Pensamiento 2.
Me dolía cada parte de mi cuerpo, más atrás de mi cuello, justo donde me había aplicado mi inyección diaria.
Ignoré cada punzada que sentía a lo largo de mi ser, concentrándome en ganarle al auto de Nyx. Aceleré mi motocicleta, haciendo rugir el poderoso motor. Pasé a una velocidad exorbitante a lado del presuncioso auto, y me comencé a reír cuando escuché el sonido del claxon repetidas veces tras de mí. Lo entendí como una mentada de madre. Era consciente de que mi voz, mi risa y cualquier sonido que emitiera, era opacado por la velocidad que distorsionaba cualquier sonido.
Amaba como el viento me golpeaba por completo, el ruido de las ruedas de mi moto sobre el pavimento y, sobre todo, amaba mi nueva libertad.
Francia había sido mi casa, mi hogar por muchos años. Ahí, por fin había vivido algo. En esa ciudad habían soltado al demonio y lo habían matado. Fueron tantas cosas, que me era muy extraño volver a la ciudad donde fui creada. Regresar a esa enorme casa blanca de mis padres, aquella que estaba tan cerca del cementerio donde reposaban las cenizas de Skyler. Sentía como volver a mi infancia. Y lo odiaba. Odiaba tanto recordar. Me sentía en una paradoja. Amaba y odiaba, mi nueva vida. Luego estaba el IIBM, una maldita institución en donde, como ya me había anticipado, me iban a odiar y querer comer viva.
La psicópata de Nyx, ya a este punto, logró encontrar información de cada alumno, trabajador de la facultad y se lo memorizo. Me hizo una presentación en powerpoint de todo lo que descubrió, según ella yo debía poner atención, para no llevarnos una sorpresa. Me siguió dando igual. Al menos, hasta que llegó la dispositiva del chico rubio. Su foto, estaba al lado de su nombre en letra negrita y subrayado con rojo.
Cameron Martensi Gonzal.
No solo supe que, era el chico al que le habíamos quitado el primer puesto, también le habíamos echo daño. El apellido Martensi estaba muy presente en nuestra mente desde hace bastante tiempo. Conocimos de primera mano la historia del gran desastre que hace algunos años, ocasionó ese apellido en nuestra familia.
No terminó bien para su familia.
No sabía que tenía un hijo de nuestra edad, tampoco que estudiaba en el IIBM y mucho menos que era el primer lugar.
Nada estaba a nuestro favor. Llegar tan abruptamente, seguro que pondría en su lista negra. Por lo que vi, no era tonto, por supuesto que obviamente nos odiaría en el momento que supiera que somos Zays.
¿Qué tal?
Sé que son cortitos pero en los siguientes van a salir pistas para EH.
Love u
Ale
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