Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tem 2: Comienza la pasantia

La atmósfera en el aula de la Clase 1-B estaba cargada de una mezcla de emoción y nerviosismo. Algunos estudiantes hablaban entre ellos con entusiasmo, mientras que otros revisaban en silencio sus documentos por última vez. Las pasantías estaban a la vuelta de la esquina, y cada uno había entregado su hoja con el nombre de la agencia que los recibiría.

Vlad King con su habitual presencia firme, miró a sus alumnos con orgullo.

Vlad King: Muy bien, ya que todos ustedes han elegido la agencia en la cual harán su pasantía, espero verlos el lunes en la estación de trenes. Asegúrense de estar listos y puntuales.

Los estudiantes asintieron, algunos con energía desbordante, mientras que otros parecían más serenos, asimilando el momento. Tetsutetsu Tetsutetsu, golpeando su puño contra la palma de su mano, sonreía ampliamente.

Tetsutetsu: ¡No puedo esperar para empezar! ¡Voy a demostrar lo que significa ser de acero puro!

A su lado, Itsuka Kendo lo observaba con una sonrisa divertida, pero más contenida.

Kendo: Solo asegúrate de no exagerar desde el primer día, Tetsutetsu. Tenemos una larga semana por delante.

Mientras tanto, Yui Kodai guardaba sus cosas en silencio, ajena a las conversaciones alrededor, aunque escuchaba atentamente los planes de sus compañeros. Setsuna Tokage, con una sonrisa traviesa, se acercó a Reiko Yanagi.

Setsuna: ¿Ya te ves lanzando objetos con telequinesis por toda la agencia? - bromeó, guiñándole un ojo.

Reiko: No haré nada innecesario - respondió con su habitual tono tranquilo y casi fantasmal.

La clase comenzó a recoger sus pertenencias, las sillas raspando suavemente el suelo mientras las mochilas eran cargadas a los hombros. Vlad King los observaba desde su escritorio, satisfecho de ver cómo su clase se preparaba para el siguiente paso en su formación como héroes.

Vlad King: Muy bien, pueden retirarse. Nos veremos el lunes. ¡No se olviden de llevar todo lo necesario y de dar lo mejor de ustedes!

Uno a uno, los estudiantes comenzaron a salir del aula. Ibara Shiozaki se detuvo por un momento cerca de la puerta, mirando al resto de sus compañeros con calma.

Ibara: Recuerden, debemos honrar nuestras pasantías con diligencia y rectitud. Este es un paso importante en nuestro camino hacia la heroína.

Algunos asintieron mientras otros simplemente se dirigían a la puerta. El ambiente era ligero pero cargado de expectativas. Este sería el primer gran desafío fuera del entorno controlado de la U.A., y aunque algunos lo tomaban con seriedad y otros con entusiasmo, sabían que era un momento decisivo para sus futuros.

El aula ya casi estaba vacía, pero Yaito seguía sentado en su asiento, mirando por la ventana. No había hablado mucho durante la clase, como de costumbre, y mientras sus compañeros se emocionaban por las pasantías, él se mantenía pensativo, repasando en su mente lo que le esperaba. La elección de su agencia había sido difícil, pero al final, había decidido confiar en su instinto.

El murmullo de la conversación de sus compañeros empezaba a desvanecerse cuando una voz familiar lo sacó de sus pensamientos.

Yumi: ¡Yaito! - llamó desde la puerta, con una sonrisa amistosa.

Hatori, que estaba de pie a su lado, levantó una mano, haciéndole una seña para que se acercara. Ambos estudiantes parecían haberlo estado esperando, aunque por motivos diferentes. Yumi, siempre energética, se apresuró a entrar al aula, mientras Hatori mantenía su postura tranquila pero observadora desde la puerta.

Yumi: ¡Vamos, no te quedes ahí solo! Estamos hablando sobre las agencias y queríamos escuchar la tuya - dijo, casi como si fuera una orden amistosa, mientras le daba una palmada suave en el hombro.

Yaito levantó la mirada, sus ojos encontrándose con los de Yumi, que siempre lograba contagiar su energía a los demás. Suspiró, pero esbozó una pequeña sonrisa mientras se levantaba.

Yaito: No es gran cosa, pero está bien, voy con ustedes.

Finalmente, cuando el último estudiante salió del aula, Vlad King observó el salón vacío, respirando profundamente. Sus estudiantes estaban listos para el mundo exterior, y pronto, ellos también harían su huella como héroes.

