Capítulo II : Costa Angel
20 años después
Nos centramos en otras de las islas del caribe, en la costa Ángel esta era dominada por el extranjero, ahí nos enfocaremos en dos jóvenes amigos “Lion Narváez y Rosa Maria” amigos de la infancia, Lion nació en 1628 y tiene 19 años, Rosa Maria nació 1629 y por lo tanto tiene 18 años, ellos comparten un deseo en común pues siempre han querido tener una aventura pirata, de pequeños los piratas les parecían personas interesantes aunque poco tiempo después luego de madurar, más los rumores de la isla a Lion le dejaron de gustar o parecer interesantes, en cambio a Rosa seguía teniendo esa fantasía de aventura. Como un día común corriente, al salir el sol Lion se prepara para ir a trabajar pues este llevaba una gran vida como un soldado de la marina, luego de asearse y comer, sale de su hogar y va a darle una visita a Rosa, al llegar toca la puerta y sale el jefe de Rosa, pues ella resultaba ser su ama de llaves.
- Buenos días Señor Smith, ¿podría dejarme ver un momento a Rosa si no es mucha molestia? - le dice Lion con amabilidad un poco nervioso también al notar la mirada penetrante y molesta del Señor Smith, el jefe de Rosa solo asiente y se va, Lion suspira de alivio y al instante aparece Rosa.
- ¡¡¡5 minutos!!! - grita el Señor Smith de fondo, Rosa y Lion se ríen nerviosos en silencio.
- ¿Cómo te va Rosa? ¿cómo dormiste? ¿qué me cuentas? - pregunta Lion ansioso y alegre.
- Cansada ha sido un día muy ocupado, el Señor Smith ha estado muy intenso hoy. - le comenta Rosa susurrando la última parte.
- oye, tranquila Rosa, sabes que sigo intentando encontrarte otro trabajo - dice Lion intentando animarla al ver que esto no funciona intenta con otra cosa - ¿quieres venir a las ejecuciones conmigo? hoy van a colgar a una bruja -
- ¿Trabajo como ama de llaves en otro sitio? Ya sabes que a las mujeres les es difícil conseguirles otro trabajo que no sea este… y con lo de las ejecuciones, sabes que no me gusta ver esas cosas, me parecen una barbarie- le comenta Rosa sin mucho ánimo de ir.
mientras que la linda pareja de amigos platicaban a las costas de la isla, muy cerca se asomaba un barco.
- ¡Señor! - gritaba un soldado a un general mientras bajaba el catalejo -¡Hay un barco en la costa y no parece ser de los nuestros! - termina diciendo preocupado el soldado. El general apresurado le quita el catalejo de las manos y echa un vistazo.
- Piratas - susurra con odio el general mientras tira el catalejo y sale corriendo para dar las órdenes. El barco logra cruzar un poco sobre la arena destruyendo a su paso más de 13 viviendas, como si nadie intentara frenar, parte de la proa se destrozó.
los soldados se prepararon para disparar por si era necesario, como no notaban ningún movimiento sospechoso decidieron subir e investigar y tal parece, que no había señales de vida, tomaron la decisión de bajar hasta que vieron que una botella se cayó de la nada, cuando voltearon vieron a alguien bajando por una cuerda sin esperarlo, comenzaron a disparar fijándose en que era un pirata, no lograron lastimarlo y este aprovechó para escabullirse entre las viviendas. Los soldados vieron alarmados al general el cual se encontraba sin palabras.
- ¡¡¡Malditos imbeciles!!! ¿acaso hay que enseñarles a apuntar de nuevo? - gritó el general muy desesperado, un silencio inquietante creció entre los soldados que se miraban avergonzados - ¿Qué esperan a atraparlo? Ahora tengo que ir yo a donde el gobernador para decirle que hay un pirata en la isla, traten de no alarmar a la gente. - todos los soldados se dispersaron buscando a un pirata.
Lion y Rosa, no se encontraban tan lejos de la escena pues la casa del Señor Smith, aprovechaba la buena vista de cerca de la playa. Estos dos estaban por despedirse, pero Rosa toca el hombro de Lion para que se dé la vuelta y note a los soldados que comenzaron a exigirles que entren a sus casas, Lion curioso va, se acerca a uno de los soldados y pregunta.
- Disculpe amigo, me presento soy Lion Narvaez, soy parte de la marina me puede informar ¿cual es la situación? - el soldado lo miró de arriba a abajo.
- Un pirata se escabullo por estas zonas - le dijo el soldado y sin más se fue.
Lion vuelve a donde Rosa y sin creerlo no le dice nada, la toma y entra a la casa del señor smith, específicamente en la sala, el jefe de Rosa en ese instante se encontraba bajando las escaleras, al verlos se indigna y pregunta qué ocurría.
- ¿Señor Narvaez, qué hace aquí adentro? Ya pasaron los cinco minutos, Rosa. deberías estar limpiando las habitaciones de los niños - le dijo estrictamente el señor Smith, Lion no permitió que siguiera cuestionando cosas y le explica la situación.
- Lo que pasa, Señor Smith. Es que un pirata burló a la armada, los soldados están advirtiendo que no debe haber nadie en las afueras de sus viviendas. Le recomiendo que entre a su habitación y se encierre. Estará seguro conmigo aquí, recuerde soy parte de la Marina. .- le confesó Lion con orgullo mientras que aprovechaba la situación para pasar más tiempo con Rosa, pues no creía que lo del pirata fuera tan grave. El señor Smith, asintió y volvió a su alcoba.
- ¿Un pirata? no crees que estás exagerando hay muchos soldados buscandolo - le reprocha Rosa un poco cómica, Lion iba a replicar cuando sin notarlo, el silencio creció y la tensión aumentó al ser interrumpido por un vaso de vidrio quebrándose no muy lejos de ellos. - Lion… Creo que ese sonido vino de la cocina.- Pronunció Rosa preocupada.
- ¿Por qué te preocupas no crees que sea alguno de los niños? - cuestionó él, Rosa niega e indica que ellos se encontraban dormidos. - ¿Quieres que vaya a ver…?- no pudo terminar lo que decía pues más ruidos se pronunciaron en la cocina, ellos se acercaron lentamente y Lion tomo más fuerte su empuñadura a medida que se acercaban. Al asomarse vieron la figura de un hombre que tomaba del pico de una de las botellas del señor Smith, Rosa jadea impactada pues no puede creer que justamente se encuentre ahí, además ¿Como había hecho para entrar sin ser visto? Rosa no pudo detener el sonido que había hecho con su mano, pues de inmediato una botella se quebró muy cerca de ellos. El pirata sabía que estaban ahí.
- Vaya que señorita tan apuesta - murmuró aquel hombre, ambos se congelan y Lion cubre a Rosa con su cuerpo, dispuesto entonces para defenderla. desenfunda su sable. El hombre suspira.
- Escuchen, solo quiero un poco de ron, además necesito estar aquí solo unos instantes para recuperarme de la huida de tus estúpidos compañeros- exclamó este relajado, mientras en lo último señala a Lion para hacerle relación con los soldados de afuera por su vestimenta de la Marina.
- Creo que… -Rosa iba aceptar para que se mantuviera de manera pacífica la situación, pero Lion la interrumpe con un gesto.
- ¡No! No es lo correcto, en este instante te voy a llevar con los soldados, sucio pirata. En el lugar donde te puedes recuperar es en el calabozo.-Dijo estricto pues no iba a permitir tal cosa, no era lo que le habían enseñado en la Marina. Este hombre, se da la vuelta, le da otro trago a una botella, y la deja caer. Mientras ríe.
- ¿Sucio Pirata? Soy el capitán “Max Caribe” para tu información. - se presenta el pirata levantando su espada y apuntando muy cerca de su rostro, Él dice - Bueno, los dejo en su lecho de amor, me iré a otro sitio.... Por cierto que buen licor tienen aquí - y sin más se encaminó a la salida, hasta que Lion le interrumpe el paso pues puso su sable encima de su pecho.
- Tu al único lugar a donde vas, es al calabozo. Ya te lo dije - le advirtió de nuevo Lion apretando el agarre en su sable. Rosa inteligentemente se apartó de la escena.
- Escúchenme par de niñatos, o me dejan ir o me daré el gusto de pelear. - comentó Max seriamente, pero parece que Lion no tomó en cuenta su palabrerío - ¡Ah! con que el camino difícil entonces, me daré el gusto de pelear. - dijo Max molesto, volviendo a desenfundar su sable, en un abrir y cerrar de ojos, los dos dieron el primer golpe provocando que el sonido del hierro y el metal choquen, el cual resonó por toda la cocina, Max tenía un gran dominio para manejar la espada, en cambio Lion se esforzaba para no ser derrotado, Rosa sin saber que hacer se escondió para no ser lastimada por los movimientos de ellos aunque al ocultarse provocó que las últimas botellas del señor smith se quebraran, distrayendo a Max y aprovechando Lion para contraatacar, entre forcejeos y choques logró desarmar a Max. Él no perdió el tiempo tomándola para luego abalanzarse sobre Lion. Estos, sin notarlo, se trasladaron a la sala causando un desastre en la casa a diestra y siniestra que de seguro luego tendría que limpiar Rosa.
tirándole la espada a Max con movimientos rápidos este hace una voltereta que lo hace esquivar los ataques de Lion, así tomando de manera rápida la espada pero quedando arrinconado, Lion fue rápidamente para atacarlo, pero para la suerte de Max hay justo una escalera detrás de él, así que comenzó a contraatacar hacia Lion logrando empujarlo y aprovechando el para subir las escalera mientras que Lion se levantaba rápidamente para ir detrás de él y tal parece que ninguno se llevaría la victoria.
- ¡¡¡Basta!!! - grita Rosa muy enojada saliendo de su escondite, Max y Lion se miran confundidos.
- Pero qué te pasa mujer no ves que estamos ocupados. - dijo Max.
- ¡Oye!, no le hables así. - dijo Lion mientras lo apuntaba con el filo de la espada retando lo de nuevo.
- Lion solo déjalo ir, así todos estaremos bien… Mira el desastre que han causado me matarán. - dijo Rosa con firmeza, entonces Lion sin discutirlo o responder guarda su espada y deja de amenazar a Max.
- ahora si dama y caballero, muchas gracias pero este espectáculo ha concluido. - comentó Max relajado mientras tomaba camino hacia la puerta, y detrás de sí caían un par de lámparas que había derribado junto con Lion. Nadie comentó nada hasta que Max abrió la puerta y se dio cuenta que habían soldados afuera - Emmm... ¿saben que? Mejor me quedo un rato con ustedes - dijo Max con una risa nerviosa, así que decidió volver a la cocina, sentarse con ellos mientras que tomaba un poco de ron. De fondo se escuchó un grito, Lion y Rosa murmuraron al unísono “El señor Smith” Cuando se asomaron no vieron nada más que la puerta de la casa abierta, de seguro se había asustado y huido por el desastre.
- Oye… capitán Max, Me gustaría saber ¿por qué estás aquí? Ya que estamos sentados civilizadamente- le preguntó Rosa curiosa.
- Rosa - le llamó Lion un poco molesto - Recuerda que no debes fiarte de él. - dijo mientras que no quitaba su mirada en Max, Rosa volteo a ver a Lion asintió con la cabeza tranquilizando a su amigo.
- ¡oh! muy buena pregunta señorita. - asiente - estoy aquí en búsqueda de venganza - dijo él con un tono bastante serio. Mientras echaba un vistazo a todas la botellas quebradas - ¿No queda más licor? - Cuestionó a Rosa que ya iba a encaminarse a buscar algo, cuando Lion la tomó del brazo y negó con su cabeza. Eso no le parecía buena idea, Max al notar esto suspira resignado.- Bien-
- ¿Vengarte de quién? - Curioseo ahora Lion teniendo la atención del pirata y para desviar la atención del alcohol.
- Del capitán Garg. - finalizó Max.
- ¿Garg? ¿capitán Garg? pero si aquí en Costa Ángel no hay ningún pirata. - acota Rosa aunque sin tomarle mucha atención Lion pregunta.
- ¿¿Y por qué de él?? - cuando Max iba a responder el porqué, se escuchan ruidos afuera de nuevo, y antes de poder averiguar la armada entró en la cocina, y justo con ellos estaba el señor Smith más que lleno de ira. Rosa presentía un despido.
- ¡Quieto pirata y sus cómplices! ¡te tene… - la exclamación del soldado fue interrumpida por una fuerte explosión que desorientó a la mayoría. Algunos se tensaron, el señor Smith se tomó del brazo de un soldado, Rosa entró en pánico. Por unos instantes todo estaba en silencio y un soldado adentrándose en la casa advirtió al resto.
- ¡¡Viene del muelle!! - gritó el soldado para luego correr a la costa pues a las orillas se acercaba otro barco, pero no cualquier barco era “La Viuda”, de el cual comenzaron a salir cañonazos.
- ¡Nos atacan! - grita eufórico un guardia, la mayoría salieron veloces de la casa del señor Smith, y corrieron a defender la Isla, pasando a Max a un segundo plano, Lion y Rosa deciden aprovechar esto para correr de esa casa, antes de que los arrestaran por cómplices. Y se dirigieron también a la costa para ver qué sucedía, alarmados. Notan demasiados piratas que bajan del barco para robar, destruir y matar.
- ¿Quiénes son ellos? - preguntó Lion con un tono de preocupación.
- Es Garg y su tripulación, tal parece que vinieron hacer de las suyas. - dijo Max que se había unido con ellos en la curiosa escapada mientras observaba a Garg a lo lejos.
- ¿y qué hacemos? - pregunta Rosa sin poder ocultar su miedo.
- será mejor que ustedes se escondan o se defiendan, pero yo me iré a por él - confiesa Max mientras que se marchaba sin más, de pronto unos disparos le pasaron a su lado y eran los soldados que aún lo seguían - ¡Oh vamos! incluso en un caos no paran de seguirme. - dijo él mientras corría para evitar las balas.
- ¿Y ahora qué? - pregunta rosa a Lion, preocupada tomando su mano, este nota el gesto y le responde.
- Tengo que defender la isla, Rosa. Tú podrías quedarte aquí.- Le dice Lion sacando de nuevo su espada.
- ¿Aquí sin hacer nada? Esto es injusto…-Le dice triste, y un tono capaz de hacer cambiar de parecer a Lion.
- Sin discusiones, Rosa. Cuídate.- le da un beso en su cabeza, y sin dejarla convencerlo de ir con él, corre en dirección del caos.
Mientras tanto Max con mucha agilidad pudo perder de vista a los soldados que lo seguían y logró adentrarse en el caos a las orillas de la playa, cerca captó a Garg con su mirada, se posó cerca de su espalda y estaba listo para enfrentarlo con su espada.
- Vaya, vaya, vaya pero mira quien esta aquí.- Dijo un pirata a las espaldas de Max también, alertandolo.- Con que sigues vivo, pensé que los corales se habían quedado contigo en el fondo del mar.
- Bueno, ya ves. Aquí estoy sin corales encima y no en el fondo del mar, pareciera que nunca moriré. Ahora, podrías dejar de estorbar mi maldito objetivo.- dijo Max entre el sarcasmo y la furia.
- No lo creo Max, la vida no es asi de facil, asi que ya sabrás que mi respuesta es no… aunque.- Dice el pirata tentativamente peligroso acercándose, sube una ceja y a punta a Max con su espada.- Deberías mirar más a tus espaldas.
- ¿Qué? -Max frunce el ceño confundido y se voltea dudosamente, pero no había nadie cerca con intención de atacarlo, cuando vuelve a mirar al frente un golpe en seco, lo tumba en la arena dejándolo inconsciente. Un pirata se acerca a este otro que golpeó a Max y se carcajean.
- Kidd, el capitán Garg ya se aburrió de esta isla, ordenó la retirada.- Le informa este pirata a el que ahora se llama a kidd, mientras ambos miran a Max en la arena.
- Bien, ya voy al barco con los otros. Ni una palabra de esto al capitán ¿entendido? - Le advirtió Kidd al otro, ambos asintieron y se fueron de allí, junto con los otros piratas que comenzaron a subir al barco, entre peso con todo lo que habían robado en su mayoría joyas, oro y artefactos inútiles.
Minutos después el barco ya se había alejado de la orilla, dejando un caos y desastre consigo en la isla, y no muy lejos de esta, un pobre diablo, con ropas rasgadas gritaba.
- ¡Esperen Malnacidos! No se vayan no he acabado con ustedes.- Exclama Lion exhausto. Y como si los piratas lo hubieran escuchado a lo lejos, se pronunció una última explosión, que resultaba ser un cañón impulsado muy cerca en la dirección de Lion, el cual salió corriendo muy tarde pues fue levantado por el impacto del arena, cayendo revolcado entre esta y el agua.- Mierda…- Murmuró quitándose arena de la cara y escupiendo lo que se había tragado.
- ¡Señor!¡General! Aquí está el pirata que provocó todo este desastre.- gritó a lo lejos un soldado que junto a su general, agarraron a Max y lo arrastraron en dirección a los calabozos del juez.
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