Parte 47
M te había dicho que no dejaras entrar a nadie, y estos policías ahora te generan mucha desconfianza. Algo en ellos no te cuadra. Quizás sea el brillo extraño que tienen en su mirada, el hecho de que sean gemelos, o la insistencia que tienen al pedirte entrar, cuando podrían haberse metido ni bien abriste la puerta, muy como si nada.
—No, no pueden pasar. Lo siento —les dices—. Soy menor de edad y no pueden interrogarme sin la presencia de mis padres.
Los policías cambian su semblante antes amable por uno ahora molesto.
—Entonces pensaremos que nos estás ocultando algo —te dicen.
—No, no lo hago. Pero me han pedido que no deje entrar a nadie y no lo haré. Si necesitan preguntarme algo más, les responderé con ustedes afuera y yo adentro.
—No, no vamos a preguntar más nada —te dicen—, pero regresaremos.
Suspiras aliviado cuando se van, pero sabes que no tendrás suerte por mucho tiempo y que regresarán tarde o temprano. Sabes que había algo mal en ellos y deseas que M vuelva a contactarse contigo y te cuente qué está ocurriendo.
Te quedas tranquilo en tu casa mientras esperas. Temes que la policía regrese con una orden para revisar tu casa, pero por suerte eso no ocurre.
Cuando ya ha caído la noche, alguien golpea a la puerta. No esperas a nadie. Acudes a ella nervioso y espías antes de abrir para ver quién está afuera, por si es la policía. No hay nadie. Pero intuyes que seguro te han dejado algún paquete, así que abres la puerta.
Encuentras una caja similar a la anterior. La levantas y la llevas adentro. Es más pesada así que sabes que el contenido es diferente. La abres. Se trata de otra nota y un teléfono celular un poco viejo, de esos que solo sirven para enviar mensajes de texto y realizar llamadas.
Felicidades. Aunque no seguiste todas las instrucciones al pie de la letra, finalmente lo lograste y has pasado la primera prueba. A partir de ahora me comunicaré contigo por mensaje de texto. Este teléfono es especial y nadie podrá saber qué conversamos a través de él. Por favor sigue bien las instrucciones a partir de ahora. La seguridad de la llave mística y la tuya propia dependen de ello.
Todo se vuelve cada vez más raro y misterioso, pero obedecerás porque esa parece ser la decisión correcta. Crees, sin embargo, que necesitas más información sobre la naturaleza de esta llave y por qué te la enviaron.
Ve a la parte 20 si quieres investigar en internet sobre la naturaleza de esta llave.
Ve a la parte 21 si decides esperar a que M te brinde la información que necesitas.
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