Capitulo 8: Recuerdos.
Los términos estaban cerrados, como era de esperarse, a Misono siempre le gustaban las cosas al momento, por lo que llamo a Sendagaya para que les avisara a Litch, Lawless y a Hugh que se verían en el hotel de aguas termales, por su parte, Reborn llamo a Verde, y este le indico el lugar exacto, los Eve y Vongola fueron por separado, si ese tal Tsubaki era como les habían contado, no se podían dar el lujo de ir en bola y con una posible vigilancia.
Por otro lado, en la base subterránea de Vongola, en el suelo de la sala de juntas, estaba Pereza, Kuro y Soretto durmiendo en el piso, no los movieron de lugar por la falta de sangre del niño, solo los dejaron descansar, ahí estaba Basil, haciendo vigilancia, por muy tranquilos que fuesen, no podían estar sin protección, no podían darse el lujo de dejar al mini cielo desprotegido.
-Sawada-dono... ¿De verdad ha vuelto? Y este niño... ¿Dónde se encuentra en este momento? ... Sawada-dono... regrese pronto-. Decía con añoranza, todos estaban exasperados, querían a su cielo devuelta aunque no lo culpaba de nada, fueron ellos los que lo traicionaron, los que se dejaron cegar en falsas promesas y una mirada hipnotizante. Todo era su culpa.
Mientras tanto, en el interior de Kuro, este se hallaba frente a un lloroso Soretto y un garo negro con pinta de peluche.
-¿Qué haremos? Kuro. El pequeño Amo no se detiene -. Decía el peluche sin saber que hacer, Kuro intento acercarse pero una enorme reja se interpuso, Soretto hecho ovillo se alejaba cada vez más, entonces se detuvo, la reja se quitó de en medio permitiéndole acercarse, pero al estar a la misma distancia anterior se dio cuenta que cada vez que intentaba acercarse, esa reja se interponía y lo alejaba.
-¿Cómo hago esto? Es tan problemático... -. Decía el Servamp, fue entonces que lo recordó.
Mahiru.
Debía hacer lo que él había hecho, ver en sus memorias, saber porque estaba tan inestable, que era lo que lo hacia llorar. Entonces, el piso lo absorbió, Kuro no se inmuto, se dejo llevar. Al abrir los ojos estaba en una sala blanca y llena de esponja, no había nada, o eso creía, al menos hasta que escucho una voz tras de sí.
-Ya estas aquí. Que bien, me alegra que realmente te importe -. Al voltear lo vio. Una bola de flamas naranjas flotando a la altura de su cabeza.
-¿Quién eres? -. Pregunto con un deje toque de pereza y curiosidad.
-Ya sabes quién soy, Sawada Tsunayoshi, o al menos, lo que queda de mí -. Respondió aquella bola de llamas mientras titilaba a cada palabra. - ¿Viniste porque quieres ayudar a mi bebe? Te importa ¿Verdad? Sé lo que buscas aquí, pero tienes que pedirlo -. Decía con añoranza. Kuro se mantuvo en silencio unos segundos y luego hablo con lentitud.
-Muéstrame... quiero saberlo todo -. Sentencio el Servamp.
La habitación se envolvió en una luz blanca y llegaron a una casa en los suburbios de Namimori, ahí se podía ver a Tsunayoshi con 14 años llegando a su casa con el uniforme escolar.
-Yo era un bueno para nada, era torpe e inútil, mis calificaciones eran las peores y los de otros cursos me molestaban, solían llamarme Dame-Tsuna-. Dijo, "Como ese tal Reborn" pensó Kuro.
-Sabia que era un Dame y estaba bien así, hasta que un día, llego un bebe con fedora, era Reborn, se quedo en mi casa con el pretexto de que se convertiría en mi Tutor Privado, pero en realidad... Era un Hitman, había sido enviado para entrenarme y convertirme en el Decimo Vongola ya que era el único con la sangre de Giotto Di Vongola, Primo, el fundador. Yo no quería ser el jefe de una mafia, pero... No era un destino que yo tuviera derecho a elegir -. Dijo mientras se veía los recuerdos de aquellos sucesos en cortos, como Reborn le dio la noticia y lo corrió de su cama a punta de granadas.
-Pelee en batallas contra Varia por el derecho a ser el Décimo aunque no quería ese puesto, viví todos mis días de estudiante con alguna tortura o humillación por parte de Reborn, hice amigos que fueron impuestos por él y que se convirtieron en mis guardianes, viaje al futuro 10 años para pelear contra Millefiore y derrotar a Byakuran Gesso, me enfrente con todos los Arcobaleno para tener el derecho a abrir la caja arma de Natsu, nos enfrentamos a la prisión Vindicare, pelee contra mi propio padre para destruir la maldición que mantenía a los Arcobaleno como bebes, hice alianzas con otra familia para arreglar un malentendido del pasado, peleamos contra Daemon para darle descanso a su odio y sus planes para destruir Vongola, incluso conocí al padre de mi bebe... Pase por tantas aventuras que yo no pedí... ¡una vida que yo nunca quise! -.
Sus palabras sonaban como si estuviese llorando, lo entendía, podía ver cada recuerdo de todo lo que vivió, pero nunca pidió.
-Creí que las batallas pararían por un momento, Reborn y los Arcobalenos se retiraron por alguna razón, entonces, llego él... un hombre imponente con lentes pidió una audiencia conmigo, se presento como Jolly, Jolly Di Arcana, dijo que provenía de una isla lejana llamada Regalo al oeste del Mar Tirreno, dijo que era una isla con un Gobierno Autodenominado bajo la jurisdicción de la Familia Arcana desde hacia siglos, que antes era jurisdicción de Italia. Dijo que deseaba contraer matrimonio conmigo, ya que Regalo y la Arcana Famiglia habían sido atacados y casi destruidos, y un matrimonio con Vongola lo ayudaría a levantar Regalo a su antigua gloria. Pero me negué, dije que Vongola lo ayudaría con lo quisiera, pero no bajo un matrimonio, se indigno e intento tocarme bajo la ropa... use mis llamas para alejarlo y ordene sacarlo, y él me amenazo diciendo que lo lamentaría -.
-Poco después él volvió caminando tan campante entre mis amigos y subordinados como si él fuese el jefe. Pedí que lo alejaran, que no lo dejaran acercarse, pero no me escucharon, dijeron que era descortés, maleducado, que no debía tratar así a un amigo y aliado de Vongola, que no fuera tan desagradable... en poco rato, se unió a la familia por su cuenta entrando directamente en mi circulo social, mis amigo y guardianes lo consideraban antes que a mí, si yo debía tomar una decisión debía preguntarle y si yo no elegía lo que él quería, directamente ignoraban mi decisión y dictaban la que él había dicho, los únicos que se mantuvieron de mi "lado" fueron Mukuro y Chrome, más bien, no se metían en el asunto, no querían involucrarse con él y yo les era ajeno, simplemente se fueron a Kokuyo cuando él llego. El colmo de todo fue cuando declaro ante todos que yo era un traidor, que había infiltrado información a la supuesta mafia que destruyo Regalo, mis amigos y guardianes, mis aliados, mi familia, todos, se fueron contra mí, me atacaron y lastimaron, incluso el padre de mi bebe, yo ya tenia un mes para ese entonces... conseguí escapar por un momento y lo primero que hice... fue tragarme los anillos -.
Kuro miro la escena, como Tsuna corría por su vida y se escondió en una biblioteca, respiro agitado y casi ahogándose con su sangre, miro su mano y se saco los anillos con desesperación solo para tragarlos, casi se atragantaba pero lo hizo.
-Me encontraron poco después, comenzaron a atacarme, Gokudera no se contuvo con sus bombas, una exploto al lado de mi y la explosión me lanzo contra una pared, me golpee la cabeza y quede inconsciente. Cuando desperté, estaba atado con una camisa de fuerza y con grilletes en mis pies en una habitación blanca completamente vacía, no sabia donde estaba, pero mi hiper intuición me decía que no me gustaría lo que iba a pasar después. No me equivoque, en poco rato apareció Jolly, me contó que aquella isla llamada Regalo y la Familia Arcana ya no existían en absoluto, que los Arcanos obtuvieron poderes al hacer contratos con las cartas del Arcanas del Tarot, que él tenia la carta de La Luna, con la cual tenia el poder de manipular recuerdos y mentes, dijo que él quiso ser el jefe de la Familia y al no conseguirlo destruyo todo Regalo y a todos en ella. Quiso más poder, por lo que quiso hacerse con Vongola, si yo hubiese aceptado ser suyo desde el principio nada de eso me habría pasado, pero me alegre al saber que jamás podría ser el líder de Vongola -.
-Me llevo a Rusia, al Hospital Psiquiátrico Sadovich, un manicomio abandonado que fue tomado por la familia mafiosa Nesterov para efectuar experimentos humanos, Jolly les ordeno a los Nesterov que me torturaran y me mataran con mucha lentitud, como castigo por no haber aceptado pertenecerle. Me llevaron a una sala restringida, cuatro paredes de esponja que era dividida por la mitad con un enorme cristal a prueba de balas y Llamas de Ultima Voluntad. Todos los días recibía tratamiento con electroshocks, inyecciones dolorosas, drogas alucinógenas, y en algunas ocasiones, solían colgarme de los pies sobre una tina con aceite y me sumergían la cabeza en ratos, también reducían mis porciones de comida de forma exagerada solo para matarme de hambre y así, me hacia beber la sangre coagulada de aquellos que fallecían con los experimentos, en ocasiones me dejaban horas en una sala sin ruido alguno, era tan silenciosa que podía escuchar el irritante sonido de mi propia sangre fluir en mis venas, en otras, me ponían grabaciones de gritos desesperados de personas y algunos niños, gritos que solamente podrían escucharse en las entrañas del infierno -.
-Luche cuanto pude por no caer en la desesperación y la locura, en especial cuando veía como mi vientre crecía lentamente, una persona me ayudo en ese infierno, Darko Alexeyev, lo dejaron a cargo de vigilarme de diario para monitorearme, era un chico joven, 25 años aproximadamente, era un simple pasante, pero era un completo prodigio en cuanto a la psiquiatría. Me monitoreaba y me hacia platica, él no creía que me mereciera eso, sabia que era injusto, que yo debía estar afuera con mis padres y el padre de mi bebe, pero no tenia el poder necesario para liberarme. Me prometió por su vida y la de mi bebe que nos sacaría de ahí y volvería con mi familia, pero hasta entonces, intentaría traerme cosas para mi bebe -.
-Al pasar los meces comencé a hacer los muñecos de aquellos que me traicionaron, hice el de Reborn, a pesar de todo lo que me hizo, confiaba en él, él fue al único que yo vería como mi padre, antes, ahora y siempre. Al ver mi condición, los Nesterov decidieron continuar con las torturas pero reducidas, querían que mi bebe naciera para quedárselo y adueñarse de Vongola con la siguiente generación -.
-El día del parto, desperté sabiendo que mi bebe nacería, así que me las ingenie para vomitar mis anillos y esconderlos en el peluche de Reborn. Yo ya estaba loco para estas alturas, pero en momentos recobraba el sentido, le rogué a Darko que no permitiera que tocaran a mi bebe, y si yo no recuperaba la cordura nunca más, que lo cuidara y le diera los anillos cuando fuera tiempo. En la tarde di a luz, fueron a quitármelo y la locura se apodero de mí, mis llamas los consumieron a TODOS... le pedí al peluche de Reborn, y lo que habitaba dentro de él, que protegiera a mi bebe, que jamás lo destruyeran, perdí la voz y mi conciencia razonable, no creí volver a ver a Darko después de la masacre, pero volvió y supe que no debía dejar que él lo tocara, y mis llamas, mi última voluntad, la deje dentro de mi bebe, mi intuición me decía que llegaría el día en que alguien pudiera entrar aquí y nos salvaría a ambos, y fuiste tu -. Dijo la flama después de ver todos los sucesos como si fuesen una película en 3d.
Ahora entendía esa inestabilidad, aparte de nacer con la locura de Tsuna, también fue afectado por las torturas en el embarazo, y todos los pesares guardados junto a la cordura de Tsuna dentro suyo, Soretto no era apto, no era estable, por eso su voluntad flaqueaba tanto. Ahora sabia lo que debía hacer.
Llevar esa Ultima Voluntad con Soretto, dársela, y salir a buscar a Tsuna para devolverle su cordura a lo que queda de su cuerpo, si no lo hacía, jamás tendría el poder para derrotar a Tsubaki.
Kuro miro a la flama y extendió su mano, esta floto hasta levitar sobre la palma del Servamp y dijo:
-Gracias... Kuro -. La llama se redujo mientras Kuro cerraba su mano, ahora giro sobre si mismo mirando el anti-void a su alrededor, comenzó a caminar y de la oscuridad se mostro una luz como si dos puestas se abrieran, Kuro lo atravesó y vio a Soretto con aquel gato con pinta de peluche.
Se acerco y la reja volvió a aparecer, ahora no intento traspasarla, en su lugar, la golpeo como si llamase a la puerta y llamo a Soretto.
-Soretto... Soy Kuro, ¿me dejas pasar? -. Soretto paro de sollozar y asintió sin despegar su mirada del piso y sin dejar de cubrir sus ojos con sus manitas. La reja desapareció y pudo entrar, se acerco con pasos tranquilos y serenos como una Lluvia, al estar frente al niño lo miro y escucho.
-Soretto miedo... Mahmmah herido... ¿Mi culpa...? ¿Soretto debió tener vida...? ¡YA NO LASTIMEN! -. Decía entre lágrimas, Kuro entendía, sentirse el culpable de todo lo malo que ha pasado, pero había que aprender, que hay veces en que no tenemos la culpa, hay veces en las que sí, hay veces que no tenemos la culpa, pero sentimos que sí, y otras en las tenemos la culpa, pero sentimos que no. Ahora debía enseñarle, que él no debía sentir ninguna.
-No te lastimaran... No es tu culpa, nada de lo que lastimo a tu madre tiene que ver con que tu nacieras, al contrario, lastimaron menos a tu madre porque tu estabas ahí dentro de él... Así que... Si. De verdad mereces tener vida, una que va a salvar a la de tu mamá -. Kuro le dio un pequeño karatazo en la cabeza a Soretto y le sonrió en cuanto este levanto la cabeza.
Soretto vio cómo su gatito extendió su mano y en esta estaba una bola de llamas del Cielo. Soretto sonrió y se lanzo a abrazar a Kuro mientras reía.
-¡Salvemos Mahmmah! -. Grito feliz.
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Soretto les agradece que hayan leido esto así que les tiene un regalito :D
Soretto: Spasibo za chteniye! (gracias por leerme!)
Sabias que?
-Soretto sabe de Natsu pero nunca ha podido verlo de frente.
-Los lectores deben sospechar bastante de Darko aunque no es un personaje enemigo.
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