Sus cabellos dorados se movían al compas del viento, llevándose consigo algunos pétalos del bello tocado que descansaba en su cabeza. Se acomodó la melena poniéndole un poco de orden con las manos. Dirigió su mirada hacía el frente, observando el bello lugar en el que se encontraba, un hermoso claro lleno de flores de diversos colores y formas.

Sus ojos color chocolate se posaron en el chico que estaba recostado a un costado de ella, lo miró con infinita ternura. El viento movía sus cabellos color salmón, generando así, que uno que otro se posicionara sobre sus parpados cerrados; el joven mago tenía una expresión calmada y una ligera sonrisa.

La rubia rió, y con su mano retiró el cabello de la cara de su mejor amigo. Se le quedó viendo por unos momentos, sus ojos reflejaban dolor. Finalmente suspiró pesadamente.

Algo la inquietaba, tenía una pesadez extraña acoplada en su pecho; tal vez la culpable era aquella conversación que había tenido con sus amigos hace unas horas.

«Las chicas de Fairy Tail acorralaron a la maga estelar en la biblioteca antes de que se fuera con Natsu.

-Vas a salir con Natsu, ¿verdad?-, Preguntó Kana con un tono pícaro dibujado en su voz.

Las mejillas de Lucy tomaron un tono rosado y rió con nerviosismo.

-No es la gran cosa, solo vamos a pescar donde siempre. - ,Contestó la joven con una ligera sonrisa en sus labios.

Kana rió y miró a Lisanna, quien estaba a su lado, con malicia. La peliblanca le dirigió la misma mirada a Levy, y la McGarden le lanzó esa miradita a la mayor de los Strauss. La ojiazul miró a Juvia con la doble intensión palpitante en sus ojos, posteriormente la mujer de agua imitó la acción de las demás mirando a la pequeña Wendy. Finalmente la mata dragones más joven observó a la gran Titania con ese mismo brillo cómplice en sus ojos marrones.

Las jóvenes estaban dispuestas a molestar a Lucy, pues conocían a la perfección lo que la rubia sentía por el mago de fuego, aunque también sabían que ella no lo aceparía en voz alta.

-Venga Lucy, ¿Estás segura de que van a ir a pescar?-, Dijo Lisanna codeando a su ex rival en el amor.

La menor de los Strauss había logrado olvidar a Natsu ya que sabía lo mucho que él quería a la maga de espíritus estelares, y le parecía que se veían demasiado bien juntos. Algo como almas gemelas.

-Sí, él dijo que saldríamos un rato a divertirnos.-, Contestó tímidamente Lucy.

Wendy y Erza se sonrojaron al pensar en algo totalmente diferente a las demás. A pesar de que la Marvell aún era muy niña, había pasado algún tiempo con la Scarlet y la McGarden en la biblioteca de esta última, por lo tanto ya no era tan precisamente inocente.

- ¿Y por qué piensas que van a pescar? -, Contraatacó Mira.

La Heartfilia se sintió intimidada ante aquel comentario y prefirió no contestar.

-Vamos Lucy, sabemos que se gustan. Sé honesta con nosotras, somos tus amigas. -, Dijo con un tono dulce la pequeña Levy, provocando que la nombrada diera un respingo y desviara la mirada hacia cualquiera de los estantes llenos de libros.

De un momento a otro, un grupo de chicos irrumpió en el recinto mientras reían. Habían estado escuchando con atención la charla de las chicas.

-¿Se están escuchando?, Natsu es tan idiota que lo mas seguro es que ni siquiera sabe qué es el amor. -, Rugió Laxus burlándose de las suposiciones de las magas.

-Precisamente. Esa cabeza de flama pensaría que es algo de comer antes que cualquier otra cosa. -, Concordó Gray a la vez que reía y le lanzaba miraditas a Lucy, ella lo miró por un momento para luego bajar la cabeza con un semblante triste.

Instintivamente las chicas dirigieron sus ojos a la rubia de forma precavida, fue como si sintieron el dolor que sintió la maga por aquellos comentarios.

-Por lo tanto no deberías torturarte, Coneja. -, Le habló Gajeel a la maga. -Salamander no lo vale. -, Eso último hizo enojar a la Heartfilia, mientras que los demás solo se carcajeaban a causa del pelirosa.

Wendy decidió intervenir tímidamente.

-Pero aún así, yo pienso que Natsu-san y Lucy-san hacen bonita pareja.

