la leyenda de Chang'e
Chang'e flotando hacia la Luna
De acuerdo a la leyenda, Chang'e y su esposo Houyi eran inmortales y vivían en el Cielo. Un día los diez hijos del Emperador de Jade se transformaron en diez soles, quemando la Tierra.[1] Ordenando sin resultado a sus hijos que se detuvieran, el Emperador de Jade invocó a Houyi para ayudarle.
El conejo de jade vivía en la Luna preparando el elixir de la vida
Houyi, usando su gran habilidad para la arquería, le disparó a nueve de los hijos y dejó a uno para que fuera el sol. El Emperador no estuvo de acuerdo con la solución de Houyi para salvar la Tierra: nueve de sus hijos estaban muertos. Y como castigo, condenó a Houyi y a Chang'e a vivir como mortales en la tierra.[1]
Viendo que Chang'e sufrió terriblemente la pérdida de su inmortalidad, Houyi decidió emprender un largo viaje, una peligrosa búsqueda de la píldora de la inmortalidad para que volvieran a ser inmortales de nuevo. Al final del viaje conoció a la Reina Madre del Oeste quien acordó darle la píldora, pero le dijo que cada uno solo necesitaría la mitad de esta para volverse inmortal.[1]
Houyi llevó la píldora a casa y la guardó en un cajón. Advirtió a Chang'e de que no debía abrir el cajón y después se fue de casa por un tiempo. Chang'e no pudo resistir su curiosidad: abrió el cajón y halló la píldora justo cuando Houyi estaba regresando a casa. Nerviosa al pensar que Houyi la pudiera descubrir, ingirió la píldora completa. Entonces comenzó a flotar hacia el cielo debido a la sobredosis. A pesar de que Houyi pensó en disparar su arco hacia su esposa para evitar que flotara demasiado lejos, no pudo soportar la idea de apuntar una flecha hacia ella. Finalmente, Chang'e continuó flotando hasta aterrizar en la Luna.
Mientras pensaba que estaba sola en la Luna sin su marido, en realidad sí que tenía compañía: un conejo de jade que preparaba elixires, que también vivía en la Luna. Las mitologías japonesa y coreana también hablan de conejos que vivían en la Luna.
Otro habitante de la Luna era el leñador Wu Gang, que ofendió a los dioses en su intento de lograr la inmortalidad y fue desterrado a la Luna. A Wu Gang se le permitió abandonar la Luna sí podía cortar un árbol que crecía allí. Su desgracia era que cada vez que cortaba un pedazo del árbol este volvía a crecer, condenándolo a vivir en la Luna por toda la eternidad.[1]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro