Nuevos Titanes AU.

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Una gran luz lo iluminó todo por un segundo, dejando ver tras su partida el rostro confundido de un adolescente, ahí de pie frente a toda la comunidad de héroes un Damian Wayne de dieciséis años se dejaba ver.

Damian observo todo a su alrededor, sabia que todo esto era culpa de la patética escusa de mago a la que se enfrentaba junto a su equipo momento antes, quien en su intento de calcinarlo lo había mandado de paseo a perderse en el tiempo, y aun así mirando a aquellos que le veían no podía lograr identificar el momento exacto en el que se encontraba.

Pero de repente se dio cuenta del ambiente, miradas gachas, trajes en negro, lágrimas que se desbordan y miradas apagadas acompañadas de lamentos de dolor.

No pudo evitarlo, tuvo que preguntar.

- ¿Y ahora quien se murió? - Pregunto con burla y una media sonrisa arrogante, pues podía reconocer que se encontraban en los terrenos de Wayne, por lo que de seguro al que enteraban era alguien de su familia, y ya saben, la familia Wayne lleva una relación complicada con la muerte, se buscan con un desespero inigualable, pero nunca duran mucho tiempo juntos, al pasar el tiempo te acostumbras, te vas, regresas, te mueres y vuelves, es un circulo sin final.

Y como nadie contestaba su pregunta, solo le miraban atónitos, decidió comprobarlo por su cuenta, aunque no esperaba lo que vieron sus ojos, frente a él un hermoso ataúd en blanco, y el epitafio de la lápida de junto ponía "En memoria de Damian Wayne".

- Ho

Fue lo único que atino a decir el de ojos jades, bueno, ya la rego y en grande.

Lentamente Damian regreso su mirada a su publico, una sonrisa nerviosa en sus labios.

- Ups

Dos segundos después de que el sonido abandonase sus labios ya tenia a Dick Grayson rodeándole en un abrazo asfixiante.

El hombre parecía aferrarse a su cuerpo como si la vida se le fuera en ello, y a juzgar por el estado de su apariencia no era un hecho que se alejara mucho de la realidad.

Dick lucía exhausto, grades y profundos moretones morados bajo sus ojos rojizos, producto del llanto continuo y el insomnio, su voz era apenas un murmullo desquebrajado que no hacía más que repetir su nombre, su piel alguna vez canela lucía lavada en un enfermizo blanco, todo su cuerpo temblaba y parecía listo para sucumbir en la locura.

Damian estaba bastante asustado ahora, nunca había visto a su hermano caer tan profundo en los abismos de la miseria, nunca lo había escuchado llorar de esa manera tampoco.

Con manos temblorosas Damian solo atino a devolver un abrazo de toque débil, porque temía que si aplicaba aunque sea la mínima fuerza Dick se rompería en mil pedazos.

Alzo la vista y miro a más detalles a los presentes en el lugar, miradas gachas, lágrimas siendo derramadas, pudo ver que Tim se deshacía en llanto de rodillas en el suelo, ya ni siquiera siendo capaz de sostener su propio peso en pie, el chico no lucía mucho mejor que su hermano mayor, un poco más lejos Jason esquivaba su mirada, no lloraba pero el sendero húmedo en sus mejillas y sus ojos levemente hinchados delataban que ya lo había hecho, y demasiado si le permiten decirlo, sus manos fieramente cerradas en puños de nudillos blancos.

Nunca había visto a su familia en tal estado, aunque ahora que lo piensa, Damian nunca ha enterado a nadie junto a sus hermanos, al único que le dio sepultura fue a su padre, y el único de ellos presente ese día fue Dick, ese día su hermano no derramó ni una sola lágrima, aunque ahora que lo piensa un poco más, las manos del mayor nunca dejaron de temblar.

Hablando de su padre, el hombre era el único de los presentes que parecía compuesto, estoico e inmutable como siempre, bueno supone que Batman no se permitiría llorar ni siquiera en un funeral.

Damian cerro los ojos con fuerza, coloco una de sus manos alrededor de la cintura de su hermano mayor, la otra la elevo hasta perderse en las hebras oscuras del más alto, y al abrir una vez más sus jades ojos susurro con calma - Esta bien Grayson...Todo estará bien...Yo...Yo regresare así que no tienes que llorar

Sus palabras no parecieron dar el consuelo que estaban destinadas a lograr, en vez de eso solo provocaron que el hombre lo aferrara con más fuerza entre sus brazos, soltando un alarido de dolor inhumano, Tim aún en el suelo cubrió su rostro con sus manos, ocultando su llanto que a cada segundo ganaba intensidad, y Jason, bueno Jason ahora si estaba llorando, y lo miraba con una mirada que gritaba dolor, angustia, y que le recriminaba a voz en carne viva que no lo entendía.

- Si...Al parecer vas a regresar...Pero eso no borrara el hecho de que dejamos morir a nuestro hermanito de solo once años - Jason se tomo un segundo para ahogar un sollozo y luego poder continuar - El recuerdo de ese cuerpo mutilado, destrozado y sin vida, el peso del cuerpo muerto de un niño de once años, quedara a fuego grabado en mi memoria, no importa cuantas veces revivas, eso nunca borrara el hecho de que moriste, ¡Que te dejamos morir!

Damian no podía despegar su mirada de esos ojos aguamarina, que anegados en dolor le suplicaban que entendiera, en realidad el niño nunca lo había pensado mucho, simplemente dio por hecho de que no importaba, ya que nadie hablaba de ello, pensó que realmente no había sido la gran cosa, nunca se percató, nunca se dio cuenta de lo mucho que había jodido a sus hermanos mayores con su muerte.

Viendo el escenario a su alrededor se maldijo, diablos esto estaba tan jodido, en realidad nunca se había detenido a pensar en la cantidad de personas que lloraron su muerte, supone que ahora entiende porque hay tantas personas dispuestas a regañarle cada que se lanza con imprudencia a los brazos de una muerte segura.

Y de repente lo vio, de pie junto a Clarck Kent, un pequeño Jonathan de ocho años le miraba, ojos empañados por lo que seria el comienzo del llanto, su labio inferior temblaba, parecía estar siendo torturado con lo que sea que llenaba su mente en ese momento, Damian solo pudo dedicarle una sonrisa opacada por la tristeza, ellos aún no se conocían en esta época, supone que tal pensamiento es el que tortura y lastima al pequeño infante de ojos azules, su primer posible amigo había muerto incluso antes de conocerlo, bueno esto desmiente mucho de lo que Damian creía saber, como también explica muchas otras cosas, ahora entiende algunas de las acusaciones que su novio le ha hecho a lo largo de los años, palabras y acciones que delatan un dolor que se suponía Jonathan jamás debió sentir, y el simple pensamiento lo carcome, porque ahora sabe, Colin no fue el único miembro de su equipo que vivió su muerte, y recordando a Colin, no ve al chico entre los presentes, su familia debió haber olvidado por completo invitarlo a la ceremonia, eso debió dolerle un infierno a su pelirrojo amigo, genial, otra cosa de la cual culparse, al parecer había lastimado a muchos más de los que se había atrevido a pensar con su partida.

Aunque eso ahora no importaba mucho, podía sentir el tirón en sus entrañas, el jalon de magia que le advertía de su pronto regreso a casa.

Damian se desvaneció en brazos del acróbata, partiendo de regreso a su futuro, y dejando a tras un escenario donde su descanso no tan eterno era llorado.