Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 11: LA PRIMERA MISIÓN


Kikitaro se despertó ante el bostezo de Mikam. Se levantó de su cama, sus dos compañeros no estaban en la habitación. Bajó las escaleras, seguido del lobo blanco y se encontró con Selenya, vestida con ropas ligeras y encima de estas una cota de malla:

-Veo que ya te has despertado, ves a desayunar.

Kikitaro hizo un gesto afirmativo con la cabeza y fue andando, a paso lento, con Mikam pegado a sus talones. Llegó a la salita donde Genis y Khaos ya estaban vestidos y al parecer esperándole. Nada más llegar Genis le pasó un plato de pescado rojo y un poco de leche morada:

-Buenos días. Has dormido mucho, nosotros estábamos nerviosos y nos hemos levantado antes. -explicó el mago.

-Ya, bueno. ¿Sabéis algo más de lo de ayer?

-No. Sólo sé que nos van a dar una misión. Con los tiempos que corren seguramente será relacionado con el asesino oscuro. -razonó Khaos.

-No sé si alegrarme, la verdad. El tipo de ayer era fuerte.

- ¿Crees que será el asesino oscuro? -preguntó Mikam.

- ¿Tú me lo preguntas? Lo más seguro es que no, por lo que dijo y cómo lo dijo. Pero Selenya no le creyó.

Kikitaro se limpió los labios de la carne del pescado y subió a vestirse. Mientras, Khaos preguntó al lobo:

-Mikam, ¿Tú crees que el asesino podría ser un vampiro?

-Pues no lo creo. Ningún vampiro dejaría la sangre allí. Además, el único vampiro que existe está encerrado...

- ¿Y un hombre lobo? -preguntó Genis.

-Los malos se extinguieron hace mucho tiempo. Yo diría que el asesino es un demonio, muy rencoroso. Como André. Aunque, eso es totalmente imposible. -razonó el lobo.

Kikitaro, que ya se había vestido, se sentó al lado de Mikam:

-El asesino se oculta. ¿Quién sería tan estúpido como para ir solo a Tasmina y atacar a guerreros de la orden? El guerrero que vimos no era el asesino, era más bien un sirviente del asesino. -dedujo Kikitaro.

-Todo el día igual. Bueno ahora me conviene que habléis de eso. -argumentó Selenya que estaba detrás de Kikitaro. -Nos han dado una misión de búsqueda de un demonio que se pasó a nuestro bando que ha huido hacia Octahot. Nuestra misión consiste en encontrarlo y evitar que le maten. Respecto a lo que hablamos ayer, Ramón y yo llegamos a la conclusión que ese guerrero se hacía pasar por mercenario. Desconozco si estaba a las ordenes del asesino oscuro o no. Ahora partiremos por el bosque hacia Octahot.

Los niños se pusieron en pie y salieron de la casa de Ramón. Selenya apretó el pasó y los niños la siguieron:

-No hace falta ir tan deprisa. -dijo Khaos.

-No eres quien para juzgar eso. Imagínate que el tipo de ayer va a por el demonio. Tengo entendido que pasó por la fuente el otro día.

Llegaron al linde del bosque verde. Mikam, que iba con ellos dijo:

-Juraría que a unos 3 kilómetros se encuentra el tipo que os atacó ayer, pero no estoy seguro.

Selenya dio la orden de saltar a un árbol del bosque. En un momento todos se pusieron a correr saltando de rama a rama. Selenya y Mikam iban delante abriendo camino. Detrás iba Khaos, y cerrando el grupo corrían Genis y Kikitaro. El bosque cada vez se estrechaba más. Varias veces tuvieron que parar para encontrar el camino correcto. Al cabo de unas dos horas Mikam exclamó:

- ¡Huelo a un tipo cerca, poneros en posición de defensa!

Todos se pusieron en guardia.

Genis ya estaba formulando un conjuro y moviendo su bastón de roble hacia un lado y a otro cuando el tipo del que hablaba Mikam apareció subido en una rama:

-Buenas. Siento lo del otro día. - habló.

Hasta Genis paró de realizar el ataque por el asombro:

- ¿Qué lo sientes? -preguntó Selenya- explícate.

-Digamos, que no sabía que mis acciones iban en contra la orden, yo acepté el trabajo de matar a un tipo como podría haber aceptado cualquier otro.

-No te creo. Sé que eres el tipo del otro día por la herida y por la máscara rajada. - razonó Kikitaro. - ¿Qué pretendes?

-Tan solo ser útil a la orden. Si no fuera posible, me gustaría ir en vuestro grupo.

-No sé porqué me tendría que unir a la persona que nos atacó. - Afirmó Selenya con desprecio.

Entonces el enmascarado se quitó la máscara y la tiró al suelo. Al hacerlo mostró su rostro. Era un hombre de piel morena con cabello verde y largo:

-No necesito enmascararme más. A partir de ahora mis servicios son para la orden, es más, como compensación trabajaré gratis.

-Me has convencido. Nadie se quita la mascara de asesino si no tiene una buena razón, pero si intentas algo te mataré. –afirmó Selenya.

-Encantado Selenya. Mi nombre es Reyson.

Los niños no estaban muy convencidos con Reyson, pero si su maestra le había dejado unirse al grupo era por una buena razón. Se pusieron otra vez en marcha. Reyson se presentó a los niños que le devolvieron el saludo y siguieron adelante sin hacerle más caso. De repente el lobo le preguntó:

- ¿Quién te contrató para ese trabajito tuyo?

-Pues no lo sé muy bien, me gustaría saberlo. Era enmascarado y me pagó bastante bien, pero ya vi que ese trabajo no me era propicio. Me enteré luego que vosotros erais de la orden. Al atacaros pensé que erais los guardianes de mi victima. Pero no sabía que esa víctima fuera un protegido de la orden. –Explicó Reyson.

-Eres muy sincero. Pero hay algo que no encaja, algún día nos lo contarás, mientras más te vale seguir adelante por este frondoso bosque. - afirmó Selenya.

Los niños siguieron corriendo con su nuevo aliado Reyson por el frondoso bosque, cuando de repente el lobo gritó:

-Huelo gente desconocida, se acercan cada vez más.

El grupo se paró de nuevo, y todos sacaron sus armas.

-Supongo que esta vez no serán amistosos-razonó Khaos.

Reyson miraba hacia un lado y a otro con su katana desenvainada. No se oía nada, ni un mínimo ruido. De repente una bola de fuego salio de detrás de un árbol, la esquivaron saltando a árboles cercanos.

Todos miraban quien era quien había lanzado la bola de fuego. Khaos miraba a los árboles apretándose las vendas. De repente dos figuras salieron de una grieta de un árbol:

-Dejad de perseguir a ese demonio. Es nuestro. A parte, faltan siglos para llegar a Octahot. Nosotros le mataremos después de acabar con todos y cada uno de vosotros.

-Eso habrá que verlo. No os metáis nunca con la orden de Luminex. -dijo Reyson enfadado y apretando su espada.

Kikitato amagó una sonrisa, ¿Cómo podía decir tal cosa el hombre que el día anterior intentó matarlos? Se concentró olvidando ese pensamiento, el combate era inevitable.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro