Julen.

Al llegar a casa no pude haberme sentido mejor. Estoy sentado en la sala solo, mi madre de seguro ya se fue a su trabajo y a menos que haya un fantasma estoy solo. No he subido a mi habitación porque no quiero sentirme más asfixiado de lo que ya me siento. Mi vista se mantiene fija en la ventana que deja ver mi jardín, y parte el invernadero, ahora más tarde debo ir a darle un poco de mantenimiento. Necesito cuidar a mis plantas y flores, también revisar que no haya malas hierbas.

Trato de no pensar en el día de ayer, me alegró ver a Belén, pero hay cosas que simplemente por más que intente cambiar no lo harán, al menos no de un día para otro. Biel me trató muy bien, pero no puedo simplemente hacer como si nada hubiese pasado porque si pasó.

He estado intentando hacer lo que me pidió, tener una tregua y llevarnos bien, sin embargo, cuando todo va bien siempre me detengo a pensar en ese día y se me quitan las ganas de todo.

Estas últimas semanas han sido un desastre al igual que nuestro vago intento de tregua, y nuestro tóxico intento de amistad. No puedo ser su amigo, él me ha ayudado y lo agradezco, pero no puedo, no puedo cuando siquiera me ha explicado porqué su cambio de actitud. Porque los primeros días de la semana me hablaba como si me odiara y al día siguiente me trata como si nunca hubiese pasado nada. No puedo cuando veo que le coquetea a Rebecca aun sabiendo que ella me gusta. Hay mil razones por las que no puedo.

¿Por qué ahora?

"Si, es nuestro momento".

Recuerdo sus palabras y en el momento no estaba pensando con claridad porque de ser así hubiera entendido que eran falsas, que solo son una vaga excusa para ignorar que me aplicó la ley del hielo durante un año completo.

¿Por qué me hizo de lado como si no valiera nada? ¿No éramos amigos?

Traté de hacer como si nada hubiese pasado, tal y como él lo pidió, en mi chip esta perdonar porque me cuesta odiar a alguien, después de todo no sé qué pasa en la vida de la persona, tal vez están pasando por un mal momento y lo descargan con los demás, no lo justifico, pero lo entiendo, porque siempre trato de entender a los demás. Con Biel no es así.

Lo comprendía, lo conocía, hubiese entendido y aceptado lo que hubiese decidido en ese momento, pero no, el decidió hacerme a un lado, decidió ignorarme. Lo hizo sabiendo lo que me costaba relacionarme con otros y comprendo que ese no era su problema ni responsabilidad, pero no quita que él era mi único amigo y me echó a un lado como si nada, eso me dolió. Y ahora con esa actitud y esas palabras a las que no le hallo un sentido coherente.

Suelto un suspiro, solo tengo que hablarle hasta fin de este mes. También voy a decirle lo que pienso, porque mentiría si dijera que no estoy agradecido por lo que hizo el día de ayer. Desde ayudarme a plantar, hasta el simple acto de ver una película conmigo.

Me levanto del sofá y subo las escaleras hasta mi habitación y entonces me paniqueo cuando escucho ruidos dentro. Me paralizo en mi lugar y me repito que soy valiente, pero luego recuerdo que me dan miedo hasta las moscas. A todo esto ¿Quién roba tan temprano? ¿son ladrones principiantes? les falta ir a la universidad para tener la licenciatura de ladrones profesionales y saber que nunca se debe robar de día.

Me rio bajito de mi propia estupidez porque creo que estoy pensando estupideces para no llorar del miedo, si es un ladrón lo único que va a encontrar en mi cuarto son plantitas de plástico y algunas masetas con plantas reales, un portátil, audífonos, mi cama, ¿se robaran las luces led? No están caras, no creo que sean tan tacaños.

Bajo las escaleras y busco algo para defenderme y cojo la escoba porque es lo primero que veo, vuelvo a subir, pero me detengo y las vuelvo a bajar. Miro la casa y noto que todo está en orden. No creo que sean tan estúpidos para no buscar en otras partes de la casa.

¿Y si son Izam y los otros dos? ¿Y si quieren hacerme algo peor? ¿Y si quieren pegarme por haberle metido una patada? De la nada las heridas me empiezan ha arder por el simple hecho de pensar.

Sin embargo, me armo de valor y subo las escaleras con el palo de la escoba en la mano y con la otra el celular con el número de policía listo para marcar. Abro la puerta lentamente y solo logro ver un cuerpo más alto y grande que el mío. Mi cuerpo actúa de manera automática y suelto el teléfono y le pegó repetidas veces al cuerpo hasta que lo escucho quejarse y paro en seco. Yo reconozco esa voz.

Miro bien y Luka se queja adolorido y lo toco con la punta del palo de la escoba.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste, intruso? -le pregunto sin dejar de tocarlo con el palo de la escoba. -¿Estás bien?

Él se mueve aturdido en el suelo.

-Me acabas de golpear con una escoba, Julen, claro que no estoy bien, ayúdame a pararme-asiento al escucharlo y lo ayudo.

-Responde mis preguntas-le pido.

El zarandea un juego de llaves.

-Me diste una copia de tus llaves por si te equivocabas y pensabas que era domingo cuando obviamente es lunes, así te podría venir a despertar-explica y no puedo sentirme más avergonzado.

Se me había olvidado eso.

-Ups. Lo siento Luka-me disculpo.

Suelta un suspiro.

-No duele, está bien-me revuelve el cabello. -¿En dónde estuviste? -pregunta, está vez suspiro yo.

-Se nos va a salir el alma del cuerpo si seguimos suspirando-intento bromear para cambiar el tema.

Obviamente Luka lo nota.

-No cambies el tema, he estado diciéndole a tu madre que estás en mi casa y también he tenido que estar pendiente de todos los teléfonos por si mi madre contestaba y nos delataba, tu madre te protege mucho, y también es lo suficientemente inteligente como para empezar a dudar que estuvieras en mi casa-me explica y asiento estando de acuerdo. -Sin contar que es mi futura esposa, mentirle sería arruinar nuestra futura relación-bromea y suelto una risita.

-Estuve en casa de Biel.

Lo he dicho secamente sin ningún ápice de broma en mi voz, hasta a mí me sorprende mi tono. Evolución de pendejo extremo a solo pendejo.

-¿Ah? -Dice incrédulo.

-Si, lo que escuchaste.

-Hace una semana no podían verse, me tenían mamado con sus llamadas porque no podían soportarse y ahora me dices que pasaste la noche de ayer con él, solos en su casa ¿Qué cambio? -inquiere con una mueca de confusión en el rostro.

-No estábamos solos, su hermana estaba ahí-aclaro-. Y no hables como si hubiéramos hecho algo indecente.

-Eso hubiese sido lo más normal.

Lo miro horrorizado.

-Vete a bañar con agua bendita, cochino.

-¿Por qué te quedaste con Biel? Eso es lo que no logro entender.

Me analiza con la mirada buscando algo que me delate, si tuviera un suéter de mangas cortas hubiera visto las vendas, pero dado que el suéter que me ha dado Biel es de mangas largas no ha visto nada.

Juego con mis dedos ansioso, quiero de alguna manera escaparme de esta conversación. Confío en Luka, pero no quiero que se sienta culpable. Porque sé que así se sentirá si le digo lo que ha estado pasando con Izan, Gael y Marc. Es como mi hermano mayor, le gusta protegerme como si lo fuera.

Me cuida como un hermano mayor cuida a el menor, a pesar de que tenemos la misma edad.

-Julen, amigo, puedes contarme lo que sea-hace una pausa. -Ya te he dicho que nunca te juzgare. Puedo regañarte por ser pendejo a veces, pero te voy a apoyar-me dice poniendo una mano en mi hombro.

Creo que los ojos se me empañan, y cuando me quito el suéter de mangas largas dejando ver las vendas, suelto todas las lágrimas que he querido soltar desde que llegué a casa. Luka me mira sin decir nada, pero lo único que hace es llevarse una mano a la boca. Me quito las vendas dejando ver los raspones y aclaro mi garganta para poder hablar.

-Desde que tengo quince Marc, Izan y Gael me molestan. Cuando dije que era bisexual en aquella fiesta que me emborraché, después de ese día empezaron a acosarme. Siempre me empujaban cuando tú ibas a tus prácticas y me quedaba solo, y-y lunes me vieron cuando esperaba a Biel en la salida para ir a hacer nuestro trabajo...-Respiro para calmarme Porque siento que estoy hablando muy rápido- ... pero olvide que cambiamos el lugar para vernos, ¿Recuerdas el cactus que me ayudaste a plantar? -el asiente. -Lo pasaron por mis brazos, Luka, lo aplastaron y lo pasaron...

No sigo porque Luka me abraza y yo correspondo al instante.

-Joder Julen, lo siento, siento que no tuvieras la confianza en decirme-se disculpa, y justo era eso lo que quería evitar.

-Tú no tienes la culpa, solo que no quería que te sintieras culpable, no soy tu responsabilidad...

-No eres una responsabilidad, porque protegerte como un hermano me sale natural, así como con Rebecca y Luciana, Julen, eres mi mejor amigo, no está mal recibir ayuda, no está mal decir que estás mal ¿De acuerdo?

-Si, claro que sí.

Se separa del abrazo y hasta ahora me doy cuenta de que tiene los ojos acuosos.

- ¿Tu madre lo sabe?

-No.

-Tienes que decirle.

-No puedo, no quiero que se sienta mal.

-¿No crees que se sentirá peor al pensar que no confías en ella?

Me explica y asiento, tal vez se lo diga. Pero no estoy listo, tengo que pensar en cómo decirle.

-Buscare la manera de como decirle.

-Bien. ¿Vas al psicólogo? -pregunta.

-Si, tengo cita todos los viernes con la señorita Mía-. Le digo Refiriéndome a la psicóloga escolar.

-Deberías ir hoy también, yo no soy psicólogo así que no sé que decirte, pero ella es muy comprensiva, así que de seguro te ayudará.

-Con que estés aquí es suficiente apoyo, pero si iré-contesto.

-¿Qué pasa con Biel?

-No puedo ser su amigo, lo he pensado y creo que últimamente he estado muy revuelto, el volver a tenerlo cerca me descolocó un poco, pero cada vez que intento acercarme un montón de malos recuerdos me llena la cabeza-le explico.

-Entiendo, es comprensible que no puedas perdonarlo.

-¿Cómo se perdona a alguien que nunca pidió perdón? -pregunto, más para mí mismo que para Luka -Según él quiere que volvamos a ser amigos, pero ¿como hago eso sí nunca se ha disculpado?, sí que ha sido bueno últimamente, pero no justifica ni compensa que me haya puesto la ley del hielo durante tanto tiempo-respondo con cierto enojo.

-No te preocupes, si no lo quieres cerca no lo estará, hablaré con él, pero antes explícale las cosas, a ver si así usa el cerebro para algo que no sea fútbol, tarea, cuentas y vídeo juegos-me sugiere.

Seguimos hablando, hasta que ya es hora de ir a la escuela. El me ayuda con las vendas. Luka ya había traído su mochila y esas cosas, así que el único que debía cambiarse era yo.

-¿Cómo ha estado Elian? -pregunto peinando mi cabello.

Luka frunce el ceño. Se recuesta en mi cama.

-El Principito estuvo muy preocupado, pero aparte de eso, se lleva muy bien con Luciana, ambos tienen actitud de diva caprichosa-habla con desinterés.

También tengo que hablar con Elian.

-¿Cómo has estado tú? -le pregunto.

El hace una mueca, que me dice que no está muy bien.

-Termine con mi novia, me engaño y me enteré ayer.

Lo miro preocupado y me siento a su lado.

-Dios, Luka, lo siento mucho ¿Cómo te has enterado?

-Estábamos en mi habitación, veíamos una película en su portátil, le empezaron a llegar muchísimos correos de un chico, que específicamente se dirija a ella. Mensajes para nada decentes, Luciana nos escuchó discutir y como ya sabrá a ella nunca le cayó bien Lady, así que la quería mata, yo solo le dicen que se fuera.

«-La quería muchísimo, la había invitado para poder arreglar las cosas porque sé que no estaban muy bien, pero ella tenía otros planes. Por otra parte, no duele tanto, ella había dejado de poner de su parte y yo igual, así que lo veía venir.

Lo abrazo cuando lo veo soltar una lágrima.

Dios, me fui un día y todo se descontroló.

Al llegar al instituto, sentí esas miradas que a diario sentía, sin embargo, me sentía más protegido al estar con Luka.

Aún tenía miedo por lo del lunes, siquiera había podido dormir bien, pero cuando llegamos a la tercera hora me sorprendió no ver a Biel ni a los otros tres.

En el almuerzo hablé con Elian. Tampoco he visto a Rebecca, pero Luciana me dijo que no pudo venir porque tenía un compromiso con su madre, enseguida le envié un mensaje.

Y ahora estaba tocando la puerta de la psicóloga. Que enseguida me dijo que pasará.

Ella está sentada detrás de su escritorio, tenía un suéter de lana con muchos colorines. Cuando me vio no ocultó su expresión de sorpresa, pero rápido la sustituyó por una sonrisa.

-Hola, Julen ¿Qué pasa? ¿Por qué estás aquí? -pregunto levantándose. -Hoy no es tu día de cita. ¿Te confundiste otra vez?

-Se que no es mi día, pero ¿Puedo pasar? Quiero contarte algo-le dije tan rápido que ni yo me entendí bien.

-Claro, pero antes respira. Inhala y exhala, y luego siéntate-me indicó. Y eso hice.

Ella se pasea de un lado a otro hasta quedar frente a mí.

Siempre que entro a este lugar me siento muy expuesto y nervioso. Se que es un lugar seguro, pero no quita que me asuste como lo hace.

-Primero necesito que dejes de temblar, recuerda que dentro de este lugar nadie puede juzgarte o dañarte-me recuerda. Hasta ahora me doy cuenta de que he estado temblando.

-Bien Cuéntame ¿Qué ha pasado? -pregunta con calma, su rostro parece imperturbable.

-Desde hace un tiempo unos chicos me habían estado molestando, y el lunes... ellos me hicieron mucho más daño que otras veces-le dije y creo que volveré a llorar.

-Primero que nada, debes saber que no es tu culpa, nada de lo que ellos hagan es tu culpa, tú no eres culpable de las mala acciones de los demás.

«Segundo "Otras veces", es decir que ya había pasado, Cuándo esto empezó ¿Le dijiste a alguien?

-Intente hablar con el director, pero nunca hace nada. Fuera del director no le dije a nadie más-respondí.

Ella asiente cautelosa.

-¿Por qué no le habías dicho a nadie más?

-Porque no quiero ser una carga, o un problema para los demás, no me gusta molestar-le digo sintiéndome un poco más mal.

-¿Sientes que eres una carga? ¿Sientes que molestas? ¿Piensas que eres una molestia? ¿Piensas que, si los demás están bien eso es suficiente?

Suelta las preguntas y me quedo estupefacto. Bajo la mirada porque le ha dado en el clavo a todos mis sentimientos.

Un pequeño asentimiento de mi parte es suficiente para ella.

-Tenemos que trabajar esto, porque no eres una carga, ni mucho menos una molestia. ¿Has visto desagrado en la cara de alguno de tus amigos cuando le has contado algo? -pregunta. Recuerdo mi charla con Luka, y niego con la cabeza. -¿Has visto desagrado en mi rostro? -vuelvo a negar. -Tienes responsabilidad afectiva por tus amigos y eso es bueno, pero siempre y cuando no descuides la tuya. La salud mental y emocional es importante, y debes cuidarla.

«Si no estás bien contigo mismo no podrás estar bien con nadie.

-¿Por qué?

-Porque, aunque es felicidad por ratos, guardarte todo para ti mismo terminará por agobiarte, ¿Últimamente te has sentido presionado? Como si te estuvieras ahogando-pregunta y muy a mi pasar asiento.

-Eres importante, no eres una molestia. Tú vas primero, y todo lo que tenga que ver contigo va primero. Cada vez que te sientas mal, recuerda esto y repítelo siempre ¿Está bien?

-Si, gracias, señorita Mía.

Le agradezco porque tiene mucha razón, sé que no voy a sentirme así de un día para otro, pero esto me da valentía para al menos no callarme siempre.

-Está bien, el viernes te veo, vas a salir de esto ¿De acuerdo?

-Si-Respondo más tranquilo.

-Ahora sal de aquí, tengo otra cita en unos minutos-me dice divertida.

Le hago caso y me despido de ella, antes de salir la escuché decir: Recuerda lo que dije, Julencito.

Estábamos en la antepenúltima clase del día cuando el director me llamo por los altavoces de la escuela. Luka y Elian me acompañaron hasta la dirección.

Toque la puerta varias veces. Escuché como el director me dio permiso y entre.

Cuando vi la escena dentro de la dirección quise morir. Estaba Mi madre, Marc, Izan y Gael y estos estos tenían a dos policías custodiándolos y otros dos en la habitación

-Buenas tardes, Julen, lo siento mucho-fue lo primero que dijo el director al verme.

En cambio, mi madre me abrazo, pidiendo también perdón. No entendí nada hasta que vi el vídeo de las grabaciones del lunes.

Ahí, en ese momento entendí porque las disculpas de parte del director y mi madre. Muchas veces quise hablar con el sobre este tema, pero nunca me escuchó.

Ahora todo había salido a la luz, y no sabía si estar feliz o triste.

❤ Holisss. Después de un corto tiempo, volví.

✨Disculpen las faltas ortográficas.

🥀Este es mi capitulo favorito. Sinceramente me gusta mucho el rumbo que toma la historia de aquí en adelante.

💕Recuerden que la ayuda psicológica es buena. Que vayas al psicólogo no te hace menos persona, o una persona anormal. Lo mas normal del mundo es tener problemas.

🏵El tema de La Responsabilidad Afectiva es muy interesante e importante. Los animo a que investiguen, aunque sea un poquito sobre el. Yo busque en esta pagina:

PD: hay mil paginas mas en las cuales investigar.

https://porquequieroestarbien.com/bienestar-emocional/relaciones/que-es-la-responsabilidad-afectiva-y-por-que-es-importante

🌸Nos leemos pronto✨