Parte 145
Necesitas salir de allí antes de que los vampiros decidan deshacerte de ti. Crees que la mejor forma es haciéndolo mientras ellos duermen. Sabes que los chupasangres no toleran la luz solar, por lo cual podrás huir cuando todos se hayan ido a descansar.
Sales de tu cuarto a la mañana tras haber dormido un rato y comienzas a caminar por los pasillos confiando que no hallarás a nadie allí. Sin embargo, cuando estás por bajar las escaleras que llevan al salón principal ves desde arriba que hay guardias en las puertas y que hay mujeres limpiando el lugar.
«No será tan fácil escapar», piensas. «Pero debe haber alguna forma de salir de aquí sin que me vean».
Comienzas a recorrer los pasillos laberínticos hasta dar con la parte trasera del castillo, donde se encuentra una puerta cerrada y sin ningún guardia que la cuide.
Logras salir con facilidad. Das la vuelta al castillo y te das cuenta de que no podrás avanzar demasiado ya que los guardias te verán si vuelves por el mismo camino por el cual viniste. Decides tomar la dirección contraria y dar una vuelta más grande para pasar desapercibida. Entras a un bosque que irás bordeando para que no te vean y así llegar al sitio por el cual llegaste.
Sin embargo, te das cuenta un rato después de que te has perdido. Sales del bosque pero no ves ni el castillo ni el sitio por el cual habías llegado. Apareces en una vieja ciudad abandonada que parece tener como mil años.
Entras allí y caminas por la que parece ser la calle principal. Está a punto de caer el sol, así que decides que te ocultarás allí durante la noche para que los vampiros no te encuentren.
Tienes miedo pero debes enfrentarlo si deseas sobrevivir. Entras a una mansión que parece estar más entera que el resto del lugar, aunque el sitio es puro polvo, y buscas donde ocultarte. El polvo te hace toser. Quisieras no hacer ruido alguno, pero no puedes evitarlo.
«De todos modos no creo que nadie venga aquí», piensas mientras te sientas en una esquina a esperar que pase la noche. Hace horas que no pruebas bocado ni tomas agua así que te sientes débil.
—Pero mira lo que me encuentro aquí —dice una voz femenina. Ya está oscuro y no puedes ver de quién se trata, pero intuyes que es alguien que sí puede ver en la oscuridad, y por su tono de voz sabes que estás en problemas—. Creo que al fin tendré compañía en este lugar maldito.
—Yo... Yo solo estoy de paso —dices con temor.
—Eso es lo que crees —dice—. Pero no, ya no saldrás más de aquí. Te quedarás conmigo.
La vampira enciende una vela, lo cual brinda algo de iluminación al lugar. La ves. Parece no haberse alimentado en mucho tiempo ya que su piel está reseca. Se ve débil, pero sabes que no podrás luchar contra ella. Se acerca a ti y se ve cada vez más amenazante.
—Tú quieres esto —te dice, mirándote a los ojos—. Serás mía.
La vampira clava sus colmillos en tu cuello y tú no te resistes. Hay algo que te obliga a quedarte quieta, incluso a disfrutar del proceso. Bebe poco, no es su intención matarte. Quiere que dures viva el mayor tiempo posible. Te da a beber de su sangre y eso te mantiene viva por unos días. Pero eventualmente mueres de hambre y de sed.
Y luego regresas, ya como vampira... Una vampira sin deseos propios, lista para seguir las órdenes de su creadora. Ella está confinada a mantenerse dentro de ese pueblo abandonado, producto de una maldición, pero tú no. Tú, en cambio, sales a diario para conseguir el sustento para ambas. No te cuesta acostumbrarte a esta situación ni extrañas tu vida pasada. Ya ni siquiera eres tú misma.
Y un día la llave desaparece mientras tú y tu creadora duermen. No llegas a descubrir por qué la tuviste en tu poder, ni te interesa ya. Has fallado en tu misión y ya no podrás alcanzar tu verdadero potencial.
Vuelve a la parte 2 para reintentarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro