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Capitulo 8

Mientras las cosas se agitaban en Japón, ya era de noche en Grecia, las Doce Casas se encontraban alumbradas por pequeñas ampolletas a las afueras de los templos. Desde que Saori tomo el puesto de Athena, implemento mucho de la tecnología y cosas de la era moderna al Santuario para que este no se quedara atrapado en los siglos pasados con velas y pergaminos. También le daba mas comodidad a los recintos privados de los Doce Templos sin que estos perdieran su majestuosidad.

En la casa de Virgo, Shun se removía intranquilo en su cama, su rostro expresaba preocupación y se podía ver un ligero sudor cubrir su cuerpo.

Su pesadilla se trataba de que estaba de nuevo en el salón del trono de Hades, se vio a si mismo y se sorprendió de que traía puesta la armadura de Andrómeda y se veía de la misma edad cuando la uso en la Guerra Santa.

El peliverde contemplo con cuidado el espacio que le rodeaba. Era igual a cuando vio por primera vez el lugar cuando Orfeo lo llevo a él y a Seiya para intentar matar a Hades, lo que resulto en un fracaso, con Orfeo muriendo, Seiya siendo enviado al Cocytos y él volviéndose el huésped de Hades. Incluso estaba el ataúd con flores con el que se ocultaron.

Una punzada en su pecho y un escalofrío por su columna vertebral lo hicieron alertarse, eso lo preocupo de sobremanera, ya que esta pesadilla no era por nada, había algo de lo que preocuparse, pero todavía no sabía que.

Miro hacía adelante, viendo el trono de Hades, alrededor de la cabecera del trono estaba colgando el medallón que había pensado era un regalo de su madre; pero en realidad fue la conexión que le permitió a Hades entrar a su cuerpo. Sintiendo una sensación, camino lentamente por las escaleras hacía el trono.

Una vez que estuvo delante del trono, extendió con cuidado su mano hacía el medallón, y cuando hizo el mínimo contacto con el objeto de plata, un corrientazo de electricidad recorrió su cuerpo y súbitamente todo el lugar desapareció. Shun se encontraba flotando en un espacio vacío, delante de él, apareció una gran torre de piedra.

Abrió los ojos con preocupación y confusión al ver varias estrellas violáceas salir de la torre y dirigirse hacía el horizonte donde se clavaron en la tierra.

-¿Qué...?- Pero antes que Shun pudiera procesar todo lo que veía, una sombra de un tono purpura con unos ojos carmesí se alzo delante de él. -¡Hades!-.

Tuvo el alma de Hades dentro de su cuerpo, así que no tuvo problemas en reconocer la sombra que se alzaba y el siniestro cosmos que lo cubría. Alzo su mano, concentrando su cosmos para atacar, pero la sombra fue mas rápida, alzándose aun más e inclinándose hacía adelante, cayendo como tsunami a tierra hacía Shun.

Un segundo después, Shun despertó.

Se sentó en la cama sobresaltado, sentía el sudor resbalarse de su rostro junto a su corazón latiendo fuertemente que amenazaba con salir de su pecho, fue un milagro que no gritara al despertar. Quito las sabanas de sus piernas y se incorporo de su cama, solo traía puesto pantalones para dormir, ya las noches en Grecia eran calurosas.

-Que sea solo una pesadilla- encendió su cosmos, llamando a Virgo para que lo vistiera, y salió de su habitación privada, caminando hacía otra puerta que estaba todo lo importante para el signo de Virgo.

Al final de la habitación, en el centro, estaba el Rosario de las 108 Cuentas, un rosario especial que le daba un plus de poder a los Santos de Virgo al sostenerlo, y que además, tenía la particularidad de que las cuentas cambiaban de color cuando un Espectro moría. Ikki había dejado ese rosario junto al cadáver de Pandora después de que esta lo ayudara; pero cuando él se volvió Caballero de Virgo, el rosario apareció un día de la nada. Probablemente siguiendo su cosmos desde el Inframundo hasta la Tierra.

-Oh, no- camino hasta el rosario y lo tomo, viendo que varias de las cuentas habían vuelto a tener su color café, indicando que varios Espectros lograron resucitar de alguna manera.

Contando las cuentas, fueron 28 en total, los 3 Jueces del Inframundo incluidos.

-Tengo que avisarle de inmediato a Athena-.

Salió de la habitación con el rosario en mano y avanzo hacía la salida de Virgo en dirección a las escaleras hacía Libra. Que sus compañeros lo disculpen por despertarlos a estas horas, pero esto era de vida o muerte.
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(En Japón)

Kiba bloqueo con su espada el golpe de la espada de Freed, pero el impacto lo hizo retroceder un poco.

Issei apretó sus dientes: su plan había sido que, con ayuda de Saji, buscar a las dos exorcistas y a Yuuto, trabajar juntos para destruir las Excaliburs para que así, Yuuto tenga su deseo de destruir las espadas y las chicas de cumplir su misión. En el plan se le unió Koneko, que fue ella la que convenció a Saji de ayudarlos.

Una vez que todos se reunieron y formaron el plan, se separaron para buscar a Freed, Yuuto sugirió de disfrazarse como sacerdotes para atraer su atención, ya que Freed cazaba a estos, y así funciono. Lo atrajeron hasta el lugar donde enfrentaron con anterioridad a un Demonio Callejero hace poco tiempo, y ahora peleaban con él, pero no era algo fácil, ya que esta vez, Freed usaba una Excalibur que le permitía igualar y hasta superar la velocidad de Kiba.

-Tenemos que ayudar a Kiba- dijo Issei, mirando la pelea de espadas. -Si tan solo hubiera una manera de evitar que Freed se moviera-.

-¡Si eso es lo que quieres, entonces tengo lo que necesitas!- Exclamo Saji animado, ya que era su hora de brillar. Levanto su brazo, manifestando su Sacred Gear. -¡Line!-.

En el brazo de Saji apareció un guantelete gris con forma de camaleón de ojos morados y líneas moradas. Las piernas del camaleón se envolvían alrededor del brazo de Saji.

-¡¿Tienes una Sacred Gear?!- Exclamo Issei sorprendido. No sabía que Saji tuviera una.

-¡Ahora!- El camaleón abrió su boca. -¡Vamos, Line!-.

La lengua del camaleón salió como un látigo azul hacía Freed, envolviendo la pierna de este y tirando hacía abajo, el ex-exorcista casi se cae.

-¿Viste eso? ¡Este es mi Sacred Gear "Absorption Line (Línea de Absorción)"!- Señalo Saji con orgullo.

-¡Impresionante!- Exclamo Issei.

-¡Eres mío!- Saji tiro, haciendo que Freed fuera atraído de a poco hacía él. El peliblanco intento cortar la línea, pero no lo lograba.

-¡Maldición! ¿Esto también es un artefacto de dragón?-.

-¿El tuyo también es un dragón?- Pregunto Issei.

[¡Boost!].

Koneko levanto a Issei, para sorpresa de este.

-Vamos-.

-¡Espera!-.

-Ve- Koneko lanzo a Issei hacía adelante.

-¡Koneko-chan!-.

[¡Boost!].

-¡Issei-kun!- Grito Yuuto.

-¡Kiba!- Koneko había lanzado a Issei hacía el rubio. Cuando estuvo cerca, lo toco con su guante antes de pasarse de largo por el lanzamiento y caer boca arriba al suelo. -¡El poder de mi dragón esta en tus manos!-.

[¡Transferir!].

Kiba sintió el poder que Issei cargo y le dio, así que le daría un buen uso. -Entonces no tengo mas remedio que usarlo- comento sonriente. -¡Gracias por tu ayuda!-.

-¿Qué?- Freed vio que Kiba se preparaba para atacar, así que intento desesperadamente cortar la cuerda de la Sacred Gear de Saji, pero no lograba nada. -¡Demonios!-.

-¡Nacimiento de la Espada!- Kiba clavo su espada en el suelo, surgiendo espadas del suelo que empezaron a rodear a Freed y acercarse a él.

Como no podía moverse, Freed empezó a cortar las espadas que emergían cerca de él, pero no todas, recibiendo algunos cortes, pero ninguno mortal.

-Nacimiento de la Espada, ¿eh?- Comento una voz que a Kiba se le hizo conocida.

-¿Quien esta ahí?-.

Todos miraron de donde vino la voz, viendo a un hombre regordete vestido con ropas de un padre. Bigote corto y cabello gris por la edad alrededor del cráneo ya que era un poco pelón y también usaba lentes.

-Con el portador adecuado, la Sacred Gear puede convertirse en el arma mas poderosa que existe-.

-¿Eres tu, viejo Valper?- Pregunto Freed, viendo al hombre.

Al escuchar ese hombre, Kiba vio fijamente al anciano, reconociéndolo como el mismo que fue el líder del proyecto Espada Sagrada. El odio lo lleno al tener delante al causante de la muerte de sus amigos.

-Freed, ¿qué estas haciendo?- Pregunto Valper, su voz sonaba como si estuviera decepcionado por el modo de pelear de Freed.

-¡Esta maldita cosa me atrapo y no me suelta!- Exclamo Freed, tirando de su pierna que estaba atrapada por Saji.

Issei y Koneko se pusieron en guardia cuando Valper avanzo hacía ellos, pero el hombre no parecía preocupado de que estuviera superado en números.

-Es porque no usas correctamente la energía de la Espada Sagrada que te di. Tienes que canalizar tu energía a la espada y usarla- explico Valper, como un adulto explicándole a un niño que hacer.

-¿Es así?- Pregunto Freed sorprendido, sonaba muy fácil. Hizo lo que se le indico, la espada brillo de un aura sagrada y al intentar cortar la lengua de camaleón, esta vez logro cortarla. -¡Oh, si!-.

-¡Rayos!- Maldijo Saji, regresando lo que quedaba de cuerda a su Sacred Gear y desvaneciéndola. Sintió un poco del ardor de esa espada cuando corto la lengua de su Sacred Gear.

Kiba salto para cortar a Freed; pero el peligris fue mas rápido, esquivando su corte y colocándose al lado de Valper.

-Nos vemos. Nuestro jefe tiene prisa, vamos- se despidió de los Demonios como si no fueran nada.

Pero cuando se dio la vuelta para retirarse, se sorprendió de ver un muro fino de un tinte dorado bloqueando su camino como una barrera.

-No puedo dejar que se vayan hasta que respondan unas preguntas- Kiki, vistiendo la armadura dorada de Aries, se interponía en la huida de Valper y Freed.

-¡Kiki-san!- Exclamo Issei sorprendido de verlo.

-No se preocupen, puede que haya sido enviarlos para observarlos, pero no me hace su enemigo- declaro Kiki.

Había llegado cuando los Demonios ya estaban peleando contra Freed, no se interpuso porque era su combate, pero cuando ese tipo Valper apareció e intentaron huir, sabía que era su momento para intervenir, ya que aun tenía algunas dudas sobre este tema.

-¡Tu!- Freed reconoció a Kiki. -Viejo, Valper, este es el tipo del que te hable la otra vez, el que rompió en pedazos mi Excalibur aquella vez-.

-Ya veo...- Valper observo con curiosidad a Kiki. -¿Qué hace un Caballero de Athena en un lugar como Japón?-.

Kiki abrió un poco los ojos al escuchar que el anciano lo reconoció. -¿Sabes sobre nosotros?-.

-A diferencia de mi compañero, soy mas culto sobre el resto de fuerzas sobrenaturales en el mundo, eso incluye a las fuerzas del Santuario, que son reconocidos por sus armaduras de diferentes rangos, y que todos sus miembros son humanos, liderados por una Diosa- explico Valper de lo que sabía del Santuario. -Por tu armadura, eres un Caballero Dorado, la elite de tu ejercito. ¿Qué hace alguien tan importante involucrándose en los asuntos de Demonios?-.

-Donde exista el mal que ponga en peligro las vidas inocentes de la Tierra, como Caballero, es mi deber detenerlo- respondió Kiki con seriedad. Sus palabras eran parte del juramento que todos los Caballeros hacían al recibir sus armaduras.

-¡Son puras tonterías! ¡Te voy a rebanar ahora mismo!- Grito Freed, alzando la espada para cortar el muro delante suyo.

Cuando la hoja de Excalibur hizo contacto con el muro, se desquebrajo en pedazos, sorprendiendo a Freed. Los pedazos salieron volando hacía él, clavándose por su brazo, torso y estomago, provocando que gritara de dolor. Los Demonios se sorprendieron que la espada haya sido rota con tan solo tocar ese muro, Kiba mas que nadie.

