La silueta de mayor tamaño se movió a un lado descendiendo por el tejado. Win dio un paso hacia la mansión justo en el momento en que el faro de la moto barría la maleza del suelo y perdió de vista a los intrusos.

-Quédate con mi padre, Nunew y yo iremos a echar un vistazo.

-¿Vamos de caza? Aquí huele a vampiro — comentó al quitarse el casco.

La rama de un árbol crujió ante el peso de unos pies, Win localizó la sombra y sabía que incluso a esa altura podría atraparlo, entonces escuchó la suave risa de su novio casi en su nuca.

-Para ya, Zee, o va a atacarte de verdad.

La silueta se escurrió entre las ramas y aterrizó con aplomo. Un hombre tan alto como él se encontraba delante suya con una enorme sonrisa, su pelo era tan negro como la más oscura de las noches y sus ojos un reflejo idéntico de los de Bright. Su novio se acercó a su espalda y murmuró.

-Él es Zee, el problemático de mi hermano -dijo con cariño.

-Así que lo que dice papá es verdad, vives con un licántropo-hizo una pausa y señaló a Nunew que le miraba entre el estupor y el recelo, pero ¿por qué hay dos? Nadie nombró a otro.

-Soy el segundo al mando del alfa — afirmó señalando a Win con la cabeza.

-Entiendo-se giró de nuevo a Win-. ¿Wesley, no?

-Win-corrigió.

-Eso– musitó con cara de haber metido la pata.

Un cuerpo aterrizó a su lado. Bufó molesto por el juego que estaban creando los vampiros, pero ya la esperaba unos minutos atrás.

-Hola– saludó de manera cantarina, el chico la miró de reojo antes de asentir, la vampira era realmente preciosa. Win guío a su padre a la entrada

-Les enseñaré sus habitaciones mientras vosotros os reís a nuestra costa —comentó al pasar al lado de Bright, si algo había aprendido de los vampiros era lo orgullosos y arrogantes que podían llegar a ser, sabía que habían ideado esa forma para tratar de asustarles. Bright se sintió incómodo al leer el malestar en su chico.

Win les iba explicando donde quedaba cada parte y los lugares que más frecuentaba. Les condujo a su antigua habitación donde se instalaría  Nunew durante un par de noches, lamentaba que arriba sólo contaran con una habitación más.

-Menos mal que aquí no huele tanto a vampiro, un poco más y empiezo a estornudar-bromeó su amigo.

-Me siento aliviado de que estéis aquí, no creo que aguante otra jornada familiar después de lo que pasó con su padre.

-No le des vueltas, hijo. Es tarde vamos a la cama.

-Claro, te llevo en seguida -miró a su amigo con preocupación. ¿Estarás bien aquí?

-De lujo. Buenas noches.

El chico cargó a su padre y le llevó a la primera habitación, quedaba más cerca al pasillo de los muñecos. Se despidieron y él se dirigió a su cuarto. Casi una hora después de estar en la cama notó como el colchón se hundía y una mano le acariciaba el pelo.

-Lo siento-él se removió tratando de alejarse de su mano.

-Quiero dormir.

-No sabía que iban a venir -Win respiró resignado y se sentó con velocidad.

-Pero les has olido ¿no? Debes dar gracias a que tenemos autocontrol sino les habríamos hecho daño, pero era más gracioso poner nuestros instintos a prueba.

-Confiaba en que no pasaría nada.

—Mañana hablamos, cansado no soy capaz de pensar y puedo enfadarme.

-Claro, de nuevo te pido disculpas -se inclinó para besarle y se encaró hacia la puerta.

-¿No vas a quedarte?

-Mis hermanos me están esperando en el jardín -Win le mantuvo la mirada sin creérselo, siempre dormían juntos o él se quedaba a su lado mientras dormía, lo hizo hasta aquella primera vez que le resultó incómodo y ahora se largaba sin más—. Win... -levantó la mano para silenciarle tapándose hasta la cabeza con la manta.

Una sacudida le sacó de lleno del sueño, el sudor le cubría la frente y el torso, odiaba las pesadillas. Rodó buscando el cuerpo de Bright pero la cama estaba vacía, bufó abrazando la almohada. Pero los sonidos que escuchó en la pesadilla se percibían en la casa, parecía que alguien estaba andando de un punto a otro en la parte de abajo, consultó el reloj, ni siquiera eran las seis de la mañana. Se levantó con el pensamiento de que Noir vagaba por la mansión.

