M te ha dicho que estarás a salvo dentro de casa, así que decides que no vas a salir para deshacerte de la llave. Pero no quieres tenerla contigo ya que solo puede ocasionarte problemas, así que la mejor opción parece ser tirarla por el retrete. Alguna otra persona quizás dé con ella luego, pero ese ya no será tu problema.

Vas al baño y procedes de una vez. Suspiras aliviado cuando ya lo has hecho. Ya no tendrás más problemas, vivirás más tranquilo y fuera de peligro. Pero también te has deshecho de la oportunidad más grande de tu vida, y siempre te preguntarás qué podría haber ocurrido si hubieras mantenido esa llave en tu poder.

Vuelve a la parte 3 para reintentarlo.