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Tem 2: Pasantia parte 4

El ambiente estaba cargado de tensión,
el viento en la estación de tren silbaba
entre las estructuras de metal mientras
Yaito se mantenía firme, observando
cada movimiento del villano
monstruosos. A pesar de la creciente
presión, su rostro mostraba una calma
imperturbable, aunque dentro de él, la
adrenalina comenzaba a fluir con
fuerza.

El ladrón, ahora transformado en un
monstruo con patas de araña
gigantescas y músculos abultados, lo
miraba con una expresión de furia
descontrolada. Su Cuerpo grotesco
temblaba mientras se preparaba para
atacar nuevamente.

Yaito respiró hondo y bajó la mirada
hacia sus manos. Sabía que tenía que
terminar esto rápido antes de que
alguien más saliera herido. No podía
arriesgarse a pelear a la defensiva por
mucho más tiempo. Era hora de poner
fin al combate.

Bueno, parece que no tengo otra
opción... -murmuró, mientras una ligera
niebla de vapor comenzaba a emanar de
Su cuerpo.

Sus músculos se tensaron, y su piel
adquirió un ligero tono rojizo. El vapor
se hizo más intenso, escapando de su
Cuerpo mientras su corazón comenzaba
a bombear sangre a una velocidad
increíble.

Yaito: Gear... Second -susurró
flexionando las piernas mientras el
vapor lo rodeaba como una nube. Su
cuerpo, ahora potenciado, irradiaba
poder.

En un instante, Yaito apareció justo
frente a él, lanzando un puñetazo
directo a su abdomen. La fuerza del
golpe fue tal que el ladrón monstruoso
fue empujado hacia atrás, sus patas de
araña clavándose en el suelo mientras
intentaba mantener el equilibrio.

Yaito: Jet Pistol! -gritó mientras su
puño se extendía como un rayo,
impactando al villano de lleno.

El monstruo gruñó, soltando un grito de
dolor mientras el golpe lo sacaba de su
centro de gravedad. Pero no se rindió.
Con un rugido bestial, lanzó una red de
telarañas hacia Yaito, intentando
atraparlo de una vez por todas.

Yaito: ¡No tan rápido! -Yaito esquivó con
facilidad, moviéndose con una velocidad
que el villano no podía seguir.

De repente, Yaito apareció a su espalda,
golpeando nuevamente con un
poderoso puñetazo cubierto en vapor.

Yaito: ¡Jet Bazooka! -exclamó, sus dos
puños impactaron en la espalda del
villano, enviándolo volando hacia la
pared de la estación con tal fuerza que
el concreto se agrietó.

El ladrón monstruoso cayó al suelo,
tosiendo sangre, mientras intentaba
levantarse, pero sus patas de araña
temblaban bajo el peso de su propio cuerpo.

Ladron Maldito héroe! -gritó, con su rostro deformado por la ira-. ¡No vas a
detenerme!

Yaito lo observó por un momento, su
cuerpo aún emanando vapor. Sabía que
no podía subestimar a su enemigo, pero
también estaba claro que el villano
estaba al borde de su límite. Los efectos
de la droga estaban destrozando su
Cuerpo por dentro.

Yaito: Ya se acabó -dijo con firmeza-.
Te lo advertí, pero decidiste seguir.
Ahora enfrentarás las consecuencias.

El villano lanzó un último ataque
desesperado, disparando una ráfaga de
telarañas en todas direcciones. Pero
Yaito, con el Gear Second activado, era
demasiado rápido. Desapareció
nuevamente, y en un abrir y cerrar de
ojos, apareció frente al villano.

Yaito  Esto es el final!-exclamó Yaito,
lanzando su último golpe-. jJet Gatling!

Una lluvia de golpes se desató sobre el
cuerpo del ladrón monstruoso. Cada
impacto resonaba en la estación,
haciendo que el suelo temblara y que el
villano no tuviera oportunidad de
defenderse.

Con cada golpe, el ladrón se
debilitaba más y más, hasta que
finalmente, cayó al suelo, inconsciente.

El silencio llenó la estación por unos
segundos. Yaito, aún envuelto en vapor,
respiraba profundamente mientras
bajaba los brazos. Había sido una pelea
intensa, pero finalmente, todo había
terminado.

Los civiles, que seguían grabando,
Comenzaron a aplaudir, pero Yaito
apenas les prestó atención. Lo único
que le importaba era que el villano ya no
representaba una amenaza.

A lo lejos, las sirenas de los héroes
profesionales y la policía se acercaban.

La estación de tren estaba envuelta en un aire tenso y cargado de expectación. Sara y Aki llegaron corriendo, habiendo escuchado los rumores de un enfrentamiento en la estación. Al llegar, sus ojos se abrieron de par en par al notar la destrucción a su alrededor: escombros, señales rotas, y, en el centro de todo, Yaito de pie, con vapor emanando de su cuerpo y el ladrón monstruoso inconsciente a sus pies.

Aki: Lo... lo hizo —dijo Aki, jadeando por la carrera—. Yaito lo venció.

Sara: Pero algo no está bien —respondió con los ojos entrecerrados. Sabía que una batalla de este calibre rara vez terminaba sin una sorpresa final.

Y, como si sus palabras hubieran sido una premonición, el ladrón monstruoso, que parecía derrotado, comenzó a moverse. Con un último esfuerzo desesperado, se levantó tambaleándose, sus patas de araña chirriando contra el suelo mientras su cuerpo, aún mutado por la droga, temblaba de furia.

Aki: ¡Yaito, cuidado! —gritó al notar el peligro.

Pero antes de que Yaito pudiera reaccionar, una de las patas del villano se disparó hacia él con una velocidad brutal, atravesando su hombro derecho con un sonido desgarrador.

Yaito: ¡Ahh! —soltó un grito de dolor, sintiendo la pata de araña perforar su carne. El dolor era intenso, pero su entrenamiento le permitía mantenerse consciente, aunque apenas podía mover el brazo herido.

Sara: ¡Yaito! —gritó, dando un paso adelante para intervenir, pero fue demasiado tarde.

Con una fuerza descomunal, el ladrón utilizó su otra pata para impulsarse hacia un tren que acababa de salir de la estación, arrastrando a Yaito con él. El tren estaba en movimiento, y el villano aprovechó para saltar sobre el techo, llevándose a Yaito consigo.

Aki: ¡No, maldita sea! —Aki sacó rápidamente su teléfono, llamando a Ikuda mientras Sara observaba impotente cómo el tren se alejaba—. ¡Ikuda, la situación se está poniendo grave! El villano está huyendo, y se ha llevado a Yaito. ¡Están en un tren en movimiento, y no sé cuánto tiempo más podrá resistir!

Ikuda: ¡Entendido! —respondió al otro lado del teléfono, su voz calmada pero con urgencia en el tono—. Manténganse cerca y no pierdan de vista el tren. ¡Héroes profesionales están en camino!

Mientras tanto, en el techo del tren, Yaito y el ladrón caían rodando violentamente, chocando contra las láminas de metal con cada giro. El dolor en el hombro de Yaito era intenso, pero él sabía que no podía darse el lujo de caer inconsciente. Se concentró, aprovechando su resistencia como usuario de goma para amortiguar los golpes mientras el tren aceleraba a gran velocidad.

Rápidamente usando su mano derecha un aura verde apareció mientras se colocaba en el hombro donde tenía la herida, sabía que eso era muy grave, pero al menos se ayudaría a reducir el dolor.

Ladron: ¡Esto no ha terminado, maldito! —gruñó el su voz distorsionada por la mutación mientras lanzaba un ataque con sus patas de araña, intentando clavar a Yaito contra el techo del tren.

Yaito, aunque algo mejor, utilizó su otra mano para esquivar los ataques, moviéndose con la velocidad de su Gear Second. Cada paso que daba resonaba sobre el tren, y la gente en el interior comenzaba a murmurar, confundida y aterrada.

Civil: ¿Qué está pasando arriba? —preguntó un pasajero, mirando hacia el techo, donde los golpes reverberaban como truenos.

Civil: ¡Tenemos que parar el tren! —gritó otro.

Pero detener el tren no era una opción en ese momento. Yaito sabía que tenía que terminar esta pelea rápido, antes de que más personas estuvieran en peligro. Sus ojos se enfocaron en el villano, calculando su próximo movimiento.

Ladron: ¿Crees que puedes detenerme, mocoso? —el villano, a pesar de estar agotado, seguía atacando con furia, pero su cuerpo estaba al límite, afectado por la droga que había consumido.

Yaito apretó los dientes, ignorando el dolor en su hombro. Si no detenía al villano ahora, las cosas podrían empeorar mucho más. Con un último esfuerzo, inhaló profundamente, dejando que el vapor rodeara su cuerpo una vez más.

Yaito: Te subestimas... —murmuró saltando hacia adelante con una velocidad abrumadora—. ¡Esto termina ahora!

Con una combinación perfecta de velocidad y fuerza, Yaito lanzó su ataque.

Yaito: ¡Jet Stamp!

Su pierna se alargó y se cubrió de vapor mientras golpeaba al villano directamente en el aturdiendolo un poco.

El vagón temblaba mientras el ladrón, aún consciente, utilizaba una de sus patas para derribar a Yaito de forma brutal. Antes de que el joven pudiera reaccionar, el villano extendió una gruesa telaraña que envolvió a Yaito por completo, atrapándolo.

Ladron: ¡Te mataré, bastardo! —rugió  con ojos desquiciados. Con Yaito inmovilizado, el villano comenzó a golpearlo salvajemente con sus enormes brazos, descargando toda su furia. Cada golpe resonaba como un trueno, haciendo que el vagón del tren saliera de sus rieles, y su estructura metálica comenzara a deformarse más y más con cada impacto.

Los pasajeros dentro del tren gritaban aterrorizados, sin entender lo que estaba ocurriendo en el techo, mientras el vagón se inclinaba peligrosamente. Pasaron unos segundos, y el villano se detuvo, respirando con dificultad, mientras retrocedía para ver al adolescente atrapado entre los restos del vagón. Una sonrisa oscura cruzó su rostro, convencido de que lo había matado.

Pero entonces, una voz conocida resonó en el aire.

Yaito: ¿En serio, amigo? Pegas peor que una niña.

El villano, sorprendido, miró a Yaito, quien emergía de entre los escombros sin una pizca de daño visible. La confianza del ladrón comenzó a desvanecerse, y, antes de que pudiera reaccionar, Yaito desapareció de su vista a una velocidad cegadora.

Usando su Haki de Observación, Yaito había anticipado el siguiente movimiento del villano, quien, en un intento desesperado por atraparlo de nuevo, lanzó más telarañas hacia él. Pero esta vez, Yaito estaba listo. Saltó hacia atrás justo a tiempo, evitando la trampa.

Yaito: Si eso es lo que quieres… —murmuró mientras bombeaba sangre por su cuerpo, activando su Gear Second—. Aquí vamos.

El aire alrededor de Yaito comenzó a vibrar mientras su velocidad aumentaba drásticamente. Desapareció de la vista del ladrón, quien a pesar de todo, no parecía asustado. Con una calma calculadora, el villano saltó hacia atrás, justo cuando el suelo se partía en un gran cráter bajo el puño de Yaito.

Ladron: No puede ser… —murmuró, sorprendido por haber esquivado el ataque—. ¿Cómo es posible que haya alguien tan rápido?

Yaito se enderezó, frunciendo el ceño al darse cuenta de lo que estaba enfrentando.

Yauto: (Lo olvidé…) —pensó—. (Al ser una araña, tiene reflejos y un sentido del peligro, como si tuviera un maldito sentido arácnido. Esto va a complicar las cosas.)

El villano no perdió tiempo. Aprovechando su ventaja, dio un gran salto con la intención de aplastar a Yaito bajo su peso.

Pero Yaito actuó rápido. Se movió de lugar evadiendo el ataque justo a tiempo. El villano, gracias a su sentido arácnido, se movió rápidamente a la derecha, esquivando una patada en
hacha de Yaito.

Yaito: ¡No te confíes solo por tener un sensor de peligro!

El villano apenas tuvo tiempo de
procesar las palabras de Yaito antes de
que la pierna que había esquivado
momentos antes regresara con más
fuerza. Con un movimiento de látigo, la
pierna estirada de Yaito golpeó al villano
directamente en el estómago,
enviándolo metros atras del tren.

Yaito: ¡Gomu Gomu no Muchi! -dijo Yaito,
recuperando su pierna mientras se
limpiaba la nariz con una sonrisa
triunfante-. Lo clásico nunca falla.

Pero el alivio duró poco. Aún consciente, el villano se levantó, furioso, y lanzó una nueva ráfaga de telarañas hacia Yaito. Con un instinto rápido, Yaito inclinó su cuerpo hacia atrás, dejando que las telarañas pasaran por encima de él, evitando por poco ser atrapado nuevamente.

Yaito: ¿otra vez con eso? -murmuró
viendo cómo el villano, cubierto de
raspones pero aún de pie, lo miraba con
ojos llenos de odio.

Ladron: Te mataré! -gritó el villano, perdiendo toda compostura.

Yaito: Y yo pensé que ya te había derrotado-Suspiró Yaito, volviendo a ponerse en guardia--. Bueno, supongo que va el Tecer round.

El villano, en un arrebato de rabia,
comenzó a lanzar partes del tren que había a su alrededor. Los pedazos volaban hacia Yaito con una velocidad peligrosa, pero él no iba a dejarse atrapar de nuevo. Usando su poder de humo, Yaito se desplazaba entre las sombras, esquivando cada ataque con movimientos ágiles y precisos. No solo tenía que mantenerse a salvo, sino también proteger a los civiles que aún estaban cerca del campo de batalla.

Mientras evitaba los ataques, Pero esta vez, Yaito ya estaba un paso adelante. Aprovechó su Haki de Observación para anticipar el movimiento del villano, desplazándose con el humo y
reapareciendo justo detrás de él.

Yaito: Y esto no se queda ahi- estirando su brazo hacia y enrollado esta misma lo empezó a atraer hacia delante- gomu gomu no Jet rifle.

Dándole un potente golpe en el estómago que de saco el aire al asesino mutado, pero yaito dio un gran salto mientras estiro su brazo hacia las patas de araña del asesino.

Yaito: Jet rocket- saliendo impulsado a toda velocidad gracias, haciendo que desaparezca momentáneamente antes de impactar gracias a la velocidad.

El techo del tren se había abollado por el gran impacto que hizo que los civiles dentro estuviera asustado.

El asesino pudo recupera vista pero antes de que mirara algo, lo unico que sintió fue un potente golpe en el estómago, mientras un gran estruendo se había provocado.

Ladron: Te matare!!!- grito fuera de control

Yaito: Entonces que espera- en pose de combate.

Ambos chocando y los golpes no se
hicieron esperar, el yamanaka no tubo
problemas en esquivar los ataques por
parte de las varias extremidades de su
contrincante, pero le costaba acercarse
lo suficiente, en cuanto al asesino estaba furioso de que todos sus ataques fueran esquivados.

Asesino: iQuédate quieto!- en un arrebato de ira el hombre araña escupió una gran cantidad de telaraña que atrapo los brazos del pelinegro contra su torso, usando sus patas de araña intento acribillarlo, pero el adolecente no tubo problemas en moverse de un lado a otro.

Yaito: Hey dijiste algo diferente eso es bueno- en tono burlón esquivando los ataque de villano.

Civil: i¿Pero que demonios es eso?!

Sin embargo dentro del vagón las personas entraron en pánico al ver una patas de araña atravesar el techo de los vagones, el conductor del tren corrió a la cabina para aumentar la velocidad y escapar de lo que sea que los estaba atacando.

Yaito sintió como el tren aumentaba más la velocidad y tubo que alejarse de hombre araña.

Rápidamente disparo un misil de ceniza que hizo retroceder al villano, seguido de eso estiro ambos brazo a las 2 patas araña en la zona superior.

Pero el villano a ver esto no perdió tiempo y con fuerza hizo que yaito se elavara en los aire mientras iba hacia este.

Aunque el pelinegro ya tenía previsto eso y rápidamente se recuperó mientras daba varias volteretas mientras estira su pierna en el aire hacia arriba

Yaito: Gomu gomu no ono-dijo mientras  luego la lleva hacia abajo logrando golpea la cabeza de villano haciendo que este golpeé la superficie metálica ocasionando un gran golpe.

Yaito dio algunos paso hacia atrás mientras se mantenía con lo que podría para no salir volando.

Asesino: Miserable- elevando su cabeza para mira a nuestro prota- te voy a matar.

Sin perde lanzó de su boca empezo a lanzar telaraña cosa que yaito rápidamente empezo a esquiva dando voltereta o saltando de pronto estiro nuevamente brazos para luego enrollado sobre las patas de araña del asesino.

Rápido ambos estában haciendo fuerza, pero el villano sujetó los brazos de pelinegro para jalando contra el haciendo que esté en el aire pero se recompuso y en ese mismo momento, dio una voltereta en el aire para luego dar una patada doble al villano pero este a ver esto pudo reaccionar cruzado su vrazo en forma de x protegiéndose de la patada.

La batalla continuaba feroz en el tren, con Yaito y el villano mutado enfrentándose en una lucha cada vez más brutal y desesperada. Yaito, aunque herido, se mantenía firme, utilizando su ingenio y habilidades para contrarrestar los ataques del hombre-araña.

El tren rugía mientras ambos se desplazaban por sus vagones, causando caos y pánico entre los pasajeros. Las chispas saltaban de las paredes metálicas mientras el villano lanzaba golpes con sus patas de araña, cada uno buscando acabar con el joven héroe. A pesar de la velocidad y agilidad del mutante, Yaito demostraba una vez más su resistencia y determinación.

Cuando el villano lo lanzó por la ventana del tren, el impacto resonó como un trueno, y los pasajeros que aún quedaban dentro del tren observaron con horror el aparente final del héroe. Sin embargo, la sonrisa sádica del villano desapareció cuando, de repente, Yaito regresó, estrellándose contra él con una fuerza que sacudió el vagón entero.

Ladron: ¡Te mataré, maldito! —rugió furioso mientras intentaba usar sus patas para atravesar a Yaito nuevamente.

El héroe logró esquivar cada ataque, usando el espacio confinado del tren a su favor. Con movimientos rápidos, se desplazaba entre los asientos, usando su Quirk para deslizarse entre las sombras y el humo, haciendo que sus movimientos fueran casi impredecibles.

Yaito: Eres demasiado lento —dijo con una sonrisa confiada, desafiando al villano mientras lanzaba otro ataque. Esta vez, su puño se alargó al estilo Gomu Gomu no  Pistol, impactando contra el rostro del villano.

El golpe fue tan fuerte que el villano quedó momentáneamente aturdido, pero Yaito sabía que no podía bajar la guardia. El hombre-araña era resistente, y aunque sus golpes eran efectivos, no estaban siendo suficientes para derribarlo por completo.

De repente, el villano cambió de táctica. En lugar de seguir atacando a Yaito directamente, usó sus patas de araña para capturar a dos pasajeros, un hombre y una mujer, que miraban aterrados la batalla.

Ladron: Si tanto te importa ser un héroe, veamos si puedes salvarlos a ambos... —dijo con una sonrisa macabra mientras arrojaba a la mujer hacia el aire, con la clara intención de matarla.

Yaito, sin pensarlo dos veces, reaccionó al instante. Usando su Quirk de humo, se impulsó hacia el aire, alcanzando a la mujer en el último segundo y asegurándose de que aterrizara sana y salva en el suelo.

Yaito: No se preocupe, ya está a salvo —dijo rápidamente mientras volvía al tren usando el Gomu Gomu no Rocket.

Sin embargo, el villano no había terminado. Arrojó al hombre por la ventana, pero Yaito, demostrando una vez más su habilidad y rapidez, extendió su brazo para atraparlo, bajándolo suavemente al suelo.

Los espectadores que presenciaban el evento desde las calles apenas podían creer lo que veían: un héroe que parecía estar en todas partes, salvando vidas y enfrentándose a un villano brutal. Pero Yaito sabía que no podía relajarse, no mientras el villano seguía suelto.

Cuando el villano vio que Yaito lo alcanzaba una vez más, comenzó a retroceder. Su mente, nublada por la ira y el odio, se dio cuenta de algo: no podía ganar. La droga que le daba sus poderes mutados no estaba completa, y su cuerpo comenzaba a sentir los efectos de la sobrecarga. Sabía que, si seguía peleando, Yaito lo derrotaría tarde o temprano.

Ladrón: Maldito seas... —murmuró mientras intentaba huir, pero Yaito no tenía intención de dejarlo escapar.

Con un último impulso, Yaito se lanzó hacia él, determinado a acabar con la amenaza de una vez por todas.

El villano gruñendo miro como yaito estaba parando a el, mirando el tren tubo una idea.

Ladron: ¡Serán ellos o yo!— rugió , abriendo su mandíbula lo más que pudo antes de escupir una red de telarañas gigantescas. Estas se desplegaron rápidamente, obligando al adolescente a saltar para evitar quedar atrapado.

Yaito: ¿Qué está planeando?— murmuró mientras aterrizaba ágilmente sobre el techo del vagón, su vista fija en el villano que se dirigía rápidamente hacia la cabina del tren. Al comprender sus intenciones, sus ojos se abrieron en alerta. —¡Maldición!

Sin perder un segundo, Yaito activó su Gear Second, haciendo que el vapor emanara de su cuerpo mientras sus músculos se tensaban. Con una velocidad vertiginosa, corrió sobre el techo del tren para alcanzarlo, pero cuando llegó, ya era demasiado tarde.

El villano había roto el cristal del parabrisas de la cabina, y con una de sus patas de araña, atravesó el brazo del conductor. El hombre retrocedió horrorizado, soltando un grito ahogado de dolor.

Ladrón: ¡Nadie saldrá vivo de aquí!— gritó con furia mientras tomaba las palancas de velocidad y las empujaba al máximo. Con una risa sádica, las rompió de un tirón, dejando claro que el tren no podría detenerse.

Yaito: ¡Red Hawk!— gritó mientras su brazo se envolvía en llamas. El villano apenas tuvo tiempo de notar que Yaito estaba ya frente a él, cuando vio una figura ardiente avanzando hacia él a una velocidad descomunal. Incapaz de esquivar, recibió el golpe de lleno en la cabeza, siendo estampado violentamente contra el techo metálico de la cabina.

El villano, mareado y tambaleante, lanzó una última mirada hacia Yaito antes de perder la conciencia.

Ladron: Je… veamos cómo solucionas esto… héroe— murmuró con una sonrisa torcida antes de desplomarse en el suelo, inconsciente.

Yaito se tomó un breve segundo para mirar al villano antes de girar hacia la cabina del tren. Entró por la ventana destrozada y, al hacerlo, vio al conductor, herido gravemente. Una civil intentaba detener la hemorragia, presionando con un paño que ya estaba empapado de sangre.

Yaito: Oye, ¿puedes detener el tren?— preguntó con seriedad, consciente de la gravedad de la situación.

El conductor, con la cara pálida y la respiración agitada, negó con la cabeza.

Conductor: ¡No… no puedo! El panel de control está destruido y… estamos yendo a máxima velocidad sin frenos…— tartamudeó entre jadeos. —La estación Zanzo está a 15 kilómetros… si no paramos antes, nos estrellaremos contra las casas… ¡Nos vamos a matar a todos!— exclamó con desesperación, su voz quebrándose mientras las lágrimas caían por su rostro. El hombre parecía haber perdido toda esperanza, resignado a su final.

Yaito miró al conductor por un segundo y luego observó a los pasajeros, que también lo miraban con ojos llenos de miedo. Entre ellos, una mujer que seguía presionando el paño ensangrentado contra el hombro del conductor levantó la voz, la esperanza brillando en su mirada.

Pasajera: ¿Qué… qué harás?— preguntó con un temblor en su voz, aunque en sus ojos había una pequeña chispa de fe. Los demás pasajeros también esperaban una respuesta, sus rostros llenos de una mezcla de miedo y esperanza.

Yaito respiró hondo, la presión del momento pesando sobre él. Sabía que todos contaban con él para encontrar una solución. Con su mente funcionando a toda velocidad, observó los controles destruidos y el tren acelerando sin frenos.

Yaito: Hay algo que puedo intentar…— murmuró para sí mismo, mientras comenzaba a evaluar su siguiente movimiento, sus ojos brillando con determinación.

Yaito no dijo nada. Simplemente salió por la ventana del tren, el viento azotando su rostro mientras se enfrentaba a la realidad: el tren estaba viajando a más de 240 km/h, y solo tenía algunos minutos antes de que se estrellara.

Yaito: Bien… esto será difícil— murmuró para sí mismo, mientras su mente trabajaba a toda velocidad. Sabía que no había muchas opciones. La idea más lógica era descarrilar el tren para evitar una catástrofe mayor, pero eso significaba poner en riesgo más vidas- (No es lo que hace un héroe)- pensó, mirando nuevamente a los pasajeros. Tenía que salvarlos a todos.

Desde lo alto del tren, podía ver el pánico extendiéndose entre los pasajeros: estudiantes, niños, mujeres, hombres, ancianos. El miedo y la desesperación se apoderaban de sus rostros.

Una pequeña niña con orejas de zorro, asustada y llorosa, se aferraba a su madre.

Niña: Oka-san… ¡tengo miedo!— sollozó, su voz temblando mientras buscaba la protección de su madre.

Yaito apretó los dientes.

Yaito: Vamos, Yaito, piensa… piensa como Jimmy Neutron- se dijo, recordando uno de sus viejos programas favoritos. Necesitaba una idea, algo que pudiera salvar a todos sin que nadie más resultara herido.

De repente, una chispa de inspiración golpeó su mente, como una corriente eléctrica recorriéndole el cuerpo. ¡Tenía una solución!

Yaito: Solo espero que esto funcione— murmuró mientras una gota de sudor bajaba por su frente. Sin perder más tiempo, se catapultó a gran distancia del tren, propulsándose hacia adelante con un increíble salto. Los pasajeros, que lo observaban desde dentro, lo vieron desaparecer y el miedo se transformó en desolación.

Pasajero: Es todo… estamos acabados…— murmuró uno de ellos, su voz vacía y resignada. Los demás comenzaron a aceptar su destino, creyendo que el joven héroe los había abandonado.

La niña con orejas de zorro seguía apretando a su madre, intentando encontrar consuelo en el abrazo de su progenitora, mientras el tren rugía, avanzando sin frenos hacia el desastre.

Con yaito

Este estaba en las vías del tren para ponerse en el centro, no paso mucho para que el tren lo alcanzara y chocara contra el debia actua ahora.

Rápidamente estiro ambos brazo a los soporte de abajo de tren mientras lo enrollada fuertemente con haki de armamento.

Los pasajero que estaba en el tren ya no tenía la esperanza que alguien lo rescatará hasta que unos de los pasajero que estaba en la zona de control miro por delante hasta que noto.....

Pasajero: ¡¿Qué esta haciendo?!- pregunto uno de los tantos pasajeros al ver a yaito que ahora en la parte delantera del tren su brazo estaba estirando.

Yaito: Tu que crees- dijo mientras lo miraba con una sonrisa con un poco de dolor- estoy salvado su vidas ¡Ahg!- apretando su  dientes ahora  sentir  como su brazo se tensaban y su espalda se incrustaba contra la parte delantera del tren, ahogando los quejidos de dolor sintió el como los vidrios y trozos de metal se estaban enterando en su espalda, por no mencionar como su traje se estaba destruyendo pero eso no me importaba- (¡Espero que funcione tobey maguire sientente orgulloso de esto!)- penso mientras veía que lo peor estaba por suceder.

Todos los pasajeros casi cayeron cuando el tren entero se sacudió ante al disminución de velocidad del tren, por ambos lados de las ventanillas del vagón vieron los brazos de yaito tensarse y forzarse al máximo hasta casi el punto de romperse.

Viejo: ¡Esta funcionando! ¡No te rindas chico!- grito que estaba en el vagón del conductor viendo como la velocidad estaba disminuyendo poco a poco.

Yaito: ¡Eso es lo que hago!- fue su grito de respuesta de que escucho el como su traje de nanoctenologia se estaba desgarrando- ¡MALDICIÓN!- grito con esfuerzo para soportar el dolor de sentio su hombros separarse de se cuerpo, el desgarre lento de los músculos de sus brazos fue lo mas doloroso que he sentido en años.

Pero lo peor era que la herida donde el villano lo atravesó se estaba abriendo nuevamente ya que este no pudo curando mucho mejor.

Yaito:( Carajo la herida se esya abriendo mas)- penso mientras sentía su espalda doler.

Los pasajeros solo estaban rezando o
animandor a yaito que lo estaba
dando todo para detener el tren, varios
sintieron sus esperanzas desaparecer
cuando vieron que el final de las vías
estaba cerca junto a la última estación.
Y esto solo empeoro cuando el traje empezó a desgarrarse mostrado ahora como los brazo de yaito mucho mas tenso, la velocidad aun era demasiado y el tren se estrellaría.

Varias personas que estaban en las cercanías presenciaron como un tren iba fuera de control, solo se podía escucha el rechinar metálico de las ruedas del tren que liberaban chispas al ir a tan alta velocidad, esto sonido era acompañado por los gritos de horror de los pasajeros que solo podían esperar lo peor.

Yaito que habia perdido la parte superior de su traje ya que el resto fue para mantener su brazo en la zona de soporte de tren, se maldecía una y otra vez.

Yaito: ¡No, No No No!-apretando su dientes con frustración vio un edificio departamental con mas de 40 pisos lleno con personas que vivían con sus familias

El tren se acercaba peligrosamente al edificio de 40 pisos. Yaito, con el rostro contraído de dolor, sabía que si no lograba detenerlo pronto, muchas vidas estarían en peligro. Su traje ya no soportaba la presión y sus brazos parecían al borde de romperse. La herida en su costado, causada por el ataque de un villano anterior, comenzaba a abrirse cada vez más, dejando un rastro de sangre en la parte delantera del tren.

Yaito: ¡Maldición!— rugió entre dientes, sintiendo cómo sus músculos se desgarraban lentamente. Su vista se nublaba, pero no podía permitirse desmayarse. No ahora.

Los pasajeros dentro del tren apenas podían mantenerse en pie debido a las sacudidas. Los gritos de horror y las plegarias eran lo único que llenaba el aire. Algunos miraban con desesperación a Yaito, ese joven que, contra toda probabilidad, estaba intentando salvarlos.

Pasajero: ¡No puede más! ¡Nos estrellaremos!— gritó alguien con miedo, señalando cómo la estación final y el edificio estaban cada vez más cerca.

Yaito, sintiendo la desesperación rodearlo, cerró los ojos por un segundo. Sabía que su quirk de goma no sería suficiente. Estaba al límite, y el dolor era insoportable. Entonces, en un momento de claridad, tomó una decisión desesperada.

Yaito: —(¡Esto no puede acabar aquí! ¡Tengo que hacer algo más!)— pensó, apretando los dientes al ver que ya las vías estaban llegando a su fin-( como puedo llegar a ser un heroe que ni si quiera puedo proteger a las persona)-sin mas cerrando mis ojos solo pudo esperar que los pasajeros sobrevivieran al choque.

Pero de pronto.......

Mujer: ¡Por favor no te rindas!

Ese grito hizo que yaito abriera su ojos para voltear y ver a la mujer de antes que cargaba a su hija en sus brazos, ella estaba llorando mientras se sostenía de un pasa manos para mantener el equilibrio

Mujer: ¡Por favor!- rompiendo en llanto miro directo a los ojos de yaito- ¡No te rindas!- fue el ultimo y mas fuerte grito que se escucho por parte de ella.

Extra: ¡Tu puedes hacerlo!- esta vez fue el grito de un adolecente de secundaria que estaba sosteniéndose como podía de un asiento.

"¡Por favor sálvanos!"

"¡No te rindas chico!"

"¡NO TE RINDAS!"

Los gritos siguieron y siguieron animandorme que solo baje mi cabeza para sonreír de forma leve.

Yaito: Soy un idiota…- se dijo a si mismo a ver como las personas confiaba plenamente en el, queria ser un heroe para transmiti confianza que no hay nada que teme, pero parece ser que ellos tambien lo hacen confian en que puede ser capaz de salvado.

Yaito:( Prometí que salvaría a las persona no importa que me pase, si llego a perder incluso la misma vida darle todo de mi para que esa persona pueda esta segura)- pensó mientras tenía una sonrisa- ( Por qué los verdaderos héroes)- penso mientras que sin darse cuenta rayos azules empezando a rodeando mientras su pelo se erizaba de punta, y sus ojos cambiado a unos azules oscuro que brillaba-( Son lo que mantiene a salvo a las persona no importa como!!!)

El tren seguía avanzando a gran velocidad, pero algo dentro de Yaito comenzaba a cambiar. Los gritos de las personas resonaban en su cabeza, dándole una renovada determinación. Con cada palabra de aliento que recibía, sentía cómo una energía desconocida despertaba en lo profundo de su ser.

Rayos azules comenzaron a rodearlo, su cabello se erizaba, y sus ojos, ahora de un profundo azul brillante, reflejaban una nueva fuerza que nunca antes había experimentado. Yaito no entendía lo que estaba sucediendo, pero una cosa era clara: no podía fallarles.

Yaito:(No importa lo que pase... no voy a fallar. ¡Un héroe protege a todos, sin importar el costo!)— pensó con una sonrisa, mientras una ola de energía corría por todo su cuerpo.

Con un rugido que resonó como un trueno, Yaito clavó sus pies aún más fuerte contra las vías del tren, destrozando las tablas de madera que las sostenían. Su cuerpo se tensaba más allá de los límites humanos, y aunque sentía que sus músculos estaban al borde de romperse, algo dentro de él lo mantenía de pie.

Los rayos azules que lo rodeaban se intensificaron, y por un instante, el tren pareció desacelerar bruscamente, como si el mismo espacio a su alrededor se hubiera detenido. Yaito no se soltó, a pesar del dolor insoportable que sentía en sus brazos y piernas. El chirrido del metal y el crujir de las vías fueron ahogados por el rugido de la energía que lo rodeaba.

Yaito: AAAAAAHHH!— gritó con todas sus fuerzas, mientras su cuerpo absorbía la energía que lo rodeaba, intensificando su agarre.

Las personas dentro del tren miraban con asombro cómo el chico que los estaba salvando parecía adquirir un poder imposible. Su traje estaba completamente destruido, dejando su torso desnudo, pero las marcas de rayos azules que recorrían su cuerpo parecían un nuevo traje de pura energía. Era como si Yaito estuviera invocando algo mucho más grande que él mismo.

Finalmente, el tren, que había estado yendo a una velocidad mortal, empezó a reducirse de forma significativa. Los pasajeros, que minutos antes pensaban que no tenían esperanza, comenzaron a gritar de alegría y alivio.

Viejo: —¡Lo está logrando! ¡Está frenando el tren!— gritó desde el vagón de control.

Yaito, sintiendo cómo la energía dentro de él seguía creciendo, apretó los dientes y dejó escapar un último grito. El dolor era insoportable, pero la visión del final de las vías, junto al edificio de 40 pisos lleno de familias, le dio el impulso final que necesitaba.

Los que estaban en el vagón de conductor escucharon el sonido grotesco de su brazos tronar y dislocarse, la sangre que salía de mi herida estaba manchando el tren que seguía en movimiento. Pero pasando los segundos todo el tren se sacudió con violencia asiendo que los pasajeros cayeran o se golpearon por los bruscos movimientos, dando un ultimo movimiento que termino se sacudir el tren este permaneció… ¿quieto?

Chica: ¿Lo logro?-una joven universitaria se levanto de suelo para ver por las ventanas que ahora estaban en la estación Zanzo.

Varios de los pasajeros al igual que la joven vieron con incredulidad que en verdad se habían detenido, poco a poco estos fueron bajando del tren y lo primero que hicieron fue correr a la parte delantera del tren. Solo para encontrarse con la escena que hizo que varios de los pasajeros tuvieran casi un paro en el corazón.

Yaito, con su cuerpo completamente destrozado, los músculos de sus brazos y pecho temblando incontrolablemente, y sus pies quemados, había llevado su cuerpo al límite absoluto. Su traje, que apenas quedaba en harapos, dejaba ver las heridas abiertas y las quemaduras que cubrían su piel. El tren, que había estado desbocado, estaba ahora completamente detenido, y los pasajeros comprendieron que solo había sido gracias a él.

Poco a poco su cabeza temblaba, pero levanto la mirada que su boca tenía pequeño hilos de sangre, mirando a la persona que estaba a salvo.

Una mujer, que sostenía a su hija en brazos, fue la primera en arrodillarse cerca de él, con lágrimas aún corriendo por su rostro. La pequeña niña zorro, que había permanecido aterrorizada durante todo el incidente, soltó un suave gemido y escondió su rostro en el pecho de su madre, pero levantó la mirada un momento para ver al chico que las había salvado.

Mujer: Él... realmente lo hizo— dijo con la voz temblorosa. La pequeña asintió, aferrándose más fuerte a su madre.

Uno de los hombres del vagón delantero intentó hablar, pero las palabras no le salieron. Todos estaban demasiado abrumados por la escena para saber qué hacer. Entonces, Yaito levantó lentamente la cabeza, su rostro cubierto de sudor y sangre. Sus ojos, que antes brillaban con energía, ahora parecían apagados, pero una sonrisa tranquila y cálida apareció en su rostro.

Yaito: Me alegra... que estén todos bien— murmuró, su voz apenas audible por el esfuerzo, mientras sus brazos, que habían vuelto a su lugar de manera grotesca, seguían temblando.

La mujer y su hija le devolvieron la sonrisa, aunque las lágrimas no dejaban de caer de sus ojos.

Mujer: Gracias... gracias...— susurró, su voz quebrándose por todo lo que yaito tuvo que hacer.

Pero Yaito, ya exhausto, no pudo mantener la mirada mucho más tiempo. Su cuerpo colapsó hacia adelante, cayendo pesadamente sobre las vías. El sonido de su cuerpo golpeando el suelo resonó en el aire, mientras los pasajeros reaccionaban al unísono, corriendo hacia él.

Chico adolescente: ¡Alguien llame a una ambulancia! ¡Rápido!— gritó desesperado, mientras otros intentaban acercarse a Yaito sin saber cómo ayudarlo.

Las sirenas de emergencia comenzaron a escucharse a lo lejos, pero el impacto emocional del momento ya había dejado una marca profunda en todos los presentes. La historia del chico que lo dio todo para salvarlos sería contada por mucho tiempo. Este día quedaría grabado en sus memorias, no solo como un día en el que estuvieron al borde del desastre, sino como el día en que un héroe sin nombre dio todo de sí para asegurarse de que pudieran volver a casa.

Mientras los paramédicos llegaban y lo rodeaban, uno de ellos revisó sus signos vitales.

Paramédico: vEstá vivo, pero... apenas. Necesitamos estabilizarlo de inmediato— dijo mientras comenzaban a trabajar para tratar sus heridas.

La multitud observaba en silencio, aún incrédulos de que Yaito hubiera sobrevivido a tal prueba. Mientras los paramédicos lo cargaban en una camilla y lo subían a la ambulancia, el tren se mantenía como un testigo mudo de la batalla que acababa de librarse.

Mujer: Nunca lo olvidaremos...— murmuró, abrazando a su hija con fuerza, mientras observaba la ambulancia alejarse.

Y así, en un día que podría haber terminado en tragedia, todos los presentes recordarán al joven que se negó a rendirse, aunque le costara su propio bienestar.

Continuará.....

Bueno gente como esta si lo se le tarde bastante en subir otro capitulo la verdad no tengo excusa aunque si había logrado tener un avance pero por problema con las tareas que he tenido ya no me dio tiempo en subirlo, pero en fin espero que de allá gustado ya sabes dejen su estrellita sin más soy adreff y nos vemos en la próxima.

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