Capitulo 28
Tenso. Esa era la única palabra para describir el ambiente en el que el nuevo Santo de Sagitario estaba envuelto ahora.
Ciertamente conocer a los Dioses del Panteón de su país no fue como lo espero Seiya. Esperaba más de Dioses arrogantes que le dan ganas de golpearlos, pero los Dioses Sintoístas demostraron ser todo lo contrario a los Griegos, siendo Dioses con los que se podía entender y hablar con razones y no tenían ningún deseo de conquistar la Tierra ni menospreciar a los humanos, sino que admiraban su fuerza y los ayudaban en el grado que sus divinas presencias podían.
Dioses como esos son del tipo que Seiya puede respetar y admirar, para él y todos sus hermanos, esos son verdaderos Dioses.
Pero estar delante de uno de los principales Dioses Sintoístas que estaba bebiendo como si nada pasara, tras su declaración de que él era el líder de aquel grupo rebelde que se oponía a Amaterasu, era algo que lo tomo totalmente con la guardia baja.
Por que si, Kagutsuchi, el Dios del Fuego y los Herreros del Panteón Sintoísta, quien al nacer quemo las entrañas de Izanami y fue quien la mato y la convirtió en la Diosa de Yomi, estaba tomando Sake como si estuviera en un día de campo mientras Seiya y Tsunahi estaban serios y con la guardia completamente alta. El antiguo Pegaso estaba listo para encender su Cosmos al infinito en cualquier momento.
-¿Pueden tranquilizarse? Es incómodo beber Sake con ustedes siendo tan serios...- hablo el Dios pelirrojo tranquilamente. -¿No les gusta el lugar?-.
Seiya miraría alrededor. Ciertamente el local en donde estaban no parecía ser muy ostentoso, pero tenía un aura tranquila y hogareño que en cualquier otro momento podría haberle hecho sentir relajado. Aunque lo que si lo descolocaba un poco era ver que las meseras usaban típicos trajes de sirvientas con accesorios de animales como orejas de gato, colas de zorro, etc.
Había escuchado que eso se le llama "cosplay". Era Japonés. Es cultura saber estas cosas aunque no quiera.
-Por favor no este viendo indebidamente a ninguna de las meseras, Seiya-san- hablo Tsunahi de repente al ver como el castaño observaba a las meseras que pasaban.
-¡No estoy haciendo algo como eso! ¡Solo me llama la atención esos accesorios de animal tan peculiares para trabajar! ¡Eso es todo!- Respondió nervioso Seiya. -¿Qué cara crees que tengo? ¿La de un mujeriego?-.
-...-.
-... ¿Por que te quedaste callada?-.
-No digo que de un mujeriego... pero si la de alguien que atrae mujeres sin quererlo y no es capaz de notarlo. No se porque, pero usted emite esa sensación-.
Seiya quedo callado ante eso... él no era así, ¿cierto? Si, tal vez Shaina se enamoro de él, pero eso fue por lo esa acción que hizo de niño y por regla de la mascara que tienen las Amazonas, y que Saori ya arreglo, y al final pudieron terminar como buenos colegas y amigos, eso no cuenta.
Lo que el burro no sabía, era que ni siquiera notaba los sentimientos de Miho o Shoko a pesar de que era bastante obvio para todos... ni los sentimientos de otra más, pero eso no viene al punto.
-Je...- Kagutsuchi soltó una pequeña risa al observar la graciosa interacción. -Ya veo porque le agradas tanto a Amaterasu, eres más humano de lo que creí, considerando tu titulo-.
-¿Otra vez eso?- Suspiro Seiya. Ya se estaba cansando un poco de que cada persona sobrenatural con la que se tope lo llame "El Asesino de Dioses", él no se puso ese titulo, ni siquiera sabe de donde vino.
-No puedes escapar de eso, una vez que las multitudes te llaman de una manera, te llamaran así siempre, y el tuyo te lo tienes bien ganado: un humano que a pesar de ser de la categoría más débil de su ejercito, ha enfrentado amenazas que lo superaban y derrotado a los mismos Dioses del Olimpo, que para muchos son considerados unos hijos de puta por su orgullo y narcisismo, que incluso para los Dioses es excesivo y molesto, y eso ya es decir mucho- Kagutsuchi hizo una pausa para beber más Sake. -Y pensar que hace muchos siglos las cosas eran diferentes...-.
-¿A que se refiere con eso?- Pregunto Tsunahi.
-Esto ya deberías saberlo, Tsunahi, pero en el pasado, mucho antes de que incluso el Panteón Sintoísta fuera creado, los primeros Dioses existieron después de que los Dinosaurios fueron extinguidos. Los primeros Dioses de cada región nacieron del mismo planeta, o del cosmos, nadie lo sabe con seguridad en la actualidad, ellos fueron los que hicieron prosperar y crecer la vida de este planeta en un inicio para que sea habitable- el Dios del fuego miro a Seiya. -Y en tu Panteón tiene varios de esos primeros Dioses, que se dicen nacieron de la voluntad del planeta, ¿no?-.
-¿Te refieres a Gea, Urano y Pontos?- Pregunto Seiya, nombrando a la trinidad de Dioses, que más que individuos, eran seres que eran la representación de cada parte de la tierra: Gea la tierra misma, Urano el cielo, y Pontos el océano. Seres que existieron antes del mismo Zeus y crearon a los Titanes y más criaturas.
-No solo ellos, también existieron más Dioses que eran las manifestaciones del planeta y lo que constituía en otras partes del mundo. Todos ellos hicieron prosperar la vida en la Tierra. Y al hacerlo, varios de ellos decidieron crear vida para habitar el planeta vacío en esa época. El trío que mencionaste recién crearon a los Titanes, los Ecatonquiros y los Ciclopes. En el caso del Panteón Sintoísta, los primeros Dioses fueron los Tres Creadores: Ame-no-Minaka-Nushi-no-Kami. Takami-Musubi-no-Kami, y Kami-Musubi-no-Kami. Ellos crearon a Izanami e Izanagi y les dieron el poder y esa lanza que mi padre tiene para crear las tierras que ahora conocemos como Japón, y algo similar hicieron los mismos Deidades Primordiales en sus respectivas tierras-.
-Eso ya lo sabemos, es conocimiento común para cualquier Dios- interrumpió Tsunahi, que no veía el punto de las palabras del Dios mayor. -Con todo respeto, Kagutsuchi-sama, ¿cuál es el punto de decir algo que uno puede saber con solo investigar en cualquier parte?-.
-Siempre tan seria, Tsunahi...- suspiro Kagutsuchi por la poca paciencia que la mano derecha de Amaterasu le estaba teniendo. -Yo aquí tratando de dar una explicación genial y tu interrumpiendo, es descortés-.
-No puede esperar que actué diferente después de la declaración que hizo cuando lo vimos. ¿Acaso eso que dijo era mentira para atraernos? Por que si es así, entonces le debo decir que hubo mejores maneras para hacerlo-.
Tsunahi, aunque estaba un poco molesta por la charla que para ella se veía sin sentido, no era tan estúpida como para decir algo que le faltara el respeto a Kagutsuchi, ya que él sigue siendo un Dios mayor, mientras que ella es una Diosa menor, en términos de poder esta muy lejos del hermano de su Diosa Amaterasu, así que sabe que si él quisiera podría matarla sin esfuerzo; pero tampoco se quedará callada y perderá el tiempo con tonterías.
