Me negaba a hacer algo.

Me negaba a alimentar una esperanza.

Me negaba a sentir más.

No.

No.

Y no.

Ojalá fuera tan mezquina y egoísta, como Nyx. No me voy a encariñar con él, sabiendo el daño que le he echo. No sabiendo que él también tiene motivos para dañarme.

Los fantasmas que me acompañan, no solo me visitan cada que el sol deja de iluminar la vida, están conmigo a cada segundo, en cada maldito instante de mi retorcido existir. Los murmullos de mi inconciencia me susurran cruelmente que hiero, quemo y mato. Me recuerdan el daño, sufrimiento y las lágrimas colaterales que cause, causo y causaré, a lo largo de mi estadía en este mundo egoísta.

Y estas malditas voces incrementan más, cuando lo veo a él.

Es mi karma que me llame tanto la atención.

Nunca había pasado por mi mente el querer ser alguien más, tener otra vida, otro origen. Desde que me enteré de los detalles sobre mi creación, lo acepté. No cuestioné, no lo rechacé, no le di muchas vueltas al asunto porque no podía hacer nada para cambiar ese hecho. ¿Qué podía hacer? ¿Regresar el tiempo? No, no hay manera de que yo no sea el experimento que soy y tampoco me importaba serlo. No hasta tuve esa corazonada, esa opresión en mi pecho, esa serendipia sobre la magnitud de lo que podría llegar a sentir.

Y lo más jodido, era que lo quería.

Escuchaba los rumores que se esparcían como fuego por los pasillos del instituto; "Juega con las chicas", "Nunca ha tenido una chica fija", "Te dice que solo quiere sexo", "Es un fuckboy", etc. Comentarios infantiles, pero hubo uno que me llamó mucho la atención.

"Es un egocéntrico, se cree la última Coca-Cola del desierto y además te dice las cosas muy duras".

Cameron tenía una fama muy evidente pero confusa. A lo largo de los años, comprendí que la honestidad y la verdad, no eran bienvenidas en la mayoría de las personas. Me sucedió a mí en primer plano; decir lo que pensaba, creía y quería, me hacía quedar como alguien prepotente, egocéntrica y sin sentimientos. ¿Me importaba? No. Skyler me regañaba constantemente sobre que debía de tener tacto o mejor que no diera mi opinión porque la gente se ofende. Nunca le hice caso.

Martensi y yo nos parecíamos en muchas cosas, y la brutalidad de nuestras palabras una de las más obvias. Una cualidad que, en lo particular, se me hacía muy atractiva. La honestidad me gustaba mucho, decir y hacer lo que sea sin que tuviera que pensarme dos veces si el señorito se iba a ofender, le ganaba a cualquier cara bonita.

Sky debe de estar festejando en lo más alto del cielo.

Discutir con él me divertía mucho. Cameron se creó una imagen de mi a la fuerza, porque su cerebro no llegaba a una conclusión de mí, que prefirió creer en las estupideces que Jared contó de nosotras. Estando los dos encerrados en el cuarto oscuro, hablando civilizadamente por primera vez, me sentí en paz. Incluso tarareé una canción, acto que no hacía con quien no tenía confianza, pero lo hice sin pensar.

Yo no comprendía que me sucedía cuando él estaba cerca de mí, necesitaba joderlo, molestarlo, ver su cara de fastidio y al mismo tiempo, ver como yo le gustaba. Nyx me molestaba con frecuencia con él, diciendo que era como yo, un tanto pendejo y menos inteligente, en masculino. En la mañana, tarde y noche, gritaba: "!Te gusta, Cameron¡". No lo aceptaba y por el momento no pensaba hacerlo, sin embargo, creo que me importó más molestarlo que guardar mis sentimientos.

Una declaración medio rara, pero al menos comprobé una cosa de él; no mentía, ni por salvar su "hombría". Saber que le gustaba al grado de molestarlo con ello, me daba felicidad. Sé que no es normal, más en cambio, de alguna manera me iba a divertir con esto.

Es mucho más alto que yo, ridículamente más alto. Ni de puntitas podría darle un zape y aun con eso, yo tenía en control de todo.

Su cuerpo se encontraba cerca del mío, a pocos milímetros de poder sentirnos, a unos cuantos pensamientos de mandar a la mierda todo. El porte que mantenía; serio, frio y transparente, con su rebelde cabello rubio que solo resaltaba por la tenue luz del foco verde y su mirada penetrante que, en medio de la oscuridad, me veía esperando a que yo diera bandera verde.

"Tu enfermaste a su padre"

"Por tu culpa está en un psiquiátrico"

"Lo vas a lastimar más y tu conciencia te lo recordara cada día de tu vida"

La bandera roja se mantuvo gracias a mis fantasmas.

Maratón 

Voy a subir todo ahora, así que no sé que poner en más de 10 apartados aquí abajo. Así que pondré un emoji para que me dejen su sentir en cada pensamiento.

"💙"