Capítulo 22
"Una canción triste"
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*Narra Santiago*
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DOBLE ACTUALIZACIÓN
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Los días se pasan cada vez más lentos, sonreír me cuesta cada vez más, ya no es lo mismo de antes y me pregunto si algún día volverás...
rasgo la hoja y vuelvo a tirarla al suelo. Nunca me había costado tanto escribir canciones y no es que me esté costando mucho ahora, estoy seguro que si tomara todos los versos que he escrito y desechado, los cuales ahora adornan el piso de mi habitación, tendría ya una o varias canciones de desamor.
Pero eso no es lo que quiero, lo menos que necesita la banda es más canciones dedicadas a personas, canciones que luego no vamos a poder cantar porque nos recuerdan a ciertas personas o momentos.
Si es una canción no ligada a alguna persona mejor.
Además si Skyler descubre que Maddie me ha dañado lo suficiente como para que sólo se me ocurran melodías tristes y canciones que se acompañan con un trago de tequila y llanto, hasta las tres de la mañana sería capaz de ir a su casa y hacerla sufrir mil veces más a ella.
Y nadie, aunque me haya hecho mucho daño, se merece la furia de Skyler.
Giro en la cama hasta que quedo boca arriba y con la cabeza colgando mirando hacía la puerta, duro bastantes minutos así, hasta siento que comienzo a marearme de toda la sangre que se me ha ido al cerebro, aún así no cambio de posición.
La puerta chirrea indicándome que alguien va a ingresar, una silueta se recarga en el marco de la puerta y debo parpadear varias veces para poder enfocar y saber de quien se trata.
— ¿Estas bien?
— Si ¿Por qué?
— Estas en tu habitación a las casi cuatro de la tarde, con la cabeza más roja que un tomate y... ¿Cuándo fue la última vez que limpiaste la habitación?
Me giro y vuelvo a subir la cabeza en la cama, escucho los pasos de Iker resonar por la habitación, lo cual me dice que a ingresado.
— La he limpiado esta mañana —informo— pero pensé que podría escribir un nuevo éxito musical.
— ¿Y has entrado en bloqueo? —Cuestiona—
Fijo la mirada en el techo.
— No, sólo nada de lo que se me ha ocurrido me apetece escribir.
Escucho el ruido de una hoja y no me hace falta ser un genio para saber que ha tomado una de esas bolas que he tirado y la va a leer.
— Tu compañía me hace falta, anoche tu lado de la cama estaba vacío otra vez... ¿Qué? —Otra vez el ruido, supongo que ha tomado otra hoja— Los días de lluvia nunca me habían echo recordar tanto a ti, los ojos se me nublan y ya no tengo una razón por la cual ser feliz. —Silencio— No estas bien, no estas nada bien —argumenta mientras lo escucho recoger otra hoja del piso— Dame de tu amor, regresa a mi, no se estar sin ti, necesito tu calor... Sueño contigo, me he perdido, te necesito, vuelve a mi... Ya no quiero seguir leyendo.
—No lo hagas, por algo han sido desechadas... Nunca tendrán melodía, ni las conocerá el mundo.
— Necesitas hablar lo que ha pasado.
— No ha pasado nada —sigo mirando el techo— sólo necesito concentrarme.
— Necesitas hablar y si no quieres hablarlo con nadie escríbelo. Haz una canción para ti, necesitas desahogarte.
— Lo que necesito es dejar de pensar en todo esto —me coloco de pie, avanzo esquivando el cuerpo de mi compañero de banda— dejen de sofocarme, estoy bien. Parece que en esta casa no se saben otro tema de conversación.
Cierro la puerta azotándola y no me detengo hasta que estoy fuera de la casa.
Mala idea.
Maddie está en su auto frente a la casa observándome fijamente.
Sólo la miro por un par de segundos antes de girar y seguir mi camino por la calle. Y no me hace falta ser un genio para saber que es cuestión de segundos para que ella azote la puerta de su auto y corra hacía mi colocándose frente a mi.
— Escúchame por favor.
Maddie es ese tipo de personas que siempre está encima de tacones, maquillada, con su cabello impecable y con unos vestidos que se moldean perfectamente a su figura. Hoy frente a mi está muy diferente, lleva su cabello en una coleta, unos jeans demasiados flojos para su gusto, una playera que creo es mía y trae zapatos deportivos. Eso si maquillaje lleva, ese nunca le faltará.
— Maddie...
— Por favor —suplica—.
Ruedo mis ojos y meto las manos en mis jeans para que se mantengan quietas.
— Escucha, yo se que lo que hice tu tuvo ni tendrá jamás una justificación porque hice la estupidez más grande de mi vida —se lleva las manos a su cabello y comienza a peinarlo— ese día tenía planeado llegar de sorpresa, necesitaba verte, abrazarte, tu me habías dicho un día atrás que probablemente esos días no saldrías de casa así que decidí no avisarte. Cuando llegué compré un obsequio para ti y estuve frente a tu casa te mandé muchos mensajes pero, no me contestabas y nadie atendía la puerta. Hasta que una de las chicas que vienen a limpiar me dijo que habías salido con las chicas. Me abrió la puerta y cuando vi los celulares allí dejé de pensar con claridad. Miré todo rojo, no entendía, no encontraba una explicación lógica, me dejé llevar por los celos y revisé los celulares uno a uno sacando fotos comprometedoras y exponiéndolas al público con falsos rumores.
— Porque no esperaste a que yo volviera para hacer eso.
— Te espere, espere toda la noche y parte de la mañana, aguante todo lo que pude —sus ojos se llenan de lágrimas— pensé lo peor y me siento muy mal por desconfiar así de ti.
— Yo también me siento mal —añado— no sólo desconfiaste de mi, buscaste la manera de destruir nuestra carrera.
— Y no sabes cuanto lo lamento, me dejé llevar... Me arrepiento, me ha costado bastante tomar el valor suficiente para estar frente a tu casa dispuesta a no sólo pedirte perdón a ti, sino que también a los demás.
Lo último que dice me sorprende porque nunca esperaría eso de ella, en especial porque Maddie y Skyler nunca se han llevado bien, así que ver a Maddie dispuesta a pedirle perdón a su némesis me hace ver que si se encuentra arrepentida de verdad y no es show ni teatro de parte de ella.
— Que bueno que al menos quieras disculparte pero, así no se arreglaran las cosas.
— Lo se —baja su mirada al suelo mientras sigue acariciando su cabello.— Por eso, hace un par de horas se ha publicado un vídeo donde hablo de que todo lo que se difundió de ustedes es falso.
— ¿Qué? No crees que es bastante tarde para eso.
— Sí, se que probablemente ya nadie lo recuerde, o tal vez, lo sigan recordando y sigan haciendo haciéndose ideas sobre eso. Aún hay chismes sobre esas fotos, tal vez con lo que acabo de hacer ante las redes sociales las cosas se calmen más y si no es así. Lo lamento de nuevo —levanta la mirada para verme directamente a los ojos— ¿Están los demás? Me gustaría disculparme con ellos?
— No, el único que está en casa es Iker —señalo— si gustas venir por la noche, tendremos ensayo.
— Me parece bien. Entonces... Nos vemos por la noche.
— Si, para tus disculpas.
— Adiós.
...
Frente a mi se encuentra el computador con el rostro de Maddie, encontré el vídeo del que me habló pero, no estoy muy seguro de querer darle a reproducir.
Desde que ella se marchó de la casa regresé a mi habitación donde por suerte y desgracia al mismo tiempo ya no se encontraba Iker.
Mi amigo tiene razón necesito hablar con alguien de todo lo que ha pasado, ya no puedo seguir haciéndome el fuerte y no puedo hablar con mi mejor amiga sobre esto porque no entendería.
— Porque la vida es tan difícil... —exclamo mientras me tiro en la cama con las manos estiradas y mirando el techo—
— Porque si fuese fácil sería aburrida.
me incorporo apoyándome en la cama con los codos y miro a Marina parada en el umbral de la puerta.
— Perdón, iba pasando por el pasillo y te escuché —arqueo una de mis cejas y ella sonríe— está bien, Iker me dijo que estabas mal.
— Estoy perfectamente.
— Hace unos segundos te estabas lamentando. No te voy a presionar, sólo que a veces te sientes mejor cuando logras hablar todo lo que estás sintiendo con alguien.
— ¿Y si no se como me siento?
— Entonces te ayudo a entenderlo.
Cierra la puerta tras de ella y se sienta al lado mío en la cama, yo me incorporo haciendo que nuestros brazos se rocen.
— Hay que limpiar la habitación —murmura—.
— Tal vez deba guardar las hojas, nos pueden servir para un futuro cuando nos quedemos sin ideas.
— No creo que sea buena idea.
— No, no lo es en absoluto.
— Santi, yo se que tal vez tu piensas que nosotros estamos felices porque lo tuyo con Maddie se terminó, —comienza a decir— pero no es así, nos duele, tal vez no tanto como a ti pero, lo hace. En lo personal te puedo decir que sufro mirando a mi compañero de banda y amigo decaído y sufriendo en silencio. Créeme que, así tu novia y yo nos llevemos pésimo siempre voy a ser neutral y voy a buscar que esa hermosa sonrisa que adorna siempre tu cara vuelva... Lo ves, allí está, muy pequeñita pero ya casi lo logro.
— Eres un ser de luz Marina, imposible no sonreír a tu lado.
— Entonces, ¿Quieres hablarlo?
Miro una vez más hacía la pantalla del ordenador y luego la miro a ella.
— Maddie ha venido hoy a disculparse, no sólo conmigo, sino con todos. Se sinceró diciéndome porque actúo de esa manera y envío ese vídeo a los medios y redes sociales para explicar como sucedieron las cosas, o algo así... No lo se, aún no lo he visto.
