Capítulo Único
Los viejos sabios de las lejanías de China cuentan la historia de una agraciada joven de melena azabache que cantaba en el bosque en la más pura soledad...
Se dice que todo viajero que se cruzaba en su camino seguía su canto hasta el corazón del tenebroso bosque Violeta para perderse para siempre...
Algunos decían que era el mismo demonio disfrazado de un hermoso ángel o la comparaban con una diosa que busca venganza contra la humanidad por sus pecados, otros en cambio la veían como un alma solitaria que solo buscaba aliviar su pesar...
Los sabios dicen también que la joven cantaba sin cesar desde el atardecer hasta cuando la luna alcanzaba su punto más alto en el cielo esperando por su próxima víctima en las tinieblas...
Sin embargo lo que sabemos es que la joven deleitaba a los pájaros por las mañanas con una voz tan angelical que hasta causaba la envidia a las mitológicas sirenas del amplio mar
Pero por las noches su voz sonaba tan triste que terminaba encogiendo el corazón de hasta el ser más fuerte... Siempre era la misma canción que repetía una y otra vez, el mismo ritmo suave y acompasado que tenía al eco del viento como única pista para su ejecución
Se cuenta que ella perdió lo que más amaba en su vida: Su libertad... y todo por amor
Todo por caer en la maldición del bosque de abedules... Por débil y tonta se martirizaba la garganta buscando a aquel que la hizo sufrir, que la hizo llorar hasta tal punto que querer quitarse la vida siendo salvada por el espíritu del bosque accediendo a sus condiciones contra su voluntad, éste firmó el pacto otorgándole juventud eterna hasta que deshiciera su maleficio
En verdad lo único que quería era venganza, contra aquel ojiazul que con engaños le quitó lo mejor de su cuerpo, la llenó de mentiras para seducirla y robarle la flor de su juventud... La marca más grande que lleva su alma rota y acongojada
Cada vez que cantaba lo hacía con dolor, sufrimiento y amargura recordando a aquel que la profanó sin su consentimiento y la condenó a atarse de por vida con el corazón del bosque
Pero había algo que no sabía del contrato, más bien algo que dudaba sea cierto. Dicen que el amor lo puede todo y el espíritu del bosque era fiel a aquel predicamento... Creía que ella podría ser feliz algún día y que encontraría, entre las almas que llevaba ante él, a alguien con quien compartir su tristeza y su dolor
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Escuchas que el bosque te llama?, Lo oyes? Escuchas ése canto que te hace suspirar sin que te des cuenta? Sientes que te atrapa, te envuelve, te hace olvidar... sientes que te pierde y te borra como huella en la arena arrasada por el mar? Es simplemente magnífico...
La de melena azabache cantaba y cantaba sin cesar, parecía un fantasma con ese delgado cuerpo y presencia apenas perceptible a los ojos del humano, parecía muchas cosas menos un monstruo como la describían los viejos sabios de las montañas
Algunos jóvenes en este tiempo se atrevieron a ingresar al oscuro bosque justo a medianoche, hora que se decía era la indicada para encontrar a la "Doncella del Bosque Violeta del Este", más ninguno regresó... Se dicen muchas cosas pero nadie sabe nada en realidad, solo son suposiciones que la condenan a llevar horribles apelativos desde hace ya varios años...
La joven solo martirizaba su alma convirtiendo su dolorosa historia de amor en una canción. Su voz atraía a todo ser que la escuchaba hasta lo más profundo del bosque en donde se decía mataba a quien osaba seguirla
Más no era así, ella no mataba a nadie... Lo hacía su maldición, maldición que le otorgaba la destrucción sin quererlo, por nombre le puso Calamidad porque la describía tal cual, nadie podía tocarla si ella no lo deseaba y lo supo de la peor manera...
Cuando eran días de verano acarreaba su cuerpo hasta un arroyo para lavarse y mimarse como cualquier humano normal, si la vieras pensarías que es inofensiva... más su maldición hace que sea difícil de tratar. Ella no quería lastimar a ningún inocente... Solo a su abusador
Al lavarse el rostro sintió como algo suave le acariciaba la pierna, alarmada y sin querer invocó su maldición lastimando a un pobre gatito indefenso... Sufrió mucho desde entonces jurando no hacer daño de nuevo
Así pasaban sus días, alrededor de las aves silvestres, los árboles, la niebla de las mañanas y los frutos que le ofrecía el bosque. Parecía una chica normal pero no era nada normal, ella lo sabía y lo aceptaba...
