- De verdad te pido perdón por mi respuesta, se que lo dije con doble sentido con la intención de averiguar si sentías algo por Tomioka-kun, pero finalmente terminé por herir a quien amo - expresó una angustiada Makomo, aún con sus ojos vidriosos, luego de abrir su corazón y contarle todo a aquella chica; claro que omitió una parte importante, no le dijo nada sobre lo que causaba su simple presencia en Tomioka.

-¡Ánimo Makomo-chan! Estoy segura que Sabito-San siente algo más que una relación de "hermanos" por ti -.

- No estaría tan segura de ello, yo no imagino mi vida sin Giyuu, Sabito ni Urokodaki-Sama porque son lo único que tengo en este mundo. Como te contaba, Giyuu es como un hermano mayor para mi.. ¿Y si esa es la misma forma en que Sabito me ve a mi? - su voz sonaba quebrada, aquello de verdad le preocupaba a Makomo, ya que si decidía confesar sus sentimientos y estos no eran correspondidos las cosas no volverían a ser igual.

- Ne, Makomo-chan, arigato! - dijo aquella chica con una sincera sonrisa en su rostro - me has contado algo muy personal y te has disculpado por lo sucedido hace un momento, eres una persona hermosa y estoy segura que Sabito-San también lo ha notado - terminó de decir, aún sonriendo.

"Que dulce... Tienes un buen gusto Giyuu" pensó, y en eso, tuvo una grandiosa idea.

-Ne ¿me podrías ayudar con algo?...-.

En otro lugar no muy lejano, recostado dentro de una pequeña "cueva" que formaban los arbustos silvestres a los pies de unos frondosos árboles de glicina en el costado de una acojedora pradera, se encontraba un pensativo Tomioka, el cual aún no podía asimilar todo lo que había pasado y las extrañas cosas que le había dicho Makomo.

"Así me sentía yo cuando descubrí que me atraía Sabito-kun.." Esto aun le significaba demasiada información por procesar.

Por un lado se sentía muy feliz, ya que por mucho tiempo él supo de los sentimientos que Sabito tenía por Makomo, pero este jamás se había atrevido a confesarselos por miedo de arruinar la relación de hermanos que los 3 chicos llevaban. "Quién diría que Mako-chan estuvo sintiéndose igual todo este tiempo" una sonrisa aún más grande se dibujaba en su rostro. Pero luego..

- ¿Como puede asegurar tan firmemente que aquella chica me atrae? ¡Yo aun no descarto que puede ser una especie de hechicera! - tomaba su cabeza entre sus dos manos y negaba rotundamente.

- Sabía que estarías aquí, pero jamás creí que estuvieras tan loco como para encontrarte hablando solo -. De la nada Sabito había aparecido frente a él, pero no se veía como siempre, se veía.. muy serio.

- Sabito-kun, no te sentí llegar-.

- Si vas a ser un cazador de demonios debes ir más atento por la vida Tomioka. - le dijo de una forma fría y algo hiriente su amigo - sobretodo cuando ya no tengas que pensar solo en tu propia seguridad y debas proteger a quien amas. - no pudo evitarlo, estaba herido, de entre ambos Makomo no lo había elegido a él, pero su amor era tan grande, que deseaba que fuera feliz con quien ella ya había soñado.

- Sabito, si vas a ser un cazador de demonios debes saber que estos no aparecen de día ni menos vendrían junto a los árboles de glicina. - por lo visto, aunque estuviera distraído en sus pensamientos, este chico había calculado todo.

- Tengo que hablar contigo.. -.

Subiendo aquel empinado monte se encontraba una chica de baja estatura, la cual solo anhelaba encontrar aquellas fresas que su nueva amiga le había pedido para poder hornear una tarta de frutas.

"¿Por qué no puedo evitar recordar los brillantes ojos de Tomioka-San?" aún podía ver reflejada la luna en medio de aquellas brillantes perlas azules que le miraban fijamente esa noche. Sentía como el rubor subía a sus mejillas. "¿Será esto lo que siente mi oneesan cuando habla de Himejima-San?"

Negó con la cabeza en silencio y continuó su travesía.

-... Entonces cerré la puerta, pero sin querer lo hice bastante fuerte y pude escuchar sus sollozos desde el otro lado.. - terminó de contar Sabito algo apenado.

-¿Naani? Oe, Sabito.. - Tomioka no lo podía creer, entendió desde el primer momento el porqué Makomo dijo aquellas palabras, ya se las arreglaría con ella luego, pero la situación de ahora no era buena, Sabito estaba celoso de él creyendo que tenía algo con Makomo y sabía que la única forma en que podía explicarlo era asumiendo lo que él sentía por aquella chica - Eso solo fue un mal entendido -.

- ¿Cómo que un mal entendido Giyuu!? La respuesta de Makomo fue bastante clara, ella..-.

- ¡Ella lo dijo para averiguar si mis sentimientos podrían ser correspondidos!.- la respiración de Tomioka era rápida y entrecortada, no podía creerlo, lo había dicho.

Un silencio se apoderó de aquel lugar, sólo se miraban, bueno, Sabito miraba fijamente a Giyuu pero este solo se limitaba a mirar el pasto intentando ocultar el rubor de su rostro.

-Oe.. Giyuu ¿Entonces si tienes sentimientos? - le dijo Sabito después de unos segundos mientras le sonreía amablemente. - Me siento feliz, no negare que también aliviado, pero feliz. Recuerdo cuando llegaste junto a Urokodaki-sama, era como si nos miraras con indiferencia a todos, ni siquiera nos hablabas, pero mirate ahora, en realidad estabas lleno de suaves sentimientos, sólo los habías bloqueado bajo llave.

En eso, Sabito se percata de una presencia familiar que va llegando cerca de ellos..

-Debo irme -.

-¿así como así? -.

-Baaka, ya me lo agradecerás - dijo guiñandole uno de sus ojos antes de desaparecer.

"¿Como puede irse asi? Me dice aquellas cosas y luego solo desaparece"

- ¿Tomioka-San?- Aquella dulce voz lo trae de vuelta de sus pensamientos, pero ¿como llegó hasta aquel lugar? ¡Este era su lugar secreto! ... Brujería.

Tomioka solo le miró sin decir palabra.

- Gomen, no quería molestarte, Makomo-chan me dijo que en la cima de este monte donde habían 3 árboles de glicina había un arbusto de fresas y me ha pedido que le consiguiera algunas para preparar una tarta. ¿Sabes donde esta el arbusto? - preguntó con una sonrisa.

"Makomo.. ¿Lo planeaste todo así verdad?" ya llegaría a casa y tendrían mucho de que hablar, pensó mientras fruncía el ceño y se limitó a responder un seco - No -.

-Vaya..¿Me podrías ayudar a buscarlo? - nada perdía con preguntar... ¿Verdad?

-Tsk, Acá no hay nada como eso -.

"Hielo, hielo es lo que corre por sus venas." El rostro de la chica entristeció.

-Gomen, no quise ser un importunio - susurró - sayonara -.

"¿Que clase de respuestas fueron esas? ¿Qué me estaba pasando?" Tomioka estaba colocando una fría barrera al rededor de él y no sabía porque lo estaba haciendo.. La chica se iba, el quería charlar más con ella pero no podía detener su asqueroso carácter... "Era como si nos miraras con indiferencia a todos", "ni siquiera nos hablabas", "pero mirate ahora", "Vamos, hazlo!" podía oír claramente las voces de sus amigos apoyándolo, no la podía dejar ir con esa imagen de él.. ¡Claro que no!

-¡ESPERA! - Tomioka se incorporó rápidamente y sostuvo su mano para detenerla - ¿Quieres.. Quieres quedarte a descansar un momento?