Capítulo 11.
AguePinkFloyd, ¡por fin! ❤
Capítulo 11
Jake y yo llegábamos tarde a clase. Eran las ocho y cuarto de la mañana y ambos nos encontrábamos en la puerta de nuestra casa con las mochilas a la espalda y cara de sueño. Habíamos llegado a las tres de la mañana el día anterior.
Frente a nosotros, nuestra madre caminaba de un lado a otro, sermoneándonos por lo que habíamos hecho. Por el ridículo tan espantoso que había sufrido por nuestra culpa, haciendo que sólo ella y mi padre estuvieran presentes en la cena con los Finnson. Yo intentaba ahogar bostezos de vez en cuando y Jake se mantenía mirando a un punto fijo de la puerta, tan solo esperando a que nuestra madre terminara su discurso y nos dejara salir de casa para ir a la universidad.
—Ambos sois unos irresponsables —nos dijo por enésima vez—. Y me avergüenza tener dos hijos adultos que se comportan como niños pequeños, que no entienden cómo funciona la vida.
Mi madre gruñó, haciendo que unas arrugas que ella odiaba se instalaran en su frente. Después, tan solo abrió la puerta con fuerza.
—Marchaos de una vez, lo último que quiero es que encima lleguéis tarde a la universidad. Bastante cara es ya como para que la desperdiciéis aún más.
Jake fue el primero que se coló por la puerta y salió a la calle con rapidez. Yo me dispuse a seguirlo, pero mi madre me tomó del brazo antes de que fuera capaz de hacerlo y se me acercó amenazadoramente. Sus ojos azules, tan parecidos a los míos, me miraron con evidente desafío.
—Si te crees que de esto va ser mayor, ser universitaria, Nicole... Estás muy equivocada. Mientras viváis en mi casa atenderéis mis normas y no te creas la más popular o la más importante solo porque sales de fiesta hasta el amanecer y tienes un estúpido carné falso. —Había una burla muy molesta en su voz, apreté los labios para evitar contestar con una mueca—. Nicole, te adelanto que si no sigues mis normas, la vida va a ser muy difícil para ti a partir de ahora. Muchísimo, ¿lo entiendes?
Asentí con la cabeza, algo temblorosa. Después sentí cómo su agarre se aflojaba y al momento conseguí salir de mi casa tras Jake, siguiéndolo tan rápido como si mi madre me estuviera persiguiendo.
No me sentí realmente tranquila hasta que no me hube sentado en el asiento del copiloto del coche de mi hermano.
***
—Tienes mala cara —me dedicó Tyler durante el almuerzo.
—Vaya, ¡gracias! —respondí yo, sarcástica.
Me comí un nuevo bocado de mi sándwich vegetal. A mi lado, Tyler bebió un sorbo de su zumo y se quedó mirándome, esta vez con más seriedad.
—¿Está muy enfadada tu madre?
—¿Cuándo ha dejado de estarlo? —resoplé—. Sé que hice mal, pero no entiendo que nos obligue a ir a esas estúpidas cenas con la intención de emparejarnos. No me arrepiento de haberme ido.
—¡Qué rebelde te estás volviendo! —bromeó mi amigo.
Yo fruncí el ceño al escucharlo, sin encontrarle la gracia en absoluto a sus palabras.
—Eso ha dicho ella. Que la universidad me está cambiando, o algo así... y no es verdad. ¿Tú me ves diferente?
Tyler negó con la cabeza y me pareció sincero. Yo tampoco me veía distinta a como había sido un par de meses antes.
Dejé el sándwich sobre el plato, se me había quitado el poco apetito que tenía y sabía que ni siquiera una rebanada de tomate podía entrar en mi cuerpo a partir de ese momento. Además, nos tocaba hacer disección de roedores en nuestra clase de laboratorio.
Tyler se levantó de su silla.
—No te preocupes por tu madre, dale un poco de tiempo. Y evitaremos salir de fiesta hasta tan tarde para no preocuparla, ¿de acuerdo?
Tenía la sensación de que mi madre no estaba preocupada, sino más bien molesta. Bastante enfadada había estado ya cuando yo había decidido estudiar veterinaria en la universidad, en lugar de derecho o empresariales, como ella me había aconsejado. Desde entonces me sentía como si le hubiera fallado, como si todo lo que yo hacía le pareciera malo y desastroso.
—¿Vienes?
Le hice un gesto, negando con la cabeza.
—Me voy a quedar un momento por aquí, ¿vale, Ty? Necesito pensar.
Vi en sus ojos que no quería dejarme sola, pero aun así se encogió de hombros y salió de la cafetería del campus, dejándome ahí. Yo no tardé en vaciar mi plato en una de las papeleras cercanas y tomar mi pequeña mochila. Hacía frío fuera del edificio y eché de menos un jersey de lana más grueso. Aun así, abracé mi propio cuerpo con mis brazos unos segundos antes de proceder a caminar por el jardín antes de entrar en el edificio donde transcurriría mi próxima clase.
Mi mente estaba ocupada, no dejaba de rememorar la discusión con mi madre. El tema de mis estudios regresaba a mi mente a cada segundo, ¿de verdad podía molestarle tanto que hubiera escogido la carrera de veterinaria?
No me di cuenta de que iba a chocar con alguien hasta que ya lo había hecho, tal era mi estado mental en ese momento. Tomé aire, preocupándome al instante de la fuerza con la que mi cuerpo había colisionado con el de la otra persona. Alcé la vista y lo vi, una vez más: Kris Munch.
Era como si un imán nos juntara y una y otra vez, sin que nos diéramos cuenta.
Sus ojos verdes también parecían distraídos cuando de pronto se fijaron en los míos y ambos reconocimos al otro. Yo aún no había respirado y sentí cómo me sonrojaba, sin saber qué decir.
Alcé la mano ligeramente en un tímido saludo y traté de sonreír amigablemente sin resultar siniestra. Era la primera vez que nos veíamos a plena luz del día y no de noche, como siempre. Un montón de estupideces comenzaron a preocuparme en ese momento, seguro que no estaba peinada, que iba vestida como un leñador en un día de trabajo y que tenía un grano enorme y rojo encima de la nariz.
Pero él no pareció fijarse en eso, pues compuso una expresión más bien parecida a la mía.
—Hola —susurró.
Después, sin detenerse ni un momento más, Kris siguió caminando de largo. Me pregunté si me lo había imaginado. Quizás no me había saludado en ningún momento, o ni siquiera me había reconocido... pero cuando seguí caminando hacia el edificio de mi college una sonrisa estúpida se estableció en mi rostro.
En el fondo sabía que no había sido fruto de mi imaginación; Kris Munch acababa de saludarme.
Uhhh parece que comienza a haber acercamiento. ¿Qué os parece la historia? He estado algo distraída y ocupada últimamente, voy a ponerme a escribir para traeros más actualizaciones pronto. ¡Mil besos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro