♡01.
La vida de Myoui Mina era normal, demasiado normal y ordinaria, no había nada interesante en ella, ni había pasado por algo increíble en todos sus años, a veces pensaba si realmente estaba viviendo o sólo se dejaba llevar por esa vida aburrida que tenía. Era una universitaria y nunca tuvo un romance adolescente, nunca salió a bares ni a beber con amigos porque tampoco los tenía y tampoco había tenido un encuentro íntimo con alguien aunque eso último poco le importaba, si era sincera. En conclusión, era una ermitaña que sólo jugaba videojuegos, comía, dormía y existía.
Nunca se consideró una persona hermosa pero debía admitir que tenía lo suyo, tal vez no tenía muchas pretendientes pero no era su culpa, siempre culpaba a lo que tenía entre sus piernas, todas huían cuando sabían de aquél amigo no tan amigo, lo odiaba pero tampoco tenía el dinero para quitárselo. Y los chicos menos se acercaban, igualmente nunca le gustaron, así que no perdía nada.
Y esa era su vida, una vida totalmente aburrida y sin emoción. A ese punto de su vida, ya se había acostumbrado pero realmente esperaba que algo increíble le pasara como a los protagonistas de las series que veía.
—¡Mina!
Esa voz la conocía bien, sonrió y levantó un poco su cabeza para ver a su única amiga.
—Hola, Chae. —Se reincorporó y se sentó bien en aquella barda.
Le encantaba acostarse ahí, después de todo, el muro era grueso y podía acomodarse sin problema, bueno, sí había un solo problema y era que ese muro estaba en el techo de su universidad.
—Dios, ¿de verdad no te da miedo estar ahí acostada? De tan sólo verte me da vértigo. Ven acá. —Llamó insistente.
Mina sólo rodó los ojos con una sonrisa y se bajó de la barda para ir al encuentro con su amiga. Ambas bajaron del techo para ir a sus próximas clases.
El resto del día fue como siempre, aburrido, ya no le sorprendía, de hecho, se estaba acostumbrando a ello. Estaba en el salón, su última clase empezaría pronto, así que para matar el tiempo, se puso a dibujar un poco. Miró a su amiga que hacía lo mismo y sonrió, a veces le daba envidia como Chaeyoung era tan buena dibujando y aunque no se quedaba atrás, los de su amiga eran mejores.
—Escuché que vienen varias chicas nuevas.
Mina escuchó a varias de sus compañeras hablar y prestó atención, no porque fuera chismosa, simplemente quería saber.
—Dice que son guapísimas pero nadie sabe de dónde vienen.
Aquellas seguían murmurando cosas y Mina sólo reía. Siempre que llegaba alguien, ellas se lanzaban a esa persona sin importar que fuera hombre o mujer.
—Te apusto a que ninguna les hará caso. —La voz de Chaeyoung la hizo reaccionar y reír.
—Estoy de acuerdo. —Respondió volviendo a su dibujo.
Al terminar las clases, las dos amigas salieron y caminaron hasta la salida. Mina se quedó junto a Chae mientras llegaban por ella.
—De verdad, a veces no soporto a mi hermana. —Se quejaba la bajita.
—Pero si Sana es muy linda, a veces siento que me gusta. —Y fue decir eso cuando recibió un fuerte golpe en su brazo.
—Aléjate de mi hermana, pito suelto.
Ambas rieron y Mina sólo levantó sus manos rindiéndose.
A los poco minutos, un auto se estacionó frente a ellas, era la hermana de su amiga.
—Hola, niñas. —Habló aquella dentro del auto.
—Hola, Sana. —Saludó Mina con una sonrisa.
—¿Segura que no quieres que te llevemos, Minari? —Preguntó Chaeyoung.
—No, no, estoy bien. Aún debo comprar algunas cosas antes de ir al trabajo pero gracias.
—Ve con cuidado, cariño. —Sana le sonrió y la pelinegra asintió.
—Nos vemos, Mina.
—Adiós, Chae. —Se despidió con su mano y suspiró.
Ahora debía ir a comprar e irse a trabajar porque sí, trabajaba para pagarse la universidad. Sus padres simplemente se habían desobligado de ella y bueno, esa era la vida que le había tocado.
Caminó hasta una tienda de herramientas cercana a su trabajo y compró unos guantes, los anteriores ya estaban feos y rotos. Agradeció y fue hasta la bodega donde pasaba el resto del día. Ella nunca se consideró alguien fuerte pero con los años descubrió que no necesitó ejercicios para ganar fuerza y resistencia, así que su trabajo era cargar cajas, era algo temporal de medio tiempo pero aprovechaba su "don" para ganar dinero.
Una vez llegó a su puesto, se quitó su mochila y su playera, dejándose la de abajo. Se puso sus guantes y comenzó con la rutina diaria. La bodega, en específico, almacenaba todos los productos de los centros comerciales. Estos, cuando eran pedidos, se transportaban en un trailer enorme que algún día Mina esperaba manejar, sólo necesitaba su licencia.
El resto de la tarde fue sólo eso, no hablaba con nadie ahí pues en su mayoría eran hombres que sólo le hablaban con otros fines y ella estaba asqueada de todo eso. Aunque había otros que la respetaban y eso lo agradecía.
—Nos vemos mañana, Myoui. —Uno de ellos se despidió.
—Adiós, Kim.
Su turno por fin terminó y recogió sus cosas para ir a reportarse con el jefe. Una vez listo todo, salió para su pequeño departamento, ya era de noche y aunque una parte de ella le daba miedo, debía ser valiente porque nadie la iba a defender, sólo era ella y su soledad.
Se detuvo frente al bosque por el que pasaba todos los días y soltó un suspiro. "Eres valiente, Mina, eres valiente", se repetía todos los días antes de adentrarse. Aunque lo hacía por una orilla, le daba miedo, así que por su mente jamás se le cruzó ir más dentro de aquél bosque.
Su mirada estaba al frente, no pensaba voltear para nada a los lados, caminaba rápido y trataba de no pensar en que aparecería un ser de otro mundo y se la comería como en las historias que leía.
Sintió una mirada detrás de ella pero obviamente no iba a voltear y después escuchó pasos. Tragó fuerte y entonces fue que sacó más fuerza para correr, no miraría atrás y no se iba a detener hasta llegar a su lugar seguro.
Cuando por fin salió del bosque se detuvo frente a su edificio y trató de calmar su respiración.
—Eres una estúpida cobarde. —Se dijo a sí misma.
Subió las escaleras y sacó las llaves de su departamento para entrar. Una vez dentro, cerró la puerta y le pusos sus respectivos seguros. Al fin iba a descansar después de un día cansado, tomaría un baño, cenaría y tal vez, sólo tal vez jugaría antes de dormir, sí, lo mejor de todo.
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Dentro del bosque, una criatura había decidido aventurarse a ir un poco más fuera del bosque, aunque se lo habían prohibido, era rebelde y quería conocer más de todo ese mundo de humanos. Sin embargo, antes de acercarse al final, escuchó pasos y rápido corrió a esconderse detrás de los árboles. Sus ojos marrones observaron una figura humana, pudo oler su miedo pero otro olor desprendía de ella.
La observó en todo momento y la siguió pero aquella comenzó a correr extrañando a la criatura que sólo se quedó en las sombras.
Un aullido le hizo ponerse alerta y regresó por donde había venido. No quería enojar a las otras criaturas.
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Hola, hola, quise intentar algo "nuevo" a lo que suelo escribir. No sé cómo resulte. Todo es un invento total pero respetando algunas cosas que leí del omegaverse, es la primera vez que toco este tema en mis historias. Leí bastante de esto y bueno, recuerden que es todo ficción JAJAJAJA.
Vamos a tener a Mina furra JAJAJALAHDKSJ
♡.
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