—Bueno ¿puedes contarme un poco más sobre estás situaciones, Yoongi?— Su voz era calida, y no era difícil notar su amabilidad y comprensión en cada palabra que pronunciaban.

—Bueno... La primera vez fue un error. Él no estaba interesado en mi, pero yo... Estaba tan enamorado; lo busque por este sentimiento y termine en una situación peligrosa... Pense que iba a morir sin verlo otra vez, fue desesperante, pero estaba allí, como si el destino nos juntara. Y él, me salvó, no solo eso, vi un lado de Jin que me dejo deslumbrado... Hirió a una persona frente a mi, sin piedad... Y fue, tan nuevo para mi...

Las palabras salían solas, no podía mirar a la mujer al frente suyo mientras hablaba, como si temiera a su reacción, como si esperara una desesperación similar a la de su hermano al escucharlo, pero lo único que recibió fue una caja de pañuelos sobre la pequeña mesa entre ellos, notando así, que había comenzado a llorar en silencio.

—¿Cómo te hizo sentir eso?

—Mi primera reacción fue admiración, no porque deseara lograr un daño como ese, sino porque verlo enfrentar tal situación con tal determinación, sin miedo en su rostro hermoso...— Limpió sus lágrimas, ignorando la verdadera razón de ellas, y continuado con su poco común anécdota —Le pedí que me dejara verlo otra vez en esa situación solo porque quería retratarlo, era como si su belleza nublara mi juicio, yo solo., me quedé... Fueron tantas veces que estuve con él... Tantas veces que me vieron, y aún así, ellos no fueron a por mi...

—¿Ellos? ¿quiénes son ellos?

—Él no tenía un vida correcta, en algún momento tendría sus consecuencias. Muchas personas malas lo buscaban y finalmente dieron... Con mi hermano, Taehyung, el día que lo supe...— Su voz por fin se cortó, no aguantó un segundo más, fue imposible hacerlo cuando lo recordaba, cuando ese sentimiento de perdida volvía a atormentarlo como cada día desde que ocurrió, como cada vez que lo veía —¿Cómo pude permitir eso? Él estuvo a punto de morir, si tan solo hubiera sido yo...

—Parece atormentarte demasiado lo que le ocurrio a Taehyung, Yoongi, hasta admites que preferirías ser tú quién viviera esa situación. Sería una reacción normal porque es tu familia, pero en ti, es alarmante— Ella se mostraba confiada en lo que decía, y aunque parecía no empatizar con todo lo que Yoongi le admitía, él sentía la confianza y el confort suficiente para intentar aceptar su palabras —Lograste formar una jerarquía de prioridades, donde tu pasión por el arte está en la cima, seguida por tu hermano y tu pareja, y finalmente, muy abajo de todo, estás tú.

—¡Pero todo lo hice por mí! Yo decidí quedarme, sabiendo que era un riesgo para él y para Taehyung, muchas veces elegí a mi favor, a mi placer, ignore como se podrían sentir ambos... Por mí, por mi arte...— La sola mención de esa idea que consideraba errada, no hizo más que agravar su llanto angustiando, no importaba su presencia, solo lo hizo, y ella, profesional, le dió su tiempo para hacerlo, llegando unicamente a anotar esa fuerte reacción por el específico tema, en su libreta.

—Si sientes culpa por ello, puede que no lo hagas por tu propio beneficio— Fue sutil al mencionarlo, tenía tacto al hablar y al expresarse con él, en especial por lo suseptible que se encontraba Yoongi en ese momento —Sobre tu arte... ¿Puedes contarme un poco más sobre eso? ¿cuándo comenzó a interesarte la pintura?

