Decimotercero |Light|
Ahora miraba mi casa con curiosidad lo cual era mucho mejor que el asco o la paranoia con la que reaccionó mi madre.
-¿Adoras a satán o algo parecido? -Parecía genuinamente curioso así que no me importó responderle-
-No, solo es un poco de decoración para espantar a mi madre de aquí.
Si bien habían algunas figuras que conseguí en una tienda de tatuajes y algunas pinturas que aludían a sectas en realidad no creía en nada de eso ni me interesaban en demasía pero mantenían a mi madre lo suficientemente alejada de mi hogar como para no querer venir por voluntad.
-¿Es tú madre tan mala como para que quieras mantenerla alejada? -Dijo sosteniendo la calavera en sus manos que era lo más normal de toda la sala-
-No es mala en absoluto solo es... creyente en un extremo, simplemente este es el único espacio en el que estoy cómoda -Dije dejándome caer en el sofá- Y mientras menos personas entren mejor va a estar todo.
Me miró con culpa y aunque tuve un indicio de lo que estaba pensando quería que me lo dijera el mismo.
-Perdón por invadir tu espacio, puedo recompensarte por ello luego de que aceptes.
De nuevo sonaba tan seguro, casi como si estuviera destinado a ser y por alguna razón se me hacía muy atractivo.
-¿Los ángeles tienen pareja? -Dije preguntando lo primero que se me ocurrió- Es que te veo y juro que no puedo imaginarte sin decenas de buenitas por ahí. -Alzó una ceja sin parecer impresionado, que bueno que ese no era mi propósito-
-Pueden tenerla aunque pocas veces con fines amorosos.
-¿Y eso es por qué está prohibido?
Ya podía imaginar todas las absurdas reglas que habían allá arriba.
-No, no está prohibido pero generalmente los ángeles solo son capaces de amar el hacer buenas acciones y son prejuiciosos, creen que el amor entre seres celestiales es solo un acto egoísta y muchos se ven recios a amar por eso mismo y los que lo hacen son rechazados...
-¿Y tú dios no hace nada al respecto? -Me sonrió con ternura-
-Dios no puede cambiar los comportamientos o pensamiento de nadie Sashye, claramente si se entera habrá un castigo pero pocas veces se quejan.
-Eso apesta ¿Crees que voy a subir con ángeles prejuiciosos por doquier? ¡Los echaría al primer strike!
-Bueno eso es algo que podrías hacer aunque no sería muy justo -Dijo antes de sentarse junto a mi-
-Punto número uno por el cual no debería aceptar en absoluto, como sea ¿Tu haces parte de los ángeles que tienen pareja? -Negó con solemnidad-
-Creo que nunca nadie me ha cautivado de esa manera y sinceramente no puedo ver a ningún ángel con ojos de amor, nacimos de las mismas nubes... -Fruncí el ceño-
-¿Estas hecho de nubes? -Sonrió-
-¿Te parece que eso sea posible? -Suspire, al ángel le gustaba hacerme ver como una tonta-
-Que idiota -Murmure irritada, carcajeó-
-En realidad estamos hechos de lágrimas o algo así.
-¿Podrías ser más específico? Estoy segura que lo de "algo así" no es una explicación en absoluto.
-Bueno un ángel aparece en el mundo cuando una persona llora de felicidad.
-Eso es bastante hermoso, una expresión negativa como resultado de una emoción positiva.
Al parecer muchas de las cosas que tenían que ver con los ángeles resultaban siendo románticas y cursis.
-Nunca he llorado de felicidad, eso significa que nunca he llamado a un ángel al mundo -Reflexione, de repente me pareció una pena nunca haber experimentado una felicidad similar-
-Eso no es cierto, tu existencia me llamó a este mundo, estoy aquí por ti Sashye.
-Pensé que estabas aquí para salvar a la humanidad -Dije un poco confundida-
-Bien, ya veo que hablar no va a convencerte en absoluto, sigues desviándote de lo importante -Dijo sin responderme-
Uhm, yo no lo creía así, me parecía estar muy bien centrada.
-¿Y qué piensas hacer entonces?
-Voy a mostrártelo pero tienes que confiar en mí -Dijo acercándose me pregunte que en el mundo iba a hacer que necesitara de tal cercanía-
Asentí sin pensarlo mucho, ciertamente era más del tipo impulsivo aunque sabía que su trabajo no iba a servir de nada.
Puso su mano sobre mi rostro en una leve caricia.
-Los ángeles somos seres celestiales capaces de muchas cosas y podemos generar conexiones de distintas maneras pero no hay una tan fuerte como lo es el tacto, así que voy a tocarte y prometo hacer lo mejor para que esto no te sea incómodo.
De hecho era raro que lo primero que sentía en muchos años era su piel suave como terciopelo.
Sus labios eran aún más suaves al posarse en mi mejilla, podía imaginar el algodón de azúcar en ella. Por inercia cerré los ojos y solo se que cuando los abrí de nuevo ya no estaba en mi casa.
Era tarde y estábamos en el puente del Río Han, me pregunte porque me traía aquí ¿Que había de interesante que pudiera hacerme cambiar de opinión? Pero eso dejó de importar cuando vi a alguien parado en la parte exterior del puente con la idea de saltar.
Corrí hacia allí y a medida que me acercaba noté el uniforme escolar y el cabello largo, una chica lloraba mientras se sostenía del puente.
Intente tomar su mano pero eso ni siquiera sucedió, mi mano la atravesó a ella y a la superficie de la cual se sostenía, me giré a mirar al ángel que ya estaba junto a mi.
-¿Que sucede? ¿Me trajiste aquí para ver cómo una chica se suicida? ¡Como eso iba a convencerme de nada! -Grite desesperada y el solo negó con tranquilidad-
-Nadie lo sabe pero en realidad solo se necesita la estabilidad de dos reinos para que el fin se detenga, eso significa que el mundo podría continuar incluso sin ti pero ¿Sabes que no funcionaría? -Lo mire irritada, ese maldito asunto no importaba ahora-
-¡Se supone que eres un ángel! -Dije al ver como la chica se soltaba de una mano- ¡Haz algo!
-No puedo -Dijo sin parecer afectado- Tienes que pedírmelo Sashye, Los Ángeles no podemos actuar sin directriz.
-Por favor Jungkook -Dije inmediatamente- Haz algo para salvarla.
Y así de sencillo dio un paso adelante y posó su mano en el hombro de la chica lo que hizo que cesara su llanto casi inmediatamente.
-¿Que estás haciendo?
-Le doy esperanza -Dijo mirándome a los ojos- No soy un ángel recolector de almas, soy un ángel que siembra esperanza lo que aveces es lo único que puede salvar a una persona.
Y así fue como la chica desistió de su plan, aún lucia triste pero al menos ya había vuelto a tocar el suelo del puente y caminaba a paso lento a Dios sabe donde.
Quiero dejar de usar la palabra dios de ahora en adelante, no se siente apropiado.
-¿De verdad no puedes actuar incluso si la persona está a punto de morir?
-No, yo solo soy una creación que sigue órdenes, si tuviera mi libre albedrío como los demonios sería capaz de revelarme.
-Y eso es un poco triste, si por algún milagro del universo llegó a convertirme en deidad lo primero que haré será revocar esa regla estúpida.
-¿Entonces cómo está el marcador ahora?
-Es un empate de uno a uno, si estás jugando este juego con el fin de convencerme al final te advierto que te prepares porque tengo tanto en contra de la idea que tendría que reinventarme para aceptar.
-Adelante, me encantan los juegos -Dijo con una sonrisa- Veremos que al final ni siquiera vas a tener que reinventarte, pues ambos sabemos que eres la indicada para el trabajo.
Ni siquiera iba a negarlo, después de todo el ángel parecía conocer todo de mí pero una de sus acciones me hacía saber que no conocía lo más importante y que seguramente esa sería el arma secreta que utilizaría para fajarme de todo ello al final.
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