Autora: Karis Terrés Barrón

Usuario: KarisTerres

Nadie lo sabe pero te he visto sonreír cuando ni siquiera tenías ánimos de vivir. No te juzgo, muchos lo hacen. 

Van fingiendo la vida perfecta. Y es que ahora ya nada es fácil, la sociedad nos orilla a pasarla muy mal. Las redes sociales se esfuerzan en fabricar fantasías de vidas perfectas que según debemos alcanzar: el cuerpo perfecto, el auto de lujo, dinero y viajes; son una parte del chip que nos quieren implementar; y yo en esa búsqueda tonta de fama y locura me he perdido sin entender que es lo que YO quiero alcanzar. 

¿Será acaso que me entusiasma lo que me ofrece esta sociedad? - No lo creo, falacias son en realidad. Yo no me di cuenta pero deje que otros decidieran por mí, empece a vestir a la moda, bajar de peso, conseguirme al chico más guapo del colegio aun cuando fuera un patán. Mantenía el estatus y el estilo porque según era lo esencial. 

Pero al encontrarme sola en mi cuarto, acostada entre reclamos me ponía a llorar.                          Yo no quería ser esa: la de modales estereotipados, la que sube fotos del shopping o la que acude a fiestas de la alta sociedad. Estaba harta, de fingir al hablar. Cansada de usar esa tonta sonrisa cuando nada de ese mundo me llenaba en realidad. Yo quería ser Karis la chica tímida que sentía miedo al hablar, la del caos excesivo y mirada perdida cuando no sabe como actuar. La que no les gustan las fiestas, el mole, los chismes y no entiende la manera correcta de coquetear. Ya no quería ser la chica llorando en la oscuridad y aun así pase meses en mi alcoba cuestionándome sobre lo que anhelaba en verdad, estaba cansada de llevar una vida de mentira donde todos fingían, presumiendo lo que no tenían en realidad. 

Fue hasta esa noche de septiembre cuando por fin explote, necesitaba un cambio urgente pero no sabía en donde lo iba a encontrar. Camine unos pasos en círculos pensando en algunas personas que me podrían apoyar, pero no era suficiente necesitaba de un ser muy especial.

— ¡E-S-P-E-C-I-A-L! — susurré en la oscuridad y la respuesta se encontraba en mí.Fui corriendo al espejo y a ver mi reflejo empece platicar:- Nadie lo sabe pero te he visto sonreír cuando ni siquiera tenías ánimos de vivir. No te juzgo, muchos lo hacen. Van fingiendo la vida perfecta.Y es que ahora ya nada es fácil la sociedad nos orilla a pasarla muy mal. Pero, yo te quiero y no es algo que te quiera hacer pasar. Prefiero verte sonriendo en realidad, con tu lonjita única después de ir a desayunar, platicando con tus amigas por la madrugada y sin miedo de opinar sobre tu postura política o algún ideal.