Al llegar al pie de la escalera vio a Nunew en mitad del vestíbulo buscando con la mirada el origen del ruido.

-¿Qué es eso? —preguntó el más joven.

-No lo sé– se dejó guiar por lo que oía hasta llegar a la sala de música, con precaucion abrió la puerta con Nunew listo para lo que fuera a su espalda. En el interior encontró a Jan yendo de un lado para otro con varios cuadros y vajillas. Zee permanecía tirado en un sillón preso del aburrimiento. –¿Se puede saber que pasa aquí?

-Buenos días, Winie -dijo ella.

-¿Buenos días? Ni siquiera ha amanecido, apenas llevo durmiendo tres horas.

-Es verdad, tú duermes– susurró la chica.

-Por favor ¿podéis dejar eso para más tarde?

-Pero es una sorpresa para Bright.

-Necesito dormir-pidió.

-Será un momento-añadió Zee—. Tiene prioridad ya que es la casa de la familia-dijo sin querer sonar pedante.

-También vivo aquí- Win puso los ojos en blanco dando por terminada la conversación, se giró con su amigo camino a su antigua habitación.

-Creo que no dormiré en toda la noche– Win asintió de acuerdo con su amigo al tiempo que se lanzaba boca abajo en la cama - ¿Cómo se puede fastidiar a un vampiro?

-Con sangre y vulgaridad.

-Serás un gran alfa experto en los fríos.

-Tengo hambre-cortó-. ¿Qué tal si comemos algo?

Habían devorado tres tostadas y medio tazón de cereales cuando Bright entró a la cocina por el jardín.

-Buenos días-saludó a Nunew, luego se situó a la espalda de Win y le dio un beso en la cabeza-. ¿Cómo has dormido? — tenía la boca llena de cereales por lo que le pasó la respuesta a través de su mente. –Lo lamento, chicos. Iré a ver que se traían entre manos ¿continúas molesto?

-No, tengo que acostumbrarme a que mi novio es un insomne.

Bright sonrió aliviado y agradecido, apretó su mano con cariño y salió en busca de sus hermanos dispuesto a echarles una buena charla por molestar a su novio. Al abrir la sala de música encontró a Jan de espaldas a él, al oír la puerta se giró decepcionada.

-Sabía que ese chico me arruinaría la sorpresa.

-Lo raro es que haya sido tan benévolo cuando le hemos despertado -dijo Zee con burla.

-De hecho Win no me ha dicho nada, pero sigo sin entender qué hacéis.

-Era una sorpresa-se quejó ella-. Estaba decorándola como tu estancia favorita de la finca.

-No era necesario, gracias.

-Todo ha sido en vano-la chica se cruzó de brazos en un amago de berrinche, los hermanos intercambiaron una mirada sabiendo lo que venía a continuación, Zee elevó los brazos en señal de retirada.

-Al fin de cuentas esto no era cosa mía - cruzó la puerta con paso rápido con la vista aún puesta en sus hermanos tanto que el choque le pilló desprevenido.

-¡Au!-se frotaba el brazo mientras le lanzaba una mirada de desaprobación.

-Segundo al mando -exclamó sin prestar atención a esa mirada.–Debería haberte olido llegar.

Nunew se cruzó de brazos, molesto.

-¿Estás tratando de insultarme? Porque tú tampoco es que huelas de maravilla -lejos de ofenderse se echó a reír.

-Nunca había estado tan cerca de un licántropo, siempre me contaron que érais inestables, agresivos y que estábais un tanto idos de la cabeza, ya sabes, locos.

-Sé lo que significa.

Puso los ojos en blanco y reanudó la marcha, la voz de Zee le detuvo de nuevo.

-Una cosa, segundo al mando. Ya que no me has verificado si esas cualidades son verdaderas quiero saber algo más.

-¿Qué?

-En la mayoría de los relatos de la mitología cuentan que los hombres lobos son más fuertes que los vampiros y puesto que cuando hay luna llena sigues siendo un humano, me preguntaba quién de los dos sería más fuerte.

Zee estudió al hombre frente a él, era como una especie de armario humano. Sus brazos y cuello eran demasiado anchos, sin embargo, él había aumentado un poco su masa muscular pero nada comparado con Win

-En mi forma lobuna tal vez pudiera hasta acabar contigo, como humano mi fuerza ha aumentado un diez por ciento ya que mi constitución sigue en desarrollo. Soy del eslabón más bajo de la cadena por lo que me quedan varios años para ganar fuerza en mi forma humana.

-¿Por eso pareces tan pequeñín al lado de Win, por qué él es el alfa?

-¿Y por qué no te enfrentas a Win en vez de a mí? —inquirió irritado.

-Porque Bright me mataría si le hago algo, además sé que Win es realmente fuerte, pero...

-Pero yo soy un pequeñín inservible -cortó para añadir una frase que le provocaba indignación, el vampiro contrajo los labios confundido-, al cual si le pasa algo a nadie le importa.

-Supongo que tu amigo sería el responsable de mi muerte. Oye, no hablaba con esa intención, simplemente era curiosidad.

-Busca otro lobo.

-Sois un poco cortantes -dijo con indiferencia mientras Nunew se alejaba, de repente se encaró a él.

-¿Qué? No dejas dormir a la gente más de tres horas porque como tú no duermes te importa un rábano que los demás lo necesitemos, me insinúas cosas con mi olor, con mi tamaño y mi fuerza y el cortante soy yo. No tenía otro momento para venir a la mansión y no coincidir-susurró la última frase, pero le daba igual que el vampiro la hubiese escuchado. Se alejó con grandes zancadas.

-Qué humor-soltó.

[...]

Cuando Win entró en la habitación lo último que esperaba era encontrarse allí con Bright, el vampiro yacía tumbado con la espalda apoyada en el cabecero y un libro en las manos. El chico recostó su cabeza en el pecho contrario, Bright dejó escapar una risa similar a un ronroneo y le besó la parte alta de la cabeza.

-¿Puedo dormirme aquí?– Bright deslizó el libro a un lado y rodeo la cintura de Win en un suave abrazo.

-Por supuesto– comenzó a pasar los dedos por el pelo de Win que había crecido bastante es ese mes de ausencia-. ¿Por qué a penas puedo ver tu mente? Es como mirar a través de un cristal opaco.

-Creo que es por el espíritu lobo. Los chicos decían que pueden oírse cuando entran en fase, pero conmigo es diferente. Escuchó sus palabras lejanas, solo con Nunew no existe ese abismo, hay una conexión muy fuerte entre nosotros -notó como el vampiro se removió bajo su peso para lograr mirarle.

-¿Estás queriendo decir que entre tú y yo no hay esa conexión?

-La hay, pero somo diferentes. Pienso que antes mi mente no tenía secretos para ti pero ahora mi lobo intenta guardarse de los que se supone son sus enemigos por naturaleza, no quiero decir que seas mi enemigo.

-Lo entiendo, es su manera de mantener a salvo a su gente.

-Algo así, pero todavía sé como hacer para que lo leas -echó la cabeza hacia atrás buscando sus ojos, de inmediato la mente de Bright quedó inundada de los pensamientos del chico: su primer encuentro, sus partidas de ajedrez, el día que le dijo que le estaba volviendo cálido y entonces se vio a sí mismo siendo contemplado desde abajo con una claridad y luz de la que nunca se creyó merecedor.

-¿En qué momento la vida me concedió el don de la felicidad? -Win empezó a reír, le tomó de la nuca y le lanzó sobre él para besarle de la manera que enloquecía a Bright

[...]

Malee despertó cerca de las ocho de la mañana, desayuno en compañía de Win y Nunew quien estaban planeando dar una vuelta por la propiedad. El hombre prefería quedarse en la mansión pese a la insistencia de los chicos.

Win había recorrido todos los rincones dentro de la propiedad y se movía por ella sin problemas, pero ahora que lo hacía con la intención de que su amigo la viera vio que el terreno de los Vachirawit no terminaban allí donde se cerraba la verja de metal. Entre los arbustos, al otro lado de la verja, descubrió un jeep estacionado pero eso no fue todo lo que llamó su atención, Zee llevaba un enorme tronco al hombro como si fuera un diminuta rama.

-¿Y ahora qué hace? -preguntó Nunew con desgana, al parecer él no fue el único en verle.

-No lo saben-respondió ausente.

-¿El qué?

-Que fue Bright quien mató a Noir.

-Un momento, ¿quién es Noir y por qué lo mataría Bright?

-Por mí. Era un vampiro que vivía en la mansión y me atacó.

-¿Cómo estás tan seguro de que no lo
saben?

-Bright está algo tenso delante de ellos, está nervioso aunque pretenda esconderlo, le conozco.

