La humanidad por fin lo había logrado, ocasionó que el cambio climático llegara a un punto irreversible y todo morirían pues los polos se estaban derritiendo y el nivel del mar estaba incrementando inundando la superficie poco a poco. Tal y como se decía en las sagradas escrituras, Dios inundó la Tierra para limpiarla del pecado y le dijo a Noe que construyera un arca para salvar a las especies inocentes, sólo que en este caso, los mismos humanos inundaron la Tierra y la ambición de Noe Waller fue la razón para que construyera una nave especial bautizada "El arca de Noe" que llevaría a las especies que aún no se habían extinto a Marte.

Todo ese plan costó millones y millones de dólares, pero considerando que era el dueño de Industrias Waller, la más grande compañía de tecnología en el mundo y que logró convencer a las grandes potencias mundiales que invirtieran en el proyecto con el fin de mantener viva la raza humana, el proyecto que sonaba ambicioso y hasta imposible, fue una realidad.

Tras meses de exhaustiva investigación, se determinó que no era imposible vivir en Marte, si se condicionaba con ciertas características. Con esa información el arca de Noe no sólo llevaría animales y plantas, también llevaría un sistema sofisticado de purificador de agua, dispositivos extractores de dióxido de carbono para convertirlo en oxigeno ochenta y nueve porciento puro y demás maquinaria.

En cuanto a las personas que serían admitidas en el arca de Noe, se consideraron a los presidentes de las naciones más fuertes del mundo junto con sus familias, enfermeras que previamente fueron puestas a prueba para ver si eran capaces de soportar su nueva vida, los mejores doctores del mundo, ingenieros espaciales, cien arquitectos, quinientos químicos, quinientos veterinarios y el mismo Noe Waller.

Cuando se dio a conocer que la Tierra terminaría siendo casi completamente agua, la población enloqueció a nivel mundial y mientras tanto el proyecto del arca de Noe se mantuvo confidencial. Fue cuando a pocas horas de que la nave estaba a punto de despegar que se dio a conocer la noticia a través de una filtración por parte de una fuente anónima. El lanzamientos se daría en las instalaciones de la NASA y la gente en un intento de salvar sus vidas trataron de entrar al arca, sin saber que robots los estaban esperando programados para disparar a cualquiera que se detecte como un intruso.

Noe Waller no esperaba que el proyecto se quedara en el anonimato por siempre, así que previendo el arrebato de la población, preparó esos robots y aunque al principio algunos de sus compañeros de tripulación lo reprendieron, Noe dijo algo que se convertiría en una cita famosa para la sociedad naciente en Marte:

—De no haberlos detenidos, ya habrían arruinado lo que salvará a la humanidad y una vez más, el propio humano hubiera propiciado su propia destrucción.

Y fue así que el arca de Noe despegó mientras cientos de personas trataban de burlar inútilmente los robots que ya habían asesinado a otros cientos de personas. Las oficinas de la NASA se inundaron de sangre y cuando el arca de Noe abandonó por completo la superficie, los robots activaron su sistema de autodestrucción ocasionando explosiones que alcanzaron a varios civiles.

En la Tierra sólo quedó el apocalipsis, era un mundo sin ley ahora. Los agentes de policía, abandonaron sus puestos dando paso libre a todos los criminales encarcelados para escapar y los que aún estaban libres seguir con sus fechoría y la misma gente comenzó a hacer lo que se le pegó la gana, desde robar hasta matar o incendiar edificios y personas.

Para cuando apareció la gran inundación, la gente intentó correr como si podrían evadir los miles de litros de agua que los perseguían, como si cuando no les cayó encima tuvieron que morir por el todo del mundo o tal vez algunos tuvieron la fortuna de ser arrastrados por las corrientes titánicas y ser encontrarse cara a cara con la muerte al ser impactados brutalmente contra algo.

Otros en cambio que se encontraban sobre edificios tuvieron que ver cómo sus esfuerzos por sobrevivir fallaron al sentir como el agua llenaba sus pulmones a una brutalidad tal que sintieron que iban a explotar, pero no explotaron, simplemente sintieron una efímera pero cruel tortura y agonía por el ahogamiento que causó su muerte.

Con el siete porciento de la población viva que quedó en zonas altas donde la gran inundación no pudo llegar, comprendieron que debían seguir adelante e intentar de sobrevivir en un mundo nuevo casi compuesto por agua, un mundo donde fueron olvidados y abandonas, un mundo donde fueron dejados atrás por las personas privilegiadas que estaban a bordo del arca de Noe.