Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo IV

El timbre de la puerta de la casa de Kyung Soo sonaba una y otra vez haciendo que el joven se despertara. Se levantó de la cama y comprobó que sus ropas estaban rotas y él hecho un asco. No le importó, había sido la mejor experiencia de su vida.

Se puso una bata y bajó las escaleras. Miró por la mirilla y vio a SeHun y LuHan llamando al timbre. Puso los ojos en blanco, estaba dispuesto a no abrir, pero si no lo hacía tendría problemas con sus vecinos.

- ¿Qué queréis?- dijo, nada más abrir.

SeHun observó a su amigo, su cuerpo, su aspecto sudoroso y desnudo salvo por la bata. No se lo pensó y fue corriendo hasta la habitación del chico.

- ¿Qué haces? ¿A dónde vas?- preguntó, mientras corría tras él. Seguro de que le estaba enseñando sus vergüenzas a LuHan.

Cuando llegó a su habitación, vio a SeHun de rodillas en el suelo, observando su ropa rasgada.

- Has vuelto a estar con él- no era una pregunta- a pesar de que te dije que no lo hicieras...

El menor fue hasta su amigo y, sin tapujos, le abrió la bata para observar las manchas de esperma.

- ¿Qué haces? ¡Suéltame!

Kyung Soo trataba de cerrarse la bata en el momento en el que LuHan entró por la puerta.

- Cariño...

- Han vuelto a estar juntos. Toda la ropa de Kyung Soo está rota y mírale- le quitó la bata y lo giró con brusquedad.

Kyung Soo lloriqueó, avergonzado, y se tapó sus partes. LuHan, que era más delicado que su novio, cogió las sábanas de la cama y fue solícito hacia el chico.

- Creo que todo esto es innecesario, SeHun- dijo, tapándole- Kyung Soo, dúchate y habla con nosotros, ¿vale? Estamos muy preocupados... además, sabemos quien es Kai... hemos averiguado muchas cosas sobre él... por favor, confía en nosotros...

Kyung Soo asintió, fue a su armario, cogió ropa interior y un chándal. Mientras se duchaba, SeHun y LuHan cambiaban las sábanas de la cama de su amigo y aireaban la habitación.

- ¿Qué habéis averiguado?- preguntó Kyung Soo, de inmediato, sacudiéndose su pelo negro que ahora estaba empapado.

- Bueno... ya sé que esto te puede sonar a cuento chino- dijo LuHan- pero hemos averiguado que Kai es un incubo... ¡no flipes! ¡piénsalo bien! ¡tiene sentido!... sólo aparece de noche... en sueños... según tú y SeHun folla muy bien... ¡es un incubo!

- Y eso yo, ya lo sabía- dijo Kyung Soo, perdiendo los nervios.

- ¿Lo sabías?- preguntó SeHun.

- Sí y, además, él me lo dijo hoy, después de acostarnos. Me contó toda su historia.

- ¿La de Lee TaeMin y Soon Kyu?

- La misma. ¿Era eso lo que me ibais a contar?

- Bueno... sí.

Kyung Soo soltó un gritito de hastío.

- ¿Qué ha pasado hoy?- preguntó LuHan.

- Él ha llegado al final... conmigo- dijo, sonriendo.

- Imposible, lo habrá fingido- dijo LuHan-la leyenda cuenta que uno de los castigos de Soon Kyu fue ese... no poder alcanzar nunca el orgasmo.

- ¡Sentí como se corrió dentro de mi! ¡Sentí su esperma caliente en mi interior! ¡Escuché sus gemidos, sus gritos... mientras se corría junto a mi! ¡Se corrió y se corrió conmigo!

La pareja miró a Kyung Soo. El chico volvía a tener esa nota de fanatismo en su voz que les asustaba.

- Vale, vale- dijo LuHan, levantando ambas manos.

- ¿Qué pasó después de que llegara al final?

- No se fue... se quedó tumbado encima de mí... con las manos entrelazadas... me dijo que yo crecería y que él quedaría así para siempre hasta que ya no fuera mas un recuerdo de mis mejores noches... me pidió que le salvara, para vivir y envejecer juntos.

- ¿Qué vas a hacer?- preguntó SeHun.

- Hallar la forma.

- ¿Estas seguro?- preguntó LuHan.

Kyung Soo asintió y fue directo a su ordenador. No entendía que podía sacar de allí. Las palabras de Kai habían sido "mediante el dolor, hacia el placer, hallarás amor" aquello no tenía ni pies, ni cabeza se mirara por donde se mirara.

No obstante buscó. Buscó entre libros y más libros. Incluso preguntó a la bibliotecaria haciendo gala a aquella gran frase de "Google puede darte 100.000 respuestas, un bibliotecario puede darte la respuesta" pero esta vez ni San Google, ni San Bibliotecario de la Biblioteca Central de Corea le dieron respuesta alguna.

Llorando, volvió a casa. Cayó en el suelo y cerró los ojos, cuando los abrió, allí estaba Kai, sonriente.

- Hola, Kai.

Al chico se le borró la sonrisa de los labios, no obstante, abrazó a Kyung Soo.

- Aun no lo has adivinado...

- Lo haré...

- Tengo toda la eternidad...

- ¡Pero yo no!- dijo, enfadado- ¡Quiero que estés conmigo ya!

- Y estoy contigo- dijo, acariciándole y besándole.

Kyung Soo se tranquilizó.

- Cuando vuelva a tu mundo vas a tener que hacer un esfuerzo sobre humano para dejar esos ataques de celos- le riñó Kai- primero, porque no me gustan y segundo, porque a estas alturas ya debiste imaginar que soy el primer incubo que se enamora de verdad de su... ¿presa? Hace seis meses que no visito otras camas... bueno, depende de donde estés- dijo, con una sonrisa- pero no me gusta... me importas Kyung Soo y eso es algo muy importante para mi, nunca esperé llegar a sentir algo así en... esta condición.

