Sinceridad, por ti y por mí
Urgencia, urgencia, urgencia.
La preocupante palabra no dejaba de girar en su cabeza, y era una total tortura en ese momento de espera, en donde Hoseok lo miraba apagado y reacio a la idea de explicar su mensaje tan alarmante, hasta la llegada de Seokjin, a su casa.
Namjoon insistió por mucho tiempo, porque no podía dejar de sentirse angustiado, pero de los labios de su antiguo pretendiente, no escapó palabra alguna hasta que el afamado actor llegó, contento, sonriendo agitado y divertido, porque aunque no quisiera mostrarlo, ese mensaje que recibió, también le alarmó.
—Bueno, aquí estoy, fue difícil escapar de mi manager, así que espero que sea urgente— No hubo una respuesta positiva a su intento de broma, y la pesadez de su ambiente fue tal, qué Seokjin entendió de inmediato que algo no estaba bien —¿Qué ocurrió ahora, Hoseok?— El alegre tono de su voz, desapareció, e imitó a su hermano, y se sentó a su lado mientras ambos veían como su amigo, caminaba de un lado a otro, sumamente alterado.
—Me pediste que esperáramos a Seokjin, él ya está aquí, necesitamos saber qué pasa, Ho... Dime, ¿es sobre Jungkook?— Su caminata se detuvo, y la mirada sorprendida que le mostró a Namjoon, le dio la razón —Lo sabía. No he hablado con él en semanas, ¿le ocurrió algo? ¿esta bien?— Su preocupación iba incrementando a cada segundo que pasaba, y el silencio que mantenía, no hacía más que empeorar sus emociones.
—Sí, ahora sí, él está en mi habitación, descansando, fueron unas semanas dificiles, pero mejorará— Hoseok suspiró, como si ese gesto le diera ánimos para continuar, pero al mismo tiempo, estaba tan inquieto, no solo por las reacciones que ellos tendrían al saberlo, sino también por el enojo e impotencia que el mismo sentía contra ese hombre y lo que había hecho —El señor Kim, lo despidió... Jungkook intentó detenerlo... Todos éstos dias, lo llevó a su límite, no ha salido de la oficina de ese hombre hasta ayer y... ¡Mierda! ¡Todo lo que hizo en su vida, fue por él! Y así... Así le paga, ¡él solo intentaba ayudar! ¡Hizo su trabajo! Jungkook es...— Su poca compostura, se quebró, la angustia que esperaba ver en esos hermanos, terminó por reflejarla él, porque algo en lo que nunca fue bueno, era en ocultar su más profundos sentimientos.
Namjoon reaccionó primero, se acercó a él, preocupado, y le pidió varias veces que se calmara, que intentara regular su respiración, y que les explicara mejor esa situación que parecia irreal. En ninguna circunstancia les parecia imposible que su padre hubiera tomado una decisión tan irracional, como despedir a la única persona a quien le confiaría su vida. Había algo muy grave tras ello, y el solo imaginarlo, les preocupaba y aterraba de sobremanera.
—Mi padre... ¿Lo despidió? No es posible... Solo, ¿qué fue lo que hizo Jungkook?— Seokjin no midió sus palabras al hablar, dada su gran sorpresa, pero sin esperarlo, logró una irritada y hasta agresiva respuesta de Hoseok.
—¡¿Qué fue lo que hizo?! ¡Fue lo que tu padre le obligó hacer! Jungkook quizo salvarlos, de no ser por él, Yoongi y Taehyung...
—Hoseok, por favor, no te entrometas en esto— No notaron su presencia hasta su repentina interrupción. Los gritos lo despertaron por más cansado que se encontraba, y una de sus manos, tocó con cuidado el hombro del amable hombre que lo defendió y acogió en su hogar, intentando también calmar su notoria molestia. Notó su afligida mirada al verlo, una que era similar a las preocupadas de los hermanos, y sabía que la razón era su pálido, débil, y enfermo aspecto —Su padre fue a por ellos... Taehyung había dejado para ese momento el hospital, y los encontramos a ambos en su departamento. Él insistió en que se alejaran, y les ofreció dinero por ello, pero Yoongi... Se negó— Fue una pausa solo de segundos, pero fueron los suficiente para que Seokjin entendiera a qué se refería, cuando se trataba de su cruel padre —Fue difícil, pero al final, aceptaron y...
—¿Fue dificil? ¿por qué?¿cómo aceptaron, Jungkook?— La dura voz de Seokjin se oía cada vez más nerviosa y preocupada, y con el pasar de los segundos, todo empeoraba más y más —Por favor, ¿dónde los envió, Jungkook? ¡¿a dónde están?!
—No lo sé, intenté rastrearlos pero él... No me lo permitía, no quería que se los dijera, no quiera que ustedes lo supieran... Lo siento...
—No quiero disculpas. Ha pasado un mes desde que eso ocurrió. Conozco a mi padre... Y conozco a Yoongi, ¿que le hicieron? ¿cómo aceptó?— Ya se encontraba de pie, tan agitado y desesperado, que invadía sin notarlo, el espacio personal del joven enfermo, sosteniéndolo por los hombros mientras lo mirada alterado.
No se encontraba bien, estaba enfadado, y tanto Namjoon como Jungkook, no se atrevieron a detenerlo, el primero por la conmoción que sentía tras esa explicación, y el segundo, porque no tenía la valentía de afrontar una situación por la qué lo consumía la culpa. Al final, solo Hoseok se interpuso entre ellos dos, molesto por su reacción, temiendo que en su confusión y enojo, Seokjin le hiciera algo a su amigo.
Entre ellos hubo un cortó enfrentamiento de palabras, y lo único que Jungkook llegó a hacer, fue observar a Namjoon, estaba aterrado de su reacción, y se sentía vulnerable ante toda la situación, pero cuando su mejor amigo le devolvió la mirada, y suspiro, compasivo, intentando contener sus lágrimas, y aún así, tranquilo, su corazón se retorció de dolor.
—¡Fue él, Seokjin! ¿Quieres un culpable? ¡Habla con tu padre!— El silenció invadió ese tenso hogar, por solo un segundo, y cuando Seokjin salió apresurado de allí, sin despedidas o quejas, nadie se atrevió a detenerlo.
El ambiente se volvió más ameno cuando él abandonó el lugar, Hoseok intentó calmar la molestia que Seokjin le ocasionó, miró a Namjoon, solo para verificar cómo se encontraba, y si iba a tomar la misma posición que su atrevido hermano mayor, a lo que notó que solo se acomodaba en su lugar, y murmuraba para si mismo, posibles insultos para el maleducado de Seokjin.
—Lamento su reacción, él es infantil— Él tocó su cabeza con su propia mano, frustrado por la previa situación, pero procuró incorporarse y continuó —Hoseok, quiero hablar con Jungkook, a solas... Por favor— Fue repentino, e iba a negarse al oírlo, pero cuando Jungkook le rogó con una sola mirada que los dejara, al final accedió agotado, y terminó por abandonar la sala de estar —Continúa... Sé que Seokjin no te permitió terminar— La sutil sonrisa de Namjoon, se mostró junto con un pequeño gesto, que le pedía que se sentara a su lado. Él lo entendió, y temeroso, obedeció en ambos pedidos a su amigo.
—Ese día... Sostuve a Taehyung mientras el veía a Yoongi siendo... Convencido por él, fueron solo minutos, pero no pude verlo más, e intenté detenerlo. Tu padre se molestó mucho, pero al terminar, les perdonó la vida. Al final, cuando salimos de su departamento, solo esperaba que me asesinara...— Un temblor recorrió su cuerpo, su voz se quebró sin razón, y se creyó incapaz de continuar, hasta que su amigo sostuvo su mano, y la presionó con cuidado y calidez, animándolo a seguir —Pero no lo hizo, su solución fue encerrarme en su casa, cumpliendo tareas sin sentido hasta desfallecer, sin mucha comida, sin descanso, sin comunicación... Namjoon, tu padre estaba aterrado de que se los contará... Se que suena extraño, pero tienes que creerme...
—Jungkook... Mi padre, ¿por qué impediría que supiéramos algo tan tonto para él? Su único interés en nosotros, es contar con reemplazos para el imperio que creó. No hay nada más.
Era difícil explicarlo, porque, por más que quisiera hacerlo, temía a su reacción. Estaba aterrado de contar sobre sus actividades, su espionaje, su más oculto trabajo, pero ya no estaba bajo el ala de ese hombre, y ya no era solo una de sus relaciones amorosas de dos días, era Taehyung, y más que nada, quería mostrarle su sinceridad y fidelidad a Namjoon, deseaba que su amigo supiera que ya no jugaría más del lado de su padre.
—Las secretarias de tu padre, Namjoon... No renunciaban porque Seokjin se acostaba con ellas, yo me encargaba de cada una de ellas... Tus parejas fugaces, las conozco a todas, hasta el más mínimo coqueteo que tuviste, toda información, nada podía persudiarme... Me deshice de todos, dinero, estorciones, amenazas— La comprensión de sus brillantes ojos, se desvaneció junto al agarre firme de su mano. Fue una reacción natural de sorpresa, pero logró que Jungkook dudara más de sus propias palabras, y temiera a lo que ocurriría si continuaba —Al viejo les importan, no dudaba al pedírmelo porque los quieres de una retorcida y asquerosa forma. Hasta cuando me ordenó llevarlo a la exposición de Yoongi, él lo dijo... Que nadie merece a sus hijos.
Intentó asimilarlo, poner sus ideas en orden como fuera posible, pero lo recordaba, recordaba como sus ocasionales parejas ya no le llamaban, ya no lo buscaban, ya no querían saber nada de él; como si no existiera, como si hubiera hecho algo incorrecto. Y dolía, por más que aceptara que no era nada, que pasar por tantas camas era simplemente insignificante, a veces quería, a veces sentía una conexión, a veces creía que podía soñar con un amor, pero la idea se desvanecía en solo días. Ahora entendía todo, mucho mejor, y al mismo tiempo, pensaba en sus nombres, en como unos billetes, una extorsión, o un arma en la sien, los obligó a mentirle, a dejarlo, a fingir que nada paso.
—Pero... Todo ellos... ¿qué hay de Taehyung? ¿o Hoseok? Se quedaron...
—Tu padre te creyó cuando mencionaste que Taehyung era solo un pasatiempo... Y Hoseok, su familia es su socia, por más que la idea le desagradara, no pudo hacer nada. Eso le hice creer...— Por primera vez, su mirada fue firme a la de su amigo, y juntó la poca valentía que aún le quedaba, para continuar con seguridad y sinceridad hasta el final —Lamento tanto todo lo que hice, Nam, créeme, cada acción hasta este momento, fue un error... No conocía nada más que obedecerlo, debí confiar más en mí, en lo que creía correcto, en lo mejor para ti... Eres mi mejor amigo, el único que tengo... Lo siento tanto.
No podía hablar más, no quería verlo, estaba asustando, preocupado, temía notar la decepción, enojo y desprecio, de la persona que más quería, la única que siempre lo vio con ojos de amor, un amor fraternal y único, uno que ni una sola vez su familia le mostró, pero nada de eso ocurrió, porque si Namjoon no podía odiar ni a su exigente padre, mucho menos odiaría a su mejor amigo.
Su corazón se detuvo cuando sintió como el apoyó su cabeza, en su propio hombro con cuidado y confianza, suspirando para calmar el ambiente, y dándole a entender, que todo estaba bien.
—Te perdono, por favor, ya no vuelvas a poner ese rostro... Aún tienes la misma mirada llorosa de cuando éramos niños— Intentó buscar su atención, soprendido por lo fácil que fue obtener su perdón, pero Namjoon mantuvo su mirada perdida en algún lado del piso, aún dolido por lo que había escuchado —Conozco a mi padre, y te conozco a ti, eso me basta— No podía verlo, pero lo oía, escuchaba como su grave voz se entrecortaba, y Jungkook podía asegurar que estaba al borde de un doloroso llanto —Además, de todas esas persona, solo estoy interesado en uno... Aún así, Taehyung me escribió esa cartas antes de encontrarse con mi padre... Siempre quiso dejarme— Era cruel, el solo escuchar como su amigo se desbordaba en tristeza no por lo que había hecho, sino por alguien que aún creía inmerecedor de su dolor, le partía el corazón —Jungkook, soy un idiota, quiero dejarlo y no volver a verlo jamás, pero al mismo tiempo, quiero decirle que lamento lo que mi padre le hizo, y que lo amo... Solo... No puedo dejar de imaginarme lo que sufrió.
Las brazos fuertes de Jungkook lo rodearon, ya sin poder evitarlo, apresurados, asustados, preocupados, esperando que fuera lo suficientemente reconfortante para su amigo, sintiendose culpable porque él lo vio, vio en primera fila el dolor de Taehyung en ese momento, y por mucho que lo detestara, ver a su amigo así, era devastador.
Debía hacer algo, debía buscar a esos artistas, y devolver la felicidad y brillo que debosdaban de forma natural ambos hermanos, únicamente con ellos, una que le costaba admitir, apreciaba con todo su ser.
—Ese viejo va a aceptarlo, aunque tenga que forzarlo, Namjoon, va a hacerlo...
Su amigo rió, alegre, pensando en su palabras como un broma infantil, que tenía como objetivo animarlo, pero no podría estar más equivocado, porque estaba decidido a enfrentarse a ese hombre, aunque debiera morir en el proceso.
💐
Dios, han pasado tantos meses, lo siento, tuve un bloqueo, pero ya estoy aquí, con un capítulo con mucha información importante. 👀
Tengo el siguiente capítulo, solo debo editarlo, pero no tardaré mucho en actualizar, mientras, si tienen opiniones o preguntas sobre este, por favor, no duden en hacerlas, que ya saben que adoro los comentarios. 💖
Gracias por leer, besos, besitos. ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro