Capítulo 26
Las puertas de la capital se abrieron esperando la caravana que venía desde la frontera de Nature con Yiang, la princesa que venia en su corcel se bajo y tomó la pequeña caja en la que venían los restos de Xiao Zhan, todos hicieron una reverencia conforme la joven Princesa avanzaba hacía su padre el cual estaba en su trono esperando a su hija.
—Park Misuk princesa de heredera de Nature saluda al emperador de Nature el Kitsune principal y el sol del imperio - la princesa se arrodillo esperando a que su padre le diera de la orden de levantarse.
—Tienen permiso para levantarse - Misuk le regalo una corta sonrisa y se puso de pié junto a su ejército.
—Yo Princesa Heredera de Nature hoy le he traido al sol del imperio el acuerdo de paz firmado por el emperador de Yiang.
—Lo acepto gustoso - Misuk le tendió el papiro que contenía el pergamino con el acuerdo firmado.
—El emperador Cheol acepto la paz durante más de cincuenta años, si la paz se ve interrumpida por su imperio perderán parte de las frontera. - todos soltaron gritos de victoria y Misuk le sonrió a su padre, miró a todos sus amigos y se sorprendió al ver al moreno ahí.
—Ve a descansar -le dijo su padre dándose la vuelta para dar por terminada la ceremonia, Misuk saludo a sus amigos y a su hermano y siguió al gran duque hacia sus aposentos.
—Felicidades por la victoria princesa - Misuk le sonrió.
—¿Ah que vino?
—Me enteré de que la emperatriz ha estado teniendo problemas. - Misuk rodo los ojos y se sirvió agua.
—Ni me lo recuerde, siento tanta pena por haberla dejado.
—Pero regresara ¿no?
—Si, pasare aquí dos días más hasta la fiesta y regresaré.
—Bien, me llego esta carta hace unos días, vine aquí por que tenia asuntos que atender con su padre - Misuk asintió y la tomó — Espero sepa elegir sabiamente.
—No se preocupe duque, no soy tonta - ambos sonrieron sabiendo el contenido de la carta.
Las fiestas de Nature siempre fueron conocidas por su gran magnitud, Misuk vistió ropas tradicionales y asistió al funeral de su gran amigo, luego de realizar las honras debidas fue directo a la fiesta.
No solo se celebraba a los vivos, celebraban a aquellos que dieron su vida por su imperio y sus nombres serian recordados con historias, historias que serían contadas en cada fiesta.
—Hermana -Jae-sang besos sus mejillas —¿Cuándo partes?
—pasado mañana -Jae-sang asintió.
—Bien, me llego una carta de Ga-eun - Misuk asintió — ten cuidado con lo que hagas, no deberías ir.
—Debo ir -le sonrió — me necesitan ahí, además, debo ir a buscar a mi futuro esposo.
—O a tu harén -ambos rieron y fueron interrumpidos por el Marqués Karl.
Misuk lo guió hacia un salón privado en donde no serían molestados por nadie, sabía a que había llegado a Nature y aquello fue una falta grave para el imperio.
—Princesa -Misuk alzó la mano.
—No, regrese con su emperador y dígale que deje de insistir, ese es un insulto para mi, Nature no acepta esto - el marques soltó un suspiro y asintió.
—Transmitire el mensaje -realizo una reverencia y salió.
Misuk se despidió de su padre y sus amigos para partir directo hacía el imperio de Oriente, sus guardias dieron marcha y una semana después estaría llegando a su destino.
—¿Mackenna? -abrió por completo la ventana y lo dejó ingresar, le tendió una manta que tenia con ella y este se cubrió.
—Princesa, su llegada debe de ser silenciosa, Heinley lo sabe ya.
—Si, recibí la carta, no te preocupes, haré todo lo mejor posible.
—Lo se, sigue debiendo me unas vacaciones.
—Viendo como están las cosas estas más cerca de la jubilación que de unas vacaciones - ella soltó a reír y este volvió a salir por la ventana.
Al llegar a Oriente Misuk se transformó y se escabullo por el palacio para ir directo a los aposentos de Elgy ahí la esperaba Heinley y Elgy.
—Al fin llegas - el rubio se limpio las palmas en su traje y la abrazo luego.
—Lo bueno se hace esperar - Elgy soltó una risa.
—Bienvenida, yo debo irme -le dio un rápido beso en las mejillas a Misuk y luego salió.
Heinley le contó todo el plan a Misuk, ambos se prepararon para el juicio con sus mejores trajes y luego partieron hacia el salón en donde se realizará.
—Pff... ¿ya puedo hacer mi gran entrada? - Heinley ingreso a la sala acompañado de Misuk, todos soltaron gritos de sorpresas y el rostro de Sovieshu se endureció.
En medio de todo esto, Heinley, Navier y yo éramos los únicos que nos veíamos felices. El murmullo de la multitud solo creció ante la aparición sorpresa del Rey de Occidente. La mandíbula de Sovieshu se abrió, y Rashta soltó un grito.
"¡No puede ser!"
Ella no parecía menos aturdida. Por alguna razón, estaba mirando entre Heinley y el Duque Elgy, pero no a Sovieshu. El Duque Elgy también actuaba sorprendido, aunque sabía que Heinley estaba aquí.
El Sumo Sacerdote se aclaró la garganta varias veces, aún luciendo asombrado. Después de un momento, volvió a hablarme.
—Emperatriz Navier, ¿es esto cierto? Príncipe no, Rey Heinley, ¿lo dice en serio? -Heinley respondió antes de que Navier tuviera la oportunidad de hacerlo.
—Sí, deseo que Navier la Emp... Navier, sea mi reina. -Sovieshu se mofó, se podía notar su enojo crecer segundo tras segundo.
—¿Qué estás haciendo en otro país?- Heinley mantuvo su nivel de tono mientras se dirigía a Sovieshu.
—Proponiendo. -Era un claro intento de provocar a Sovieshu, y el Sumo Sacerdote frunció el ceño a Heinley en advertencia, Misuk solo soltó una leve risa apenas audible, estaba encantada con todo eso.
—Rey Heinley. -Heinley rápidamente se hizo ver puro y lamentable, y le suplicó al Sumo Sacerdote.
—Su Excelencia. Volveré de forma oficial luego, pero si pierdo esta oportunidad ahora, será demasiado tarde. Esto es repentino, lo sé, pero por favor considérelo y dé su aprobación.
Contuve la respiración mientras esperaba la decisión del Sumo Sacerdote. Todo había cambiado desde que llegué y ya nada era predecible, pero la situación a mi alrededor se sentía muy frágil. Sovieshu intervino con una voz peligrosamente baja.
—Sumo Sacerdote. Es claramente ilegal que el Rey Heinley asista a esta corte sin permiso.
El Sumo Sacerdote miró a Navier en silencio, esperando su consentimiento.
En ese momento, mi corazón pareció detenerse. ¿El Sumo Sacerdote diría que no? La boca del anciano se abrió para hablar, y tragué secamente. Vi como Heinley y Navier se tomaban de las manos. La mirada del Sumo Sacerdote cayó sobre nuestros dedos entrelazados, y entonces pareció que él había tomado una decisión.
—Apruebo el nuevo matrimonio de Navier con el Rey Heinley.
Su voz hizo eco en todo el salón. Del mismo modo, Heinley exhaló como si hubiera estado conteniendo la respiración.
Sovieshu parecía como si lo hubieran golpeado en la nuca. Abrió la boca para decir algo, pero luego el Sumo Sacerdote levantó la mano para dirigirse a toda la sala.
—La corte de divorcio ha terminado.
Después de declarar terminada la reunión, miró a Heinley y a Navier les pidió que se acercaran a él.
Les dio una sonrisa triste y recitó una frase felicitandolos como una pareja de recién casados.
—Su Excelencia. Gracias.
Heinley sonrió y se inclinó al recibir su bendición.
—Celebraré una ceremonia apropiada luego y lo invitaré.
—...Ya he dado mi aprobación, así que no hay necesidad. Estoy ocupado, así que no me llames una segunda vez.
El Sumo Sacerdote habló en un tono brusco, y luego se dirigió a Navier con una expresión complicada.
—Emperatriz Navier. No, Reina Navier. Aprobé esta petición porque he creído en ti desde tu infancia. Este no será un camino fácil.
—Gracias, Sumo Sacerdote.
Volvió a mirar a Heinley y le ofreció sus últimas palabras de consejo.
—Organiza una gran boda e invita a muchas personas. Cuando te vayas, sal con orgullo.
—Gracias. Sin duda lo invitaré a la boda.
—Estoy ocupado.
El Sumo Sacerdote repitió su excusa, y luego miró hacia atrás. Sovieshu estaba parado allí, luciendo como un volcán listo para estallar en cualquier momento. Rashta seguía mirando entre el Duque Elgy y Heinley, su sonrisa habitual se borró por completo de su rostro. La cara y los puños de Sovieshu estaban rojos de ira. Nuestros ojos se encontraron.
Nos miramos el uno al otro sin decir una palabra. No se me ocurrió nada que decir. Había demasiado ruido aquí. Aunque estaba en el centro del incidente, me sentía tan tranquila como si estuviera en el ojo de un huracán.
Mientras tanto, los oscuros ojos de carbón de Sovieshu brillaban con furia. Tan pronto como el Sumo Sacerdote se limpió el sudor de la frente y se hizo a un lado, Sovieshu se acercó a Navier.
¡Y finalmente tenemos la boda!
Ahora si se viene el drama real gente.
¿Que creen que haga Sovieshu (aparte del ridículo jajaja)
Estoy subiendo siempre edits de esta y todas mis historias en mi tiktok, vayan a seguirme.
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