La mañana siguiente amaneció brillante y temprano. Megumin, sin embargo, no lo hizo. Tradicionalmente dormía hasta tarde y normalmente salía corriendo por la puerta en el último instante. Ese día, sin embargo, la despertó un movimiento y un ruido justo fuera de las cortinas de su cama. Sacó la cabeza y parpadeó ante la luz de la mañana.

"-42, 43, 44-"

"¿Qué estás haciendo?" Megumin bostezó, parpadeando hacia Darkness, que estaba ocupada haciendo flexiones.

"Ya te lo dije", gruñó Darkness, sin detenerse mientras el sudor corría por su frente. "Estoy entrenando, como lo hago a diario".

Una de las cortinas de la cama se abrió a un lado y una chica de piel oscura y ascendencia india corrió hacia el baño. "¡Primera ducha!"

"¡Ey!" Megumin chilló, indignada de que alguien intentara usurpar su lugar como la primera en usar el baño, aunque no se sorprendió. Incluso Yunyun había luchado por el privilegio del primer baño.

Desafortunadamente, Parvati no solo tenía una hermana gemela, sino también una mayor, y estaba mucho mejor preparada para la primera de lo que se convertiría en la Batalla Real diaria en el baño. Megumin era la única otra que parecía saber que eso iba a ser algo cotidiano, ya que Hermione, Lavender y Darkness eran todas hijas solteras.

Las chicas se ordenaron y Megumin bajó a desayunar con las otras cuatro. Lavender y Pavarti parecían mirar a Megumin con no poco asombro, ya que provenían de familias mágicas. Sin embargo, también parecieron darse cuenta de que Megumin estaba bastante enojada. Esto estaba algo de moda y era normal para una joven bruja, pero ninguna de las chicas parecía especialmente interesada en compartir los delirios de Megumin.

"No vas a volver a enfermarte, ¿verdad?" Exigió Hermione mientras se acercaban a las mesas, ya cargadas de comida.

"¡Debemos tomar un desayuno saludable, con muchas proteínas y frutas y verduras saludables!" Declaró Darkness.

"Hmph. Veo muffins y bollos. Eso suena mucho mejor", dijo Megumin, con la boca hecha agua un poco.

"Vas a enfermarte otra vez", dijo Hermione con una voz cantarina extremadamente molesta. Megumin la miró fijamente, pero Darkness asintió.

"Como tus amigas, no podemos permitir que tengas una dieta tan pobre, Megumin. Ven, los frijoles y los tomates fritos son un buen desayuno. Podemos acompañarlo con un poco de leche para fortalecer los huesos".

"¡La leche también es buena para tener dientes sanos! Los dulces, en cambio, son horribles. Tendrás caries. Te cepillaste el cepillo y usaste hilo dental, ¿no?"

"¡Un Demonio Carmesí depende sólo del poder de su voluntad para mantener sus dientes limpios!" Megumin se rió.

Hermione suspiró. "Olvidaste tu cepillo de dientes, ¿no?"

"Simplemente me olvidé de empacarlo porque cepillarse los dientes es una pérdida de tiempo", resopló Megumin mientras se sentaban.

"Bueno, traje extra. Siempre puedo pedir más a mis padres, son dentistas, ¿sabes? Cuida tus dientes, son los únicos que tendrás".

"¡M-megumin!"

Megumin levantó la vista de su plato de frijoles y tomates para encontrar a Yunyun flotando detrás de ella. "Buen día. ¿Qué deseas?"

"Yo, yo sólo... ¡no te he visto en toda la noche! ¿E-estás bien?" Yunyun preguntó desesperadamente.

"Estaré bien. ¿Por qué estás aquí? Esta es la mesa de Gryffindor. Perteneces a la mesa de NPCs", dijo fríamente Megumin.

"P-pero-"

"Cuidaremos de ella, Yunyun. Ve a sentarte en tu casa", animó Darkness. "Nos vemos más tarde. Tendremos Herbología con Hufflepuff más tarde".

"Um, um, um", Yunyun miró desesperadamente a Megumin, pero ella había comenzado a meterse comida en la boca.

"¿Hay algún problema, querida?"

Megumin se congeló, con el tenedor a medio camino de su boca. Lentamente se giró para encontrar el rostro severo de la profesora McGonagall mirándola.

"B-bueno, um, vi a Megumin enfermarse, y, bueno, ella no tiene muy buen autocontrol, y me preocupaba que ella-"

"Estoy segura de que la señorita Potter ha aprendido la lección y comerá como una verdadera dama. ¿No es así, señorita Potter?" Preguntó McGonagall.

Megumin asintió con cuidado, masticando toda la comida en su boca antes de tragarla y darle al profesor una débil sonrisa.

"Bien. Ahora ve a buscar tu propio desayuno, niña. Tu primera clase será Transfiguración conmigo. No te preocupes, tu prima está en buenas manos. Estoy segura de que la señorita Granger y la señorita Longbottom cuidarán de ella".

"Sí, señora", corearon las dos chicas.

Yunyun parecía decepcionada, pero ante la autoridad adulta, corrió de regreso a la mesa de Hufflepuff. Terminó sentada en el borde de la mesa más cercana a la puerta, cogiendo nerviosamente un plato de avena e incapaz de hablar con el chico hablador que estaba sentado a su lado.

Megumin rápidamente se olvidó de su prima por el entusiasmo por su primera clase, que era pociones.

"¡Prepararé un elixir poderoso, uno que me otorgará visión desde el tercer ojo!" Megumin se jactó.

"Escucha, primo", espetó Percy el Prefecto mientras escoltaba a los de primer año a su clase. "¿Crees que McGonagall es mala? Snape es un verdadero terror. Odia a todos los Gryffindors y le encanta hacer que los leones novatos se orinen solos".

"¿Cómo supiste que te orinaste Perse?" Exigió Ron, luciendo bastante malhumorado por que su hermano mayor lo acompañara a su primera clase.

"¡No soy un simple mortal, sino un Demonio Carmesí! ¡Es este Snape quien dentro de poco se mojará de terror al verme!" Megumin se jactó.

"Dos hoces se orina ella misma antes del final de la clase".

La columna de Megumin se puso rígida y se giró hacia el trío de chicos que corrían hacia ellas. "¡Kazuma!" 

"Sí, sí, ese es mi nombre. No lo gastes", dijo Kazuma con una reverencia exagerada.

Megumin estudió a Kazuma y luego asintió. "Lo has hecho bien hasta ahora. Continúe con esto y el honor de ser mi némesis será suyo".

Kazuma medio perdió un paso, tropezando con su propia túnica. Dust dejó escapar un gemido cuando chocó contra Kazuma, agitando su brazo mientras intentaba estabilizarse. Logró atrapar a Draco, a quien tiró. Draco embistió a Kazuma, completando la caída enviándolos a los tres al suelo en un montón.

"Hmph. Vergonzoso. Y pensar que casi eras digno", suspiró Megumin. "No eres más que un patán torpe, Kazutrash".

"¡Maldita sea, chicos! ¡Arruinaste todo!" Kazuma les siseó a los otros dos chicos.

"¿A mí? ¡Tú eres el idiota que tropezó, Crabbe!" Draco gruñó.

Los tres chicos se pusieron de pie, mirándose con dagas el uno al otro, sólo para gritar de dolor cuando el prefecto de Slytherin que estaba con ellos los golpeó a todos en la nuca.

"Dejen de hacernos quedar mal frente a los Gryff, idiotas. Actúan así en pociones y Snape les comerá vivos".

Riendo, Megumin y los otros Gryffindors se apresuraron a entrar a la sala de pociones, con los Slytherin detrás de ellos. Megumin se sentó con Ron, quien se reía para sí mismo.

"Bien con Kazuma. Es un verdadero imbécil, él y esos tres. Un montón de imbéciles ricos", le dijo.

"¿Oh? ¿Son nobles?"

Ron hizo una mueca. "Seguirán hablando de las 'casas antiguas y nobles', pero son un montón de tonterías. A la gente le gusta hablar de linajes mágicos, pero mi padre dice que todo es una tontería".

"Eso es desafortunado, un aristócrata adecuado sería un excelente rival. Necesito a alguien con la motivación adecuada y una conexión con Voldemort para que sea mi némesis".

Ron le dio a Megumin una mirada escéptica, pero antes de que la conversación pudiera continuar, la puerta al fondo de la habitación se abrió de golpe y una figura con una capa oscura entró en la habitación.

Megumin se giró, sus ojos brillando de emoción. ¡Finalmente! ¡Alguien que entendiera una entrada adecuada!

"No habrá varitas tontas ni encantamientos tontos en esta clase", siseó Severus Snape mientras caminaba entre los estudiantes, mirándolos con furia.

Para Megumin, Snape parecía un villano clásico. Al ver su larguirucho cabello negro, sus cejas imperiosas, su nariz aguileña e incluso su perilla, suspiró feliz y finalmente reconoció a su igual. Ella ignoró su discurso en su mayor parte, aunque apreció los gestos dramáticos y las expresiones faciales que empleaba Snape. En verdad, este era un hombre digno.

"¡Señorita Potter!"

Las palabras de Snape sacaron a Megumin de su ensoñación y le sonrió con entusiasmo. "¿Sí?"

Snape parpadeó, no estaba acostumbrado a tener un estudiante, especialmente uno del primer día, que parecía tan completamente emocionado de ser llamado por él. Aún así, siguió adelante con su discurso preparado. "Dime, ¿qué obtendría si a una infusión de ajenjo le añadiera raíz de asfódelo en polvo?"

"¡Uno crearía un brebaje místico y mortal, uno que sea capaz de atrapar a todos los que lo beben, haciendo que se conviertan en alguien que está muerto!" Megumin respondió, sus ojos rojos brillando de emoción. "¡Porque tal brebaje puede resultar en una sola poción, si el creador tiene la habilidad adecuada!" Hizo una pausa para causar efecto y luego declaró: "¡El trago de la muerte en vida!"

"Hmph. Fue una suposición afortunada", se burló Snape. "Quizás otra pregunta: ¿dónde buscarías si te pidiera que consiguieras un bezoar?"

"¡Acecharé hasta la granja más cercana, inspecciono sus cabras y encuentro entre ellas un sacrificio digno!" Megumin respondió. "Luego, cuando fuera el momento adecuado, masacraría a la pobre criatura y arrancaría de lo más profundo de su estómago una piedra de grandes y potentes propiedades: ¡una que puede curar cualquier veneno!"

Luego hizo una pausa, considerando. "Sin embargo, si me pidieran un Bezoar, también podría señalar que sacrificar una cabra para obtener una piedra es repugnante y bastante aburrido".

Al lado de Megumin, Ron gimió y trató de hundirse en su taburete para esconderse.

"Aburrido. ¿Encontró una panacea que pueda curar cualquier veneno que sea aburrido, señorita Potter?" Snape gruñó.

"¡Sí! ¡Hay curativos mucho más interesantes! Por ejemplo, un Fénix es una criatura mucho más rara e interesante, y un frasco de sus lágrimas tiene casi las mismas propiedades que un bezoar, ¡aunque su obtención es espectacular! Las Lágrimas de Fénix también se describen en nuestro libro de texto como un ingrediente clave en el Borrador de Restauración, que también puede curar cualquier veneno, pero como es mucho más difícil de obtener, ¡es claramente superior!"

Ahora Snape miró a Megumin con algo cercano a la incredulidad. "Y, en tu sabiduría como estudiante de primer año que aún no ha preparado ni siquiera una poción para eliminar forúnculos, ¿crees que la rareza de una poción determina su potencia?"

"¡Por supuesto! Como el Genio Principal del Clan Demonio Carmesí, conozco bien una variedad de pociones y sus efectos, como la poción de Forma Gaseosa, que permite a uno convertirse en vapor, deslizándose a través de las grietas más estrechas".

"En realidad." Los labios de Snape se torcieron en una sonrisa. "Y supongo que, si te lo pidiera, ¿podrías prepararme esa poción?"

"Naturalmente", se jactó Megumin. "¡No soy conocida como la genio más destacado del Clan Demonio Carmesí por nada!"

"¿Es eso así? Muy bien. El resto de la clase estará preparando una poción sencilla para eliminar los forúnculos hoy. Usted, señorita Potter, deberá prepararme esta poción en forma gaseosa. Espero sus resultados, señorita Potter".

"¡Los tendrás!" Megumin se levantó, agarró a Ron y lo arrastró con ella hasta el fondo de la habitación. "¡Ven, asistente! Comenzaremos la elaboración de la cerveza".

"¡¿Qué?! ¡No me ofrecí como voluntario para esto!" Protestó Ron.

"No, te lo dijeron. Ahora, ayúdame a localizar los ingredientes adecuados: primero, necesitaremos los siguientes elementos: ¡alas de duende en polvo, un frasco de mercurio tocado por la luna y la madera de un roble antiguo!"

Como era de esperar, Ron no tenía ni idea de qué eran esos elementos. "Sé cómo hacer una poción para eliminar los forúnculos, me enseñó mi madre. Hagamos uno de esos", rogó Ron mientras Megumin revisaba los gabinetes que Snape abrió para ellos.

"¡No, eso implicaría admitir la derrota! ¡Ah, ja! ¡Alas de duendecillo en polvo! ¡Estos deberían funcionar!"

"¿Cómo diablos sabes siquiera cómo hacer esta poción de gas? ¿No fuiste criada por muggles?" Exigió Ron mientras Megumin comenzaba a entregarle cosas para llevar.

"Sí, pero se me permitió visitar Pociones y Borradores Mágicos, ¡donde vendían una variedad de tomos místicos! Como soy increíblemente rica, compré todos los libros necesarios para el plan de estudios de Hogwarts".

"¡Idiota, todos lo hicimos! ¡También tengo una copia de Pociones y Borradores Mágicos!" Ron gimió. "¡No creo que ni siquiera mencione una poción gaseosa!"

"¡Es una poción de forma gaseosa! O, como lo llama Moste Potente Potions, un elixir de Vapore Bodye."

"¿Qué? ¡Ese es un libro de texto para séptimo año! ¡Bill tenía uno!" Protestó Ron.

"Sí, pero he leído el libro y, como tal, ¡estoy preparada!" Megumin levantó la vista del armario. "¡Profesor! ¿Dónde está tu caldero de bronce? ¡La receta requiere uno y yo sólo tengo uno de peltre!"

"Bueno, ese sería un problema que tendrías que resolver, ¿no es así, Potter?", dijo Snape sedosamente mientras entrelazaba sus dedos y le daba a Megumin una sonrisa malévola.

"Hmph. ¡Lavanda! ¿Tienes una horquilla?" demandó Megumin.

"Eh, ¿sí?" La otra chica sacó una horquilla de repuesto y se la dio a Megumin.

"¡Excelente!" Megumin corrió hacia un gabinete de suministros cerrado con llave y comenzó a forzar la cerradura.

"¿Qué crees que estás haciendo?" Snape gruñó, apresurándose y tomando la mano de Megumin. "¡Ese gabinete contiene materiales restringidos!"

"Sí, pero me dijiste que resolviera mi problema, y ​​así lo hice", señaló Megumin. Extendió la otra mano y abrió la puerta. "¿Ves?"

"¡¿Qué?! ¡Pero lo tenía bajo un hechizo de bloqueo avanzado! ¡¿Qué hiciste, Potter?!" demandó Snape.

"¡Ja! ¡Has caído en uno de los clásicos errores mágicos! ¡Empleaste un medio mágico de protección, pero no lograste protegerte contra uno más mundano!" Megumin se rió. Extendió la mano y agarró un caldero de latón del estante inferior con la mano libre. "¡Ahora solo necesito un frasco de mercurio tocado por la luna!"

"Ese es un artículo restringido", gruñó Snape.

"Bueno, es necesario para una poción de forma gaseosa. Entonces, ¿quieres que haga la poción o no?" Megumin resopló.

Durante un largo momento, Snape miró a Megumin con los ojos entrecerrados. Luego le soltó la mano, extendió la mano y cogió un frasco de líquido plateado de un estante superior. "Si te envenenas, fracasarás en la tarea y dejaré que Madame Pomfrey te solucione".

"¡Soy Megumin Potter! ¡Nunca fallo!" Megumin se jactó. "¡Ven, Ronald! ¡Debemos mostrarles a estos tontos cómo elaborar un verdadero pocionero!"

"No estoy con ella", le dijo Ron a Snape. "Honesto. Haré la poción para eliminar ebullición, señor. Por favor, déjame..."

"¡Ronald! ¡No volveré a preguntar! ¡Ven o te lanzaré a Chomusuke esta noche!"

"Oh, maldito infierno. Mira, intentaré asegurarme de que no haga volar todo el laboratorio, ¿de acuerdo?" Ron gimió y se apresuró a regresar a su mesa.

Alegremente, Megumin comenzó a preparar cerveza, con Ron poniéndose un par de guantes de cocina pesados, un par de gafas viejas y atando un paño alrededor de su cara a modo de máscara.

"¿Qué te pasa, Weasley? ¿Tienes miedo de tu propia bebida? Malfoy llamó mientras él y Kazuma preparaban su propia poción simple.

"No es la poción lo que me preocupa, tonto. Es ella", respondió Ron.

"¡Sí, todos deberían temer mi conocimiento oscuro y mis poderes místicos!" Megumin se rió. "¡Ahora, Ronald! ¡Le he dado seis medias agitaciones! ¡Empieza a quemar la madera de roble y haz flotar las llamas sobre la poción mientras la mezclo en la dirección opuesta!"

Al final de la clase, casi todos habían logrado producir una poción medio decente para eliminar los forúnculos. Darkness casi había saboteado sus esfuerzos y los de Hermione al golpear las púas de puercoespín demasiado pronto, pero Hermione había sido lo suficientemente rápida como para evitar el desastre.

"Hmph. Supongo que este es un esfuerzo decente", dijo Snape con desdén, alejándose del caldero de las dos chicas. Miró el caldero de Kazuma y Draco, que no tenía la misma cantidad de humo rosado, el de ellos tenía un tinte ligeramente gris. "Excelente trabajo, Malfoy, Crabbe. Cinco puntos para Slytherin". 

"¿¡Qué!? Pero el de ellos no es ni mucho menos-" comenzó Hermione, pero Darkness la pateó debajo de la mesa.

"¿Pasa algo, señorita Granger?" Preguntó Snape, girándose para mirarla.

"...no señor", refunfuñó Hermione.

"Eso pensé. Ahora. A nuestra supuesta celebridad". Snape caminó hacia el caldero de Megumin, donde ella estaba retirando el caldero de bronce del fuego.

"¡Esta terminado!" Declaró Megumin. Echó un poco de brebaje negro en un frasco y lo levantó. "¡Mirad! ¡Una poción de forma gaseosa!"

Dentro del vial, se podían ver débiles remolinos, como si la poción estuviera hecha de humo espeso. La parte superior burbujeó y la poción comenzó a evaporarse rápidamente.

Snape tomó el frasco, sosteniéndolo hasta una fosa nasal mientras Ron vertió frenéticamente el resto de la poción en un frasco y luego lo tapó. El profesor resopló y luego apartó el frasco. "Esto es..."