Hatori habló con su tono calmado, pero con una leve curiosidad en sus palabras.

Hatori: Siempre tienes esa actitud reservada. ¿Estás preocupado por algo, Yaito? No te he visto tan entusiasmado como los demás.

Yaito pensó por un momento antes de responder, cruzándose de brazos mientras caminaban por el pasillo.

Yaito: No es eso. Supongo que simplemente no quiero hacer mucho ruido hasta que esté seguro de que puedo destacar de verdad. Es como si... - hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas - ...no quisiera decepcionar a nadie.

Yumi lo miró de reojo, con una mezcla de comprensión y ánimo.

Yumi: ¡Entiendo lo que dices! Pero confía en mí, ya eres increíble. Solo tienes que mostrarles lo que eres capaz de hacer. ¿No es por eso que estás aquí, después de todo?

Hatori asintió con la cabeza mientras los tres continuaban su camino hacia la salida.

Hatori: No puedes pasar desapercibido por siempre, Yaito. Las pasantías serán la oportunidad perfecta para demostrar tu potencial, incluso si prefieres no ser el centro de atención.

Mientras caminaban hacia el exterior de la U.A., la tarde comenzaba a caer, y aunque el ambiente era relajado, Yaito no podía dejar de pensar en lo que vendría la próxima semana. Su mente ya estaba ocupada con las estrategias que podría usar durante las pasantías, cómo podría mejorar su control y, lo más importante, cómo podía dejar una huella sin comprometer su esencia.

Yumi rompió el silencio una vez más, con su habitual energía contagiosa.

Yumi: ¡Vamos a darlo todo la próxima semana! Yo ya tengo algunas ideas para impresionar en mi agencia, y seguro que tú también lo harás genial, Yaito. Además, ¡estaremos todos en esto juntos!

Yaito sonrió, algo más animado por el entusiasmo de Yumi y la tranquilidad de Hatori.

Yaito: Supongo que tienes razón. Será una buena oportunidad para mostrar de lo que somos capaces.

Los tres continuaron caminando hacia la salida, con una renovada determinación brillando en los ojos de Yaito, listo para enfrentarse a lo que vendría durante las pasantías. Aunque prefería mantener un perfil bajo, sabía que este era su momento para destacar, y con amigos como Yumi y Hatori a su lado, la posibilidad de éxito parecía mucho más cercana.

Caminando bajo la cálida luz del atardecer, Yumi no pudo contener más su curiosidad y, con su típica energía, se giró hacia Yaito con una sonrisa curiosa.

Yumi: Oye, Yaito, no nos has dicho todavía... ¿A qué agencia irás para tu pasantía?

Yaito, siempre tranquilo, guardó silencio por un momento mientras decidía cómo responder. Sabía que la elección de su agencia podría llamar la atención, pero, como siempre, prefería mantener las cosas discretas. Finalmente, respondió con calma.

Yaito: Voy a Lighthouse Corps.

El nombre resonó en el aire y por un momento Yumi lo miró sorprendida, con los ojos bien abiertos.

Yumi: ¡¿Lighthouse Corps?! ¡Es una de las agencias más famosas!

Antes de que pudiera decir más, Hatori, con su tono calmado y conocedor, intervino, agregando contexto a la respuesta de Yaito.

Hatori: Lighthouse Corps es la compañía de héroes más venerada en la prefectura de Akimori. Fue fundada hace casi cuarenta años por el famoso héroe Beacon. Su principio fundador era proteger a los inocentes a toda costa, y sirvió como luz guía para los héroes que veían su trabajo como un deber moral, algo diferente de muchas otras empresas de la época, que se centraban más en los resultados finales.

Yumi asintió emocionada, escuchando atentamente lo que Hatori explicaba.

Hatori: Aunque Beacon enfermó y falleció hace más de cinco años, la compañía ha prosperado bajo la dirección de su hija, Omni-White. La mayoría de los territorios de Lighthouse Corps abarcan la ciudad de Akimori y sus suburbios, áreas de alta población y alta delincuencia, por lo que la agencia siempre tiene una presencia mediática fuerte. No es fácil ingresar allí; aunque muchos lo intentan, solo unos pocos son aceptados en sus programas de entrenamiento general. Y su clase de élite, llamada HUB, ha producido algunos de los mejores héroes de la prefectura.

Yumi no podía contener su entusiasmo y golpeó suavemente el brazo de Yaito, sonriendo.