—Fue cuando aún era un niño y conocí a Taehyung... Él enseñó el gran mundo de la pintura. En ese momento yo tenía una vida muy estructurada; clases por la mañana, idiomas por la tarde, y deportes por las noches, fines de semanas clases de caligrafía y biblioteca, y las horas libres eran para cumplir con mis tareas...— Sus manos aún temblaba, y lágrimas pequeñas seguian brillando en sus ojos, pero el solo recuerdo de su infancia, sin razón alguna, parecían apaciguar sus emociones por completo —En esos días recuerdo que tenía una consola... A veces me dormía pensando en cómo sería usarla cuando tuviera tiempo...— Ella anotó una vez en su libreta, curiosa por la falta repentina de emociones en su paciente, una que especulaba, era la misma que tuvo en toda su infancia —Aprendí a dibujar en las horas que debía estar en la biblioteca, fue difícil, mis padres me preguntaban mucho sobre los libros que leía, y a veces no sabía que responderles... Pero lo logre, solo años después mis obras fueron conocidas y vendidas, hasta solía escaparme de algunas clases para estar presente en mis propias exhibiciones... Yo, finalmente pude mudarme, continúe con mis estudios en medicina, pero nunca ejercí, creo que solo tuve el valor de decirle eso a mis padres porque kilómetros nos separaban... Al final, nos distanciamos por muchos años.

Ella aclaró su garganta, comenzaba a tener algo por seguro, y esperaba ser firme y clara al expresarlo, porque no creía que de otra forma su nuevo paciente pidiera entenderla.

—Yoongi, para ti pintar fue una salvación de la presión que tus padres ejercian en casa aspecto de tu vida, ellos te quitaron algo fundamental, tu disfrute, tu juego, tu ocio, y tú reflejaste esa carencia en el arte, imponiéndolo sobre todo lo demás, hasta por sobre ti mismo— Sus piernas comenzaron a moverse inquietas y temblorosas, sus manos se apretujaban una sobre la otra, y su mirada angustiada no podía apartarse de los ojos neutros de la mujer al frente suyo —Un pasatiempo es una remuneración al placer, lejos de toda responsabilidad. Un pasatiempo no pone en riesgo a quienes quieres, no te aleja de tu familia, no daña tu integridad— la fluidez con la que lo afirmaba, la conmoción que le causaba oírlo, todo era una difícil de asimilar, difícil de procesar. Yoongi ya no queria continuar.

—¿Podemos terminar la consulta aquí?— Su mirada dolorosa, se perdió en la de ella, suplicando que no hablara más del tema, rogando que no lo repitiera —Ya no puedo continuar más.

—Esta bien, Yoongi, solo me gustaría pedirte unos segundos más para calmar tu angustia. Al salir ¿alguién te espera?

—Sí... Mi hermano, él vino conmigo.

—Es bueno saberlo— Entre su angustiado ambiente, vio como ella anotaba, tranquila, pacifica, neutral, y hubiera pensando más en eso, si no estuviera sintientiendo que se desbordaba totalmente en sus sentimientos —Bien, esto es lo que haremos, ahora daremos por terminada la sesión, nos veremos nuevamente la próxima semana, y te pediré que vuelvas con tu hermano también ¿está bien?— Su respiración aun pesaba, lo rojizo de sus ojos era ya notorio, y aunque intentaba ocultarlo, sus manos no dejaban de temblar —¿Quieres decirme algo más antes de terminar?

Dudó demasiado en comentarle esa idea, la conclusión a la que llegó con sus palabras era irreal, luego de tantos meses, de tantos sacrificios, de tanto dolor, no creía que todo lo que sentía fuera una mentira.

—¿Amo de verdad a... Jin?

—No es algo que yo pueda responder, Yoongi, por el momento, solo puedo decirte que el tratamiento necesita de tiempo, sanar... Toma su tiempo.

Hubo un silencio largo luego de sus palabras, no fue incómodo, solo fue el tiempo necesario para Yoongi entendiera que nadie más que él podía saber la respuesta, la responsabilidad era unicamente suya.

—Gracias por la sinceridad.

Ella lo acompañó hasta la puerta de su consultorio, y no se atrevió a decir más que una última despedida antes de dejarlo partir, notando como de inmediato en la sala de espera, fue recibido por los brazos acoguedores de un joven preocupado.

Suspiro cansada cuando ellos se fueron, pensando en que Yoongi era un caso verdaderamente especial para ella. Jamás llegó a ver a un joven de su edad que necesitara sanar tanto.

De verdad él tenía un largo camino que atravezar.

💐

Siento que ya me he oxidado bastante luego de tantos meses, que no sé si escribo peor o siempre he escrito así de mal y a penas lo he notado, que pesadez. En fin, cuanto tiempo, que extrañaba esta historia, literalmente en mi cabeza ya está finalizada, pero no he podido plasmarlo en palabras, ahhh ser adulto me mata la creatividad.

Bueno, espero que les guste, y gracias por leer. 💖