recuerdos de antaño viajaron rápidamente a los pensamientos de Tomioka, remontandose a la primera noche que pasó en la Finca Mariposa. Pudo recordar claramente aquel momento en donde se encontraba en una bañera similar pero un poco más pequeña, en un ambiente embebido por el olor característico que emanaba de Shinobu, mientras su mano subía y bajaba por toda la extensión de su miembro erecto.

Esta vez era diferente, ya no era su mano, era la misma chica quien apoyada en sus hombros, lentamente subía y bajaba deslizándose a lo largo de su gruesa erección. Podía sentir completamente el roce de su interior sobre su miembro acompañado del sonido de sus grandes pechos rebotando en el agua. Sus sucios pensamientos fueron tan fuertes que un gruñido escapó de sus labios.

- Ara ara, Tomioka-san, si que lo estas disfrutando.. - aún entre gemidos Shinobu aprovechaba cada pequeña instancia que tenía para burlarse de él.

Sin responder, pero visiblemente cohibido, Tomioka busca su venganza tomando a la chica entre ambas manos y girandose la colocó frente a él, obligándole a afirmar sus manos y rodillas en el piso de la bañera en una completa posición cuadrúpeda si quería mantenerse "en pie"... Y comenzó su castigo..

La sostuvo firmemente por los hombros y después de hacerle temblar por los escalofríos producidos al deslizar una y otra vez la punta de su erección por su intimidad, comenzó a embestirla duro y con más fuerza sin previo aviso, obligándola a gemir su nombre en repetitivas ocasiones mientras él alcanzaba la máxima profundidad que le fuera permitido. El ruido producido por el choque de sus pieles, acompañado por el burbujeo del agua era lo único que los acompañaba esa fría noche.

- Yo veo.. Que también lo estas disfrutando.. - Dijo con una sonrisa victoriosa en su rostro.

Ninguno era capaz de seguir reaccionando para burlarse del otro. El placer estaba invadiendo sus cuerpos de forma tan salvaje que hasta sus cabezas llegaban a doler por la excitación del momento.

Solo cosa de un par de minutos fue necesaria para que se consumara aquel acto de amor y entre suspiros ambos acabaran, juntos, en una hermosa y espontánea coordinación y sincronía.

Tomioka se volvió a sentar en aquella bañera y cargó en sus brazos aquel frágil cuerpo que tiernamente se acercaba a besarlo y después de ello lo sentó entre sus piernas por delante de él, haciendo que Shinobu le diera la espalda.

Estirandose un poco logró alcanzar una esponja desde un rincón de la bañera y colocándole un poco de esencias comenzó, en un acto extremo de caballerismo, a refegar suavemente con aquella cada centímetro de cuerpo para luego tiernamente lavar sus cabellos como si de una princesa se tratase.

Shinobu nunca se había sentido tan mimada, ni tampoco el pensamiento de que sería Giyuu quien le hiciera sertir así había atravesado por su mente.

"Debajo de toda esa frialdad e inexpresividad se esconde el corazón más cálido que he conocido.. Ojala todos pudiesen ver como realmente eres Giyuu"

Se encontraba sumida en sus pensamientos cuando el chico habló a su oído para avisarle que habían terminado.

Tomioka es quien sale primero del agua, y después de secarse un poco, se ciñe una toalla a su cadera.
Con otra de estas en sus manos se acerca a la bañera y ayuda a Shinobu a salir, cubriendola inmediatamente aun con la preocupación latente de que no se vaya a resfriar.

Giyuu la sostiene en sus brazos, y como si se tratase de una pequeña niña la carga hasta llevarla al futon, lugar a donde se encontraban sus pijamas, de los cuales ni se habían acordado al momento de dirigirse al baño.

Ya vestidos, el chico se dispone a avivar el fuego que ya se estaba consumiendo por completo, no podía creer que habían pasado horas en la bañera, pero lo arrugado de sus manos y dedos lo confirmaban.

Shinobu apareció detrás de él transcurridos unos minutos cargando una pequeña bandeja con una tetera de té que acababa de preparar. Sirvió un poco para cada uno, y cubiertos por una manta, se abrazaron sentados mirando de frente hacia el calor proveniente de aquella chimenea. La chica intentó afirmarse en el hombro de Tomioka pero no alcanzó a hacerlo y terminó por apoyarse en su pecho.

- Antes que digas cualquier cosa, Tomioka-San - dijo preparándose a que este se burlara de su estatura - arigato.. -.

El chico simplemente giró su rostro hacia ella, el cual se encontraba completamente rojo, lo que llevó a que Shinobu se preocupase un poco creyendo que podía tener fiebre, pero lo que ocurrió después fue toda la explicación que ella necesitaba.

Con un abrazo y un beso bastante nervioso, tomioka susurra junto a su oído un casi imperceptible..

- Aishiteiru.. -.

El tiempo se detuvo para ambos en ese preciso momento, sus miradas se encontraron y sus ojos cayeron profundamente unos en los del otro.

Hay veces en la vida en que uno quisiera seguir viviendo aquel momento eternamente, y este, era uno de aquellos momentos para ambos.

Momentos en los que olvidas completamente lo que eres...

Tomioka no era un joven que se había vuelto cazador después de perderlo todo, demostrando que tenía las habilidades necesarias para ascender a Tsuguko.

Shinobu no era aquella pilar insecto, señora de la Finca Mariposa, responsable de brindar atención médica a todo el gremio de cazadores.

No eran jóvenes que habían quedado huérfanos.

No eran el resultado de la venganza.

No eran aquella imagen que entregaban ante todos.

No eran almas rotas...

Por este momento, eran simplemente un par de jóvenes que por primera vez estaban experimentando un puro amor de pareja, incondicional, algo a lo que no estaban acostumbrados para nada.

Eran un par de bobos enamorados.

Eran libres de toda obligación.

Eran quienes realmente eran.

Solo un par de nuevos besos bastaron para volver a encender la pasión entre sus cuerpos, que en medio de caricias se devoraban simultáneamente.

Hoy la noche pasaría más rápida, pero a la vez sería más larga.

Hoy la noche era de ellos.

Hoy eran nada más que uno, y sin él otro, no eran nada..

*・゜゜・*:.。..。.:*・*:゜・*
Konnichiwa 🌸

Les quiero pedir disculpas por no actualizar el día de ayer. No se rían pero de verdad anduve bajoneada por el capitulo del manga de kny 💔, entenderán que esas condiciones no es mucha la inspiración y animo que llega.

Peeero el capitulo de ahora fue el doble de largo y con unos toques sabrosones para compensar jajsjajs.

🦋 Nos vemos 💧