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CAPÍTULO 31 : EL TRASPASO

Kikitaro miró extrañado a Luminex, y preguntó:

-¿Qué es el traspaso? Hay demasiadas cosas que no entiendo.

-Claro intentaré resolver tus dudas pero no hay que tiempo que perder y hablar aquí podría ser peligroso. Vayamos a casa de Sentu.-dijo Luminex.

-No veo inconveniente.-afirmó Sentu.

Todos emprendieron la marcha, después de que Luminex enviara a Sasa como había hecho con Iquer, al reino de las almas, hacia la casa de Sentu, pronto estuvieron allí.

Ya era mediodía y Bruno preparó unos cuantos filetes de carne, que todos comían mientras Luminex empezó a hablar:

-Han sucedido cosas de las que, tal vez, Blen tenga conocimiento, pero los demás no.

-No sé todo con detalles, sólo sé conversaciones sueltas con miembros de la orden de mi maestra, así que agradecería que lo contaras todo.- pidió Blen con el rostro serio.

-Descuida, primero deberíamos empezar con el tema del traspaso.

-Luminex déjame contar esa historia a mí-esta vez la petición vino por parte de Mikam.

El líder guerrero, con un signo afirmativo de la cabeza, le dejó hablar:

-Primero explicaré la técnica secreta de Kikitaro, no me refiero al aquí presente si no a su tío.

-¿Y eso que tiene que ver?-Preguntó Selenya con las lágrimas todavía cayéndole por la cara.

-Mucho, la técnica de Kikitaro, más potente que el Clydoscopio, tenía una pega, y es que sellaba la técnica genéticamente, es decir, impedía que sus parientes la pudieran tener.-explicó el lobo.

-Y cómo murió sin descendencia fue más difícil aún que esta se transmitiera. –añadió Bruno después de tragar un trozo de carne.

-Exacto. Pero esa pega se compensa con una ventaja, y es que cuando el portador muere o está débil esta técnica se puede traspasar a otra persona.-indicó Mikam mientras paraba para tragarse un trozo de carne.

-Después de esta breve introducción explicaré las órdenes que di a Mikam.-habló Luminex- La tumba de Kikitaro está cerca de Tasmina, su último deseo fue que se le enterrara allí. Dicha tumba está situada entre varias montañas para mayor seguridad. Después de que apareciera el asesino oscuro y de que vosotros completarais la prueba del guerrero ordené a Mikam que fuera con vosotros Tasmina y que al poco de estar allí buscara la tumba de Kikitaro.

-He decir que tarde más de un día y de una noche en encontrarla,-añadió Mikam.

-Después de que me informara mentalmente que la había encontrado le dije que realizara la técnica de traspaso.-explicó Luminex cada vez hablando con voz más interesante.

-Pero para poder utilizar la técnica el traspaso tiene que realizarse con luna llena, yo sólo podía ver a largas distancias y realizar algunos ataques y aun así me costaba bastante.-aclaró el lobo.

-Por eso desaparecías tanto-observó Khaos.

-Y por eso me dijiste que te avisara cuando era la próxima luna llena parar realizar el traspaso de la técnica.- razonó Kikitaro.

-Exacto, en el traspaso yo te pasaré la técnica del Tlydocopio la cual te pertenece ya que eres el descendiente de Kikitaro más próximo.-añadió Mikam.

-Pero mucho me temo que el asesino también quiere el Tlydocopio, ha ido a la tumba de Kikitaro.

-Por eso hay que actuar deprisa.-añadió Bruno.

-Esta noche mientras vosotros realizáis el traspaso, miembros de la orden os protegerán, incluidos Kakarot y Arcadis. Los demás tendréis que estar cerca del linde del bosque y en las fronteras de Octahot.- ordenó Luminex.

-¿Y después de realizar el traspaso?-preguntó Blen.

-Iremos a pedir ayuda a los demás planetas-contestó Reyson.

-Así es formareis un convoy de reclutación de ayuda.-explicó Bruno.

-¿Quiénes irán?- preguntó Sentu.

-Irán, si todo sale bien, Blen, Kikitaro, Mikam, Khaos, Genis, Selenya y Reyson. –contestó Luminex.

-¿Y yo? Quisiera ayudar en todo lo que fuera posible.-volvió a preguntar Sentu.

-Es mejor que tu te quedes realizando tu función de guardián de la ciudad.-Esta vez fue Bruno el que contestó.

-De acuerdo-afirmó el guardián de Octahot.

-¿Y adónde iremos a pedir ayuda?-preguntó Blen.

- A Marte, Titán, la luna y alguna que otra Galaxia.-contestó Luminex.

-A Titán, ¿no estaba en contra nuestra?-preguntó Selenya un poco más serena.

-Si tienes razón, pero ya no lo está, después de la revolución que paso con el virus que tuvo el gobierno cambió a uno más progresista, el líder del cual era un policía, después de que este se retirara entró por votación popular Víctor uno de los generales angélicos, y desde entonces su gobierno es aliado nuestro.-explicó el guardián del trueno.

-No debéis temer nada, tendréis ayuda en todo momento, escoltas al coger la nave y en el despegue. Debéis estar atentos porque, nada más finalizado el traspaso, debéis ir lo más rápido posible a la plataforma de despegue del bosque, evitad cualquier batalla de eso nos encargamos nosotros.-explicó Luminex.

-La cosa se complica el asesino oscuro parece tener un gran ejército y es bastante astuto. Además utiliza a sus soldados como si fueran peones.-afirmó Reyson echándose su pelo verde hacia atrás.

-Necesitamos a los grandes guerreros de Marte junto con sus arqueros a los que un día ayudamos, y a la tecnología de Titán que una vez subvencionamos.-afirmó Blen.

-Pero no solamente necesitamos eso necesitamos a cualquier pueblo que no se quiera ver sometido al asesino oscuro. si no vamos todos nos derrotará. Cualquier ayuda es buena siempre y cuando sean seres civilizados y cultos.-insistió Luminex.

-Creo que no hay nada más que decir, descansad en casa de Kretos para esta noche, nosotros también os ayudaremos esta noche.-esta vez fue Bruno el que habló.

Todos estuvieron conformes y se levantaron paras salir de casa de Sentu pero Kikitaro se quedó rezagado todavía sentado en su sitio.

-¿Quieres algo Kikitaro?-preguntó Luminex mirándole a los ojos.

-Tengo varias preguntas que hacerte. La primera es si puedo hablar con mis padres si están aquí.-contestó este.

-No, me temo que no, están en unas montañas próximas.

-¿Qué sabes sobre el asesino oscuro? Es mi segunda pregunta.

-Lo sabrás en su debido momento, pero para que estés tranquilo te diré que el plan de Kretos ha sido todo un éxito, lástima que muriera. Ha habido varias bajas que me apenan. Aunque me duela en el alma, Blen sustituirá a Sasa hasta que acabéis con vuestra expedición de ayuda.

-Bueno, al menos me quedo un poco tranquilo, gracias por tu tiempo.

-De nada.

Kikitaro se levantó del sofá se despidió de Sentu y salió de la casa en dirección a la casa del protegido.

Antes de llegar a la casa en el puente de madera se encontró con Mikam que se le puso al lado y le habló:

-Perdona que no te hubiera dicho nada sobre mis idas y venidas.

-Tranquilo lo entiendo, ahora he de cumplir con mi deber.-afirmó Kikitaro con voz firme- todos se han sacrificado por el grupo, ahora me toca a mí mostrar mi valía.

-Has madurado chico.

-Tienes razón, antes sólo me preocupaba por mis padres. Pero ellos estarán bien ya que son grandes guerreros y son adultos, no tengo porque preocuparme por ellos.

-Bien, esta noche podrás demostrar tu valía con el traspaso de la técnica.

-Seguro que nos saldrá bien, Mikam.-animó Kikitaro acariciando la gran cabeza del lobo.

Llegaron a la casa del protegido, y descansaron todos sin hablar mucho ya que estaban muy apenados por la muerte de Kretos y de Sasa.

Aquella noche los ojos del Tlydoscopio iban a cambiar de dueño, y todos iban a luchar porque eso fuera posible.

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