Extra: Inexistente
ADVERTENCIA DE SPOILER: Esto es un extra del Fic de mí autoría "Inexistente".
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Extra: Inexistente
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Damian se encontraba perdido entre las notas de su guitarra, discurriendo los últimos acordes de su nueva canción, esta hablaba del amor verdadero, de la salvación de un corazón pedido en penumbras y de una vida entera junto a la persona amada, el aniversario del día en que Jon le pidió ser su novio se acercaba y el de mirar jade deseaba expresar cuan especial era el de ojos cielos para él, y Damian nunca supo como decir en voz alta lo que su corazón a gritos pide expresar, por ello siempre lo trasmitía a través de su arte, sus canciones siempre escondían su sentir más profundo, y a Jon siempre le había encantado escuchar los murmullos de lo que su corazón ansiaba dar libertad.
Y por eso estaba aquí, en uno de los pocos parques tranquilos que Gotham podía ofrecer, oculto donde su novio no pudiese oír su sorpresa, el joven de diecinueve años se encontraba sonriendo mientras rasgaba las cuerdas de su guitarra, sus labios murmuraban la letra que acompañaría la melodía, que ahora sus dedos dibujaban en el aire y llenaban la brisa con sonidos entrañables.
De repente una pequeña de ocho años se acercó hacia la banca de madera que el joven compositor se encontraba usando como estudio improvisado, la niña poseía una larga melena oscura, ojos de un profundo color cielo, la pequeña cargaba en sus brazos un extraño muñeco de felpa, estaba cosido en telas negras y se trataba de una extraña combinación de un gato murciélago, el infante le sonreía brillante y hermoso, Damian detuvo todos sus movimientos al ver a la niña mirándole fijamente, la boca de la chica se había torcido en un gesto pensativo, como si lo estuviera comparando con alguien, el joven solo le devolvió la sonrisa antes dada al reconocer a la pequeña Helena.
- Tú, ¿Tú eres la persona que canto en mi fiesta de cumpleaños, no? - Helena le cuestionaba ahora con su carita inclinada hacia un lado, sus hebras oscuras cayendo sobre su bonito rostro aún fruncido en desacuerdo, como si la vista del joven de bonitos ojos primavera no encajara en su ecuación.
- Si, y tú eres la pequeña hija de Wayne - Le respondió Damian con paciencia y mirar suave, realmente, Damian no tenía ningún rencor contra esta niña, ni siquiera contra el Wayne mayor o su propia madre, y aunque jamás le mostró al mundo de donde venía su estampa, nunca diciendo en voz alta de nuevo ninguno de sus apellidos, eso no quería decir que les odiase, aquello era simplemente porque no quería que el mundo supiera de donde provenía su estirpe, no porque le molestase sus orígenes, sino porque deseaba trazarse en el mundo su propio camino, aunque aún seguía utilizando el nombre que Talia le dio al nacer, eso, porque a pesar de saberse un borrón en la vida de la mujer de impresionante belleza, él como su hijo aún la amaba, siempre la amo, por ello conservo el nombre que ella le dio, lo hizo marcarse a fuego en la historia, resonar junto a sus canciones, y lo plasmo en cada lienzo al que le dio vida con sus colores, realmente no sabe si Talia es consciente de su existir bajo los focos, probablemente si, pero como siempre ha sucedido con la mujer simplemente lo estaba ignorando, mientras no mancillara su nombre rebelando sus orígenes, Talia realmente no tenia ningún interés en él, mientras que Bruce Wayne aún seguía en las sombras sobre su primer primogénito, por lo que Damian no debía preocuparse por el reaccionar del hombre ante la exposición de su existencia al resto del mundo, Damian definitivamente no odia a sus padres, tampoco odia a esta niña que aún le mira con ojos curiosos, él es feliz con la vida que lleva junto a su amado, y quien sabe, tal vez si su historia hubiese sido escrita de forma diferente, quizás conocer a Jon se le hubiese hecho imposible, y es por ello que Damian jamás ha podido renegar de ninguno de sus pasos andados, porque fueron los que lo trajeron al mejor posible final de su historia, Damian nunca ha sido más feliz que ahora que ha encontrado a su caballero de gallarda armadura.
- ¡Helena!, vamos hija, es hora de regresar a casa - Esa era la voz de Bruce llamando a su hija, parado a algunos metros de distancia.
- ¡Ya voy papi! - La niña se volteo por un momento para responderle a su padre con la voz en grito, luego regreso su mirada hacia Damian y le dio una pequeña sonrisa, el de mirar de jade le devolvió la mueca de labios con un gesto propio - Nos vemos después chico de la guitarra - La niña se despidió para correr al encuentro de su progenitor, Damian dejo escapar el bufido de una risita y regreso a provocar el llanto de su guitarra.
Al llegar con su padre Helena de inmediato tomo la mano de este, Bruce comenzó a charlar con esta sobre la cena de esa noche, aunque Helena se encontraba con la mente muy lejos de allí, pensando en bonitos ojos de jade y lo mucho que aquella sonrisa le recordaba a la de su papá.
Bueno, dicen que los ojos inocentes de un niño son capaces de ver las verdades más ocultas en el mundo, incluso la de un pequeño niño perdido en el olvido.
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Dedicado a mi mayor inspiración VioletteMoore, espero que pueda esclarecer algunas de tus dudas 😊
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