19.5
— Sin duda ese fue el peor día de mi vida, perdida en la naturaleza sin manera de contactar a alguien. Ese día aprendí lo que era sufrir hambre, sed y que cada uno de mis músculos dolieran.
— Aprendí a respetar aún más la naturaleza, aunque aún sigo creyendo que todo fue culpa mía, hubieron cosas que se podrían haber evitado, si no les hubiese quitado los celulares...
— Yo creo mucho en el destino y si sucedió eso de esa manera es porque necesitábamos un golpe de realidad u aprender algo similar a eso.
— Aunque... No fue sólo lo que sufrimos en la naturaleza, llegando a la ciudad nos encontramos con algo que nos hizo desear seguir perdidos.
— Los peores dos días de la vida sin duda.
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