Megumin sonrió emocionada cuando Snape se quedó boquiabierto y los otros estudiantes jadearon en shock. La mayoría esperaba que Snape les fallara, y Kazuma había estado apostando a que Megumin sería expulsada en el acto.

Snape se recompuso y luego bajó el frasco y se lo arrojó a Megumin. "¡Completamente inútil! ¡Es completamente inestable! ¡No lograste unir adecuadamente el humo con el mercurio, tu fuego estaba demasiado caliente y lo agitaste con demasiada fuerza! ¡Mira qué rápido desaparece! ¡Si bebieras esto, te disolverías por completo y morirías!"

"¿Qué? ¡No, es perfecto!" Megumin le quitó el segundo frasco a Ron, intentando descorcharlo y beberlo.

"¡Niña tonta! No-"

Pero fue demasiado tarde. Los esfuerzos de Megumin hicieron volar el corcho y la poción se derramó sobre ella y Ron. Sus túnicas comenzaron a humear y a hervir, y la tela se vaporizó.

"¡IDIOTA!" Snape sacó su varita y gritó: "¡ AGUAMENTI!"

Tanto Megumin como Ron fueron estrellados contra el suelo cuando Snape los lavó vigorosamente con una manguera y su poción se lavó en el chorro de agua.

"¡Cincuenta puntos menos para Gryffindor, niña tonta!" Snape gruñó. "¡El resto de ustedes, fuera, fuera, AHORA! ¡No lleves tus suministros, vete! ¡Malfoy!"

Pero Malfoy ya estaba corriendo hacia la puerta y sin detenerse. Snape extendió la mano y agarró a Kazuma por el cuello antes de que él también pudiera huir.

"¡Traigan a Madame Pomfrey, inmediatamente!" Snape ladró.

"S-sí señor", tartamudeó Kazuma, y ​​salió corriendo detrás de los otros de primer año.

Snape se giró y sacó a Ron y Megumin de sus túnicas, luego los lavó a ambos nuevamente con mangueras solo en calzoncillos y camisas.

"¡Maldito vil! ¡No toleraré esto!" Megumin jadeó.

"¡Callate idiota! ¡Está tratando de salvarnos la vida!" Ron jadeó a través del chorro de agua.

Eso llamó la atención de Megumin, y ella simplemente se quedó allí, temblando mientras Snape continuaba mojándola a ella y a Ron.

Después de lo que pareció una eternidad, Madame Pomfrey llegó y Snape le pidió que realizara una inspección minuciosa tanto de Megumin como de Ron.

"Bueno, parece que actuaste bastante rápido, Severus. ¿Una poción fallida, dices? No es propio de ti dejar que los de primer año hagan algo tan peligroso", dijo la enfermera de la escuela en tono gélido.

"Los estaba monitoreando. Si la chica tonta no hubiera actuado tan precipitadamente, no habría habido ningún problema", dijo Snape, cruzando los brazos sobre el pecho.

"Hmph. Bueno, los llevaré a ambos de regreso a los dormitorios de Gryffindor. Ustedes dos tienen suerte de no estar muertos o medio fumando en este momento. Vengan entonces". Pomfrey envolvió a Ron y Megumin en toallas, secándolos y preservando la poca dignidad que le quedaba a Ron, ya que Megumin nunca tuvo ninguna para empezar.

Cuando se fueron, Snape se deshizo de los restos de sus túnicas desapareciendo, luego se sentó en su escritorio, dejando que su corazón se desacelerara. Miró valorativamente el caldero, que ahora estaba completamente vacío, ya que la poción mal mezclada se había evaporado. Sacudió la cabeza y dejó escapar un profundo suspiro. Sacó un relicario que mostraba la imagen de un joven pálido con cabello oscuro junto a una joven con rizos rojos. Ambos tenían parches en los ojos y posaban juntos, con las palabras "Clan Demonio Carmesí" debajo.

Sacudiendo la cabeza, Snape cerró el relicario y se dispuso a prepararse para su próxima clase. 

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Esta obra es solo una traducción. Autor original:

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