
Capitulo 59
Ya ha pasado una semana desde que el combate entre Rokudo y el Clan Gremory sucedió.
Cuando Shun llegó con Issei, lo reviso junto a un equipo de doctores y médicos Demoniacos y Caídos y entre todos lo trataron. Shun no lo admitiría de inmediato, pero le gusto trabajar con gente tan capaz en el ámbito médico.
Debido a lo sucedido, se cancelo el Rating Game de Rías contra Diodora que sería al siguiente día y se postergo para una fecha indefinida. Por un momento, hubo la duda de si sacar al Clan Gremory de la competición, pero como sería injusto, se decidió solo postergar el combate y dejar que el resto de peleas del torneo continuaran.
Rías explico todo lo que paso, desde la llegada de Rokudo, sus razones y la lucha. Sirzechs había reconocido el nombre de Rokudo por haber sido un oponente particularmente difícil en el final de la guerra civil. Aunque le perdono la vida, no pensó que haría algo tan osado como atacar a su hermana y sus amigos.
Otro elemento interesante era la joven que Rokudo había traído para mantener bajo control a Issei con su Sacred Gear. Sirzechs le mando una imagen de la joven junto con una muestra de su sangre a Serafall para que investigue su identidad, pero como era una mitad Demonio, lo más seguro es que sea ilegitima y no haya registro suyo en ninguna parte, así que tendrían que esperar.
Ingvild estuvo inconsciente un par de días hasta que despertó al tercer día después del ataque. Fue Akeno quien la descubrió al ver a la joven salir de su cuarto, por lo que de inmediato llamaron a Azazel, quien comenzó a interrogar a la chica, que se veía bastante confundida y hasta algo asustada al no saber donde estaba.
De lo que sea que hablaron, los jóvenes no lo supieron, ya que poco después, Azazel se llevo a la chica al Inframundo. Por la cara que tenía, la identidad de la chica era más importante de lo que pensaron.
La recuperación del Clan Gremory fue rápida con la supervisión de Shun y en gran parte, con los poderes curativos de Asia. Ya en una semana, todos estaban físicamente curados.
Cuando Azazel volvió, estaba con Ingvild y Sirzechs. Los dos líderes llamaron a los jóvenes y a Shun a reunirse a la sala para explicar el tema.
-Para empezar, empecemos con su situación en el torneo de los Jóvenes Demonios- hablo Sirzechs. -Diodora Astaroth ha sido insistente en querer el duelo en contra de ustedes, Rías. No se que paso entre ustedes, pero quiere que en cuanto puedan, se haga la batalla-.
Rías frunció el ceño. Era obvio para ellos que Diodora quería combatir con ellos por Asia, como había dejado implícito antes que Rokudo los atacara.
-Le he dicho que tendrá que esperar, pero no parecía de buen humor-.
-No te preocupes, hermano. Mis asuntos con Diodora son algo que podemos resolver. Yo también quiero enfrentarlo cuanto antes y terminar ese asunto pronto- dijo Rías.
-Aunque la mayoría ya se ha recuperado de sus lesiones, como doctor, niego cualquier lucha dentro de los próximos días. Aun necesitan reposo, no solo para sus cuerpos, sino para sus mentes- declaro Shun con seriedad.
-Yo también estoy de acuerdo, pero algunos miembros del Consejo Demoniaco apoyan a Diodora para que se libre el combate pronto y no estoy en posición para iniciar un debate con ellos, ya que se vería como una muestra de favoritismo hacía mi hermana- dijo Sirzechs, disgustado con el actuar del consejo.
-Lo entiendo y te aseguro que también terminaré mis asuntos con Diodora. Si quiere un combate pronto, podemos tenerlo el siguiente fin de semana si quiere- dijo Rías. -Por mi no hay problema- miro a sus clan. -¿Ustedes tienen algo en contra?-.
-Ninguno, Presidenta- dijo Kiba.
-Realmente quiero darle una lección a ese tipo por lo molesto que esta siendo con Asia- dijo Xenovia, que tenía un par de vendas en los brazos.
-No quiero meterme en una pelea tan pronto, pero si vamos hacerlo, los apoyaré- dijo Gasper, que había ganado más confianza en si mismo tras la batalla contra Rokudo.
-No perderemos- dijo Koneko.
-Siempre te apoyaremos, Rías- aseguro Akeno.
-Diodora ya me esta cansando. Quiero darle un golpe en la cara para que nunca vuelva a molestar a Asia- dijo Issei, apretando su mano izquierda que esta por completo cubierta de vendas, al igual que su mano derecha.
-Si ya lo decidieron...- dijo Sirzechs al ver lo dispuesto que estaban. -Le enviaré un mensaje para decirle y ver si acepta. Cambiando a otro tema...- miro a Ingvild, que tenía la mirada gacha. -Voy a pedirles que cuiden de esta joven por ahora. Sería peligroso en estos momentos si aparece en el Inframundo y se expone su identidad-.
-¿Y quien es ella?- Pregunto Xenovia.
-Como ya saben, su nombre es Ingvild, pero es más que una simple medio Demonio. Ella es Ingvild Leviathan, descendiente directo de la Leviathan original-.
-¡¿Descendiente de Leviathan?!- Exclamaron todos los jóvenes incrédulos y con los ojos bien abiertos de la sorpresa.
-Ósea, ¿es pariente de esa loca de las explosiones que ataco en la reunión en la escuela?- Pregunto Issei.
-Si. No solo eso, sino que ella fue sellada y estuvo dormida por más de 100 años- agrego Azazel.
-¿Más de 100 años? ¿Cómo es posible eso?- Pregunto Irina confundida.
-Entre los Demonio, existe una enfermedad muy rara que cuando un Demonio la contrae, cae en coma y luego de unos años en ese estado muere- explico Sirzechs. -Ingvild contrajo esa enfermedad, pero algunos miembros del Clan Leviathan la pusieron a su cuidado y la sellaron para evitar su muerte. De alguna forma que aun no se sabe, se escondió a Ingvild y Rokudo termino por encontrarla e hipnotizarla-.
-¿Cómo sabes eso?- Pregunto Rías.
-Serafall pudo encontrar algunos archivos que explican eso, pero no cuentan porque se tuvo que esconderla. Lo único del registro es que el clan fue contactado por una pareja de humanos-.
-Si, esos eran mis padres adoptivos- hablo Ingvild por primera vez. Su voz era dulce y suave, aunque baja, pero eso debe ser por los nervios que sentía. -Mi madre era humana y ella me dejo al cuidado de unos amigos que tenía en una ciudad costera de Europa. Lo hizo para que los Demonios no se enteraran de mi existencia, ya que dijo que sería peligroso para mi vida si se enteraran que existo-.
-Sin duda. Si la noticia de un descendiente de sangre de uno de los Maou originales se daba a conocer en esa época, los exorcistas te cazarían por todo el Mundo Humano, y si también se daba a saber que tenías una Sacred Gear, ni yo podría haber detenido algunos Caídos de ir a por ti- explico Azazel. -Pero me intriga más tu Sacred Gear y el motivo por el que te escondieron. Huele a conspiración-.
-De cualquier forma, con los cambios que Serafall, Ajuka, Falbium y yo estamos intentando implementar para quitarle poder al Consejo Demoniaco, que la noticia de una heredera de sangre de Leviathan este viva podría provocar un revuelo y enaltecer a la facción Purasangre de los Demonios, hasta podrían intentar usar a Ingvild como herramienta política, sin importar que es mitad-humana-.
-Que horrendo- exclamo Asia. Todos los demás tenían muecas y gestos de disgusto y repulsión por esa idea.
-Así es la política- suspiro Sirzechs, tan disgustado como ellos.
-Así que quieres que se quede en el Mundo Humano por seguridad- dijo Shun.
-Si. Por el momento, lo mejor será que se quede aquí hasta que sea seguro. De paso, ustedes podrían enseñarle como es el mundo actual para que se acostumbre- miro a Issei. -¿No hay problema, Issei-kun? Esta sigue siendo tu casa, después de todo-.
-Claro que no- respondió Issei. Su ojos se posaron en Ingvild. -Entiendo que no debe ser fácil la posición en la que estas: caer en coma para despertar cien años después y que seas usada para luchar por un loco. Eres libre de quedarte le tiempo que quieras, no creo que mis padres se quejen y hay espacio de sobra-.
-Issei tiene razón- apoyo Rías, mirando a la pelipurpura. -Se lo que es querer ser utilizada como herramienta política y no le deseo eso a nadie- ella hablaba por su experiencia de su matrimonio arreglado con Raiser. -Se que debe parecerte todo confuso ahora, pero te aseguro que estas entre amigos y que nadie te hará daño-.
El resto de jóvenes mostraron su apoyo con asentimientos y sonrisas.
Ingvild no supo que decir. Toda su situación y giros que ha tomado su vida desde que recupero la consciencia han sido demasiados para ella y no ha tenido tiempo para procesarlos, así que solo pudo asentir y agradecer tímidamente.
Una nueva figura ha llegado al tablero del gran juego que son todas las acciones que se están gestando en el mundo.
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(Poco después)
Azazel llevo a Issei a su habitación, ya que quería hablar de él sobre cierto asunto.
-¿De que cosa quería hablar, Sensei?- Pregunto Issei.
-Es sobre el poder de Vali que tomaste y uniste a ti- dijo Azazel. -Para empezar, sabes que tu brazo derecho ya no es ni humano ni Demonio, ¿verdad?-.
-Si- Issei miro dicho brazo. -Ddraig me lo dijo mientras me recuperaba. Durante el proceso, para hacerlo más seguro, convirtió mi brazo derecho de dragón, igual a cuando lo hizo para enfrentarme a Raiser. Eso evito que mi brazo fuera destruido con las heridas que tenía-.
Ahora sus dos brazos eran de dragón, pero a diferencia de la primera vez, el brazo derecho de Issei no mostró los síntomas que su brazo izquierdo mostró al inicio. Ddraig dedujo que era porque Issei estaba falto de energía por la lucha y que por haber alcanzado el Balance Breaker, los problema de mantener controlado la energía de dragón se podía controlar más. Eso explicaba porque ya no había problemas en regular la energía de su brazo izquierdo y en mantener la apariencia de un brazo normal.
-Pero según Ddraig, no sufrí consecuencias al unir los poderes- señalo Issei.
-Lo cual es un completo milagro, ya que debiste perder varios siglos de vida como mínimo al unir un poder que es el opuesto al tuyo de manera forzada. El como lograste unirlos para trabajar en conjunto es un misterio que sigo intentando resolver- comento Azazel, perplejo de la sorpresa por tal cosa. -Pero por ser un poder opuesto, es que el Divine genera mucha más presión en ti del que lo hacen tus poderes normales, por lo que si lo usas repetidas veces, podría ser perjudicial para tu cuerpo y hasta para tu alma a largo plazo, así que tienes prohibido usarlo a menos que sea en una situación de vida o muerte como el que enfrentaste contra ese sujeto. ¿Entendiste?-.
-Si, Sensei- aunque Issei estaba decepcionado por no poder usar el poder de Vali como le plazca, es lo suficientemente listo para entender que lo que hizo fue un verdadero milagro, algo que no se repetirá de nuevo y que sería perjudicial si abusa de ese poder. -¿Pero de verdad sería imposible usarlo como si usara el Boost?-.
-No lo se, ya que algo como lo que hiciste nunca había pasado antes y necesito estudiarlo un poco más. Tal vez si te haces más fuerte de lo que eres actualmente sea posible. El tiempo lo dirá-.
Issei asintió, mirando su mano derecha que se cerró en su puño.
Azazel pudo notar que había un peculiar brillo en los ojos de Issei. Un fuego que había despertado con la ayuda de Seiya y los demás, y que ha ganado más fuerza con el tiempo, lo suficiente para que ahora sea claro.
-Esa pelea te dejo una gran impresión, ¿verdad?- Dijo Azazel, no como pregunta, sino como un hecho.
Issei asintió. -Me permitió ver el nivel en el que me encuentro actualmente y saber que, aunque me estoy haciendo fuerte, aun hay muchos tipos malos afuera que se están haciendo fuertes. Que aunque soy el Sekiryuutei, sigo siendo muy débil-.
-No lo dices como si fuera algo malo- señalo Azazel.
-En cierto modo no lo es, ya que también me permitió ver que aunque aun me falta mucho, todavía puedo ser más fuerte, y debo ser más fuerte si quiero proteger a mis amigos- declaro con determinación. -No quiero volver a ser un estorbo nunca más. Por primera vez en mi vida, tengo algo por lo que vale la pena luchar y no quiero perder eso-.
Azazel sonrió con algo parecido al orgullo y golpeo juguetonamente la espalda de Issei.
-Bien dicho, mocoso. Ya pareces un poco más hombre que antes. Entonces espero que no te moleste si subo el régimen de entrenamiento-.
-¡Por favor, Azazel-Sensei!- Issei sabe que puede arrepentirse después, pero ahora eso es lo que quiere.
-Muy bien. Será después del Rating Game con el mocoso de Astaroth. Aun si no estas al 100%, debería ser fácil para todos ganarle a ese sujeto- Azazel caminaría a la salida. -Por ahora descansa. Ya me encargue de cubrirlos a todos en la escuela, así que no te preocupes-.
Issei vería al líder de los Caídos salir. Puede que Azazel sea un pervertido, flojo, a veces borracho y caprichoso; pero era alguien muy confiable cuando se requería.
-Supongo que si se ha mantenido como el líder de los Ángeles Caídos es por algo- pensó Issei, encogiéndose de hombros.
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(Con Seiya)
Ya era de noche, como se notaba por el cielo oscuro y las estrellas. Aunque el reino celestial de los Sintoístas sería el equivalente al Cielo o al Olimpo, aquí también es claro las horas del día.
Seiya estaba sentado en una silla, escribiendo unos documentos en un Círculo Mágico. Aunque no necesitaba aprender magia para pelear, al ver lo útil que podía ser fuera de combates, como para comunicarse, teletransportarse y otras cosas, Seiya decidió aprender un poco. Amaterasu le enseño a usar los Círculos Mágicos, aunque aun le era un poco complicado usarlos. Nunca espero que la magia necesitaría cálculos.
-¿Qué estas haciendo?- Pregunto Amaterasu, llegando.
-Escribiendo una autobiografía, creo- respondió Seiya.
Amaterasu ladeo la cabeza. -¿Cómo dices?-.
Seiya suspiro, dejando de escribir. -La cosa es que Hyoga le ha hablado un poco de nuestras batallas a Serafall, y la Maou Leviathan nos pidió a Athena, a mis cuatro hermanos y a mi escribir sobre nuestras vidas y luchas desde nuestros puntos de vista, ya que quiere crear un programa de televisión para los niños del Inframundo-.
-¿En serio?- Exclamo Amaterasu, un poco incrédula.
-Al parecer si. La Maou dice que ayudará a dar felicidad a los niños del Inframundo y podría inspirar a los Demonios de clase Baja y Media, así como a todos los Demonios Reencarnados- explico. -Aunque yo creo que fue más una excusa para convencer a Saori. Lo peor es que funciono, y todos estamos escribiendo desde la mañana nuestras vidas hasta ahora, incluso Ikki lo esta haciendo. Yo apenas estoy comenzando el inicio de la Guerra Santa contra Hades, escribiendo mi pelea contra Mascara de la Muerte resucitado-.
-Pues parece que has abarcado bastante- comento Amaterasu.
Seiya ha estado en el Taka no Hama desde casi 2 semanas. Durante su estadía ha estado acompañando a Amaterasu como una especie de guardaespaldas o acompañante a diferentes partes. Mayormente reuniones, pero también a visitas con otras deidades o seres del Panteón o simplemente estando los dos juntos comiendo algún plato o conversando de trivialidades.
No solo ha estado con Amaterasu, sino que también ha compartido tiempo con sus otros hermanos. Susanoo disfruta mucho entrenando con él y Seiya ha aprendido más a como defenderse de usuarios de armas, mientras que Tsukuyomi es bueno para leer la fortuna y hablar sobre poemas.
Shun y Shiryu sin duda se llevarían genial con el Dios de la Luna Sintoísta.
Tampoco ha estado solo de disfrute. Aparte de aprender a usar magia, ha aprendido a usar Senjutsu, algo en lo que Tsukuyomi lo instruyo, ya que Amaterasu no tenía el tiempo de hacerlo por sus obligaciones. Se le hizo mucho más fácil aprender a usar y manejar el Senjutsu que la magia, ya que la forma de sentir el Senjutsu era similar a como los Caballeros sienten la Cosmoenergía en otros, solo que con el Senjutsu, deben sentir la energía natural en todo lo vivo, incluidos animales y plantas.
-¿Necesitas algo, Amaterasu?- Pregunto Seiya. -Ya es algo tarde. ¿Quieres que vuelva acompañarte a una reunión mañana?-.
-No... exactamente- dijo Amaterasu, moviendo un poco las manos. -Yo... ahm-.
-¿Pasa algo, Amaterasu?-.
La Diosa maldijo sus nervios y la mirada atenta y preocupada de Seiya no la calmaba. Amaterasu culpa a su inexperiencia en las cistas por su nerviosismo, pero tras el asunto de su padre y Bishamonten, sabe que no puede postergar más esto. Ama a Seiya y quiere que esto funcione, así que debe armarse de valor y hacerlo.
-Nada, solo... ¿te gustaría salir a algún lado mañana, en el Mundo Humano?-.
Seiya se quedo quieto unos segundos. Parpadeo un par de veces. Admitía no ser el más listo o el más atento a las cosas de sus amigos, pero tras que Shoko se confesara a él, empezó a darse cuenta de algunas cosas que antes no notaba. Entre ellas, que Amaterasu siempre se apegaba a él cada que era posible o lo feliz que ella era al estar cerca de él.
Así que ver la forma en que Amaterasu apartaba la mirada de él, casi con timidez, y esa pregunta...
-...¿Cómo una cita?- Pregunto para cerciorarse.
Amaterasu no se espero esa pregunta tan directa. ¿Tan obvia había sido en sus intenciones? De cualquier forma, ya no había vuelta atrás. Era hora de ir por todo.
-Si, como una cita, si no te molesta-.
-Pues...- Seiya estaba perplejo por una cantidad de emociones confusas en su interior, pero no encontró razón para negarse. -Bien. Siempre disfruto estar contigo-.
Su respuesta hizo florecer una bonita sonrisa en el rostro de la deidad, haciendo latir más rápido su corazón.
-Genial- ella lo miro y junto las manos, nerviosa. -Te enviaré la hora y el lugar para vernos. Nos vemos mañana-.
Y la Diosa salió tan rápido como pudo, pero con la gracia y dignidad que ella tenía, aun cuando en el fondo quería saltar como una colegiala emocionada por lograr tener la cita con su enamorado.
Estando solo, Seiya se apoyo totalmente en la silla en la que estaba, suspirando cansado y llevándose ambas manos a la cara.
No se le olvido que Shoko declaro que Amaterasu estaba enamorada de él, ya que gracias a eso, él ha podido notar más que nunca los leves coqueteos y de como lo trata diferente a todos los demás.
-¿Qué debo de hacer?-.
Como si no tuviera suficiente problemas con sus sentimientos confusos con Shoko, ahora se unía a lo que puede sentir sobre Amaterasu, y eso estaba mal. No solo porque Amaterasu era una Diosa, si no porque estaba mal que él sienta algo más que amistad por dos mujeres. ¿Acaso su corazón roto por Saori no le enseño nada? ¿Como se metió en este lio amoroso en primer lugar?
-Necesito la opinión de un experto-.
Y solo se le ocurría uno.
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-"Lamento la tardanza. Shoryu y yo nos quedamos hasta más tarde de lo normal y tuvimos que bañarnos"-.
-No te preocupes, Shiryu. Yo fui el que llamo de repente-.
Si. Seiya le fue a pedir consejo amoroso a Shiryu, quien era el único de sus amigos que estaba casado. Shun también era una opción valida por su fuerte relación con June, pero como Shiryu era el que estaba casado, Seiya creía que su opinión podría ayudarlo más para su situación.
Ambos hablaban a través de un Círculo Mágico donde proyectaban la imagen del otro como un holograma. Actualmente, todos los Caballeros Dorados y los Caballeros de Plata Superiores eran los únicos que habían aprendido a usar Magia en el Santuario, aparte del Patriarca y Athena, obviamente. El control y habilidad con la magia variaba, pero todos eran lo suficientemente capaces para usar hechizos de comunicación, como el que usaban Sagitario y Libra para hablar en estos momentos.
-"¿Qué pasa? Parece que es urgente, si llamas por ayuda"- pregunto Shiryu.
-Algo así. Prométeme que no se lo dirás a nadie-.
-"Sabes que puedes confiar en mi para guardar secretos. Dime lo que te sucede"-.
Seiya explico todo su lio amoroso, desde que Shoko confeso su amor y el amor de Amaterasu por él hasta su situación actual, donde tendría una cita con la Diosa mañana.
-"Vaya..."-.
-Sorprendente, ¿no? Se que a veces fanfarroneo sobre mi fama, pero siempre eran en broma. Nunca imagine que enamoraría a dos mujeres-.
-"No es eso lo que me sorprende. Lo que me sorprende es que Shoko finalmente se te confesara, y me sorprende aun más que finalmente te hayas dado cuenta de las intenciones de Amaterasu"-.
Eso si sorprendió a Sagitario. -Espera, ¿quieres decir que sabías lo que ellas sentían por mi?-.
-"Yo y todos los Caballeros Dorados lo sabíamos. Hasta las Saintias lo sabían. Era bastante obvio. Solo había que ver la forma en que ambas te veían. Es increíble que tras tanto tiempo, tu no te hayas dado cuenta"-.
Cuando Shiryu lo decía así, hacía sentir mal a Seiya por lo ciego que fue con los sentimientos de esas dos, al punto de que pudo ser algo insensible sin querer.
Intentando salvar un poco de dignidad, dijo: -Recuerda que fui entrenado desde niño para ser Caballero. El romance y los sentimientos ajenos no es algo en lo que Marín se enfoco en mi entrenamiento-.
-"Yo también entrene para ser Caballero desde niño y mírame ahora"-.
-Pero no todos tenemos la suerte de crecer junto al amor de tu vida y que tu maestro haya sido más un padre-.
-"Buen punto"- Shiryu concedió eso. -"¿Y cual es el problema? ¿No sabes si elegir a alguna de las dos o estas confundido?"- Pregunto.
-Algo así...- suspiro Seiya, haciendo trabajar su mente para explicarse bien. -Es que... no se que hacer. Shoko y Amaterasu son importantes para mi, pero no de la misma forma que lo son ustedes, Marín o Seika. Yo... no se exactamente lo que siento por ambas. Si es amor o algo más. No quiero volver a tener una mala experiencia y salir dañado, o peor: dañarlas a ellas-.
Shiryu comprendió el predicamento de su medio hermano. Sabía el amor que él una vez le profeso a Saori, y lo que le costo abandonar ese amor por su deber como Santo protector de su Diosa. Seiya no quiere volver a sufrir un desamor así y tampoco quiere que dañar algunas de las dos.
Shiryu no puede decir que sabe como se siente el castaño, ya que ha amado a Shunrei desde que la conoce y nunca ha visto a otra mujer como la ve a ella, pero aun así puede ayudar en esto. O por lo menos, aconsejar para que Seiya lo solucione.
-"¿Qué sientes por cada una como persona al verlas? ¿Te gusta estar con ellas?"-.
-Claro que me gusta estar con ellas, son importantes para mi, como dije-.
-"No me refiero a eso. Tu mismo dijiste que son importantes para ti, pero no de la misma forma en como lo soy yo o cualquiera de los demás"- explico. -"Mira. ¿Con quien te gusta estar más de entre todos tus amigos en el Santuario?"-.
-Shoko- respondió Seiya al instante. Él mismo se sorprendió de su respuesta rápida, ya que hubiera considerado que prefería estar con su hermana o cualquiera de sus otros medios hermanos y amigos... pero ninguno de ellos le da la misma alegría que Shoko le da al verla.
-"Y estando en el Cielo Sintoísta, ¿qué prefieres más? ¿Explorar el lugar, ver sus maravillas y los seres que puedes encontrar, o estar al lado de Amaterasu?"-.
-Yo... me gusta estar al lado de Amaterasu que conocer el lugar. Honestamente, no conocería mucho del Taka no Hama si no fuera por todas las veces que la he acompañado-.
Shiryu sonrió. -"Es bastante obvio lo que sientes, y creo que ya lo sabías, solo que necesitabas a alguien que te lo confirmara"-.
Seiya suspiro resignado, cubriéndose la cara con sus manos. Ni la técnica más complicada que ha visto lo ha dejado tan confundido y perdido como ahora. Sabía que en algún momento podría enamorarse de nuevo y entrar en alguna relación, pero no fuera perseguido por dos mujeres muy especiales dentro del rango de mortalidad y divinidad.
-Soy un canalla, ¿no? Sentir lo mismo por dos mujeres...-.
-"A veces pasa cuando estas tanto tiempo con una persona y han compartido mucho, los sentimientos se vuelven más intenso. Eso puede suceder con más de una persona, es normal"- dijo Shiryu. -"Si quieres mi consejo, es que debes reflexionar por tu cuenta lo que sientes por cada una. Aunque sientas lo mismo con ambas, debes pensar con quien tendrías una mejor relación y con quien estas más cómodo y feliz de estar"-.
Por un lado, si Seiya escoge a Shoko, no habrá problemas, ya que ambos son Santos de Athena. Se verán siempre y podrán compartir sus problemas y aliviarse mutuamente con la carga de sus respectivas responsabilidades, siendo un ejemplo de pareja poderosa e ideal en el Santuario.
Por el otro lado, si Seiya escoge a Amaterasu, dejando de lado que es una Diosa extranjera con reglas diferentes, colocaría a Seiya en una posición especial dentro del Panteón Sintoísta y podría reafirmar aun más la alianza del Panteón Sintoísta y el Santuario, trayendo cambios positivos para ambos lados y habrían pocas objeciones gracias a que todos tienen una imagen positiva de Seiya por sus acciones heroicas.
También están los contras. Con Shoko, Seiya no podría tomar decisiones imparciales cuando se deba, como la que sería salvar la vida de Shoko o la de muchos inocentes en un conflicto si llega a ocurrir, o que podría ser poco profesional e incomodar a algunas personas.
Con Amaterasu, Seiya tendría que dividir su tiempo entre ella y el Santuario, y en algún momento, las decisiones del Panteón Sintoísta podrían entrar en conflicto con su deber como Santo de Sagitario y su lealtad hacía Athena. Amaterasu puede amarlo, pero ella siempre deberá velar por la seguridad de su gente antes que nada y Seiya debe velar Athena y la Tierra del mismo modo.
-"A quien sea que elijas o lo que hagas ahora, es tu decisión. Mañana tendrás una cita con Amaterasu, ¿verdad? Pues tal vez eso te ayude aclarar tu relación con ella. Solo piénsalo bien y mantén la calma antes de elegir algo"- aconsejo Shiryu. -"Suerte, Seiya"-.
-Gracias, la necesitaré-.
Cortaron la conexión y Seiya se tiro a su cama, viendo al techo. Ningún entrenamiento o batalla lo preparo para esto. Casi sintió de ganas de golpear a Marín por no enseñarle a controlar e identificar sus sentimientos. Aunque en defensa de ella, él no fue un alumno paciente.
Por lo que Seiya se percibía a si mismo, era un tipo bastante normal, dentro de lo que cabe como Caballero de Athena. Sabe la imagen que todo el Santuario y los seres de otros Panteones tienen de él: un guerrero poderoso, uno de los campeones de Athena, un héroe y ejemplo para los Caballeros de menor rango que él, una amenaza para todos aquellos que pensaban diferente a él y a Athena, el mayor pecador para los Olímpicos.
Pero no sabe lo que ellas ven en él. Bueno, si sabe lo que Shoko ve en él, se lo dijo cuando se le confeso. Pero no sabe lo que Amaterasu ve en él para amarlo. ¿Ve al hombre que es, o al Caballero legendario que representa? ¿Ella ve al hombre sin modales y simplón que era, o al poderoso guerrero?
Tras meditarlo unos minutos, decidió que no tenía sentido pensarlo ahora. Mañana obtendría sus respuestas a... lo que siente por ella y lo que ella siente por él. Así podría decidir.
-Extraño los tiempos en donde la única preocupación era salvar a Saori, pelear, recibir los golpes, levantarse y devolver los golpes- pensó con un suspiro antes de dormir.
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(Al día siguiente)
Kiki estaba en una gran forja, revisando unos papeles. La forja parecía sacado del antiguo periodo Edo, pero combinado con modelo de forja actuales.
Kiki tenía puesta su armadura con casco incluido, sin capa, y con unos lentes protectores al calor. Él estaba usando un soplete para calentar una placa de metal antes de sumergirla en un cubo de agua para templar su temperatura.
-Es bueno ver a un joven tan dedicado al trabajo. Ojala mis hijos fueran como tu-.
Kiki se quito los lentes y vio a la persona que ingresaba en la forja. Era un hombre de cabeza rapada con barba recortada en el mentón. Llevaba un báculo de monje en mano derecha y unas cuencas en la izquierda. Usaba túnicas de sacerdote, y encima de las túnicas usaba una bata para forja de hererrero.
Ese hombre era Hachiman, el Dios Sintoísta de la Guerra, venerado también como Dios de la agricultura y deidad tutelar del pueblo japonés y la Casa Imperial. A pesar de ser el equivalente de Ares en Japón, Hachiman era un Dios que otorga la paz y felicidad y es un protector de la vida humana.
También se podría considerar el equivalente de Hefesto, ya que Hachiman era el herrero no oficial del Panteón Sintoísta. A pesar de no tener el titulo de Dios Herrero, era el mejor Dios de esa arte, fabricando y puliendo muchas armas divinas. Él fue quien construyo las espadas de los Shinigamis que sirven a los tres Dioses principales.
Desde que Kiki llegó a trabajar en el proyecto de Amaterasu junto a Hachiman, se ha sentido muy afortunado de ver y aprender técnicas de herrería de un Dios. Él era un reparador de armaduras, pero podía apreciar la habilidad y el arte de forjar, ya que ha tenido que reconstruir armaduras desde solo trozos; pero ha podido aprender mucho con Hachiman sobre la herrería y reparación. Nadie le había enseñado tanto de estos temas desde su maestro Mü.
Hachiman también se ha sentido muy a gusto de tener alguien con quien compartir métodos y enseñanzas de herrería y reparación en Kiki. Le parece tierno el brillo en los ojos del Lemuriano sobre estos temas. No tiene muchos con quien hablar sobre estas cosas, así que era refrescante.
-Buenos días, señor Hachiman- saludo Kiki con respeto, levantándose para hacer una reverencia.
-Sabes que no es necesario hablar con tanto respeto. Solo dime Hachiman- dijo el Dios, restándole importancia a las formalidades.
Otra cosa que sorprendió a Kiki era la forma que los Dioses Sintoístas trataban a los mortales. Seiya ya le había hablado que, en comparación con casi todos los Griegos, los Sintoístas trataban muy bien a los mortales y no les hacían menos, al punto de que muchos eran muy informales, pero verlo de primera mano fue un impacto drástico.
-De acuerdo, Hachiman- dijo Kiki. -Solo estaba puliendo unas piezas. Creo que ya faltaría poco para unirlas. Aunque aun habría que ver la forma de espada que adoptarían-.
Hachiman tomo un banquillo y se sentó al lado de Kiki.
-Habría que potenciar el hechizo de unión para que las partes no se separen al adoptar la forma de espada y armadura. También deberás darle más golpes con esas herramientas tuyas- dijo Hachiman. -¿No estaban en esas notas que trajiste la forma de unir las placas sin separación?-.
-Si, pero no había obstrucción dado que la forma que tomaba la armadura fuera de la batalla era la de un objeto de mayor tamaño y amplitud que la de una espada-.
-Yo me encargo de esos detalles, no te preocupes-.
Lo que hablaban era el proyecto en el que ambos habían estado trabajando, el regalo de Amaterasu para Seiya: convertir la espada Kusanagi en una armadura.
Por eso Kiki fue traído al Taka no Hama a trabajar, ya que al ser el reparador de las armaduras, conocía las estructuras y forma de las armadura de los Caballeros mejor que nadie, además que en Jamir se guardaban notas de sus ancestros que construyeron las armaduras desde cero en la Era del Mito.
A simple vista, parecía imposible convertir una espada en una armadura de cuerpo completo, sin importar que tan divina sea, pero Amaterasu y Hachiman dijeron que la forma, tamaño y peso de la espada podía cambiar a su voluntad y a la voluntad de Amaterasu, haciéndola lo suficientemente grande como para poder hacer una armadura de ella.
Así que comenzaron a trabajar desde el primer día que Kiki llegó. Lo primero que hicieron fue fundir las espada Kusanagi en las llamas del sol que Amaterasu genero, para con el metal y restos fundidos, comenzar a crear las partes de la armadura.
Kiki y Hachiman se pasaban todo el día en la forja trabajando, por lo que era raro verlos fuera aparte de los descansos que se tomaban.
La misión de crear una armadura de cero fue todo un reto para Kiki, que estaba seguro que era el primer Lemuriano desde la Era del Mito en hacer una armadura nueva desde cero. Pero por eso mismo acepto el encargo, para probarse a si mismo y mejorar sus habilidades como reparador, para ser útil cuando el momento llegara.
El trabajo se hizo mucho más llevadero gracias a Hachiman, que también veía la creación de la armadura como un reto personal que disfrutaba compartir con Kiki. El Dios también pudo aprender mucho de las armaduras gracias al conocimiento de Aries.
El encargo de Amaterasu y el proyecto personal en que los dos han estado trabajando parecía estar llegando a su punto final, pero es en esa situación donde menos podían flaquear. Era ahora donde debían poner más empeño para que la armadura quedara perfecta.
-Aun no se como Amaterasu-sama hará para que Seiya use la Kusanagi sin... sostenerla, básicamente. Tu me entiendes- dijo Kiki.
Amaterasu no solo le daría la Kusanagi a Seiya como armadura, sino también como arma, pero no como una espada en si, sino que la encantaría para que Seiya pueda usarla como técnica, igual a la técnica Excalibur de los Caballeros de Capricornio.
-Hay muchas cosas que no sabes del Senjutsu y Youjutsu. Al poder combinar ambas artes con la magia, se pueden lograr cosas que se considerarían imposibles- aseguro Hachiman. -Amaterasu no será una guerrera como Tsukuyomi, Susanoo o yo mismo, pero ella es quien domina esas tres cosas mejor que cualquiera-.
Kiki solo asintió. Si Amaterasu es la líder de su panteón, es por algo.
-¿Te parece si seguimos trabajando?- Sugirió Hachiman.
Kiki asintió y ambos volvieron a su labor con muchas ganas.
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(Con Seiya)
El Santo de Sagitario estaba esperando afuera de uno de los templos en honor a Amaterasu a la misma Diosa, que le mando un mensaje por magia de la hora y el lugar en donde se reunirían.
El joven adulto vestía una camisa roja y encima una chaqueta roja con mangas negras con la cremallera cerrada, pantalones de mezclilla y zapatillas jordans rojas. Como esta era una cita, creyó que lo mínimo que debía hacer era verse respetable.
-Perdón por la tardanza- dijo Amaterasu, apareciendo. -¿Esperaste mucho?-.
Ella usaba un vestido rosa abotonado que le llegaba hasta las pantorrillas y antes de los tobillos con encajes y volantes. Encima, usa una chaqueta roja elegante de cuero de manga corta con unos broches plateados al final de las mangas. Usaba unas botas negras que le llegaban debajo de las rodillas. Tenía su cabello suelto hasta una pequeña cola de caballo en la punta que mantenía todo ordenado.
Seiya quedo perplejo por la imagen actual de Amaterasu. Estaba acostumbrado a verlo como la imponente Diosa de su panteón o la hermosa y voluptuosa mujer... pero ahora, con ese vestido y conjunto la hacían parecer menos divina y más... humana, por así decirlo. Pero no en el mal sentido, sino que hacía ver su belleza de un modo diferente a lo acostumbrado, más tierna. Más parecida a una mujer normal que a una Diosa.
-¿Te gusta lo que ves?- Pregunto Amaterasu con una pequeña sonrisa nerviosa que la hacía ver más linda.
Seiya asintió tontamente, antes de recuperar el sentido. -Te ves muy bien. Me sorprende el cambio de look, eso es todo. Te ves más humana. ¡Pero no en el mal sentido! Si no que más... relajada, se podría decir-.
-No quería usar un kimono ni uno de los vestidos que siempre uso, así que decidí darme un aire distinto, actuar como una mujer humana por una vez- explico Amaterasu, dando una pequeña vuelta. -¿Qué dices?-.
-Pues te queda genial- opino Seiya con honestidad. Luego, recordó uno de los consejos de citas que Shun comento una vez. Decidiendo ponerlo en práctica, le ofreció la mano y ella se sorprendió por el gesto. -Shun me dijo que un hombre debe ofrecerle la mano a la dama en una cita, que es lo normal-.
-Pues tu amigo debe ser bastante sabio- comento la pelinegra, tomando la mano con la suya. -Espero que no te moleste que yo guie la cita-.
-Claro que no. La verdad, no tengo experiencia en esto, así que eres bienvenida-.
-Yo tampoco tengo experiencia en citas, así que... ganemos experiencia juntos-.
El comentario le saco una pequeña sonrisa a Seiya mientras sentía sus mejillas calentarse mientras ambos comenzaban a caminar. El que ahora sea consciente de sus sentimientos y los de ella hacía que no supiera controlar bien la situación, pero lo mejor sería no pensar mucho y seguir adelante.
Pero de repente, sintió un Cosmos bastante agresivo venir de cierto lado. Al mirar al lugar de donde provenía por medio segundo, vislumbro una familiar cabellera roja.
-¡Shoko! ¿Qué hace aquí?- Se pregunto con sorpresa.
-Ara. Parece que el Águila nos tiene en su mira- Amaterasu, habiendo aprendido a usar el Cosmos gracias a Athena, también sintió el Cosmos de Shoko y lo violento que era hacía su persona, pero eso solo hizo sonreír más a la Diosa. -No se porque esta aquí, pero mientras no interfiera no habrá problema-.
Sonrió con descaro en la dirección en donde Shoko estaba mirándolos y paso sus brazos alrededor del brazo izquierdo de Seiya y lo puso entre sus enormes pechos.
Seiya trago duro, la sensación de los pechos de Amaterasu envolver su brazo, el aroma que emanaba naturalmente y lo cálida que se sentía... era difícil resistirse a...
CRACK
El sonido de algo rompiéndose atrás detuvo sus pensamientos, poniéndolo nervioso.
-¡Qué comience la cita!- Grito Amaterasu con mucho ánimo.
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Xiaoling temblaba de miedo al ver la mirada de muerte que Shoko le lanzaba a la mujer que abraza el brazo de Seiya. El miedo se hizo más pronunciable cuando Shoko agrieto el borde del muro en donde se escondían con las manos desnudas y sin Cosmos.
Ambas habían sido enviadas porque Azazel estaba armando un plan para descubrir a los traidores que habían en las Facciones, sobre todo entre los Demonios, y había pedido la colaboración del Santuario porque sin duda se llevaría una gran batalla. Athena las envió para informarles a Kiki y Seiya que serían enviados ayudar cuando ese momento llegara, pero se toparon con la sorpresa de ver a Seiya con una mujer muy hermosa de cabello negro en lo que parecía ser el inicio de una cita romántica.
-Esa vaca del sol...- gruño Shoko con veneno y odio en su voz. -¿Cree que solo por ser una Diosa puede tomar lo que es mío? Oh, claro que no. Esa perra... quiero romperle tanto la cara...-.
-Sh-Shoko, no deberías hablar así de una Diosa, menos de una aliada al Santuario- Xiaoling intentaría calmar a su amiga como podía. -Dejémoslos solos, vayamos a Kiki-san para entregar el mensaje, ya luego hablaremos con Seiya-san-.
-¡No!- Negó la pelirroja. -¡No dejaré que es vaca del sol me quite a mi hombre! ¡Yo lo vi primero!- Su mirada era tan afilada y depredadora como la de un Águila. -No puedo quedarme sin hacer nada. Vamos a seguirlas, Xiaoling-.
Y sin esperar respuesta, Shoko tomo la mano de su amiga y la arrastro junto con ella para espiar a su competencia.
-¡¿Por que a mi?!- Gimió lastimeramente la china.
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Hyoga estaba en el Inframundo Bíblico, en territorio del Clan Sitri para ser más específico. Había venido a buscar a Serafall para entregarle su biografía de todas las aventuras que ha vivido junto con sus amigos desde su punto de vista, desde que fue a entrenar a Siberia con su maestro Camus e Isaac hasta que volvió al presente después de detener a Asclepios de que matara a Athena en el pasado y pasaran el juicio de los Dioses.
-Muchas gracias, Hyoga-chan. Le enviaré de inmediato a mi equipo de escritores tu historia para que la revisen, pero estoy segura que será un éxito- dijo Serafall.
-Aun no se para que quieres hacer una serie de nuestras vidas- dijo Hyoga. -Tuvimos batallas y momentos que no creo que deban ser de admiración para otros, menos para los niños-.
-Ese tipo de historias se venden bien, créeme. Además, subestimas el bien que traerá. Estoy segura que será un éxito- aseguro Serafall con confianza.
-¿Y como estas tan segura?-.
-Corazonada de profesional-.
-Serafall, querida, ¿por que tardas tanto?- Lady Sitri pregunto, saliendo. Su hija estaba muy ocupada y eran pocas las veces que podían estar juntas y quería aprovecharlo. -¿Ara?- Fijo su vista en el hombre e inmediatamente lo estudio. Caballero Dorado, alto, rubio, ojos azules, rasgos extranjeros. -Usted debe ser Hyoga-san, ¿verdad?-.
-Si. ¿Cómo sabe de mi?- Pregunto Hyoga, sorprendido de que la mujer sepa de él.
-Su amigo Seiya, y mi hija Sona me hablaron de usted. Soy la madre de Sona y Serafall, un gusto conocerlo-.
-El placer es mío, señora-.
-Señora me hace sentir vieja, dígame Lady Sitri- dijo la mujer adulto. -Ahora...-.
A Serafall se le pusieron los pelos de punta al ver formarse una sonrisa peculiar en los labios de su madre. Era la misma sonrisa que ponía cuando atrapaba a un cliente con una oferta que no podría rechazar, la misma sonrisa que ponía cuando le hacía travesuras a Sona o a ella misma cuando eran más jóvenes. Una sonrisa que Serafall sabía que también ponía cuando avergonzaba a Sona, aunque la suya era más juguetona e inocente que la de su madre.
-Seiya me ha hablado un poco de usted y Sona me conto del entrenamiento que les hicieron pasar para hacerlos más fuertes. ¿Le gustaría pasar para hablar? Me gustaría desarrollar un plan de entrenamiento para mi hija y creo que alguien de su experiencia podría ayudar-.
-Ahm...- de repente, Hyoga se sentía nervioso, como si fuera una presa ante un depredador.
-Mama, Hyoga-chan debe volver a su trabajo. No creo que debas...- Serafall intento intervenir, pero su madre le lanzo una de esas miradas de madre que la hizo cerrar la boca.
-Estoy seguro que si fuera una molestia, el caballero de aquí lo diría, ¿no?- Lady Sitri miro a Hyoga con una dulce sonrisa que el rubio había visto en un par de ocasiones en Shunrei cuando Shiryu hacía algo que no le gustaba.
-U-Usted no es molestia, lady. Yo... podría dar un pequeño cronograma de entrenamiento y un par de consejo, aunque no podría quedarme mucho, ya que tengo obligaciones- dijo Hyoga.
-¡Bien!- Antes que Hyoga se diera cuenta, Lady Sitri estaba detrás de él y lo empujaba suavemente al interior. -Escuche que adopto una niña. Qué noble y gran corazón tiene. Le puedo dar consejos de crianza en forma de anécdotas de Serafall cuando era niña. Era toda una bola de energía-.
-¡Ma-Mama!- Por primera vez en siglos, Serafall comenzaba a sentir el verdadero terror.
Lady Sitri se detuvo y giro su cabeza hacía su hija mayor. -Estoy seguro que tienes mucho trabajo que hacer, ¿no? No te entretengo más hija. Suerte y no te preocupes, que tienes mi apoyo-.
Serafall solo pudo quedarse quieta mientras veía las puertas de la mansión Sitri cerrarse. Con el miedo de que su madre cuente alguna anécdota vergonzosa suya de la infancia al hombre que había captado su interés, la Maou Leviathan ingreso rápidamente a la mansión.
Desde la ventana de su habitación en el piso superior, Sona los había estado observando todo el tiempo, con una sonrisa de deleite al ver a su hermana tan nerviosa y preocupada por que la avergüencen frente al chico que le gusta. Había sido buena idea hablarle a su madre de Hyoga y del interés que había despertado en Serafall.
Una sonrisa malvada surgió en los labios de la heredera Sitri. Se iba a vengar de Serafall por todas las veces que la avergonzó. Oh, la venganza será tan dulce.
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(En Japón)
La cita de Seiya y Amaterasu iba muy bien. Para Seiya era raro ver a una Deidad actuar como una chica común y corriente, sin la tensión de sus deberes o que algo surja a matarlos. Ni siquiera Saori actuaba así en sus tiempos libres, ya que fue criada como la heredera de un conglomerado y como Athena siempre debe estar pendiente a cualquier crisis que surja en el mundo.
Lo primero de la cita fue ir a un restaurante a almorzar, donde charlaron y disfrutaron de la comida japonesa más típica. Luego pasearon por la zona de mercado, viendo todo lo que ofrecían pero sin comprar nada. Luego, Amaterasu lo llevo a un zoológico, en donde había una exposición que mostraban animales muy raros por tiempo limitado. De ahí entraron a un shooping, donde vieron bastante ropa, en donde Amaterasu aprovecho para modelar varios vestidos frente a Seiya, quien daba su opinión bastante sonrojado, sobre todo en algunos vestidos que exhibían mucha piel.
Él no se salvo de probar ropa, ya que Amaterasu decía que él necesitaba más ropa que ella. Amaterasu compro más ropa para él que para ella, algo que Seiya sabía que su hermana agradecería más que nadie. Por suerte, Amaterasu no tuvo que hacerlo cargas las compras, ya que las teletransporto a su habitación en el Taka no Hama.
En todo el trayecto, Shoko y Xiaoling los estuvieron espiando, con la pelirroja casi sacando espuma en varias ocasiones y la china sintiéndose avergonzada por las miradas que le daban varias personas que las veían al pasar.
Siguieron su cita por Kyoto. El sol comenzaba a descender lentamente y los tonos naranjas del cielo comenzaban a surgir.
Hasta ahora, Seiya puede decir que realmente ha disfrutado de la cita. Amaterasu se empeño para que todo saliera bien y le alegra verla feliz. Aunque algunos pensarían que esta mal que el hombre no guie la cita, a él no le importa que sea ella la que guie.
Llegaron a la plaza de la ciudad, donde el sonido de la música resonaba por todo el lugar. Había una discoteca, parlantes, equipo de música y mucha gente bailando.
-Kyoto es una ciudad que aprecia el arte y cultura japonesa, pero se ha estado haciendo el esfuerzo de aceptar otras culturas fuera del país para sus eventos y centros turísticos, para que los extranjeros se sientan cómodos al venir a vivir aquí- explico Amaterasu. -Entre los avances que se han hecho, eventos de baile y música han sido de los más exitosos-.
-Recuerdo que Saori nos enseño a todos a bailar para los eventos de la Fundación Graad y para camuflarnos en eventos similares durante misiones, pero nunca le tome mucha importancia- comento Seiya, viendo a la gente bailar en diferente ritmo. -¿Quieres unirte?-.
-Pues claro- acepto Amaterasu gustosa.
Ambos se unieron con el resto de personas y se dejaron llevar. A pesar de no ser un entusiasta del baile, Seiya si sabía los pasos, así que no se preocupaba por pisar por error a la pelinegra o hacer el ridículo.
-Se ven felices- comento Xiaoling en voz baja.
Shoko vio lo gustoso que se veían bailar, lo que le provoco una gran punzada de celos. Ok, ya tuvo suficiente, hora de la acción. Ella intervendría y empujaría "suavemente" a Amaterasu, ocupando su lugar como pareja de Seiya. Poco después se lo llevaría y entonces...
-¿Qué estas haciendo, chica?-.
Ambas Saintias chillaron de la sorpresa al ser sorprendidas por quien les hablo. Estaban tan concentradas en Seiya y Amaterasu que no prestaron atención a su entorno.
Vieron que era el Dios Susanoo, que estaba vestido como civil para pasar desapercibido, aunque aun cargaba su katana en la espalda.
-Susanoo-san. ¿Qué hace aquí?- Pregunto Shoko.
-Mi hermana me llamo, me dijo que unas plagas la estaban vigilando- respondió Susanoo con tranquilidad.
-Claro que si...- dijo Shoko con odio a la pelinegra. -¿Nos podría dejar ir por favor?- Pregunto tiernamente. -A cambio, le puedo dejar a Xiaoling para que se conozcan bien-.
Xiaoling miro boquiabierta a Shoko. ¡La bruja la estaba usando como moneda de cambio! ¿Eris tendrá algo que ver, o finalmente ve el lado oscuro de Shoko?
Susanoo miro a Xiaoling, estudiándola un segundo. -Aunque es bonita, no es mi tipo. Sin ofender-.
-Sin ofensa- dijo la Saintia de Ursa Menor.
-Y aunque personalmente no tengo nada contigo, roja, y disfruto viendo un triangulo amoroso como cualquiera, Amaterasu me quemara las pelotas si no le hago esta vez, así que...- suspiro. -Lo siento-.
En un destello, un Círculo Mágico surgió bajo los pies de Shoko, haciéndola desaparecer.
-¿A donde la llevo?- Pregunto Xiaoling.
-A mi dojo en mi templo en el Taka no Hama. No molestará más en la cita de esos dos- miro a Seiya y Amaterasu que seguían bailando.
-...Shoko de seguro va a querer matarlo, señor-.
-Bien. Estaba aburrido de todos modos y mis tropas de Shinigamis necesitan un buen entrenamiento. ¿Vienes?-.
La china suspiro. -Si. De todos modos, tengo que avisarle a Kiki-san del mensaje de Athena y las Tres Facciones-.
Sin nada más, la Saintia y la Deidad se fueron del lugar.
-¿A donde fueron Xiaoling y Shoko? Ya no siento sus Cosmos- exclamo Seiya, buscando con la mirada a las dos chicas que los habían espiado todo este tiempo, pero sin dejar de bailar.
-De seguro finalmente se cansaron y se fueron- comento Amaterasu sonriente, felicitando a su hermano y prometiéndose no ser tan dura con él la próxima vez que haga una estupidez. -Pero no importa-.
Seiya sentía que después le esperaría algo malo, pero por el bien de la cita, por esta vez decidió dejar de lado el tema. Qué el Seiya del futuro resuelva lo que sea que vaya a pasar.
Siguieron bailando unos minutos más, hasta que cuando decidieron separarse...
-¡Gracias a todos los presentes por estar aquí, en lo que es una gira de celebración cultural mundial!- Hablo un hombre de piel morena y gafas de sol a través de un micrófono. Él debe ser quien orquesto todo. -Ahora, para terminar, vamos a tocar una canción especial: Blue Dream. Quien desee, la puede bailar. Espero les guste-.
-Conozco esa canción- exclamo Seiya, reconociendo el nombre. -Era de mis favoritas. Hace tiempo no la escucho-.
-¿Quieres un baile más?- Pregunto Amaterasu.
-¿Segura que no estas cansada?-.
-No me subestimes tanto- Amaterasu bufo divertida. -No soy una guerrera como tu, pero podría bailar todo el día y seguir caminando como si nada-.
-Si no tienes problemas, por mi bien- acepto Seiya.
https://youtu.be/MGXPZ-fnhDE
Cuando la melodía comenzó a sonar, Amaterasu se dio cuenta que la pista se había despejado, quedando ahora pocas personas, y todas eran parejas de hombres y mujeres, incluyéndolos.
Blue Dream.
Secreto interior.
Universo intersección de dos.
Cuando las primeras letras sonaron, ambos se movieron al ritmo suave de esta, siguiendo a un ritmo tranquilo.
Blue Dream.
Todo cambiara.
Y tus sueño se realizaran.
Quiero revelar todo de mi.
No disfrazar la verdad.
No...
El ritmo siguiendo siendo tranquilo, pero comenzó a subir un poco de intensidad al final de la segunda estrofa.
Vivirá el profundo amor.
Yo lucharé siempre así.
Uhh Uhh Uhh...
Vivirá el profundo amor.
No importa, yo se vivir.
A diferencia de lo que todos piensan, Seiya si sabe disfrutar de cosas como el arte, pero no de cosas como cuadros u obras falsas, sino de cosas que pudieran expresarse con el corazón y sentirse.
No sabe que hizo que esta canción fuera una de sus favoritas, pero al oírla, tenía ese "algo" que lo hacía sentir emotivo, incluso ahora, tras tantos años de oírla por primera vez.
Sueña un eterno amor.
Tan sublime como la creación.
Siguieron moviéndose a un ritmo suave y lento. Blue Dream no era una canción en la que deberían moverse rápidos, pero aun así habían partes en las que Seiya sabía que tendría que moverse un poco más rápido, o hasta hacer girar un poco a Amaterasu. Shun dice que a las mujeres les gusta que los hombres las hagan girar en medio del baile.
Sueña, vuela como yo.
La verdad del cielo te cubrió.
Quiero transformar todo en mi, renacer en libertad.
¡Ohh!
Aquí es donde Seiya podría lucirse un poco. Un hombre siempre debe lucirse frente a la chica, o eso a oído.
Vivirá el profundo amor.
Yo lucharé siempre así.
Uhh uhh uhh...
Vivirá el que crea en el amor.
Eternamente vivir.
Si era un pecado disfrutar de la cercanía, de la hermosa música y el baile, Amaterasu se consideraba culpable de todos los cargos. Se sorprendió de que Seiya no solo siguiera el ritmo, sino que fuera tan bueno bailando que se dio el lujo de hacerla girar, para luego atraerla a él con un movimiento fuerte pero firme. Ella sintió la mano grande de él en su cintura, sujetándola con firmeza.
Cuando la melodía llegó a ser puro instrumento, ella deseo que la mano de él fuera más abajo. El deseo de terminar el baile y buscar el motel más cercano surgió de la nada y estaba ganando fuerza en su mente. Calmo rápidamente esos pensamientos. No necesitaba ponerse caliente... al menos no ahora.
Vivirá el profundo amor.
No importa, yo se vivir.
Uhh uhh uhh...
Vivirá el que crea en el amor.
Eternamente vivir.
La letra termino y la música siguió un poco más hasta que se acabo. Aunque Amaterasu disfruto mucho el baile, no le hubiera molestado que hubiera durado más.
La Diosa miro el rostro de Seiya. Ella ligeramente más baja que él. Sus ojos escanearon su rostro masculino, queriendo grabarlo en su memoria. Noto los pequeños indicios de barba crecer en su barbilla; pero sobre todo, le encanto que esos hermosos ojos chocolate brillaran mientras la veían. Aunque no era un color de ojos muy raro, a ella le gustaba. Deseaba perderse en ellos todo el día.
Así que, dejándose llevar por el impulso y su amor, cerró la distancia entre ambos y unió sus labios con los de él en un beso que había anhelado durante años.
Seiya abrió los ojos de la sorpresa y las personas alrededor jadearon de sorpresa y soltaron silbidos, haciéndole recordar que seguían en la plaza.
-¡Así se debe termina un baile! ¡Bien hecho, campeón!- Grito el orquestador, mandándole una mirada de felicitaciones a Seiya por recibir el beso de una hermosa mujer.
Ese grito hizo que Amaterasu volviera a la realidad y se separa, con el rostro sonrojado de la vergüenza mientras recibían aplausos de los otros espectadores. Seiya, igual con un sonrojo, solo pudo saludar moviendo la mano.
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Tras una debida cena y que el sol finalmente se ocultara, ambos caminaban de vuelta al templo donde había partido su cita. Ambos se mantenían en silencio y el ambiente, aunque no incómodo, tampoco era exactamente agradable.
Llegaron a las escaleras del templo, pero ninguno dio el primer paso para subir. Saben que ya han bailado demasiado alrededor del otro y necesitan abordar el tema.
-Amaterasu...- hablo Seiya, pero no sabiendo que decir exactamente. -Yo...- trago saliva. Era más difícil de lo que pensaba. -¿Por que yo?-.
La Diosa del Sol sabía a lo que se refería esa pregunta y la esperaba a cierto punto. Seiya puede ser seguro gran parte del tiempo, pero esta situación claramente sacaba su parte más insegura.
-¿Preguntas porque yo, una Diosa, se enamoraría de ti, un mortal?- Pregunto Amaterasu, sin sonar ofendida o molesta por la interpretación.
-Si- asintió Seiya, al ver que no parecía molesta por eso. -¿Qué me hace tan especial?-.
Amaterasu alzo la mirada al cielo despejado. -Al inicio, yo tampoco lo entendí. ¿Cómo es que un chico logro tomar mi corazón, en donde cientos de Dioses fracasaron? Pero con el tiempo, entendí que a diferencia del resto, tu eras natural. A ti no te importaban las reglas que separaban lo divino de lo mortal, ya que tratabas a todos por igual y el respeto que mostrabas era por mi posición y por mi verdadero deseo de ayudar a los mortales, e igual no dejabas que eso te detuviera al interactuar conmigo-.
Amaterasu volvió a poner su mirada en Seiya y se acero lo suficiente para extender la mano y acariciar su mejilla. Seiya no sintió deseo de apartarla, ya que el tacto de Amaterasu era suave y cálido.
-Por que cuando te conocí, lo primero que note de ti no fue tu gran poder, sino el corazón amable y fuerte que tienes. A pesar de las dificultades que has pasado y de ser tan fuerte que podrías acabar con la mayoría de Panteones que existen, usas tu poder para proteger a los más débiles y no has dejado que el poder se te suba a la cabeza, manteniéndote como alguien humilde. Donde muchos otros me veían como un ser de autoridad, a quien respetar o temer, tu me veías como si fuera una mujer cualquiera-.
-Yo...- Seiya sentía que tenía que decir algo. -Yo siempre he creído que las acciones hablan más que las palabras. Al inicio, no te tenía mucha fe por mis experiencia con otros Dioses, pero rápidamente me demostraste que estaba equivocado y que te importaban los humanos tanto como a Athena, y cuando dijiste que podía tratarte sin formalidades, lo tome en serio, aunque tal vez debí pensarlo un poco, ya que sigues siendo la líder de todo un Panteón-.
-Yo me alegro que no lo hicieras, ya que al estar contigo, podía actuar y hablar libremente, sin el peso de mis responsabilidades o que alguien me juzgara. El pasar tiempo contigo se volvió algo importante para mi que me encontré esperando tu llegada con impaciencia y me frustraba con Athena cuando no te traía- comento Amaterasu, sin dejar su caricia en la mejilla del castaño. -En una larga línea de Dioses, reyes y guerreros, tu te destacaste como una brillante luz ante mis ojos, como una estrella que brillaba más que el propio sol que yo represento- acerco su rostro al de él lentamente. -Una estrella a la que, sin darme cuenta, empecé a seguir-.
Para sorpresa (y un poco de decepción) de Seiya, Amaterasu no lo beso en la boca, sino que le dio un corto beso en la mejilla.
-Pero a pesar de mis sentimientos hacía ti, o de los que tu puedas tener hacía mi, no soy la única en tu corazón, ¿verdad?-.
Seiya no supo que decir ante eso, solamente pudo bajar la cabeza, sintiéndose culpable por eso.
Amaterasu levanto suavemente la cabeza de Seiya con sus dedos puestos en su mentón. -Oye, es normal que una persona tenga fuerte sentimientos por más de una persona. No te estoy recriminando nada- dijo. -Se que esa cabeza de tomate y tu se conocen más tiempo del que nos conocemos nosotros, y ella tiene cosas en común contigo que yo no tengo, y lo respeto; pero no por eso me rendiré. Mis sentimientos no son débiles. Haré cualquier cosa para estar contigo-.
Amaterasu iba a ganar este encuentro, sin importar lo difícil que sea. No esperaba una respuesta de Seiya a sus sentimientos ahora, pero hacerle saber de los suyos y saber que era un poco correspondida ya era una gran victoria. Roma no se construyo en una noche. Podía tomarse el tiempo que necesitaba para cautivar y tomar el corazón de Seiya para si misma.
Seiya solo pudo soltar un leve suspiro y sonreír con incredulidad.
Estaba rodeado de mujeres increíbles.
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La Diosa del Sol sintió que tal vez no debía tomarse tanto tiempo.
Shoko estaba en la sala de estar del templo en donde Seiya se queda, tomando una taza de té y viéndose mucho más calmada que hace unas horas.
Lo que la pareja no sabía es que Shoko desquito todo sus celos en docenas de Shinigamis y Dioses de bajo rango sin títulos, dejando a todos fuera de combate y que fueran llevados al hospital, luchando incluso con el mismo Susanoo, terminando la pelea en un empate.
No solo sirvió para que la chica se calmara, sino que también le ayudo a entrenar más su Séptimo Sentido que había despertado hace poco. La Saintia aun estaba lejos de tener siquiera el nivel que Seiya tenía para la Guerra Santa contra Hades, pero se acercaba.
-Lamento interrumpirlos, pero vine porque necesito dar dos mensajes importantes- dijo Shoko, con una dulce sonrisa mientras se ponía de pie.
-Y... ¿qué mensajes son esos?- Pregunto Seiya, un poco nervioso por la sonrisa de Shoko. Nunca la había visto así, y sinceramente lo asustaba un poco.
-Azazel tiene un plan para revelar traidores dentro de las Facciones usando un ataque que la Brigada del Khaos realizará, pero como será una gran batalla, Azazel pidió apoyo a Athena para asegurar la victoria y reducir las bajas- informo Shoko, borrando su "dulce" sonrisa para dar paso a una expresión seria y profesional. -Kiki y tu irán con Shun como apoyo, junto a un pelotón compuesto de algunos Caballeros de Bronce y Plata-.
-¿Por que el pelotón? Los tres somos suficientes para eliminar cualquier ejercito. Demonios, solo Shun sería suficiente, aun si no los mata- dijo Seiya.
-Como Ares se unió a la Brigada del Khaos, es muy probable que envíe parte de sus fuerzas al ataque, así que Athena quiere asegurar la victoria y el menor número de bajas posibles. Por eso mismo, adelantaré la fecha del Torneo Galáctico unos días antes-.
Entendiendo esa posibilidad, Seiya no dijo nada más. Había escuchado del Berserker que Kiki enfrento en el primer ataque a gran escala de Ares en el Santuario, y era probable que hubieran enemigos con la fuerza para enfrentar a un Caballero Dorado, así que las fuerzas de las Facciones serían inútiles contra ellos.
-Entiendo. ¿Cuándo será la misión?- Pregunto.
-En unos días. Azazel se pondrá en contacto contigo y Kiki para acordar los detalles- respondió Shoko.
Sagitario asintió. -Muy bien. ¿Cuál es el otro mensaje?-.
-Pues...- la mirada de Shoko se poso un momento en Amaterasu, quien tuvo un mal presentimiento de lo que haría la cabeza de tomate. -Sería este...-.
Shoko tomo a Seiya del cuello de su chaqueta, y bajo la atenta mirada de la Diosa del Sol, se puso de puntillas y lo atrajo para besarlo.
Amaterasu abrió la boca de la sorpresa y el descaro de la mortal mientras Seiya sentía que su cerebro finalmente llegaba a su limite y explotaba al sentir la lengua de Shoko invadir su boca y entrelazarse con la suya.
Tras casi un minuto, Shoko se separa de Seiya con un hilo de saliva. El castaño tenía la mirada perdida, como si fuera un Windows que se sobrecalentó y necesitaba reiniciarse con urgencia, mientras que la mitad Demonio se lamía los labios y le lanzaba una mirada arrogante a su rival amorosa.
-"Seiya es mío, y haré lo que sea necesario para estar con él, aunque sea jugar jugar sucio"- dijo Shoko a modo de mensaje con burla en sus ojos.
La doncella recatada y paciente que había sido hasta ahora se fue, ahora hay una Demonio que sabe lo que quiere y lo obtendrá a cualquier costo. Conocer sus raíces claramente la afecto más de lo que admitirá.
En su hogar, Zeoticus Gremory sintió una sensación de orgullo.
Con el valor que había reunido de la cita de hoy y sabiendo que ella tenía las "armas" más grandes, Amaterasu se puso frente a Shoko, quien no se dejo intimidar. Las dos estaban a este punto liberando rayos de sus ojos hacía la otra.
Y esta es la perfecta representación de como se pasa de una guerra fría a una guerra armada.
Tsukuyomi, que observaba todo esto por sus poderes al ser de noche, decidió que era hora de guardar las cosas de valor. Se iban a romper muchas cosas.
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N/A: Hasta aquí el capitulo. Este ha sido el capítulo más largo del fic hasta ahora, y no hay ni una sola batalla.
Aquí se abarcaron muchos temas. Primero, lo que paso después del ataque de Rokudo y la incorporación de Ingvild al grupo, aunque no será un personaje muy activo por ahora.
También vemos a Seiya descubrir finalmente sus sentimientos pero no sabe como lidiar con ellos, así que va a pedir la ayuda de un experto en Shiryu, que es el único casado de sus conocidos en quien puede confiar para esto y lo ayuda mucho.
También tuvimos la aparición oficial del Dios Hachiman, y no me refiero al de Oregairu, sino al de la mitología. Kiki y él han estado trabajando mucho en Kusanagi. Para quienes leyeron Episodio G Assassin entenderán.
Y entre la cita de Seiya y Amaterasu, vimos un poco de avances con Hyoga y Serafall, donde Sona va a aprovechar toda la situación para vengarse de su hermana por todas las vergüenzas que ha pasado. Le esta saliendo el diablo interior.
Y Amaterasu confeso sus sentimientos, no de una manera explicita o muy romántica, pero si lo suficiente para dejar claro lo que quiere y que se esforzara en lograrlo. ¡Pero Shoko aparece y contraataca! Parece que se aproxima un mar de sangre.
Pero la telenovela se pondrá en pausa de momento, ya que iremos lo más pronto posible al tema de Diodora y Shalba, que la verdad me saltaré de escribir eso porque todo será igual, incluida el surgimiento del descontrol de Issei con la Juggernaut Drive, aunque la forma en como volverá a la normalidad si será muy distinta.
Escribiré ese capítulo nomás para escribir la batalla de Kiki, Seiya y Shun contra los Dioses que recluto Ares y darle un poco protagonismo a otros personajes de Saint Seiya.
Y con notas no relacionadas al capítulo, pero si al manga de Next Dimensión, finalmente sucedió. ¡SEIYA DESPERTO DE LA MALDICIÓN DE HADES Y SE LEVANTO! No solo eso, ¡sino que TAMBIÉN APARECE APOLO! ¡Tenemos más cerca que nunca la saga del cielo!
Ojala estuvieras aquí para verlo, Jesús Barrero...
Fue la emoción que me dio ver a Seiya despierto en el manga lo que provoco que el capitulo saliera mucho antes de lo planeado. Otro milagro de Seiya, gente.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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