Yumi: ¡Vaya, Yaito! ¡Eso es impresionante! ¿Cómo lograste entrar a una agencia tan importante?

Yaito se encogió de hombros ligeramente, manteniendo su serenidad habitual.

Yaito: supongo que cierto festival hizo que llame su atención, por demostrar cualidades capaces a cualquier cosa.

Hatori, aunque más reservado en su expresión, dejó escapar una pequeña sonrisa. Por su amigo que cierta compañía lo eligiera era un gran honor.

Hatori: No es tan sencillo, Yaito. Si te eligieron, es porque ven el potencial que tienes. Lighthouse Corps no es para cualquiera.

Yaito: Gracias por el halago, aunque tampoco se quedan atras- agradeció sus palabras con una ligera inclinación de cabeza.

Sabía que la competencia había sido dura, pero eso solo le daba más razones para esforzarse al máximo durante la pasantía. Lighthouse Corps representaba todo lo que él valoraba en el heroísmo: dedicación, protección de los inocentes y un compromiso moral que iba más allá de los resultados inmediatos.

Yumi, con su característico entusiasmo, dio un pequeño salto.

Yumi: ¡Ahora estoy aún más emocionada por las pasantías! Todos tenemos que dar lo mejor de nosotros, pero siento que vas a destacarte, Yaito. ¡Ya puedo imaginarte patrullando con los mejores héroes de Akimori!

Yaito esbozó una leve sonrisa, pero el entusiasmo de Yumi y la calma sabia de Hatori le recordaban por qué valoraba su amistad con ambos. Caminando juntos hacia la salida de la U.A., Yaito sabía que, aunque Lighthouse Corps era un desafío enorme, estaba listo para enfrentarlo con la misma determinación que siempre había tenido. Las pasantías serían su oportunidad para demostrar su valía, y aunque prefería no destacar demasiado, sabía que este sería un paso importante en su camino hacia convertirse en un verdadero héroe.

Hatori: Ahora que lo pienso, pensé que te irías junto con osen, ya que ambos casi vive cerca.

Yaito: Tuvo que hacer algunos favores a su abuela, por eso no me puedo acompañar, pero claro eso no significa que solo ella puedo hablar- menciono tranquilamente- Ya que también la considero mis amigas y a la vez son muy importante para mi.

Esto hizo que ambas chicas se detenga mientras se notaba un leve sonrojo, cosa que yaito se confudio, pero era agradable esta con amigos.

Fin pov normal

Pov yaito

Bueno estuve un poco en calma luego de lo que paso con osen cuando de revele la verdad de sujeto y a la vez de lo que me comentó mi madre había perdido un gran peso encima, pero claro esa duda del sueño y la pelea entre la luz y oscuridad aún seguía divulgado, pero fue gracias a la personalidad que yumi y hatori que pude desviar todo eso, era bueno tener compañía supongo que osen tenía razón.

Además de que me preguntado sobre dónde iba hacer mi pasantia, para ser sincero estaba pensado hacer mi pasantia con ryukyu, pero cuando vi la lista algo interesante me hizo cambia de opinión.

Flashblack.

El ambiente en mi dormitorio estaba tranquilo, la suave luz de la lámpara sobre el escritorio proyectaba sombras largas y silenciosas. Frente a mí, una pila de solicitudes de agencias para las pasantías me miraba, como si cada papel esperara que lo eligiera. Era tarde en la noche, pero a pesar del cansancio, aún no podía decidirme. Ya había revisado cada opción varias veces, pero algo no encajaba del todo.

Pasé los dedos lentamente sobre los papeles, pensando. Había nombres conocidos en la lista, agencias populares y héroes admirados por todos. Mis pensamientos se inclinaban hacia Ryukyu, la heroína dragón que había demostrado ser una figura imponente durante el incidente con la Yakuza. Su agencia era respetada y solía trabajar con héroes en formación, lo que podía ser una gran ventaja para mí.

Sin embargo, mientras mis pensamientos divagaban, una inquietud persistente me rondaba. ¿Era esa la opción correcta? Sabía que podía encajar en su equipo, pero algo en mi interior seguía buscando una alternativa. Algo que resonara más profundamente conmigo.

Fue en ese momento que, casi por accidente, un papel resbaló de la pila y cayó al suelo. Me incliné para recogerlo, y al ver el nombre en la hoja, fruncí el ceño.