-El Muro de Cristal puede bloquear y rebotar cualquier ataque que se le lance. No importa que tan fuerte sea tu arma, no podrás atravesarlo- explico Kiki.

Valper dio involuntariamente un paso hacía atrás. En ese momento, Xenovia e Irina llegaron con el grupo.

-¡Hola!- Saludo Irina, quitándose su capa de la iglesia. -Recibimos tu llamada- le dijo a Koneko.

-¿Por que?- Pregunto Saji.

-Ese era el trato- respondió Koneko.

Xenovia se quito su capa y miro seriamente a los dos antiguos miembros de la Iglesia. -Freed Zelzen y Valper Galilei... ¡en nombre de Dios, los castigare!-.

-¡Ja! ¡No vuelvas a decir el nombre de ese idiota en frente de mi, perra!- Grito Freed en respuesta, aun con sus heridas, esquivo el ataque de la Excalibur Destrucción.

-Están sin salida, ¡ríndanse ahora!- Ordeno Kiki. No había manera que pudiera esos dos escapar.

Pero de repente, el lemuriano sintió un gran cosmos elevarse amenazantemente. No pudo buscar de donde vino, porque un rayo rojo oscuro de cosmos golpeo el Muro de Cristal. Ambas fuerzas chocaron, pero Kiki se vio retrocediendo por el gran cosmos que de a poco, fracturo su muro hasta romperlo, el castaño salió volando por la onda de choque y se estrello con un árbol.

Al ver que el muro que les impedía la huida ya no esta, Valper se dirigió a Freed. -Vamos a retirarnos ahora que podemos, Freed-.

El Sacerdote trastornado apretó los dientes, pero estuvo de acuerdo. -¡Escuche fuerte y claro!- Saco algo de su abrigo. -¡Nos vemos!- Lo arrojo al suelo, liberando una fuerte luz.

Cuando el destello de luz termino, tanto Valper como Freed habían escapado.

-¡Demonios!- Exclamo Saji al ver que escaparon.

-¡Vamos, Irina!- Grito Xenovia, corriendo hacía los árboles.

-¡Espera!- Grito Irina, siguiendo a su amiga.

-¡No voy a perder a Valper!- Dijo Kiba, también entrándose a los arboles.

-¡Oye! ¡Espera, Kiba!- Grito Issei, pero Kiba ya se había ido.

El portador del Boosted Gear vio a Kiki, que se reponía lentamente del ataque, así que se acerco a él.

-Kiki-san, ¿esta bien?-.

-Si... pero ese ataque no lo vi venir- Kiki trato de localizar el cosmos de quien lo ataco, pero ya no lo sentía. -También debió escapar. Esto es malo-.

No cualquiera puede destruir su Muro de Cristal, solo hay tres maneras de destruirlo: que se encuentre el punto débil del Muro de Cristal, que el Muro reciba una técnica de un poder destructivo inmenso o que se especializa en traspasar barreras, o que su oponente tenga un cosmos superior al suyo. Claramente no fue ninguna de las primeras dos; pero pocos pueden tener un cosmos superior al suyo, pero no reconoció ese cosmos. No entendía lo que pasaba.

-Vaya, que son niños traviesos-.

Los jóvenes alzaron la mirada, viendo dos círculos mágicos diferentes manifestarse, y de ellos salieron Rias y Sona, acompañadas de Akeno y Tsubaki respectivamente.

-¡Presidenta!- Exclamaron Issei y Saji al mismo tiempo.

-¿Me podrías explicar que esta pasando aquí, Issei?- Pregunto Rias.

-Explícamelo, Saji- dijo Sona.

Los dos mencionaron exclamaron asustados, temiendo de lo que podría pasarles ahora.
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-Issei, Koneko... niños traviesos- Rias abrazo a sus dos sirvientes luego de que les explicara las razones por desobedecerla e involucrarse con las enviadas de la Iglesia. -¡Me tenian preocupada!-.

Mientras Rias abrazaba a sus dos sirvientes, Sona daba golpes usando magia al trasero de Saji.

-¡Mira, han decidido las cosas bien!- Exclamo Saji, mirando entre lagrimas como los Gremory solucionaban todo pacíficamente, intentando persuadir a su presidenta de hacer lo mismo.

-¡Ellos tienen sus métodos, y yo tengo los míos!- Exclamo Sona, dando mas azotes con magia a Saji, quien gritaba de dolor.

Kiki veía el castigo de peón de Sona con una gota de sudor. No sabía si reírse o sentir lastimas por el chico. Vio de reojo como Akeno se le acercaba.

-Ara ara~, Kiki. ¿Qué haces aquí? Si querías otra cita, solo tenías que pedírmelo- dijo pícaramente la pelinegra.

-Estaba cerca cuando sentí la energía que liberaban en su combate y vine a ayudar, solo eso- respondió Kiki, no cayendo en la provocación de la Demonio.

-¡Oh, estoy tan contento de que la Presidenta sea mi maestra!- Pensó Issei con regocijo.

-Ahora, Issei...- Rias termino el abrazo, separándose un poco. -Muéstrame tu trasero-.

-¿Eh? ¿No vas a perdonarme, Presidenta?-.

-No puedo hacer eso. Es mi trabajo como tu maestra enseñarte a comportarte- respondió Rias con una dulce sonrisa.

-Antes de que hagan algo...- Kiki alzo la voz, llamando la atención de todos. -Creo que hay asuntos mas importantes de lo que tiene que ocuparse-.

-Si... supongo que tienes razón- dijo Rias, bajando cualquier intención de castigar a Issei.

Issei miro a Kiki con lagrimas en los ojos, agradeciéndole desde lo mas profundo de su ser el haberlo salvado del castigo de la Presidenta.

-¿Qué haces tu aquí? Creí que solo eran observadores- pregunto Rias.

-Tenemos la misión de vigilarlos, pero tampoco vamos a quedarnos quietos si hay una amenaza, la Diosa Amaterasu también nos pidió cuidar de Kuoh, y mi deber como Caballero también se alinea en proteger a las personas- respondió Kiki.

-¿Donde esta Seiya-sensei?- Pregunto Issei.

-No hace falta que dos Caballeros Dorados se involucren con algo como esto, conmigo es suficiente- respondió Kiki cruzándose de brazos.

Ante el mundo sobrenatural, los Caballeros eran un completo misterio en cuanto a poder, solo sus aliados sabían que tan fuerte eran ellos. Si su presentimiento era correcto con el asunto de estas espadas sagradas, entonces es mejor que él sea el único que luche, al menos hasta que sepa mas de la situación.

Esa excusa no pareció convencer mucho a las herederas, pero lo dejaron por allí y volvieron a sus asuntos.

-De acuerdo, Issei, ¿en que estaba? Cierto, estaba por darte tu castigo- dijo Rias, un circulo mágico apareció en su mano.

-¡Kiki-san!- Issei llamo en lamentaciones.

Pero el Santo de Aries se teletransporto de vuelta a su residencia, tenía la obligación de ayudar a los humanos, no a los Demonios, y tampoco quería verse involucrado en esto.
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Cuando apareció en la casa donde vivía junto a Seiya, se sorprendió de ver a Sagitario con su armadura puesta, la pantalla de la sala estaba encendida en una grabación en vivo, mostrando a la Diosa Athena.

Seiya sintió el cosmos de Kiki y se giro a verlo. -Llegas justo a tiempo, por un momento pensé en ir a buscarte-.

-¿Qué pasa?- Pregunto Kiki, avanzando hasta estar a su lado.

-Una Asamblea Dorada-.

Las asambleas doradas son cuando una situación de emergencia ocurre y los Doce Caballeros Dorados son reunidos para conversar de la emergencia con Athena y el Patriarca para determinar las ordenes a cada uno ante la amenaza. No había ocurrido una Asamblea Dorada desde que los actuales 8 Dorados se formaron hace algunos años.

Athena vio a Kiki al lado de Seiya, y con él, estaban todos reunidos. -"Bien, ya podemos comenzar esta asamblea"-.

-"Lamento tener que reunirlos a todos a estas horas, así como interrumpir la misión de nuestros camaradas afuera en Japón, pero lo que acaba de ocurrir amerita esto"- hablo Nicole, estaba de pie al lado de Athena con gran seriedad.

-"Fui una ingenua al pensar que no habría represalias contra mi después del juicio que nos sometimos hace ya varios años por mis acciones, y después de mi última visita al Olimpo y lo que acaba de suceder, pude confirmarlo"-.

Seiya y Kiki por la pantalla, solo veían a Athena sentada en su trono con Nicole a su lado y las espadas de sus camaradas de orden que estaban arrodillados. Vieron como Shun se levanto y se puso al otro lado del asiento de Athena y extendió su brazo, mostrando el Rosario de las 108 Cuentas.

-"28 espíritus han sido liberados de sus encierros, entre ellos, los 3 Jueces del Inframundo"- menciono detenidamente Shun con preocupación.

-"28..."- Susurro Athena suavemente, miro las cuentas y luego a la ventana que estaba lejos de ella, como buscando una respuesta. -"Perséfone, la Reina del Inframundo, nos ha declarado la Guerra al revivir a 28 de sus Espectros. Tenemos que actuar rápido, no podemos permitirnos otra Guerra Santa después de tanto esfuerzo para que se terminen"-.

-Entendemos, volveremos de inmediato al Santuario- dijo Kiki, Seiya a su lado asintió en apoyo.

-"No. Su misión es igual de importante, ya que puede garantizarnos la paz entre el Santuario y el Panteón Bíblico, así que manténganse en sus puestos, pero estén muy alerta de cualquier ataque. No dudo que podrían ser atacados al estar lejos del Santuario"-.

-"¿Qué haremos el resto?"- Se escucho la voz de Ikki.

-"Prepararemos defensas ante cualquier ataque, mientras Athena y yo planearemos un plan de ataque. Aunque los Espectros puedan ser menos a comparación de la Guerra Santa, esta vez nos enfrentamos a Perséfone, y no sabemos nada de ella en el ámbito de combate"- explico Nicole. -"El Caballero de Cáncer, que estaba fuera en una misión en Italia, se le fue informado antes que ustedes de la situación y mañana en la tarde estará de vuelta. Hasta que llegue, Ikki, tu te encargaras de proteger la primera Casa"-.

-Patriarca, con todo respeto, yo debería volver, la Primera Casa es el lugar que protejo- dijo Kiki.

-"Entiendo tu sentimiento, pero como dijo Athena, tu misión es igual de importante, además, no podemos arriesgarnos a que viajes, aun usando tu telequinesis"-.

Kiki apretó los dientes de impotencia, la situación en Kuoh no era nada comparado a lo que se podía venir y debía estar allí; pero una mano se puso en su hombro, vio a Seiya, que a pesar de tener una expresión de fría calma, podía sentir en la mano que estaba en su hombro como también se sentía impotente, pero que obedecería la voluntad de Athena.

-"El resto hará vigilancia por el Santuario y las aldeas vecinas por turnos. Cuando tengamos el plan de acción listo, se avisara para reunirse y tomar el curso de acción. Esta vez, el tiempo no es un lujo que nos permitiremos"-.

Con las últimas palabras de Nicole y un "Si" en coro, la asamblea termino. La grabación en vivo se corto por el lado de Aries y Sagitario.

-Deberíamos estar allí- menciono Kiki.

-Opino lo mismo, pero tenemos que hacer caso, como dijo Athena, la alianza también es muy importante si queremos que de verdad haya paz- respondió Seiya.

-Me sorprende que estés tan tranquilo-.

-Oh, créeme, no me faltan las ganas de irme a Grecia y patearle de nuevo el trasero a esos Espectros; solo que, para bien o para mal, aprendí a pensar antes de actuar y ver mas el panorama- Kiki se río por la forma en que Seiya dijo eso. -De todas formas, ¿qué paso?-.

-¿Qué?-.

-Llegaste con tu armadura puesta y sentí como tu cosmos se elevo. Algo debió pasar-.

Kiki le conto a Seiya todo lo que paso con los Demonios jóvenes, omitiendo los detalles innecesarios como los castigos de Saji e Issei. Pero lo que sin duda llamo la atención del antiguo Pegaso fue oír que el Muro de Cristal fue superado por un cosmos desconocido.

-Alguien que usa cosmos destruye tu barrera y nos dicen que 28 Espectros han revivido, sin duda no es coincidencia- declaro Seiya.

-Pensé en rastrear su energía, pero ellos son humanos, por lo que no emiten ninguna energía de su cuerpo como los Demonios, y buscar la energía de sus Espadas Sagradas tampoco serviría, de seguro debieron de ocultar su rastro para que los Demonios, que son sensibles a energía sagrada, no los encontraran- dedujo Kiki.

-¿Solo nos queda esperar a la llamada del rubio y las dos de la Iglesia?- Mas que pregunta, fue una afirmación. -Odio esperar- suspiro Seiya con desganas.

Para mala suerte de Seiya, era lo único que podían hacer en este momento, tanto aquí en Japón como los demás Santos en Grecia.
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(Al día siguiente)

Una clase terminaba y era hora del almuerzo, Kiki suspiro y guardo sus cosas. Cuando se disponía a irse del salón, Akeno se acerco a él.

-¿Qué sucede?- Pregunto Kiki.

-Quería agradecerte por ayudar a Issei y Koneko anoche. ¿Por que no vamos a la la cafetería? La comida de que sirven hoy es bastante buena- ofreció la sacerdotisa.

-No es necesario, no hice nada la verdad, ellos hicieron todo- respondió Kiki.

-Oh, vamos, no es necesario ser tímido. ¿O es que acaso me quieres a mi para el almuerzo?- La pregunta la hizo con voz seductora.

-Si con eso dejas de hablarme con ese tono, acepto- pidió Kiki, ya incomodo por la voz provocativa de Akeno.

-Acepto- dijo Akeno con una sonrisa. -Por hoy- pensó traviesamente.

Cuando ambos salieron del salón, apenas dieron unos pasos cuando varias alumnas del mismo grado o menores que Kiki y Akeno aparecieron.

-¡Kiki-Senpai! Necesitamos su ayuda para algo-.

-Kiki-san, por favor, ¿me puede explicar este problema?-.

En el tiempo que transcurrió desde su llegada a Kuoh, Kiki ya llamaba la atención con su apariencia extranjera que era apuesta para la mayoría de chicas, y su actitud que era servicial y formal, además de que ha llegado a ayudar a varios compañeros con algunos problemas de ejercicios, sin que el joven Ariano lo notara, se gano un pequeño club de fans, no al nivel de Kiba, pero lo suficiente para que varios chicos lo miraran con odio y celos.

-E-Esperen...- Kiki empezó a sentirse abrumado por tanta atención. Siempre atraía la atención por ser el Caballero Dorado mas joven, pero nunca al nivel que se le acercaran de este modo.

-Kiki-Senpai, ¿qué dice?-.

Akeno fue alejada de una manera brusca de Kiki, quien ya estaba siendo llevado por la fuerza por las chicas fanáticas.

A pesar de ser un Santo Dorado con telequinesis, Kiki no podía usar sus habilidades con gente común, por más que quisiera hacerlo en este momento.

-¡Mi maestro no me enseño a lidiar con algo como esto!- Fue el grito de Kiki mientras era llevado/secuestrado.

-Esperen...- Akeno solo vio como se lo llevaban sin poder hacer nada. -¡No es justo, yo lo pedí primero!-.

Por primera vez, Akeno estaba molesta. Su intento de acercarse a un Caballero Dorado fue frustrado, y sin nada mas que hacer, se fue al edificio del Club.
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(Después de clase)

-¿Qué te paso?- Pregunto Seiya, aguantando las ganas de reírse al ver a Kiki con el cabello desordenado y su rostro con señales de cansancio. Parecía que hubiera tenido un combate con un enemigo muy duro.

-No quiero hablar de eso-.

Al menos esas mujeres no fueron mas lejos luego de que acepto ayudarlas con algunas materias y otras cosas.

Los dos Dorados estaban en el Club de Investigación de lo Oculto, esperando a que Rias y Akeno llegaran, ya que habían ido a hablar con la Presidenta del Consejo Estudiantil; pero no estaban solos: Issei, Asia y Koneko también estaban presentes.

Los tres Demonios no sabían como comenzar una conversación con los dos Dorados ahora que sabían sus identidades, puede que Kiki los ayudara anoche, pero tampoco hablaron mucho aquella vez. No es que tuvieran algo en contra de ellos, solo que, al menos en el caso de Issei y Asia, aun eran nuevos con respecto a otros seres sobrenaturales.

Pero quien rompió el silencio, para sorpresa de los dos jóvenes, fue Koneko. -Seiya-sensei, Kiki-Senpai. ¿Puedo preguntarles algo?-.

Los dos castaños se sorprendieron de que la chica les hablara, pero ninguno le vio algo malo.

-Claro- dijo Seiya.

-¿Ustedes odian a los Demonios?-.

Ella tenía esa duda desde que se presentaron ante ellos. A pesar de que podía notar cierta hostilidad, nunca hicieron algo contra ellos, pero tampoco eran exactamente aliados, solo eran observadores. Y aun así, Kiki los ayudo ayer contra Freed y Valper, así que ella se encontraba confundida sobre la posición que ellos tenían.

Aries y Sagitario ni se inmutaron a su pregunta, de hecho, casi parecía que la esperaban. Esto podría ayudar a mejorar la primera imagen que crearon.

-Entendemos como se sienten con nuestra presencia y el que los estuvimos vigilando en secreto- hablo Kiki. -Pero también deben entender nuestros estatus. El deber de los Caballeros es proteger a las personas y mantener el orden en el mundo, eso implica eliminar cualquier existencia que afecte ambas cosas-.

-Aun no los conocemos bien a todos como individuos, aunque su Satán me explico lo que hacen; los contratos se pueden dejar pasar porque son pedidos de la gente, pero plantéense esta situación: ¿Qué pasa si un Demonio del rango de su ama deciden provocar estragos en la Tierra? Es lógico que nosotros eliminemos a ese Demonio, pero no somos genocidas como para condenar a toda una raza, y hasta ahora han demostrado que no son malas personas. Y creo que Athena también cree eso y por eso nos envío a corroborarlo- concluyo Seiya.

Los tres jóvenes reflexionaron el cuestionamiento de los Dorados y tienen todo el sentido de la palabra. Los Demonios nunca han sido vistos bien por las personas y es lógico pensar que puede haber entre tantos Demonios, uno que desee mal a la humanidad, así que el deber de ellos era eliminarlo, y no solo a los Demonios, cualquier que pueda lastimar a las personas, por eso Kiki intervino ayer, ya que Freed y Valper son una amenaza a la seguridad humana.

