Capitulo 60
Mañana sería el día donde se tendría el retrasado y esperado Rating Game entre Rías y Diodora. Al ser un choque entre los hermanos menores de los Maou, el Inframundo estaban muy al pendiente de lo que sucedería.
Pero antes de eso, se le hará una entrevista a cada lado sobre sus experiencias y pensamientos antes del torneo. Para los Demonios, los Rating Game eran como el futbol de su sociedad, por lo que la gente estaba muy interesada en las opiniones y expectativas de los participantes.
Pero esa entrevista era diferente a todas las demás, ya que los periodistas y muchos más pidieron la presencia de los Caballeros de Athena en la entrevista. Shun fue como representante de su bando, al igual que Kiki, Shoko y Seiya, que para el plan de Azazel, habían vuelto al Inframundo Bíblico justo la noche anterior.
Su llegada fue muy bien recibida por todos, en especial de Akeno y Xenovia que se lanzaron abrazar a Kiki, quien no pudo ocultar el sonrojo que le produjo sentir los pechos de las chicas en su cuerpo, para gran diversión de sus camaradas.
Sirzechs les dio a los cuatro un pase especial para que puedan llegar al Mundo Demoniaco sin viajar en tren. También les dio más pases para que lo repartan al resto de Dorados cuando sean sus turnos de venir.
El grupo compuesto por el Clan Gremory, los Santos de Athena y Azazel les tomo solo un segundo llegar al lugar designado a través de un Círculo Mágico de transporte especial que Grayfia les dio para la ocasión. Ingvild se quedo en la casa de Issei por seguridad, pero Azazel hizo los arreglos para que pudiera ver la entrevista. Irina se quedo con ella para que no quedara sola en la gran mansión.
El lugar en el que aparecieron era un cuarto con una larga mesa y asiento para todos ellos con micrófonos y botellas de agua a los lados. Era un cuarto arreglado únicamente para entrevistas.
-Llegaran en cualquier momento. Disfruten y recuerden guardar las apariencias- dijo Azazel, caminando a la salida, ya que él solo los acompaño para hacer el viaje corto para ver a Sirzechs.
Todos los demás se sentaron, aunque Seiya tuvo un poco de complicaciones debido a que la silla molestaba un poco las alas de su armadura, haciendo que las alas se fueran a los lados y golpeara sin querer a Shun y Shoko que estaban sentados a su lado.
Al final, Seiya opto por estirar las alas hacía atrás, que empezaron a replegarse y envolverse en mitades que se achicaban cada vez más hasta entrar al interior de la espalda de la armadura.
-¿Siempre pudiste hacer eso?- Pregunto Shun, sorprendido al ver a las alas de la armadura guardarse.
Seiya se sentó. -No. Fue gracias a Kiki que ahora puedo replegar y guardar las alas de mi armadura-.
-Fue todo gracias a las enseñanzas de Hachiman-sama- dijo el lemuriano.
Aparte de estar haciendo una armadura a partir de la espada Kusanagi, Kiki ha estado aprendiendo mucho de Hachiman, y a partir de esas enseñanzas y conocimientos adquiridos, el aprendiz de Mü se le ocurrió que podría usarlos para mejorar las armaduras. Si no podía mejorar su ya increíble resistencia y protección, al menos podría hacer algo para hacerlas más cómodas.
Lo primero y lo único que alcanzo hacer antes de volver a Kuoh fue hacerle unos ajustes a la armadura de Sagitario para hacer que las alas fueran más aerodinámicas para el vuelo y hacer unos ajustes para que, como se vio recién, Seiya pudiera retraer sus alas en la espalda de la armadura. Ahora Seiya no tendría problemas en vestir la armadura en espacios pequeños o de poco ancho, y evitar molestias como el de ahora con la silla.
-Increíble- exclamo Shun, impresionado. -No quiero molestar, ¿pero podrías hacer algo también con mi armadura? Duele un poco en los hombros cuando intento levantar los brazos sobre al cielo-.
-Veré lo que puedo hacer después. Gracias a las enseñanzas de Hachiman-sama, tengo muchas ideas para facilitar el uso y transporte de las armaduras. Una de ellas es transformar las cajas de Pandora o cambiarles la forma para hacer su transporte más fácil y pasar más desapercibido. Hacer que no sean cajas de metal y hacerlos más parecido a medallones o algo por el estilo- hablo Kiki con pasión de lo que podría hacer.
-¿Puedes hacer eso?- Pregunto Shoko.
-No ahora. Me hace falta mucha experiencia, conocimientos y habilidad para lograrlo. Pero tal vez en algunos años sea capaz de hacerlo-.
-Estoy seguro que lo lograras, no hay prisa- dijo Seiya, palmeando el hombro de Kiki. -Todos tenemos fe en tus habilidades, Kiki-.
Antes que el joven Aries pudiera decir algo, la puerta por la que salió Azazel se abrió, entrando varios Demonios que por sus ropas y equipo eran periodistas, entrevistadores y camarógrafos.
-Ya llegaron- comento Rías. Paso a mirar a su grupo, sabiendo que todos estarían nerviosos al ser entrevistados y observados por muchas personas. -No estén nerviosos, solo respondan las preguntan que les hagan de manera natural y calmada-.
-Es más fácil decirlo que hacerlo, Presidenta...- comento Gasper, que ya quería volver a casa y meterse en su caja.
Los entrevistadores se movieron, acomodándose lo más que pudieron mientras que los camarógrafos se posicionaban y ajustaban sus cámaras para tomar fotos y grabar todo.
-Que bueno verla a usted y su nobleza, Rías-sama...- dijo el que parecía el jefe del grupo, mostrando su alegría. -También es un honor verlos y conocerlos, Caballeros de la Diosa Athena-.
-Es un honor estar aquí- dijo Shun.
Mientras los miembros del staff se preparaban para comenzar su entrevista, todos dejaron que Rías, al tener más experiencia, tomara el mando mientras hablaba con la entrevistadora que les haría las preguntas para dejar en claro algunos puntos, con Shun diciendo algunas cosas de vez en cuando, como que tipos de preguntas pueden hacer y cuales no.
-¿Cómo serán la sesión de preguntas? ¿Habrán turnos para hablar con cada uno o cualquier puede hacerle una pregunta a uno de nosotros?- Pregunto Kiki.
-Un poco de todo. Primero se le harán preguntas al grupo Gremory, luego a ustedes, Caballeros de Athena, y después se hará una sesión de preguntas libre- respondió la entrevistadora. -Pero no están obligados a responder las preguntas con las que se sientan incómodos. Queremos que sea una experiencia cómoda para todos ustedes. Si tienen cualquier duda, pueden hacerla ahora-.
-Yo tengo una- dijo Seiya. -Entiendo lo de entrevistar a Rías y su grupo antes del partido; pero ¿por que nosotros?-.
-Desde que hicieron su aparición pública al formar una alianza con las Tres Facciones, han generado mucho interés en las personas que no sabían de ustedes hasta ese momento. Y era bien sabido lo reservado que es el Panteón Griego con el resto de Panteones, así que la noticia de la Diosa Athena haciendo una alianza con las Tres Facciones y enviando a sus guerreros como representantes genero un gran interés en todo el mundo, sobre todo en el Inframundo al saber que entrenan a los clanes Sitri y Gremory, y que tienen una alianza con los Panteones Sintoístas y Nórdicos. Mucha gente esta deseosa de saber más de ustedes y pensamos que esta era una buena oportunidad-.
Los tres Dorados y la Saintia de Plata se miraron al escuchar eso, que sonaba muy lógico al pensarlo por un momento. Aunque la fama nunca ha sido del interés para Athena y el Santuario general, ya que el secretismo ayudaba a que el Santuario no recibiera molestias y pudiera ejercer sus deberes libremente, entienden que deben dar más la cara y compartir algo de información sobre ellos para no generar problemas a futuro. A diferencia de otras veces, aquí están entablando relación con todo el pueblo de una raza entera, no un ejercito. Y habrán muchas personas que estarán interesados en personas como ellos, que se metieron en los asuntos de su Panteón y los arreglaron.
-Señora, estamos listos- dijo uno de los asistentes de la entrevistadora.
-De acuerdo. Si no tienen problemas, podemos comenzar- dijo la entrevistadoras.
-Muy bien- asintió Rías.
Con eso, la sesión de entrevistas comenzó.
Como dijo mujer, la entrevista comenzó con el grupo Gremory. Las preguntas se hicieron en relación a cada miembro en torno a sus fans, los varones interesados en las chicas y las mujeres interesados en Kiba, además que hubo una mezcla de hombres y mujeres con los fans de Gasper. Issei fue el que más paso desapercibido del grupo, para tristeza del joven.
Se les pregunto sobre sus expectativas sobre el Rating Game, sobre lo que piensan de Diodora Astaroth y esas cosas. Se les pregunto si son capaces de luchar tras su última experiencia, ya que el ataque de Rokudo a ellos no tardo mucho en saberse por todo el Inframundo. También se les pregunto sobre sus experiencias relacionadas con los Caballeros de Athena.
Rías y su sequito respondieron cada pregunta de manera calmada y sincera, ya que no tenían nada que ocultar o temer. Para orgullo de Rías, ninguno de su nobleza tuvo problemas o se dejo llevar por el pánico escénico al responder. Gasper tartamudeo un par de ocasiones, pero comparado a como era antes, el que pudiera hablar frente a muchas personas y cámaras era una gran victoria.
Las preguntas al grupo Gremory sucedieron duraron en total dos horas antes de que la entrevista para a Seiya y los demás.
Les preguntaron un poco de sus vidas personales y de como era el Santuario, pero nada profundo o explicito. Se les pregunto sobre sus expectativas con la alianza, sobre el resto de sus camaradas y que rol cumplían cada uno en el Santuario.
También hubieron otras preguntas... peculiares.
-¿Cuál de todos ustedes son solteros?- Pregunto una periodista rubia con un brillo depredador en los ojos.
-Kiki es el único soltero de los presentes. Shun tiene una novia en el Santuario y Seiya y yo no estamos disponibles- respondió Shoko de inmediato.
-Bueno...- aunque Seiya tenía sentimientos por Shoko y Amaterasu y viceversa, técnicamente, seguía siendo soltero.
Shoko lo hizo callar pisando su pie derecho con su pie izquierdo cubierto de Cosmos. Aun con la bota de la armadura, Seiya hizo un siseo de dolor y se quedo callado.
-Sobre el resto de nuestros camaradas...- Shun decidió seguir. -Como dijo Shoko, yo ya estoy en una relación con una mujer a la que amo, otro de nuestros camaradas ya esta casado y con hijos, pero los demás están solteros-.
-Por ahora...- murmuro Akeno, lamiéndose los labios mirando a Kiki, quien sabía que ella y Xenovia lo estaban viendo, pero no devolvió la mirada.
-¿Y a los que están solteros no les interesa conseguir pareja? ¿O a usted, el señor Seiya y su otro amigo que esta casado no le interesan las concubinas?- Pregunto la misma periodista.
Shun... no supo que responder. Sabía que era su naturaleza, pero se sorprendió de lo atrevida que fue esta pregunta.
-¡Esa pregunta esta fuera de lugar!- Grito Shoko, mirando con gran agresividad a la mujer que se encogió asustada.
Después de unos minutos calmando a Shoko y que la pobre periodista recuperara el aliento del susto, comenzaron la serie de preguntas libres donde los periodistas comenzaron hacerles preguntas de manera individual a todos.
En total, la entrevista duro tres horas y media antes que acabara.
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(Más tarde)
Seiya se tiro a un sofá en la sala de la reconstruida mansión Gremory y suspiro agotado. Ni enfrentándose a Hades se había sentido tan cansado como se sintió después de responder tantas preguntas en la entrevista. Vaya que fue larga, pero fue peor el sentimiento de lentitud. Ni las doce horas en la batallas de las Doce Casas se sintieron tan lentas.
-Te ves cansado- dijo Penemue. Ella también había venido para participar en el plan de Azazel, ya que lideraría un grupo de Ángeles Caídos en la batalla que ocurriría. -¿Acaso el gran Asesino de Dioses no puede con la fama?- Pregunto con un poco de burla.
-Prefiero enfrentarme a un ejercito de enemigos que pasar por esto de nuevo. El ejercito es menos agotador- respondió Seiya. -Sabía que habíamos llamado la atención, pero no creí que tanto...-.
-¿Dónde están tus amigos?- Pregunto Penemue.
-Shoko tuvo que volver rápido al Santuario, ya que parece que hay algo que tiene que ver como la líder de las Saintias. Algo sobre una aspirante a Saintia que Ikki esta entrenando. No se mucho del tema. Shun fue a llamar a su novia y Kiki fue llevado por Rías y los demás a explorar el territorio Gremory al ser la primera vez que viene- explico Seiya.
Penemue asintió. -Escuche que aparte de ustedes tres, vendrán otros Caballeros apoyar-.
-Si. Tres de Bronce y dos de Plata. Athena cree que Ares podría enviar fuerzas para apoyar a la Brigada del Khaos, así que los envía para asegurar la victoria más rápido y que haya menos bajas de nuestro lado-.
-Bueno, si el Dios Ares enviara algunos de sus hombres, me gustaría prepararme- dijo Penemue, estirando los brazos. -Después del combate contra aquel Espectro y haber entrenado contigo, me di cuenta que tengo mucho que aprender para enfrentarse a seres que usen el Cosmos. ¿Qué te parece acompañar a esta dama a entrenar? Estoy segura que será mejor que las preguntas de periodista-.
-Me convenciste con la palabra "entrenar"- dijo Seiya, levantándose del sofá. -Tu di donde y cuando y empezamos-.
Los labios de la Caída se estiraron en una pequeña sonrisa mientras ambos salían afuera de la mansión para entrenar y no destruir nada.
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(En la noche)
Kiki caminaba cerca de la zona de entrenamiento en el sótano de la casa de Issei. Aun le sorprendía que los padres de Rías hayan mandado a construir un edificio como este. Todos ya estaban dormidos a esta hora, pero él se había quedado despierto para practicar sus habilidades telequinéticas al mover objetos de diferentes tamaños y pesos con la mente.
En su caminata, noto un rayo de luz y vio que la puerta estaba entreabierta. Se acervo y vio a Xenovia practicando con una espada de madera en una mano y Durandal en la otra. Estaba vestida con la ropa de gimnasia de chicas de la Academia Kuoh. Por el cansancio y sudor que tenía, debía haber estado en esto por horas.
-Aunque es bueno ver cuanto te dedicas a practicar, hacerlo al punto de cansarte servirá de nada-.
-Kiki- exclamo Xenovia al escucharlo y verlo. Se detuvo para pararse correctamente. -El juego es mañana y debo hacer lo que pueda por la Presidenta-.
-Pero hay algo más, ¿verdad?- Kiki no necesitaba leer las mentes para saberlo. -¿Se trata de Kiba?-.
-...Si. Detesto admitirlo, pero él es más talentoso que yo. Aunque antes no era así. Cuando nos conocimos, yo era más fuerte, pero él se ha estado haciendo más poderoso. Y ahora, que él lograra su Balance Breaker y creara una espada Sacro-Demoniaca... me hace darme cuenta de cuan atrás me quede a comparación- admitió la peliazul con un aire de derrota, como la de alguien que se dio cuenta que fue superado. -Incluso la Presidenta tuvo que cambiar mi pieza por otra para que fuera mejor-.
-El talento y el esfuerzo varían en cada persona. Es cierto que Kiba ha mejorado mucho y tiene talento con la espada, pero él tiene sus propias debilidades, al igual que tu tienes tus propias ventajas, como el hecho de que eres una usuaria natural de Espada Sagrada, tan así, que fuiste reconocida para usar un arma legendaria como Durandal. No te hagas menos al compararte con alguien más. Créeme, lo se-.
-¿En serio?- Xenovia miro curiosa a Kiki por esas palabras.
-¿Recuerdas que una vez te mencionamos que la generación anterior de Dorados obtuvieron la mayoría su armadura a la edad de 7 años?- Pregunto Kiki. Xenovia asintió. -Yo obtuve la mía a los 13. Aunque aun puede ser relativamente joven e impresionante para algunos, cuando pienso en mi maestro y me comparo con él, siento que todavía no soy suficiente, que aun estoy lejos de su nivel. No solo con mi maestro, sino que siento que comparado a Seiya y al resto, soy el más débil de todos los Santos Dorados-.
Recordó su batalla contra Lior de Amasu. Una batalla en la que ambos parecían estar en igualdad de condiciones, pero que Kiki reconoció que de haber seguido luchando, él tendría las de perder a la larga. No solo él, sino que Shiryu también pudo darse cuenta y por eso había empezado a bajar de la Casa de Libra hacía la suya para ayudarlo. Claro, Shiryu nunca lo diría, es demasiado noble para insultar o rebajar a un compañero de esa forma, pero en esencia fue lo que paso.
-Kiki...- Xenovia observo sorprendida al lemuriano. No imagino que él se sentiría así, que se sentiría tan... inferior a sus camaradas del mismo rango.
El joven cerró los ojos, recordando la imagen digna de su maestro Mü. -Pero a pesar de eso, no dejo que me desanime, al contrario; lo uso para motivarme a mejorar, a superarme cada día. A que cuando llegue el momento, pueda verme como un igual con Seiya y los demás, que soy el caballero digno que mi maestro deseaba- abrió los ojos y le sonrió a Xenovia. -Por eso te digo que no debes dejar que esas comparativas te frenen o te hagan actuar imprudente. Hazte fuerte, pero a tu propio ritmo y por tus propias razones-.
-Si... creo que tienes razón- dijo Xenovia pensativa, mirando su espada de madera. -¿Qué planes tienes a futuro, Kiki?-.
-No lo se. Ser Caballero de Athena es mi vida, algo por lo que fui entrenado y decidí ser desde siempre. Aunque en esta Era, los Santos tienen más libertad para ser más cosas que solo un guerrero que pelea por Athena. Tal vez busque algo en lo que dedicarme, pero será después de todos estos conflictos-.
-Ya veo...- Xenovia miro al joven. En ese momento, recordó algo. -Con todo lo que ha pasado hasta ahora, se me olvido disculparme contigo-.
-¿Por que?-.
-Por lo que paso en la piscina-.
Kiki se sonrojo de golpe cuando su mente recordó ese suceso, donde Xenovia intento hacerlo tener relaciones sexuales por su deseo de querer un hijo. Sin querer, su mente recordó cuando Xenovia se descubrió los pechos, algo que inmediatamente aparto de su mente.
Xenovia, ignorante de eso, siguió. -Ahora que soy más consciente de la cultura social, veo que en verdad hice algo indebido y que casi hago algo que no querías. Lo lamento tanto-.
-Y-Ya... no te preocupes, con tal de que lo entiendas, esta bien. Solo... no se lo digas a ninguno de mis conocidos-.
Xenovia asintió. No quería causarle problemas a Kiki, o burlas, si la reacción que tuvo Seiya al escuchar eso era algún indicativo de como podrían reaccionar los otros que lo conocían.
-Hablar contigo me calmo- dijo Xenovia feliz.
Y en un momento que el castaño no pudo ver, Xenovia se acerco y le dio un beso en la mejilla.
-Un agradecimiento. ¿O debería haberte besado en los labios?- Pregunto Xenovia con una linda sonrisa.
-¡No! ¡Esta bien! ¡Solo me sorprendió!-.
Xenovía se río. Kiki era calmado todo el tiempo, pero estas reacciones que tenían lo hacían ver lindo. -Por cierto, aunque me disculpo, no he cambiado de idea en aquel entonces-.
-¿Eh?-.
-Aun quiero que seas el padre de mis hijos, pero se que no puedo forzarte y se que nuestro lazo no es tan fuerte como para que me aceptes, pero te lo aseguro, Kiki...- un fuego de determinación surgió en los ojos de Xenovia. -Un día, haré que me veas como una mujer digna de estar a tu lado. Hasta entonces, me haré más fuerte, siguiendo mi propio camino-.
Kiki trago saliva. No puede creer que ella siga con la meta de tener hijos con él. No es que la idea le desagrade, un día, le gustaría casarse y tener hijos, pero no tan pronto, aun es demasiado joven para ser padre de familia, solo tiene 17 y tiene muchas cosas que hacer.
-Yo... haz lo que quieras- fue lo único que pudo decir sin parecer un tonto.
La portadora de Durandal sonrió, antes de bostezar.
-Mejor me voy a descansar, mañana es el gran día. Buenas noches-.
-Buenas noches-.
Kiki se quedo de pie, viendo a Xenovia salir primero del sótano. Al estar solo, suspiro. No sabía como reaccionar frente a este tipo de situaciones, no es algo que le fuera enseñado o que aprendiera, ya que al crecer, su único acercamiento con las mujeres fueron las Amazonas, Saintias y aprendices, sin contar a Athena. Mejor le hecha la culpa a las hormonas.
-Al menos ella esta mejor- ese pensamiento le alegro. -Será mejor que yo me vaya a dormir también-.
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(Al día siguiente)
El Equipo Vali estaba a las afueras de su base para prepararse en lo que sería su actividad del día.
-¿Estas seguro de hacerlo, Vali?- Pregunto Arthur a su líder.
-Sabes que si- respondió el peliplata.
Paradox se puso al lado de Bikou. -Recuérdame, ¿por que vamos a buscar a Gran Rojo?-.
-Vali tiene el sueño de derrotarlo y aunque sabe que no tiene oportunidad ahora, por lo menos quiere ver como es con sus ojos- respondió el Yokai mono.
El Gran Rojo, el Dragón del Apocalipsis, el Dragón de Dragones, también conocido como DxD, el True Dragón. Son los títulos que ha recibido el que es considero el ser más poderoso del mundo. Su poder es tal que Dioses de la talla del mismo Shiva no valen su atención. El Gran Rojo nació en la Grieta Dimensional y se alimenta de los sueños de todo el mundo. No solo se refiere a los sueños de las personas que duermen, sino también a los sueños que las personas tienen como metas, los que uno imagina y los que uno cree.
Él y Ophis son los dos únicos Dioses Dragones que existen, temidos y respetados por todos. Eran considerados iguales y opuestos a la vez.
-Deseo ver a ese ser con mis propios ojos, ya que mi objetivo es derrotarlo y proclamarme como el más fuerte de todos- dijo Vali, más para Paradox que para los demás, que ya sabían ese sueño al pasar tanto tiempo con él. -Pero no tengo prisa en alcanzarlo, aprovecharé mi larga vida para volverme más fuerte para enfrentarlo. Mi meta más inmediata sería saldar mis asuntos con Issei Hyodou y Seiya de Sagitario-.
Aunque Issei era su rival más inmediato, después de la paliza (que no había otra forma de decirlo) que recibió, Vali se había propuesto a derrotar a Seiya de Sagitario como fuera. Para eso, había estado aprendiendo los conceptos del Cosmos con Paradox. Él creía que si lograba aprender a usar y dominar el mismo tipo energía que Seiya usaba, podría ponerse a su nivel y su poder aumentaría.
Aunque no ha habido progreso sobre el Cosmos, el tiempo usado le permitió a Vali conocer a la nueva integrante de su grupo. Paradox le agradaba. Francamente, era la segunda mujer más poderosa que ha conocido, solo detrás de Penemue. Era la que más podía mantenerle una pelea cuerpo a cuerpo de todo su grupo. Sus comentarios divertidos y sarcásticos no le molestaban y algunos le hacían sacar una pequeña sonrisa cuando se refería a ciertos tipos desagradables (Cao Cao).
Su química con el resto del grupo también era buena. Con Kuroka se llevaban muy bien, como era obvio al ser ella quien la trajo. Con Le Fay también se llevaba bien, ya que la joven maga le había estado enseñando a Paradox como usar los hechizos y los Círculos Mágicos. Su relación con Arthur era buena. No hablaban mucho, pero se podía ver que se llevaban bien y compartían algunas cosas, como el gusto de té que tenían y eran similares, algo que no se esperaría de una chica como ella. Con Bikou, puede que sea el que mejor se lleve aparte de Kuroka, ya que aunque a veces discuten, tienen la misma vena de molestar y hacer travesuras a los demás, aunque saben conocer los límites.
Incluso se lleva bien con Albión, con quien habla cuando Vali esta leyendo o después del entrenamiento sobre las épocas en que Albión vivió y como fueron algunos de sus portadores anteriores.
Hasta ahora Vali no se ha arrepentido de haberla traído al grupo y no cree que lo haga en el futuro.
Paradox también ha permitido que los demás la conozcan. Vali sabe que ella tiene una hermana gemela a la que no ha visto desde que dejo el Santuario hace dos años y que de niña no fue muy apreciada por sus padres. No ha dado muchos detalles de su vida personal y él tampoco a preguntado, sería hipócrita hacerlo cuando él mismo no da detalles de su vida o su familia.
Lo que Paradox sabe de él es que fue encontrado por Azazel y criado en Grigori, recibiendo enseñanza e instrucción de los mejores del lugar como Penemue, Baraquiel y el mismo Azazel. También le comento un poco de sus aventuras con el equipo Slash Dog y que era mitad Demonio. Paradox no ha preguntado por detalles por las misma razones que él.
-Que les vaya bien- les deseo Kuroka, agitando la mano con Le Fay a su lado. Ambas decidieron quedarse en la base esta vez.
Vali miro a Le Fay. -Trata de que Kuroka no se meta en problemas hasta que regresemos-.
-Si- asintió firme la maga.
-¡Oye! ¡No lo digas como si me metiera en problemas a cada rato!- Exclamo indignada la Nekomata.
-Te quito la vista un segundo y te metes a una fiesta de Demonios para secuestrar a tu hermana, cuando fui claro contigo de que no lo hicieras- le recordó Vali con dureza, que seguía un poco molesto por eso.
-Nya, nya...- Kuroka bajo la cabeza ante tal regaño.
-Bueno, sin duda será interesante- comento Paradox mientras el grupo de cuatro se juntaba cerca de Arthur. -¿Cómo es la Brecha Dimensional?-.
-Como un espectáculo de luces de neón- respondió Bikou. -Lo sabrás mejor cuando lo veas-.
Arthur saco a Calibur y dio un corte al aire, cortando el mismo espacio. Bikou golpeo la parte trasera de su báculo contra el suelo, creando una esfera de energía que rodeo a los cuatro y los hizo ingresar hacía la grieta, que se cerró cuando ingresaron.
-¿Crees que lo encuentren? Han hecho esto mismo muchas veces pero sin resultados- cuestiono Le Fay.
-Tal vez, tal vez no, pero para Vali vale la pena, y no podemos hacer nada más que apoyarlo- dijo Kuroka, dándose la vuelta para ingresar a la base.
Le Fay no cuestiono eso. Vali era más que su líder, era un gran amigo que los había ayudado cuando más lo necesitaron y que a pesar de lo indiferente que suele ser, tiene una actitud muy amable que muestra a su manera.
Así que cuando Vali les pide ayuda para este tipo de cosas, ninguno se negara.
Sin nada más que hacer, Le Fay también ingreso a la base para estudiar un poco.
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(En otra parte)
Aries y Virgo estaban recibiendo a los refuerzos del Santuario que vendrían para este día. Ya casi era la hora. Seiya estaba con los jóvenes Demonios para aparentar que nada estaba pasando, ya que para que el plan funcionara el enemigo debía pensar que tenían todo bajo control y que los tomaron con la guardia baja, además de que los chicos no asumieran ninguna culpa por cualquier problema o error que surja.
-¡Kiki!-.
El Lemuriano vio que los tres de Bronce eran sus amigos, Tatsuya de Lobo, Akira de Pez Espada y Makoto de León Menor. El último vino corriendo al verlo y ambos chocaron los puños y se estrellaron las manos, acto que repitió con los otros dos cuando los alcanzaron.
-Lamento que hayan tenido que venir y dejar sus puestos en el Santuario- dijo Shun a los dos Santos de Plata.
-No te preocupes, es parte del trabajo- dijo Ban de Heracles. -Es normal que como aliados, vengamos ayudar a la Facción cuando tienen problemas, sobre todo si esos problemas tienen que ver con Ares, ¿no?-.
-Aunque aun es probable que Ares no se involucre en este conflicto y este con sus asuntos- dijo Jabu de Orión.
Los dos fueron parte de los llamados "Santos de Bronce secundarios" y eran otros de los medios hermanos de Seiya y el resto. Ellos fueron los encargados de venir ayudar junto a sus hermanos y el trío de Bronce.
Jabu miro a todas partes, buscando con la mirada. -¿Donde esta Seiya?-.
-Esta despidiendo a los Gremory para mantener la imagen. Si no pasa nada, pueden decir que fueron para sorprenderlos y animarlos, pero el de ocurrir algo, entonces los jóvenes no se verán afectados- explico Shun. -En este momento, ya deben haberse transportado-.
-Será mejor irnos ahora. Seiya nos alcanzara después- sugirió Kiki, a lo que todos asintieron.
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Después de despedirse de Seiya, Irina, Ingvild y Azazel, Rías y su grupo fueron transportados al lugar donde sería el Rating Game. Era un lugar rocoso lleno de piedras, y que más adelante, había un camino ascendente a un puequeño santuario al aire libre que estaba conectado con cuatro islas flotantes más arriba, tres eran islas pequeñas en donde habían templos de estilo griego y en la cuarta que era la más grande, había un enorme palacio que dejaba pequeño a los templos.
-¿Esta es la zona de batalla?- Pregunto Kiba, ya que la zona era diferente a la de todos los Rating Game anteriores. Incluso la atmosfera era diferente.
-Qué extraño. No hay ningún anuncio o arbitro- comento Rías.
-¿Puede que haya ocurrido algo?- Pregunto Gasper.
Sin aviso, varios Círculos Mágicos de color naranja aparecieron en el aire. Al ver que el símbolo no era de la casa Astaroth, sino uno diferente al que ellos conocían, inmediatamente supieron que algo estaba mal.
Mientras los Círculos Mágicos seguían apareciendo, todos se pusieron en guardia. Issei invoco su guantelete y se puso delante de Asia, Kiba y Xenovia sacaron sus espadas, Koneko saco su cola y orejas de Nekomata y se paro delante de Gasper para protegerlo, Akeno manifestó unos relámpagos entre sus manos y Rías aura de destrucción.
La pelirroja observo los círculos, cuya cantidad eran más de 100, pero se enfoco en el escudo.
-Si recuerdo bien, ese escudo es...-.
Pero no pudo pensar más porque de los Círculos Mágicos, vieron salir a una gran cantidad de Demonios, algunos con apariencia humana y otros tenían cara y cuernos de verdaderos demonios. Todos llevaban armaduras y armas como espadas, lanzas y arcos.
-Son Demonios pertenecientes a la Facción del Viejo Satán de la Brigada del Khaos- comento Rías al ver a los Demonios y el símbolo que todos portaban en sus armaduras.
-¿Por que están aquí?- Pregunto Xenovia, sujetando Durandal con ambas manos.
-La odiaba y falsa familia del Maou, Gremory- hablo uno de los Demonios, el que parecía el líder. -Iremos a eliminarla aquí-.
-¿Qué diablos esta pasando?- Pregunto Issei al no entender como paso de ser un Rating Game a un ataque terrorista.
-¡Kya!-.
El grito de Asia hizo que todos giraran para no verla más con ellos.
-¡Asia!- Grito Issei.
Volando junto a los Demonios de la Facción del Viejo Maou, estaba Diodora Astaroth, sujetando e inmovilizando a Asia con su magia.
-¡Diodora!- Grito Rías el nombre del joven con quien se suponía tendrían el partido ahora. -¡¿Qué significa esto?!-.
-¡Maldito!- Gruño Issei con odio.
-Hola. Me quedaré con Asia Argento- declaro Diodora, sonriendo como si nada. -Todos ustedes serán asesinados por la Brigada del Khaos. No importa que tan fuertes sean, no pueden hacerle frente tantos Demonios de Clase Alta y Media- la sonrisa de Diodora se volvió maligna y abrió los ojos, mostrando un brillo de arrogancia malvada.
-Así que te uniste a la Brigada del Khaos- señalo Akeno con rabia.
-¡Eres despreciable! ¡Y aun maltratando la santidad del juego! ¡Mereces la muerte!- Declaro Rías con ira, empezando a emanar su poder Demoniaco. -¡Además de todo, tocas a mi linda Asia!-.
-Respira aire por última vez mientras puedas- dijo Diodora con burla. -Durante ese tiempo, me uniré con Asia en ese templo- señalo el enorme castillo de más arriba. Diodora paso a mirar a Issei. -¿Entiendes lo que significa, Dragón Emperador Rojo?-.
Issei gruño de ira y sus ojos estaban sobresaliendo por ese mismo sentimiento. Solo quería ir a golpearle la cara a ese tipo y después romperle todos los huesos.
Pero no tuvo oportunidad, ya que Diodora agito su brazo y chasqueo los dedos, disparando proyectiles de energía verdes a gran velocidad. El Clan Gremory tuvo que separarse para esquivarlos.
-¡Maldito!- Xenovia aprovecho que los rayos dejaron de venir para sacar sus alas y tomar el vuelo, apuntando Durandal a Diodora mientras se acercaba. -¡Asia es mi amiga! ¡No permitiré que hagas lo que quieras!-.
Diodora movió a Asia frente suyo, haciendo que Xenovia tuviera que mover su espada hacía abajo para no golpearla, perdiendo el equilibrio en el aire y teniendo que aterrizar en el suelo.
-¡Cobarde!-.
Diodora solo se río mientras desaparecía con Asia en un Círculo Mágico, para la impotencia de todos.
-¡ASIA!- Grito Issei. Cayo de rodillas. -¡Maldición!- Golpeo el suelo con su guantelete de la frustración. -¡¿Proteger a Asia?! ¡Me doy asco! Otra vez yo... ¡yo!-.
-¡No pierdas la calma, Issei-kun!- Grito Akeno, que también se sentía impotente y furiosa con Diodora, pero no podía perder el control.
-¡Issei-kun! ¡Concéntrate en el enemigo que tienes delante!- Dijo Yuuto, que estaba al lado de Issei. -¡Salvaremos a Asia después!-.
Las palabras de Akeno y Kiba sirvieron para calmar lo suficiente a Issei, quien se recompuso y se puso de pie. -Si. ¡Exactamente! ¡Tienen razón!-.
-Nos tienen rodeados- comento Koneko, viendo la gran cantidad de enemigos.
Ver a los enemigos apuntarlos con sus armas y estar listos para atacarlos hizo que todos entraran en guardia. Todos tenían la confianza de que podrían derrotarlos, pero al ver los Círculos Mágicos aun estaban activados les dijo que aunque derroten a los que están aquí, llegaran más para reemplazarlos. Como dijo Diodora, aunque sean poderosos, tarde o temprano terminaran agotados y superados por la ventaja numérica de sus enemigos.
Cuando se dieron cuenta que no les quedaba de otra que luchar, no se dieron cuenta del Círculo Mágico que surgió detrás de ellos, ni de la figura que surgió del círculo.
-¡Garra Vikinga del Tigre de las Sombras!-.
Múltiples rayos cruzados acompañados de aire frío golpearon a la velocidad de la luz a todos los Demonios. Cuando Rías y los demás se dieron cuenta, la mitad de los Demonios que los rodeaban ya habían caído al suelo.
-¿Qué paso?- Pregunto Gasper.
-¿Se asustan solo por estar rodeados de enemigos? Esperaba más valor de quienes fueron entrenados por Virgo- dijo una voz masculina detrás del grupo.
Todos se voltearon, viendo a Bud de Alcor Zeta de pie y que había sido el responsable del ataque.
-¡Tu eres el guardaespaldas del Dios Odín!- Exclamo Rías al reconocerlo por ese papel. -¿Qué hace aquí?- Pregunto.
-Descubrimos que Diodora Astaroth estaba haciendo acuerdo secretos con la Brigada del Khaos, pasándoles información junto con un grupo de miembros del Consejo Demoniaco y nobles del Inframundo. A cambio de la información, recibieron las serpientes de Ophis y seguridad de que tendrán un puesto en el nuevo gobierno que la Facción del Viejo Maou crearan si ganan- explico Bud, viendo como nuevos Demonios surgían de los Círculos Mágicos, reemplazando a los que derroto. -Una estupidez a mi parecer, pero no vine a opinar-.
-¿Entonces por que esta aquí?- Pregunto Akeno.
-Como parte de la alianza que están formando las Facciones con mi Panteón, el Dios Odín decidió ayudar al enviarme como soporte- respondió el Dios Guerrero. -En estos momentos, el campo de juego esta cubierto por una fuerte barrera que sería difícil para personas normales romper o atravesarla, especialmente destruirla. Pero para alguien como yo, que domina el Cosmos, es bastante fácil-.
-¡Es un Dios Guerrero! ¡La Elite del Dios Odín! ¡Si lo matamos, nuestra reputación se elevará!- Exclamo uno de los Demonios.
-Supongo que en cada grupo siempre hay una gran cantidad de idiotas que no piensan- suspiro Bud. Los Demonios atacaron con rayos mágicos, pero Bud solo chasqueo los dedos, creando una gran barrera mágica que detuvo los ataques fácilmente.
En todos estos años, Bud estuvo entrenando arduamente para aumentar su Cosmos. No solo eso, sino que también ha estado aprendiendo magia Nórdica avanzada con ayuda de las Valquirias y otros magos. Crear una barrera mágica como la que acaba de crear era cosas de niños para él en este punto.
-Entonces, este juego...-.
-Nos usaron como cebo- termino Rías por Akeno, frunciendo el ceño como gesto de molestia.
-Váyanse a rescatar a su amiga. Yo puedo encargarme de alimañas como estas- dijo Bud, sonando casi a una orden.
-Pero no podemos dejarte luchando solo...- dijo Issei.
-¡Ha! No subestimes a un Dios Guerrero, chico. Nosotros somos la verdadera elite del Dios Odín, el equivalente a los Caballeros Dorados. Cien o Doscientos enemigos de este nivel es apenas un calentamiento. Aunque podrían servir para probar las técnicas que he desarrollado- Bud deshizo la barrera. -Lárguense, que si se quedan solo me estorbaran-.
-¡Muere, maldito!- Grito un Demonio, liderando la carga junto a dos docenas de Demonios.
Bud hizo elevar su Cosmo que lo rodeo como una capa de energía blanca, igual que su armadura.
-¡Impulso Azul!- Con un movimiento de brazo hacía los Demonios, Bud proyecta una intenso aire frío que al tocar a sus objetivos, los congela como estatuas antes de quebrarse en pequeños pedazos.
Pero el aire no solo afecta a los Demonios que lo atacaron, sino que se expande por toda el área, alcanzando a muchos Demonios y los que aun no los alcanzo se elevaron lo más que pudieron al aire para no ser congelados.
De los 100 Demonios que antes habían, Bud elimino con un solo ataque a más de la mitad, dejando dos o tres docenas. Y además, se notaba que no había puesto mucho esfuerzo en su ataque.
-I-Increíble...- comento Issei con asombro. Aunque sentía bastante frío por el aire que se expandió, no afecto la gran impresión que el sujeto les dejo.
-¿Siguen aquí? Les dije que se fueran- exclamo Bud, mirando al grupo Gremory sobre su hombro.
Entendiendo que no necesita de su ayuda, Rías miro a sus siervos. -¡Al Templo, ahora!-.
-¡Si, Presidenta!- Gritaron todos.
Con el ataque de Bud, había dejado abierto el camino de enemigos. El Clan Gremory comenzó a correr hacía el camino ascendente, todos con el objetivo de salvar a Asia.
-¡No escaparan!- Grito un Demonio, que inmediatamente cayo muerto por un golpe Khen.
El resto de Demonios, junto a los otros Demonios que reemplazaban a los que cayeron muertos con el último ataque, enfocaron toda su atención en el siervo del Dios del Norte, dándose cuenta de su error de atacarlo.
-Bien...- Bud se trono los huesos del cuello. Tenía una sonrisa salvaje y dentada. -Es hora de cazar-.
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Al empezar a subir, todo el grupo Gremory escucho una voz muy familiar.
-"¿Están bien?"-.
-¡Azazel-sensei!- Exclamo Issei al reconocerlo, al igual que los demás.
-"Veo que el siervo del viejo los alcanzo. Estos sujetos que usan el Cosmos son ridículamente fuertes"- palabreo Azazel. -"Estoy seguro que tienen mucho que decir, pero escuchen primero. Como ya debieron notar, el Rating Game esta siendo atacado por la Facción del Viejo Maou, no solo en el área que están, sino que incluso el área alrededor de la sección VIP. Previmos eso también y todas las Facciones están ayudando, con el apoyo de los Santo"-.
-Previeron, ¿eh? ¿No pudieron decirnos todo esto de antemano?- Exclamo Rías molesta. Si Azazel les hubiera dicho, entonces podrían haber evitado que Asia fuera raptada por Diodora.
-"Debido a los planes de batalla, no pude contarles lo que estaba sucediendo. También era para aparentar que no nos habíamos dado cuenta de lo que el enemigo tramaba y poder engañarlos haciéndoles pensar que caímos en su trampa y no al revés"-.
-¿Y-Y si algo nos hubiera sucedido?- Pregunto Gasper, que estaba siendo cargado en la espalda de Koneko mientras corría.
-"Soy el estratega de la batalla. Yo tomaré la responsabilidad por todo, tanto lo bueno como lo malo"- todos sintieron la seriedad en la voz de Azazel, lo suficiente para que el grupo se detuviera.
-Entonces...- hablo Issei.
-Estabas preparado para morir...- siguió Xenovia.
-Cuando nos usaste...- termino Koneko
-"Casi lo estuve. Seiya estaba molesto cuando le conté el plan, por un momento pensé que me arrancaría la cabeza, pero decidió aceptarlo y confiar en ustedes y en lo fuerte que se habían vuelto"- agrego Azazel. -"Permanezcan escondidos hasta el fin de la batalla. Nos encargaremos de los terroristas"-.
-¿También estas en el campo de batalla?- Pregunto Kiba.
-"Por supuesto. No soy tan viejo como para planear una estrategia y quedarme atrás. A pesar de ser una gran área, esta muy lejos de donde están, así que estarán seguros, pero mejor no arriesgarse"-.
-¡No podemos escondernos! ¡Asia fue secuestrada por Diodora!- Grito Issei alterado.
-"¡¿Qué?! ¡Maldición, eso no estaba en el plan!"-.
-Necesitamos salvar a Asia ahora mismo o él...-.
-Salvaremos a Asia- declaro Rías con fuerza y convicción. -¡Debemos enseñarle a ese desgraciado lo tonto que es robar a alguien de mi clan!-.
Todos los demás asintieron, decididos a salvar a su amiga que era parte de su familia.
-"...Bueno, imagine que sucedería"- dijo Azazel. -"Me refiero a lo de unirse a la batalla, no a que secuestraran a Asia. Yo me encargo del resto. ¡Vayan y hagan lo que sientan!"-.
-Gracias, Azazel-sensei- dijo Rías.
-"Un par de cosas antes de irse"- dijo Azazel por último. -"Debido a lo que ha sucedido, el sistema de evacuación de los Rating Game esta desactivado, así que pase lo que pase tengan cuidado. Esto ya no es un juego, es un campo de batalla"-.
-Entendido-.
-"Y por último, Issei..."-.
-¿Si?-.
-"¡Muéstrale a ese mocoso traidor el poder del Dragón Emperador Rojo y asegúrate de traer a salvo a Asia!"-.
-¡Si!-.
Con esas palabras de ánimo, la comunicación se corto.
Sin perder tiempo, todos comenzaron a subir hacía los templos para salvar a la querida integrante de su familia.
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(Con Azazel)
Cuando termino la comunicación, paso a ver a Seiya que flotaba a su lado. Un grupo de Demonios los ataco, pero Sagitario, sin verlos, lanzo una esfera de Cosmos que les lanzo y exploto al golpearlos, no dejando ningún átomo.
-¿Cómo estaban?- Pregunto el Japones.
-Molestos, pero bien. Bueno, más o menos. Diodora secuestro a Asia y ellos van a recuperarla- informo Azazel.
-Maldición- exclamo Seiya, rechinando los dientes.
-Descuida, aun con la serpiente de Ophis, estoy seguro que podrán vencer a Diodora-.
-Lo se, pero igual no me gusta-.
-A mi tampoco, pero debemos confiar en que ellos. Nosotros tenemos nuestro trabajo y es encargarnos de estos tipos- Azazel disparo su brazo artificial como cohete a un Demonio que intento atacarlo por la espalda.
Todos vieron grandes explosiones surgir en cinco puntos diferentes en el suelo y tierra, junto con dos grandes luces que se expandieron y acabaron con cientos de Demonios.
-...Lo vuelvo a decir: ustedes, usuarios del Cosmos, son ridículamente fuertes- exclamo Azazel, sintiendo lo injusto que era la escala de poder. -Ha este ritmo, la batalla terminara mucho antes de lo que pensé-.
-Es lo que pasa cuando llamas a otros cinco Santos de Athena teniendo a tres Dorados aquí- dijo Seiya, hinchando el pecho. -Kiki, Shun y yo solos podríamos haber acabado esto, pero hubiera sido difícil pelear en el aire ya que soy el único que puede volar y Kiki puede mantenerse flotando por su telequinesis por cierto tiempo-.
-Agradécele a Ajuka el hechizo-.
Antes de que la batalla comenzara, Ajuka había empleado un hechizo muy avanzado para permitirle a todos los Santos, excepto Seiya, la capacidad de volar en el aire a voluntad. Era un hechizo poco conocido en las Facciones, ya que no había sentido conocerlo cuando todos tenían alas.
Aunque les costo acostumbrarse no tener los pies en la tierra al inicio de la batalla, se veía que estaban dominando el arte de vuelo.
-¡No puedo dejar de girar!- Escucharon a Tatsuya gritar y lo vieron dar vueltas en el aire y ser rápidamente auxiliado por sus dos amigos, sin dejar de atacar a los Demonios.
...La mayoría lo estaba dominando.
De golpe, Seiya y todos los Caballeros sintieron una Cosmoenergía interrumpir el campo de batalla. Seguido del sentimiento, Azazel vio como una especie de rayo de energía destruyo a un gran grupo de Ángeles y Caídos.
-Ya llegaron, ¿eh?-.
Un grupo de Berserkers, mayormente soldados, aparecieron volando y otros arriba de Círculos Mágicos. Inmediatamente comenzaron a separarse y acabar con los las fuerzas de las Facciones.
-Nosotros podemos encargarnos de la facción del Viejo Maou, ¿podrían ustedes encargarse de los siervos de Ares?- Le pidió Azazel a Seiya.
-Por supuesto. ¡Chicos!- Seiya grito.
No paso ni un segundo antes de que Ban, Jabu, Makoto, Akira y Tatsuya (ya dejando de dar vueltas) se lanzaran hacía los soldados Berserkers.
Shun y Kiki se pusieron al lado de Seiya y observaron a los enemigos recién llegados.
-La mayoría son soldados, y siento unos Cosmos sobresalientes de ellos, tres en específico, pero solo son tres y de rango Plata- analizo Kiki. -Estoy seguro que los demás pueden encargarse por su cuenta-.
-Pero los soldados son demasiados y pueden acabar con muchos de nuestros aliados antes de caer, así que será mejor que nos encarguemos de ellos ahora- sugirió Shun.
Seiya asintió y los tres Dorados iban a involucrarse, pero se detuvieron al sentir más presencias surgir. No eran siervos de Ares, ya que no tienen Cosmos, pero igual eran fuertes.
Tres Círculos Mágicos se harían presentes en el lugar y de estos saldrían tres individuos: eran Seth, Buluc y Esus.
Seth portaba la misma armadura que tenía en su reunión con Ares, mientras que Buluc, aparte de las partes de armadura con la que había ido a la reunión, tenía un protector en el pectoral y pantalones con placas y su mascara sobre la cabeza, mientras que Esus usaba una armadura naranja con toques marcas verdes y su hacha colgando en su espalda.
-Bueno, bueno, esto si es una sorpresa- comento Azazel, viendo a los recién llegados. -No son nada más ni nada menos que Deidades, y en el bando enemigo-.
-¿Dioses?- Pregunto Kiki. -No parecen Griegos, Sintoístas o Nórdicos-.
-No somos como esos débiles y patéticos Panteones que se juntan con mortales. ¡Somos verdaderos Dioses! ¡Yo soy Buluc Chabtan, el Dios Maya de la Guerra!- Exclamo Buluc.
-Él es Seth, el Dios de Desierto, la sequía y el caos del Panteón Egipcio y el otro es Esus, un Dios principal Galo, que es un grupo de Dioses pertenecientes al Panteón Celta- nombro Azazel, señalando a esos Dioses para que Seiya, Shun y Kiki sepan a quien se enfrentan. -Había escuchado rumores de algunos Dioses que estaban descontentos con el mundo actual, pero jamás imagine que se unirían a la Brigada del Khaos-.
-No podíamos tolerar más la insolencia de los mortales a los Dioses, menos de que nuestros propios Panteones quieran aceptar ideas como paz e igualdad cuando claramente somos superiores- dijo Seth con altivez, entrecerrando sus ojos hacía Seiya. -No permitiremos que se sigan creyendo la gran cosa-.
-Nosotros no somos los que nos autoproclamados Dioses solo por nuestro poder- exclamo Seiya con seriedad.
-¡Silencio, mortal! ¡No vamos a tolerar esto!- Grito Buluc. -¡Los acabaremos y le demostraremos a todos que la justicia divina a llegado!-.
Kiki miro a sus camaradas. -¿Tenían que escuchar este tipo de discursos durante las batallas contra los Dioses?-.
-Si- respondieron Virgo y Sagitario al unísono.
-Tendremos que dejarle a Jabu y a los demás el tema de los Berserkers- suspiro Seiya.
-Yo les puedo echar una mano con los soldados rasos, no parecen la gran cosa- dijo Azazel, sacando sus alas y alejándose. -¿Pueden encargarse de estos sujetos? Aun si no usan el Cosmos, siguen siendo Dioses y son muy poderosos-.
-La duda ofende- exclamo Seiya, tronándose los nudillos.
-Me gustaría evitar luchar, pero esta claro que no nos escucharán, así que no queda de otra- suspiro Shun.
-Esto será una buena experiencia- comento Kiki.
Azazel sonrió al ver la confianza sana y sin arrogancia que los Dorados tenían. Podía dejarle eso a los tres y preocuparse por dirigir a sus fuerzas.
-Entonces les deseo suerte- Azazel se alejo volando, invocando lanzas de luz que acabarían con Demonios enemigos y algunos soldados Berserkers.
El trio de Dioses y el trio de Dorados se quedaron mirando por unos segundos, analizándose y viendo quien enfrentara a quien.
Seth levanto su mano, señalando a Seiya. -Yo me encargaré de ti, basura. Tu eres el mayor pecador del cielo. Matarme demostrara mi superioridad-.
-Como quieras- dijo Seiya.
Seth se puso su casco para la batalla, que tenía la forma de un animal imaginario, el cual tenía el hocico alargado y orejas rectangulares. Esa mascara era la cara con la que era representado en la historia.
Kiki miro a Buluc, quien le devolvió la mirada con fiereza mientras se ponía la mascara maya de demonio en el rostro.
-Si vamos a pelear, preferiría que fuera en el suelo. Honestamente, la experiencia de volar no es algo que me este gustando- dijo Kiki.
-Yo igual. Prefiero tener los pies en el suelo, más por costumbre- dijo Shun.
-Bien por mi- dijo Esus, tomando su hacha entre sus manos.
-De acuerdo. Les daremos eso, para que nadie se atreva a decir que no fue una batalla justa- acepto Buluc.
Los cuatro comenzaron a descender hasta llegar al suelo, donde se separaron para librar sus propias batallas.
Dicho y hecho, el trio de oponentes comenzarían sus propias luchas. Una vez más, los Caballeros de Athena se enfrentarían a los Dioses, aunque esta vez no de su Panteón.
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-¡Fuego Ardiente de León Menor!-.
-¡Corte del Pez Espada!-.
-¡Aullido de la Muerte!-.
El trio de amigos del orfanato lanzarían sus técnicas que acabarían con un gran número de soldados Berserkers y Demonios enemigos. El Cosmos que liberaban juntos eran tan grande que ninguno de sus enemigos podía defenderse o contraatacar.
-¡Ja! ¡Tómenla!- Grito victorioso Makoto. -¿Ven, chicos? Esto es de lo que estaba hablando. Son este tipo de batallas las que nos elevaran y nos acercaran a ser los siguientes Santos Legendarios, igual que Seiya y los demás-.
-No deberías estar festejando en medio de una batalla, Makoto- reprendió Akira, lanzando un corte de Cosmos a un soldado que había surgido y casi golpea a Makoto con su espada.
-Oh, cierto- Makoto pateo el cuerpo del sujeto para que no cayera encima suyo. -Pero el que nos enviaran aquí demuestra nuestra que el Patriarca y la señorita Saori reconoce nuestra fuerza. Puede que en el Torneo Galáctico podamos ser ascendidos a Santos de Plata-.
-No deberían soñar despiertos- un Berserker apareció, y por la armadura que tenía, no era un soldado raso. Era joven, un poco mayor que ellos, de cabello y ojos negros. Su armadura cubría todo su cuerpo y tenía un par de alas emplumadas. Su armadura como la del resto de Berserkers, era de rojo sangre. -Por que si sueñan mucho, no podrán ver quien los mato-.
-¿Ahora quien sueña despierto?- Devolvió Makoto la burla.
-Yo soy Edward de Silfo, perteneciente al Batallón del Desastre. Pónganse en fila india para matarlos de una vez-.
-No lo creo- dijo Tatsuya, flotando hasta estar frente a Edward. -Yo seré tu oponente-.
-¿Estas seguro? Aun no dominas el volar- pregunto preocupado Akira.
-Como diría Seiya: "no hay mejor forma de aprender que en la práctica"-.
Si. Eso sin duda es algo que él diría.
Sin más palabras, Tatsuya y Edward se lanzaron a los golpes.
Escucharon suspirar a alguien y Makoto y Akira giraron, viendo a otro Berserker con armadura.
-Los jóvenes de hoy en día, buscan cualquier excusa para agarrarse a golpes- vieron a un hombre de unos cuarenta, de cabello castaño largo con dos mechones que le caía a los lados del rostro. Su armadura era de aspecto filoso y hecha con placas en la parte superior de su cuerpo hasta las caderas. En su cabeza tenía una tiara que enmarcaba su rostro y en la zona de la frente había un par de ojos. -Bueno, cuando se es joven se puede hacer locuras-.
-¿Y cuál es tu nombre, viejo?- Pregunto Makoto, poniéndose en guardia con Akira.
-Soy Talus de Cien Pies, parte del Batallón del Miedo. ¿Quién de ustedes, jóvenes, será mi oponente? ¿O vendrán los dos? Por mi no hay problema- dijo Talus, su voz era suave y sedosa, pero la sonrisa en su rostro asqueaba a los dos jóvenes.
-Esta vez es mi turno- dijo Akira, poniéndose delante. -Makoto, enfrenta a los demás soldados y a los Demonios-.
-¿Seguro que podrás tu solo? Puedo sentir que este tipo es fuerte- dijo Makoto.
-Tu ya tuviste tu momento en la Torre de Jamir al enfrentar a ese Berserker, así que es mi turno. Además, es como dijiste, en estas batallas podemos volvernos leyendas como Seiya y los demás- dijo Akira con seguridad.
Al sentir la seguridad de su amigo y su deseo de querer enfrentar solo a este oponente, Makoto, sin decir nada, asintió y se fue a encargarse del resto de soldados que ya se esparcieron por el campo y están acabando con los Ángeles y Demonios aliados.
-Los jóvenes, cuanta confianza tienen, pero eso los hace tomar mala decisiones, igual a la que acabas de tomar- dijo Talus. -Qué no digan que no ofrecí un partido justo-.
-Makoto es uno de mis mejores amigos, pero también es algo gritón, y no quería soportar esos gritos mientras lucho- dijo Akira, levantando su brazo como si fuera una espada. -Y las batallas de los Caballeros son de 1 contra 1. No somos tan cobardes para luchar dos contra uno, y además...-.
-¿Además?-.
Akira encendió su Cosmos que lo rodeo como un aura verde marina. -Decía la verdad cuando dije que quería mi momento de luchar y lucirme-.
El Berserker elevo su Cosmos en un aura escarlata. -Entonces te daré el gusto. Tendrás todo el tiempo de arrepentirte de tu decisión en el Infierno-.
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(Con los Santos de Plata)
Jabu y Ban estaban lidiando con los Demonios y los soldados Berserkers.
-¡Son molestos!- Grito Jabu, salvando a un Ángel del golpe de una espada de un Berserker, para luego cortarle la cabeza a dicho soldado con un movimiento de mano.
-¡Uno creería que los Dioses habrían aprendido a no meterse con el Santuario después de tantas victorias de Athena sobre ellos!- Dijo Ban, acabando con cinco soldados a la vez con su Cosmos.
-Supongo que los rumores son ciertos: que los Dioses tienen un ego tan grande como el de un planeta, que se niegan aceptar la derrota- dijo Jabu, volando hasta estar cerca de su hermano. -Ahora veo porque Seiya presume tanto de sus alas, volar es muy ventajoso-.
-Pues yo prefiero luchar en tierra firme, pero volar tiene sus ventajas. Sin duda hubiera servido mucho en las Doce Casas- opino Ban.
Antes que alguno pudiera decir algo, Jabu fue embestido por algo o alguien y llevado hasta estrellarse contra el suelo.
-¡Jabu!- Grito Ban, sorprendido. ¿Quién pudo acercarse tan sigilosamente que no se dieron cuenta?
De repente, Ban comenzó a sentir como la temperatura de la atmosfera aumentaba. Inmediatamente se giro y se cubrió con los brazos, justo a tiempo para bloquear un puño cubierto de fuego que también lo lanzo hasta el suelo, un poco lejos de donde estaba Jabu.
-Ay, ay, ay- se quedo el Santo de Plata. El impacto no dolió tanto gracias a la armadura, pero igual lo sintió. -La armadura de Plata es increíble. No me rompí ningún hueso gracias a ella-.
Sintió un violento y descontrolado Cosmos y vio a quien lo golpeo aterrizar frente a él. Era un hombre de más o menos su edad, de cabello largos y oscuro y mirada en blanco en señal de locura que apenas se notaban las pupilas. Usaba un traje negro ajustado debajo de la armadura roja que cubría brazos, piernas y parte superior del cuerpo hasta la cintura y tenía placas en la zona del estomago formando un juego de cuatro.
-Un verdadero guerrero Berserker, y uno caliente- bromeo Ban levantándose.
-¡Yo pertenezco al Batallón del Fuego Rojo! ¡Soy Erythro de Dawon!- Se presento el Berserker con ferocidad. -En nombre de mi señor Ares, ¡te quemaré!-.
-Pues yo soy el Santo de Plata de Heracles, Ban Kido. ¡Ven e inténtalo! Pero por la Diosa Athena, ¡tu serás el que caiga hoy!-.
Y sin decir nada más, ambos se lanzaron a la lucha.
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Jabu gruño mientras se ponía de pie y observaba a su alrededor. ¿Quién diablos lo golpeo? Fue alguien con demasiada fuerza para haberlo derribado hasta el suelo con su armadura protegiéndolo.
-Es cierto lo que dicen, las armaduras de los Santos de Athena son muy resistentes. Cualquier otro ya hubiera muerto de mi golpe- dijo una voz femenina y seductora.
Jabu miro el origen de la voz y vio a una persona, una mujer, por su figura curvilínea. Su cuerpo es de color naranja y más que piel, parecía tener pelaje como un animal. Su cabello era largo y rubio y su rostro era pequeño, con el mentón terminando en punta, nariz puntiaguda y ojos de color amarillo opaco con la pupila de color negro y rasgada. Tenía partes de armadura que parecían hechas de oro que cubrían su torso, brazos y muslos.
Esta mujer era la definición de una mujer gato que a muchas personas les gustaba, o sería mejor decir que es como se vería un gato si se volviera un humano y conservara el pelaje y el resto de rasgos felinos.
-Supongo que tu debes ser quien me pateo. Bastante impresionante, ya que no lo note- dijo Jabu, poniéndose de pie.
-Los halagos de los mortales ya no me interesan. Tu sangre, por otro lado, será exquisita. Nunca he probado la sangre de un Santo de Athena. Espero que sea exquisita~- ronroneo la mujer como si fuera un gato.
-¿Me llamaste mortal? Hablas como si fueras...-.
-¿Un Dios? Pues si, lo soy- dijo la mujer. -Soy Sejmet, la Diosa Egipcia de la Guerra y la Venganza, símbolo de la fuerza y el poder. Seth me hablo de sus planes y me invito, y por supuesto que acepte. Haré cualquier cosa para ser libre de Ra y Horus- miro depredadoramente a Jabu. -Y para tu mala suerte, tu eres mi presa-.
¿Se iba a enfrentar a una Diosa? Eso... era algo que Jabu no esperaba que sucediera en su vida. Pero otra vez, están pasando muchas cosas que él no esperaba. Y aunque sea una Diosa, era enemiga de las Facciones, lo que la convertía en enemiga del Santuario y de Athena, y cualquier enemigo de la señorita Saori era alguien que él debía eliminar.
-Yo soy Jabu, Santo de Plata de Orión. Pero ni por un momento pienses que seré un oponente fácil solo por no ser un Dorado. La plata y el bronce también saben brillar- dijo Jabu, entrando en posición de combate.
-Ya veremos, humano-.
Y con eso, otra batalla más comenzó.
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N/A: Hasta aquí el capitulo, uno largo y que marco muchas cosas para el siguiente capítulo que estará lleno de batallas.
No hay mucho que decir de la escena de entrevistas, pero si di un pequeño acercamiento con Seiya y Penemue, aunque fue breve y nada significativo. Lo que si fue importante fue el momento entre Kiki y Xenovia. No me he olvidado del joven Ariano y sus romances, que avanzan lentos pero firmes.
También vimos a Vali y su equipo y como Paradox se ha relacionado con todos. La relación de ella con el equipo Vali será importante para su desarrollo y el de Vali a futuro.
Y ya comenzaron las luchas, donde Asia fue secuestrada y aquí, fue Bud quien ayudo al grupo Gremory, mostrando una nueva habilidad. El Impulso Azul que él uso no es el mismo que su hermano, sino que es la versión que usa Alexer, el líder de los Guerreros Azules que sale en el manga solitario de Hyoga y en donde se presenta la ciudad de Blue Graad, que en el anime fue reemplazado por el arco de los Dioses Guerreros. Aproveche que comparte mismo nombre con la técnica de Syd para dársela a Bud.
Y el final se marco para mostrarse las luchas que ocurrirán en el siguiente capítulo. Todo lo relacionado al grupo Gremory salvando a Asia se omitirá hasta la parte de Issei volviéndose loco porque no habrá cambios a lo visto en el anime o novela.
¿Qué esperan de los combates? ¿Qué les parecen los emparejamiento que hice? ¿Cuánta pelean creen que darán los Dioses antes de caer ante Seiya, Shun y Kiki?
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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