— ¿Qué tal si lo vemos los dos? —Asiento— Bien, démosle Play.
En el vídeo aparece Maddie en uno de esos vestidos que tanto le gusta utilizar y está revisando su celular, de la nada levanta la vista y se acerca un poco más a la cámara.
— Hola, se que probablemente esto ya sea demasiado tarde y no resuelva nada o tal vez sí... Cómo sea, lo voy a intentar... Tal vez muchos me conozcan, otros tal vez no, me presento soy Maddie, la novia del bajista de D5. Hace semanas se difundieron unas fotos las cuáles estaban sacadas de contexto. —Se hace un silencio— No voy a decir que son falsas, porque son verdaderas lo se, porque en muchas de ellas yo estuve presente cuando sucedían. D5 es una banda magnifica, son unos chicos adorables —rueda los ojos— se que probablemente ahora vengan y me digan dices eso porque quieres quedar bien y no se que... Y no, no es así, fuera de Santiago mi relación con los demás integrantes no es buena, tampoco es que me interese que lo sea.
Regresa la vista a su celular y mira la cámara seriamente antes de volver a hablar.
— Como sea, me estoy saliendo del tema y se me acaba el tiempo. Algo que no tolero son las injusticias y yo no soy mucho de hacer esto pero, esas fotos están sacadas de contexto, mi equipo junto al de los chicos descubrimos a la persona que hizo esas publicaciones, no quiso mostrar la cara, se respeta su decisión pero, a dicho que lamenta haberlo hecho, fue un momento en el que no sabía porque lo estaba haciendo, se arrepiente profundamente y lamenta haber tratado de arruinar a unos chicos tan increíbles como ellos.
Mira hacia abajo.
— Dentro de unos minutos esa persona publicará una disculpa escrita, aunque aún así le pido a los medios que dejen de buscar chismes donde no los hay, digo... Los medios prácticamente saben que muchas de esas fotos son con familiares y aún así estuvieron inventado muchas barbaridades. Háganse un favor y comiencen a contar verdades, se ven mal inventando chismes... Bye, los amo. Sigan brillando.
El vídeo finaliza y vuelve a la imagen del inicio.
— Me esperaba algo diferente —murmura Marina— pero al menos se ha disculpado y ha tratado de reparar su error.
— Algo tarde —contesto—
— Se que lo que voy a decir no es muy neutral de mi parte pero, tu novia no es muy lista, le ha tomado tiempo darse cuenta de que lo que hizo fue más que una escena de celos y ahora lo siente de verdad.
— Tienes razón... No ha sido muy neutral de tu parte
Ríe.
— Ha hecho lo que creyó que era correcto. Le importas y hasta ahora se da cuenta de su error.
— Pero y sí volvemos y luego hace lo mismo otra vez.
— Es una posibilidad, para que eso no suceda deben dialogarlo, comentar las inseguridades que ambos tienen en su relación.
— Necesito pensarlo —murmuro— vendrá esta noche al ensayo para pedirles disculpas a todos.
— ¡Uy! No creo que se pueda —la escucho lamentarse y me giro hacía ella—.
— ¿Por qué?
— Sky me dijo que ensayáramos sin ella.
— Y yo que pensé que ya había dejado de lado esa costumbre suya de faltar a los ensayos.
— Las costumbres nunca se olvidan.
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Narra Iker
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Hacía ya tiempo que no realizábamos ensayos por la noche, en cierta forma ya los extrañaba, desvelarnos haciendo música ensayando coreografías y cada una de las canciones.
Estos ensayos nocturnos me hacen recordar a cuando comenzamos a tocar, muchos recuerdos bonitos con solo una acción.
Abro la puerta de la habitación de ensayos, Mar, Mary y Santi ya se encuentran dentro, los tres están conversando de algo.
— Iker pensamos que tu tampoco vendrías.
— ¿Cómo que tampoco? —Inquiero sin entender—
— Sky no va a poder venir a ensayar.
¿Por qué no me sorprende? ¿Por qué siempre hace lo mismo? Ya comenzó a hacer eso de marcharse sin decir a donde, sin estar en los ensayos.
Va a volver a esa rutina que yo pensaba ya había dejado en el olvido.
Tal parece que no es así, saco el celular de mi bolsillo.
— No, si yo tampoco puedo ensayar hoy, sólo que quise tener la decencia de venir a avisar.
— Iker no te enojes —pide Marina con voz suave—.
— No estoy enojado, cada quien es libre de hacer lo que le de la gana —argumento— con su permiso se me hace tarde.
Una vez salgo de la habitación ingreso el código de desbloqueo del celular, busco el contacto de Madeline y le envío un mensaje
"¿Tienes algo que hacer esta noche?"
Enseguida recibo respuesta por su parte.
"No"
"Genial! En unos minutos estoy allá ;)"
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