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05 "Las borrachas"

Capítulo 05
"Las borrachas"

*Iker*

...

Llegamos a la fiesta una hora más tarde que todos los demás invitados.

¿La razón? Tuvimos una pequeña entrevista y las chicas se detuvieron a retocarse su maquillaje que ha causa del sudor se les había corrido un poco.

El salón donde se estaba llevando a cabo la fiesta se encuentra decorado con algunos posters de la banda y otros artistas que participaron en el concierto, había en el fondo un pequeño escenario donde un grupo estaba tocando, había mesas alrededor de la que supongo es la pista de baile, estas estaban cubiertas con manteles blancos y encima tenían una pecera con algunas cosas brillantes flotando.

Las luces eran tenues, al lado derecho se encontraba la barra y en el izquierdo la mesa de bocadillos. De solo ver la cantidad de comida mi estomago rugió exigiendo alimentos.

— No esperé que vinieran tantas personas —comentó Santi— Es impresionante.

— El concierto estuvo impresionante —aclara Mary—.

— Bebito vamos por algo de beber —Maddison, quien no se ha callado desde que llegó a la carpa, toma a Santi y se lo lleva a estirones—.

Maddison es una buena chica, pero a mi parecer y al de todas mis compañeras es demasiado superficial y encimosa, siempre está encima de Santiago preguntado donde está, haciéndole videollamadas, es muy controladora y celosa.

Es bonita por fuera, pero desesperante por dentro.

— Bien tenemos que saludar a toda esta gente, ¿Hacia donde vamos primero? —Cuestiona Mar—.

Saludar personas significa conocer chicas lindas.

— Creo que por separado abarcaremos a más personas —sugiere Sky— yo iré con las que están junto a la mesa de comida.

— Te acompaño —digo lo más alto que puedo y me marcho tras ella—.

La mesa es bastante amplia y larga, por lo que hay diferentes tipos de bocadillos, se divide en tres secciones: del lado derecho se encuentran los aperitivos que son salados, en el medio hay platillos más completos y balanceados y en el lado izquierdo están los aperitivos dulces.

Sky y yo nos declinamos por los aperitivos salados para que no se note que estamos muriendo de hambre aunque así sea.

— Vaya ¿Dónde te cabe tanta comida? —Inquiero luego de uno minutos de silencio—.

— Ya me había olvidado de que estabas aquí.

Tomo una especie de galleta con una salsa roja encima y me la llevo a la boca esperando que añada algo más pero, no lo hace.

Tomo una bebida del mesero que pasa a nuestro lado y doy un sorbo mientras miro a mi alrededor, la mayoría de las personas no las conozco, solo veo unos cuantos rostros conocidos.

— Pensé que ibas a venir con alguno de tus ligues.

La voz De Sky me hace girarme para mirarla de frente.

— ¿Por qué no trajiste a Rogercito?

— Tenía citas de trabajo, pero me dijo que si podía vendría un rato a la fiesta —comenta aunque no se ve muy emocionada— Por cierto, mañana irá a la casa porque quiere hablar contigo.

— ¿Qué?¿También quiere impresionarme a mi?

Una sonrisa burlona se dibuja en su rostro.

— Al parecer cree que somos amigos.

Auch.

Estoy por contestarle cuando veo a alguien aproximarse hacia nosotros. Enseguida lo reconozco es Patrick, esa forma de caminar tan poco peculiar, su cabello rubio peinado hacia atrás con sus lentes de sol sobre el y su atuendo llamativo.

A mil metros podría saber de quien se trata.

— Iker ¡Hermano!

Sonrió de manera forzada y camino hacia él.

— Patrick cuanto tiempo.

— Súper estrella, pensé que nunca volveríamos a coincidir —nos damos un corto abrazo—.

Si, ese era el plan.

Meto las manos en mi bolsillo y miro hacia los lados.

— ¿Qué ha sido de tu vida?

Va a contestar cuando pasa, su vista viaja a la chica tras de mi, la observa, la detalla, hasta me atrevo a decir que la devora con la mirada.

— Hola hermosa —pasa de mi hasta posicionarse frente a ella y tomar su mano para depositar un baboso beso en su dorso— Soy Patrick Lee.

Sky retira su mano, es más que obvio que el tipo la incomoda pero se esmera en que no se le note.

— Skyler Ferrer

— Bello nombre para una bella dama —Alaga— Te he visto en fotos pero, no le hacen justicia a tu belleza.

La cara de Sky es todo un poema, su sonrisa forzada, sus ojos exclamando auxilio.

— Bueno, ustedes tienen mucho que no se ven, tendrán mucho de que hablar.

Patrick pasa un brazo por los hombros de mi compañera de banda y la junta más a su cuerpo.

Y no entiendo como es que este hombre no nota la incomodidad de ella, si es más que evidente.

— Tranquila, ya tendremos tiempo para hablar él y yo solos.

Podría divertirme un rato con esta situación ya que la cara que tiene Sky es digna de una fotografía.

Pero, estamos en una tregua o eso creo.

Además de que, si yo estuviera en una situación similar ella me ayudaría.

— Sky y yo — comienzo a decir mientras la tomo de la mano y la jalo hacia mi alejándola del agarre del rubio — tenemos gente que saludar, fotos que tomarnos con la banda, en fin, muchas cosas que hacer, pero en otro momento platicamos ¿Ok? Ojalá y nos veamos pronto.

Tiro de ella, que no pone mucha resistencia y nos alejamos de él mezclándonos entre la gente.

— Odio cuando las personas se sienten con tanta confianza como para sobrepasar el espacio vital.

Llevo mi mirada a nuestras manos unidas y nuestra cercanía, la suelto y doy un paso más lejos de ella.

— Gracias por ayudarme —añade—.

— No fue nada.

El resto de la fiesta nos la pasamos saludando personas, asaltando la mesa de aperitivos y escondiéndonos de nuestro buen amigo Patrick.

No cabe duda de que cuando la cabello arcoíris y yo hacemos tregua nos llevamos muy bien, ni siquiera se porque nos comportamos como dos niños.

— Voy por algo de beber ¿Quieres algo?

— Si, pero yo iré a buscar mi agua en el auto —me avisa— aquí solo hay alcohol y hoy no me apetece beber.

Asiento.

— ¿Te acompaño?

— Enseguida vuelvo.

La veo marcharse y hasta que ya no distingo su silueta me giro para ir por mi bebida, cuando llego a la barra no hay nadie así que yo mismo comienzo a servir mi bebida.

— Hola —escucho que saludan tras de mi—.

Me giro para saludar a la persona y me encuentro a la chica de la otra vez en el hotel, la pelirroja bonita que Skyler me ahuyentó.

— ¿Tu? —Inquiero con una sonrisa—.

— Que sorpresa —comenta ella—.

Veo que trae lo que parece ser un vestido rosa y su cámara colgada en el pecho.

— ¿Te contrataron para fotografiar este evento? —Ella asiente— Me siento ofendido por no haber sido fotografiado ni una sola vez.

— No me dijeron nada de también capturar fotos de empleados, pero si quieres te tomo una.

Niego con la cabeza y la miro con una sonrisa burlona.

— No soy un empleado —miro hacia uno de los posters del fondo— mira hacia allá.

Ella se gira mirando con atención hacia donde yo le indico.

— ¡Oh por dios! Eres parte de D5 —chilla— cuanto lo siento, perdón, yo no sabía nada.

— No te preocupes, no pasa nada —la tranquilizo—.

— Te juro que no te reconocí, soy muy distraída.

— No pasa nada.

Hablamos un poco sobre el evento, las fotos que ha tomado y el como fue que le ofrecieron el empleo y hasta le firmo un par de autógrafos.

— ¿Y tu esposa? —Inquiere moviéndole algo a su cámara—.

— ¿Esposa?

— Si, la chica con la que estabas la otra vez, que me ofreció ser la fotógrafa de su boda.

Suelto una carcajada al recordarlo.

— Fue una broma de Sky, ella es mucho de hacer ese tipo de bromita —explico— te lo iba a decir pero ya no te volví a ver.

— Pues que bromitas —murmura también riendo—.

Nos quedamos conversando durante bastante tiempo e inclusive me acompaña a buscar a Skyler cuando esta tarda demasiado tiempo en regresar y al no encontrarla en el auto decidimos quedarnos a conversar un poco afuera.

...
*Maritza*

...

A veces me sorprende las tonterías que se pueden llegar a hacer en menos de cinco minutos y más si estas en un estado de ebriedad como en el que Skyler y Maddison se encontraban.

Esto va a ser un escandalo mañana.

No es ninguna novedad que Maddie odia a Sky porque la primera cree que la segunda tiene sentimientos hacia Santi. Así que solo bastó que ambas estuviesen alcoholizadas  para decirse sus verdades y agarrarse de las greñas.

Lo bueno: esto sucedió en el patio por lo que solo un par de personas lo miraron.

Lo malo: Luego Skyler en medio de la fiesta lanzó a Maddie a los pastelillos y de eso si fueron testigos muchas personas.

Odio que a veces se comporten como si no fuésemos personas publicas y que tenemos una imagen que cuidar. Lo que no se es que sucedió como para que Skyler se ahogara en alcohol, hacía mucho que no lo hacía, tampoco se como demonios Maddie terminó borracha.

Espero y luego nos lo expliquen.

En estos momentos ambas están junto a nosotros en el cuarto de limpieza, están sentadas en el piso con la mirada hacia abajo, como niñas regañadas después de una travesura.

— ¿Dónde demonios se metió Iker? —Inquiere Santiago tallándose la cara—.

Como si lo hubiera invocado Iker abre la puerta e ingresa, Mar tras ella.

—  ¿Qué pasó? —Inquiere mirando a su alrededor sin entender lo que está sucediendo—.

— Tenemos que irnos ya. —Es todo lo que le digo— ayudamos con Sky.

Él voltea hacia el piso y mira a las dos borrachas sorprendido, claro aún más sorprendido cuando ve a Maddie llena de betún y migas de pan.

— Necesito una explicación —murmura—.

— Te la damos después.

Santi toma a su novia en brazos e Iker trata de hacer lo mismo con Sky pero ella se resiste alegando que puede caminar sola por lo que Iker va caminando tras ella preparado para atraparla por si llega a caer, lo cual en otra situación hubiera dado risa ya que el va caminando con los pies y brazos abiertos.

Subir al auto a la cabello de colores no fue fácil, primero se quiso subir de piloto así que Iker la tuvo que abrazar por detrás y tirar de ella para que entraran los dos juntos, por lo que Skyler quedó sentada en su regazo.

Por el bien del castaño espero y Skyler no recuerde nada de esto.

El trayecto a casa lo hacemos en completo silencio Mar voltea a mirar por momentos por el retrovisor para mirar a nuestra borrachita, Iker va más pendiente de que Sky reaccione y lo vaya a golpear y a mi no me apetece charlar.

Al llegar a casa la colorida está adormilada por lo que Iker la baja en brazos.

El auto de Maddie se estaciona detrás del nuestro, Santi abre la puerta de atrás para sacar a su ebria novia y llevar adentro.

— Me siento ligera como una pluma —masculla Sky extendiendo sus brazos—.

— Si, pero no lo estas —gruñe él tratando de que la borrachita no se caiga de sus brazos— estate quieta.

— ¿Sabes? Te odio.

— Wow eso no lo sabía —ironiza Iker— no te muevas tanto.

Ingresamos a la casa y Santi ya ha llevado a su novia a su habitación por lo que las luces del salón y las escaleras se encuentran encendidas, no dudo que las del pasillo también lo estén.

Iker deja a Skyler en el sillón.

— ¿Estás bien? —Inquiero al verla un poco adormilada y algo pálida—.

Ella niega con la cabeza haciendo que Iker se aproxime a ella y se incline para saber que es lo que pasa.

Sky se retuerce un poco y se inclina hacia delante vomitando al castaño en los pantalones.

— ¡Skyler!

Él se aleja pero le recoge el cabello para que pueda vomitar sin que este se llene de lo que está saliendo por su boca. Pasan un par de minutos cuando ella se deja caer en el sillón.

— Iré por cosas para limpiar y un vaso de agua —digo—.

— Te acompaño.

— No, quédate, no vaya a ser que vuelva a vomitar o se sienta mal.

Tiempo más tarde tengo a una Sky dormida en las piernas de Iker arropada y murmurando que nunca volverá a beber.

Cuantas veces no he escuchado eso.

— ¿Cómo está? —Inquiere Mar entrando al salón—.

Ella fue a ayudar a Santiago con la otra borracha y al parecer hizo una escala a su cuarto para colocarse el pijama.

— Ha vomitado tres veces, pero parece que ya está mejor —respondo—.

Se acerca hasta el sofá y se sienta a los pies de ella, Skyler tiembla.

— ¿Qué le habrá pasado para ponerse así?

— No lo se, ella y yo estuvimos juntos casi toda la fiesta —nos explica Iker— no había probado ni gota de alcohol, creo que debí haber estado más atento.

— Algo debió haber sucedido en el tiempo que la dejaste sola.

— Aquí la verdadera pregunta es ¿Por qué Maddie estaba borracha?

La pregunta de Iker nos hace alternar las miradas entre los tres. Desde que llegamos Santi ha pasado sólo en la habitación con su novia y ha salido por una taza de café pero no ha dicho nada.

— ¿Creen que hayan peleado? —Cuestiona Mar mirando hacia las escaleras—.

— No lo se —Iker coloca una de sus manos en la frente de la dormida— Santi nos lo contará después. O eso creo.

— ¿La llevamos a su habitación?

— Si, vamos te ayudamos —nos acercamos para ayudarla a ponerse de pie—.

— No, déjenme —réplica cuando la tomamos de los brazos— todo da vueltas.

— Mejor la dejamos aquí.

La rubia se frota las manos antes de decir:

— ¿Seguros?

— Si, podemos venir a verla durante lo que queda de noche —propone Iker—.

— Iré a prepararle un té para que si despierta tome algo —digo y me voy rumbo a la cocina—.

Que no es que esté muy lejos del salón y como también la casa está en completo silencio se me hace un poco más fácil escuchar lo que se habla en el salón.

No es que a mi me guste el chisme, pero ni modo que me tape los oídos, oír es algo natural.

Escucho cuando Mar se despide de Iker y se lleva lo que utilizamos para limpiar al baño.

La casa se queda en completo silencio y solo se escucha la olla en la que se está hirviendo el agua.

— ¿Te sientes bien? ¿Qué tienes? —Escucho que le pregunta Iker a alguien, a quien supongo es a la borracha—.

— Me da vueltas todo.

— ¿Por qué tomaste?

Se hizo un silencio hasta que escucho que contesta.

— Quería quitarme el estrés.

— Hay mil formas de quitarse el estrés.

— Ya no me regañes, no tienes derecho.

Uy, esto se está poniendo bueno.

Me asomo por la encimera y veo a Iker que la mira, supongo que ella tendrá los ojos cerrados.

— Tienes razón.

Él hace el amago de ponerse de pie pero ella se abraza de su cintura y lo retiene.

Esto está mejor que la novela de las cinco.

— No te vayas.

— Mañana no me vas a querer ver.

— Quédate mientras me duermo, por favor. No me dejes sola.

— Está bien.

Los dos se quedan en silencio mientras se acomodan mejor en el sillón.

Yo regreso a lo que estaba haciendo.

Una vez que el té está listo lo dejo en la mesita de centro, para ese entonces ambos están dormidos o fingen estarlo para que yo no les pregunte nada.

Pobre Iker, no quisiera ser él mañana.

...

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