Un día un joven leñador caminaba en la frontera de su hogar con los abedules siniestros, juntaba leña para el invierno que amenazaba con arrasar con todo ese año... El invierno era siempre así desde hace varios años con la llegada de la denominada "Canción del Bosque"
El leñador era un rubio de ojos verdes recién llegado de la ciudad, fuerte y alto, maduro para su edad, con apariencia de 18 cuando cumpliría 24, características a la que se sumaba el hecho de que tenía un talento... Un silbido celestial
Silbaba cual ruiseñor en primavera, como un gorrión en pleno verano o un jilguero alegre en otoño, sonaba como una brisa de verano: Suave cálida y acogedora
Desprendía de sus labios un sonido relajante que llegaba hasta el corazón del ser más frío y cruel de la faz de la tierra y lo hacía bailar... Todo lo contrario a la cruda azabache quien con su canto acongojada los corazones de sus oidores
La joven del bosque de abedules con su incesante canto se detuvo a escuchar los sonidos de su hogar ese mismo día... Escuchó el cantar de los pájaros, el crujir de las hojas bajo sus pies, el agua del arroyo chocar contra las piedras y al leñador con el agudo silbido y flamante presencia, parecía que había sido hechizada por el sonido tan dulce y triste a la vez que podía captar si prestaba la suficiente atención
Siguió la melodía sin quererlo... con pasos lentos y sigilosos hasta detenerse en el límite del bosque, ante la luz del sol. Si daba un paso más daría a conocer su rostro ante el agraciado sujeto que se encontraba de espaldas sumido en sus pensamientos y su labor, ajeno a lo que ocurría a su alrededor
Aquella ninfa de orbes celestes cual zafiros escudriñaba al sujeto en cuestión tratando de descifrar como lograba hacer ese agradable sonido del cual había quedado notoriamente prendada
Agradecía inmensamente que su musculosa espalda fuera lo que su campo de visión haya captado en primera estancia, más no pudo evitar sentirse levemente ansiosa por ver el rostro del joven que había logrado calmar su horrible pesadilla llena de dolor por tan solo unos momentos
Día tras día, tarde tras tarde el rubio volvía a recoger leña para ayudar a sus vecinos pueblerinos vendiendo el insumo necesario para generar calor en los hogares de cada familia...
Pero cada vez que se iba de allí sentía una presencia, alguien lo observaba y de eso estaba seguro, no cabía duda que alguien o algo lo acechaba dejándolo con una leve preocupación temiendo que se tratasen de bandidos que lo asaltarían al caer la noche en uno de esos días
Hoy luego de varias semanas, terminaba su labor ya cuando los últimos rayos de sol amenazaban con dar paso a la lúgubre noche, se adentró en su cabaña notoriamente agotado y sudoroso como cada día desde el inicio del otoño
- Que haces pequeño amigo? Se supone que tendrías que cuidar la casa...
Su única compañía y guardia era un Beagle de algo más de 8 años de edad, con un buen sentido del olfato y ternura incorporada a pesar de la edad. Le puso por nombre Manchas pero solía decirle Orejón por las grandes orejas que colgaban de su cabeza, era muy gracioso ver cuando luchaba por caminar cuando apenas era un cachorro, fue algo que lo "enamoró" cuando lo vió varado en las calles de la ciudad central no dudando ni por un segundo en adoptarlo haciendo que su solitaria vida tome algo de color
Mientras el rubio se disponía a preparase algo de comer en la cocina escuchó los toscos y fuertes ladridos de su fiel compañero en la sala contigua a la que se encontraba
Esperó a que callase mientras cogía un revólver del primer cajón de su vitrina listo para disparar al salir por la ventana si se tratase de bandidos, pero tal parece que el destino le jugó en contra escuchando la puerta abrirse de sopetón haciendo que el animal saliera ladrando desbocado hacia el bosque
El rubio avistó desde su ventana a dos sujetos en medio de su patio con armas en mano dispuestos a matar, queriendo evitar una catástrofe corrió detrás de su compañero escuchando un fuerte balazo desde las afueras
Asustado por el sonido salió a trompicones cayendo al suelo de rodillas al ver como brotaba líquido espeso desde el estómago del canino y lloró... Como nunca antes lo había hecho, sentía que no podía hacer nada y se lamentaba de todo lo ocurrido
Al vivir en los alrededores no contaba con la civilización para hacerle un nuevo paisaje, era frustrante cuando solicitaba servicios de salud
Abrazó al animal impregnándose sus prendas de un rojo carmesí ignorando lo que ocurría frente a él. Una hermosa jovenzuela con un vestido rosa pastel salía del bosque cantando su ya peculiar melodía atrayendo a los maleantes hacia ella y llevándolos al bosque a cobrar venganza por tal atrocidad usando su Calamidad contra ellos
- Lo siento... Pero tengo que hacerlo
Tocó el rostro de ambos hombres durmiédolos, matándolos sin dolor alguno, sus cuerpos fueron convertidos en cenizas y serían abono para la tierra, 'al menos de algo servirían' se decía a sí misma
No lo aceptaba... pero tanto tiempo en el bosque hizo que respetara a todo ser vivo que se pusiera a su frente; los animales, las plantas e incluso las personas eran valiosas para ella... Le tenía respeto incluso a su propia sombra, menos al ser que tenía guardado un terrible rencor
El rubio se incorporó rompiendo un trozo de su pantalón poco importándole el frío que sufría con tal de salvar a su peludo amigo
Hizo un torniquete alrededor de su estómago agradeciendo sus pocos y confiables conocimientos en medicina que le servirían ante una situación como aquella
La azabache suspiró caminando hacia el ojiverde mantenimiento sus nervios a raya y golpeando suavemente su hombro observando como rotaba su cuerpo musculoso hacia ella chocando sus cristalizadas esmeraldas contra los fríos azules de su salvadora
Tomó al peludo en brazos ante la mirada extrañada de su contrario y le cantó su triste canción escuchando en respuesta el llanto entrecortado y doloroso del animal que gemía triste ante su inminente destino
La azabache lloró amargamente sin emitir sonido alguno pidiendo a gritos internamente por su salvación pero nada ocurría...
Pasados los segundos al fin la sangre secó y dejó de salir... el animal aún seguía despierto
Un milagro... Un milagro!
Gritaba el rubio con emoción viendo como Manchas lamía el rostro de la misteriosa mujer que lo salvó tan solo con su canto. Vió como la azabache reía por el gesto tan dulce del animal para con ella
El zagal se sentía dichoso y confundido ante tal situación, sabía que ella lo había hecho pero desconocía el cómo y el porqué... La ojiceleste como si leyera los pensamientos del zagal en su mirada pensó en cómo muchas veces intentó salvar a las personas que se perdían en el bosque no logrando hacer nada en muchos intentos...
El ojiverde recordó que muchos contaban que existía una mujer hermosa vagando por el bosque, recordaba que decían que ella era la misma Muerte hecha persona, aquella que decidía quien se iba y quien se quedaba porque mataba con tocar pero revivía solo por cantar
Ella es la de la leyenda...
La azabache dejó al animal en el suelo viendo fijamente unas esmeraldas centelleantes bajo el manto estrellado que se alzaba por el cielo y corrió... corrió hasta que le fallaron las piernas, se le secara la garganta y los pulmones le quemaran por el esfuerzo mientras el rubio luchaba por alcanzarla hasta que la perdió de vista entre las sombras de los árboles
Cabizbajo y confundido regresó sobre sus pies a su humilde hogar siendo recibido por un alegre canino que movía la cola y saltaba sin parar... Ahora creía que todo había sido una alucinación más al ver la sangre derramada sobre sus prendas cayó en cuenta de su error
Todo fue real... ELLA es real
Quedó maravillado por su belleza, su modestia y su voz... Se había quedado prendado a primera vista de la doncella que salió del bosque a salvarlo y hacerse dueña de su corazón, la sonrisa boba que nacía de sus labios lo demostraba... Estaba completamente enamorado
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Al día siguiente volvió a realizar sus labores recordando el día anterior como si fuese un sueño, un hermoso sueño...
Fue a limpiar la sangre del jardín, los destrozos que hizo en la cocina cuando salió corriendo, fue a remendar su pantalón a la ciudad, corrió a vender la madera recién cortada al poblado vecino y sobretodo se dedicó a revisar a su amigo canino... Después de la locura que vivió no lograba entender cómo seguía vivo y al parecer con unos años menos encima:
No se le notaba aquella cicatriz del hocico con el que lo halló abandonado una fría tarde hace ya varios años atrás, ni tampoco tambaleaba sobre su pata delantera por haberse curado mal después de una caída cuando apenas construía su hogar... Parecía como nuevo y eso le asustaba, le asustaba en sobremanera
No pudiendo soportarlo se sugirió tratar de calmarse conversando de todo ello con alguien... con su mejor amiga de la infancia, lo haría una vez terminadas sus labores en la cabaña
Se despidió de su viejo amigo prometiendo volver al caer la noche mirando por última vez, antes de partir, la espesura del bosque que se levantaba ante su verde mirada esmeralda
Caminó hacia el norte siguiendo el camino que trazaban unas piedras llegando hasta la ruta principal tomándose su tiempo antes de verse subiendo a una carroza hasta el centro, con el objetivo de buscar a una rubia de ojos celestes para hablar de sus penas y buscar respuestas
Una vez llegado al sitio comenzó por ir devorando con gusto los bocadillos servidos en esa lujosa mansión mientras esperaba por su amiga en la sala de grandes ventanales
El amoblamiento de la estancia era demasiado lujoso para su gusto sencillo y nada extravagante, observó cómo un gato gordo y rechoncho saltaba sobre él buscando su atención cayendo éste inevitablemente al suelo al rubio levantarse y saludar con cortesía a la noble rubia
Se sentaron a la par conversando de todo un poco antes de llegar al tema delicado del que quería hablarle explicando el porqué de la misiva tan inesperada y urgente del rubio para con ella
La noble Bourgoise escuchó atentamente cada una de las palabras de su buen amigo asustándose al escuchar la descripción de la fémina en cuestión
- Chloé... Que ocurre? Algo no anda bien?
- Porsupuesto que nada está bien Adrien... Pudiste haber muerto...
Con la congoja resaltada en sus profundos ojos celestes suspiró pensando en lo siguiente que diría para no alarmar a su viejo compañero de baile de salón
El zagal colocó una mano sobre su hombro transmitiéndole seguridad a la fémina con lo que fuera que le diría
- "Ella es la que mata sin tocar y revive con cantar, la bruja que nunca duerme ni come ni bebe. Es la doncella maldita que vive en el bosque bajo un horrible hechizo y que espera ser rescatada por un apuesto príncipe azul" Ella es peligrosa Adrien... No te le acerques... - la rubia resondraba al joven quien maravillado con lo que escuchó hacía oídos sordos a sus advertencias
- Cuéntame más sobre ella... Si debo tener cuidado al menos quiero saber a lo que me enfrento... - una excusa muy lógica con la que logró convencer a su contraria de soltar la historia completa que un libro de su biblioteca privada podría contarle
Subieron unas amplias escaleras deteniéndose en una gran puerta de madera tallada que ocultaba el mundo de las leyendas e historias que el mundo conocía y desconocía
El rubio avistó a Caperucita, los siete enanos, a la Bella y la Bestia, Aladino y muchos conocidos personajes mientras su compañera buscaba la historia de la misteriosa mujer
Unas letras negras en pasta roja llamaron su atención subiendo a un banquillo para bajar el libro desde la estantería frente a él leyendo en voz alta el título de su portada
- La Doncella del Bosque Violeta del Este...
La rubia llegó a su encuentro sonriendo al ver que el libro que buscaba estaba justo entre los dedos del chico que amaba pero que sabía nunca la vería más allá de una amiga
El amor a veces duele y el sufrimiento es algo natural
El rubio sobresaltado por la presencia de la ojiceleste río por lo bajo al percatarse que sin querer ya había encontrado lo que buscaba
La suerte está de mi lado...
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Ya de camino hacia su hogar se atrevió a ojear las primeras páginas del delgado libro que contenía la historia de la mujer que salvó a su mejor amigo
Sentía mucha curiosidad por conocerla, hablar con ella, compartir sus tardes solitarias juntos, tomar el té y relajarse escuchando el viento soplar al atardecer...
Soñaba despierto con verla parada frente a él mientras le cantaba... Soñaba despierto con poder silbar para ella y ver su sonrisa nuevamente, con escuchar su risa y probar su comida
Ella sabrá cocinar? Tal vez le podría enseñar!
Así pasó la noche entera, entre suspiros y fantasías, entre el romance y la aventura que podría compartir con la doncella de quien no tenía ni de referencia el nombre
Pensaba y repensaba cómo se llamaría, cuál sería su dulce preferido, su color favorito... Pero todo se le vino abajo al recordar un pequeño detalle: La maldición
La curiosidad pudo con él haciendo que sus dedos abran el libro que mantenía cerrado sobre su regazo y su vista se clave en la primera frase
Érase una vez...
Comenzaba como un cuento... Si comenzaba como tal él suponía que la doncella era una princesa, la Princesa del Bosque Violeta
Sin saber lo que leería a continuación sé aventuró entre las páginas manteniéndose alarmado por aquella traumática historia de amor que suponía era una mentira
Creía fielmente que los hombres podían ser caballeros y que nadie se atrevería a lastimar de esa manera a una joven tan buena y noble como ella... Al menos eso decía el libro
Pero algo no encajaba, algo faltaba... Toda la historia se centraba en un narrador externo más no en el sentir de su protagonista. ¿Qué pensaría ella de todo lo que tuvo que pasar? ¿Qué pensaba en esos momentos cuando aceptó la treta del espíritu del bosque?
Miles de preguntas resonaban en su mente amenazando con perturbar su sueño, quería saber la versión de la doncella... Quería saberla con urgencia
Necesitaba saber que estaba bien, que no era mala persona y que él podría ayudarla porque ahí claramente escribía:
Es la doncella maldita que vive en el bosque a la espera de su apuesto príncipe azul
Él nunca lo había visto como tal, pensaba que era un cuento de hadas nada más, pero al haberlo comprobado y ser partícipe de la muestra de su poder se sintió en deuda con la fémina ya que salvó a su fiel amigo y era creyente de la Ley del Talión
- Ojo por ojo, diente por diente...
Favor con favor se paga, quería ayudarla y sentía que podía. Si él no era el elegido poco le importaba, deseaba ayudar en lo que podía, se sentía extremadamente agradecido y juraría esa misma noche buscarla en el bosque
Tal vez perdido finalmente la encuentre...
Sonaba peligroso pero tomaría el riesgo pensando que no había nada peor dentro del bosque, al menos eso creía...
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Se levantó bien temprano estirándose junto con el sol, su humor era espléndido... Casi irreal
Bajó de la comodidad de su cama en su único día libre después de casi una semana en la que vió por última vez a la Doncella del Bosque
Andaba siempre cerca de los abedules para ver si podía localizarla pero no tuvo éxito alguno
Tomó su desayuno plácidamente junto a su fiel amigo de orejas largas, se relajó leyendo durante la mañana y continuó cortando más leña cerca del mediodía
Al terminar de trabajar y entrar a descansar sintió una ligera brisa hacerle cosquillas el rostro viendo que su ventana estaba abierta
Extrañado se levantó de su cómodo sofá mirando hacia afuera cerrando los ojos con una sonrisa dejando que el viento jugara con su melena rebelde
- El valor de uno es... Más fuerte que dos o tres...
Abrió los ojos de sopetón siendo atraído por esa voz, aquella voz que lo llamaba hacia el bosque... Sacudió su cabeza intentando no oírla pero era inútil... Se iba acercando como abeja a la miel
Al final corrió hasta ella cruzando el bosque llegando a un claro, parándose frente a frente notando la diferencia de estaturas buscando su mirada ante una azabache completamente sonrojada
Le pareció gracioso ver que era como una chica normal, llena de dicha, emociones y delirios, salvo esa juventud eterna
- H-Hola...
La fémina asintió levemente tomando un mechón de su cabello colocándoselo detrás de la oreja
- Podrías... Silbar para mí?
Ante aquella propuesta el varón no supo qué responder suspirando y silbando para ella componiendo la melodía a partir del bosque y su ritmo
Se pasaron toda la tarde así, entre risas y bromas conociéndose más poco a poco
- Quisieras venir conmigo? - Soltó de pronto la azabache inquietando al zagal
- C-Contigo? A dónde?
El silencio predominaba entre ambos pero no se hacía pesado, Marinette tomó su mano llevándolo al corazón del bosque perdiéndose juntos como el atardecer por la blanca colina
Al caer la noche supo que debía volver prometiendo a la azabache encontrarla nuevamente cada tarde, justo dos horas antes que cayera el sol
Y así fue... El verbo se hizo juramento y anduvo libremente con el viento
Comenzaron a frecuentarse y antes de que se dieran cuenta habían transcurrido dos meses en los que las palabras llegaban a sobrar entre ellos sintiendo picar al corazón
- Ahora es mi turno... Quiero que conozcas donde vivo...
Una propuesta que quedó en el aire siendo continuada por la jovenzuela quien comenzó a caminar con dirección opuesta al bosque
El rubio la siguió por el sendero, cruzando el pequeño riachuelo y despidiéndose de los grandes abedules mientras la fémina danzaba con el viento en su propio escenario modelo
Abrió la puerta suavemente ante el manto del blanco espejo invitando a su contraria a pasar a la humilde morada siendo recibida por un juguetón canino
Conversaron amenamente siendo la cumbre más alta de la luna la que decidiera su partida... Estaba preparada
- Debo agradecerte Adrien... Me has ayudado tanto, no sé cómo pagarte siendo ésta mi última noche...
Descolocado el rubio caminó hacia ella en un estado afligido, no sabía lo que pasaba pero no quería dejarla ir
- Quédate conmigo... No te vayas, no sé que voy a hacer sin t- tu compañía...
La azabache sonrió acariciando su mejilla tiernamente cerrando los ojos pensando en lo próximo que diría, temía decir algo que pusiera tristeza en los ojos del ojiverde, era lo menos que quería hacer...
Sabía que era doloroso de afrontar, y más si era una despedida definitiva
- Lo siento... De verdad que sí, lamento que haya tenido que ser así pero en este viaje NO puedes acompañarme- recalcó la negación con énfasis cruzando sus brazos para no dar su brazo a torcer
- Quiero hacerlo, déjame intentarlo... Quiero ir a donde tú estés - Aquello hizo que negara con tozudez la ojiceleste suspirando audiblemente
Discutieron un buen rato hasta que Marinette rendida aceptó que viniera a despedirla sabiendo que el joven no la seguiría, pero... ¿A dónde iba?
Se levantaron y caminaron hacia el bosque siendo seguidos por el canino de orejas largas que inquieto y dudoso seguía sus pasos
- ¿Manchas que ocurre? ¿Estas bien pequeño amigo?
El animal corrió dentro del bosque de un momento a otro más rápido que la reacción del joven leñador
- Déjalo... Él sabe a dónde vamos y lo que nos espera - Diciendo esto tomó la mano del blondo caminando juntos entre la sombras de los abedules hasta llegar al corazón del bosque plantándose ante un imponente roble
- Oh Espíritu del bosque... Me postro ante tu presencia terrenal para aceptar mi castigo... El contrato ha sido cumplido al pie de la letra por estos largos 200 años, estoy acompañada por mi último trabajo en este mundo, te suplico que aparezcas...
Un fuerte viento golpeó la maleza haciendo aparecer una espesa niebla que cubría su campo de visión
Espera... ¡¿200 años?!
Fueron 5 segundos los que tardó en aparecer la sombra que representaba a la deidad de la azabache quien se arrodilló ante él seguida del blondo por acto reflejo
- He aquí a tu salvador mi pequeña, por fin puedes descansar en paz... Y tú, joven... - Señaló al zagal con la mirada quien dudoso levantó su rostro - Cuídala por mí ¿De acuerdo?
Extrañado volteó a ver una intensa luz que aparecía entre dos abedules entrecruzados por sus troncos, era como una puerta hacia lo desconocido
- Vete... Antes de que mueras también... - Marinette sonrió por última vez soltando la mano del zagal y acercándose a la luz seguida del canino
- Manchas... ¿Tú también te irás? - Ladró en respuesta moviendo su cola alegre entrando y desapareciendo de su campo de visión
- Adrien... Gracias por salvarme de mi martirio, por estos meses llenos de alegría... Gracias a tu bondad pude conocer el amor verdadero, en ti encontré a mi guía y mi salvador... Te suplico me perdones por esto pero será mejor que te vayas... No quiero que vengas, debes vivir...
El espíritu flotó entre ambos interceptando el punto común de sus miradas centelleantes y cristalizadas
- Marinette sabes que no tienes que irte, puedes quedarte si lo deseas y debes dejar que él tomé su desición, no puedes obligar a que se quede si su destino está ligado a tí...
El blondo se secó el rostro por las lágrimas derramadas de la impotencia, se acercó a ella con pasos decididos y tomó su rostro entre sus manos besando su frente con ternura
- Lo lamento pero... Iré contigo, no te dejaré ahora que sé que fui el elegido para estar a tu lado por el resto de mis días
- Pero yo no te dejaré venir - Lo empujó lejos de ella cerrando la entrada ante la mirada estupefacta del ojiverde
La luz había desaparecido y con ésta la niebla que adornaba la oscura noche. Abatido por el cúmulo de emociones percibidas en solo una fracción de segundo se derrumbó de rodillas al suelo
- Por qué hiciste eso... No debiste hacerlo...
Frustrado tomó su rostro entre sus manos y comenzó a lamentarse de todo ello, se echaba la culpa de todo, no podía ver nada... Estaba solo en aquella noche que a falta de la mujer que amaba la sentía mucho más fría que de costumbre
- Lo hice porque te amo...
Levantó la mirada encontrándose con los dulces zafiros de la azabache quien extendió su mano para ayudar a levantar al blondo del suelo, ella no se había ido...
- ¿Por qué? ¡Debiste haberte ido tonta! - La abrazó contra su pecho sintiéndose culpable
Temía que no pudiera irse a causa suya, él no quería ser una carga para ella... Aunque en realidad estos pensamientos eran de forma inversa
- Me quedaré a tu lado... Y manchas también...
El canino saltó sobre su dueño, no se iría sin asegurarse que su amigo sea feliz hasta que deje este mundo, se aseguraría de cuidarlos
- Viendo que las cosas resultaron así, ¿Estás segura de tu decisión? - Preguntó el espíritu adoptando una forma humana de un muchacho con cabellos rojizos y rebeldes para hacer más amena la conversación
- Estoy completamente segura, disfrutaré mi estancia aquí hasta el día de mi muerte... Puedes hacer que el reloj de mi juventud comience a girar de nuevo...
Dicho esto extendió sus brazos al cielo recibiendo la gracia divina en forma de una ventisca que revoloteó sus cabellos de forma juguetona sacándole una sonrisa
El blondo solo miraba la escena fascinado por las cosas que desconocía del mundo acariciando a su amigo mientras esperaba que esa clase de ritual llegara a su fin
Al cabo de unos segundos la azabache se despidió del espíritu del bosque prometiendo dejar hortensias cada mes al pie del único roble que se encontraba a la vista
Tomados de las manos ambos jóvenes se dirigieron a su nuevo hogar, su nueva vida, su futuro...
Adrien y Marinette vivieron juntos en soledad disfrutando de su día a día antes de llegada la hora de regresar a tierra santa; cayó un viernes de abril bajo la luz de la luna llena y un cielo completamente despejado, justo como aquel día de su encuentro...
La luna hizo que coincidieran, una noche de luna también se enamoraron y juraron amor eterno, la misma luna que adornaba el firmamento fue testigo del crecimiento de ambos y también de su decaimiento, los vió crecer y se sentía afligida por tanto dolor
La misma luna se los llevó como arena que se lleva el viento en el verano: Sin dejar rastro... Sin dejar huella... Sintiéndose triste y sola derramando lágrimas en forma de aguacero brindándole melancolía a este día tan triste en donde una leyenda comenzó y dejaría escrito su final con el bosque de abedules como único testigo
Somos aves de paso esperando por ver el final de nuestros días marcados por la felicidad y la agonía
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Buenas noches aquí mi apartado!
Ya sé que es recoooontra largo el capítulo pero es entretenido digo yo... 😂
Mi inspiración? Una tarea de creatividad 😅
El tiempo para escribir? Pues... Una semana o tal vez más...
Si se han entretenido no olviden votar que con esto me ayudan bastante a difundir mi creatividad y me ayudan a seguir creando más historias locas...
Este OS pertenece a mi colección privada chicas, es 100% original no Fake Espero les haya gustado
Muac! Besos y que sean felices 🐞🐈
Nya~
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