Robin
Robin
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Los tres que alguna vez llevaron el nombre de Robin, ahora portando sus propios colores, se hallaban dispersos por la cueva del murciélago, aunque algunos luciendo más renuentes a estar en el lugar que otros, pero todos ellos necesitaban asegurarse con sus propios ojos el retorno de su mentor no muerto.
Junto a ellos el más reciente miembro de la familia, el cual era el único en ropas civiles de los allí presentes, luciendo la capucha de su sudadera azul en alto, ocultando todo aquello que no quiere ser visto, y para ser quien actualmente portaba el titulo del niño maravilla, el uniforme de colores vibrantes que le otorgaba dicha identidad al ex heredero de las sombras, no se lograba ver en ningún sitio cercano, y a diferencia de los tres mayores que dejaban ver en diferentes grados el alivio que sentían de ver a su mentor ya recuperado colocarse una vez más su icónica capucha, allí de pie, respirando, contra todas sus conjeturas anteriores, Batman estaba vivo y de nuevo listo para correr las calles de Gotham.
Pero a diferencia de los demás aquel que portaba los ojos de jades se encontraba más apartado del resto, con la mirada baja, y si alguien hubiese volteado a ver, sabría de inmediato que el regreso del hombre, de su pequeño viaje en el tiempo, de alguna manera parecía herir al menor.
- ¡Ya veras Bruce!, no estoy mintiendo, trabajar con el nuevo Robin será genial, asegurate de llevarlo contigo, confiá en mí, y ya sabes, quiero un reporte completo más tarde
La sonrisa que Nigthwing lucía en ese momento no tenia comparación en el mundo, el cual al terminar su jovial y alegre mandato hizo rugir su motocicleta al salir de la cueva, Bruce solo agito su cabeza en negación, y dejo entrever una media sonrisa, al parecer su hijo mayor no cambiaría sin importar el tiempo que se fuera.
- Bien, ya lo oíste Tim, vámonos ya - Bruce ya había emprendido su viaje hacia el batmovil cuando hubo acabado de decir sus palabras.
- ¿Que? - Tim lucía confundió ante lo dicho por el mayor.
- Vamos Tim, si no hacemos lo que dice jamás lo oiremos acabar con el tema
- Pero Bruce, Dick dijo que - El de mirar cielo observo a Damian en busca de ayuda, pero lo único que obtuvo fue la visión del niño más asustado que había visto nunca, el menor se encogió sobre si mismo cuando sintió que la mirada glacial se posaba sobre su persona, y cuando levanto la vista y le vio a los ojos, Tim no necesitaba el movimiento negativo de la cabeza que el niño le dio a continuación, para saber que este no quería que Bruce supiera la verdad sobre la identidad del nuevo Robin, Tim no conocía las razones, pero si aquellas hacían lucir así de aterrado al chico que podía plantarle cara a cada maníaco y monstruo de esa jodida ciudad sin un ápice de miedo, bueno, no pueden culpar a Tim por creer que eran buenas razones.
Como un pensamiento tardío se giro para ver a Jason, el mayor le devolvió la mirada y solo se encogió de hombros, al parecer dispuesto a correr con cualquier decisión que decidiese tomar.
- Si, supongo que tienes razón Bruce
Acepto la orden el segundo más joven, y en silencio camino siguiendo los pasos de su padre.
Esa noche, el vigilante de Gotham nunca se percató, de que Batman se llevó al Robin equivocado.
Nunca se habló del tema, tampoco se hicieron preguntas, Dick exigiría sus reportes, y Bruce contestaría lo maravilloso que era trabajar con el nuevo Robin, Bruce nunca usaría el "Red", para Red Robin, demasiado acostumbrado a llamar a Tim solo por la última parte de su nuevo nombre, Dick asumiría que hablaban de Damian, ya que para él, el niño era todos lo que Bruce describía y más, ante sus ojos su niño no tenía defectos, mientras que Tim y Jason fingirían no saber cuan equivocados estaban los dos, y Damian pasaría sus días encerrado en la seguridad de su alcoba, y solo saldría cuando Dick estuviera en casa, evitando a Bruce como si fuera la misma parca.
Y en cierto sentido, ante los ojos de Damian lo era.
Eso lo supo Dick un día, el día que se dio cuenta de quien hablaba Bruce en realidad, que todos los halagos de Batman eran para Tim, no para su pequeño Robin, cuando el gato se salio de la bolsa, no hace falta decir que el acróbata estaba confundido, también enfadado por haber sido engañado, pero sobre todo herido, porque se dio cuenta que su Robin había sido desechado, y al ser él aquel que fue su primer Batman, y al parecer el único, sentía que su niño simplemente había sido dejado a un lado porque ya no era útil.
Aunque por supuesto, era Dick, y para el primer Robin Damian se había convertido en su primera prioridad, por lo que antes de cuestionar porque Tim o Jason no les hicieron saber del error de Bruce, antes de gritarle en la cara a su padre adoptivo que se había equivocado de chico, y hacele saber de todo este enredó, lo primero que hizo fue hablar con Damian.
La respuesta que abandono los labios del niño ante sus dudas, le helaron la sangre al acróbata.
- Es porque cuando llego y me vio por primera vez desde su regreso, cuando me noto más tranquilo, más niño de lo que fui cuando llegue, el me miro como lo solía hacer mi madre cuando estaba en la liga, aún lo sigue haciendo cada que me ve y no reaccionó a ciertas cosas como era lo acostumbrado antes, él me mira como si le fuera útil, de la misma manera que el abuelo, como si fuera un arma que le resultara conveniente en el futuro, y me asuste, Grayson, me dio miedo que me convirtiera en otro de sus soldados, me asusta el hecho de que todo el dolor de los entrenamientos y las exigencias de la liga que acabaron cuando te convertiste en mí Batman, vuelvan a comenzar si mi padre toma tu lugar, me aterra tener que volver a ser el de antes, solo alguien que existe porque es conveniente, porque es útil, solo otra arma más del inventario
Para cuando termino de hablar, Damian ya estaba llorando, frotando con desesperación la parte inferior de las palmas de sus manos sobre sus ojos atormentados, tratando de retener su llanto, de hacerlo cesar, de ocultar lo aterrorizado que en verdad estaba.
Dick solo pudo abrazarlo, murmurar el nombre de su niño, junto a palabras de consuelo y promesas de no dejar que nada de eso sucediese jamás, en susurros dejados sobre el cabello color cuervo del más bajo, quien entre pequeños temblores y sollozos se desasía entre el férreo abrazo de su hermano mayor, en algún momento de la catarsis de Damian, Dick había logrado ver el colorido traje que alguna vez le brindo identidad al niño que ahora sostiene protectoramente entre sus brazos, el mayor recuerda lo seguro de si mismo y lo feliz que solía verse su niño cuando lo lucia en las sucias calles de la ciudad, como alguna vez, creyó ver la mirada de su niño brillar tan vivas como los colores de las telas que llevaba puestas, y ahora viendo ese mismo uniforme arrugado debajo de la cama, opaco por el polvo acumulado que le arrebataba todo esplendor, en silencio, Dick se pregunta a donde se habrá ido aquella mirada llena de alegría infantil de los bonitos ojos de su pequeño Robin.
- Grayson...No quiero ser su Robin...ya no quiero ser un soldado
Dick solo pudo atinar a sostener a su niño un poco más cerca de su pecho en un vano consuelo.
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