Kagutsuchi solo rodo los ojos en señal de cansancio, pero no parecía molesto por las palabras de la pelinegra.
-Lo que dije antes no era mentira, si soy quien lidera el grupo que los ha estado atacando a ustedes y a miembros de las Cinco Familias de Kyoto, pero explicaré todo eso a su momento, ahora déjame continuar mi relato- miro seriamente a la Diosa menor, quien se paralizo de miedo un segundo ante esa mirada y bajo la cabeza. -Bien- la expresión del pelirrojo cambio a una sonrisa. -¡Señorita! ¡Más Sake por favor!- Pidió otra ronda.
-¿Qué clase de Dios es este?- Se pregunto Seiya. Un segundo estaba serio al punto de lo amenazante y ahora estaba sonriente pidiendo otra botella de Sake. Realmente no entendería nunca a los Dioses.
-¿En que me quede...?- Se pregunto Kagutsuchi cuando le sirvieron una segunda botella. -¡Oh, si! Ya me acorde- se aclaro la garganta para continuar. -Ya luego de que los primeros Dioses, o "Dioses Primordiales", como quieran llamarlos, crearan las primeras formas de vida aparte de ellos, se contentaron a ver a sus creaciones crecer, hacer de las suyas y no se involucraban mucho a menos que los involucraba de alguna manera. Luego de un tiempo, los Dioses Primordiales comenzaron a desaparecer, la mayoría por conflictos con los seres que crearon y los derrocaron, como fue el caso de Urano con su hijo Cronos, u otros perdieron su forma física y se volvieron espíritus, como los Tres Creadores, que sus almas habitan en un espejo o simplemente se volvieron uno con el planeta, que fue el caso de Gea al parecer, y en su lugar fueron reemplazados por Dioses que crearon y empezaron a instaurar su gobierno a las razas que estaban en sus tierras, así empezaron a crear más razas y a reproducirse entre ellos para habitar más, ya que estos nuevos Dioses no tenían las mismas facilidades de crear nueva vida como sus antecesores. Aun así todo era paz y ninguna de las razas tenían razones para meterse en los asuntos de los otros Panteones que estaban formándose... hasta que una nueva raza apareció. No eran tan especiales como las otras que ya existían, o más bien... no lo eran para nada. Sentían curiosidad a su alrededor y trataban de comprender todo porque les parecía nuevo. Saben de cual hablo, ¿no?-.
-La humanidad, ¿cierto?- Dijo Seiya.
-Bingo- Kagutsuchi le dio la razón al castaño. -Hay diferentes versiones de como se crearon los humanos, aunque la mayoría de los humanos si fueron creados por los Dioses, los primeros que existieron si fueron como la ciencia humana lo dice, que evolucionaron hasta ser lo que son ahora. Esos primeros humanos eran la prueba de la evolución de las razas y del planeta mismo, una evolución que nadie espero, pero sucedió. Los humanos no tienen ningún poder por si mismos o alguna cualidad que los haga especiales como los Ángeles, Yokais, entre otros. Ni siquiera eran muy diferentes a los animales, ya que cazaban para comer- Kagutsuchi tomo un poco de Sake antes de continuar. -Pero eran criaturas pensantes y tenían una habilidad de adaptabilidad y de aprendizaje impresionante para una raza primitiva que fue lo que les permitió sobrevivir tanto tiempo, y eso fue lo que atrajo la atención de los Dioses...-.
Seiya sentía que lo siguiente que diría el Dios no sería de su total agrado.
Los Dioses que eran jóvenes en ese entonces, como mi padre Izanagi, Odín, Nuada, y otros más. Se interesaron en los primeros humanos, ya que ninguna divinidad los creo, por lo que eran seres totalmente nuevos para todos en el mundo. Incluso los Titanes se basaron en ellos para crear a sus "hijos", siendo los primeros Dioses en crear humanos, aunque los suyos eran muy superiores-.
-Espera, pero los humanos en Grecia nacieron a partir de Prometeo, quien los creo a partir de la tierra- interrumpió Seiya. -Eso que dices no tiene sentido-.
-Cierto, ustedes no lo saben. Me olvide que me dijo que no debo de decirlo- Kagutsuchi ve que casi mete la pata en ese asunto que era un secreto en el Panteón Griego, excepto para la primera generación de Dioses Griegos. -Olvida eso, ¿si?-.
Seiya no entendió lo que dijo, y admite que le llamo la atención ese comentario del Dios del Fuego, pero antes de que pudiera preguntar, el pelirrojo continuo.
-¡Siguiendo! Los Dioses, por mera compasión de la nueva raza que estaba existiendo, los ayudaban de diferentes maneras, algunos de manera directa y otros de manera más indirecta. Los humanos de ese entonces, eran muy ingenuos, vivían en completa ignorancia, no sabían lo que eran las mentiras, los engaños, o que esta bien o que esta mal, pero tampoco fueron tan estúpidos para no notar la ayuda que a veces obtenían, y pronto comenzaron a darse cuenta de la existencia de seres más poderosos que ellos, y ahí fue que lo inevitable ocurrió... esos primeros humanos empezaron a alabar a los Dioses. A pesar de que no sabían quienes eran, les rezaban y agradecían a los Dioses por traerlos al mundo y darles la bendición de vivir un día más-.
La expresión de Kagutsuchi se volvería más penetrante conforme seguía hablando.
-Y luego, distintos Dioses empezaron a preguntarse "si los humanos nacieron de peces y la evolución, ¿entonces porque no creamos nuestros propios humanos con nuestro poder para llenar el planeta?" Y así fue como los diferentes Panteones, jóvenes en esos entonces, comenzaron a crear sus propios humanos usando como base a los primeros humanos que nacieron de la Tierra y la evolución. Pero con eso, también empezó a nacer un sentimiento de codicia y arrogancia en los Dioses; de ser alabados, adorados, anhelados... para los Dioses, que solo habían convivido con las razas sobrenaturales que crearon y otros Dioses, fue un sentimiento extasiante para ellos, no me lo puedo imaginar- rio para si mismo. -Y los humanos que crearon comenzaron a vivir en las tierras en que ellos habitaban antes, pero que las dejaron a ellos para tener un lugar a donde existir, mientras los Dioses se iban a los reinos espirituales que estaban creando para que ellos habiten. De ahí viene el dicho: "la humanidad desciende de la divinidad", ya que los Dioses usaron muchos recursos para crear a los humanos-.
Seiya y Tsunahi no sabían que decir o como expresarse sobre lo que estaban escuchando, esto era una revelación de las grandes.
-¿Acaso lo que estas describiendo es...?- Hablo Seiya con un nudo en la garganta.
Kagutsuchi asintió. -Si... estoy hablando de lo que sería el comienzo de la era que es llamada "La Era del Mito". Curioso que esa era comenzara cuando la humanidad comenzó a existir- se dio cuenta Kagutsuchi. -Ya con el tiempo, la humanidad se incremento, así como el ego de los Dioses y su codicia. Al punto de que varios de ellos, hartos de solo alabanzas, empezaron a meterles ideas a los humanos sobre que ellos eran mejores que los otros Dioses, obviamente eso comenzó a causar caos, aunque porque la humanidad todavía no sabía que existían mas tierras aparte de las que habitaban, no avanzo mucho... pero a cambio, si ocurrió otro problema con las otras razas-.
-Habla de los conflictos que los humanos han tenido contra las razas sobrenaturales, ¿cierto?- Dijo Tsunahi.
-Si. Aunque los humanos le rezaban a los Dioses, habían sido ignorantes por mucho tiempo de la existencia de las otras razas, y cuando estas se acercaban a los humanos por curiosidad, ellos los atacaban por el temor que sentían al ver a criaturas diferentes a ellos y con poderes que no tenían. En poco tiempo, los humanos comenzaron a cazar cualquier raza sobrenatural que se topaba con ellos, y las razas los atacan en defensa propia, aunque si habían varios que atacaban a los humanos porque eran malvados. Los Dioses en aquellos tiempos de conflicto, solo se entretenían viendo los combates con un retorcido placer, ya que les parecía divertido que los débiles humanos intentaran ser más fuertes que razas como los Yokai o Demonios que nacieron con poderes-.
Seiya gruño molesto ante esas palabras ofensivas, pero ciertas para la época, ya que el Dios del Fuego parecía hablar de una época incluso antes de que el Santuario existiera, por lo que los humanos todavía no habían aprendido del Cosmos.
-Pocas razas como los Espíritus o los Elfos pudieron llegar a un mutuo acuerdo de alianza con los humanos, ya que tenían cualidades que los beneficiaban y porque a veces, los Espíritus ayudaban a los humanos por orden de los Dioses. Con los conflictos y que los humanos de cada tierra empezaron a entrar más en contacto, los humanos empezaron a dividirse en sus creencias, y también los Dioses... a pesar de que todos eran diferentes en costumbres y puntos de vista, nunca desarrollaron una rivalidad entre si porque no tuvieron razones de hacerlo. Sino que fueron los humanos quienes provocaron eso, creando diferentes religiones, y los Dioses creando y relatando sus propias historias y diciendo que los otros Dioses eran "Dioses falsos" en este mundo... creo que es obvio lo que pasaría: nacieron las guerras frías y hostilidades entre los diversos Dioses del mundo, pero nunca hicieron una guerra entre ellos porque no tenían razones para hacerlo, aunque varios de ellos no le faltaron ganas-.
-¿Estas diciendo que es culpa de la humanidad que los Dioses se volvieran arrogantes?- Pregunto Seiya molesto por lo que sonaba una afirmación, como si el hecho de que Dioses como Hades y Poseidón tuvieran un ego tan grande por culpa de la humanidad del pasado que era ingenua y tonta.
-Si, en parte, pero la mayor parte de la culpa es de los Dioses, que incentivaron a los humanos en rezarles a ellos y no a otros Dioses. Se dejaron invadir por la codicia y arrogancia, ni siquiera Dioses que son conocidos como grandes sabios como Odín o tu preciada Athena estuvieron excluidos de eso, ni mi padre Izanagi- respondió Kagutsuchi.
-¿Por que nos dice esto?- Hablo Tsunahi, que estuvo en silencio y prestando atención al relato de Kagutsuchi después de que este le pidió guardar silencio. -¿Qué quiere decirnos al contarnos esto? No creo que haya venido a decirnos algo tan importante y revelador de la historia de los Dioses del mundo por óseo-.
-Tan perceptiva como siempre, Tsunahi-chan- sonrió Kagutsuchi, tomando más de su Sake. -Es porque quiero que entiendan que, la humanidad creció y llegó a tal punto de crecimiento que en algún momento, dejaron de depender de los Dioses y las razas sobrenaturales con las que hicieron alianzas para luchar, en algún momento, las luchas por ver que religión era mejor, se convirtieron en luchas por ver que País se expandía aun más: los humanos dejaron de pelear por los Dioses y de venerarnos y empezaron a luchar por si mismos. El mundo actual, quieran o no admitirlo los Dioses, fue creado por los humanos...-.
-¿Y eso te molestas?- Inquirió Seiya, ya listo para escuchar el clásico discurso cliché de como los humanos deben de venerar a los Dioses por ser superiores a ellos.
-No- ok, eso si sorprendió a Sagitario. -Yo baje a la Tierra hace unos pocos siglos, me divertí ahí, y pude ver con mis propios ojos como el mundo actual ya no era liderado o creado por los Dioses, sino que los humanos eran lo que estaban dando forma. Incluso ellos han llegado a influir en muchos seres sobrenaturales, desde pequeños Duendes hasta Divinidades, para bien o para mal. Se tienen ganado su lugar en el mundo, aunque muchos no lo quieran admitir- el Dios miro a Seiya. -¿Nunca te has preguntado porque tanto empeño tiene los Dioses de tu Panteón por acabar con la humanidad? Por que saben que este mundo ya no les pertenece, porque aunque los humanos aun necesiten de algo a los Dioses, ya no tienen necesidad de venerarlos para que resuelvan sus problemas, y eso molesta mucho el frágil ego de los Olímpicos, tu, que has derrotado a Dioses, eres el mejor ejemplo de que en algún punto de la vida, los humanos ya no necesitarán a los Dioses-.
Seiya quedo congelado ante tales palabras. Más allá de que Hades y Poseidón no toleraban la existencia de la humanidad, no vio más allá de las razones por la que tienen tanto empeño de destruirla, siempre lo atribuyo porque estaban locos y tenían un ego del tamaño de un planeta... pero estas palabras cambiaban su perspectiva... ¿podía ser que en realidad Hades y Poseidón, así como cualquier otro Dios que Athena ha enfrentado, querían la Tierra porque los humanos se la quitaron a los Dioses al crecer e independizarse?
Kagutsuchi noto que el castaño tendría mucho que pensar después de esto, por lo tanto vio que era momento de ir al punto de todo esto.
-Ya con todo dicho, es hora de revelar lo que sería mi "maquiavélico plan"- se rio por el absurdo nombre. -El plan original era causar muertes de humanos para causarles temor, escalaríamos a medida que el temor en las personas comenzaba, desde vagabundos hasta miembros influyentes de la ciudad, la forma en que fueron asesinados y que tantos hayan muerto sin que la policía los atrape haría comenzar que de a poco, hay algo más sobrenatural involucrado. Pero las Cinco Grandes familias están haciendo un buen trabajo ocultando todo sin que nadie mis sospeches, los subestime en ese ámbito, así que el plan ya no sirve, menos con agentes de mi hermana involucrados-.
-¿Q-Que...?- Tsunahi palideció un segundo ante eso, antes de recuperar la compostura. -¿Por que haría algo como eso?-.
-Dime, Tsunahi-chan, ¿cuál es el mayor Tabú dentro del mundo sobrenatural?-.
La pelinegra se extraño por la pregunta, pero igual respondió. -: Es revelar a la humanidad entera sobre lo sobrenatural- luego cayo en compresión. -¡¿No me diga que esta tratando de...?!-.
-¡Exacto!- Respondió el Dios pelirrojo recargándose en su asiento. -La razón: bueno, me pueden llamar muy tradicionalista pero... extraño los tiempos de antaño-.
-¿Eh?-.
-Estoy aburrido de la forma en que las personas viven en este mundo. En el pasado, Japón era un país en que la espada era la ley y todos dedicaban su vida a ella; si eras fuerte y hábil con la espada, ganabas prestigió y nombre por el país, pero si eras débil, entonces solo morías. La vida era más peligrosa, pero valía la pena vivirla, era emocionante... pero cuando Japón se abrió al mundo y acepto sus costumbres, la vida empezó a perder emoción y los humanos olvidaron como vivían en antaño para vivir una era más cómoda-.
-¿Y porque a un Dios le interesaría como viven los humanos su vida?- Cuestiono Seiya molesto de que este Dios escupa así como si nada el esfuerzo de los guerreros del pasado que se esforzaron para crear una nueva era de paz, algo que los Caballeros hacían en cada Guerra Santa.
-Porque yo viví al inicio de mi existencia con los humanos antes de juntarme con el resto de Dioses- respondió Kagutsuchi, sonriendo nostálgico, como recordando algo que paso hace mucho.
-¿Cómo dices?- A Seiya se le hacía difícil imaginar a un Dios vivir entre mortales, si, Saori lo hacía, pero la mayor parte de su vida la vivió como la heredera de un conglomerado, así que ella tampoco una vida tan "normal".
-Supongo que tengo que contarte un poco sobre mi para que entiendas mejor- Kagutsuchi bebió un poco de su Sake, se le estaba acabando la segunda botella. -Yo soy el Dios del Fuego desde mi nacimiento, literal, las llamas en mi cuerpo eran tan poderosas desde que quemaron los intestinos de mi madre, Izanami cuando nací, causándole las quemaduras y haciendo que cayera al Yomi, siendo de esa manera como se volvió la Diosa del Inframundo Japonés. Izanagi no le gusto que yo, un bebé, lastimara a su esposa, aun si no tenía conciencia o control de mis poderes que era un recién nacido, me mato con su lanza divina-.
Seiya hizo una mueca de incredulidad y horror. ¿Qué clase de padre mata a su propio hijo recién nacido solo por dañar a su esposa cuando no fue su intención? Mitsumasa parecía buen padre a su lado.
-Mi padre es un bastardo, y además un cobarde, ya que al ver el rostro de mi madre cuando cayo al Yomi por las heridas que le cause, salió corriendo como gallina y se divorció de ella. Yo, por mi parte, morí, y de mi sangre nacieron más Dioses-.
-Si moriste, como...- Seiya quiso señalar el hecho de que estaba vivo y adulto.
-Gracias a mi querida madre, que usando los poderes que adquirió al volverse señora del Yomi, me devolvió la vida-.
Eso tenía sentido, los Dioses del Inframundo al parecer tenían el poder de devolver la vida a alguien, Hades lo hizo con Saga y los otros, aunque de manera temporal.
-Pero no podía quedarme en el Yomi, o sino ese lugar me tragaría, como lo hizo con Izanami, por lo que ella me dejo en la Tierra, donde tuve que aprender a vivir por mi cuenta mientras crecía. En ese tiempo, conviví con los humanos, fui uno de ellos, vi lo bueno y malo que tenían para ofrecer las personas en esa época. Incluso luche algunas guerras por ellos. Cuando ya estaba en la edad adulta, mi hermana Amaterasu me encontró y me explico mi origen divino, así como me dijo que no podía ir a buscarme antes porque Izanagi no lo permitió, pero como ahora era ella quien estaba a cargo, me dio la oportunidad de ir a Taka no Hama y ser un Dios verdadero como ellos. Rápidamente mi fuerza y habilidades demostraron ser muy superiores a muchos Dioses Menores, y me volví uno de los Dioses principales del Panteón Sintoísta, aunque con el disgusto de mi padre, quien siempre me culpo por como terminaron las cosas entre él y mi madre, cuando fue su él quien la dejo el Yomi e hizo el divorcio-.
-Viviste toda una odisea- dijo Seiya tras escuchar la historia del Dios del Fuego. Así como Athena, tiene delante de él a un Dios que creció y vivió entre los humanos antes de ocupar su puesto de sangre divina que le pertenecía por derecho.
-Pero si de verdad aprecia a los humanos como dice... ¿por que lidera un grupo de rebeldes que asesinan a humanos y se oponen a Amaterasu-sama?- Pregunto Tsunahi, encontrando contradictorio el actuar del Dios con sus palabras.
-Por que les tengo apreció, no puedo aceptar que ellos se queden como débiles con una vida aburrida. Yo, como Dios, que tengo una vida inmortal se cuan duro es vivir con una vida llena de aburrimiento, ya que a diferencia de los humanos, que se imponen objetivos de vida que quieren cumplir a cualquier costo, los Dioses pueden tomarse todo el tiempo del mundo y cumplir sus deseos, ¿luego que? Nada, solo vida de aburrimiento, y a diferencia de los Griegos, no dependemos de joderle la vida a los mortales o acostarnos con quien sea que nos de la gana... no la mayoría, pero al menos nos cuidamos-.
-¿Solo porque tu estas aburrido quieren comenzar un caos en el mundo para hacerlo más "emocionante"?- Seiya apretaba los puños de la rabia que estaba sintiendo, apenas si podía contenerse de gritar.
-¿Qué importa una guerra más? Los humanos han causado más guerras que los Dioses, al final son ellos quienes tienen la culpa de que el mundo tenga ideas de supremacía y conquista mundial, entre otras imperfecciones. ¿Sabían que incluso en el pasado de Japón, los humanos esclavizaban a Yokais para usar sus poderes y saciar sus sucios deseos? Eso era para los Yokais con rasgos más humanos, y las mujeres eran usadas como esclavas sexuales- Kagutsuchi miro penetrante a Seiya. -¿Crees que los Dioses son la causa de todo el mal del mundo? Deberías ver mejor la realidad, chico; aunque hay Dioses que sin son bastardos con mayúscula, la humanidad es más podrida que nosotros-.
Seiya abrió la boca para replicar... pero ni una palabra salió, nada... aunque quería hacer que este Dios se callara... no podía negar la verdad de sus palabras. No es tan ingenuo para pensar que todos los humanos son buenos, vario de los enemigos que ha enfrentado han sido humanos que solo sirven a sus Dioses por sus propios deseos, como era el caso de Alberich o Kanon cuando intento manipular a Poseidón, y desde que es Santo Dorado y recibe misiones, ha podido ver mejor cuan cruel pueden ser las personas.
Tsunahi tampoco pudo decir nada, sobre todo porque el Dios del Fuego tenía razón, al menos con el asunto de los Yokais: debido a la discriminación y esclavismo que los humanos les hacían, era que entre ambas razas hubo una especie de guerra fría, y que la separación del mundo humano con el sobrenatural fue lo que impidió que escalara a una verdadera guerra y evito que más Yokais sufran de esa manera.
-Y no planeo revelar lo sobrenatural a todo el mundo, solo a Japón, mínimo todo Kyoto y un poco más allá. No quiero tener problemas con los otros Panteones, no soy tan bastardo- Kagutsuchi terminaría de beber su segunda botella de Sake. -A diferencia de antes, donde los recursos para los humanos eran muy escasos y solo los de Clase Alta y o nobles como el Shogun tenían las mejores comodidades, aquí cuentan con más tecnología y más armamento como esas Bombas Nucleares. Cuando cometa el mayor tabú que los Dioses temen romper, Japón se reformara a la ley en que vivían en el pasado: donde los más fuertes y hábiles sobreviven y cada día era una batalla, y usaran esa fuerza contra el Panteón Sintoísta... toda la creación de mi padre será destruida por la misma humanidad del país que creo-.
-¿Por eso haces todo esto? ¿Para vengarte por lo que Izanagi-sama te hizo?- Exclamo Tsunahi incrédula e indignada. -Entiendo que lo odie y quiera venganza, pero esto afectara a Amaterasu-sama y todo el Panteón Sintoísta, y no solo nosotros: es imposible que lo que usted quiere hacer se mantenga solo dentro de Japón, inevitablemente el resto del mundo sabrá de lo sobrenatural por las noticias-.
-Ya si el resto del mundo se entera, me tiene sin cuidado, además que tampoco pienso hablar de todo lo sobrenatural, solo de mi Panteón. No dudo que los humanos comenzaran a cuestionarse sobre la existencia de otros Panteones, pero si esos Dioses quieren evitar un conflicto solo deben quedarse quietos sin dar señales y esperar unos años. No puedo decir lo mismo de nuestro Panteón, pero por algo hago esto-.
El Dios pelirrojo se paso la mano por el cabello mientras una sonrisa de emoción comenzaba a formarse en sus labios.
-Imaginen lo que podría pasar: todo el país unido contra los Dioses que los crearon en primer lugar, los templos puestos en sus nombres desde hace siglos serían derribados. El solo imaginar la cara que pondría mi padre al ver toda su creación siendo destruida mientras él era un cobarde que se escondía detrás de sus hijos me emociona. Imagínense si se enteran de la existencia de las Sacred Gear, podrían tomar a humanos que las tengan y usarlos para mejorar su propia tecnología y crear armas y dispositivos del mismo nivel que un ser de Clase Suprema-.
-¿Sacred que...?- Seiya no sabía lo que eran esas cosas.
-¿Pero realmente espera que todas las Facciones no se involucren al ver el potencial peligro que pueden tener al revelarse un poco de lo sobrenatural?- Cuestiono Tsunahi, su rostro estaba serio, pero por dentro estaba aterrada del plan del Dios del Fuego.
-No podrían aunque quisieran-.
-¿A que se refiere con eso?-.
-Esto es algo que mi madre me conto, todavía no existía cuando paso, pero parece que hay un pacto entre todos los Dioses de todo el mundo de nunca entrometerse en los asuntos de otros Panteones. Ellos no se meterán porque aunque revele lo sobrenatural, solo será relacionado a Japón, por lo que será un conflicto del Panteón Sintoísta-.
-Eres un bastardo...- Seiya apretó las manos debajo de la mesa, donde su puño fue rodeado por un aura de Cosmos dorado, señal de que estaba al limite de su paciencia.
-De todos, creí que tu me entenderías- Seiya enarco una ceja. -¿Tu no eres como yo?-.
-¡Yo no soy como tu!- Grito, por suerte había pocas personas en el local, y aunque atrajo las miradas, no duro mucho.
-Tu padre también es un bastardo que engendro 100 hijos y que no le dudo en el corazón mandarlos a campos de entrenamiento sin importar si sobrevivían o no, sin importarles que eran niños, ni siquiera los a ninguno como sus verdaderos hijos, en cambio, a una niña que alguien le dio, la considero su nieta y le dejo toda su fortuna. ¿Nunca te ha parecido injusto eso?-.
-¿Cómo sabes eso?- Pregunto Seiya. Los únicos que conocían esa información de su familia eran los involucrados (incluyendo Tatsumi).
-No serían tan tonto para hacer esta acción en el momento en que ustedes llegaron sin estar informado bien de ustedes, Asesino de Dioses. No subestimes la fuente de información que tengo en Japón- respondió Kagutsuchi de manera arrogante. -Ambos fuimos despreciados por nuestros padres, ambos tuvimos que luchar para ganar nuestra vida y un lugar, y aunque los dos ganamos un puesto merecido dentro de nuestro respectivo lugar, tú como Santo Dorado y yo como el Dios del Fuego, ¿de que sirve eso si no hay combate que valga el título?- Se puso de pie.
-¿A donde crees que vas?-.
-A preparar todo para el show, si quieres detenerme, dentro de un local de comida con personas, en medio de Kyoto, adelante, con gusto pelearé contigo-.
La Diosa Menor y el antiguo Pegaso se dieron cuenta que Kagutsuchi no escogió este lugar para solo hablar, sino como un punto en que podría escapar sin que lo persiguieran, ya que de intentarlo inevitablemente habría un conflicto, y con tantas personas era imposible que pasará desapercibido... el maldito era astuto.
-Pero les daré una pequeña pista: el lugar donde realizaré todo esto será en esta ciudad, en una zona muy famosa de Kyoto, lo revelaré a todo el púbico y usaré pruebas irrefutables-.
-¿Por que nos dice todo eso? ¿Tanta confianza tiene en su plan?- Pregunto Tsunahi.
-Un poco de riesgo le da emoción a todo, ya que sería aburrido una victoria segura- respondió Kagutsuchi, estando delante de la puerta del local. -Además que quiero ver la desesperación en los ojos de mi padre al ver como la gente lo odia y le teme, así como sus intentos para detenerme... ahora, si mi plan termina en éxito o en fracaso, dependerá de que lado este el destino- abrió la puerta para irse, no sin antes...- Casi se me olvida: no se preocupen por la cuenta, ya pague todo-.
Con ello, ambos Japoneses se quedaron en un silencio bastante incomodo por toda la conversación.
Seiya estaba bastante pensativo, y un poco temeroso, no por lo que enfrentaría; ya había enfrentado a tantos Dioses que se acostumbro, la diferencia era que a comparación de antes, se enfrentaba a un Dios que tenía motivos que, a pesar de no ser correctos, lo impulsaban.
Kagutsuchi quería vengarse de su padre Izanagi, y al mismo tiempo, llevar a Japón a un caos y una época parecida a la que se describe el Shogunato porque le parece la vida humana "aburrida". Lo peor era que estaban contra la espada y la pared, ya que a pesar de ser consciente de su plan, no saben en que lugar o momento lo harán, Kyoto tiene muchos lugares famosos, lo que no lo hace fácil.
Otro pensamiento paso por su mente: ¿de verdad él y Kagutsuchi se parecían tanto? Es cierto que a pesar de que fue en nombre de la justicia, lo que les hizo Mitsumada Kido a él y sus hermanos es imperdonable y por eso nunca le perdonará, pero nunca haría algo tan radical como lo que quiere hacer. Se lo dijo a Ikki hace mucho: a pesar de haber pasado por entrenamientos infernales, ni él ni los demás buscaron venganza contra Kido, como Ikki lo intento, ya que su motivación para volver era reencontrarse con su hermana Seika, nunca pensó en hacerlo pagar. Parece que Kagutsuchi tiene el mismo sentimiento de odio que Ikki en aquel entonces, pero esta vez no habría forma de hacerlo cambiar de parecer.
Otra problema era lo que pasaría si Kagutsuchi tiene éxito. ¿Qué consecuencias les traería a ellos? Admite no ser de los que piensan mucho, pero hasta él puede ver el peligro que el Santuario podría recorrer si las Naciones Unidas un día deciden romper el trato que tienen con el Santuario y los atacan con armas nucleares. Claro, en una hipotética guerra contra el mundo podrían defenderse y hasta ganar, pero ellos no eran conquistadores, eran los defensores de la Tierra y de su gente, estarían yendó en contra de todo lo que saben como Santos y del deseo de todas las generaciones pasadas.
La humanidad no se dejaría manipular tan fácilmente por un miedo infundado al punto de querer atacarlos cuando no les han dado una razón para eso... ¿verdad?
Tsunahi, tenía pensamientos más concentrados en el problema actual: a pesar de lo que intenten, solo son peones en el juego que Kagutsuchi ha planeado, no puede creer que uno de los Dioses más importantes de su Panteón sea capaz de intentar algo así... pero tras escuchar de su propia boca sus razones... puede entenderlo un poco, aunque odie admitirlo.
Su padre, el Dios Izanagi lo mato cuando solo era un bebé por haber quemado sin intención a su propia madre, quien fue la única que le mostró amor al darle de nuevo una vida, esta vez en la Tierra, donde peleo y se hizo de fuerza propia hasta que Amaterasu lo encontró y le dio su puesto legitimo de Dios, pero aun así parecía no ser querido y respetado como el resto de Dioses principales dentro del Taka no Hama, ya que ella escuchaba más de una vez malos comentarios sobre Kagutsuchi, y tampoco parece que en todo este tiempo como Dios haya arreglado, o siquiera hablo con Izanagi.
La ira de Kagutsuchi a su padre esta justifica, pero el querer romper el mayor tabú de lo sobrenatural como venganza e intentar crear un nuevo periodo de guerras... ya era demasiado extremo. ¿Por cuanto tiempo planeo esto? Mucho al parecer.
Saliendo del local, ninguno se dijo nada mientras caminaban, bastante preocupados por las terribles revelaciones que recibieron. Hasta que Tsunahi rompió el silencio.
-: Debemos decirle cuanto antes a Amaterasu-sama y Tsukuyomi-sama-.
Seiya asintió de acuerdo.
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Amaterasu se sentó con fuerza en su trono dentro de su palacio principal, donde estaba con sus dos hermanos, Athena, Marín y Seiya con Tsunahi. La Diosa del Sol estaba estaba en shock tras lo que les fue informado por parte de ambos, y no eran los únicos, todos los presentes no podían creerse la nueva información, pero sin duda era cierta.
-No puedo creer que Kagutsuchi intente hacer algo como eso...- dijo Tsukuyomi con una voz ahogada, sus ojos estaban dilatados de la sorpresa y horror.
-Nuestro padre siempre lo culpo por la situación de mi madre... y sabía que Kagutsuchi también lo odiaba... ¿pero para llegar a esto? Oh hermano...- Amaterasu se sintió horrorizada, pero al mismo tiempo, triste y apenada por no haber notado antes esto, ella fue quien trajo a Kagutuschi a Taka no Hama, y siempre lo trato como un hermano, pero parece que no fue suficiente.
-¿El desgraciado quiere una guerra? ¡Con gusto le daré una guerra! ¡Le cortaré la cabeza!- Bramo furioso Susanoo, aunque en sus ojos se podía notar un destello de dolor por la traición de un hermano. La relación de Kagutsuchi y él siempre fue de buenos hermanos, pero lo que estaba haciendo era traición a todos los Dioses Sintoístas.
-No debemos apresurarnos, hermano- aun en shock, Tsukuyomi trato de calmar a Susanoo. -No podemos actuar precipitadamente, eso solo le dará la ventaja a sus planes-.
-Athena, eso que dijo Kagutsuchi de un pacto entre los Dioses de no involucrarse en los asuntos de otro Panteón... ¿eso es cierto?- Pregunto Marín a su Diosa.
-Si, sucedió cuando mi padre y el resto de la primera generación de Olímpicos habían ascendido recién al poder tras derrocar a Cronos. No se los detalles, solo se que ningún Dios tiene permitido interferir en los asuntos de otros Panteones, de lo contrario se ocasionaría una guerra entre ellos- respondió Saori.
-Pero no paso nada cuando nosotros fuimos a Asgard a enfrentar a los Dioses Guerreros- señalo Seiya.
-Eso fue porque Fler, la hermana de la representante de Odín fue quien nos solicito ayuda y como el Santuario ya tenía una alianza con el Panteón Nórdico, nos dio la oportunidad de ayudar a un aliado, además que el problema fue causado por Poseidón, por lo que en teoría, fue un asunto del Panteón Griego- explico la Diosa.
-El problema es que haremos ahora que sabemos los planes de Kagutsuchi- intervino Marín. -Dijo que lo haría en un lugar famoso de Kyoto, pero eso no reduce la búsqueda, y no sabemos a que cuando lo realizara, aunque es probable que lo haga durante el día-.
-Tu Amazona tiene razón, Athena. No es momento para sorprenderse por las decisiones de Kagutsuchi- dijo Amaterasu, ya más recuperada. -Tsunahi, quiero que llames a Toshiro y a Byakuya, como los líderes del grupo que asignamos a este caso contigo, ellos deben saber esto-.
-A la orden- Tsunahi hizo una rápida reverencia y salió del templo.
-¿Qué haremos nosotros?- Pregunto Seiya a su Diosa.
-Aunque la amenaza de Kagutsuchi es alarmante, no podemos interferir como dijo, estaríamos rompiendo el pacto de los Dioses- dijo Saori frustrada por no ayudar.
-Solo si no te permitimos ayudar- hablo Tsukuyomi, atrayendo la atención de la pelilila. -Esta no era la manera en que queriamos hacerlo, pero las circunstancias hicieron que que las cosas se apresuraran- miro a Amaterasu como señal, y ella asintió.
-Athena, yo, Amaterasu, Diosa del Sol y la líder del Panteón Sintoísta, con el apoyo del resto de los Dioses principales del Panteón, aceptamos tu oferta de alianza entre el Panteón Sintoísta y el Santuario. A partir de este momento somos aliados, y en estos momentos de adversidad, te pedimos colaboración para enfrentar esta crisis que amenaza nuestro territorio por culpa de los nuestros-.
Saori no se sorprendió de que aceptarán al final su propuesta de alianza, lo que la alegro, pero lamentablemente no era en las circunstancias que deseaban. Se puso de pie y se acerco a Amaterasu.
-Amaterasu, como la Diosa de la Sabiduría y la Guerra, escuchamos tu pedido de ayuda, y ahora como aliados, lo responderemos como se debe. Trabajando juntos, podremos superar esta y cualquier otra adversidad que se acerque-.
Las Diosas estrecharon sus manos, sellando el pacto que formo la alianza del Panteón Sintoísta con el Santuario, una alianza que para algunos había sido impensable, pero que ocurrió. Todo gracias a los Deseos de la actual reencarnación de Athena de cambiar las cosas en el Santuario y avanzar con las épocas.
Separaron sus manos y Athena se dirigió hasta Marín. -Marín, quiero que llames al Patriarca Nicole enseguida y le informes de la situación. También quiero que envíe si es posible a algunos Caballeros para ayudar, no sabemos cuantos enemigos son ni su fuerza, por lo que es ser mejor precavidos-.
-Enseguida, Athena- la Amazona de Águila obedeció la orden de su Diosa y salió del templo para comunicar al Santuario.
-Yo notificaré a más Shinigamis y a los Dioses Menores y Semi-Dioses bajo mi mando para que busquen cualquier rastro de Kagutsuchi y sus aliados, si van a ejecutar su plan en Kyoto, deben estar escondidos en alguna parte de la ciudad- dijo Tsukuyomi, levantándose de su asiento.
-Yo le informaré a los líderes de las Cinco Familias para que estén alertas y no hagan una tontería, así como para que preparen a sus hombres por si acaso- menciono Susanoo, también levantándose.
-Yo también ayudaré más. Tal vez pueda encontrarlos con mi Cosmos, pero necesito un lugar donde pueda usar mi Cosmos para buscar en toda la ciudad- dijo Athena.
-Entonces venga a mi templo, es el más alto de todos porque esta cerca de la Luna, así que es el lugar perfecto para que busque- ofreció Tsukuyomi, y la pelilila asintió.
-¿Y yo que?- Pregunto Seiya, sintiéndose un poco fuera de lado.
-Por ahora mantente en espera, Seiya. Una vez que tengamos que hacer, actuaremos, esta vez no podemos ir al ataque como ocasiones anteriores, esta vez tenemos que planear antes de actuar- dijo Saori antes de retirarse.
El castaño suspiro fastidiado y apoyo la espalda en un pilar mientras se cruzaba de brazos. Odiaba no hacer nada, pero no podía ayudar en esta situaciones, él era más del caso de pelear que planeación.
Escucho un leve suspiro y al ver, noto que la Diosa del Sol tenía una mirada triste en su rostro. Ahora que todos los demás se fueron, solo quedaban ellos dos en el interior del templo, los sirvientes se retiraron para poder conversar en privado.
-¿Estas bien?- Pregunto por cortesía al notarla triste.
-¿Eh?- La Diosa noto la pregunta de Seiya. -Ah... si... bueno, no...- admitió con un deje de tristeza. -¿Te puedo hacer una pregunta?-.
-Claro-.
-¿Tu crees que los Dioses soy egoísta?-.
Seiya parpadeo sorprendido... no se espero ese tipo de pregunta. Lo pensó un momento, en el poco tiempo que ha conocido a la Diosa Amaterasu, ella demostró ser una Diosa bondadosa como Athena, una buena líder y alguien que no le importaba lo mortal o divino cuando se trata de una conversación, ya que ella les ha hablado a Marín y a él con el mismo respeto que le habla a Athena y los toma en cuenta como individuos.
-Ha decir verdad, "egoísta" no es una palabra que usaría para definirla, Lady Amaterasu. Usted se ha comportado de buena manera con Athena y conmigo, a pesar de ser un mortal que ha osado enfrentar a los Dioses muchas veces, así que no la considero como una Diosa egoísta- respondió. -¿Tiene que ver con Kagutsuchi?-.
-Si, ya que fui yo quien lo trajo al Taka no Hama. Como dije en una ocasión, mantengo una buena relación con mi madre a pesar de los problemas que ella tiene con padre, fue ella quien me conto de Kagutsuchi, y al saber su historia, sin pensarlo lo busque y lo traje. Al inicio creí que estaba haciendo lo correcto, ya que Kagutsuchi era un Dios tanto como yo... pero ahora que lo pienso, él nunca se sintió del todo cómodo en el lugar, cuando no estaba con Susanoo, Hachiman o conmigo, se le veía solo, y cuando estaba en un mismo lugar que padre, la tensión era muy alta entre los dos... tal vez fue muy egoista de mi parte traerlo, nunca paso por mi mente que tal vez él quería quedarse en la Tierra como cualquier mortal, con una familia y una vida allí... tal vez es mi culpa que el secreto de lo sobrenatural para el Panteón Sintoísta este en peligro-.
-Tu no hiciste nada malo- hablo Seiya con firmeza, sorprendiendo a la pelinegra que salió de su transe de culpa en el que se estaba sumergiendo. -Tu escuchaste de lo que tu padre le hizo a Kagutsuchi y lo trajiste a este lugar, y como un Dios, porque creíste que hacías lo correcto, ¿verdad? Cualquiera en tu posición lo abría hecho- Seiya se acerco a Amaterasu hasta estar frente a ella. -Tu no tienes la culpa de nada, la culpa la tiene Kagutsuchi, que se dejo consumir por su ansia de venganza y de pelear. En lo que a mi respecta, tu eres una buena Diosa, y una gran mujer. No te preocupes, todo saldrá bien-.
Amaterasu quedo con la boca abierta y expresión sorprendida al escuchar las palabras tan reconfortantes de Seiya, palabras que ella quería escuchar en varios momentos de su vida, pero nadie se la dijo... y en esta situación donde uno de sus hermanos quería traer caos que casuaría la destrucción de su Panteón, entre los seres divinos, era un humano que le decía que todo saldría bien.
Sin contenerse más, se abalanzo al castaño, rodeándolo con sus brazos y abrazándolo. Aunque estaba haciendo contacto con la armadura Dorada, a Amaterasu le sintió un tacto cálido.
Seiya se sorprendió por el abrazo y se sintió incómodo, ya que no estaba acostumbrado a los abrazos, pero entendiendo que la Amaterasu necesita apoyo, ya que esta vez se enfrentara a alguien de su familia, la abrazo por los hombros.
Amaterasu nunca lo diría, pero el abrazo de este chico fue suficiente para hacerla sentir segura y protegida, algo que nunca ha sentido de otros... y sin saberlo, avivaba unos sentimientos que comenzaban a despertar en el interior de la Diosa.
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Más tarde, el trio de Dioses Japoneses se reunían con el resto de líderes del grupo que asignaron para encargarse del asunto e informarle del reciente hallazgo.
Byakuya Kuchiki era un hombre joven alto y delgado, de piel pálida y ojos azules que tiene una mirada frívola. Su rostro era de expresión seria y severa acompañado por el entrecejo fruncido, su pelo es de color negro, y lo lleva largo, hasta la altura de los omóplatos. Sobre la cabeza utiliza un kenseikan, símbolo de su nobleza, un accesorio de color blanco que distribuye algunos de los mechones de pelo sobre la frente o dispuestos sobre su sien derecha.
Viste un uniforme de sacerdote de mangas cortas de color negro con un haori blanco sin mangas encima y una larga bufanda blanca en el cuello.
Byakuya procede de una familia de Shinigamis que han trabajado bajo el mando de Izanagi primero, y luego de Amaterasu. Los Shinimagis a los que él pertenece se encargan de llevar las almas de los muertos al Taka no Hama al ser dignos, para que pasen un proceso de descanso eterno o reencarnación. Byakuya es el actual líder de su clan de Shinigamis y es considerado el más fuerte.
El otro líder es Toshiro Hitsugaya, un chico con apariencia de adolescente entre los 12 y 14 años de estatura baja de pelo blanco en puntas hacía atrás con un pequeño fleco al lado izquierdo, tiene unos grandes ojos de color turquesa y una expresión seria, pero no tanto como Byakuya. Viste el mismo traje y haori blanco que Byakuya.
Toshiro también es un Shinimagi, aunque a diferencia de su compañero, era de clase baja al inicio, pero a diferencia del resto, tenía un gran potencial que fue entrenando por su cuenta, hasta subir puestos en los rangos de Shinimagis y volverse un Shinigami de clase Alta.
Ahora mismo los dos Shinimagis terminaron de ser informados por Tsunahi y los Dioses del plan de Kagutsuchi y sus motivos. Ambos estaban sorprendidos por esa relevación, aunque Hitsugaya lo demostraba más que Byakuya, que parecía analizar la información.
-¿Y que es lo que haremos ahora?- Pregunto Toshiro.
-Enviamos a distintos Shinimagis a buscar cualquier rastro de Kagutsuchi, ya se confirmo que no esta en su templo, así que no esta en ninguna parte de Taka no Hama. También se le informo de esto a los líderes de las Cinco Familias y a la líder de los Yokais para que estén en alerta- respondió Amaterasu.
-Ahora mismo, Athena también esta ayudando para buscar a Kagutsuchi con su Cosmos, pero no ha encontrado nada todavía- agrego Marín.
-Debe estar usando mágica y Senjutsu para ocultar su rastro. No sería difícil para un Dios de su calibre- dijo Toshiro.
-¿Pudiste contactar con el Santuario?- Le pregunto Seiya a su antigua maestra.
-Si, pero lamentablemente no pueden enviarnos apoyo, ya que varios Caballeros están en misiones por el mundo y el resto, incluyendo a Shun y los demás, deben quedarse a proteger el Santuario ante cualquier peligro- respondió Marín.
-Tampoco es necesaria la ayuda de extranjeros en los asuntos de nuestro Panteón- comento Byakuya, par irritación de Seiya.
-Ya somos aliados, así que deja ese orgullo patriota de lado, no es momento para eso-.
Pero Byakuya solo lo ignoro, molestando más a Sagitario.
-¿Qué haremos una vez que Kagutsuchi aparezca? Ya sea si nosotros lo encontramos o él aparecer para ejecutar un plan, no es recomendable actuar sin un plan antes- hablo Tsunahi para que todos se concentraran en el tema.
-Tsunahi tiene razón, ir a lo imprudente solo le daría ventaja- estuvo de acuerdo Tsukuyomi. -Pero en este caso, es correcto que sea un Dios, el que se encargue de otro Dios-.
Ante sus palabras, todos en la sala se sorprendieron, ya que estaba insinuando una sola cosa.
-Tsukuyomi, acaso tu...-.
-Nunca he tenido una buena relación fraternal con Kagutsuchi, y en gran parte porque yo he sido distante por mi naturaleza, lo admito- reconoció el Dios, interrumpiendo a Amaterasu. -Pero siempre lo he respetado por su fuerza, pero en esta ocasión sus acciones no son perdonable... así que en esta ocasión, como su hermano y compañero Dios, yo seré quien lo detenga-.
Todos, sobre todo los dos Shinimagis y Tsunahi estaban sorprendidos por la declaración de tomar armas del Dios de la Luna. Eran pocos los seres que lo sabían, pero a diferencia de la creencia de que Amaterasu o Izanagi eran los más fuertes del Panteón Sintoísta, en realidad Tsukuyomi era el Dios más fuerte del Panteón, solo que a diferencia de Susanoo, no le gusta pelear, menos por cosas sin sentido; pero ante el riesgo de que se revele lo sobrenatural de Japón, parece ser riesgo lo suficientemente alto para hacer que el Dios de la Luna tome armas.
-No considero eso una opción recomendable, Tsukuyomi-sama- el que se atrevió a protestar con el Dios fue Byakuya. -Eso podría ser parte del plan del Dios Kagutsuchi-.
-¿Qué quieres decir?- Pregunto Seiya.
-Kagutsuchi quiere revelar lo sobrenatural de Japón, y dijo que dará pruebas irrefutables para eso, ¿que mejor prueba que demostrar la existencia de los Dioses de este país? Por eso mismo, no recomiendo que usted, ni otro Dios se involucre personalmente en esto, ya que podría ser lo que el enemigo quiere-.
La explicación de Byakuya tenía sentido, Kagutsuchi ya ha demostrado ser estratégico al planear todo eso, y ha tenido el tiempo suficiente para pensar cualquier estrategia o contramedida, además que los conocía a todos, por lo que sabía como actuarían y el pensar que Amaterasu o Tsukuyomi actuaran personalmente para detenerlo se escuchaba con sentido.
Tsukuyomi se sentó pesadamente. -Pero no podemos dejar que se salga con la suya, a este paso se desataría una guerra entre Japón y nosotros que podría amenazar con volverse una guerra de la humanidad contra lo sobrenatural, y la culpa la tendremos nosotros por no haberlo impedido-.
-Y no dejaremos que lo haga, Tsukuyomi-sama, pero no como dijo, no podemos actuar precipitadamente- dijo Tsunahi.
En ese momento, Athena entro a la sala, notando el ambiente tenso y que todos estaban reunidos, fue fácil adivinar que estaban discutiendo que hacer.
-Parece que las cosas no están yendo tan bien...-.
-Por decirlo menos, Athena- dijo Marín. -¿Encontró algo?-.
-No pude localizar la ubicación exacta de Kagutsuchi, no se como, pero ha logrado mantenerse oculto incluso de mi Cosmos, pero creo que encontré una pista-.
-¿En serio? ¡¿Donde?!- Pregunto Susanoo.
Athena camino hasta una pared del templo, donde estaba pegado un mapa de la época actual de todo Kyoto, y señalo a cierto lugar...
-Aquí. Fue el único lugar donde sentí una presencia divina que no tenga relación con Amaterasu. No puedo asegurarlo, pero tal vez sea el lugar donde esta Kagutsuchi o uno de los Dioses Menores que lo apoyan-.
-Es mejor que nada- dijo Toshiro.
-Ese lugar es...- Marín reconoció el lugar señalado por su Diosa.
Amaterasu miro a los presentes. -De acuerdo, debido al razonamiento de Byakuya y la posibilidad de que pueda tener razón, solo ustedes...- señalando con la mirada a Tsunahi, Toshiro y Byakuya. -...Serán enviados, ya que si en verdad se ubican allí, podría desatarse un combate. Byakuya y Hitsugaya tienen una fuerza comparada o un poco superior al de seres de Clase Suprema, y Tsunahi una fuerza de clase Maou- miro a Seiya. -Y como Athena nos presta sus fuerzas en este percance, el Santo de Sagitario también irá, él ya tiene experiencia enfrentando a Dioses, por lo que su ayuda será requerida-.
-Marín, quiero que tu también vayas. En estos momentos tenemos que usar todas las manos posibles para ayudar, y se que eres lo suficientemente capaz para lidiar con algo como esto- ordeno Saori a la Amazona.
-Como ordene, Athena-.
-A pesar de su fuerza, no se confíen. Son solo cinco y no sabemos cuantos más están del lado de Kagutsuchi, por lo que solo vayan de reconocimiento, informen de cualquier cosa y vuelvan- ordeno Tsukuyomi.
-¡Si!- Afirmaron Hitsugaya, Byakuya y Tsunahi como leales servidores de los Dioses de su Panteón, mientras que Seiya y Marín asintieron.
Todos ya estaban más decididos que nunca a pelear, y aunque algunos aun tenían incertidumbres en sus mentes, pelearían para evitar una crisis que afectaría a Japón, y posiblemente, a todo el mundo.
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N/A: Hasta aquí el primer capitulo del 2022, el más largo del fic hasta ahora.
Espero que les haya gustado todo sobre el relato de Kagutsuchi y su explicación sobre el mundo antes y poco después de la existencia de los humanos. A mi parecer, cada mito que describe la creación de la humanidad esta en lo correcto, pero en su respectivo país.
¿A que me refiero? Pues si Prometeo creo a la humanidad, creo a los primero humanos griegos, lo mismo con los Dioses Nórdicos y los primeros humanos de Escandinavia y así, aunque los humanos "originales" por así decirlo, existieron a partir de como lo dice la ciencia, evolucionando, al menos aquí en mi fic.
El tema de los Dioses Primordiales será algo muy importante a futuro, sobre todo los mencionados, Gea, Urano y Pontos, pero no por ahora.
Y una aclaración: cuando hablo del Cronos, Titan y padre de Zeus, Poseidón y Hades, lo escribo como se escucha (Cronos), pero cuando me refiero al Dios Primordial del tiempo y con forma de reloj de arena gigante de Next Dimension, le agrego la "H" (Chronos). Si llegan a confundirse, puedo cambiar la "C" de Cronos por la "K" (Kronos), déjenlo en los comentarios.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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