Notó la vibración que hizo el tronco en el suelo al resbalar de las manos del vampiro. Trepó la oscura verja cayendo frente a ellos, la tensión estaba presente en su cuerpo y se movía con lentitud al tiempo que apretaba los puños a ambos lados de su cuerpo, sus ojos no veían nada ni nadie que no fuera Win. Este por su parte percibió lo furibundo que estaba, el color oscuro en sus ojos lo revelaba y él conocía el cambio en los ojos de Bright, aún así no hizo por apartarse, pero no sería él quien iniciaría una pelea con el hermano de su novio. Nunew colocó su mano en el pecho del vampiro deteniendo su paso, Zee observó la mano y luego al chico.

-No me toques, esto no es cosa tuya -dijo tomando la muñeca del chico y alejandola de él.

-Si pretendes hacerle daño a Win claro que es cosa mía -respondió poniendo de nuevo la mano donde estaba-. Tal vez haya llegado el momento de comprobar el nivel de nuestras fuerzas.

-Mira, chico-con parsimonia apartó la mano de nuevo-, de verdad que no quiero hacerte daño, esto es con tu amigo por haber provocado la muerte de Noir.

-Está bien, Nunp, puedes alejarte -dijo mientras daba un paso al frente dejando a su amigo a unos centímetros por detrás de él -. En realidad yo no provoqué la muerte de Noir, fue tu padre.

No lo vio venir, pero sintió el ardor que le recorrió la mandíbula cuando el puño de Zee se estrelló en ella, ladeó la cabeza buscando alejar el dolor mientras miraba al vampiro con impotencia.

-Noir me atacó inducido por las ideas que tu padre sembró, él me mordió parcialmente y simplemente me defendí.

-Es una lástima que no te mordiera por completo -espetó-. Pero lo que más lamento es no poder matarte yo mismo.

Una respiración agitada se escuchaba a su espalda, oía el latir apresurado de su corazón y su sangre recorriendo sus venas como ríos acaudalados, frenéticos. Observó de soslayo a Nunew quien mantenía la mirada clavada en el suelo intentando controlar los temblores en su cuerpo.

-Zee apártate- pidió sin quitar la vista de su amigo, el vampiro sonrió con sorna. –No creo que logre contenerse mucho más, si escapa a su control no podré hacer mucho por ti.

-Vamos, suelta la correa y déjame ver de qué es capaz tu segundo al mando.

Nunew soltó un gruñido que alarmó a todos en la propiedad, al hacerlo su ropa se convirtió en una lluvia de tela y en su lugar apareció un lobo de tamaño considerable que miraba de frente a Zee. De repente el lobo se lanzó contra el vampiro haciendo que este se cayera de espaldas, inmovilizó sus brazos con el peso de sus patas y abrió su boca listo para despedazar su garganta, pero el aire que antes entraba a raudales de repente dejó de llegarle. Nunew notó como su garganta se comprimía y le quemaba el cuerpo, pensó que el vampiro le había mordido pasándole la ponzoña pero se equivocaba.

Zee tampoco hizo por moverse pues la sensación en su cuerpo era extraña y nueva. El olor del lobo que segundos antes le abrasaba la nariz ahora le resultaba el aroma más embriagador y atrayente del mundo. El enorme lobo estaba perdiendo fuerza y sus patas ya no ejercían tanta presión, Nunew agachó la cabeza y sus ojos lobunos se conectaron con los del vampiro y el aire que empezaba a faltarle se lo proporcionó la visión de esa persona. No existía la furia que le impulsó a derribarlo por dañar a Win, sin embargo, existía la culpabilidad de pensar que iba a matarle con sus propios dientes.

En cuanto Nunew y Zee cruzaron la mirada todo alrededor se evaporó y Win lo comprendió todo, por fin soltó el aire que estaba conteniendo por la presión del momento. Los brazos de Bright sobre él tratando de encontrar alguna herida le sacaron de sus pensamientos.

-Estoy bien, estoy bien-repetía ante la alarma de su novio-. Se ha imprimado -susurró para que al decirlo pudiera creérselo más que como dato informativo, Jan estaba de pie junto a su hermano y Nunew pensando en asestarle una buena patada al lobo.

-Nunew– pronunció su nombre por primera vez, al chico le fallaron las patas al oírlo en ese tono y Zee sintió como el nombre sonaba a música en sus oídos– Si no te apartas mi hermana va a hacerte daño.

El lobo salió de encima de Zee mandando una mala mirada a la chica quien le amenazó en voz alta, la risa de Win suavizó el ambiente.

-Le dejaré algo de ropa.