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Capitulo 2

El comienzo del día para Seiya fue... curioso.

Cuando llegó con el Director, fue una conversación agradable y rápida, donde le dijo su siguiente clase y le dio una hoja de los horarios y que clases haría en la semana. Vio que tenía una justo ahora, así que fue rápido al edificio dentro del instituto que era una gran cancha de basquetbol, pero que también funcionaba como una de futbol, allí vio a los estudiantes que usaban la ropa de gimnasia de la escuela que lo esperaban desde hace un rato.

Hizo lo típico: se presento, dijo que sería el nuevo profesor y que los haría sudar a todos, e hizo que después comenzaran a correr alrededor de la cancha por quince minutos.

Al presentarse noto tres cosas: primero, que ninguno de los que estaban presentes emitía un aura como la presidenta del Consejo Estudiantil, dando a entender que eran humanos. Significaba que gran parte de la escuela si eran estudiantes normales. Lo segundo, fue que había mas chicas que chicos. Por lo que Saori les conto, la Academia Kuoh antes era para solo mujeres, así que tenía sentido que la población masculina fuera menor que la femenina. Y la tercera cosa fue la reacción de sus alumnos al verlo.

Tras presentarse, los hombres parecían fulminarlo con la mirada, mientras que las mujeres no dejaban de verlo de una forma que lo hacía sentir incomodo, y eso aumento cuando mientras ellos corrían se quito su chaqueta, dejando expuesto sus brazos bien trabajados. Podía sentir sin siquiera abrir los ojos que las chicas miraban sus brazos cada que podían.

Digo, sabía que las mujeres les gustaban los hombres musculosos, y estaba orgulloso de decir que era uno, pero por último que sean discretas, sigue siendo su profesor después de todo.

Esperaba que a Kiki se sintiera mejor que él, y que pudiera acostumbrarse a las clases. No creía que en Jamir tuvieran escuelas.
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Kiki se podía sentir que no estaba mejor que Seiya.

Al llegar al salón no tuvo problemas en presentarse, se había quedado en Japón mas de una vez en el orfanato de Miho cuando era niño para aprender el idioma como una segunda lengua.

Lo complicado fue la reacción de quienes serían sus compañeros de clases.

Vio que los estudiantes lo miraban con curiosidad. Algunas chicas decían que era un poco lindo o que su cabello es bastante brillante, mientras que otras comentaban que ojala no fuera un pervertido, y los pocos hombres decían que esperaban que no fuera otro Kiba, quien quiera que sea.

Pero si se dio cuenta de las dos presencias que emitían un aura maligna en el salón. A una le pertenecía a una joven pelirroja con una figura muy voluptuosa de ojos verde, y que de las dos era la que emitía mas de esa aura. La segunda era otra chica de cabello largo y negro que lo tenía atado en una cola de caballo alta y ojos violeta, con una figura que era mas curvilínea que la pelirroja, y aunque también emitía la misma aura maligna, parecía estar mezclada con otra aura diferente.

El profesor le indicio sentarse al lado de la chica de cabello largo, cuyo apellido era Himejima, colocándolo entre la pelinegra y la pelirroja. Se acerco de manera calmada. Al sentarse, ambas le sonrieron como saludo, gesto que devolvió un poco forzado, pero que no notaron o no les importo.

Mientras la clase daba indicio y el profesor comenzaba a enseñar, Kiki se dejo llevar por un momento. Su infancia no fue dura a pesar de su entrenamiento. De hecho, fue bastante animada y feliz, ya que su maestro siempre fue alguien que se preocupo por él, y además había hecho amistad con los niños del orfanato en el que se quedaba cuando iba a visitar a Seiya y los otros hace mucho, pero nunca experimento algo como ir a una escuela.

Sabía que era parte de su misión, pero no había nada de malo si lo disfrutaba un poco.
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(Mas tarde)

Ya era la hora del almuerzo, y Seiya y Kiki se reunieron en una mesa de la cafetería para hablar de lo que han descubierto en el primer día.

-Yo no encontré a ningún otro demonio desde lo de la entrada, y el resto fue bastante normal- comento Seiya masticando un sándwich.

-En mi clase me encontré con dos Demonios, ambas mujeres. Aunque había algo raro- dijo Kiki.

-¿Raro como que?-.

-Una de ellas emitía un aura maligna mas poderosa que la otra, creo que ella es una de las herederas que vinieron, y la otra también emitía esa aura en menor medida, pero parece que hay otra energía que se mezcla con la energía Demoniaca-.

-Creo que Athena nos dijo algo sobre eso, que con los Demonios en peligro de extinción tras su guerra, inventaron un nuevo método para asegurar su supervivencia. ¿Cómo se llamaba...?- El castaño tenía el nombre en la punta de la lengua.

-Reencarnación- termino Kiki. -Parece que usan un método y convierten a personas normales en Demonio, haciéndolos parte de su nobleza, o familia, creo que se le dice-.

Ambos sabían poco del tema, ya que la información que tenían de las tres facciones se las había dado Amaterasu a Athena y ella no los había investigado tanto ya que nunca tuvo interés en mezclarse con ellos y tampoco se entrometían en los asuntos de su Panteón. Si querían saber mas, tendrían que preguntarles directamente, algo que no podían hacer ahora.

Siguieron comiendo en silencio, pero los murmullos alrededor de la cafetería hacía que fuera difícil comer tranquilos, ya que sentían que la mayoría de murmullos eran hacía ellos.

-¿Alguien quiere decir algo?- Pregunto Seiya en voz alta. Si algo le molestaba era que dijeran cosas de su persona a sus espaldas.

Los murmullos pararon cuando él hablo, la cafetería se quedo en silencio.

-Gracias- bebió un poco de agua de su vaso.

-¿Y como nos acercaremos a los Demonios? Athena quiere que nos relacionemos con ellos para saber si son de confianza o no- pregunto Kiki.

A él no se le ocurría nada porque no era bueno socializando con personas que no sean del Santuario, e incluso dentro era algo difícil ya que todos lo trataban con respeto por ser un Caballero Dorado, excepto Seiya y los demás, pero porque a ellos los conocía desde hace mucho.

-Ya lo estamos haciendo, para eso nos convertimos en profesor y estudiante de esta escuela- señalo Seiya, terminando su sándwich.

-No creo que Athena se haya referido a solo seguir en nuestros papeles...-.

Seiya sabía bien eso, pero tampoco se le ocurría nada. No podían acercarse y decir "hola, sabemos que son Demonios y queremos conocerlo"... tal vez en el pasado si hubiera hecho eso, pero ahora no, no querían tenerlos con la guardia alta, no sabía de lo que eran capaces los Demonios, pueden ser incluso igual de fuerte que los Espectros.

-Por ahora dejemos que las cosas fluyan, ya encontraremos el momento de presentarnos. Por ahora no hay prisa. Ni Athena ni Amaterasu establecieron una fecha limite de vigilancia y apenas es el primer día- declaro Seiya.

-¿Qué las cosas fluyan? No se si realmente funcionara... pero puede que si- pensó Kiki, aceptando la idea. Tampoco se le ocurría una mejor.
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(Al final de las clases)

Ya esta sería la última clase del día que Seiya tendría que dar. Tenía que estar agradecido con Athena con darle esta materia como profesor. Nunca lo admitiría, pero Hyoga tenía razón en que no era muy bueno para el estudio, casi le hacía agradecer al viejo Mitsumasa de haberlo encontrado para ser un Caballero, no se imaginaba en donde hubiera terminado a parar de no serlo.

La última clase que tendría sería con un salón de segundo grado. Esta clase sería en el patio de la escuela. Seguiría el plan de entrenamiento que el anterior profesor había dejado, aunque lo cambiaría un poco para que se acomodará con su estilo.

Sintió dos energías malignas acercarse. Seiya levanto la mirada del portapapeles y los vio: eran dos jóvenes, uno era un chico de cabello castaño algo desordenado, usando la ropa de gimnasia de la escuela. A su lado estaba una chica mas baja que él de largo cabello rubio y ojos verdes, sus rasgos no eran Japoneses, así que debía ser extranjera, estaba usando una versión femenina del buso de la escuela.

Esos eran Demonios sin duda alguna, pero el aura que emitían no tenía la misma intensidad que la que tenía Sona, estaban igual que aquel chico Saji, así que supuso que eran Demonios Reencarnados como dijo Kiki. Se fijo mas en el castaño; el aura que emitía era de Demonio, pero también tenía otro tipo de aura a su alrededor, donde mas se notaba era en su brazo izquierdo. Era un aura intensa y poderosa.

Seiya noto que todos los alumnos ya estaban presentes, así que dejo de prestar atención por ahora a esos dos para mantener las apariencias, pero los pondría a prueba.

-De acuerdo todos, como es mi primer día con ustedes comenzaremos sencillo. Serán algunos trotes y ejercicios simples, quienes puedan terminarlos todos de manera rápida puede retirarse antes- declaro Seiya a sus alumnos.

Tras darle las indicaciones de los ejercicios, sus alumnos comenzaron a realizarlos. Los dos Demonios iban a hacer lo mismo, pero Seiya los detuvo llamándolos, haciendo que ambos se acercaran a él.

-¿Cuales son sus nombres?-.

-Soy Hyodou Issei, profesor- dijo el castaño.

-¿Hyodou? Creo que algunos profesores mencionaron ese nombre en la mañana- pensó Seiya recordando los murmullos que escucho en el salón de profesores.

-Yo soy Asia Argento- se presento la rubia.

-Bueno, Hyodou y Argento, quiero pedirles ayuda a ustedes dos con algo- dijo Seiya.

-¿Qué cosa, profesor?- Pregunto Issei curioso.

-No se como serán los ejercicios que hacen normalmente, y quiero ingresar parte de mi propio programa de ejercicio, pero no se como afectaría a los alumnos, así que quiero que ustedes dos lo prueben para saber si debo integrarlo o al menos cambiarlo para que no sea tan pesado- explico Seiya.

-¿Nosotros? Pero...- Asia se veía insegura de esa propuesta.

-No se preocupen, si es demasiado tan solo tienen que decirlo y pueden parar y unirse a sus demás compañeros- dijo Seiya.

Era un buen plan, aunque lo dijera él. Vería la resistencia y movimiento de los dos Demonios y de paso probaba el programa que quería darles a los chicos con los que tendría clase, ya que lo que les enseñaban era una broma comparado a los entrenamientos mas básicos del Santuario.

¿Y cual fue el resultado del desempeño que los dos Demonios demostraron con su plan? En una palabra: Decepcionante.

No podía creer que realmente fueran Demonios, no pudieron llegar ni a la mitad de los ejercicios antes de caer agotados al suelo. Asia era muy frágil, no estaba hecha para las actividades físicas, Hyodou duro un poco mas, pero al final termino igual de agotado y tirado en el suelo.

Seiya agito la cabeza en negación. Sabía que eran humanos reencarnados en Demonios, pero pensó que al menos eso debió de darles fuerza sobrehumana. Ni cuando él era un niño se agoto tanto como ellos dos estaban, aunque eso debió ser por lo energético que era.

Suspiro, y se dio cuenta que habían dos chicos que no estaban haciendo los ejercicios que ordeno hacer, en cambio, estaban sentados en el pasto observando a las chicas que hacían sentadillas, o mas exactamente, a sus pechos.

Frunciendo el ceño, se le ocurrió algo. Se acerco en silencio hasta quedar detrás de ellos, se arrodillo para estar a su altura y susurro con la voz mas tenebrosa que pudo hacer.

-Parece que están disfrutando holgazaneando-.

Ambos jóvenes chillaron de sorpresa y se separaron. Estaban a punto de ponerse de pie y salir corriendo, pero Seiya los tomo del cuello de sus camisas fuertemente.

-Pr-Profesor...- intento hablar el primer joven, que era un chico castaño de lentes que por la luz bloqueaban la vista a sus ojos.

-N-No es lo que parece...- dijo el otro joven que era semi-calvo y de ojos negros.

-Yo creo saber lo que parece, y ya que parece que disfrutan tanto viendo a sus compañeras de clase haciendo sentadillas, entonces no tendrán problemas en hacer el doble de lo que ellas hacen, ¿verdad?-.

Los dos del trío pervertido sudaron a cantaron por esa aura tenebrosa que emitía su profesor, intentaron pedir ayuda visual con Issei, pero lo vieron levantándose con esfuerzo después de los ejercicios, y cuando sus ojos hicieron contacto, el castaño aparto la mirada.

Al terminar ese día, ninguno pudo levantarse por lo agotado y doloridas que sentían las piernas. No volvieron a sus casas hasta ya tarde, y con esfuerzo.
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(Mas tarde)

-Fue un día divertido, ser profesor no es tan malo como pensé- exclamo Seiya sonriente.

-Si, la escuela es bastante tranquila, y uno aprende mucho con las clases. Ahora entiendo porque las dos herederas vinieron a esta academia- dijo Kiki.

Ya el sol estaba cayendo cuando terminaron las clases, ambos caminaban juntos a la casa en la que residían y comentaban como fueron sus experiencias en este primer día, que fueron experiencias muy buenas.

A pesar de que los dos eran Caballeros Dorados y sabían que tenían deberes muy peligrosos, poder disfrutar de esta "normalidad" que no están acostumbrados por el ambiente en que están acostumbrados es relajante. Les recuerda que a pesar de ser Santos, también eran humanos. Agradecían de nuevo a Athena por esto.

-Esto me dejo con hambre. ¿Pedimos una pizza?- Sugirió Seiya.

Kiki abrió la boca para responder, pero ninguna palabra salió de sus labios cuando ambos sintieron una energía maligna liberarse por la ciudad. Podían sentir que la ubicación no estaba muy lejos, a unas tres calles de aquí.

-Por la cantidad de energía que libera, es un Demonio. Debe ser uno de esos Demonios renegados- dedujo Kiki. -¿Qué haremos?-.

Seiya lo pensó un segundo. -Nada. Dejaremos que los Demonios de aquí se encarguen, nosotros solo debemos ver como lo manejan-.

Kiki asintió de acuerdo.

Ambos avanzaron a paso lento de donde salía esa energía demoniaca, tenían que llegar antes que los Demonios para encontrar un lugar adecuado para observarlos en combate.
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La Nobleza Gremory hizo acto de aparición con un circulo mágico en el lugar donde el Demonio renegado libero su energía. La habían detectado en el instante que se libero y aunque luego el Demonio intento ocultarla ya era tarde para hacerlo.

El lugar era una obra de construcción en proceso donde se podían ver una mezcladora, algunos pilares de metal, cosas que es normal ver en lugares como este.

-Estén atentos, el Demonio ya debe saber que estamos aquí y este lugar es grande. No sabemos donde puede estar, así que avancen en pares- aviso Rias a su sequito.

Su nobleza asintió. Estaban formados por Issei y Asia, la chica de cabello negro largo, una chica pequeña de cabello blanco corto y ojos de un color ámbar, y un chico rubio de ojos azules con una espada en mano.

La de cabello largo tenía de nombre Akeno, la pequeña de cabello blanco de nombre Koneko, y el rubio de nombre Kiba. Eran la Reina, Torre y Caballo respectivamente de Rias Gremory, mientras que Issei es su único peón y Asia un Alfil.

El grupo se separo en pares para ir a revisar el lugar; Rias y Akeno iban juntas, al igual que Kiba y Koneko e Issei y Asia. Los dos últimos estaban ya recuperados del ejercicio que su profesor les hizo pasar gracias a los poderes de la rubia.

Los dos últimos avanzaban con cuidado, Issei iba adelante con su Boosted Gear activado, listo para defender a Asia de ser necesario. Ambos miraban a los alrededores con atención, y escucharon un ruido detrás de ellos.

-¡¿Quién es?!- Pregunto Issei en voz alta, pero no recibió respuesta. -Diablos, esto me trae un mal presentimiento-.

-¡Issei-san arriba!- Señalo Asia.

El castaño alzo la mirada, solo para ver como una figura de gran tamaño se lanzaba hacía ellos. Rápidamente empujo a Asia hacía atrás y retrocedió, esquivando la embestida de esa cosa.

Al tenerla frente a frente, Issei supo que este era el Demonio renegado. Su cuerpo no era humano como él de los otros que había visto anteriormente: era un hombre de cabello castaño con la parte superior de su cuerpo descubierta, mientras que la parte inferior era la de una serpiente. Su color era negro con diversas manchas moradas y café.

-Es una lastima que lo hayas esquivado, aunque tampoco tengo problemas en jugar con la comida- siseo el Demonio, incluso su lengua era la de una serpiente.

-¡Asia, ve a buscar a la presidenta!- Ordeno Issei, mientras empezaba a reunir energía.

-¡Boost!-

-¡S-Si!- Asia se puso de pie y salió corriendo.

-¿A donde vas? ¡Te perderás la cena!- El Demonio con cuerpo de reptil se elevo aprovechando su cola y paso de largo a Issei, avanzando hacía Asia.

-¡Oye!- Issei corrió para intentar detenerlo, pero la punta de la cola se movió, golpeándolo y mandándolo hasta chocar con un pilar de la construcción.

Cuando el Demonio casi estaba encima de Asia, un gran relámpago cayo del cielo, golpeándolo de lleno en la espalda, haciendo que quedará en el suelo, retorciéndose de dolor.

-Ara, ara. ¿Queriéndole hacer daño a mi linda Kouhai? No puedo dejar pasar eso, mereces un castigo- en el cielo, estaba Akeno flotando con sus alas de Demonio, mientras chispas salían de entre sus manos y tenía una "dulce" sonrisa en su rostro.

-¡Issei-kun!- Kiba y Koneko llegaron a donde ellos estaban y el rubio ayudo a levantar a su compañero varón.

-Kiba, Koneko-chan, Akeno-san, ¿cómo...?-.

Iba a preguntar como llegaron tan rápido, pero en ese momento Rias se puso a su lado.

-Supuse que el Demonio intentaría esconderse cuando llegáramos, y que era probable que si nos separábamos, iría primero por quienes parecían mas débiles- explico Rias. -Lo lamento, no era mi intención de usarlos como carnada- se disculpo.

-Bueno... Asia esta bien, así que supongo que no hay problema- respondió Issei.

-¡Empecemos con tu castigo!- Grito Akeno, levantando su brazo derecho. Un circulo mágico apareció arriba de ella y del Demonio renegado, del circulo empezaron a salir relámpagos que atacaron sin piedad al Demonio, quien comenzó a gritar de dolor.

Y Akeno estaba disfrutando esos gritos.

Rias suspiro. La Reina de su sequito no perdía el tiempo para disfrutar del dolor que le causaba a sus enemigos.

Por el dolor que estaba sintiendo, la cola del Demonio empezó a agitarse sin control, golpeando varios pilares clavados en el suelo, provocando que las estructuras ya establecidas de la construcción temblaran.

Rias noto eso y apuro a su amiga. -¡Akeno! Date prisa y termina con él, podría destruir las estructuras del lugar-.

-Vamos, Rias. Déjame disfrutar un poco- respondió Akeno con un puchero.

-¿Vas a ser tu quien encuentre una manera de explicar como una construcción en progreso fue desmoronada sin explicación?-.

Akeno suspiro, no le gustaba que la apuraran cuando estaba disfrutando con sus victimas, pero entendía el punto de Rias.

-¡Maldita perra!- Aprovechando que la joven había cesado sus rayos cuando intercambio esas palabras con su Rey, el Demonio renegado se elevo en el aire gracias a su cola para comerse a Akeno de un bocado y escapar.

Pero Koneko fue mas rápida, la pequeña salto y pateo el costado del Demonio, rompiéndole varios huesos y mandándolo a volar hasta las afueras de la obra.

-Maldi... ción...- el Demonio se retorcía de dolor, con todo el daño que le había eso esa mujer con sus rayos por su cuerpo y aquella patada que le dio esa chiquilla le sacaron mucha sangre, apenas si le quedaban fuerzas para moverse un poco.

-Ya se termino para ti- declaro Rias, le daría el golpe de gracia para así ya retirarse.

Un brillo carmesí lleno un momento el área de la construcción, y al apagarse el brillo, ya no quedaba ni rastros del Demonio.

-Vamos, Rias. Yo quería jugar un poco mas con él- Akeno descendió al suelo y guardo sus alas, quejándose como una niña que le quitaron su juguete.

-En el estado que estaba ya no hubiera soportado ni siquiera un ataque, además no quiero poner en riesgo las construcciones, no existiría manera de ocultar eso- respondió Rias.

El grupo comenzaba a juntarse para irse por un circulo mágico, pero la gema verde del guante de Issei brillo, y una voz hablo, deteniendo a Issei.

-"Compañero"-.

-¿Hm? ¿Qué pasa?- Pregunto Issei. Hace poco a comenzado a hablar con él dragón que estaba sellado en su Sacred Gear sin tener que estar dormido.

-"No... nada. Creí haber sentido algo, pero debió ser mi imaginación"- dijo Ddraig.

Por un momento, el Dragón Celestial creyó haber sentido mas presencias en el lugar, pero lo sintió de manera tan fugaz que debió ser su imaginación o algún animal callejero pasando. Aun tenía que acostumbrarse a su nuevo portador y este a él.

Issei alzo los hombros sin tomar en importancia ese comentario y se acerco a sus amigos.

Cuando el circulo mágico apareció y teletransporto a todos, Seiya y Kiki aterrizaron al lugar. Habían observado todo desde arriba de un edificio al lado de la construcción.

-¿Qué opinas? Pudieron acabar fácilmente con ese Demonio- pregunto Kiki.

-Ese chico Issei, si no fuera por la energía demoniaca que emana, pensaría que es un chico ordinario- comento Seiya.

-Y esos relámpagos que Himejima creo, aunque comparados a una técnica de rayos de un Caballero sería considerada débil, podría dañar a una armadura de bronce, o incluso de plata si se usan a todo su poder-.

-¿Himejima?-.

-Si: Akeno Himejima se llama la chica, va en mi clase, al igual que la pelirroja. Parecía una persona amable... aunque no me imagine que tuviera esos hábitos en combate...- refiriéndose a cuando estuvo torturando al Demonio.

-Un Demonio disfruta torturando a sus victimas, parece que es una cosa que comparten con los Espectros- declaro con disgusto.

-Y la chica pelirroja es Rias Gremory. Por lo que escuche en los pasillos, ellas dos son algo así como "ídolos" dentro de la escuela-.

-Bueno, al menos la mayoría sabe pelear, aun no sabemos como pelean Asia y ese chico rubio, porque para mi, esa chica de cabello blanco golpea tan fuerte que dejaría muy mal a cualquiera sin armadura-.

Kiki asintió, no viendo exagerado el comentario.

Dicho todo, Kiki los teletransporto a ambos de vuelta a la residencia. Seguirían observando a los Demonios un tiempo mas hasta que fuera necesario que notaran su presencia.
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N/A: Hasta aquí el capitulo. Este queda mas corto que el anterior porque no queda nada mas que mostrar por ahora.

Este capitulo se concentro en como Seiya y Kiki empezaron su llegada a la Academia Kuoh y ya conocieron a algunas personas, aunque aun no hayan interactuado con ellas.

La razón por la que aun no quieren mostrarse ante Rias y los demás, es que si piensas que si ellos se enteran que los están vigilando, van a creer que no actuaran como verdaderamente son por estar vigilados. No le tienen mucha confianza porque son Demonios y les recuerdan a los Espectros, algo que es se remarca muchas veces en este y el anterior capitulo.

También la pelea fue para que vieran de lo que son capaces, al menos algunos, ya se relacionaran mas, e incluso los ayudarán a volverse mas fuertes, ya que, en mi opinión, considero que los entrenamientos que la mayoría del grupo Gremory ha tenido no ha sido del todo correcto.

Ahora con las preguntas a responder.

Sin nada mas que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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