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02.1

-Eyes Open, Taylor swift

Dos hermanos de la tribu agua del sur, habían salido en un viaje de pesca, ambos tratando de ignorar el río donde se encontraban y los recuerdos que traía.

-Ahí estás... -dijo el mayor-. Mira y aprende Katara, así es como se pesca.

En la cara de la chica se encarno una ceja, se dio vuelta y vio un pequeño pez deambular. Con nerviosismo, se quitó su guante e hizo su mano de arriba a abajo, generando una pequeña burbuja con el pez adentro.

-¡Sokka! ¡Mira! -lo llamó entusiasmada.

-Sh, Katara -silenció con la mirada fija en el agua-. Lo vas a espantar.

-Pero mira, ¡Atrape uno! -llevó la burbuja arriba de su hermano, justo cuando este hizo su lanza hacia arriba, reventando la creación de su hermana, y empapandose.

-Por qué... Siempre que juegas con agua mágica ¿Terminó mojado? -se quejó, claramente enojado.

Katara frunció el ceño.

-No es agua mágica, es agua control un...

-Arte ancestral en nuestra cultura, si, si -Sokka se enderezó mirando al frente-. Mira lo que digo es -se escurrío la coleta-, si yo tuviera poderes raros, no estaría molestando a la gente todo el tiempo.

-¿Me estas diciendo rara a mi? -Katara preguntó divertida-. Yo no soy la que saca músculos en su reflejo cada vez que puede.

Sokka dejó de hacerlo, avergonzado. Unos segundos más tarde chocaron con un trozo de hielo, entrando en una corriente de agua rápida.

-¡A la izquierda Sokka! -indicó Katara.

Sokka no lo hizo, y quedaron entre dos enormes carámbanos, forzandolos a salir de su canoa, y ver como era destruida. El mayor negó con su cabeza.

-Lo sabía, tendría que haberte dejado en la aldea -dijo algo enojado con el mismo.

-¿Disculpa?

-Lo que dije, mujeres al mando, problemas seguro -afirmó seguro.

Katara perdió la paciencia y enojada gritó.

-¡Tú eres... El más machista, inmaduro -la maestra comenzó a mover el agua detrás de ella, inconscientemente-, cabeza hueca! Desde que mamá y Zie murieron me hago cargo de todo -vociferó- ¡Incluso lavó toda la ropa! ¿Alguna vez sentiste el olor de tus calcetines?

Sokka miraba detrás de Katara asustado.

-Katara cálmate -pidió con miedo.

-¡No! Desde ahora ¡Tú lavarás tu propia ropa!

Una corriente de agua movió el suelo donde se encontraban. Katara miró hacia atrás y se agacho, agarrando el borde del hielo.

-¿Yo hice eso? -se preguntó confundida, un enorme iceberg se estabilizaba en la superficie, su hermano asintió con una sonrisa.

-Si, felicitaciones -lo decía en serio, pero su tono salió sarcástico.

Katara observó bien el iceberg que tenían delante, y abrió grande los ojos.

-¡Alguien está vivo! -dijo refiriéndose al niño que se encontraba congelado-. ¡Tenemos que ayudarlo!

-¡Katara espera!

Pero su hermana hizo caso omiso, corrió hacia el iceberg y comenzó a golpearlo con el machete de Sokka. En un golpe decisivo, el glaciar se partió en dos, liberando una enorme y fuerte corriente de aire, junto a una brillante luz al cielo. Vieron como de adentro del monolito helado, salía un niño de ropas anaranjadas, y tatuajes brillantes que poco a poco se apagaron.

Katara, en un rápido movimiento, atrapó al niño antes de que cayera. El, comenzó a abrir los ojos lentamente.

-Debo... -comenzó el niño-. Preguntarte algo... -Katara asintió, dando lugar a que lo haga- ¿Quieres montar en trineo conmigo? -dijo extrañamente enérgico.

-Ah... Seguro... Supongo...

Sokka lo miraba incrédulo, cuando el niño se dio vuelta, comenzó a picarlo con la lanza.

-¿Quién eres? ¿Cómo te metiste en el hielo? -comenzó a hacer preguntas, que el niño ignoró mientras quitaba su lanza sin darle importancia.

-No lo sé -contestó con simpleza y pareció distraerse con un ruido de dentro de la estructura.

Ambos hermanos rodearon una de las paredes de hielo, y vaya sorpresa se llevaron al ver a un enorme bisonte durmiendo.

-Vamos Appa, ¡Despierta! -dijo el niño abriendo la boca de su amigo, el bisonte hizo caso, estirando y lamiendo a su dueño como saludo-, hola amigo -saludo sonriente, pero al darse cuenta de la criatura estaba por hacer, se agachó-. ¡Cuidado!

Aviso tarde, Sokka ya había sido rociado con los fluidos de Appa. Asqueado, se tiró al piso en busca de limpiarse.

-¿Qué es eso? -preguntó Katara haciendo referencia a la enorme criatura.

-Él es Appa, mi bisonte volador -contestó sonriente.

Sokka, ya limpio, respondió con sarcasmo.

-Aja, y ella es Katara, mi hermana voladora.

El niño sonrió ante el chiste.

-¿Ustedes viven por aquí? -les pregunto.

Sokka tomó la delantera.

-¡No respondas! Puede ser un soldado de la Nación del Fuego -dijo mientras lo apuntaba con su lanza.

Katara rodó los ojos y bajó la lanza de su hermano mientras avanzaba al niño.

-Si Sokka, por que se ve que es maestro fuego por su despiadada mirada y su rostro lleno de odio -ambos miraron al niño el cual sonreía angelicalmente-. El paranoico aquí, es mi hermano Sokka y yo soy Katara, aunque es cierto, no nos has dicho tu nombre.

-Mi nombre es Aa... -frunció su cara- Aa... ¡Chu! -estornudo tan fuerte que salió despedido unos veintitrés metros hacia arriba, y bajó como si nada hubiera pasado, con el peso de una hoja-. Mi nombre es Aang, -antes de que alguno interrumpiera, pregunto- ¿La chica que está atrás como se llama? Tengo muchos amigos, pero ella es simplemente algo familiar.

Sokka y Katara se miraron.

-Detrás mío Aang -dijo Katara, y el niño le hizo caso.

Avanzaron los tres en fila, rodeando a Appa.

La lanza de Sokka cayó en un ruido sordo, él y Katara congelándose en el lugar.

-No puede ser... -dijo Katara sorprendida.

-¿Qué? ¿Qué sucede? -preguntó Aang, pero no obtuvo respuesta.

Sokka camino en pequeños pasos hasta la cola de Appa, donde la chica reposaba. El le toco la cara, suave y fría, con su marca de nacimiento entre las finas cejas; Miró a Katara, ella estaba llorando con las manos sobre su rostro. El joven tocó su cuello en busca de alguna prueba de que fuera real, y ahí estaba, su collar de piedra lunar, con el grabado de su nombre en ella.

"Zie"

Los ojos de Sokka se humedecieron, su hermana melliza, la Maestra Agua, estaba delante suyo, respirando con paz y normalidad.

-¿Esta...

-Viva Katara, Zie está viva.

...

El camino arriba de Appa fue silencioso, Katara y Aang intercambiaron unas palabras, pero no mucho más.

Sokka se sentía enfermo, tenía delante de ella el cuerpo de su hermana, la cual claramente estaba respirando y cada tanto se movía, cada vez que lo hacía Sokka se estremecía.

Al llegar a la aldea, Sokka bajó de Appa rápidamente con una figura tapada entre sus brazos sin dejar que nadie la viera y la llevó a una tienda que se usaba para guardar mantas y otras cosas.

Se sentó delante de ella, viéndola respirar y preguntando qué diablos había pasado, ¿Por qué su hermana estaba en un iceberg? ¿Por qué estaba viva? Y más importante ¿Cómo pudo haber dejado de buscarla?

Cerró los ojos con dolor al recordar la última vez que vio a su hermana.

...

Sokka vio a su hermana salir por la puerta de atrás de su hogar, respiro tranquilo ya que no se tendría que preocupar por Katara, Zie la buscaría. Se miró al espejo y tomó un respiro antes de salir a ayudar a su padre y los guerreros.

Salió y corrió hacia donde Hakoda estaba, pero se paralizó al ver a Katara acostada en la nieve, asustada.

-¡Katara! -se acercó corriendo, mientras la cubría con su cuerpo-, ¿Dónde está Zie?

-No lo sé -los ojos de la niña indicaban miedo- ¿Tu sabes?

Negó confundido. Tomo a la niña por los hombros.

-Katara, quiero que corras a casa y te ocultes ¿Si?, espera que te busque mama, o Zie -indicó con voz autoritaria.

Mala decisión.

Entre los gritos de su pueblo, los ataques, y que su padre corriera a su lado desesperado por llegar a su hogar, Sokka no sabía qué pensar.

...

Sacudió su cabeza evitando esos pensamientos y se fijó en su hermana. Seguía igual que cuando tenía trece años, no había crecido, y eso a Sokka lo entristecía, ¿Tendría su hermana que adaptarse a las nuevas condiciones? ¿Podría ser que...

Un respiro profundo intervino los pensamientos de Sokka.

Zie miró a su alrededor, recordaba estar en el azul oscuro de la profundidad del mar, no estar en la tienda de su tribu. Se estaba poniendo nerviosa. Se sentó de piernas cruzadas aun sin ver a Sokka y se tocó la cabeza.

-¿Qué diablos pasó? -se preguntó tocándose la cabeza.

-Nos dejaste, eso pasó -dijo Sokka neutro.

A Zie se le paró el corazón, se dio vuelta inmediatamente y quiso saltar a los brazos de su mellizo, sin embargo este la quitó.

Zie la miro herida.

-No tenias derecho de dejarnos así -comenzó Sokka-. Nos dejaste, a Katara, a mamá, papá, y a mi -su hermana hizo el intento de hablar-. ¡No! Te fuiste por dos años, no, no te fuiste ¡Desapareciste! Creí que te quedarías a defendernos, nos ayudarías y yo creí que...

-Espera espera... ¿Dos años? -Zie estaba atónita, ¿Había perdido dos años de su vida?

-¿Me vas a decir que no sabes ahora?

Zie lo miró y cerró los ojos, respirando pesadamente para calmarse.

-Sokka siéntate -pidió ella.

Su mellizo se negó, sentía algo, pero no lograba descifrar si era enojo o decepción.

-Con papá te buscamos, después de que mamá murió nosotros...

-¿¡Mamá murió!? -los ojos de Zie se humedecieron de pronto, sintiendo que su mundo se venía abajo.

Sokka entendió que había metido la pata. Rápidamente se abalanzó sobre su melliza sin importar lo enojado que él estaba, había extrañado a su hermana. Ambos lloraban su pérdida y sentimientos guardados. Zie tomó aire y se calmó, pero no soltó a Sokka.

-A mamá se la llevaron el día que te fuiste, Katara estaba con ella y papá fue con su flota hacia el reino tierra hace dos años, nosotros...

Zie lo interrumpió.

-Se que faltan cosas por decir, de parte de ambos -secó sus lágrimas-. Pero ahora no hay tiempo Sokka, tenemos que encontrar al Avatar, y creo saber dónde empezar.

Su hermano la miró confundido, el avatar estaba muerto.

-Si hablas del niño con el que estabas en el iceberg, te digo que estás equivocada, si, puede que sea maestro aire y no tenga idea de la guerra pero dudo que...

-¿¡Está despierto!? -grito Zie-. Debo encontrarlo ahora mismo.

-Wow, espera ¿Acabas de volver y ya te vas? -Sokka recuperó su actitud defensiva-. Mamá y papá no están aquí, estamos solo Katara y yo, necesitamos tu ayuda.

Zie asintió, todo por qué su hermano le mostrará y explicará todo.

-Vamos afuera, Gran Gran seguramente querrá verte.

Al salir de la tienda,el pequeño pueblo estaba mirando hacia el cielo, donde una bengala hacía llamado a la armada de fuego.

-Lo sabía, ese niño es de la nación del fuego, se tendrá que ir -habló Sokka serio.

Zie no entendía absolutamente nada, lo único que tenía seguro era que si el niño se iba, ella debía irse con él ya sea o no el Avatar.

Su abuela se dio vuelta al escuchar a Sokka, pero su vista se posó en su primera nieta, la expresión arrugada de ella se vio perturbada. La creía muerta. Todos lo hacían, era obvio.

Sin embargo allí estaba, joven, y de la misma altura que cuando tenía trece.

-Zie... -Gran Gran no estaba bien, entre su nieta no-muerta parada delante de ella y el hecho de que el monje y Katara habían llamado a la Nación del Fuego se sentía agobiada-. Ven aquí cariño.

Zie hizo como su abuela pidió, y la atrajo en un fuerte abrazo, la muchacha quería sentir algo, pero para ella solamente habían pasado unas horas desde que vio a su abuela.

Lo que la tenía más ocupada era el hecho de ver detrás de su abuela a una Katara crecida junto a un niño de ropas naranjas y tatuajes.

Katara estaba pensando de qué ocuparse primero, excusar a Aang por su error, o abrazar a su hermana. Se decidió por la primera al ver que Sokka se puso en posición de defensa.

-¡Lo sabía, eras de la Nación del Fuego! ¡Tú los llamaste! -grito el mayor-. Te tienes que ir -declaró.

-No fue su culpa Sokka -dijo Katara- . Estábamos en el barco y caímos en una trampa, fue mí error.

-Sabías que el barco estaba prohibido Katara -habló su abuela-. Y ahora estamos todos en peligro por su incompetencia, el monje se tiene que ir.

La expresión de Katara se arrugó enojada.

-¡Pues si él se va yo también! -corrió hasta su tienda y tomó unas cosas, bajo la atenta mirada de su hermana. Al salir paso al lado de Zie y le dedicó una sonrisa, la mayor agarró su mano para seguirla- ¿Vienes? -Zie asintió sonriente- ¡Zie y yo iremos al polo norte a buscar un maestro de agua control!

Aang estaba desconcertado, al igual que el resto de la aldea, pero Sokka tomó la palabra.

-¿Dejarás a tu familia Katara? -le preguntó dolido-. Y tú -llamó a Zie-. Te acabamos de recuperar ¿Y ya te vas?, ¡Ni siquiera conoces al niño!

Zie se giró al pequeño monje, el cual la miraba curioso.

Se observaron entre ambos, confundidos por esa extraña sensación de familiaridad.

-Sí nos conocemos -contestaron ambos al mismo tiempo, sorprendidos y sonrientes chocaron manos.

Sokka estaba exasperado.

-Somos su familia, nos necesitamos -dijo.

Katara y Zie se miraron, la primera empezaba a dudar.

-Oigan chicas -llamó Aang-. Se que quieren ir al Polo Norte, pero no quiero meterme con su familia.

Silencio. Katara estaba hablando con Aang sobre si no le molestara que no fueran.

Pero a Zie realmente no le funcionaba la mente, ella quería seguir su encargado, encontrar al Avatar y acabar con la guerra, pero su corazón seguía repitiendo que no fueron horas, si no dos años sin su familia.

-Está bien -declaró Zie interrumpiendo a Aang y Katara-. Nos quedaremos, pero en cuanto nos pongamos al día y organicemos todo tú y yo -señalo a Katara y a ella misma-, nos vamos al Polo Norte.

Katara asintió, algo más entusiasmada.

-Nos vemos Aang, fue un gusto conocerte -se despidió Katara y se fue junto a su pueblo, aún mirando a Aang.

-Niño -llamó Zie-. Ten cuidado, el mundo es peligroso para un maestro aire...

-No se de lo que hablas -respondió con una sonrisa-. Creo que iré a mí hogar y... -una expresión de desilusión cubrió su rostro- espíritus, no he limpiado mí habitación en cine años, será un asco.

Zoe sonrió.

-Ten cuidado Aang.

-Gracias Zie.

Y ambos se separaron, sin dejar de sentir esa sensación en el pecho que les decía que debían quedarse en un mismo lugar.

...

Había pasado un rato desde que vieron a Aang marchar por la nieve arriba de su bisonte, ahora la familia de cuatro estaba sentada alrededor de un pequeño fuego en una de las tiendas.

-Entonces... -empezó Zie-. ¿De qué me perdí?

Todos estaban en silencio y con distintos sentimientos. Sokka sentía enojo, aunque no tenía claro contra quién, su abuela estaba emocionada, ella entendía porque Zie se había ido y Katara... Katara estaba ensimismada, desde que encontraron a Zie no hizo más que mirarla con una sonrisa, Sokka pensó que eso era porque ella era muy pequeña para entender que su hermana los había abandonado, pero Katara sabía sus razones, y eran muy simples.

La primera era que por fin la dejarían ir al Polo Norte y aprender agua control, y la segunda era que había recuperado a su hermana mayor, si, tenía a Sokka pero no había tal figura como la de Zie ella aspiraba a ser como su hermana, poderosa, sin miedo y sobre todo muy inteligente.

-Ya te lo dije, ahora deberías contar por qué tú nos abandonaste -contestó Sokka con tono enojado.

-¡Sokka! -reprendieron Gran Gran y Katara.

-Tiene razón de todas maneras, yo los dejé, yo debería explicar el por qué -Zie hizo una pausa algo larga y necesaria, tenía tanto para explicar, su padre apenas y entendió cuando le explicó su madre sin embargo había entendido todo a la perfección-. Es complicado pero creo que todo empieza cuando...

Un barco se escuchó a lo lejos, entonces Sokka se levantó saliendo de la tienda rápidamente.

Las presentes se observaron, al parecer la charla quedaría pospuesta un tiempo más.

...

dios mío, no puede ser q siempre empiece ff y no los termine pero bueno, acá estoy con otro ff nuevo y esta vez de ATLA!! tenía ganas de escribir algo de esta serie xq es de las pocas animadas q adoro desde chica.

Se q la historia tiene varios baches por ahora, y cosas sin resolver pero esa es la idea, a medida que avanzan los capítulos vamos a ir descubriendo más cosas de Zie, su propósito y personalidad.

Quiero aclarar que ella es una persona que va a estar siempre entre la espada y la pared para tomar decisiones, lo cual le genera conflictos por su elemento.

Por ahora eso es todo mí amores, nos leemos el martes que viene y no se olviden de votar y comentar que me motiva mucho

Un besito 🫶🏻🫶🏻

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