02 "La fotógrafa de la boda"
Capítulo 02
"La fotógrafa de la boda"
*Iker*
...
— Buenos días alegría —vocifero una vez que ingreso a la habitación de Mar—.
Mary y Mar están sobre la cama, la dueña del cuarto se está cepillando su rubio cabello mientras mira algo en la computadora.
Maritza por su parte está sentada con la espalda recargada en la cabecera de la cama, sus brazos cruzados, pies estirados, su largo y lacio cabello castaño se encuentra recogido en un moño mal hecho ya que le caen mechones hacia cualquier dirección, tiene unos auriculares puestos y sus ojos color café están cerrados.
Su vestimenta es la que siempre utiliza cuando está en casa: blusa blanca floja y mallas de hacer ejercicio negras y calcetines.
Sí, mi compañera odia el calzado.
Supongo que está escuchando algo referente a esas conferencias ambientales a las que siempre está pendiente o tal vez sólo esté tratando de meditar, sea lo que sea cierro la puerta y camino hasta que me siento frente a ellas en la cama.
— Hola Iker ¿Qué tal amaneciste? —Inquiere Mar sin despegar la vista de su computadora—.
— Excelente compañera —afirmo con una boba sonrisa en el rostro—.
— Uy ¿Quién fue la afortunada? —Inquiere arqueando una ceja, ahora si con toda su atención en mi. O eso creo—.
— Annie Robinson —informo—.
— Vaya compañero, usted no pierde la oportunidad —bromea—.
Soy un chico soltero de casi veintidós años, soy atractivo, se como cortejar a las damas y quiero disfrutar mi vida. Voy a aprovechar cada oportunidad que se me ponga en frente para poder ser feliz y pasarla en grande.
— ¿Saben quien también parece que tuvo una buena noche? —Nos pregunta de repente Maritza haciendo que Mar y yo nos sobresaltemos, aún así la miramos fijamente a la expectativa— Skyler.
Frunzo el ceño.
— ¿Skyler feliz? Vaya eso es una novedad —señalo—.
— ¿Cómo sabes? —Inquiere Mar necesitando más información—.
— La miré conversar con un chico por el pasillo donde está su habitación y ambos iban compartiendo sonrisas y uno que otro toqueteo, para mi que llega tarde a la reunión —explica la castaña—.
Vaya, pues hasta que escucho buenas noticias, con Skyler feliz mi día va a seguir siendo perfecto porque no me va a molestar más.
Skyler y yo desde que nos conocemos nos llevamos como el gato y el ratón. No nos soportamos, ambos somos tan diferentes que se nos hace imposible estar juntos durante bastante tiempo.
El único momento en el que conectamos es cuando estamos rodeados de música, en esos momentos nos olvidamos de todas nuestras diferencias y nos dejamos llevar por la melodía.
Sky y yo somos como dos serpientes, dispuestas a atacarnos a morir y la música es esa tonada que hace que estos animales se vuelvan dóciles y se olviden de ese instinto asesino.
Mientras estamos ensayando o en el escenario podemos llegar a ser los mejores amigos y cantar como si abajo del escenario no buscáramos acabar con el otro.
La puerta se abre de repente haciendo que voltee a ver se quien se trata.
En el umbral de la puerta se encuentra la dueña de mis malos momentos y de mi lado más malvado.
Luce su cabello oscuro rizado atado en una coleta alta con los mechones ahora morados siendo más notorios, no trae maquillaje a excepción del brillo labial que envuelve sus carnosos labios y trae unas gafas que ocultan sus ojos color café.
Va vestida con una chamarra de mezclilla y unos short blancos que envuelven sus estilizadas piernas, va descalza así que, supongo que de su habitación vino directa hacia acá.
Por lo general, por no decir, que desde que la conozco Skyler siempre ha lucido su cabello lacio ya que, odia como se le ve rizado, aunque últimamente le da igual la apariencia de este.
— Pensé que Santi ya iba a estar aquí —dice a modo de saludo mientras cierra la puerta— vayamos comenzando.
— Espera, espera —ordena la rubia poniéndose de pie— ¿Por qué estas vestida así?
Paseo mi vista una vez más por su cuerpo y regreso mi vista hacia el frente, es decir hacia Maritza, quien finge estar escuchando algo en los auriculares y en su lugar está atenta al chisme, la conozco.
— Bebí un poco anoche y la luz me lastima —explica— y la ropa da igual, fue lo primero que encontré tirado por la habitación.
Camina hacia la cama y se deja caer en el espacio vacío, coloca sus manos en la cara y así se queda, en silencio.
— Bueno ya solo falta Santi así que voy por las cosas —avisa Mar caminando hacia la puerta que da entrada a su closet—.
Maritza se quita sus audífonos pero sigue sin abrir sus ojos, trato de pasear mi vista por toda la habitación de Mar pero, no hay nada novedoso en ella, todo es igual a la mía, un buró, la misma puerta del baño, una lámpara idéntica, el closet en el mismo sitio, la cama en el centro de la habitación y un sillón al que nadie pela porque todos decidimos estar en la cama aunque apenas y haya espacio.
— Tengo mucha ilusión por comprar nuestra primer casa —chilla Mar trayendo consigo todas las carpetas que le facilitó Cristóbal—.
— Y yo que siempre pensé que viviría con mi madre —comento—.
Mar y Mary ríen por lo que acabo de decir y aunque yo también lo hago un rastro de tristeza me invade, aunque ninguna de las tres lo nota.
Sky sigue tirada en la cama con las manos en el rostro, Mary con los ojos cerrados y Mar ha comenzado a revisar las carpetas.
Tomo una de las carpetas de la torre y Maritza hace lo mismo, ambos comenzamos a revisarlas y así por varios minutos hasta que llega Santiago.
— Perdón por la demora, fui a hacer un par de cosas y se me complicó un poco —se disculpa mientras cierra la puerta y se aproxima a la cama—.
— No pasa nada —asegura Mary— acabamos de comenzar.
Llega a nuestro lado en la cama dispuesto a sentarse, pero ve que tenemos a la bella durmiente en el centro de la cama.
— ¿Qué tiene la fiera? —cuestiona con voz burlona—.
Veo a Skyler retorcerse en la cama para acto seguido quitarse las manos del rostro y centrar su atención en el recién llegado.
— Resaca —gime poniéndose de pie— por eso odio beber.
— ¿Y porque lo hiciste? —Inquiere Mary—.
— Los amiguitos de Dylan querían jugar "yo nunca nunca" como si fueran pubertos —se queja— al final terminaron más sobrios que yo.
Todos reímos a eso último.
Santiago camina hacia ella y la abraza diciéndole alguna cosa en el oído mientras ella también lo abraza y esconde su rostro en su pecho.
Si una persona ajena a nuestro círculo de amigos mirara esto dirían que son pareja por sus muestras de afecto tan cariñosas.
Skyler es una chica de carácter fuerte y muchas veces nos es bastante difícil comprenderla.
Ella no es mucho de dar muestras de afecto, se le dificulta decirte algo cariñoso o lo que siente por ti -claro si es algo amoroso o tierno- porque si es algo repugnante te lo dice directo y sin pelos en la lengua.
Por lo general cuando la vez con uno de sus novios o conquistas nunca los está abrazando o algo por el estilo y aunque ellos si lo hagan con ella, Skyler demuestra su incomodidad.
Ella es la que rompe los abrazos grupales, la que desprecia las canciones románticas, pero igual las canta, la que no baila canciones lentas, no dice "te quiero" o "te voy a extrañar" y no da muestras de afecto.
Con Santi es la excepción, él hasta hace un par de años es el único que hace salir el lado cariñoso de Skyler Reyes.
Antes solían ser dos personas pero ese estúpido hizo la canallada más grande de la historia, la destrozo y ninguno de la banda lo vamos a perdonar jamás, ella dice estar bien pero, no lo está, se que eso la lastimó de muchas formas y no es algo que se pueda superar fácilmente.
[...]
Llevamos más de hora revisando las fotografías de cada una de las casas y ya estoy enfadado, estamos enfadados, lo peor es que cada uno se interesa por una casa totalmente diferente logrando que nunca estemos de acuerdo.
Maritza elige las que tienen un patio bastante amplio, Santi se va por la ubicación de la casa, Mar por la estética del lugar y las habitaciones y yo por la amplitud que haya en el interios y las habitaciones, debe ser lo bastante amplia para que podamos vivir en ella sin conflictos.
Pero con opiniones distintas nos llevará bastante tiempo elegir una.
— ¿Por qué la rockera con resaca no nos está ayudando en la selección de la casa? —Inquiero señalándola—.
Desde que llegó solo se la ha pasado acostada con los ojos cerrados o mirando su celular, no ha tomado una carpeta o expresado su opinión.
El único movimiento que ha echo es ponerse de pie para ir a acostarse en el sofá.
— Ya lo dije ayer, pero si gustas lo vuelvo a repetir —comienza a decir— me da igual la casa que elijan, tengo mejores cosas de que preocuparme.
-—Claro, como encontrar a tu próxima víctima por ejemplo.
— El burro hablando de orejas —se mofa sentándose en el sillón— haces exactamente lo mismo que yo, así que no hables.
Ruedo los ojos y prosigo con mi trabajo.
Después de lo que parece una hora más, seleccionamos la que parece ser la mejor casa para cada uno de los cuatro y las colocamos extendidas en la cama, nos ponemos de pie y las observamos.
— ¿Entonces? —Inquiere Mar—.
— Votemos por cada una de ellas y la que tenga menos voto se va hasta que quede la que más nos guste a todos.
— Me parece, comencemos votando la que yo elegí —propone Maritza—.
Nos narra como está compuesta la casa que eligió y solo Santi y ella votan por ella.
La siguiente en exponer su casa es Mar y al final solo ella vota por su elección. Después expongo la mía y es la que más parece agradar porque Mary, Mar y yo votamos por ella y finalmente la de Santiago la cual recibe la votación suya y mía.
— Al parecer la que tuvo más voto fue la que escogiste tu —informa la rubia recogiendo las carpetas— ¿Esa será?
Skyler se pone de pie y observa las fotos de la casa ganadora.
— Me parece bien, será la primera casa de D5 —anuncia—.
Celebramos con jugo de naranja y avisamos a Cristóbal que ya tenemos la decisión tomada.
[...]
El lobby del hotel se encuentra bastante vacío, solo hay unas cuantas señoras conversando y un señor leyendo lo que parece ser un libro en el fondo del lugar.
Según Cristóbal nosotros deberíamos estar encerrados en nuestras respectivas habitaciones por si alguien nos reconoce y filtra nuestra ubicación.
Siendo sincero no me considero tan famoso como para que eso pase.
Yo necesito salir, no estar todo el día encerrado, me aburro demasiado, no solo es estar con el resto de los chicos, créanme nos enfadamos de vernos las caras diario, necesitamos nuestro espacio.
Voy escuchando música en mis auriculares paseando la vista por el lobby cuando la veo, en la recepción, lleva una blusa de tirantes floja y unos shorts sueltos que le llegan a la mitad de los muslos, trae su cabello rojizo atado en una coleta alta y al parecer piensa hospedarse aquí porque tiene una maleta sujeta con su mano derecha.
Perfecto, ya se en que me voy a entretener un rato, camino hacia ella y mientras me voy acercando soy más consciente de las facciones de su rostro, su piel se ve tan delicada y suave que mis dedos mueren por hacer contacto con ella.
Me detengo a una distancia prudente y la miro mientras hace todo el tramite y recibe la llave de su habitación.
— Hola —saludo cuando ella se gira dispuesta a seguir su camino—.
Ella se gira al escuchar mi voz y me sonríe.
— ¿Nos conocemos? —Inquiere mientras escanea mi rostro— porque por alguna razón te me haces conocido.
— Si hubiera visto a alguien como tu antes créeme, lo recordaría.
Ambos sonreímos como dos idiotas.
— Entonces debo estar confundida —asegura—.
— Tal vez. ¿Te instalaras aquí? —Inquiero aunque la respuesta es bastante obvia—.
— Si, tengo trabajo que hacer y estaré aquí unos días.
Perfecto.
— Yo también estoy hospedado en este mismo hotel, si quieres podemos ir a comer y conocernos más —insinúo—.
Se que ella no es tonta y sabe lo que quiero, pero finge no saber y decide seguirme la corriente.
— Sería agradable —contesta—.
Nos quedamos por un par de segundos mirándonos como dos bobos que no me doy cuenta cuando Skyler llega a nuestro lado.
— Hola —saluda, demasiado eufórica para mi gusto—.
— Hola —le regresa el saludo la pelirroja de la que aún desconozco su nombre—.
— Guapo no piensas presentarla —me dice Skyler entrelazando su brazo con el mío—.
¡Alto ahí!
¿Guapo?
— Soy Madeline —se presenta estirando su mano—.
Skyler se la estrecha, volteo a mirarla y tiene una sonrisa que siendo sincero me da algo de miedo.
— Oye y ¿Eres fotógrafa? —Cuestiona—.
Es hasta ese momento que me doy cuenta que tiene una cámara que cuelga de su cuello.
— Si —Contesta con el ceño fruncido, creo que confusa con lo que esta sucediendo—.
Trato de zafarme del agarre de Sky pero esta se afianza más y me lo hace imposible.
— Mira mi amor, ella podría tomarnos fotos el día de nuestra boda.
— ¿Mi amor?
— ¿Boda?
Madeline y yo nos miramos fijamente y luego miramos a la pelinegra que acaba de soltar la bomba mientras manifestamos nuestra pregunta al mismo tiempo.
— Eh... Yo... Debo ir a... Voy tarde a una reunión, nos vemos luego —musita la chica nerviosa marchándose a toda prisa—.
Apenas la pelirroja se marcha Skyler me suelta y se carcajea como una desquiciada.
— ¿Qué te pasa loca? —Inquiero con la ira comenzando a apoderarse de mi—.
— No había echo ninguna travesura y comenzaba a aburrirme —confiesa mientras se marcha dejándome solo en el lobby—.
Esta me la vas a pagar Skyler, te lo juro.
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