El grupo se quedó en silencio, la nombrada aún tenía sus ojos puestos en el suelo, y en ese momento se fijo que había estado apretando los puños. Los aflojo ligeramente al escuchar el comentario de la mata dragones. El silencio se rompió cuando Juvia habló.

-Puede que hagan una bonita pareja, pero Juvia piensa que rival en el amor debería olvidarlo. -, Esto último generó que todos miraran a Lucy, que ya se estaba empezando a sentir incomoda por tantas miraditas lascivas.

-Es cierto, Natsu no se tomaría nada seriamente. -, Remató Erza. Lucy no lo soportó más y explotó.

-¡Cállense!-, gritó la joven levantando la cabeza, furiosa. Casi instantáneamente relajo su expresión. -Puede que Natsu sea un idiota y no entienda muchas cosas, pero él puede ser muy dulce y atento. De hecho estos días ha estado llevando ramos de flores a mi casa, sin mencionar que siempre está pendiente de mí y me hace compañía, incluso cuando la desprecio y lo saco de mi casa. -, se detuvo sintiendo una punzada en su pecho al recordar todas las veces en las que lo había echado de su cuarto literalmente a patadas. Todos le prestaban atención a sus palabras mientras que en sus rostros solo se reflejaba la sincera sorpresa. - Por eso no me importa lo demás, que este para mi es mas que suficiente.

Una de las más sorprendidas claramente era Lisanna, pero una sonrisa surco su rostro al instante. Definitivamente Lucy era una gran mujer y le había ganado limpiamente.

Un segundo después la rubia salió rápidamente del lugar. Los jóvenes se miraron entre sí y sonrieron. Esa reacción era precisamente la que estaban buscando.»

Lucy volvió a suspirar y sonrió dulcemente fijándose en cada facción del pelirosa. Pasó su mano por el cabello de este y lo empezó a acariciar.

Por parte del Dragneel, él solo fingía dormir mientras disfrutaba de las caricias que le propiciaba su maga estelar. Se encontraba nervioso, había estado siendo detallista con ella por insistencia de Gajeel, Gray y Laxus, quienes al enterarse de los sentimientos del mago no pudieron evitar mandar un grito al cielo, debido a la emoción. Para ser precisos, Gajeel rompió el techo gracias a su puño de hierro, Laxus electrocutó a Natsu y Gray congeló el suelo.

Después de la celebración en la que el mago de fuego terminó inconsciente, decidieron darle consejos, que ellos no eran capaces de seguir, pero por lo menos ayudaban a Salamander.

El último escalón era decirle a Lucy que le gustaba, pero le estaba resultando mas difícil de lo que imaginaba.

El plan era invitar a Lucy a "pescar", aunque realmente la llevaría a el claro de flores en el que se encontraban. De hecho, tenía todo controlado, arregló una salida para alejar al trío de exceed, de esta forma no interrumpirían nada, ya que se habían vuelto expertos de eso.

Recordaba muy bien como Charle se había llevado a la maga de su lado después de que le pidiera ir a una misión con él, o cuando Lily había arruinado su primer intento de confesión llegando con un mensaje de parte de Levy, e incluso todas las veces en las que Happy los había molestado mientras pasaban una buena tarde.

Y ahora, que tenía la paz por la que rogaba, no era capaz de abrir la boca.

Pasaron algunos minutos y Natsu decidió abrir los ojos, al instante se topó con los orbes color chocolate de Lucy, y no pudo evitar sonrojarse ligeramente, aunque la maga no lo percató. Se levanto con brusquedad provocando que la chica detuviera sus caricias, fue un impulso del que se lamentó.

Se armó de valor y acercó su cara a la de la rubia, generando que se pusiera nerviosa. La chica empezó a parpadear repetidas veces, tratando de encontrar un punto neutro donde posar su mirada, pero no lo encontraba. Natsu no estaba mejor, su corazón repiqueteaba contra su pecho con fuerza y tragaba pesado de vez en cuando.

-Luce.-, Finalmente habló el mago con fingida firmeza. -¡Luce, me gustas mucho!-, Soltó de golpe con la cara roja y el pulso a mil, provocando que el corazón de la maga diera un respingo y se sonrojara con violencia.

-¡Al fin!-, Se escuchó un grito colectivo detrás de unos arbustos cercanos. Natsu y Lucy saltaron por el susto.

El plan de aquellos que habían pegado el grito, había funcionado.