Movie: Two heroes parte 1
En el vasto y vibrante mundo, la humanidad ha dado un salto evolutivo sin precedentes. Un día, sin previo aviso, los primeros casos de personas con habilidades especiales, conocidas como "Quirks", comenzaron a aparecer. No fue un fenómeno aislado, sino una transformación colectiva que envolvió al planeta, redefiniendo lo que significaba ser humano. En cuestión de décadas, el 80% de la población global poseía algún tipo de habilidad extraordinaria, variando desde las más comunes hasta las más insólitas.
“El mundo cambió. La sociedad se moldeó a la existencia de los Quirks, habilidades que desafían las leyes de la naturaleza y la lógica. Lo que una vez fue un sueño lejano, una fantasía reservada para historias de héroes y dioses, ahora era una realidad tangible. Las llamas, los relámpagos, la capacidad de volar, el control sobre la materia... todas esas cosas se volvieron cotidianas. Y sin embargo, con cada nueva generación, el poder crece, el potencial se expande, y el límite de lo que un Quirk puede lograr se desvanece.”
Con este cambio, el concepto de la justicia también se transformó. Donde había luz, la sombra del mal no tardó en seguir. Algunos usaron sus Quirks para beneficio propio, desatando el caos y la destrucción, mientras que otros asumieron el manto de los héroes, aquellos que defendían la paz y protegían a los inocentes. Así, nació una nueva era, una era donde el conflicto entre el bien y el mal no solo dependía de la fuerza física o la estrategia, sino de un poder intrínseco que cada persona llevaba consigo.
“Pero, ¿qué sucede cuando el poder es la norma y no la excepción? ¿Qué significa realmente ser especial cuando la mayoría tiene la capacidad de hacer lo imposible? La sociedad ha evolucionado, pero también se ha vuelto más dependiente del poder. Las diferencias ya no se miden por lo que puedes hacer con tus manos, sino por lo que tu Quirk te permite lograr. En un mundo donde el 80% de las personas poseen una habilidad, las líneas entre héroes y villanos se difuminan.”
A lo largo de los años, los Quirks se han vuelto más sofisticados. En el pasado, la manifestación de un Quirk solía ser simple: encender una llama, generar viento, hacer crecer plantas. Pero a medida que las generaciones avanzaron, los Quirks comenzaron a fusionarse, a evolucionar más allá de lo imaginable. Aquellos con habilidades complejas, que combinan varios poderes en uno, comenzaron a destacarse, superando los límites de lo que antes se creía posible. Los héroes más grandes de hoy no solo enfrentan el mal, sino que también luchan por mantener el equilibrio en un mundo donde el poder a menudo sobrepasa la comprensión.
“Los Quirks ya no son solo habilidades. Son extensiones del alma, reflejos de lo que somos por dentro. Pero también son una prueba constante, un desafío a nuestras convicciones. Porque con gran poder viene la inevitable tentación de usarlo para satisfacer deseos personales. Los villanos no nacen, se hacen, y la línea que separa a un héroe de un villano es tan delgada como un susurro en la oscuridad.”
A pesar de todo, aún existen aquellos que, como los héroes del pasado, buscan no solo controlar su Quirk, sino también darle un propósito. Ser un héroe no es solo un título o un trabajo; es un llamado. En un mundo donde el poder es omnipresente, el verdadero desafío es mantenerse firme en lo que significa ser justo. Los héroes luchan no solo contra los villanos, sino contra el peso de las expectativas de una sociedad que los observa con admiración y miedo.
“Así, el 80% de la humanidad posee un Quirk, pero solo unos pocos tienen el coraje y el corazón para ser llamados verdaderos héroes. Y mientras el poder sigue expandiéndose, el mundo aguarda, expectante, por aquellos que puedan llevar la justicia más allá del simple uso de sus habilidades.”
La historia continúa, las generaciones cambian, y el futuro de la humanidad, marcado por los Quirks, sigue escribiéndose en cada batalla, en cada acto de heroísmo, y en cada sacrificio por la paz.
La escena comienza en medio del caos.
Una ciudad entera se derrumba mientras las llamas lo consumen desde sus cimientos hasta los cielos, iluminando el entorno con un brillo infernal. A lo lejos, cuerpos yacen inertes, amontonados como pilares caídos, testigos mudos de la tragedia. Entre las ruinas y el fuego, una silueta oscura permanece inmóvil, rodeada por una negrura tan profunda que parece absorber incluso la luz de las llamas. Sus ojos, dos puntos brillantes y rojos como brasas encendidas, lo observan todo con una calma aterradora. Un aura oscura y amenazante envuelve su figura, haciéndola parecer casi irreal, como si fuese una pesadilla hecha carne.
Frente a la silueta, otra figura está tirada en el suelo, débil, apenas capaz de levantar una mano temblorosa hacia las llamas. La mirada de esta persona refleja la impotencia, el dolor de ser testigo de semejante devastación. Con el último esfuerzo, su mano cae, sus ojos se cierran lentamente... y todo se apaga.
De repente, todo cambia.
El sonido de las turbinas retumba en el aire. Yaito se despierta de golpe, respirando profundamente, su pecho agitado por lo que acaba de experimentar. No es solo un sueño, es más. Las imágenes aún se aferran a su mente: las llamas, los cuerpos, esos ojos rojos que lo observaban desde la oscuridad.
Mientras intenta recuperar la calma, siente un peso suave sobre su hombro. Voltea y descubre que es Osen, quien se ha quedado dormida a su lado. Su rostro muestra una expresión serena, tranquila, algo que le resulta reconfortante. Por un momento, Yaito no puede evitar sonreír ligeramente, apreciando la paz que Osen parece irradiar incluso en el silencio de la cabina. No la mueve. Prefiere dejarla descansar.
Dirige su mirada hacia la ventana, observando el paisaje que se despliega más allá del vidrio. Las nubes se arremolinan bajo ellos, y las luces del amanecer empiezan a teñir el horizonte de un suave tono dorado. Pero su mente no puede despejarse de lo que acaba de ver. Ese sueño... no, esa visión. Se sintió demasiado real, como si hubiera sido testigo de algo que aún no ha sucedido. ¿Quién era esa figura entre las llamas? ¿Por qué esos ojos rojos lo llenaban de una sensación tan ominosa?
Yaito respira profundamente, intentando aclarar sus pensamientos. Aún puede sentir el calor de las llamas en su piel, el eco de las explosiones resonando en sus oídos. Algo sobre ese sueño lo perturba profundamente, pero no puede desentrañar qué es exactamente. Tal vez era una advertencia, o tal vez solo era su subconsciente jugando con sus miedos más profundos. Pero lo que más le inquieta es esa figura entre las llamas... una presencia que irradiaba una maldad pura, tangible.
Osen se mueve ligeramente en su hombro, sacándolo de sus pensamientos por un momento. Yaito la observa, agradecido por su compañía. En medio de todo, ella siempre ha estado a su lado, un ancla en medio de la tormenta. Sin embargo, no puede evitar preguntarse si todo eso que ha visto será una premonición de algo que está por venir, una batalla aún no librada.
Mientras el avión continúa su curso, Yaito no aparta la vista del horizonte, intentando entender el significado de su visión, preguntándose si algún día deberá enfrentarse a esa sombra que se oculta entre las llamas.
El sonido de los altavoces resonó en todo el avión, despertando a los pasajeros del letargo de un vuelo largo y anunciando su inminente llegada:
"Atención, pasajeros. En pocos minutos aterrizaremos en I-Island. Por favor, ajusten sus cinturones de seguridad y prepárense para el descenso."
El anuncio sacó a Yaito de sus pensamientos y disipó las imágenes de su inquietante sueño. Parpadeó, observando por la ventana y confirmando lo que acababa de escuchar: ahí estaba, frente a sus ojos, la famosa I-Island, la isla científica flotante donde los más grandes innovadores y científicos del mundo se reunían para desarrollar tecnología de vanguardia.
Yaito:( Viéndolo en persona es muy grande)- menciono algo soprendido ya que una cosa era verlo a través de una pantalla pero otra era presenciado.
Mientras el avión descendía, Yaito podía ver las enormes torres y estructuras tecnológicas de la isla. La emoción lo invadió por un momento, a pesar de la reciente tensión que había sentido por el sueño. Todo lo que sabía sobre I-Island estaba ahí, frente a él. El lugar donde las mentes más brillantes trabajaban en los inventos que cambiarían el mundo.
En ese momento, sintió cómo Osen se movía a su lado. Había despertado, aparentemente por el anuncio.
Yaito: Lo siento por despertarte- dijo en voz baja, disculpándose mientras ella parpadeaba, desperezándose con una expresión soñolienta.
Osen lo miró con una leve sonrisa, sacudiendo la cabeza.
Osen: No te preocupes, ya estábamos llegando de todos modos- Miró por la ventana también, sorprendida por la vista de la isla que se acercaba rápidamente.- Así que... esta es I-Island- murmuró, fascinada.
Momentos después, el avión aterrizó suavemente en el aeropuerto de la isla. Cuando se apagaron las luces de seguridad, Yaito y Osen se levantaron de sus asientos. Con sus maletas de mano, ambos se dirigieron hacia la salida junto con los demás pasajeros. Al salir del avión, fueron recibidos por la brisa fresca del océano y el panorama impresionante de I-Island, con sus torres tecnológicas alcanzando los cielos y el aeropuerto pulcro y moderno rodeado de ciencia y tecnología en cada rincón.
Yaito: Vaya, es aún más impresionante de lo que pensaba- comentó mientras caminaban por la pista hacia la terminal, cargando su maleta. Osen asintió, también maravillada por la magnitud del lugar. El ambiente era vibrante, lleno de energía y expectativas, con científicos, héroes y visitantes de todo el mundo que paseaban por el aeropuerto.
Mientras avanzaban hacia la salida, el nerviosismo de Yaito comenzaba a disiparse. Sabía que, aunque había llegado para una misión, I-Island también representaba una oportunidad para descubrir nuevas formas de mejorar como héroe, aprender de los mejores y, tal vez, encontrar respuestas a sus propias preguntas sobre su futuro.
A medida que salían del aeropuerto y se adentraban en las calles de la isla, rodeados por la última tecnología y una atmósfera de progreso, Yaito no pudo evitar sentirse emocionado por lo que les esperaba en esta aventura.
Yaito y Osen caminaban juntos por las calles llenas de vida, observando los avances y maravillas tecnológicas. El ambiente era vibrante y lleno de posibilidades. Osen, con una expresión suave en su rostro, miró a Yaito, agradecida.
Osen: Gracias por invitarme a venir a I-Island, Yaito —dijo con una sonrisa cálida, deteniéndose un momento para observar un edificio futurista lleno de hologramas.
Yaito: No tienes que agradecerme, Osen. Al fin y al cabo, eres mi mejor amiga, y... bueno, también de la infancia. ¿Quién más podría traer? —respondió con una sonrisa despreocupada mientras se rascaba la nuca, quitándole importancia.
Osen sonrió más ampliamente al escuchar esas palabras, su mirada brillando con afecto. Aunque Yaito solía ser bastante reservado, estos momentos de cercanía siempre significaban mucho para ella.
Osen: Sabes, todavía no puedo creer cómo hemos llegado hasta aquí. Ha pasado tanto tiempo desde que nos conocimos...
Yaito: Sí, quién diría que las cosas cambiarían tanto —respondió pensativo, antes de que sus recuerdos lo llevaran a un momento de su infancia.
Flashback
El sonido del viento sacudiendo las hojas de los árboles resonaba por todo el bosque. Un lugar que antes era tranquilo ahora estaba lleno de cráteres y rocas destruidas. En medio de ese caos, Yaito, jadeando y cubierto de polvo y sudor, se encontraba recuperando el aliento. Acababa de terminar un entrenamiento extenuante, probando el poder de su nuevo Quirk, Legacy. Era algo que aún estaba comenzando a comprender, un poder que parecía relacionado con el One For All aunque claro eso no era lo que destacaba ahora mismo.
Yaito: Bueno... eso fue suficiente por hoy —murmuró, mirando a su alrededor el daño causado durante su sesión de entrenamiento—. Supongo que debería arreglar esto... pero lo haré más tarde.
Con el cuerpo exhausto pero el espíritu en alto, Yaito caminó de regreso a casa. Al llegar, fue recibido por la vista familiar de su madre, Katsumi, sentada en el sofá y mirando la televisión.
Katsumi: Yaito, volviste.
Yaito: Sí, digamos que el entrenamiento está dando sus frutos —respondió con una sonrisa, acercándose mientras estiraba los brazos para desentumecer los músculos.
Katsumi: Por cierto, tu padre nos envió una carta —dijo Katsumi, sorprendiendo a Yaito, quien no esperaba noticias de su padre.
Yaito: ¿Papá envió una carta? Vaya, eso no es normal —dijo en tono de broma, haciendo que su madre soltara una ligera risa.
Katsumi: No es para tanto, pero veamos qué dice —comentó mientras abría la carta con cuidado. Dentro, encontró dos boletos.
Yaito: —¿Boletos? ¿Para qué son?
Katsumi: Parece que son para algo llamado I-Island. Es una invitación para ti... y alguien más. —Le mostró los boletos, y la curiosidad se encendió en los ojos de Yaito.
Yaito: I-Island... —repitió, pensativo. Sabía que ese lugar era famoso por reunir a los mejores inventores y héroes. Era una oportunidad que no podía dejar pasar. Pero la pregunta surgió de inmediato en su mente—. ¿A quién debería llevar conmigo?
Fue entonces cuando su madre sonrió con picardía.
Katsumi: Bueno, estoy segura de que ya tienes a alguien en mente, ¿verdad?
Yaito lo pensó por un segundo, pero la respuesta fue obvia. Solo una persona había estado a su lado todo este tiempo, alguien con quien podía compartir esta experiencia.
Yaito: Sí... creo que ya sé a quién invitaré.
Fin del Flashback
De regreso en el presente, Yaito y Osen continuaron caminando por I-Island. Osen lo miró de reojo, sintiéndose afortunada de estar allí.
Osen: Es gracioso cómo nuestras vidas han cambiado tanto desde entonces. ¿Recuerdas aquellos días en los que entrenabas sin descanso en ese pequeño bosque?
Yaito: Difícil de olvidar. No siempre era fácil... pero ahora todo eso parece haber valido la pena. —sonrió, pensando en todo el esfuerzo y dedicación que ambos habían puesto en llegar hasta donde estaban.
Ambos continuaron su paseo, disfrutando de la experiencia de estar en I-Island, sabiendo que, a pesar de todo, siempre tendrían el apoyo mutuo, como lo habían tenido desde su infancia.
Mientras Yaito y Osen seguían caminando por las vibrantes calles de I-Island, entre las multitudes, una voz conocida resonó en el aire.
???: ¡Vaya, miren a quién tenemos aquí!
Yaito y Osen se detuvieron, ambos girando hacia la dirección de la voz. Frente a ellos, se encontraba un hombre de complexión atlética, con una bata de laboratorio colgando despreocupadamente de sus hombros y una gran sonrisa en su rostro. Los ojos de Yaito se agrandaron al reconocer al hombre al instante.
Yaito: ¿Papá? —dijo con sorpresa, pero antes de poder decir algo más, sus piernas se movieron por reflejo y corrió hacia él, envolviéndolo en un abrazo fuerte.
Riku Yamanaka, el padre de Yaito, un renombrado científico, respondió al abrazo con igual entusiasmo, riendo mientras le daba unas palmaditas en la espalda a su hijo.
Riku: ¡Campeón! Me alegra verte aquí. Estás más alto desde la última vez que nos vimos. —Se separó del abrazo para observar mejor a Yaito, claramente orgulloso—. He estado viendo las noticias, y ¡vaya!, no puedo creer que quedaste en segundo en el festival deportivo de la U.A.
Yaito: Sí... fue una locura —respondió, todavía algo aturdido de ver a su padre ahí—. ¿Qué haces aquí, papá? Pensé que estabas trabajando en otro proyecto en el extranjero.
Riku: Lo estaba, pero no podía perderme la oportunidad de venir a I-Island. Hay una conferencia importante sobre los avances tecnológicos que pueden ayudar a los héroes, y bueno... decidí tomarme un descanso y visitar a mi hijo favorito —dijo con una sonrisa juguetona.
Osen, observando la escena, sonrió al ver la relación entre padre e hijo. Aunque era raro ver a Yaito tan emocional, claramente su padre tenía un gran impacto en él.
Osen: Es un placer verte de nuevo, señor Yamanaka —dijo con respeto, inclinando ligeramente la cabeza.
Riku: ¡Osen! Vaya, has crecido mucho también. ¡Siempre tan educada! — le dio una cálida sonrisa antes de girarse nuevamente hacia su hijo—. Entonces, ¿qué tal te está tratando la vida en la U.A.? Parece que has estado entrenando duro.
Yaito: Sí, ha sido difícil, pero todo va bien. Aún hay mucho que aprender, pero estoy avanzando —respondió más relajado ahora que estaba en presencia de su padre.
Riku: Me alegra escuchar eso. Sabes que siempre creí en ti, desde que eras un niño jugando con tus Quirks. Y ahora, mírate. Estás siguiendo los pasos de los grandes héroes.
Yaito asintió, apreciando las palabras de su padre. Siempre había querido hacerle sentir orgulloso, y cada vez que lo veía, sentía esa motivación renovarse.
Riku: Pero bueno, no quiero interrumpir sus planes. ¿Qué tal si los invito a un helado? Es lo mínimo que puedo hacer por el sub-campeón del festival y su amiga de la infancia.
Yaito: No es necesario, papá...
Riku: ¡Oh, vamos! —insistió sonriendo de oreja a oreja—. Considéralo una pequeña celebración. Además, quiero escuchar más de tus aventuras en la U.A.
Con una risa leve, Yaito y Osen aceptaron la invitación. Los tres comenzaron a caminar juntos hacia una pequeña heladería en el centro de la isla. Mientras caminaban, la conversación fluyó de manera natural, con Riku escuchando atentamente cada detalle de la vida de su hijo y compartiendo algunas historias divertidas de sus propios días como investigador.
Era un momento perfecto, donde Yaito sentía que, a pesar de todas las dificultades, siempre contaría con el apoyo de quienes más lo querían.
Sentados en una acogedora heladería al aire libre en el centro de I-Island, Yaito, Osen y Riku disfrutaban de su helado bajo el cálido sol. El ambiente relajado contrastaba con la emoción de los eventos recientes, y la conversación fluía de manera ligera y amigable.
Osen: Señor Yamanaka —comenzó Osen mientras tomaba una cucharada de su helado—, ¿también va a presentar algo en la conferencia de tecnología? Me imagino que debe ser algo increíble si viene de usted.
Riku: Oh, claro que sí —respondió con una sonrisa, inclinándose ligeramente hacia ellos con un aire de misterio—. Estoy preparando una presentación sobre un nuevo proyecto en el que he estado trabajando... pero lo más emocionante vendrá después. Tal vez, cuando ustedes dos terminen de desarmar todo lo que traen consigo de la U.A., podrían venir a ver de qué se trata. Y de paso, conocer a un viejo amigo mío.
Yaito: ¿Un viejo amigo? —preguntó intrigado, bajando la cuchara de su helado—. ¿Un científico también? ¿Es alguien que debería conocer?
Riku: Sí, alguien bastante reconocido en el campo de la biotecnología y la investigación de Quirks —dijo con un toque de orgullo— Tal vez se lo presente más adelante.
Yaito y Osen llegaron al hotel, cansados pero emocionados por su estancia en I-Island. Tras un rápido proceso de check-in, se dirigieron a su habitación, que tenía una vista impresionante del océano.
Osen: Vaya, no puedo creer que haya tanta gente aquí antes de que la exposición abra sus puertas al público. —mencionó, sorprendida, mientras se acercaba a la ventana para admirar el bullicio de personas en las calles.
Yaito: Pero nosotros también llegamos antes... —respondió con una ligera sonrisa, disfrutando de la vista tanto como ella.
Osen: Ahora que lo mencionas, a diferencia de Japón, aquí las personas pueden usar libremente sus quirks. —dijo, con su habitual tranquilidad, observando cómo los héroes y civiles se movían entre sí sin preocuparse por las restricciones que enfrentaban en su país natal.
Yaito: Así es. Por lo que no deberíamos temer usar nuestros quirks siempre y cuando no lo usemos para hacer algo malo. —acotó, recordando las estrictas reglas que tenían en Japón.
Osen: Eso debería decirte a ti... —mencionó con una sonrisa burlona, recordando algunas de las travesuras pasadas de Yaito—. Pero también, todo el lugar está lleno de miles de tiendas, atracciones y demostraciones de algunos inventos. —dijo, sus ojos brillando de emoción—. ¡Sin duda I-Island me ha sorprendido!
Yaito: Sí, sería interesante explorarlo, pero lo mejor sería que nos acomodemos bien primero. —dijo, tomando un respiro profundo—. Luego iremos a donde está mi padre. Tengo curiosidad por saber cuál es su proyecto.
Osen asintió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Se pusieron a desempacar y organizar sus cosas en la habitación, mientras la conversación fluía con naturalidad.
Osen: ¿Tienes idea de qué tipo de proyecto está desarrollando tu padre? —preguntó mientras colocaba su ropa en el armario.
Yaito: No estoy seguro. Dijo que era algo innovador, pero no me dio muchos detalles. —respondió, encogiéndose de hombros—. Lo único que sé es que ha estado trabajando en algo relacionado con la tecnología.
Osen:¡Eso suena increíble! —exclamó, girándose hacia él—. Tal vez sea algo que ayude a mejorar la vida de los héroes o algo por el estilo.
Yaito: Eso espero. Me gustaría ver cómo ha aplicado sus ideas. —dijo, con un tono pensativo.
Después de acomodarse, decidieron explorar un poco el hotel antes de dirigirse a la zona de exposiciones. Mientras caminaban por el lujoso vestíbulo, Osen notó que había pantallas interactivas que mostraban algunos de los proyectos más destacados de I-Island.
Osen: Mira eso. —dijo, señalando una pantalla que mostraba un dispositivo que mejoraba el control de los quirks—. ¡Eso es impresionante!
Yaito: Sí, parece que I-Island realmente está a la vanguardia de la tecnología heroica. —respondió, sintiendo la emoción crecer en él.
Ambos continuaron explorando el vestíbulo, observando las innovaciones y discutiendo sobre lo que esperaban ver en la exposición. La energía del lugar los rodeaba, y la emoción de la aventura que estaban a punto de emprender se sentía palpable en el aire.
Finalmente, después de un rato, decidieron que era hora de ir a reunirse con el padre de Yaito.
Yaito: ¿Lista para conocer al famoso señor Yamanaka? —preguntó con una sonrisa nerviosa.
Osen: ¡Claro! Pero recuerda, no importa lo que pase, estoy aquí contigo. —dijo, dándole un ligero empujón en el hombro.
Yaito y Osen avanzaron por el brillante pasillo del laboratorio de I-Island, admirando los equipos de alta tecnología que los rodeaban. La emoción era palpable en el aire mientras se acercaban a una puerta de vidrio que daba acceso a la zona de proyectos.
Al entrar, fueron recibidos por su padre, Riku Yamanaka, que estaba concentrado en un esquema que tenía en su mesa de trabajo. Al notar su presencia, se giró con una amplia sonrisa.
Riku: ¡Yaito! ¡Osen! Me alegra verlos aquí. —dijo, acercándose a ellos con energía—. Justo a tiempo. ¡Tienen que ver el proyecto en el que he estado trabajando!
Yaito: ¿Dónde está ese proyecto? —preguntó con curiosidad, mirando alrededor en busca de algo que pudiera impresionar a su amiga.
Riku: Ahora mismo lo verán. —respondió, sosteniendo en su mano un rollo de cinta.
Yaito: Espera un segundo, ¿tienes cinta adhesiva? Te siento decir esto, papá, pero la cinta adhesiva ya fue creada...
No tuvo tiempo de terminar la frase, ya que Riku, con una rápida maniobra, colocó la cinta sobre la cabeza de Yaito y tiró de ella con fuerza.
Yaito: ¡Auuch! —gritó, sorprendido por el dolor repentino, mientras se llevaba las manos a la cabeza.
Osen, sin poder evitarlo, se rió levemente de la situación, disfrutando de la interacción entre padre e hijo.
Riku: Lo siento, hijo, pero es parte de la demostración. ¡Y ahora, ven aquí!
Mientras Yaito se quejaba, algo en una de las cajas cercanas llamó su atención. Justo en ese momento, la caja se abrió, y de ella emergió un pequeño robot con un diseño futurista. Todos se quedaron en silencio, observando cómo el robot se acercaba con movimientos suaves.
Robot: ¡Hola! Soy Echo, tu médico robótico. Cuando dijiste "auch", me activé automáticamente para asistirte.
Yaito y Osen se miraron, asombrados por el robot médico que ahora estaba en el centro de atención.
Osen: ¡Esto es increíble! —exclamó, acercándose para observar más de cerca.
Riku: Echo fue creada para ayudar en situaciones médicas. —explicó tocando el pecho del robot, que mostraba un pequeño logo de un médico—. En este chip hay almacenada una gran cantidad de información sobre enfermería y primeros auxilios. Además, tiene la capacidad de agregar otros tipos de conocimiento, como ingeniería y análisis de quirks.
Yaito:¿En serio?- dijo con sopresa a ver nuevamente a echo- ¿Puede hacer todo eso?
Echo: Correcto. Estoy programado para evaluar y proporcionar atención médica, así como analizar los quirks para determinar la mejor forma de tratarlos o controlarlos.
Osen miró a Yaito con los ojos brillantes, emocionada por la perspectiva de tener un robot médico que podía ayudar a héroes y civiles.
Osen: ¡Esto es asombroso, Yaito! Imagínate todas las vidas que podrías salvar con algo así.
Yaito: Sí, realmente es impresionante. —respondió, sonriendo mientras se acercaba al robot—. Entonces, ¿qué más puedes hacer, Echo?
Echo: Puedo realizar diagnósticos médicos rápidos, administrar tratamientos y monitorear la salud de los individuos. Además, estoy en constante aprendizaje, por lo que puedo mejorar mis habilidades con el tiempo.
Riku: Yaito, estoy muy emocionado de que veas esto. Creo que realmente tiene el potencial de cambiar el futuro de la atención médica en el campo heroico.
Yaito, sintiéndose inspirado, miró a Osen, sintiendo la responsabilidad que venía con ser un héroe.
Yaito: Si Echo puede ayudar a los héroes a mantenerse saludables y listos para luchar, eso es lo que realmente importa.
Mientras todos compartían sus impresiones sobre el robot, Yaito sintió que su viaje en I-Island apenas comenzaba. Con la energía del lugar y la promesa de descubrir innovaciones sorprendentes, estaba ansioso por lo que el futuro les tenía preparado.
Mientras la emoción llenaba la habitación, Echo se acercó a Yaito con un movimiento suave y preciso. El pequeño robot médico escaneó su frente, que aún mostraba una marca roja donde su padre había tirado de la cinta.
Echo: Análisis en progreso... Detectando herida en la frente.
Yaito se quedó quieto, sintiendo un ligero zumbido cuando el robot comenzó a trabajar.
Echo: Herida leve, se recomienda tratamiento inmediato. Activando módulo de curación.
Riku observó con satisfacción mientras su creación comenzaba a tratar la herida de su hijo.
Riku: Echo no solo está diseñada para ayudar a los héroes en combate. Su propósito principal es cuidar de todos, sin importar su estatus. Siempre habrá otra manera de hacer lo correcto.
Yaito: ¿Qué quieres decir con eso, papá?
Riku: Ser un héroe no solo significa tener un quirk poderoso o salvar a las personas de inmediato. A veces, hacer lo correcto es simplemente asegurarte de que todos estén bien, de que se sientan seguros y cuidados.
Mientras Riku hablaba, Echo aplicó un gel curativo sobre la herida de Yaito. El contacto era frío y reconfortante, y la incomodidad comenzó a desvanecerse rápidamente.
Echo: Tratamiento completado. La herida debería sanar en breve. Recomiendo monitorear la zona para evitar infecciones.
Yaito sonrió, sintiendo la calidez del gel y el apoyo que su padre le brindaba. Era un recordatorio de que la verdadera fuerza de un héroe radica no solo en sus habilidades, sino también en su compasión.
Yaito: Gracias, Echo. Y gracias, papá. Tienes razón, hay muchas formas de ayudar a los demás.
Osen asintió, sintiendo que el mensaje de Riku resonaba en su interior. Era una verdad que se aplicaba no solo en su vida como estudiante de héroe, sino también en su papel como amiga.
Osen: Estoy de acuerdo. Cada acción cuenta, y a veces son las más pequeñas las que tienen el mayor impacto.
Riku sonrió, orgulloso de los ideales de su hijo con su amiga y de la forma en que se apoyaban mutuamente.
Mientras se dirigían hacia la salida, el sonido de un comunicador interrumpió la conversación animada de Yaito y Osen. Riku se detuvo y sacó su dispositivo de comunicación.
Asistente: Dr. Riku, lo siento por la interrupción, pero tenemos que prepararnos para la conferencia. El director está esperando su presentación.
Riku suspiró, sintiéndose un poco decepcionado. Se volvió hacia Yaito y Osen, su expresión mezcla de pesar y profesionalismo.
Riku: Lo siento, chicos. Parece que mi trabajo me está llamando. La conferencia es importante, y debo estar presente.
Yaito: —No te preocupes, papá. Entendemos que tu trabajo es lo primero.
Osen: Sí, Señor yamanaka. Siempre hay tiempo para trabajar, y esto es una oportunidad increíble para usted.
Riku asintió, agradecido por su comprensión.
Riku: Gracias. Prometo que después de la conferencia, si tengo tiempo, haremos algo juntos. Tal vez exploremos más de I-Island.
Yaito: ¡Eso suena genial! Estaremos bien, ¿verdad, Osen?
Osen: Por supuesto. Solo tenemos que asegurarnos de no meternos en problemas
Riku rió suavemente, sintiéndose aliviado.
Riku: Eso espero. No quiero que mi hijo y su amiga se conviertan en el centro de atención por las razones equivocadas.
Con una última sonrisa y un leve abrazo, Riku se despidió de ellos.
Riku: Disfruten su estancia en I-Island. Cuídense.
Yaito: ¡Nos veremos pronto, papá!
Con eso, Riku se dirigió hacia el centro de la exposición, mientras Yaito y Osen se quedaban observando cómo se alejaba.
Yaito: Entonces, ¿qué hacemos ahora?
Osen: Tal vez podamos empezar a explorar por nuestra cuenta. Hay tanto que ver aquí, y estoy segura de que nos divertiremos.
Yaito: Tienes razón. ¡Vamos a aprovechar al máximo este lugar!
Ambos se dirigieron a la salida del laboratorio, llenos de energía y emoción por la aventura que les esperaba en I-Island, con la esperanza de que Riku pudiera unirse a ellos más tarde. Mientras caminaban, el bullicio del lugar les rodeaba, y Yaito no podía evitar sentir que esta experiencia sería memorable, no solo por los descubrimientos, sino por los momentos compartidos con su mejor amiga.
Mientras tanto, en I-Island, la atmósfera vibraba de emoción a medida que se acercaba la inauguración de la exposición. Los asistentes se movían de un lado a otro, admirando las diversas innovaciones y tecnología que se presentarían esa noche. Sin embargo, en las sombras de un pasillo poco iluminado, dos figuras se mantenían al acecho, preparándose para ejecutar su oscuro plan.
???: (contestando el teléfono) —Logramos infiltrarnos en la exposición sin problemas.
???: (por el teléfono) —Excelente. El plan se hará apenas comience la exposición esta noche. Hasta entonces, ve a la puerta 66 y recoge la mercancía que dejé para ti.
???: De acuerdo.
???: (por el teléfono) —Pero antes, déjame decirte que surgió un repentino contratiempo.
???: ¿De qué tipo de contratiempo estamos hablando?
???: (por el teléfono) —All Might está aquí, en la isla.
???: —Bueno, no importa. Eso no será un problema. Al igual que con los otros héroes profesionales, también nos encargamos de él.
Mientras la conversación continuaba, las sombras parecían moverse con una vida propia, revelando a dos figuras encapuchadas que intercambiaban miradas decididas. Sabían que la llegada de All Might podía complicar las cosas, pero estaban dispuestos a seguir adelante.
???: Si All Might está aquí, debemos ser aún más cuidadosos. No podemos dejar que nos atrapen.
???: Exacto. Después de la exposición, todo estará en su lugar. Solo necesitamos tener paciencia.
Con eso, las dos figuras se alejaron rápidamente, desapareciendo en la multitud, camuflándose entre los asistentes desprevenidos. Mientras tanto, en otra parte de I-Island, Yaito y Osen continuaban explorando las maravillas del lugar, ajenos a la amenaza que se cernía sobre ellos.
Continuará........
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