Melissa se sentó frente a la computadora del centro de mando, sus dedos volando sobre el teclado a una velocidad increíble mientras sus ojos estaban completamente enfocados en la pantalla. A su lado, Izuku miraba a David, quien estaba ayudando a Sam con la herida que había recibido momentos antes. La situación era crítica, pero lo que más preocupaba a Izuku en ese momento no era solo lo que estaba pasando en el edificio.

Era Yaito.

El pensamiento de su amigo enfrentándose solo a Wolfram lo mantenía en tensión. Cada vez que intentaba concentrarse en lo que estaba pasando a su alrededor, una parte de su mente volvía a la batalla que Yaito estaba librando. Sabía que su amigo era fuerte, pero Wolfram era un villano temible, y la situación no era la ideal.

Izuku: Melissa… —comenzó a decir, mirando de reojo cómo ella seguía trabajando sin descanso—. ¿Cómo va eso? ¿Ya estás cerca de desactivar el sistema de seguridad?

Melissa no respondió inmediatamente, su mandíbula apretada mientras continuaba tecleando sin cesar. El ambiente estaba cargado, no solo por el peligro inminente, sino por una tensión emocional palpable. Finalmente, sin apartar la vista del monitor, habló con un tono frío.

Melissa: Estoy trabajando en ello, Izuku. No es fácil, Wolfram y sus hombres alteraron varias de las capas de seguridad. Tendré que reiniciar algunos servidores manualmente.

David, al escuchar eso, intentó acercarse más a ella, queriendo ayudar.

David: Melissa, déjame ayudarte, conozco el sistema mejor que nadie. Si hacemos esto juntos, será más rápido…

Pero Melissa no lo miró. Sus dedos continuaron su frenesí sobre el teclado, ignorando por completo a su padre. A pesar de que él había salvado su vida al final, lo que había hecho no podía ser olvidado tan fácilmente. Su padre, el hombre al que siempre había admirado, había cometido un error terrible que casi lo arruina todo. La decepción seguía muy presente, como una herida fresca.

Melissa: No, papá. —Su voz fue dura, cortante, mientras seguía tecleando—. Esto lo haré sola.

David bajó la mirada, consciente del peso de sus acciones, incapaz de decir nada que pudiera enmendar lo que había pasado. Sabía que había fallado a su hija, y aunque estaba allí ahora, en su mente rondaba la duda de si alguna vez podría reparar el daño que había hecho.

Izuku sentía el ambiente tenso, pero no era el momento para resolver ese conflicto personal. Yaito estaba enfrentando un enemigo peligroso, y necesitaban desactivar el sistema cuanto antes. Se acercó un poco más a Melissa, su expresión seria pero comprensiva.

Izuku: Sé que esto es difícil… pero necesitamos que esto funcione. Yaito está allá afuera enfrentando a Wolfram solo. Si podemos desactivar el sistema, le daremos una oportunidad.

Melissa se detuvo por un segundo, su expresión endurecida suavizándose apenas mientras tomaba una respiración profunda. Sabía que Izuku tenía razón, pero el conflicto en su interior seguía ardiendo.

Melissa: Lo sé… —susurró, volviendo a concentrarse en la pantalla—. Lo haré. Solo… necesito un poco más de tiempo.

Izuku asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad en cada segundo que pasaba. Afuera, Yaito seguía luchando, y el reloj seguía corriendo.

En el centro de mando, Melissa dejó escapar un suspiro de alivio cuando la pantalla mostró la confirmación de que los sistemas de seguridad de la isla habían sido reiniciados con éxito. Las luces de advertencia que llenaban la sala se apagaron una a una, y todos los robots centinelas que habían estado bajo el control de Wolfram volvieron a su estado normal, neutralizando la amenaza inmediata.

Melissa: Lo… lo hice… —susurró, su cuerpo finalmente relajándose tras todo el estrés acumulado.

Izuku y David se acercaron rápidamente. Izuku, aún preocupado por Yaito, no pudo evitar sonreír con alivio.

Izuku: ¡Melissa, lo lograste! ¡Ahora los robots ya no están bajo su control!

David, aunque estaba visiblemente emocionado por lo que su hija había logrado, sabía que su relación con ella estaba en un punto delicado. Aun así, no pudo contener sus palabras de agradecimiento.

David: Melissa… lo que has hecho es increíble. Me has salvado, nos has salvado a todos.

Pero Melissa simplemente asintió, sin mirar a su padre directamente, manteniendo su atención en la pantalla como si necesitara tiempo para procesar sus propios sentimientos.

Mientras tanto, en el exterior de la isla, los robots centinelas que habían estado persiguiendo a los estudiantes de la U.A. y atacando a los héroes profesionales se detuvieron de golpe.

Kyoka, quien había estado agotada después de esquivar un ataque masivo, levantó la vista, sorprendida.

Kyoka: ¿Eh? ¿Se… se detuvieron?

Iida, que había estado coordinando las defensas del grupo, sonrió con una mezcla de alivio y cansancio.

Iida: ¡Lo lograron! ¡Midoriya-kun, Yamanaka-kun y Melissa-kun deben haber llegado al cuarto de control a tiempo!

Momo, visiblemente agotada pero aliviada, respiró profundo, dejando que el estrés de la batalla se disolviera.

Momo: Menos mal… estaba empezando a preocuparme.

Mineta, por su parte, no pudo contener su emoción, saltando de alegría.

Mineta: ¡Sííí! ¡Sabía que lo harían! ¡Estamos salvados!

En medio de la conmoción, Osen, quien había mantenido la calma en todo momento, esbozó una pequeña sonrisa para sí misma. Su mente no podía evitar pensar en Yaito y cómo él también había jugado un papel clave en todo esto. Osen sentía una calidez en su pecho.

Osen: (Yaito sabía que podrías hacerlo.) —pensó, imaginándose a su amigo "amor secreto" luchando con todas sus fuerzas.

Mientras tanto, en otra parte de la isla, los héroes profesionales, quienes habían sido atrapados en diversas trampas, sintieron cómo las barreras y restricciones que los mantenían cautivos se desactivaban de repente. All Might fue uno de los primeros en liberarse, y sin perder un segundo, se lanzó a la ofensiva.

All Might: (¡Menos mal que los rehenes están a salvo!) —pensó, observando a las personas liberadas antes de volver su mirada hacia el frente, donde los villanos aún intentaban reagruparse— (¡Ahora, tengo que detener a los villanos antes de que se me acabe el tiempo!)

Con un rugido que resonó en todo el lugar, All Might cargó hacia el enemigo, decidido a detener a Wolfram y a los villanos que quedaban antes de que pudieran hacer más daño. A pesar de que sentía cómo su poder disminuía con cada segundo que pasaba, no tenía intención de detenerse hasta que la amenaza fuera neutralizada por completo.

Los héroes profesionales, al ver que All Might había recuperado su fuerza, siguieron su ejemplo y rápidamente derrotaron a los villanos que quedaban en la sala, liberando así a los rehenes. El caos que había envuelto a la isla parecía estar llegando a su fin, pero una batalla aún continuaba.

Yaito seguía enfrentándose a Wolfram, y aunque las cosas parecían haberse calmado en otras partes de la isla, su lucha aún no había terminado.

Wolfram apretó los puños, su rostro se retorció de rabia mientras observaba los monitores, viendo cómo todo su plan se desmoronaba. Los robots centinelas habían vuelto a la normalidad, los héroes profesionales habían sido liberados, y los rehenes estaban a salvo. Todo por culpa de unos simples estudiantes.

Wolfram: ¡Malditos! ¿Cómo pudieron...? ¡Todo el plan se fue al diablo por culpa de unos críos! —rugió con furia, mirando a Yaito.

Yaito, quien se encontraba frente a él con una expresión tranquila pero burlona, levantó una ceja, sin poder evitar una sonrisa.

Yaito: A veces, cuando planeas una cosa, termina saliéndote otra completamente diferente. —Dijo de manera burlona, provocando aún más a Wolfram.

Wolfram soltó una carcajada oscura, todavía aferrado al maletín que contenía el equipo que David Shield había creado.

Wolfram: Crees que me importa si esos héroes se liberaron o si los estudiantes jugaron a ser héroes. Aún tengo lo más importante… este equipo. Con esto, puedo recuperarlo todo, y mucho más. —dijo, con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Sin embargo, antes de que Wolfram pudiera terminar de hablar, una bola de humo salió disparada hacia él, impactando directamente contra el maletín que sostenía. Wolfram, sorprendido, soltó el maletín por instinto, mientras el humo lo envolvía momentáneamente.

Yaito, aún con su sonrisa burlona, se cruzó de brazos.

Yaito: Lo tenías. —se mofó, mientras el maletín caía al suelo y se deslizaba lejos del alcance de Wolfram.

La sorpresa en el rostro de Wolfram se transformó en pura ira al ver cómo Yaito había usado su quirk de humo para hacerlo soltar el maletín. Wolfram sabía que sin ese dispositivo, su plan estaba completamente destruido. Su única opción ahora era recuperar el maletín y acabar con el molesto estudiante que se interponía en su camino.

Wolfram: ¡Maldito mocoso! —gritó mientras avanzaba hacia Yaito, pero el chico ya estaba preparado para la pelea que se avecinaba.

Yaito, manteniendo la calma y con la misma expresión burlona, se preparó para enfrentarlo de nuevo.

Yaito: Si te preocupa tanto ese maletín, deberías haberlo cuidado mejor. Pero, ¿sabes? No es tan fácil llevarse el premio cuando no te fijas en los detalles.

La ira de Wolfram se desbordó mientras alzaba las manos, controlando las placas de metal alrededor de la sala. Los trozos metálicos comenzaron a flotar a su alrededor, formando lanzas afiladas que lanzó directamente hacia Yaito.

Wolfram: ¡Veamos si puedes esquivar esto, mocoso!

Yaito, con su velocidad y agilidad, activó su quirk Gomu Gomu, estirando su brazo hacia una de las vigas del techo y lanzándose al aire como si fuera un columpio. Las lanzas de metal lo siguieron, pero él se balanceaba con destreza, evitando cada una de ellas con movimientos rápidos y precisos.

Mientras se deslizaba por la sala, Yaito decidió contraatacar. Con su brazo estirado, giró en el aire y activó su segundo quirk, el poder del humo. Desde la palma de su mano, lanzó un denso misil de ceniza directamente hacia Wolfram.

Yaito: ¡Misil de ceniza!

El misil de humo impactó con fuerza contra Wolfram, envolviéndolo en una nube espesa de ceniza y humo, dificultando su visión y obligándolo a retroceder. Wolfram, frustrado, intentaba disipar el humo a su alrededor mientras gruñía de rabia.

Sin embargo, mientras Wolfram lidiaba con la nube de ceniza, uno de los villanos que estaba con él vio su oportunidad. Aprovechando el caos, el villano corrió hacia el maletín que había caído al suelo.

Villano: ¡El maletín es mío! —gritó, alargándose hacia él.

Justo cuando sus manos estaban a punto de tomarlo, Yaito apareció de nuevo, lanzándose hacia el suelo desde las alturas. Con un movimiento rápido y certero, propinó una patada extendida con su Gomu Gomu, mandando al villano a volar por los aires.

Yaito: Eso no es tuyo, amigo. —dijo con una sonrisa desafiante, aterrizando con gracia frente al maletín.

El villano cayó lejos, chocando contra la pared con un fuerte golpe, mientras Yaito volvía su atención a Wolfram, quien ahora estaba furioso al ver cómo uno de sus hombres había sido derrotado y el maletín seguía fuera de su alcance.

Wolfram: ¡Bastardo insolente! ¡No voy a dejar que un mocoso como tú arruine mi plan! —gritó, levantando más placas de metal a su alrededor, preparándose para otro ataque.

Yaito sonrió con confianza mientras se preparaba para la siguiente ronda de la pelea.

Yaito: Cuando intentas tomar lo que no te pertenece, te topas con alguien que no te va a dejar salirse con la tuya. Así que, ¿vas a seguir o me dejas llevar esto a los héroes? —dijo, estirando su brazo para prepararse para otro ataque.

La batalla no había terminado, y Wolfram estaba decidido a usar todo su poder para eliminar a Yaito, pero el joven héroe seguía demostrando que no sería una presa fácil.

Yaito se columpiaba por toda la zona evitando que wolfram lo golpeara con el metal, viendo la oportunidad, aprovechó la distracción.

Yaito: Bomba de azufre —murmuró mientras liberaba una esfera de humo cargado de azufre como si fuera una granada, al momento de impacta en el suelo se liberó una gran cantidad de humo intensificando la vista y confundiendo aún más a Wolfram.

El villano, aturdido por la repentina niebla de humo espeso, tosía y agitaba sus brazos de metal tratando de disiparlo. Yaito, viendo que su táctica funcionaba, rápidamente mordió su pulgar.

Yaito: Gear Third —dijo con voz firme, mientras inflaba su mano, inhalando una gran cantidad de aire. Su brazo comenzó a hincharse masivamente mientras el aire viajaba desde su pecho hasta su brazo derecho. A medida que su brazo crecía de tamaño, Yaito lo cubrió con su Haki de armamento, haciendo que su piel adquiriera un tono oscuro metálico.

Yaito: Gomu Gomu no... —dijo mientras su gigantesco puño estaba listo para el golpe final. Estiró su brazo hacia atrás, preparándose para lanzar un golpe devastador.

En ese momento, Wolfram finalmente comenzó a recuperar la vista. Pero lo único que pudo ver fue la sombra de un gigantesco puño oscuro acercándose rápidamente hacia él.

Wolfram: ¡¿Qué demonios...?! —gritó mientras intentaba reaccionar, pero ya era demasiado tarde.

Yaito: Elephant Gun!! —gritó, mientras lanzaba su puño hacia adelante con una fuerza imparable.

El enorme puño impactó de lleno en Wolfram, aplastándolo con una fuerza abrumadora. El golpe fue tan potente que atravesó varias paredes del laboratorio, destruyendo todo a su paso mientras el villano era expulsado del edificio. Wolfram salió disparado al exterior, rompiendo muros y destrozando estructuras antes de finalmente aterrizar fuera del complejo, dejando un cráter en el suelo.

El brazo de Yaito, aún gigantesco, sobresalía del agujero en la pared, el humo de la destrucción levantándose alrededor de él.

Yaito, con una expresión seria, bajó su brazo lentamente mientras volvía a su tamaño normal, respirando con fuerza después de usar su Gear Third.

Yaito: Eso te enseñará a no subestimar a un héroe en entrenamiento —dijo con una ligera sonrisa de satisfacción.

Este estaba a punto de irse de lugar junto con el maletín si no fuera que gracias a haki de observación, dio un salto hacia atrás evitando algunos trozos de metal.

Yaito: Enserió tu no sabes cuando rendirte- menciono viendo donde había enviado a villano- Sin duda eres resistente ya que nadie aguanta un golpe de esa magnitud.

Viendo que la persona que estaba frente a él era wolfram que ahora estaba herido con su ropa casi dañada viendo a prota con enojo ya que todo su plan se había ido a carajo.

Wolfram: Todo por ti.....- menciono en voz baja- todo por ti- elevado más su voz viendo a yaito- todo por ti, mi plan se fue al demonio miserable.

Yaito: Je mi madre me decía que era especial, supongo que ser una molestia para la gente es una de ella.

Wolfram: Veamos cuando te dura esa confianza mocoso- diría mientras sacaba una jeringa de su ropa- Cuando use esto ni si quiera tu podrás detenerme.

Yaito reconoció al instante la jeringa donde su ojos se abrieron de par en par, a momento de que wolfram se inyecto eso, de pronto todo el metal empezó a moverse alrededor suyo.

Yaito:( La dosis para incrementa el quirk)- pensó soprendido no pensado que dicho villano tuviera algo así en su mano.

En eso los objeto más peasado fueron hacia yaito donde este se soprendio a ver la gran velocidad que iba, pero no solo era eso ya que wolfram apareció detrás de
él dándole un golpe que yaito alcanzó a bloquea pero fue mandado a volar hacia atras.

Yaito sintió el impacto de la pared al caer, pero rápidamente se puso de pie, la adrenalina bombeando en su sistema. La sonrisa macabra de Wolfram aún estaba grabada en su mente, y la jeringa que había usado parecía haber activado un poder aún más peligroso.

Yaito: ¡Maldita sea! ¡No puedo dejar que esto termine aquí!

Mientras se levantaba, vio cómo el metal a su alrededor parecía cobrar vida. Las piezas más grandes y pesadas de la habitación se levantaban, flotando en el aire, girando con una fuerza aterradora. Wolfram había utilizado la dosis para potenciar su Quirk, y la furia en sus ojos mostraba que no se detendría hasta que Yaito estuviera fuera de combate.

Wolfram: Ahora verás lo que significa enfrentarse a alguien que no se detiene. ¡Vamos a ver si puedes esquivar esto!

Yaito reaccionó rápido, usando su Haki de Observación para anticipar los movimientos del villano. Se movió ágilmente hacia un lado, esquivando un enorme pedazo de metal que venía directo hacia él. Pero Wolfram no se detuvo; de hecho, parecía que había acelerado, apareciendo detrás de Yaito en un instante.

Yaito: ¡No otra vez!

Logró bloquear el golpe, pero la fuerza detrás de la ofensiva lo mandó volando una vez más. Caer al suelo lo desorientó brevemente, pero no podía permitirse perder la concentración. Wolfram estaba imparable y la confianza en su habilidad crecía a medida que los objetos metálicos danzaban a su alrededor, listos para atacar.

Con un rápido movimiento, Yaito activó su Gear Second, sintiendo cómo su cuerpo se llenaba de energía. El aire a su alrededor se volvió denso, y una aura de determinación lo rodeó. Los golpes que intercambiaba con Wolfram ahora eran más rápidos y potentes, haciendo que la pelea se equilibrara momentáneamente. Sin embargo, a pesar de la velocidad y la fuerza que Yaito había ganado, parecía que no había una gran diferencia entre ellos. Ambos luchadores estaban agotados, pero la intensidad de la batalla no daba señales de detenerse.

Después de unos momentos de intercambiar golpes, ambos se detuvieron, respirando pesadamente mientras se miraban fijamente. Wolfram tenía una sonrisa burlona en su rostro, disfrutando de la lucha y del hecho de que un niño estaba intentando enfrentarse a él.

Wolfram: ¿Eso es todo lo que tienes? A veces me pregunto por qué los niños como tú piensan que pueden desafiar a los villanos. Eres solo un niño. No puedes vencerme.

Yaito, sintiendo la frustración burbujear dentro de él, lo miró con determinación. No iba a dejar que la burla de Wolfram lo desanimara.

Yaito: Tienes razón, Wolfram. He estado pensando en esto... Tarde o temprano, habrá personas que superen mi fuerza.- Su voz se mantuvo firme mientras recordaba su primer encuentro con All For Naught, la humillación que había sentido al enfrentarse a un villano tan poderoso.- Si no me vuelvo más fuerte, entonces... no seré capaz de salvar a las personas.

La mirada de Wolfram cambió ligeramente, frunciendo el ceño, confuso sobre hacia dónde lo llevaría Yaito con sus palabras.

Yaito: No se trata solo de mí. Tengo amigos, familia y aquellos que me apoyan para volverme aún más fuerte. Si no soy más fuerte, entonces puedo perderlos a todos.

Los ojos de Wolfram parpadearon, mostrando una chispa de interés por lo que Yaito estaba diciendo. La convicción en la voz del joven era palpable, y aunque Wolfram intentaba mantener su burla, algo en su interior empezó a cuestionar su propia motivación.

Yaito: Tal vez no entiendas lo que es tener personas por las que luchar. Pero yo sí. Cada golpe, cada caída, es un paso más hacia convertirme en el héroe que mis amigos necesitan. ¡No voy a dejar que alguien como tú me detenga!

Wolfram, con una sonrisa arrogante, miró a Yaito y lo desafió

Wolfram: ¿Y cómo planeas vencerme con esa actitud infantil? Ya has demostrado ser fuerte, pero eso no será suficiente.

Yaito sintió cómo la presión del desafío de Wolfram lo empujaba hacia adelante. Recordando las arduas sesiones de entrenamiento que había pasado días antes de llegar a I-Island, una chispa de determinación brilló en sus ojos.

Yaito: He estado probando algo que me ayude a sobrepasar mi fuerza —dijo  inclinando su pierna y doblando su brazo con confianza. —Es algo que descubrí durante mi entrenamiento.

Mientras hablaba, el ambiente a su alrededor comenzó a cambiar. Wolfram, que antes se había mostrado despreocupado, ahora frunció el ceño al notar que la energía de Yaito se intensificaba. Pequeños rayos azules comenzaron a liberarse de su cuerpo, creando un espectáculo brillante en la habitación. Su cabello se erizó, adoptando un brillo electrizante, y sus ojos verdes se transformaron en un intenso azul que reflejaba su creciente poder.

Yaito sintió la energía fluir a través de él, su piel aún mantenía el tono rosado del Gear Second, pero ahora había algo más.

Yaito:( Legacy 20%)- resonó en su mente, recordándole el trabajo duro que había puesto en su entrenamiento- Te presento mi nueva arma secreta —dijo adoptando la pose característica del Gear Second mientras vapor y rayos salían de su cuerpo, envolviéndolo en una aura de poder. —Te presento Gear Second: Overdrive.

Wolfram retrocedió un paso, visiblemente sorprendido por la transformación de Yaito. La atmósfera vibraba con electricidad, y la confianza de Yaito era palpable.

Wolfram: ¿Qué? ¿Una nueva forma? —exclamó su burla inicial desvaneciéndose, reemplazada por una creciente preocupación. —Esto no es posible.

Yaito: No solo es posible, es real —respondió sintiendo cómo su fuerza se multiplicaba y su agilidad aumentaba. —He entrenado para esto. He aprendido a aprovechar este poder de una manera que nunca creí posible.

Wolfram: Son puras idioteces que dice ahora mismo te acabare.

Yaito: Entonces que espera- mientras se preparaba para combatir.

Wolfram y yaito se quedaron viendo por unos segundo donde finalmente el primero fue en hacer su movimiento.

Wolfram: Está acabado mocoso de mi.......

Yaito: Overdrive pistol- menciono donde a una gran velocidad casi parecida a un rayo en golpe impacto en el estómago de wolfram que al momento salió disparado a una gran velocidad impactado contra la pared.

Justo cuando wolfram se recuperó su expresión lo decía todo mientras que en su frente sangre caí mirando donde estaba yaito solo para darse cuenta que el había desaparecido de su vista.

Wolfram: Como es es.......- no terminó cuando un puño golpeó el lado derecho de su mejilla notando que yaito lo había golpeado.

Wolfram se recuperó de golpe mirando a frente pero como si el tiempo se detuviera adelante de él se encontró con yaito que tenía una sonrisa mientras tanto los rayos azules y el vapor lo hacia ver intimidante.

Yaito: Overdrive rilfe- menciono como ahora su brazo estaba más retorcido que la versión normal o con los gears.

Lanzado a una gran velocidad el golpe contra su rostro seguido de eso apareció aún lado de este dándole otro golpe para finaliza con un golpe de caída, wolfram se levantó solo para recibí un golpe detrás de él causado por yaito seguido de estirando ambos pie contra la espalda de wolfram, para seguido tomando de la cabeza.

Yaito: Rocket overdrive- mientras se lanzaba como proyectil a wolfram impactado contra el suelo generado una cortina de polvo

Yaito tomó distancia para ver a su oponente frente a él que se levantaba con dificultad mirando a este con sumo odio.

Wolfram: como es posible que un simple mocoso tenga tanto poder.

Yaito: Yo por que tengo un motivo para hacerme fuerte y eso hacer que supere mis límite a comparación tuya- menciono tranquilo molestando a Wolfram

Wolfram: Callate deja de decir idioteces- menciono con enojo.

Yaito sintió la energía fluir a través de él mientras se lanzaba hacia Wolfram, quien aún estaba aturdido por el impacto anterior. La velocidad de Yaito aumentó, sus movimientos se volvían más ágiles y fluidos. Cuando llegó a una distancia adecuada, se lanzó con una patada ascendente que conectó justo en el mentón de Wolfram, enviándolo a volar hacia el techo.

El sonido del impacto resonó en la habitación, y los escombros comenzaron a caer alrededor de ellos, como si el propio lugar estuviera respondiendo al caos de la batalla. Con una mirada decidida, Yaito se movió rápidamente, utilizando los escombros como plataformas para saltar. Su cuerpo se convirtió en una estela azul brillante, cada salto proyectando su energía hacia el suelo.

Yaito: ¡Es hora de mostrarte mi verdadero poder! —gritó, sintiendo cómo la adrenalina lo impulsaba.

Saltando de escombro en escombro, Yaito se acercaba a Wolfram, quien intentaba recuperarse de la sorprendente patada. Yaito en el último escombros que tenía enrollo su brazo en este para seguido darle vuelta donde ni siquiera wolfram pudo reaccionar recibiendo de lleno el golpe

Ambos, Yaito y Wolfram, cayeron al suelo tras el feroz intercambio de golpes, pero mientras Wolfram se golpeó con fuerza, Yaito, gracias a su naturaleza de goma, golpeo el suelo aunque claro evitando lesiones graves. Sin embargo, la fatiga comenzaba a acumularse en su cuerpo. El uso de Overdrive había agotado considerablemente su energía; la explosión de poder que había liberado lo había dejado vulnerable.

Yaito se tomó un momento para respirar, sintiendo el ardor de sus músculos y la necesidad de recuperarse. Las chispas de dolor le recorrían el cuerpo, recordándole que usar el Gear Second con Legacy exigía un precio alto. Sabía que debía ser cuidadoso con su energía y que no podía permitir que su adversario se recuperara.

Mientras luchaba contra el agotamiento, sus ojos se posaron en el vestíbulo, donde Melissa y Midoriya aparecieron, corriendo hacia él. La determinación en sus rostros le dio a Yaito un impulso de esperanza.

Melissa: ¡Yaito! ¿Estás bien?—gritó, su voz llena de preocupación.

Yaito intentó levantarse, pero una punzada de dolor lo obligó a arrodillarse.

Yaito: Estoy bien... Solo... un poco cansado. —respondió, aunque sabía que estaba lejos de estar en plena forma.

Melissa: Gracias yaito- menciono la chica con una sonrisa.

Yaito: No fue nada. Después de todo, salvar a las personas es lo que hace un héroe... —comenzó a decir, pero su voz se cortó de repente.

¡PUM!

Un gigantesco bloque de metal cayó desde lo alto, golpeando fuertemente a Yaito y mandándolo a volar. La fuerza del impacto lo sacudió, y se sintió como si estuviera volando a través de una nube de dolor. Al aterrizar, su visión se nubló momentáneamente.

Midoriya: ¡Yaito! —gritó, mientras se lanzaba hacia él.

Pero antes de que pudieran llegar, varios cables metálicos emergieron del suelo, serpenteando a gran velocidad. En un abrir y cerrar de ojos, atraparon a Melissa, dejándola completamente inmóvil. Todos quedaron en shock, incapaces de comprender lo que estaba sucediendo.

David: ¡No! —exclamó, tratando de correr hacia ella, pero una barrera de metal lo detuvo en seco.

Yaito, todavía intentando recuperar el aliento, levantó la mirada justo a tiempo para ver cómo una cantidad masiva de metal se acumulaba, formando una gigantesca torre. En el centro de esta torre se encontraba Melissa, encerrada en una especie de prisión metálica, mientras que Wolfram, ahora recuperado y de pie en la cima, lo miraba con una sonrisa siniestra.

Wolfram: ¿Creías que eso era todo? No te he mostrado mi verdadero poder. Con este artefacto, podré manipular el metal a mi antojo. —dijo, alzando el dispositivo que había creado el profesor.

Yaito se levantó lentamente, sintiendo cómo la energía comenzaba a fluir nuevamente a través de él, aunque aún estaba fatigado. Sabía que no podía dejar que Wolfram ganara, no mientras Melissa estaba en peligro.

Yaito: (Debo actuar rápido. No puedo permitir que él controle esa torre. Si puedo llegar a Melissa, tal vez pueda deshacerme de los cables.)

Con determinación, comenzó a concentrarse en su entorno, buscando alguna forma de escalar la torre de metal mientras pensaba en cómo liberar a Melissa.

Yaito: No te preocupes, Melissa. ¡Voy a salvarte! —gritó, mientras comenzaba a avanzar hacia la base de la torre, buscando una manera de escalarla con lo que le quedaba de energía.

La tensión en la habitación era palpable mientras Yaito observaba a Wolfram desde la base de la torre de metal. El villano sonreía de manera burlona, disfrutando del caos que había creado. Pero justo cuando todo parecía desmoronarse, un sonido familiar resonó en el aire.

All Might: ¡TEXAS SMASH!

Rápidamente, el héroe número uno se abalanzó contra Wolfram con una fuerza devastadora, pero el villano, astuto y preparado, levantó una gran y robusta pared de metal, deteniendo el poderoso ataque de All Might en seco. La habitación tembló con la colisión, y Yaito sintió una oleada de energía al ver a ídolo en acción.

Izuku: ¡All Might! —exclamó, sintiendo una profunda mezcla de alivio y admiración al ver a su mentor entrar en escena.

All Might: Joven Midoriya, joven Yamanaka, hicieron un excelente trabajo, pero... —pausó, su mirada escaneando el área hasta que se dio cuenta de que algo faltaba—. ¿Dónde está Melissa?

David: Ese villano la capturó. Está atrapada en una torre de metal.

La expresión de All Might cambió drásticamente. La preocupación se convirtió en seriedad, sus ojos brillando con determinación.

All Might: Entonces esta vez es mi turno de pelear. —dijo, su voz resonando con la autoridad que solo un verdadero héroe podría tener—. Ustedes hicieron todo lo que pudieron, pero ahora es hora de acabar con esto.

Con un movimiento poderoso, All Might se preparó para el combate. Su presencia llenó la habitación de esperanza y determinación, como si el aire mismo se electrificara a su alrededor. Yaito, aunque todavía fatigado, sintió que su propio espíritu se encendía con la llegada del símbolo de la paz.

Izuku: (All Might está aquí... ahora tenemos una oportunidad.)

Wolfram: ¿Crees que puedes salvar a la chica con un solo golpe, héroe? Esta torre es solo el principio de mi poder."

All Might miró fijamente a Wolfram, una sonrisa confiada se dibujó en su rostro.

All Might: No subestimes el poder de un héroe. ¡Tú no eres más que un obstáculo en mi camino para salvar a los inocentes!

Con un movimiento rápido, All Might dio un salto hacia adelante, su cuerpo brillando con la energía de su quirk.

Estábamos en la recta final de este combate en I-Island.

Continuará........