Issei parecía que iba a querer decir algo, pero no alcanzo porque las puertas del club se abrieron, entrando Rias y Akeno. La pelirroja se sentó en uno de los sofás y la pelinegra estuvo de pie al lado de ella.

Los ojos de Akeno y Kiki se encontraron, el lemuriano le dio una sonrisa de disculpa mientras que la chica le sonrió dulcemente, le alegraba que el chico estuviera bien, aunque aun se sentía frustrada porque su momento con él fue robado, luego de todo eso tendría otro momento.

-Presidenta, ¿hay algo sobre Kiba?- Pregunto Issei.

-No hemos oído nada de él- respondió Akeno.

-Pensé que podía acabar con ese Exorcista Descarriado junto con esas dos enviadas de la Iglesia, pero...- hablo Rias.

-¿Estuvo mal de mi parte hacer esto?- Se pregunto Issei.

-Ya no te lamentes, hiciste lo que creíste correcto, no te arrepientas de ello- le hablo Seiya para animarlo.

-Seiya-sensei...-.

-Ya que simplemente no podemos esperar a que se pongan en contacto con nosotros, hemos convocado a algunos familiares para que busquen a los alrededores- dijo Akeno.

-¿Familiares?- Pregunto Kiki.

-Son como pequeños animales con los que puedes hacer contrato y te ayudan en diferentes, como la búsqueda de alrededores en este caso- respondió Rias. -Creo que a ustedes les servirían uno-.

La sonrisa de Rias se borró de repente, y se puso de pie, llamando la atención de todos. -Mi familiar encontró a Irina-.

-¡¿En serio?!- Exclamo Issei.

-¿Donde?- Pregunto Kiki.
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El circulo mágico de los Gremory apareció en un mirador desde donde se veía la ciudad de Kuoh, y el Clan Gremory, junto a los Caballeros Dorados aparecieron.

-¡Irina!- Grito Issei corriendo hasta su amiga que estaba en brazos del familiar de Rias que estaba en su forma humana. Se veía con heridas graves. -¡Asia!-.

La rubia se arrodillo delante de la joven, sin importarle que ella fue la misma que la llamo bruja, uso su Sacred Gear, empezando a curarla.

-¿Quién haría tal cosa?-.

Mientras ella curaba a Irina, Seiya y Kiki seguían sorprendidos en la manera que llegaron. Fue sin duda teletransportación, pero diferente a la que Kiki usaba... fue fascinante, honestamente hablando.

Regresando a la realidad, los dos castaños también se acercaron a la joven, y Kiki noto algo.

-No tiene su Excalibur- señalo al brazo izquierdo de la chica donde su Excalibur tenía forma de brazalete y estaba atado alrededor de allí, pero ahora no estaba.

La enviada de la Iglesia emitió unos quejidos, recuperando un poco la conciencia.

-Irina, ¿qué paso? ¿Dónde están Kiba y Xenovia?- Pregunto rápido Issei.

-Ellos... escaparon- respondió debilmente.

-¿Escaparon?-.

-Solo yo... no pude... hacerlo...- la chica emitió un nuevo quejido de dolor.

-¡No hables!- Dijo Asia, poniendo mas esfuerzo en su curación.

-¡Él es... muy fuerte!-.

-¿Él?- Pregunto Seiya.

-Ten... cuidado- fue lo último que pudo decir Irina, perdiendo la consciencia.

-¡Irina!- La llamo Issei, preocupado por su amiga de la infancia.

Un nuevo circulo mágico apareció delante de ellos, apareciendo Sona, Tsubaki y Saji, que seguía adolorido por los azotes de ayer. Habían venido porque antes de llegar, Rias les envio la información de donde venir.

Sona se acerco rápido a Irina y la reviso. -Esta gravemente herida y agotada-.

-Si- Asia asintió a lo último. -Twilight Heal no puede restaurar la energía que perdió- ese era el único fallo de su Sacred Gear.

-Mi casa tiene un cuarto de curación. ¡Tsubaki!-.

-Si- la Vice-Presidenta del Consejo Estudiantil tomo en brazos a Irina y se fue por un circulo mágico.

-Creo que Kiba y Xenovia están bien- dijo Issei, levantándose junto con Asia.

-No entiendo nada de lo que esta pasando- comento Saji. Desde el momento que fue incluido, perdió el rumbo del sentido en todo esto.

-¿Por que no se lo preguntamos?- Pregunto Kiki mirando hacía los arboles detrás suyo, confundiendo a todos.

-¡Vaya, vaya, vaya!- Freed salió de su escondite entre los arboles. Sus heridas habían sido curadas completamente. En su mano izquierda cargaba una nueva espada que estaba enfundada. -Parece que todos tragaron el anzuelo, ¿eh? ¿Cómo les va, Demonios de mierda?- Saludo a todos con su sonrisa trastornada.

-¡Freed!-.

Los ojos de Freed captaron a Asia. -Vaya, vaya, ¿qué estoy viendo? Si es la traidora, Asia-chan. ¿Disfrutas de la vida como un Demonio de mierda?-.

Asia dio un paso hacía atrás, asustada de la presencia del hombre.

-¡Oye! Le pones un dedo encima a Asia y yo...-.

Issei activo su guantelete; pero antes de que hiciera algo, Freed fue golpeado por algo que nadie pudo ver y que lo mando a volar unos centímetros hacía atrás, escupiendo sangre. Ninguno vio que lo golpeo, pero si notaron que Seiya tenía el brazo extendido.

-No se quien eres, ni me importa, pero no te permito asustar de esa forma a uno de mis alumnos- dijo Seiya con un tono amenazante. Acabar con ese tipo sería cosa fácil, ese golpe fue uno de advertencia.

Freed, con esfuerzo, se recompuso. Miro con furia a Seiya, pero se contuvo de atacarlo ya que no era la razón de estar aquí. -¡Tiempo fuera! Aunque me gustaría acabar con sus vidas de mierda, mi jefe quiere hablar con esas dos herederas-.

-¿Tu jefe?- Pregunto Sona.

De repente, todo el cielo arriba de ellos cambio a uno morado y distorsionado. En el cielo, flotando, estaba un hombre de 10 alas emplumadas y negras en total. Vestía una túnica negra, piel pálida, cabello largo y negro, el fondo de los ojos era rojos como la sangre y sus ojos eran amarillo con pupilas negras.

-Un Ángel Caído- señalo Koneko.

-Tiene diez alas, es un líder- señalo con preocupación Akeno.

En la conversación con Lucifer, Seiya y Kiki no escucharon nada sobre varios pares de alas, pero por las expresiones que ellos hacían, supusieron que en las facciones, cuanta mas alas tenga uno, significa mas poder.

-Un gusto conocerlas, hija de los Gremory e hija de los Sitri. Mi nombre es Kokabiel- se presento el Ángel Caído.

-Supongo que él es el jefe- menciono Seiya para si mismo.

-Buen día, Líder de los Ángeles Caídos. Mi nombre es Rias Gremory- saludo Rias con falsa hospitalidad.

-Soy Sona Sitri-.

-Ustedes son la vivas imagen de sus hermanos... me pone enfermo en solo pensar en ellos- menciono Kokabiel con despreció, pero sin quitar su sonrisa de arrogancia.

-¿Por que haces todo esto?- Pregunto Sona. Era obvio que todo el asunto de las Excaliburs robadas era cosa de ese Ángel Caído, pero no le veía la razón de hacerlo.

-Me gustaría tener algo de diversión en los alrededores de la Academia Kuoh, su cuartel general en esta ciudad- empezó a hablar Kokabiel.

-¿Nuestra academia?- Repitió Rias incrédula.

-Si lo hago, Sirzechs tendrá que venir a ayudar, ¿no es así?-.

-¡Eso solo va a provocar una nueva guerra entre Dios, los Ángeles Caídos y los Demonios!-.

Kokabiel se río. -Esperaba que Michael, o hasta Gabriel viniera tras las Excaliburs, pero solo envío a un exorcista patético y a dos mujeres con Espadas Sagradas. No es suficiente. ¡Esta lejos de ser suficiente!-.

-¿Tu objetivo desde el principio fue comenzar otra guerra?- Pregunto Sona.

-Así es. ¡No puedo resistir mi aburrimiento después de la última Gran Guerra de los tres bandos! Ni Azazel ni Shemhaza querían otra guerra, así que tuve que hacer esto-.

-¿Azazel?- Pregunto Issei.

-¿Shemhaza?- Pregunto Kiki.

-Azazel es el mas alto señor de los Ángeles Caídos, Shemhaza es como su segundo al mando- explico Akeno.

-¿Así que él es su jefe?- Pregunto Issei.

-Azazel no solo estaba en contra la guerra, comenzó a coleccionar esas "Sacred Gear" y a investigar sobre ellas- para Kokabiel, Azazel era un líder patético, antes pudo haberlo respetado, pero ya no quedaba nada de ese respeto.

Los ojos de Azazel se posaron un momento en Seiya y Kiki, Valper les dijo quien era el chico de las pecas, y si tenía que suponer, el otro castaño también debía ser un Santo. Aunque su aparición era inesperada, no creía que ellos podían cambiar en algo sus planes.

-Pero tengo que preguntar, ¿qué hacen ustedes dos aquí? Esto es un asunto del Panteón Bíblico, los de su tipo no tienen nada que ver-.

-No importa quienes sean, si vas a involucrar vidas inocentes de la Tierra en tu estúpida guerra, entonces es obvio que los Caballeros de Athena no nos quedaremos de brazos cruzados- respondió Seiya.

Kokabiel bufo burlonamente. -Como sea, no cambia nada mis planes. Los Ángeles Caídos, Dios y los Demonios se tambalean al borde de la guerra. ¡Solo un pequeño empujón de mi parte bastaría para hacerlos caer al borde!-.

-Esta adicto a la guerra- comento Rias.

-Voy a dejarlos comenzar a los Demonios. Hermana de Lucifer, Rias Gremory, y hermana de Leviathan, Sona Sitri, su academia es el lugar perfecto para comenzar la guerra-.

-¡Este tipo esta completamente loco!- Grito Saji.

Freed se río retorcidamente. -¡¿No te gusta la manera en que mi jefe es tan retorcido?! ¡Es por eso que estoy tan entusiasmado con esto!-.

-No se preocupen, entrometidos de Athena, también les traje algo para que jueguen- Kokabiel chasqueo los dedos, círculos mágicos aparecieron y de ellos salieron una docena de Ángeles Caídos.

Los había traído para probar la fuerza de estos Santos, a pesar de escuchar leyendas de su fuerza, creía que eran exageraciones, pero no estaba de mas probar. Si los eliminaban, merecían su atención, si fallaban, entonces no valían la pena.

Los Demonios se pusieron en guardia y listos para un combate ante la aparición de tantos Ángeles Caídos, pero Kiki y Seiya ni siquiera estaban nerviosos.

-¡Que todo comience en la Academia Kuoh!- Grito Kokabiel, desapareciendo por un circulo mágico junto a Freed, dejando a todos solos con la docena de Ángeles Caídos. El cielo volvió a su color normal.

-Bueno, con eso ya dicho, es hora de que se retiren- indico Seiya, dando un paso adelante. -Yo me encargare de estos tipos-.

-¡¿Tu solo contra todos estos Ángeles Caídos?! ¡Es una locura!- Exclamo Rias, había notado que Seiya era poderoso, pero no creía que él solo pudiera con tantos Ángeles Caídos.

-Por favor, no me subestimes, he enfrentado peores, y ustedes tienen que prepararse. Ese tipo Kokabiel, es fanfarrón, pero es un poco justificado- había sentido la energía que desprende, no era nada sobresaliente al poder que ha sentido en otros enemigos, pero si el suficiente como para destruir esta ciudad.

Rias iba a protestar de nuevo, pero Kiki puso una mano en su hombro. -Confía en Seiya, no has visto ni la pizca de su poder- le dijo con confianza. -Y tiene razón en que hay que prepararse, ya nos alcanzara-.

Ante la confianza que Kiki mostraba en su compañero, ella no pudo seguir discutiendo, así que solo pudo desearle buena suerte a Seiya y desaparecer con su clan en un circulo mágico junto a Sona y Saji.

Cuando Seiya se encontró solo, los Ángeles Caídos, ofendidos de que ese humano creía que podía, se lanzaron contra él. Seiya solo sonrió ladinamente, encendiendo su cosmos que rodeo su cuerpo como un aura dorada.

-¡Meteoros de Pegaso!-.

Los meteoros celestes salieron disparados a la velocidad de la luz, los Ángeles Caídos no pudieron ver ni que les golpeo antes de que todos cayeran completamente derrotados al suelo.

-¿En serio? ¿Todos? Pensé que al menos uno quedaría de pie, por eso hice que se fueran que decepción, me abría ahorrado la caminata- exclamo Seiya.

Con todos derrotados, estaba dispuesto a seguir a los demás, iba a correr a la velocidad de la luz para llegar de inmediato, pero algo lo detuvo.

-¡¿Un cosmos?!- Al concentrarse, efectivamente, sintió un cosmos y no uno cualquiera. -Es el de un Espectro, uno poderoso- miro a la Academia Kuoh. -Lo lamento, Kiki, pero tendrás que encargarte solo-.

Corrió en dirección del cosmos del Espectro, encendió el suyo propio, llamando a Sagitario para vestirlo, y con la armadura, se elevo a los cielos para enfrentar al enemigo.
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(En Grecia)

El sol ya caía por el horizonte en Grecia. Dos figuras veían desde lejos al pueblo de Rodorio, una de ellas se río. -Si que los humanos son muy frágiles, yo digo que acabemos con ellos-.

-Olvídalo, recuerda que las ordenes del amo Radamantys eran solo estudiar el área lejos del Santuario- repuso la segunda figura.

-Descuida, solo usare mi veneno para eliminar a las personas de ese pueblo, cuando ellos lo noten, ya será bastante tarde-.

-No seas precipitado, Niobe, que por eso fuiste el primer Espectro en morir en la Guerra Santa-.

-¡Ja! Al menos yo pude eliminar a un Santo Dorado antes de eso, en cambio tu, fuiste vencido por uno de Bronce, Valentine-.

Las dos figuras eran Valentine de Arpía y Niobe de Profundidad, dos Espectros bajo el mando de Radamantys. Habían sido asignados a inspeccionar las áreas cercanas al Santuario, evitando cualquier contacto con los Santos... por ahora.

-Y ese mismo Santo fue quien lastimo el cuerpo de nuestro señor Hades- señalo Valentine con amargura. -Eso ya no importa, ahora tenemos que ir a...-.

Ambos se callaron al sentir la presencia de un fuerte cosmos acercarse a ellos. Se dieron la vuelta para encarar a quien se acercaba.

-Vine corriendo tan pronto se me fue ordenado, pero no espere toparme con dos ratas perdidas- el brillo dorado de su armadura y el gran cosmos eran inconfundibles.

-¡Eres un Caballero Dorado!- Señalo Valentine, observando a su enemigo.

Era un joven en sus veinte, por sus rasgos era Japonés, piel bronceada, ojos azules y cabello largo que llegaba debajo del cuello y era de color azul teñido. Su armadura dorada brillaba por luz propia y la tiara con forma de cangrejo se ajustaba a su rostro. La capa blanca que traía se ondeo por el viento.

-Les diré mi nombre para que sepan quien los devolvió a su encierro del que no debieron salir- dijo el joven. -¡Soy el Caballero que rige la muerte y la creación: Mei de Cáncer!-.

El nuevo guardián de la Cuarta Casa se iba a encargar personalmente que estos Espectros cayeran por el agujero del Yomotsu.
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N/A: Uff, capitulo largo, pero si que pasaron cosas, vamos por paso.

Pensé que Shun era el adecuado para informar del retorno de los Espectros, ya que fue el huesped de Hades, algo que será importante para el plan de Pérsefone.

También se desarrollo la batalla contra Freed y la aparición de Valper que no tuvo mucho cambio, pero lo que importa es quien fue el que destruyo el Muro de Cristal de Kiki, ya que superar esa técnica no es algo fácil. La identidad de este personaje ya se revelará, pero fue quien ayudo a Kokabiel a robar las Espadas Sagradas.

Y ese momento donde Kiki fue raptado tenía ganas de hacerlo XD, también para dar una razón a que Akeno se molestara.

También, Seiya y Kiki dejaron en claro que no odian a los Demonios ni nada por el estilo, solo que los Demonios se tienen siempre etiquetados como seres del mal y tienen que estar en guardia al recién conocerlos. Es parte de su trabajo eliminar seres malignos después de todo.

Ahora vino lo interesante con la aparición de Kokabiel. Como se dijo, el Santuario y los Caballeros no son tan desconocidos para el resto de facciones, pero no saben que tan fuerte son, ya que las Guerras Santas, dentro del canon, son bastante cerradas ante la mira del publico de afuera, por eso Kokabiel tiene esa confianza aun ante Seiya y Kiki. La sorpresa que se llevara.

El siguiente capitulo será un combate dividido, Kiki vs Kokabiel y Seiya contra el Espectro que apareció. Idee esto para que Kiki tenga un momento para brillar y para que ya vean a Seiya pelear de una manera mas igualada contra un enemigo de su nivel.

Lo último importante es la revelación del Caballero de Cáncer. Para los que no sepan, Mei es un personaje de la novela de Gigantomaquia, al igual que Nicole, y es uno de los protagonistas. Es uno de los 100 hijos de Mitsumasa Kido y fue aprendiz de Mascara de la Muerte, pero no logro obtener su armadura a pesar que comprendió el cosmos. No daré mas spoiler para los que no han visto la novela, aunque mas adelante si los habrá obviamente, así que apresúrense a verla.

Curiosidad de este personaje: su color de cabello es negro, pero se tiño el cabello a gris por honor a su maestro, en el manga, Mascara de la Muerte tiene el cabello gris, pero en el anime es de color azul, y como siempre se toma la apariencia del anime, aquí Mei se tiñe el cabello de color azul.

Antes de terminar, tengo una pregunta para los mas conocedores de la novela de DxD. ¿En algún momento, se sabe algo de una participación de Jesús? Es que como hijo de Dios, lo considero raro que no tenga al menos una mención, que hasta ahora, la única que le he visto ha sido sobre la Lanzas de Longinus. ¿Aparece aunque sea de nombre en algún momento o es otro agujero de trama de la saga?

Sin nada mas que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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