- Lo siento...- le besó- yo también te quiero... JongIn.

Kai se quedó se piedra y le miró anonadado.

- Lo siento, es que... me parece absurdo llamarte Kai ahora que he averiguado que te llamas JongIn, además, JongIn me gusta más.

JongIn sonrió y se puso encima de Kyung Soo. Despacio, muy despacio, le quitó los pantalones y separó sus piernas. Tenía miedo de no volver a alcanzar el clímax, pero en el momento en el que vio a Kyung Soo, los miedos se le pasaron. Colocó su miembro en la entrada del chico y empujó.

Decir que le costó, fue decir poco. Kyung Soo se quejó como nunca lo había hecho, arañando el cuerpo de su amante. Tanto fue así que JongIn tuvo que parar para que Kyung Soo se acostumbrara.

- Ya... ya... sigue...

- ¿Seguro?

- Sí...

JongIn no se atrevía, no entendía nada. Él era un ser creado para dar placer, por eso nunca preparaba a sus víctimas, porque el riesgo de dolor era nulo y tras seis meses, ¿por qué había hecho daño a Kyung Soo?

- Por favor... muévete... ya no me duele, en serio... quiero que me hagas el amor...

De pronto, como si de un gran Árbol de Navidad se tratara, todas las luces en el cerebro de JongIn y en el de Kyung Soo se encendieron y comprendieron aquel horrible acertijo: "mediante el dolor, hacia el placer, hallarás amor".

No hizo falta palabras, ni gestos, ni expresiones.

En el suelo, tan incómodos como estaban, JongIn comenzó a mover lentamente las caderas y Kyung Soo comenzó a gemir, pero no fue el único, JongIn también lo disfrutaba.

- Ah... cariño... ¿te gusta?

- Ya no está... fría...- dijo, mirando hacia abajo para luego echar la cabeza hacia atrás.

Cierto, el miembro de JongIn ya no estaba frío, ahora estaba caliente como el resto de su cuerpo y Kyung Soo lo disfrutaba.

- Por favor... mi amor... sigue...- gimió Kyung Soo, acariciando el cuerpo de Kai.

- Estoy a punto...

- Y yo... AH...

- Mmm... AH...

Llegaron al final y sólo dijeron dos palabras.

- Te quiero.

Fueron hacia la cama y se tumbaron. No hablaban de maldiciones, ni de íncubos, ni de nada malo, simplemente hablaban de lo que acababa de pasar.

- Tengo sueño- dijo Kyung Soo.

- Duerme- dijo JongIn, palmeándose el pecho.

- No, porque cuando me despierte, no estarás- dijo, llorando.

JongIn no dijo nada, creía que lo habían entendido, que tenían la llave para romper la maldición. Pero no, Kai seguía siendo un incubo, volvía a sentir su miembro frío. ¿Qué había pasado?

- Encontraremos la forma- dijo Kai que, de pronto, le estaba entrando sueño.

Abrazados, una sombra negra les pasó por encima pero ninguno se enteró. A la mañana siguiente, el despertador no sonó, así que Kyung Soo no fue a la Universidad, estaba muy cómodo en la cama.

Asustado, SeHun fue a verle junto a LuHan.

- ¿Kyung Soo? ¡Vamos, Soo! ¡Ábrenos!

Kyung Soo abrió los ojos y lo primero que vio fue a JongIn a su lado, profundamente dormido.

Se quedó boquiabierto, pensó que estaría dormido, así que se pellizcó muy fuerte. Le dolió, estaba despierto. Pero no podía ser. Fue al baño y cogió una cuchilla de afeitar y se hizo un pequeño corte en el dorso de la mano. Chilló y JongIn despertó sobresaltado.

- ¡Mi amor! ¡Mi amor! ¿Qué te pasa?

- ¡Tirita! ¡Tirita!

- ¿Qué es tirita?- preguntó JongIn.

Kyung Soo puso los ojos en blanco, se le olvidaba que, a fin de cuentas hablaba con alguien del S.XVIII. Un momento... JongIn siempre aparecía en sus sueños... el timbre seguía sonando, pero lo ignoraban...

- JongIn... ¿esto es un sueño?

- No... ya no habrá más sueños...

Kyung Soo lloró y, sangrando, se abalanzó sobre el cuello de JongIn. La puerta de abajo se abrió, JongIn se puso unos pantalones anchos de Kyung Soo y se puso frente a él para protegerlo de cualquier ataque...

La puerta de la habitación se abrió y aparecieron LuHan y SeHun. Fue un momento delicado, como poco, cuando SeHun y JongIn se miraron.

- Chicos, él es JongIn. Mi pareja- dijo Kyung Soo, sonriente, abrazando desde atrás al chico.

LuHan, que no quitaba la vista de encima a JongIn, dio unos pasos hacia él.

- Esto va a ser así. Tú no volverás a tocar a mi hombre y tratarás muy bien a mi amigo y todos seremos felices.

Kyung Soo fue a hablar, pero JongIn no se dejaba amedrentar.

- Conocía todas y cada una de las debilidades y carencias de una persona. Así sabía a donde ir. La mayor debilidad de SeHun es que no se sentía lo suficientemente capacitado para hablar contigo, desde luego yo ya sabía que tú ardías en deseos de que lo hiciera... así que le di un empujoncito... aquella noche dejé algo en SeHun, algo provisional, para que se sintiera fuerte, valiente, sexy e indestructible para llamarte.

LuHan le miró.

- De nada- añadió JongIn.


FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro