Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3


Nunca me había gustado el color verde. Era un color que me recordaba a la savia de las plantas, y si usáramos la imaginación, podríamos decir que hablamos de su sangre. Odiaba la sangre. Odiaba la sangre de las plantas. Y odiaba el verde.

El rojo, en cambio, no. Me parecía un color intrigante. Eran contradicciones del ser humano, supongo que normales. O quizá no. Yo no era normal.

Ese pensamiento tan elocuente surgió de una simple gota de sangre. La primera de muchas.

Veía borroso. El suelo cerca de mi cara, y mis manos aferrándose a la húmeda tierra. Poco a poco concebí que había tropezado y después caído en el barro. Me costó pero logré, y me recoste contra el tronco del árbol. Limpié mis manos en mi sudadera blanca, y tras ver el destrozo que había hecho en esta, me la quité y con ella limpié la sangre de mi frente.

¿En qué momento había concebido que era buena idea pasear por el bosque sola? Tendría que haber hecho caso a Laia. Ahora sí me apetecía un café.

El sonido de unas pisadas llamó mi atención, y aunque en un principio me vi tentada a salir corriendo, no había ningún indicio de que fuera alguien que me hiciera daño. Y, si debía de hacer caso de la veracidad de las películas, terminaría cayéndome —otra vez— en un fatídico intento por huir. Y posteriormente, moriría.

Así que, me quedé sentada. Sucia, ensangrentada y con un dolor de cabeza qué flipas. Poco después, pude apreciar la silueta de un chico que se acercaba a mí. Abrió ampliamente los ojos al verme, posiblemente yo tuviera una reacción similar.

Era Noviembre. Y si yo tenía frío con una camiseta de manga corta y una sucia sudadera que servía como manta, no podía concebir como él estaba sin camiseta y con unos pantalones de chándal negros.

— Creo que necesitas ayuda.— Dijo. No hizo falta que asintiera, se acercó y se arrodilló frente a mí, rozando con sus dedos mi herida—. Es una herida superficial, no te preocupes. ¿Qué haces aquí sola?

— Quería conocer un poco el pueblo.

— Y que mejor que empezar por el bosque, chica lista.

Hablamos durante poco tiempo, más del que yo hubiera deseado. Al igual que Laia, Jake resultó ser un chico cercano y cálido. Volvía a contrastar con mi personalidad, y comenzaba a pensar que yo simplemente no encajaba en aquel lugar.

Me comentó que habría una fiesta esa noche en casa de un amigo suyo, en el centro del pueblo, que resultó ser cuatro o tres casas al sur de la mía. No era un pueblo grande ni con una grandísima población.

Me acompañó hacia el mini—paraíso color verde menta. O sea, mi casa.

— ¿Te veré esta noche en la fiesta? —Preguntó con una amplia sonrisa. Me encogí de hombros.

— Todo depende de si no me vuelvo a caer. Si lo hago, no iré. Y soy muy torpe.

Me sorprendí a mí misma tratando de ser graciosa, pero debía de aceptar que mi inexperiencia había sido obvia y que al chico no le había hecho gracia, pero aún así se esforzó por sonreír. Mientras se despedía agitando su mano, comprendí que por primera vez en mi vida, iría a una fiesta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro