Chat Noir no regresó hasta el anochecer, cuando el sol se ocultaba en el ocaso y colores vibrantes teñían el cielo en todas direcciones.

Le dio bastante tiempo a Marinette para pensar y reflexionar sobre... todo lo que había pasado. Y vaya que eran muchas cosas de las que pensar.

Marinette comió lentamente su comida, sorprendentemente buena para la rapidez con la que había sido preparada. Trató de no pensar demasiado en los vacíos ojos rojos del lobo mirándola y enfocarse más en otras cosas, como en cómo salir de la situación en la que se encontraba ahora.

Había que enumerar las cosas que sabía con certeza:

Número uno: estaba encerrada en el hogar del monstruo de las leyendas, Chat Noir, en medio del bosque. Por mucho que él tratara de decirle que no estaba encerrada o que no le haría ningún daño el caso era que estaba encerrada y no tenía forma de salir.

Número dos: estaba herida. Muy herida. O al menos lo suficiente como para poder impedir cualquier tipo de escape. Recuperarse tomaría mucho tiempo, quizás más del que tenía en realidad, y no sabía que tan viable era regresar a casa a pie.

Número tres: Chat Noir era... diferente de lo que había imaginado. Este era el punto con el que más tenía conflicto.

La leyenda de Chat Noir y de todas las cosas que sucedían cuando él estaba cerca no era tan antigua como la mayoría de las personas decían. No podía tener más de tres o cuatro años que las historias comenzaron a salir a la luz. Pero por la misma razón, no podría ser las leyendas estuvieran mal por su distorsión en el paso del tiempo. Y tampoco podía admitir que las leyendas fueran completamente falsas.

Había cosas que las historias decían que definitivamente eran verdaderas. El monstruo era un espíritu del bosque, y definitivamente no era humano. Eso era claro de ver con cualquier mirada. Y definitivamente era un ser peligroso. Y tendría que ser tonta o ingenua para negarlo.

Y sin embargo... no la había lastimado. Venga, ni si quiera lo había intentado. Y había tenido más que una buena cantidad de oportunidades para lastimara de haberlo querido. Realmente, si la deseara ver muerta no necesitaba hacer mucho más que... esperar.

Y más sorprendente que no haberla lastimado, había hecho cosas para activamente mantenerla con vida y mantenerla sana. Había curado la herida de su espalda. La había traído a su casa desde quien sabe dónde. La había alimentado.

Y claro que la pudo haber capturado para luego torturarla, no estaría fuera del rango de posibilidades dado por las leyendas comunes. Y es algo que ella totalmente hubiera creído de haber sido una historia contada por los mercaderes del pueblo. Pero... había algo que no la convencía completamente de esa teoría.

Después de todo, Chat Noir había hecho demasiadas cosas que no eran necesarias para mantenerla viva, pero que le habían ayudado. El monstruo no necesitaba darle su cama, ni necesitaba ofrecerle la comida, mucha más de la que comería en un día normal. Le había ofrecido medicamentos contra el dolor cuando se lastimó su tobillo, dudosa la procedencia que tuvieran. Le había devuelto su daga. Y... cuando ella se había negado a dejarle curar su tobillo, él no se lanzó sobre ella para curarla sin su permiso.

Si era completamente honesta, éste era el punto que más la confundía. Si realmente no la quería lastimar y deseaba ayudarla, ¿por qué la había escuchado y le había permitido a ella misma curar su tobillo? No tenía sentido. Debería de haberla ignorado y vendado su tobillo, sin importarle sus gritos y lágrimas, para luego pedirle que le agradeciera. Cualquiera lo hubiera hecho. La vieja Sae lo hubiera hecho. ¿Por qué él no?

Ninguna respuesta tenía sentido, excepto la más ridícula toda. ¿Acaso estaba considerando la idea de que había respetado sus deseos y sus ruegos, únicamente por respeto y por un deseo de no aterrarla? De que estaba hablando. ¡Él era Chat Noir! ¡El monstruo del bosque! ¿Por qué haría eso?

Marinette cerró los ojos con fuerza, deseando nada más que despertar en su casa, rodeada por sus padres y amigos. Nada tenía sentido y solo quería ir a casa.

Un maullido agudo la distrajo de sus nublosos pensamientos. La chica bajó la mirada, para encontrarse con el gato negro que la había consolado en la mañana. Marinette sonrió.

"Hola pequeño. ¿Dónde has estado?"

El animal no le contestó más que con un maullido, pero fue suficiente para hacer que la chica sonriera débilmente. Realmente se sentía bien tener aliados en este lugar, por pequeños o... gatunos que fueran.

"Gracias por lo de hace rato."

Marinette se sentía un poco tonta por hablarle al animal, pero no quería quedarse sin decir nada. Pero gracias al cielo. El gato pareció agradecerlo, porque a los pocos instantes saltó a la cama, solo para acurrucarse contra ella ronroneando fuertemente. La chica soltó unas pequeñas risas, cuidando no mover demasiado la espalda, y hundió su mano en el pelaje del felino.

"Eres todo un descarado. Me atrevería a decir que así te le acercas a todos." El gato no se dignó a contestar eso, solo ronroneando más fuerte. Marinette rascó levemente bajo su cuello.

"Me pregunto cómo te llamas."

"Su nombre es Plagg."

Marinette se sobresaltó, pero calmó rápidamente su corazón. En la puerta de la casa, la alta figura de Chat Noir se recargaba contra el dintel de la puerta, sonriendo suavemente hacia el felino.

"No me preguntes el por qué del nombre. No se lo puse yo. Pero estoy bastante segura de que lo reconoce a la perfección."

Marinette quería mantenerse callada y no decir nada, pero... no había nada de malo en hablar sobre mascotas. Y la chica juraba que se estaba volviendo loca, pero entre la expresión gentil de su rostro y los suaves rayos del sol golpeando contra su cabello dorado lo hacían ver más... humano. Más como cualquier otro chico de la aldea que ella pudiera conocer.

"¿Cuántos años tiene?"

El monstruo la voleó a ver. "¿Plagg? Demasiados para contarlos. Pero yo llevo con él cuatro años."

Demasiados años para contarlos era una respuesta demasiado ambigua, y Marinette tenía demasiadas preguntas, pero por el momento decidió no comentarlas.

"Es un buen gato."

El chico sonrió dulcemente. "Realmente lo es."

Dicho esto, se despegó de la puerta para acercar una de los manos con sus gruesos guantes negros hacia el animal. Marinette se tensó cuando sintió su presencia cerca de ella. Chat Noir lo notó. La miró con una expresión dolida, pero se alejó de ella.

Marinette tragó saliva cuando vio al monstruo cerrar la puerta, bloqueando los vivos colores del atardecer en el bosque, sumergiendo la casa en oscuridad otra vez. A continuación, Chat Noir arrastró una silla hacia su cama y se sentó frente a ella. A pesar de tener al menos cierta seguridad de que el monstruo no la lastimaría, el miedo comenzó a correr por sus venas, haciendo temblar sus manos.

"Estoy seguro de que tienes muchas preguntas. Y no solo de mi gato. Si quieres, puedes preguntarme... lo que quieras."

Marinette entrecerró los ojos. "¿Lo que quiera?"

"Lo que quieras saber. Prometo contestarte con la verdad." El monstruo sonrió, y Marinette se preguntó si sabría que la vista de sus caninos puntiagudos tenía el efecto contrario que él quería sobre ella.

Marinette no quería preguntar nada. Temía hacer alguna pregunta que pudiera enfurecer al monstruo, y ni siquiera sabía si él realmente sería tan honesto como había prometido. Pero... si era completamente sincera, sí tenía preguntas. Muchas preguntas. Y hasta que regresara a casa, si es que regresaba a casa algún día, no tendría otra oportunidad para hacerlas. Por lo menos no otra oportunidad en la que hubiera probabilidad de que el monstruo le contestara.

Si quería salir de esta con vida, necesitaba toda la información que pudiera conseguir. Y ésta era la mejor oportunidad que tendría para obtenerla.

"Qué sucedió cuando me encontraste?" Esa parecía una pregunta segura, ya tenía prácticamente la respuesta y solo serviría para resolver algunos detalles.

El chico se recargó hacia atrás en su silla. "Mmm, como ya te había dicho te encontré a los pies del barranco. Estabas muy malherida, tu espalda era el peor problema. Te estabas desangrando rápido así que te traje aquí."

Bien, era una historia convincente y que no había cambiado demasiado de la última vez que lo había comentado. Sin embargo...

"Había otras personas conmigo. Antes de caerme. ¿Estaban cerca?"

Claramente no esperaba que todos la estuvieran rodeando cuando llegó Chat Noir, pero al menos alguno de los leñadores se habría acercado a buscarla ¿no?

Pero el monstruo negó con la cabeza. "Yo no vi a nadie más contigo cuando llegué. Estabas completamente sola. Pero de nuevo, no creo que llevaras demasiado tiempo ahí. La sangre estaba demasiado fresca como para haber tenido tiempo."

Así que su familia y amigos la estaría buscando por todo el bosque y no la encontrarían en ningún lugar. Fabuloso. Probablemente pensarían que había sido devorada por el oso. O que algún monstruo se la había llevado. La ironía la estaba matando.

"A propósito, ¿qué fue lo que te lastimó la espalda? Parecía ser de las garras de un animal, pero nunca había visto una herida de ese tamaño."

Marinette se encogió de hombros. "Fue un oso quien nos atacó."

"Mmm. Eso había supuesto. Aunque debo admitir que el tamaño de ese animal debió de ser impresionante."

"Jamás había visto algo así. Era como si no fuera realmente un oso. Cómo si fuera otra cosa."

Chat Noir se tensó ligeramente junto a ella. Marinette lo miró de reojo.

"Los buhoneros de mi pueblo hablan de varios animales como esos. Seres que parecen ser animales, pero que no lo son. Que son algo más. ¿Tú sabes algo de eso?"

No lo había imaginado. El monstruo definitivamente se había tensado. Tenía que saber algo.

"Bueno... sí los he visto. Sé de qué estas hablando. Pero... no se por qué han aparecido. Lo siento por no ser de más ayuda."

Estaba mintiendo. Tenía que estar mintiendo. Había algo en sus ojos que le decía que estaba siendo deshonesto. ¿Sobre cuantas otras cosas mentía?

"¿Tienes alguna otra pregunta?"

Oh tenía demasiadas preguntas. ¿Qué eres realmente? ¿Por qué mentiste sobre los animales? ¿Qué tienes que ver tú con ellos? ¿Cuánta verdad hay en las historias y leyendas? ¿Realmente eres un monstruo?

"No."

El chico asintió, pero no pudo esconder el suspiro que salió de sus labios, como si estuviera aliviado. Definitivamente ocultaba algo.

"Entiendo. De todas formas, si tienes más preguntas en el futuro me las puedes hacer. En el momento que tú quieras." El chico le sonrió.

Si claro. Como si fuera a ser tan tonta como para aceptar esa propuesta. Pero sin ánimos de ofender, simplemente asintió la cabeza.

El chico asintió con ella. Se paró de la silla y la volvió a recostar contra la pared. "De hecho... yo sí tengo una pregunta más para ti."

Marinette se tensó un poco y lo miró con incertidumbre. "¿Cuál es tu nombre?"

Bueno, esa era una pregunta sencilla de contestar. "Marinette. Mi nombre es Marinette." Cuidadosamente no mencionó su apellido. A pesar de que no pensaba que Chat Noir la fuera a lastimar ahora, lo mejor era evitar darle armas sobre la gente que quería. Mientras menos supiera el monstro, mejor.

"Marinette. Es un bonito nombre," le dijo el chico.

"Y asumo que el tuyo es Chat Noir," contestó la joven. Sin embargo, esta vez el chico hizo una mueca.

"Emm, sí supongo que así me llaman."

Esa era una extraña forma de decirlo.

"Realmente me llaman de muchas formas: Chat Noir, la Peste Negra, el Terror de los Bosques, la lista es eterna."

La chica parpadeó confundida. "¿Y cómo te llamas a ti mismo?"

El chico la volteó a ver con una sonrisa. "No he usado un nombre realmente en mucho tiempo. Pero... mi madre me llamó Adrien."

La chica sonrió nerviosamente.

"Adrien. El nombre te queda."

Y detrás de su suave sonrisa, Marinette supo que en esta ocasión realmente era honesto con ella.

Nuevo capítulo!!! Feliz Navidad a todos y espero disfruten el capítulo. Estuve pensando por mucho tiempo si valía la pena hacer que Plagg hablara como lo hice el la primera versión de la historia, pero al final decidí que mantenerlo sin voz lo haría un poco más misteriosos y un poco más como un espíritu. Sé que ahorita solo parece como una animal pequeño y normal, pero prometo que se pondrá más interesante en el futuro. 

¿Qué les pareció la conversación entre Chat y Marinette? Honestamente se están relevando unas cuantas cosas que estoy emocionada por contarles en próximos capítulos!!!

Recuerden que likes y  comentarios son inspiración para capítulos nuevos!!!