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Capítulo 39.El paso del tiempo


El tiempo fue pasando y Daniela acabó destacando también en la facultad de arquitectura de Milán. Era una estudiante brillante. Chiara y Adrienna estaban muy orgullosas de ella. 

Daniela estaba tan a gusto en Milán que finalmente decidió acabar la carrera en la ciudad italiana. Pero ya le quedaba poco para decidir si regresaba a España o no. Sabía que iba a echar de menos a sus amigas, pero sobre todo a Adrienna. Con ella seguían como lo habían dejado, disfrutando una de la otra pero sin llegar a atarse. Pasaban muchísimo tiempo juntas. Adrienna sí quería ser novia de la española, pero ésta seguía sin estar preparada para atarse a alguien. Ya habían pasado casi dos años más, pero la sombra de Patricia la seguía acechando. Además de eso, cada vez iba quedando menos para regresar a su país. Era un tema que Adrienna intentaba no tocar. No podía ni imaginarse que Daniela algún día volviera a España y la dejaría a ella en Italia. De sólo pensarlo le entraba ansiedad.

Cuando por fin acabaron los últimos exámenes, habían planeado irse de vacaciones por ciudades de Italia que aún le faltaba a Daniela por visitar. Italia la tenía enamorada. 

Estuvieron quince días de un sitio para otro disfrutando mucho las tres juntas. Se hicieron un montón de fotos y Daniela no dudó en colgarlas en Facebook. Patricia siempre estaba pendiente de ver las fotos que colgaba Daniela, y tenía sentimientos encontrados. Por un lado se alegraba de verla feliz, pero por otro le dolía ver que ya la había olvidado y además que podía estar saliendo con la rubia, ya que en todas las fotos salían abrazadas y sonriendo. Pero el tiempo puso todo en su sitio y Patricia se dio cuenta que si no estaba con ella, prefería verla feliz aunque fuera con otra joven. Eso no quitaba para que Patricia siguiera enamorada de ella, tanto como antes. El enamoramiento, a pesar del tiempo y la distancia, seguía intacto para Patricia.

Adrienna sabía que tarde o temprano Daniela iba a acabar diciéndole que se volvía a España. Y ese día, muy a su pesar, llegó. 

Habían quedado en una cafetería para tomar algo. Adrienna no se imaginaba lo que iban a hablar ese día.

Cuando se vieron se dieron un beso en los labios.

-Hola guapísima, ¿Qué tal tu día?

-Bien, Adrienna.¿Y el tuyo?¿Mucho trabajo? 

-Si, soy una arquitecta muy solicitada...Ya lo sabes. 

-Sí, lo sé. Eres una todo terreno. Adrienna...Yo...Hoy quiero que hablemos sobre algo.

Adrienna se podía imaginar de qué quería hablarle la española.

-¿Ya te tienes que ir?-Le dijo con la mirada más triste que le había visto hasta ahora. 

-Sí...Adrienna. Lo siento. Aquí ya no tengo nada que hacer. Mis padres ya me han dicho que puedo incorporarme cuando acabe el verano en su despacho. Es lo que ellos esperan de mí. Y bueno, yo también lo quiero así. Con ellos sé que podré ser yo misma y podré realizarme como arquitecta. Y si me incorporo después del verano, me dará tiempo de hacer la mudanza y aclimatarme. 

-Muy bien Daniela...Sabía que este día tenía que llegar. Muy a mi pesar. No quiero que te vayas Daniela, me vas a dejar un vacío enorme. 

-Lo sé...Pero tengo la intención de venirte a ver siempre que pueda. Igual que espero que tú vengas a verme a España.

-Cuenta con ello Daniela. No quiero perderte. Lo que sea que tenemos, quiero que siga aunque haya distancia de por medio entre las dos. 

-Lo mismo quiero yo- Daniela se levantó para abrazar a Adrienna. Sabía que ese abrazo era totalmente necesario para las dos. Estuvieron abrazadas durante un buen rato. Adrienna no pudo evitar echarse a llorar. Iba a echar muchísimo de menos a esa preciosa mujer.

Los días pasaron y Daniela ya tenía fecha para regresar a España y para hacer su pequeña mudanza. 

Chiara quiso hacerle una despedida a Daniela. Invitó a su casa a muchos de sus compañeros de la facultad. No faltaron  Adrienna, Francesca y Giuliana. La fiesta de despedida se hizo dos días antes de regresar Daniela a España. 

Llegó la hora de la fiesta. Daniela se puso un vestido negro muy ajustado con unos tirantes muy finos y muy escotado. La joven no estaba nada animada.  Estaba muy triste porque iba a dejar atrás todo lo que había vivido en Milán. E iba a dejar atrás a Adrienna, y eso la tenía totalmente desanimada. No sabía con qué se encontraría en España. Y sabía que tarde o temprano vería a Patricia. ¿Cómo sería ese reencuentro?¿Seguiría siendo su vecina?. En todo este tiempo aún no le había preguntado a Laura si sabía algo de Patricia. Lo que sí sabía es que tenía a Patricia idealizada. 

Y en un momento de debilidad y de bajón, se metió en el baño para tener privacidad y se puso a trastear con el móvil. Tenía unas ganas inmensas de hablar con Patricia y decirle que iba a volver a España. En ese instante se estaba volviendo loca si acababa llamando a la doctora. Ella lo sabía, que no venía a cuento llamarla después de tanto tiempo sin saber una de la otra. Pero no lo pudo evitar y marcó su número. Aunque al cuarto toque le entró el pánico y colgó. Finalmente no se vio capaz de hablar con Patricia. No sabía si ésta cogería la llamada, o si la cogía, quizás la mandara a la mierda porque ya era feliz con otra mujer. 


Patricia tenía guardia y justo estaba tomando café en la cafetería con Lola, cuando oyó su móvil vibrar. No esperaba ninguna llamada, así que sacó el móvil del bolsillo con desgana, y cuando vio quién la estaba llamando, casi se le cayó el teléfono al suelo. Se quedó helada cuando vio que era Daniela la que la estaba llamando. Y Lola se percató al momento de que alguien importante estaba llamando a la doctora, por la cara de sorpresa que puso ésta.

-Vaya Patricia, ¿Quién te está llamando?porque acabas de poner una cara…

-Joder Lola...Es Daniela. No me lo puedo creer, estoy de los nervios… Pero ha colgado. Seguro que se ha equivocado y no me quería llamar a mí…

-Vaya, puede ser, porque de querer hablar contigo, te volvería a llamar, ¿No crees? .

-Sí, tienes razón Lola. Pero joder, ¡Qué nerviosa me he puesto!Después de tanto tiempo ver el nombre de Daniela en la pantalla del móvil...casi me da algo. 

-Normal Patricia. Llevas mucho tiempo sin saber de ella.

-Bueno, hablemos de otra cosa, por favor-Patricia estaba atacada con esa llamada. Ahora sabía que iba a estar todo el turno pensando en por qué Daniela la había llamado. Si se había confundido o por el contrario la llamada la hizo queriendo. Joder, en buena hora había recibido esa llamada.

-Claro Patricia, tus deseos son órdenes. 

El corazón de Daniela se le iba a salir del pecho. Con esa llamada a Patricia volvió a sentir esos nervios que le producía la doctora. Todo lo que tenía que ver con ella, la dejaba muy alterada. No tenía que haber hecho esa llamada. Ahora Patricia vería la llamada y no tenía ni idea de qué podría pensar ésta sobre Daniela. Igual le devolvía la llamada y la mandaba a freír espárragos. Sólo esperaba que no se la devolviera, y de hacerlo, le diría que se había equivocado. 

Empezaron a llegar los invitados a casa de Chiara.  Daniela no tardó en salir del baño y se puso muy contenta cuando vio a tanta gente llegar a casa de Chiara para despedirse de ella. Pero más se alegró cuando vio a Adrienna. Estaba preciosa con su melena rubia suelta y esos ojos azules que tanto destellaban por ella. Nada más se vieron se dieron un abrazo y un beso en los labios. 

La fiesta fue muy amena y divertida. Bailaron unos con otros, cantaron, hicieron el tonto y sobre todo bebieron mucho. En definitiva, todos disfrutaron de la fiesta. Y poco a poco se fueron yendo los invitados. Daniela le dió las gracias a Chiara por la fiesta y se iba a despedir cuando Adrienna se ofreció a acompañarla a su casa.

A Daniela le pareció buena idea porque sabía que les quedaba poco tiempo de estar juntas y tenían que aprovechar el poco tiempo que les quedaba. Y eso es lo que hicieron. 

Cuando ya se iban a despedir, Adrienna le dio un fuerte abrazo a Daniela. No quería separarse de ella. 

-Adrienna…¿Te gustaría quedarte a dormir conmigo?

-¿Qué?¿En serio?Sí...Claro que me gustaría- la italiana no se esperaba que Daniela quisiera dormir con ella, pero le pareció una idea estupenda.

-Perfecto. Me gustaría  que esta noche no la olvidaramos ninguna de las dos. 

-Daniela, yo no la voy a olvidar. 

Subieron hasta el apartamento cogidas de la mano. Daniela fue directamente a su habitación. Tiró su bolso al suelo y se acercó a Adrienna con la intención de besarla. Ésta estaba esperando a que la besara. Las dos cerraron los ojos y se dejaron llevar. Estuvieron haciendo el amor hasta el amanecer. A las dos se les escapó alguna lágrima que otra. Cayeron las dos exhaustas y finalmente se quedaron dormidas, una abrazada a la otra. 

A la mañana siguiente, cuando Daniela despertó, Adrienna ya no estaba a su lado. Daniela se levantó buscando a Adrienna por toda la casa, pero no la encontró. Miró su móvil por si le había dejado algún mensaje, pero de ella no tenía ninguno. Tenía un par de Chiara y otros de su hermana Laura. Ésta le preguntaba a qué hora llegaba, para ir a buscarla al aeropuerto. Esperó a contestarle porque en ese momento no se acordaba a qué hora prevista aterrizaba el avión. 

Laura ya sabía que su hermana iba a regresar. Pero prefirió no decirle nada a Patricia. No quería alterarla. Aunque a decir verdad, como nunca hablaban de Daniela, no sabía si Patricia seguiría sintiendo tanto o nada por su hermana. Ya lo iría descubriendo cuando Daniela estuviera ya en la ciudad, porque se tendrían que ver sí o sí. 

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