Yaito: ¿Lighthouse Corps?- murmuré. No era un nombre que hubiera escuchado antes, ni si quiera en la historia original-( Acaso es otro cambio en la historia)

Me senté de nuevo, mirando el encabezado de la hoja. La agencia estaba en la prefectura de Akimori, una región que me era prácticamente desconocida ya que en la historia original habua poco lugares en donde pasaban los hechos. Su fundadora, el héroe Beacon, había establecido la compañía hacía casi cuarenta años. Aunque Beacon había fallecido, su hija, Omni-White, ahora estaba al frente de la agencia, manteniendo vivo el legado de su padre. Me intrigó.

Encendí mi computadora portátil y comencé a buscar más información. Las palabras en la pantalla comenzaron a resonar en mi mente, capturando mi atención.

**"Lighthouse Corps: Fundada por el héroe Beacon, quien creía que ser héroe era más que detener villanos; era ser una luz en tiempos de oscuridad. Su filosofía, 'proteger a los inocentes a toda costa', sigue siendo el principio fundamental de la compañía."**

Mientras leía, algo en mi interior se alineaba con esa visión. **Lighthouse Corps** parecía diferente de otras agencias, no solo preocupada por los resultados o la fama, sino por un propósito más profundo: ser un faro de esperanza, una guía moral. Y eso resonaba con mi propia visión de lo que significa ser un héroe.

Continué leyendo sobre cómo la agencia operaba principalmente en áreas de alta delincuencia, patrullando las calles de Akimori y sus suburbios, donde la gente más necesitaba a los héroes. Su programa de pasantías era altamente competitivo, con solo unos pocos aceptados en su clase **HUB**, que se enfocaba en la élite de los héroes en formación.

Me quedé en silencio por un momento, considerando mis opciones. **Ryukyu** era una opción fuerte, pero **Lighthouse Corps** ofrecía algo más: una conexión profunda con la idea de heroísmo que siempre había tenido. No se trataba solo de ganar notoriedad o de destacarse; se trataba de hacer lo correcto, de proteger a los más vulnerables.

Finalmente, tomé una decisión. Tomé el papel de **Lighthouse Corps** y lo coloqué sobre el resto de las solicitudes. Sentía que esta era la elección correcta, un camino que me ayudaría a convertirme en el tipo de héroe que quería ser.

Cerré la computadora y apagué la lámpara, dejando que la oscuridad llenara la habitación. Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro mientras me acomodaba en la cama. Tal vez no sería el camino más fácil, pero sabía que era el adecuado para mí. **Lighthouse Corps** me esperaba, y yo estaba listo para el desafío.

Fin de flashblack

Por esa razón elegir dicha agencia, desconocía mucho de esta agencia pude haber ido a otras agencia como Ryukyu pero realmente esa me llamo mucho la antencion que no pude ignora, supongo que ahí me ayudaría a mejora un poco mis habilidades, aunque claro yo no busco fama ni nada de eso.

Seguí charlando con yumi y hatori que sentir que con ella no había hablado mucho y más con hatori que era mi amiga de la infancia junto a osen, pero claro a ver si expresiones sabía que algo pasaba en ella.

[Timeskip]

El fin de semana había pasado volando, y ahora estábamos todos reunidos en la estación de trenes, listos para partir hacia nuestras pasantías. La Clase 1-B estaba llena de energía, con cada uno de nosotros cargando nuestros trajes heroicos en discretos maletines. El profesor Vlad King se encontraba al frente, vigilándonos como siempre con su habitual seriedad.

Vlad: Todos traen sus trajes, ¿verdad? -preguntó con su voz imponente.

Clase B: ¡Sí! -respondimos al unísono, nuestra emoción palpable en el aire.

Vlad: Recuerden que no pueden usarlos en público. Y asegúrense de cuidar sus modales frente a los héroes. -Nos miró uno por uno, asegurándose de que entendíamos la importancia de lo que estaba por venir.

Clase B: ¡Sí! -respondimos de nuevo, esta vez con un poco más de solemnidad.

-Vlad: Bien, eso es todo. Ahora, vayan.

Nos dispersamos poco a poco, cada uno tomando un camino distinto hacia nuestros respectivos trenes, que nos llevarían a las agencias que habíamos escogido para las pasantías. La emoción y la anticipación por lo que estaba por venir flotaban en el aire, pero a la vez, también había un nerviosismo latente.

Yumi: Yaito, ¿no te emociona esto? -preguntó, su rostro radiante mientras caminaba a mi lado.

Yaito: La verdad es que sí -respondí con una sonrisa ligera, aunque mis pensamientos vagaban un poco. No podía evitar recordar lo que había sucedido la semana pasada.

En ese momento, Hatori se acercó, su mirada tranquila, como de costumbre. Siempre había algo en ella que me hacía sentir que veía más allá de las palabras.

Hatori: Seguro que estará bien -dijo, mirándome directamente a los ojos-. Ya sabes, por lo que pasó en ese dia.

Suspiré, pero mantuve mi sonrisa.

Yaito: No te preocupes, ahora estoy mejor -dije, intentando sonar más seguro de lo que quizá estaba-. Además, ¿por quién me tomas? -añadí con un tono ofendido, bromeando para aliviar la tensión-. Estaré bien, no es como si fuera a enfrentarme a un villano o algo parecido.

Hatori asintió, pero no parecía del todo convencida.

Yumi, que siempre parecía tener la última palabra, me miró con una sonrisa traviesa.

Yumi: Pero con tu suerte, todo puede pasar.

Solté una pequeña risa, aunque sabía que en el fondo, Yumi tenía razón. La vida de un héroe en entrenamiento nunca era predecible.

El bullicio de la estación de trenes nos rodeaba mientras los altavoces anunciaban la llegada y salida de diferentes trenes. El ambiente seguía lleno de la energía característica de los estudiantes de la Clase 1-B, quienes poco a poco iban abordando sus trenes hacia sus destinos. Yumi, Hatori y yo permanecíamos juntos, charlando mientras esperábamos que sus trenes llegaran.

Finalmente, el tren de Yumi se acercaba, y ella lo notó con una sonrisa aún más amplia.

Yumi: ¡Ah, es mi tren! -exclamó alegremente, moviendo la mano para despedirse-. Bueno, Yaito, cuídate mucho en tu pasantía, ¿vale? Estoy segura de que te irá increíble. ¡No vayas a hacer alguna locura sin mí! -bromeó, mientras ajustaba el bolso con su traje.

Me reí, respondiendo con una sonrisa igual de amplia.

Yaito: Tranquila, me portaré bien... o al menos lo intentaré. -Mis palabras arrancaron una risa de Yumi.

Antes de subir al tren, Yumi me miró con una chispa de confianza en sus ojos.

Yumi: No te preocupes por lo que pasó la semana pasada, ¿vale? Te conozco, eres más fuerte de lo que piensas. -Me guiñó un ojo y subió al tren, desapareciendo entre los pasajeros que ya llenaban el vagón.

Poco después, el tren de Hatori también llegó, anunciando su partida. Ella, siempre serena y reservada, se giró hacia mí, su expresión tan tranquila como siempre, pero con un pequeño atisbo de preocupación en su mirada.

Hatori: Cuídate, Yaito. Y no dudes en contactarme si necesitas algo. Estoy segura de que te irá bien, pero... siempre es bueno tener un respaldo, ¿no crees?

Asentí, apreciando sus palabras.

Yaito: Gracias, Hatori. Lo mismo para ti, ¿sí? Estoy seguro de que aprenderás mucho en tu pasantía. Nos veremos pronto.

Ella asintió, despidiéndose con una inclinación de cabeza antes de abordar su tren. Justo antes de que las puertas se cerraran, Hatori me lanzó una última mirada.

Hatori: No te metas en problemas. -Dijo con una pequeña sonrisa, casi imperceptible, pero ahí estaba.

Las puertas se cerraron, y ambos trenes partieron, dejando una ligera sensación de vacío en el aire. Observé cómo se alejaban en la distancia, llevándose a mis compañeras de clase hacia sus propias aventuras. Ahora, solo quedaba yo, esperando mi tren, con mis pensamientos volviendo una y otra vez a las palabras de Yumi y Hatori.

"Más fuerte de lo que piensas..."

Suspiré, preparándome mentalmente para lo que vendría. Estaba emocionado, pero también era consciente de la responsabilidad que tenía sobre mis hombros. La pasantía sería un desafío, pero estaba decidido a dar lo mejor de mí, no solo por mí, sino por aquellos que confiaban en que lo haría.

Yaito: Está bien... vamos por todo -murmuré para mí mismo.

El sonido de la estación de tren seguía envolviéndonos mientras los trenes iban y venían, y en medio de todo, la voz suave pero clara de Osen me sacó de mis pensamientos.

Osen: Veo que aún esperas tu tren.

Reconocí su voz de inmediato, y al girar hacia mi derecha, la vi. Osen estaba parada allí, con su mochila azul y su maleta que llevaba su traje de héroe. Siempre tan tranquila, como si nada pudiera perturbarla.

Yaito: Y veo que tú también -dije con una sonrisa-. Siempre terminamos solos en momentos como este, ¿no crees?

Escuché una leve risa salir de ella, lo cual me hizo sentir algo especial. Para mí, escucharla reír era como música, algo que no sucedía tan seguido. Su cabello celeste se movía con el viento, y por alguna razón, nunca encontraba las palabras adecuadas para describir lo que sentía al verla.

Osen: Sabes... quiero darte las gracias.

Fruncí el ceño, sin estar seguro de a qué se refería.

Yaito: ¿Por qué?

Osen: Porque has confiado en mí. Siempre he sentido que puedo confiar en ti, y de alguna manera, siempre pareces saber cuando tengo problemas, incluso sin decirte nada.

Sus palabras me sorprendieron, pero a la vez me hicieron comprender algo más profundo.

Yaito: (Ya veo, eso es lo que quería decir) -pensé, entendiendo el verdadero propósito detrás de sus palabras.

Osen se detuvo por un momento, mirándome con determinación mientras el viento soplaba a nuestro alrededor, haciendo que nuestros cabellos se movieran con suavidad.

Osen: Pero ahora quiero devolverte todo ese apoyo.

Me quedé en silencio por unos segundos, observando cómo su mirada era más firme de lo habitual. Sonreí, intentando aliviar la seriedad del momento.

Yaito: No tienes que hacer eso -dije con una sonrisa sincera-. Lo hago porque eres mi amiga, al igual que toda la clase. Es mi deber como presidente priorizar a mis compañeros.

Ella sonrió suavemente, como si mis palabras la hubieran reconfortado.

Osen: Siempre siendo tú, Yaito.

Pero justo en ese momento, el sonido de la bocina de los trenes anunciaba la inminente partida de los próximos. Era el momento de separarnos, al menos por ahora.

Yaito: Bueno, supongo que es hora -dije con tranquilidad, mirando a Osen, quien asintió lentamente.

Osen: Sí, es el momento -respondió, su expresión tranquila como siempre-. Cuídate.

Yaito: Lo mismo digo. Ten cuidado.

Osen fue la primera en irse. Me quedé observando mientras caminaba hacia su tren, pero justo antes de que subiera, se dio la vuelta de manera inesperada. No entendía lo que estaba pasando hasta que sentí sus labios tocar suavemente mi mejilla. El beso fue rápido, pero en ese instante, todo se sintió lento, como si el tiempo se detuviera. El calor de su contacto me dejó sin palabras.

Con un leve rubor en sus mejillas, Osen se giró rápidamente y subió al tren. En cuestión de segundos, el tren comenzó a moverse, alejándola de mí mientras yo seguía de pie, tocándome la mejilla donde ella me había besado.

Yaito: Wow... Eso fue... wow -susurré, aún en shock, incapaz de encontrar las palabras correctas para describir lo que acababa de suceder.

El tren desapareció en la distancia, y yo me quedé allí, todavía asimilando lo que había pasado, con una mezcla de sorpresa y una extraña calidez que se quedaba conmigo.

[POV Osen]

El tren avanzaba con suavidad, pero mi mente no podía dejar de volver una y otra vez a lo que había sucedido hace unos momentos. El reflejo del paisaje que pasaba rápidamente por la ventana no era suficiente para distraerme. Había besado a Yaito. Lo había hecho. Y aunque sentía mis mejillas arder, no me arrepentía en absoluto.

Apoyé la cabeza contra el respaldo del asiento y cerré los ojos, dejando que mis pensamientos fluyeran. Desde el primer día que llegué a la U.A., Yaito había sido una constante en mi vida. Él fue el primer amigo que tuve, la primera persona que me hizo sentir que no estaba sola, que alguien me veía realmente. Recordaba momentos donde había estado perdida en mis propios pensamientos, aislada del resto, pero Yaito siempre encontraba una forma de hacerme sonreír, de traerme de vuelta.

Ese simple gesto, su constante apoyo, me había dado fuerza durante los buenos y los malos momentos. Cada vez que me sentía insegura o que no encajaba en la clase, Yaito estaba ahí, con su sonrisa confiada y su forma despreocupada de ver el mundo. Él me ayudaba a encontrar mi lugar y, poco a poco, comencé a darme cuenta de que lo que sentía por él no era solo amistad.

Miré por la ventana del tren, observando el paisaje mientras mi mente volvía al beso. Fue un impulso, algo que ni siquiera había planeado. Pero en ese momento, antes de despedirme, sentí que era lo correcto. El simple hecho de pensar que podría haberme ido sin hacer nada, sin expresarle lo que realmente sentía, me aterraba.

No sabía exactamente cuándo había comenzado a verlo de manera diferente. Quizá fue en aquellos pequeños momentos, cuando nuestras miradas se cruzaban durante los entrenamientos, o cuando me defendía sin pensarlo dos veces. O tal vez fue cuando él, siendo el presidente de la clase, siempre encontraba tiempo para asegurarse de que yo estuviera bien, incluso cuando nadie más lo notaba.

Mis dedos rozaron mis labios mientras pensaba en lo que había hecho, pero en lugar de vergüenza, sentía una cálida sensación en el pecho. El amor que había ido creciendo dentro de mí con el tiempo no era algo de lo que me arrepentiría. Yaito había sido mi amigo, mi confidente, pero ahora sabía que lo que sentía por él era mucho más que eso.

El tren seguía avanzando, y con él, también lo hacían mis pensamientos y mis sentimientos. No sabía qué pasaría ahora, si ese beso cambiaría algo entre nosotros o si Yaito siquiera lo había entendido. Pero lo que sí sabía con certeza era que no me arrepentía de nada. Había dado un paso hacia adelante, un paso hacia lo que realmente sentía.

Y eso, en sí mismo, era suficiente.

[Pov Yaito]

No dejaba de pensar lo que acaba de suceder hacer algunos momentos, pero lo único que podría pensar, era que osen sentía algo por mi, pero no quise sacar conclusiones tan deprisa, mirando que mi tren había llegado decidí subirme para llegar al ugar De mi pasantia.

Yaito:( Supongo que esto me mantendrá de todo lo que paso)- pensé mirando por la ventana de tren el bello paisaje-( No se que pasará depues de todo esto, pero debo esta atento, ya que solo mi presencia a cambiado el rumbo de la historia y lo peor es para mal)- pero ahora mismo tenía que enfocar mi asunto en otra cosa.

En otra parte

Podemos ver a tomura shigaraki y su compañero kurogiri enfrente de lo que parece ser el líder llamado AFN

AFN: ¿Y quieren que me una a ustedes?

Kurogiri: En efecto.

Shigaraki: Sí. Tienes mucha experiencia como villano, por lo que nos serías útil para lograr nuestros planes.

AFN: ¿Y cuál es su objetivo?

Shigaraki: Por ahora, sólo quiero matar a All Might y destruir todo lo que odie.

Todo lo que escucharon eso los aliados de AFN empezado a rei como locos excepto Rose ya que ella era inexpresiva con todos menos su hermano, shigaraki a ver que todo se reia se molesto por esto

Al escuchar los objetivos de Shigaraki, AFN sintió mucho odio, repulsión y decepción total.

AFN: Fui un idiota a escucharte- menciono tranquilo aun en su "trono"- Tú eres el tipo de persona que más odio.

Shigaraki: ¿Huh?

AFN: ¿Quieres que me una a tu berrinche infantil? No me hagas reír. Sólo eres un tonto niño mimado que cree que puede matar a quien quiera sólo porque sí. Matar sin tener una convicción es muy estúpido.

Shigaraki: (molesto) Retira lo que acabas de decir.

AFN: Obligarme niño mimado

Así sin más shigaraki fue hacia AFN, este no se movió mientras veía como shigaraki se acercaba

AFN: Solamente eres un niño que quiere jugar a ser un villano- dijo mientras veía como la sombra empezaba a levantarse mostrando tentáculo de oscuridad que se incrustado en los brazos y pies de shigaraki

Shigaraki: Argh- se quejo de dolor mientras veía como este se acercaba

Kurogiri a ver esto decidió interferir, pero notó como AFN extendió su mano derecha donde estaba el, en eso su cuerpo iba hacia la mano que lo sujeto

AFN: Cree que no note tu única debilidad principal- dijo mirando al hombre de niebla- es que una parte de tu cuerpo real debe estar presente en todo momento para liberar la niebla en primer lugar, permitiendo a los enemigos la oportunidad de golpear o inmovilizar dicha parte.

Esto soprendio a kurogiri ya que había descubierto esa debilidad suya

AFN: Pudiste ser un buen compañero pero elegiste el lado equivocado- dijo para alzado un poco y estrellado contra el suelo con fuerza en eso miraría a shigaraki- Para lograr algo en esta vida, se necesita convicción. Los que no la tienen, terminan siendo eliminados. Es por eso que terminamos así.

Shigaraki: Maldición kurogiri- dijo pero notando que este estaba fuera de combate

AFN: Saben, la palabra "héroe" ha perdido su significado. Ahora esta sociedad está repleta de héroes falsos y de criminales que usan sus poderes en vano, justo como lo haces tú. Y es por eso que mi deber es eliminar a cada uno de ellos, empezando por tu líder.

Shigaraki: ¿Convicción? ¡Me importa un comino la convicción! ¡Sólo quiero hacer trizas a esta sociedad que alaba a la escoria de los héroes... y también a All Might!

AFN: Héroe y villano son una moneda que para mi no tiene un significado- dijo mientras se acercaba a shigaraki- Son unos niños igual que tu buscado lo que es correcto, pero lo correcto es que no hay salvación para nadie mientras que ellos sigan así habrá destrucción y las persona tranquila e inocente siempre sera lo que paguen

En eso Wraith aparecería a lado de AFN viendo como este asentía sabienado lo que quería por lo que empezó a crea un portal

AFN: Dile a tu lider que depues de que acabe con los héroes falso y villano- dijo acercándose a él- El será el siguiente

Con eso dicho y hecho arrojo a shigaraki y Kurogiri a portal apareciendo en un callejón heridos

Shigaraki: Ese maldito- dijo apretando su puño- me la pagará

Regresando con yaito

La estación de Akimori estaba más silenciosa de lo que había imaginado. El tren se detuvo suavemente, y las puertas se abrieron con un suave pitido. Bajé con una mezcla de anticipación y tranquilidad, ajustando la chaqueta de mi uniforme escolar mientras miraba alrededor.

Yaito: Aquí estamos- me comente mientras salia de la estación- Muy bien ahora mismo debería de ir a Lighthouse Corps.

Mientras caminaba por el andén, notaba a la gente apresurada, indiferente a mi presencia. Todos parecían tener un destino claro, mientras yo me preguntaba si realmente estaba listo para lo que me esperaba. Lighthouse Corps no era una agencia cualquiera. Su reputación de ser una organización que iba más allá del heroísmo convencional, enfocándose en la asistencia humanitaria y la coordinación en desastres, me había llamado desde el primer momento.

Yaito: Vaya que se nota que esto, va enserió- comente viendo la gran agencia

Finalmente, las puertas de Lighthouse Corps estaban frente a mí. El edificio era imponente, con su logo brillante en la entrada. Tomé aire profundamente y empujé la puerta. Sabía que esta experiencia marcaría el comienzo de algo importante.

El primer paso ya estaba dado.

En otro lugar

La lluvia caía con fuerza en la ciudad, empapando el cuerpo herido de un héroe caído en un oscuro callejón. Sus manos temblaban mientras trataba de levantarse, apoyándose contra una pared manchada de suciedad y sangre. Su respiración era pesada, cada movimiento le costaba un esfuerzo titánico. Una herida profunda en su costado goteaba lentamente, tiñendo el suelo de un rojo oscuro.

Con los ojos entrecerrados por el dolor, el héroe miraba hacia la oscuridad al final del callejón, donde las sombras parecían más densas, casi palpables.

Heroe: ¿Por qué... por qué haces esto...? —preguntó con la voz quebrada, intentando encontrar a quien lo había emboscado, a quien lo había derrotado con tanta facilidad.

Un silencio perturbador respondió. Solo el eco distante de la lluvia y el sonido tenue del tráfico de la ciudad. Entonces, algo perturbador se escuchó: un leve sonido metálico. *Clang, clang*, como si varias piezas de metal se estuvieran moviendo o chocando entre sí en la oscuridad. El ruido resonaba, profundo y ominoso, acercándose lentamente.

El héroe tragó saliva, el miedo se apoderaba de él. No podía ver nada más allá de las sombras, pero el sonido lo mantenía inmóvil.

De repente, una voz fría y desprovista de emoción emergió de la penumbra.

??: En este mundo... —dijo la voz, arrastrando cada palabra con una calma escalofriante— hay muchos héroes que no vale la pena valorar.

El héroe abrió los ojos con horror, su cuerpo se estremeció. Pero antes de que pudiera responder, un destello de acero cortó la oscuridad.

U

na nueva amenaza acaba de emerge.

Continuará....

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro