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Tem 3: Comienza el campamento de verano

La habitación de Yaito estaba en silencio, salvo por el leve ruido del viento que entraba por la ventana. En el centro de la habitación, una maleta abierta descansaba sobre la cama, y sobre el escritorio se acumulaban algunos objetos personales que Yaito estaba empacando con calma. El campamento de verano de la U.A. comenzaba hoy, y como siempre, Yaito se aseguraba de que todo estuviera en su lugar, perfectamente ordenado.

Revisó una vez más los artículos esenciales: ropa, equipo para entrenamiento y algunas provisiones personales. Tras cerrar la maleta, la mirada de Yaito se detuvo en la espada que invocaba como parte de su Quirk, una representación física de la responsabilidad que llevaba consigo. Respiró hondo, sintiéndose preparado para el desafío que le esperaba, pero no podía ignorar una sensación de anticipación. Este campamento sería una prueba más, otra oportunidad de demostrar de qué estaba hecho.

Yaito (para sí mismo): "Ya está todo listo."

En ese momento, un leve golpe en la puerta lo hizo girarse. Al abrirla, su madre, Katsumi, estaba ahí, mirándolo con una suave sonrisa en los labios. Sus ojos reflejaban un profundo cariño, pero también una leve preocupación, la clase de preocupación que solo una madre puede tener por su hijo.

Katsumi (con una sonrisa cálida): "¿Ya estás listo?"

Yaito la miró por un instante, asintiendo con una leve sonrisa que reflejaba tanto su confianza como su aprecio por ella.

Yaito: Sí, ya lo tengo todo.

Katsumi dio un paso más hacia la habitación, observando la maleta sobre la cama y luego volviendo su mirada hacia su hijo. Aunque sabía que Yaito era fuerte y capaz, como toda madre, había una parte de ella que siempre deseaba poder protegerlo del peligro.

Katsumi: Me alegra saber que estás preparado. El campamento será una buena oportunidad para ti, pero... asegúrate de cuidar de ti mismo.

Yaito, acostumbrado a esas palabras, asintió una vez más, pero esta vez su sonrisa se volvió un poco más cálida. Sabía lo importante que era para ella su bienestar, y aunque no lo dijera en voz alta, esas palabras siempre lograban reconfortarlo.

Yaito: Lo haré. Prometo regresar bien.

Katsumi se acercó un poco más y, sin decir nada, lo abrazó brevemente. Fue un gesto simple, pero lleno de amor. Luego, se apartó suavemente, colocando una mano en su hombro.

Katsumi: Eres un joven increíble, Yaito. Estoy muy orgullosa de ti.

Con esas palabras, dejó que su hijo terminara de prepararse, sabiendo que estaba listo para enfrentarse a lo que el campamento de verano le deparara. Yaito, mientras cerraba su maleta, pensó en las palabras de su madre y en lo que significaban para él. Aunque su vida estuviera llena de desafíos, siempre había un lugar en su corazón para esos momentos de paz que compartía con ella.

Pov yaito

Mientras cerraba la puerta de mi casa, me detuve un instante. El aire fresco de la mañana llenaba el ambiente, y por un momento, me sentí en calma. Antes de salir por completo, volví sobre mis pasos y le di un suave beso de despedida a mi madre, quien me sonrió con esa calidez que siempre me hacía sentir seguro.

Yaito: Nos vemos pronto, mamá.

Ella asintió y me despidió con una leve sonrisa mientras salía de casa, cargando mi maleta. Mientras caminaba hacia la casa de Osen, mi mente divagaba. Nunca pensé que este día llegaría, que tendría a alguien como Osen a mi lado... que la llamaría mi novia. El mero pensamiento hacía que una sonrisa involuntaria apareciera en mi rostro. Había algo en ella, en su forma de ser, que me hacía sentir completo. Aunque siempre había tenido claro mi camino como héroe, tenerla a mi lado era un nuevo tipo de certeza.

El camino hacia su casa no era largo, pero cada paso me parecía una eternidad mientras pensaba en lo que significaba para mí. Aún me resultaba surrealista, como si estuviera viviendo algo que nunca imaginé. Al llegar frente a su puerta, tomé aire profundo y toqué suavemente. No pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera, y ahí estaba su abuela, mirándome con una sonrisa que irradiaba ternura y sabiduría.

Abuela de Osen: Ah, viniste por mi nieta, ¿no es así?

Asentí, rascándome la cabeza con una ligera incomodidad. Era extraño escucharla decirlo así, aunque no podía evitar sentir un poco de vergüenza cuando lo mencionaba de esa manera.

Yaito: Sí... he venido a buscarla.

Su abuela soltó una pequeña risa y me dejó pasar con un gesto de la mano, dirigiéndome hacia la sala mientras me decía que Osen estaría lista en un momento. Mientras esperaba, observé el lugar con detenimiento. La casa de Osen siempre había tenido esa sensación acogedora, ese aire de tranquilidad que parecía contagiar a cualquiera que entrara.

Mientras esperaba, no podía evitar pensar en lo afortunado que era. No solo por el hecho de estar con Osen, sino por tener personas alrededor que me apoyaban, que confiaban en mí. Pero con ese pensamiento también venía la responsabilidad... el campamento de verano, el entrenamiento, el peligro que siempre estaba presente en nuestras vidas. Aún recordaba la conversación con All for Naught y lo que eso significaba para mí.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché pasos suaves bajando las escaleras. Giré mi cabeza justo a tiempo para ver a Osen entrando a la sala.

Osen bajaba las escaleras con su uniforme de la escuela, aunque sin la chaqueta gris, lo que le daba un toque más relajado y casual. Cuando me vio, una cálida sonrisa se dibujó en su rostro.

Osen: ¿Estás listo?

Iba a responder, pero antes de que pudiera decir una palabra, una voz grave me interrumpió. Me giré y vi al abuelo de Osen acercándose lentamente hacia mí. Su expresión era seria, pero no hostil. Osen, que parecía entender lo que estaba por venir, iba a decir algo, pero él levantó una mano con calma, pidiéndole silencio. Sus ojos se clavaron en los míos, y lo que dijo a continuación me dejó sorprendido.

Abuelo de Osen: Yaito, quiero que sepas algo… Eres parte de esta familia.

Me quedé en silencio, sin saber cómo reaccionar al principio. El peso de sus palabras se sentía profundo, y aunque me había ganado la confianza de Osen, no esperaba recibir esa clase de reconocimiento tan pronto de su abuelo. Pero no fue lo único que dijo.

Abuelo de Osen: "Sé que Osen puede cuidarse sola, pero como su abuelo, quiero pedirte una cosa. Cuídala en ese campamento. Mantén a salvo a mi nieta."

Me sorprendió que me confiara esa responsabilidad tan abiertamente. No era que dudara de mis propias habilidades, pero el hecho de que él, una figura tan importante en la vida de Osen, me pidiera esto directamente, me hizo sentir que había algo más en juego. Mis pensamientos corrían rápidamente, pero entonces, miré a Osen. Ella me miraba también, como si esperara mi respuesta, aunque sabía que no era necesario decir mucho. Sabía que haría cualquier cosa por ella.

Tomé aire y con una sonrisa firme, coloqué mi mano sobre el hombro del abuelo de Osen, transmitiéndole toda la confianza que sentía.

Yaito: No tiene que preocuparse. Haré lo que sea necesario para mantener a Osen a salvo, aunque eso me cueste la vida.

Su rostro se suavizó por un momento, y asintió, como si esas palabras fueran suficientes para él. Osen, por su parte, no dijo nada, pero sus ojos brillaban con una mezcla de gratitud y... tal vez algo más. Era difícil de leer en ese momento, pero sabía que entendía la promesa que acababa de hacer.

Nos despedimos de su abuelo y su abuela, y salimos de la casa. El camino hacia el punto de encuentro con los demás sería tranquilo, pero las palabras del abuelo seguían resonando en mi cabeza. Había algo diferente en todo esto. No era solo una misión o un deber... proteger a Osen no era solo por su seguridad, sino porque, de alguna manera, sentía que mi vida estaba entrelazada con la suya.

Caminábamos juntos en silencio por un momento, hasta que Osen, que había estado observándome, rompió el hielo con una sonrisa juguetona.

Osen: Parecía que estabas nervioso cuando mi abuelo se acercó.

Sonreí y en tono de broma le respondí.

Yaito: Bueno, pensé que me recibiría con una escopeta en las manos y que me hablaría sobre su equipo favorito o su equipo rival.

Osen soltó una risa leve, divertida por la ocurrencia, mientras se llevaba una mano a la boca. La veía relajarse un poco más, lo que también me hizo sentir más tranquilo.

Osen: Mi abuelo puede ser intimidante, pero no es tan malo- se detuvo levemente mirandome- Lo que le dijiste... ¿lo decías en serio?

Me detuve por un momento, pensando en lo que había prometido. No había sido una declaración al aire. Me giré hacia Osen, viendo su expresión seria pero curiosa. Asentí lentamente antes de responder.

Yaito: Sí, lo dije en serio. Tanto tú, como mi familia, tus abuelos, mis amigos y mis profesores... todos son importantes para mí. Son la razón por la que sigo adelante, por la que me esfuerzo. De ahí es de donde saco mi verdadero poder.

Osen se quedó callada, mirándome con una expresión que se mezclaba entre sorpresa y algo más profundo. Sabía que ella entendía lo que quería decir, lo que esas palabras significaban. Para mí, el poder no solo venía de las habilidades, del entrenamiento o del deber como héroe, sino de las personas que me rodeaban, quienes me daban una razón para seguir adelante.

Ella sonrió con calidez, como si mis palabras hubieran aliviado cualquier tensión que pudiera haber sentido después de la charla con su abuelo.

Osen: Sabía que eras fuerte... pero no solo por tus habilidades, sino por tu corazón.

Me sorprendió un poco lo directa que fue con sus palabras, y noté cómo mi rostro se calentaba levemente. Había algo en la forma en que lo decía que me llegaba más profundo de lo que esperaba. Mientras seguimos caminando, el silencio que nos rodeaba era cómodo, lleno de entendimiento. Sabía que lo que estaba por venir, el campamento, y cualquier otra prueba que enfrentáramos, la pasaríamos juntos.

Cuando llegamos a la escuela, el ambiente ya estaba lleno de emoción y nerviosismo. Todos los estudiantes de la Clase 1-A y 1-B estaban reunidos frente a los autobuses que nos llevarían al campamento de verano. El sol de la mañana daba un aire vibrante a la escena, y por un momento observé cómo todos hablaban entre ellos, algunos con entusiasmo, otros con determinación.

Aizawa-sensei, con su típica expresión de cansancio, y Vlad King, con su energía característica, se encontraban al frente, dando instrucciones claras.

Aizawa: Tal vez piensen que, como aún son vacaciones, este campamento será para que ustedes puedan relajarse totalmente...

Vlad King: ¡Pero no! Los que quieran ser héroes no tendrán descanso. En este campamento de verano aspirarán más por el Plus Ultra. ¡¿Entendieron?!

Todos: ¡Sí!

Sus voces resonaron por todo el lugar, y fue en ese momento cuando sentí una mezcla de anticipación y nervios. Sabía que no iba a ser fácil, pero eso me motivaba más.

Vi a los estudiantes de la Clase 1-A y recordé los enfrentamientos, las alianzas y las experiencias compartidas durante los últimos meses. Aunque cada uno había tomado caminos diferentes en ciertos momentos, el destino nos volvía a juntar. Me acerqué a ellos, con una sonrisa amistosa, levantando una mano en señal de saludo.

Yaito: ¡Hey, chicos! ¿Listos para lo que venga?

Midoriya fue el primero en girarse y saludarme, como siempre con una sonrisa nerviosa pero determinada.

Midoriya: ¡Yaito! Claro, aunque... algo nervioso, no te voy a mentir.

Yaito: Es normal, pero si hemos llegado hasta aquí, podemos con lo que sea.

Al ver a Todoroki y Bakugo intercambiar miradas silenciosas, supe que, como siempre, cada uno llevaba sus propios pensamientos internos, pero estaban igual de decididos. Kirishima se acercó y me dio una palmada en la espalda.

Kirishima: ¡Tú siempre tan tranquilo, Yaito! Eso es lo que me gusta de ti.

Reí un poco, sintiendo cómo la camaradería entre todos nos ayudaba a aliviar la tensión.

Yaito: Bueno, ya sabes, alguien tiene que mantener la calma cuando todos pierden la cabeza.

Mientras continuaba saludando al resto, sentí una presencia familiar cerca de mí. Osen había decidido quedarse un poco atrás, observando cómo interactuaba con los demás. Le lancé una mirada y le sonreí, como para asegurarle que todo estaba bien, y ella me devolvió la sonrisa. Sabía que este campamento sería duro, pero con todos ellos a mi alrededor, sentía que podríamos superar cualquier cosa.

Con todos listos, los autobuses estaban a punto de partir, y un sentimiento de expectativa flotaba en el aire.

Monoma: ¡Yaito! jNo hables con la
pretensiosa Clase A! ¡Son sólo un montón de presumidos buenos para...

Antes de que Monoma siguiera hablando,
Itsuka le dio un fuerte golpe en la nuca que lo dejó inconsciente.

Itsuka: Perdón por eso- cargando a monoma- Mejor lo llevo al autobús.

Yaito: Está bien.

Antes eso Itsuka se marchara de ahí junto con Monoma para subir al autobús.

Yaito: Bueno me tengo que ir como representante de mi clase nos vemos llegando alla- mencione mientras atraía ña antencion de mi clase- Muy bien será mejor que empecemos, vamos suban.

Con eso toda la clase B se subieron siendo el último donde pude ver a cierto cabeza de uva babeando, cosa que me irritó enserió no dejaba de pensar como alguien como el se convirtió en un héroe.

Mientras el autobús avanzaba, el ambiente dentro era de pura diversión. Todos jugaban, comían y conversaban, disfrutando del tiempo juntos sin ninguna preocupación a la vista. Era un respiro necesario después de tantas pruebas y desafíos, como si pudiéramos olvidar por un momento que este campamento no sería precisamente unas vacaciones.

Yo me mantenía algo tranquilo, observando desde mi asiento. Osen estaba cerca, riéndose con las chicas de la Clase 1-B, mientras que los chicos de 1-A hacían ruido por todos lados. Sin embargo, a pesar de todo, no podía dejar de pensar en lo que vendría. Sabía que los profesores no nos traerían hasta aquí solo para relajarnos.

De repente, el autobús frenó y se detuvo. Miré por la ventana, notando que estábamos en medio de una carretera de montaña, cerca de un acantilado. No había absolutamente nada alrededor, solo naturaleza. El profesor Vlad, con su usual tono serio, se levantó y nos dio una orden clara.

Aizawa/Vlad King: Bien, llegamos. Todos fuera.

Mineta fue el primero en reaccionar, corriendo como un loco de un lado a otro.

Mineta: Profesor, ¿dónde está el baño?! ¡Me estoy miando!

El caos comenzó a apoderarse del lugar cuando Kaminari levantó la voz, claramente confundido.

Kaminari: ¿Acaso esta es una parada de descanso?

Awase parecía igual de perdido, mirando a su alrededor.

Awase: ¿Por qué bajamos en medio de la nada?

Me levanté de mi asiento y bajé del autobús junto con el resto. El aire fresco de la montaña nos golpeó, y el silencio del lugar, combinado con el vasto paisaje natural, creó una atmósfera inquietante. La mayoría de los estudiantes se veían confusos y desorientados. Me acerqué a Osen y le susurré.

Yaito: Esto no es una simple parada. Seguro que tienen algo planeado para nosotros.

Ella asintió, sin decir mucho, pero la tensión en el ambiente era palpable. Miré a Aizawa y Vlad King, quienes intercambiaron miradas como si supieran algo que nosotros no. Mi instinto me decía que esto era solo el comienzo de lo que sería una prueba bastante intensa.

En ese momento, Aizawa dio un paso adelante y, con su típico tono monótono, nos miró a todos.

Aizawa: No se confundan. Esto no es un descanso. Este es el punto de partida de su primer desafío en este campamento.

Mis sospechas se confirmaron. Crucé los brazos y me preparé mentalmente para lo que viniera. Sabía que lo que se avecinaba no sería fácil, pero después de todo lo que hemos pasado, estaba listo para enfrentar cualquier cosa. Miré a mis compañeros, que ahora empezaban a darse cuenta de la situación, y una leve sonrisa apareció en mi rostro. Esto solo estaba comenzando.

Cuando escuché el grito, giré mi cabeza hacia la voz que llamaba a Aizawa.

??: Eh, Eraser!" —gritó una voz alegre y enérgica.

Aizawa, con su típico tono tranquilo y su mirada cansada miró al mencionado.

Aizawa: Cuánto tiempo sin verlas —respondió con una ligera reverencia.

En un abrir y cerrar de ojos, dos mujeres vestidas con trajes llamativos aparecieron frente a todos los estudiantes. Una de ellas, con un traje rosa y cabello moreno, tenía una expresión chispeante, mientras que la otra, vestida de azul, era una rubia igualmente vibrante.

??: ¡Mírame con esa mirada brillante! —vitoreó la morena del traje rosa, casi como si estuviera en un espectáculo.

??: ¡Tacañamente linda y felina! —gritó la rubia del traje azul, terminando la frase con la misma energía.

Ambas se colocaron en una pose dramática y terminaron su presentación

??: ¡Salvajes, salvajes... Gatitas!

Me quedé tranquilo a saber quienes era pero aparece no fue lo mismo que el resto de mi compañero que estaba algo atónito. No era lo que esperaba, pero lo que más me llamó la atención fue el niño que estaba de pie detrás de ellas, usando un sombrero rojo con cuernos. Su expresión era de puro desinterés, pero sabía el por qué actuaba así.

Aizawa aclaró la situación antes de que las cosas se volvieran más confusas.

Aizawa: Estos son los Pro Heroes que trabajarán con nosotros durante el campamento de entrenamiento, los Pussycats.

Vlad King tomó la palabra casi inmediatamente.

Vlad King: Así que, estudiantes, ¡mejor escúchenlos! Trátenlos como si fueran sus maestros de la U.A. Aunque tal vez ya los conozcan, son los héroes profesionales Mandalay y Pixie Bob.

De repente, Kosei, que estaba a mi lado, comentó con sorpresa.

Kosei: ¡Maldita sea, tenemos algo de MIL-
Pero no terminó su frase. En un abrir y cerrar de ojos, Pixie Bob lo había agarrado por la cara con una fuerza impresionante.

Pixie Bob: ¡Tengo 18 años de corazón! —siseó, mientras apretaba el rostro de Kosei con más fuerza.

Kosei, claramente sorprendido y algo aterrorizado, murmuró

Kosei: Bien, 18...

Algunos de nuestros compañeros asintieron rápidamente, sin querer provocar la ira de Pixie Bob. El resto la saludó con nerviosismo, al igual que a Mandalay, con una sonrisa educada.

Mandalay, más tranquila que su compañera, sonrió mientras señalaba hacia el bosque que rodeaba el lugar.

Mandalay: Somos dueños de toda la extensión de tierra que hay aquí. Todos ustedes se quedarán al pie de esa montaña.

Un murmullo de confusión recorrió a la clase, y pronto comprendimos el verdadero motivo por el cual habíamos parado en ese punto. Miré hacia la montaña, dándome cuenta de lo lejos que estaba la base donde íbamos a quedarnos. Sin duda, esto no iba a ser un paseo fácil.

Sero, claramente incómodo, sugirió tímidamente

Sero: ¿Por qué no volvemos al autobús? —comenzando a retroceder hacia el vehículo.

Yosetsu lo siguió rápidamente ya que no de daba una buena pinta.

Yosetsu: Estoy totalmente de acuerdo con eso.

No tardé mucho en notar que varios de nuestros compañeros empezaron a pensar lo mismo y comenzaron a caminar de vuelta al autobús.

Pero Mandalay, con una sonrisa felina y su cola moviéndose de un lado a otro,

Mandalay: Son las 9:30 AM ahora mismo. Si son rápidos... ¿quizás lleguen a la base alrededor del mediodía?

Ese comentario hizo que todos los estudiantes rompieran filas y corrieran desesperadamente hacia el autobús. Antes de que pudiera procesar completamente lo que estaba pasando, Mandalay gritó algo que hizo que me detuviera en seco.

Mandalay: ¡Los gatitos que no lleguen antes de las 12:30 no recibirán almuerzo!"

Un suspiro colectivo se escuchó mientras algunos estudiantes seguían intentando encontrar una salida, pero el tono final de Aizawa dejó claro que no había escapatoria.

Aizawa: Lo siento, damas y caballeros. El campo de entrenamiento...

De repente, Pixie Bob apareció frente a todos, bloqueando el camino hacia el autobús con una sonrisa alarmando a todos excepto.

Aizawa: ...ya ha comenzado.

Pixie Bob sonrió mientras activaba su don, Flujo de Tierra. El suelo debajo de los estudiantes comenzó a convertirse en un tsunami de arenas movedizas y arrastró a todos los estudiantes por el acantilado. Algunos estudiantes intentaron usar sus dones para combatir el flujo, pero fue inútil porque les arrojaron demasiada tierra. Yosetsu no pudo anclarse a algo que ya se estaba moviendo, y Juzo, que intentó ablandar la tierra y nadar a través de ella, se encontró siendo arrastrado por la corriente.

Mandalay: ¡Dado que esta es una propiedad privada, pueden usar sus Dones como quieran!- gritó mientras se asomaba para asegurarse de que Pixie Bob no se hubiera ido por la borda y lastimado a los estudiantes- ¡Tienen tres horas! ¡Vengan a la instalación por sus propios medios! Eso es... ¡después de atravesar los Bosques de las Bestias!

Los estudiantes miraron hacia el bosque y notaron que, con tantos árboles densos, la luz apenas se filtraba a través de las ramas.

Kendo: Vamos a organizarnos- sugirió sacudiéndose el polvo de la falda- ¡Presidentes y vicepresidentes de clase, reúnanse!

Kendo se reunio al igual que Momo y Lida. Cuando el trío se reunió, notaron que faltaba alguien.

Momo: Oigan donde esta yamanaka?- pregunto a no verme por ningún lado.

Mientras tanto, de nuevo en la cima de los acantilados, Shota y Mandalay discutían por qué ponían a los estudiantes a un ritmo más acelerado de lo habitual cuando una voz resonó en el lugar.

Yaito: Vaya esa caída es muy alta, es suerte que la u.a tenga seguro- mencione encima de autobús.

Donde los profesores y heroínas me miraba con asombro no pensado que alguien hubiera salido de ese ataque.

Vlad: Yaito que.......

Yaito: Tranquilo sensei, solo quería evitar el ataque de pixie Bob nada más- mencione bajando del autobús- Entonces debemos de llegar en 3 hora o si no habrá almuerzo, supongo que es hora de dar máximo esfuerzo- diría llendo al acantilado donde fueron lanzado los demás- Oh por cierto pixie Bob

Esto atrajo la antencion de la mencionado que me miró curiosa pero yo simplemente de sonreí.

Yaito: ¿No se supone que deberías estar en casa tejiendo o algo así? —bromee, insinuando que su edad la hacía parecer un poco más... tradicional.

El instante de risas y emoción se detuvo por completo. Una atmósfera de silencio envolvió el lugar, y pude ver cómo los rostros de los profesore y de mandalay se tornaron pálidos mientras miraban a Pixie Bob. Su expresión se había transformado de juguetona a profundamente molesta.

Un aura oscura comenzó a rodear a Pixie Bob, que brillaba intensamente como un oscuro recordatorio de que había cruzado una línea. La tensión era palpable, y el aire se volvió frío. Su mirada se centró en mí, como si cada palabra que había pronunciado hubiera invocado su furia.

Pixie bob: ¿Qué dijiste, pequeño? —su voz era suave, pero contenía una amenaza que no podía ignorar.

Yaito: Que deberías hacer mejor criatura se nota que la edad te pasa fractura- mencione para caer hacia atras- Adiós.

Con eso caí para reunirme con los demas pero mientras caía pude escuchar un grito de enojo, al menos funcionó mi plan.

Mientras los demás me buscaba en eso algo chocó contra el suelo donde una cortina de polvo se tapaba mostrando que era yo salieron.

Kendo: Yaito donde estuviste- comentado lo que hice donde se soprendiendo- Es increíble que haya logrado evitar la trampa —dijo mientras se cruzaba de brazos. Miró a Osen y luego a mí. —Pero tenemos que avanzar.

Yaito: Sí, tenemos que organizarnos si queremos llegar—añadí, tratando de mantener el enfoque.

Osen se acercó a mi, mirándolo con una mezcla de alivio y reproche.

Osen: No deberías haber estado tan despreocupado, Yaito. Esto es serio. No podemos permitirnos perder más tiempo.

Yaito: Lo sé, lo sé —respondi ahora con un tono más serio —Pero estoy aquí y estoy listo para ayudar. Lo importante es que todavía estamos juntos, ¿verdad? ¡Chicos! —grité, tratando de captar la atención de todos los presentes, tanto de la Clase A como de la Clase B. —¡Formemos grupos! Necesitamos establecer una estrategia si queremos atravesar este bosque sin problemas.

Los estudiantes comenzaron a agruparse, y vi cómo Kendo, Setsuna y otros se acercaban a mí. Quería asegurarme de que todos supieran cómo usar sus quirks de la mejor manera posible.

Yaito: Escuchen —dije, respirando hondo para que mi voz resonara entre los murmullos—. Los quirks de cuerpo a cuerpo deben estar al frente. Necesitamos que estén listos para cualquier encuentro cercano.

Kendo: Eso tiene sentido —asintió mientras se ajustaba el guante, su expresión decidida.

Yaito: Los quirks defensivos y de larga distancia deben quedarse atrás —continué—. No queremos que se nos atrape en una pelea cercana sin respaldo. Así que manténganse listos para proteger a los que están en el frente.

Miré hacia atrás y vi a Momo y Yosetsu, que estaban discutiendo sobre cómo podían combinar sus poderes defensivos. Me sentí aliviado al ver que todos estaban comprometidos.

Yaito: Y los quirks de apoyo —dije mientras miraba a Hatori y otros, como Yui y Pony—, deben situarse en el medio. Necesitamos que estén listos para ayudar a quien lo necesite, ya sea curando heridas o creando distracciones.

Kaminari: ¿Y si nos encontramos con algún enemigo? —preguntó visiblemente nervioso.

Yaito: Entonces, nuestra prioridad será la comunicación. Debemos mantenernos en contacto, sobre todo con los que están en la parte delantera. No queremos ser sorprendidos —respondí con confianza.

Un murmullo de asentimientos recorrió al grupo, y vi cómo los estudiantes comenzaron a tomar sus posiciones. El ambiente se tornaba serio, pero también sentía una chispa de emoción en el aire. La posibilidad de enfrentarnos a un desafío real estaba justo frente a nosotros.

Yaito: ¡Recuerden! No se alejen demasiado unos de otros. Si uno de nosotros se pierde, debemos asegurarnos de que nadie quede atrás —dije mientras los guiaba hacia adelante. —Confíen en sus quirks y en sus compañeros.

La clase se organizó rápidamente, formando un equipo cohesionado, y me sentí orgulloso de ver a todos trabajando juntos. Cada uno estaba listo para hacer su parte.

Yaito: ¡Vamos a por ello! —grité, levantando el puño en señal de motivación. —Si trabajamos en equipo, podemos salir de aquí sin problemas. ¡Adelante, Clase A y Clase B!

Todos: SI!!!

Así todos nos enfrentamos a las criatura de tierra que pixie Bob envio pero eso no me molesto notando cómo con la colaboración de ambas clase iba hacer muy sencillo en supera este obstáculo.

Yaito:( Ahora en este momento........)

El campamento de verano había comenzado.......

Continuará.......

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