Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6.

Os dejo una foto de Ally en multimedia <3

Soundtrack - Capítulo 6: Iris - Goo goo Dolls


Capítulo 6

Hubo bastante jaleo ese sábado por la noche en el Nocturne, por eso, cuando Ally cerró la discoteca, Kris supo que tendría que el domingo tendría que pasar varias horas estudiando por la mañana si quería llegar a trabajar por la noche.

La música del bar estaba ya apagada cuando se encendieron las luces y Kris se frotó los ojos, adormilado. Eran más de la cinco de la mañana y frente al club, algunos jóvenes borrachos se reían frente al local y pateaban botellas o latas vacías que rodaban por el suelo.

Kris se colocó su chaqueta y agarró su bolsa de deporte de detrás del mostrador. Terminando de rellenar los lavavajillas, Ally se giró y lo miró con una sonrisa.

—¿Tienes sueño? —preguntó.

Su cabello negro estaba recogido en una cola de caballo que hacía sus facciones más duras, aunque también le daba un toque sexy combinado con su ropa ajustada.

—Tengo un examen esta semana y todavía no he podido estudiar.

Ally se apoyó sobre el mostrador, observándolo con sus ojos grises y gélidos.

—Eres el mejor alumno de tu clase, ¿acaso tienes miedo de suspender?

El chico ladeó la cabeza. Sabía que no suspendería, pero necesitaba mantener sus notas altas para conservar su beca.

—Tengo que estudiar, Ally...

Ella compuso un puchero.

—¿Y por qué no vienes a casa?

Ally apagó las últimas luces y salió de la barra del bar. Tomó su bolso y caminó junto Kris hacia la puerta para cerrar el Nocturne, al menos hasta el día siguiente.

—No me has respondido. ¿Vienes a mi casa?

—Ally, tengo que estudiar...

—¡Es sábado! Venga, mañana a las diez estarás en la residencia estudiando.

—Ally...

La camarera cerró la puerta del bar y ambos se detuvieron unos instantes en la calle, con el frío viento de Nueva York golpeándoles el rostro. Kris se estremeció cuando ella se acercó a él lentamente y posó sus fríos labios en su cuello, acariciándolo con suavidad.

—A las diez estarás estudiando, Kris. Te lo prometo...

El roce de sus labios se convirtió en un pequeño mordisco al llegar al lóbulo de su oreja.

Cuando lo besó en los labios, Kris no se resistió y la presión se convirtió en un provocador sofoco que lo atenazó de pronto. Respondió al beso, sintiendo que se moría de sueño, pero la idea de pasar la noche con Ally también era apetecible. Con una más de sus caricias lo convenció y ambos se dirigieron a la boca del metro para ir a la casa de ella, situada a un par de paradas de la residencia de estudiantes en la que Kris vivía.

Por el camino, Kris encendió un cigarrillo y se lo pasó a Ally, que le dio una profunda calada mientras lo miraba a través de sus espesas pestañas.

—Deberías venir a vivir conmigo en mi apartamento.

Él no contestó hasta al cabo de varios segundos.

—Es mi último año de universidad. Cuando termine volveré a casa.

—¿Y qué vas a hacer en Trenton? Allí no encontrarás trabajo como fotógrafo. ¡La verdadera vida está aquí, en Nueva York, Kris!

Sabía que tenía razón. Kris quería regresar con su familia en Trenton, pero a la vez era consciente de que conseguir un trabajo que le gustara sería complicado allí. Lo más probable sería acabar como oficinista de nueve a cinco para toda la vida y eso le daba miedo.

—Aún tengo tiempo para decidir qué haré.

—No olvides mi oferta —le recordó Ally—, normalmente no aceptaría a cualquier persona en mi casa pero por ti... por ti haré una excepción.

***

Eran las ocho y media cuando Kris se despertó. No podía dormir más y la cabeza le dolía como si alguien lo hubiera golpeado. Salió de entre las sábanas, dejando a Ally dormida sobre la cama y cogió sus bóxers negros del suelo, poniéndoselos rápidamente.

Ni siquiera sabía por qué se sentía tan apático. Siempre había sido solitario y reservado, pero desde que había llegado a Nueva York todo había ido a peor. Su vida era aburrida y monótona: estudiar, trabajar, estudiar, trabajar... y sentirse vacío.

Salió al balcón de la amplia habitación de Ally. Sus padres le pagaban ese apartamento en una zona residencial de Brooklyn. Era grande y luminoso y su habitación blanca estaba ordenada y amueblada de forma sencilla, pero bonita.

El balcón daba a un hermoso parque en el que ya podía verse a algunas personas que habían salido a correr ese domingo por la mañana. Él tendría que irse a su residencia universitaria pronto si quería comenzar a estudiar de una vez.

Kris sintió el frío suelo del balcón bajo sus pies, pero aun así se apoyó sobre la barandilla de éste y encendió otro cigarro mientras miraba hacia el parque. Quizás necesitaba hacer algo nuevo en su vida, algo que la cambiara por fin.

Desde ese balcón observó que, entre la poca gente que paseaba por la calle en esos momentos, había alguien que llamaba su atención. Era una muchacha joven vestida con ropa de deporte y que sujetaba con firmeza seis correas de distintos perros, algunos grandes y otros pequeños.

—No, no. ¡Espera, Moonlight! —gritó la joven cuando uno de los perros, un husky siberiano, tiró demasiado de la correa y la hizo trastabillar.

Kris se rio al ver esa imagen. Después se quedó parado un segundo y la observó detenidamente: tenía el cabello oscuro y ondulado, largo. Era delgada y bastante alta y su voz le resultaba muy familiar. Al instante supo que, si hubiera estado más cerca, podría haber visto las pecas de su rostro y sus ojos azules y expresivos.

Dándole una nueva calada a su cigarrillo, Kris sólo se quedó en el balcón, observando cómo esa chica se reía y seguía paseando a esa cantidad ingente de perritos. La había visto varias veces en la universidad desde el fin de semana anterior, cuando ella le había tirado un cocktail de fresa encima y había conseguido enfadarlo hasta su límite.

No sabía su nombre, pero la reconocía perfectamente. Un escalofrío lo recorrió de repente y no tuvo nada que ver con el frío de Nueva York.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro